TAREA: LIBRO LEÍDO: “HERMENEUTICA INTERPRETACION EFICAZ HOY”
DE: ROB HASKELL, DE 306 PAGINAS; LEÍ TODO EL LIBRO.
ALUMNO: JUAN JUAN MIGUEL
PROFESOR: FELIPE TOALÁ
GRADO: SEGUNDO AÑO EN BACHILLERATO EN TEOLOGÍA
FECHA: 05 DE JULIO DE 2019
a. Aprendí que la concordancia es una de las herramientas más populares para estudiar la Biblia y su existencia es a la vez una gran ayuda. La concordancia es una herramienta popular para la preparación de sermones o estudios bíblicos. Solo que hay que tener mucho cuidado de usar este material porque el sentido de las palabras no es siempre lo mismo en cada contexto. b. Otras de las cosas que aprendí es no usar la interpretación alegórica, significa ver al texto como algo mágico que porque viene de Dios debe tener un sentido más complejo o más misterioso que lo que el mero texto nos dice. c. Ahora un método correcto se llama generalmente la interpretación gramatical- histórica de la Biblia, que está en contra del método alegórico; y esto se denomina así porque presta atención especial al uso normal de palabras y considera también el contexto histórico en que fueron escritas. La interpretación gramatical-histórica también se ha llamado la interpretación literal de las escrituras. d. Otra de las cosas es que las palabras no fueron escritas según nuestro contexto, entonces es necesario y en el contexto original y ver el sentido de las palabras. Porque en el griego una palabra significa muchas cosas y en español a veces solo se traduce solo de una forma. Incluso en cada contexto en la Biblia muchas veces no tiene el mismo significado que nosotros le damos. e. Estudiar un texto en su contexto, y el contexto no es que solo se aplica a las palabras, sino frases, oraciones o párrafos- a todas las unidades de sentido que son parte de comunicación oral o escrita. f. Otra de las cosas que aprendí en cuanto a la interpretación correcta es, que debemos prestar atención a la situación histórica y cultural en la que fue escrita la Biblia por la misma razón por la que estamos interesados en el sentido histórico de las palabras. Dios se ha revelado en un momento particular y en una cultura específica y se ha comunicado por medio de las estructuras de significado de ese tiempo y esa cultura. Es más, el estudio del sentido de las palabras es realmente el estudio de las historias y la cultura, porque las palabras solo tienen su sentido en esos contextos. Solo podemos determinar el sentido de una palabra si observamos cómo fue usada. Pero más que esto, cada momento histórico tiene sus propias maneras de pensar, sus características sociales y políticas, su cosmovisión y también su pasado. Es importante ser consciente que estas presuposiciones son parte del texto. No es siempre fácil distinguir entre historia y cultura. La situación histórica se refiere a los acontecimientos que fueron importantes tanto en la época que nos interesa como en los tiempos anteriores a esa época. O sea, la memoria de cada era impacta en su pensar. La cultura se refiere a la manera de pensar y a los valores de la comunidad. Como los acontecimientos contemporáneos y pasados tienen una fuerte influencia sobre los valores y manera de pensar de un grupo de personas, historia y cultura siempre vendrán vinculadas. No debemos hacer distinciones muy fuertes entre las dos. Son como diferentes áreas de enfoque dentro del mismo tema y una siempre implica a la otra. g. Otra cosa que aprendí es que se debe interpretar la Biblia según su literatura, el ignorar los diferentes tipos de literatura en la Biblia en el nombre de lo literal, y es que es importante leer la Biblia sin ver que en ella usan muchos diferentes tipos de literatura, y que dentro de esos tipos de literatura las cosas se expresan de acuerdo a las estipulaciones de esas formas de comunicación: narrativa, proverbio, poesía, parábola evangelio, epístola, visiones apocalípticas. Todas estas son diferentes maneras de comunicar, e ignorar esta realidad ha resultado en todo tipo de malinterpretación y tontería exegética. h. Ahora una parábola, generalmente entendemos que una parábola es una historia inventada para enseñar una lección. No es esencial que la parábola sea inventada para que pueda funcionar como tal, pero es difícil de ignorar la sensación que estas son historias que nosotros comenzaríamos con había una vez. Una parábola es algo más general que una historia. Es idioma simbólico o figurativo. Por otro lado, hay muchas parábolas en los evangelios que sí son historias y la verdad es que estamos muy interesados en cómo interpretar esas historias. Las parábolas se han interpretado alegóricamente en el pasado. En una alegoría cada elemento tiene una equivalencia específica. Pero hoy día se conoce generalmente que una parábola, aunque puede tener aspectos alegóricos, no es una alegoría. Es especialmente importante entender que cada detalle no tiene necesariamente un significado espiritual, sino que ayuda a establecer la escena de la parábola. Al leer una parábola estamos buscando el punto principal, no un montón de diferentes metáforas y figuras. Aun en las parábolas que son muy alegóricas, como la del sembrador y las semillas donde casi cada elemento tiene su interpretación, hay un solo punto principal de la historia de la historia: ilustrar la dinámica entre el anuncio del evangelio y los corazones de los que oyen. El contexto es de suma importancia, y esto es especialmente importante en la interpretación de parábolas porque muchas veces es precisamente el contexto el que nos ayuda a discernir cuál es esa lección principal que Jesús está enseñando. Las parábolas son especialmente susceptibles de ser interpretadas fuera de contexto porque son historias evocativas que uno puede repetir fácilmente. Por otro lado, no podemos pretender que todas las parábolas están tan íntimamente ligadas a su contexto. Algunas sí parecen flotar, sin conexión al contexto que las rodea. Pero primero, si vamos a leerlas así asegurémonos que este es realmente el caso. Segundo, las parábolas que están vinculadas a su contexto comprueban el principio hermenéutico que las parábolas deben ser interpretadas como historias figurativas con una enseñanza principal. Las parábolas también usan metáforas e historias inventadas para enseñar un principio. i. En el caso de cómo interpretar la literatura apocalíptica ha habido siempre un desacuerdo; al fin y al cabo siempre habrá u elemento de ambigüedad en la interpretación de la literatura apocalíptica y debemos acordarnos que tanto elementos figurativos como elementos literales. j. Otra cosa que aprendí es de hacer conexiones superficiales entre citas desconectadas es más que mala metodología: es perezoso. En vez de hacer el trabajo de determinar cuál es el sentido de un pasaje y cuál es el uso de las palabras que estamos conectando, usamos la primera cosa que se nos ocurre. k. Otra principio importante que aprendí es la exégesis protestante siempre ha sido que la Biblia es su propio intérprete. Esto quiere decir que cuando no estamos seguros de lo que quiere decir un pasaje la mejor manera de resolver un problema es consultar otra parte de la Biblia que pueda aclarar el sentido. Es un buen principio y tiene aun más sentido cuando lo juntamos con el principio de la claridad de las escrituras. Entonces si algo no es claro debemos tratar de interpretarlo a la luz de lo que es más claro. Tampoco debemos basar grandes doctrinas o prácticas en un pasaje ambiguo. l. Una de las cosas que quiero compartir aquí de lo que aprendo también es: que si queremos entender mejor lo que dice un pasaje, hay que ir al principio de esa sección en la Biblia y leer desde ahí hasta el versículo que estamos indagando, luego continuar leyendo después del versículo hasta el final de la sección. Es algo simple que nos ayuda a aplicar el concepto del contexto. Muchas veces cuando estamos tratando de entender lo que dice un pasaje, una frase o una palabra, lo que hacemos es leer las palabras otra vez, mirarlas otra vez, pensarlas otra vez, mirarlas fijamente. Generalmente esto nos ayuda mucho. Pero lo que aquí se puede ser muy útil es leer el contexto. Si nos acostumbramos a hacer esto, después de un tiempo se convierte en algo automático, algo que hace uno sin pensar.