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UNIVERSIDAD NACIONAL HERMILIO VALDIZÁN-HUÁNUCO

FACULTAD DE CIENCIAS AGRARIAS

ESCUELA ACADÉMICO PROFESIONAL DE AGRONOMÍA

SECCIÓN – HUACRACHUCO

QUIMICA DE SUELOS

TEMA : MATERIA ORGANICA.

DOCENTE : Ing. PONCE ESCOVAL, Rodrigo.

ALUMNOS : CAMPOS ATERO, Meiner

SEMESTRE : “V”

Huacrachuco, junio del 2012


I. INTRODUCCIÓN
Siempre que se habla de fertilidad de un suelo se toma en cuenta principalmente la
cantidad de macro y micronutrientes que el suelo puede proveer a las plantas,
dejando en segundo plano un aspecto muy importante acerca de la fertilidad del
suelo: la cantidad de materia orgánica (MO).
La materia orgánica representa, aproximadamente, el 5% en el volumen de un
suelo ideal. A pesar de ser un porcentaje relativamente pequeño, su presencia es
altamente importante en el crecimiento de las plantas. La adición de residuos
orgánicos al suelo, provenientes de plantas y animales y su posterior
descomposición por los microorganismos, establecen dos procesos que
determinan el nivel al cual se acumula materia orgánica en los suelos.
Las plantas son la principal fuente de materia orgánica, ya que parte de sus hojas,
tallos, flores, frutos y generalmente todo el sistema radical, se quedan en el suelo
cuando el cultivo es cosechado. Estos residuos generalmente son frescos, es decir,
poseen aproximadamente entre 60 a 90% de humedad, lo cual depende del tipo de
residuo orgánico. Esto significa que entre el 40 a 10% de materia seca podría
incorporarse al suelo y su composición es muy variada: carbohidratos, grasas,
aceites, lignina y proteínas, son los principales constituyentes y ellos son fuentes
de carbono, hidrógeno y oxígeno, así como también, en el caso de las proteínas, de
nitrógeno, azufre, hierro, fósforo, los cuales pudieran ser aprovechables por las
plantas una vez que los microorganismos descomponen estos compuestos.
II. OBJETIVOS
2.1.) OBJETIVOS GENERALES:

 Identificar las formas de: propiedades, descomposición, características,


aplicabilidad de la materia orgánica en el suelo

2.2.) OBJETIVOS ESPECIFICOS:

 Determinar aplicación de la materia orgánica en el suelo con respecto a las


Características químicas, físicas y biológicas del mismo.

 Conocer las propiedades de la materia orgánica

 Conocer los beneficios de la materia orgánica en el suelo.


III. DESARROLLO

3.1.) Origen de la materia orgánica

La materia orgánica, si bien su aplicación en agricultura es milenaria, sufrió a


mediados de este siglo un olvido, a causa probablemente de la introducción de los
abonos químicos que producían mayores cosechas con un menor coste. No obstante,
durante los últimos años se ha observado un creciente interés sobre la materia
orgánica, habiendo experimentado su mercado un gran auge ligado al tema de los
residuos orgánicos que encuentran así una aplicación y al desarrollo de nuevas
tecnologías (extractivas, pelletización, etc.) que permiten disponer de productos
comerciales de calidad. Entre los ámbitos de especial interés en los que el uso de
materia orgánica es primordial, están, el de la agricultura sin laboreo, el cultivo en
sustratos y la agricultura orgánica o biológica.
Numerosos investigadores han reconocido efectos beneficiosos en la aplicación de
la materia orgánica en el suelo, en cuanto a las mejoras observadas con respecto a las
características químicas, físicas y biológicas del mismo. La materia orgánica forma
parte del ciclo del nitrógeno, del azufre y del fósforo, contribuye a la asimilación de
nutrientes, mejora la estructura y la retención de agua del suelo y da soporte a todo
un mundo de microorganismos cuya actividad resulta beneficiosa para el cultivo.
Para conocer el por qué de estas propiedades debemos remontarnos al
conocimiento de la estructura interna de la materia orgánica.
La materia orgánica procede de los seres vivos (plantas o animales superiores o
inferiores) y su complejidad es tan extensa como la composición de los mismos seres
vivos. La descomposición en mayor o menor grado de estos seres vivos, provocada
por la acción de los microorganismos o por factores abióticos da lugar a un abanico.

Muy amplio de sustancias en diferentes estados que son los constituyentes


principales de la materia orgánica. Las raíces, tallos, restos de hojas, flores,
materiales orgánicos lavados procedentes de la parte aérea de la planta, células.

Raíces, animales y microorganismos muertos o las deyecciones forman en su origen la


materia orgánica del suelo, además de la materia orgánica incorporada al suelo por la
actividad humana: restos de cosechas o enmiendas orgánicas de distintas
procedencias y en diversos estados de descomposición.
La materia orgánica fresca (es decir, sin descomponer) está formada por los
componentes de los animales o vegetales: hidratos de carbono simples y complejos
(monosacáridos, polisacáridos como la celulosa, el almidón o el glucógeno,
glicosilaminas, hemicelulosas, etc.); compuestos nitrogenados (proteínas y
componentes, ácidos nucleídos y componentes, vitaminas, alcaloides, etc.); lípidos
(grasas, ácidos grasos, ceras, fosfolípidos, pigmentos, vitaminas, etc.); ácidos
orgánicos (cítrico, fumárico, málico, malónico, succínico); polímeros y compuestos
fenólicos (ligninas, taninos, etc.) y elementos minerales.
3.2.) MATERIA ORGÁNICA
La materia orgánica es uno de los componentes del suelo, en pequeña porción,
formada por los restos vegetales y animales que por la acción de la microbiota del
suelo son convertidos en una materia rica en reservas de nutrientes para las
plantas, asegurando la disponibilidad de macro y micronutrientes. Cuando son
agregados restos orgánicos de origen vegetal o animal, los microorganismos del
suelo transforman los compuestos complejos de origen orgánico en nutrientes en
forma mineral que son solubles para las plantas; pero este proceso es lento, por lo
tanto la materia orgánica no representa una fuente inmediata de nutrientes para
las plantas, sino más bien una reserva de estos nutrientes para su liberación lenta
en el suelo.
La materia orgánica es esencial para la fertilidad y la buena producción
agropecuaria. Los suelos sin materia orgánica son suelos pobres y de
características físicas inadecuadas para el crecimiento de las plantas.

Cualquier residuo vegetal o animal es materia orgánica, y su descomposición lo


transforma en materiales importantes en la composición del suelo y en la
producción de plantas. La materia orgánica bruta es descompuesta por
microorganismos y transformada en materia adecuada para el crecimiento de las
plantas y que se conoce como humus. El humus es un estado de descomposición
de la materia orgánica, o sea, es materia orgánica no totalmente descompuesta.

Tiene esencialmente las siguientes características:

· Es insoluble en agua y evita el lavado de los suelos y la pérdida de nutrientes.

· Tiene una alta capacidad de absorción y retención de agua. Absorbe varias veces
su propio peso en agua y la retiene, evitando la desecación del suelo.

· Mejora las condiciones físicas, químicas y biológicas de los suelos. Los suaviza;
permite una aireación adecuada; aumenta la porosidad y la infiltración de agua,
entre otros. Es una fuente importante de nutrientes, a través de los procesos de
descomposición con la participación de bacterias y hongos, especialmente.
Absorbe nutrientes disponibles, los fija y los pone a disposición de las plantas. Fija
especialmente nitrógeno (NO3, NH4), fósforo (P04) calcio (Ca), magnesio (Mg),
potasio (K), sodio (Na) y otros. Mantiene la vida de los organismos del suelo,
esenciales para los procesos de renovación del recurso.

· Aumenta la productividad de los cultivos en más del 100 % si a los suelos pobres
se les aplica materia orgánica.

Las fuentes más importantes de materia orgánica para los suelos son los
abonos verdes, los residuos de cosechas, el estiércol y la turba

Los abonos verdes son cultivos con el propósito de enterrarlos para proveer de
materia orgánica. La gradual descomposición de la materia orgánica provee de
nutrientes; mejora la textura del suelo; evita la pérdida por lavado, y retiene el
agua. Hay especies especialmente recomendadas como la crotalaria, la kudzu, la
alfalfa y algunas otras.
Los residuos de cosechas comprenden los rastrojos de los cultivos. En el Perú
existe la pésima costumbre de quemar los rastrojos y de esta manera se priva a los
suelos de la materia orgánica necesaria.

El uso de estiércol o guano de animales es una práctica muy arraigada. Su


aplicación muestra efectos positivos en los cultivos, especialmente los intensivos.

En el país existen yacimientos de turba, especialmente en la Sierra, cuyo uso se


está difundiendo para fines de jardinería y cultivos en invernaderos. Las turberas
son acumulaciones de materia vegetal en zonas pantanosas y que pueden llegar a
varios metros de profundidad.

En la actualidad se está difundiendo la producción del humus de lombriz a través


de la lombricultura.

La materia orgánica está compuesta por residuos animales o vegetales. Se trata


de sustancias que suelen encontrarse en el suelo y que contribuyen a su fertilidad.
De hecho, para que un suelo sea apto para la producción agropecuaria, debe contar
con un buen nivel de materia orgánica: de lo contrario, las plantas no crecerán.

Diversos microorganismos se encargan de descomponer la materia orgánica bruta


y la transforman en humus (materia orgánica en un cierto estado de
descomposición). El suelo con humus, no pierde nutrientes, tiene una elevada
capacidad de retención de agua y contribuye a mejorar las condiciones biológicas,
químicas y físicas.

La materia orgánica es uno de los componentes principales de los residuos


domiciliarios. Los restos de comida, las cáscaras de frutas, las hojas que se recogen
del jardín y los pañales sucios, por ejemplo, están compuestos por materia
orgánica.

Una forma de reutilizar estos residuos es apelando a la materia orgánica para


fertilizar las plantas del hogar. Es importante que la materia orgánica no esté
contaminada con otro tipo de residuos.

Los compuestos orgánicos o moléculas orgánicas son, por otra parte, las
sustancias químicas que contienen carbono y, en algunos casos, oxígeno,
nitrógeno, fósforo y otros elementos.
3.3.) EXPRESIÓN DE LA MATERIA ORGÁNICA
La cantidad de materia orgánica en los suelos generalmente se expresa como
porcentaje en base al peso del suelo. En la práctica, es difícil en el laboratorio
separar el material orgánico e inorgánico de un suelo, por lo que una estimación
del contenido de materia orgánica se obtiene indirectamente a través del análisis
de un elemento que es constituyente de todas las sustancias orgánicas en el suelo:
el carbono (C).
Es decir, conociendo la cantidad de carbono orgánico (C2) presente en una
muestra de suelo, indirectamente se puede estimar cuál es su porcentaje de
materia orgánica.
3.4.) DETERMINACIÓN CUANTITATIVA TOTAL DE LA MATERIA ORGÁNICA EN
UNA MUESTRA DE SUELO
El contenido de materia orgánica total del suelo se puede determinar de varias
formas; por calcinación de la muestra de suelo, por oxidación de la muestra con
dicromato de potasio y por oxidación con peróxido de hidrógeno (agua oxigenada).
3.4.1.) Calcinación
Este método determina el contenido total de materia orgánica que posee el suelo,
completo o en alguna de sus fracciones. Debe tenerse presente que con este
método se obtienen valores más altos en el contenido de materia orgánica del
suelo, ya que con él se volatizan todas las formas de carbono orgánico (C2)
presentes en la muestra.
La manera de hacer esta determinación de la materia orgánica del suelo consiste
en:
 Se pesa una muestra de 6 ó 7 g de suelo seco al aire y tamizado a 2 mm (o en la
fracción requerida) y se coloca en crisoles de porcelana.
 Se seca el conjunto (la muestra y el crisol) en horno a 105º C hasta peso
constante (aproximadamente entre 24 y 48 horas), se retira del horno y se deja
enfriar en desecador, luego se pesa.
 Se calcina la muestra en una mufla a 650 ó 700º C, durante 3 ó 4 horas.
 Se retira de la mufla el conjunto, se deja enfriar en desecador y se pesa
nuevamente.
 Se calcula la diferencia de peso entre las medidas antes y después de calcinar;
esta diferencia de peso equivale a la cantidad de materia orgánica que se perdió
de la muestra por efecto de la calcinación.
 Se expresa la diferencia de peso en porcentaje (%), con respecto al peso inicial
de la muestra (seca a 105º C) y ese es el porcentaje de materia orgánica que
tenía aquella.
3.4.2.) Método de Walkley y Black
Con este método se estima el contenido de carbono orgánico total de una muestra
de suelo, completo o de alguna de sus fracciones. Es el método más utilizado en los
laboratorios edafológicos para evaluar la materia orgánica del suelo.
Según el Soil Survey Laboratory [Laboratorio de Estudios de Suelos] (1995), este
método actúa sobre las formas más activas del carbono orgánico que posee el suelo
y no produce una oxidación completa de dichos compuestos, por lo que se deben
hacer ajustes a los resultados obtenidos en el laboratorio, cuando se quieren
expresar en términos de contenido de materia orgánica. El SSL (1996) recomienda
utilizar un factor de corrección igual a 1.724, asumiendo que la materia orgánica
tiene 58% de carbono orgánico.
Los procedimientos para llevar a cabo esta determinación son los siguientes:
 Se pesan entre 0,2 y 2 g de suelo seco al aire y tamizado a 2 mm (o al tamaño de
la fracción requerida), dependiendo del color del suelo: más oscuro menos
cantidad y viceversa.
 Se coloca la muestra en un erlemenyer de 250 mL y se le adicionan 5 mL de
dicromato de potasio 1N y 10 mL de ácido sulfúrico concentrado, se agita y se
deja enfriar; hay que tener precaución en este punto pues la reacción que se
presenta es violenta.
 Cuando se enfría el conjunto anterior, se diluye con 50 mL de agua destilada y
se le agregan 5 mL de ácido fosfórico y 3 gotas de difenilamina o 5 gotas de
ortofenantrolina.
 Se prepara un blanco, es decir, una mezcla de todos los reactivos mencionados
pero sin suelo.
 Se titulan la mezcla inicial y el blanco con una solución de sulfato ferroso 1N, la
titulación está completa cuando se obtiene un color verde.
 Se calcula el contenido de carbono orgánico con la ecuación siguiente:

Donde: %C = porcentaje de carbono orgánico


V = Volumen de dicromato de potasio empleado en la muestra y el blanco
(5 mL)
M = Volumen de sulfato ferroso gastado en la titulación de la muestra.
B = Volumen de sulfato ferroso gastado en la titulación del blanco.
Pm = Peso de la muestra de suelo
 Se transforma el contenido de carbono orgánico a contenido de materia
orgánica, en porcentaje (%MO), mediante la relación:

3.4.3.) Oxidación por peróxido de hidrógeno (agua oxigenada)


Aunque este procedimiento es recomendado para eliminar materia orgánica de
muestras de suelos que están siendo sometidos a análisis textural y que presentan
dificultades para dispersar debido a que tienen un alto contenido de ella, también
es útil si se quiere cuantificar el contenido de materia orgánica en un suelo en que
el contenido de ella sea bajo.
Con este método, el procedimiento a seguir es el siguiente:
 Se toma una muestra de suelo tamizado a 2 mm (o a la fracción de tamaño
deseado) y seco al horno.
 Se coloca la muestra en un erlenmeyer y se pesa.
 Se le adicionan porciones de solución de peróxido de hidrógeno al 6% hasta que
no haya efervescencia, el proceso puede acelerarse calentando en baño María a
60º C.
 Se seca la muestra en horno nuevamente y se vuelve a pesar cuando enfríe; la
diferencia de peso es el contenido de materia orgánica que tenía la muestra, el
cual se expresa en porcentaje con respecto al peso inicial de ella.
En esta determinación debe tenerse mucha precaución al hacer las adiciones del
peróxido de hidrógeno ya que la reacción puede ser muy violenta y puede causarle
quemaduras al operario, así como pérdida de material de la muestra,
invalidándose la determinación.

3.5.) DESCOMPOSICIÓN DE LA MATERIA ORGÁNICA


La descomposición o mineralización de los residuos orgánicos por los
microorganismos del suelo es netamente un proceso oxidativo:
Una vez oxidada, lo que queda de la materia orgánica ha sido definida como
humus, que es un material oscuro, heterogéneo y coloidal y responsable en gran
parte de la capacidad de intercambio catiónicos (CIC) de los suelos.
De la energía liberada, una parte es usada por los microorganismos y el resto se
queda entre los residuos o es disipada como calor. Los nutrimentos liberados son
esenciales para el crecimiento de las plantas y absorbidos a través de su sistema
radical.
Los microorganismos del suelo que descomponen la materia orgánica comprenden
principalmente a las bacterias, hongos, actinomicetos y protozoos. La
descomposición de la materia orgánica tiene lugar por distintas poblaciones de
microorganismos. Los compuestos de bajo peso molecular son descompuestos
principalmente por levaduras saprófitas que son los colonizadores primarios. Los
colonizadores secundarios utilizan materiales más complejos, como los
polisacáridos. Los colonizadores terciarios metabolizan los polímeros más
complejos, como la lignina. Entre algunos de los microorganismos que
descomponen la materia orgánica en el suelo tenemos: Streptomyces spp.,
Methanomonas methanica, Clostridium disolvens, Clostridium werneri, Clostridium
amyloliticum, Aspergillus niger, Aspergillus clavatus, Penicillium sp., Fusarium sp.

3.6.) CICLO DE LA MATERIA ORGÁNICA EN EL SUELO


En el ciclo de la materia orgánica en el suelo los residuos de plantas (raíces, tallos,
hojas, flores, frutos, etc.) son atacados por los microorganismos en dos formas
diferentes:
 a) Los compuestos de fácil descomposición son mineralizados rápidamente y el
producto final es CO2, H2O, nitrógeno, fósforo, calcio y magnesio, los cuales
pueden ser usados como nutrimentos por las plantas o ser incorporados o
inmovilizados por los microorganismos para poder desarrollar su propia
actividad metabólica.
 b) Los compuestos más resistentes son mineralizados lentamente y
conjuntamente con sustancias resintetizadas de origen microbiano, constituyen
el humus, el cual con el tiempo puede ser descompuesto lentamente
produciendo nuevamente formas iónicas simples a ser usadas por las raíces de
las plantas. Estos compuestos son ácidos fúlvicos, ácidos húmicos y huminas.
El dióxido de carbono, producto de la mineralización de la M.O. en el suelo y la
respiración del sistema radical de las plantas puede salir del suelo a la atmósfera,
donde puede ser usado en la fotosíntesis de la planta.
Las proteínas de los residuos orgánicos son descompuestas en aminoácidos y éstos
en amonio, transformaciones realizadas por organismos heterótrofos como
bacterias, hongos y actinomicetos. El amonio es oxidado en el proceso denominado
nitrificación por bacterias autótrofas, en dos procesos, en el cual uno de ellos es
acidificante del suelo debido a liberación de H+. El producto final de estos procesos
es el nitrato (NO3) la forma de nitrógeno más importante para las plantas, ya que
es la forma soluble en que ellas pueden absorberlo. El nitrógeno natural del suelo
proviene de los restos orgánicos en descomposición ya que no hay yacimientos
minerales del suelo que provean nitrógeno.
3.7.) EL HUMUS
Es una mezcla predominantemente amorfa y coloidal de sustancias orgánicas
complejas que ya no pueden identificarse como tejidos.
3.7.1.) Transformaciones microbianas
A medida que se produce la descomposición de los residuos de las plantas, los
microbios fragmentan lentamente los componentes complejos en compuestos más
simples. En este proceso parte de la lignina es dividida en subunidades fenólicas.
Entonces los microbios metabolizan los compuestos más simples que se originan.
Usando parte del carbono no perdido como dióxido de carbono en la respiración,
junto con la mayor parte del nitrógeno, azufre y oxígeno de esos compuestos, los
microorganismos sintetizan compuestos celulares nuevos y biomoléculas.
Algo de la lignina original no es completamente destruida, sino sólo modificada
para formar moléculas residuales complejas que retienen muchas de las
características de la lignina. Los microbios polimerizan (ligándolos entre sí)
algunos de los compuestos nuevos más simples unos con otros y con los productos
residuales complejos formando cadenas largas, complejas que resisten posterior
descomposición. Estos compuestos de alto peso molecular interactúan con
compuestos aminados que contienen nitrógeno, dando origen a un componente
importante del humus resistente. La presencia de arcillas coloidales estimula la
polimerización compleja.
Un año después de agregados los residuos, la mayor parte del carbono ha
retornado a la atmósfera como CO2, pero es probable que quede en el suelo un
quinto a un tercio, sea como biomasa del suelo (5%) o como fracciones del humus
del suelo, húmicas (20%) y no húmica ( 5%). La proporción remanente de los
residuos de raíces tiende a ser algo mayor que la que queda de los residuos de
hojas incorporados.
A. Sustancias húmicas
Las sustancias húmicas comprenden alrededor del 60 a 80% de la materia
orgánica del suelo. Están constituidas por moléculas enormes con estructura y
composición más bien variables que específicas. Las sustancias húmicas están
caracterizadas por estructuras aromáticas, cíclicas que incluyen polifenoles
(numerosos compuestos fenólicos agrupados) y poliquinononas similares que son
aún más complejas. Generalmente las sustancias húmicas son sustancias de color
oscuro, amorfas, con pesos moleculares que varían de 2.000 a 300.000 g/mol.
Debido a su complejidad, son los materiales orgánicos más resistentes al ataque
microbiano. De acuerdo a su solubilidad tenemos tres grupos de sustancias
húmicas:
 Ácidos fúlvicos: los de peso molecular más bajo y de color más claro,
solubles tanto en ácido como en álcali y más susceptibles al ataque
microbiano.
 Ácidos húmicos: de peso molecular y colores medianos, solubles en álcali
pero insolubles en ácido y de resistencia intermedia a la degradación.
 Huminas: las de peso molecular más alto, de color más oscuro, insolubles
tanto en ácido como en álcali y las más resistentes al ataque microbiano.
B. Sustancias no húmicas
Alrededor de 20 a 30% del humus de los suelos está formado por sustancias no-
húmicas. Estas sustancias son menos complejas y menos resistentes al ataque
microbiano que las de grupo del humus. A diferencia de las sustancias húmicas
están constituidas de biomoléculas específicas con propiedades físicas y químicas
definidas. Algunas de estas sustancias no-húmicas son compuestos de las plantas
modificados microbiológicamente, mientras que otras son compuestos
sintetizados por los microorganismos como subproductos de la descomposición.
Entre las sustancias no-húmicas están los polisacáridos, polímeros que tienen
estructura similar a los azúcares y una fórmula general de Cn (H2O) m donde "n" y
"m" son variables. Los polisacáridos son especialmente importantes en el
incremento de la estabilidad estructural.
Algunos compuestos aún más simples (como ácidos orgánicos de bajo peso
molecular y algunos materiales de tipo proteico) forman también parte del grupo
no-húmico.
A pesar que ninguno de estos materiales más simples está presente en grandes
cantidades, pueden influir en la disponibilidad de nutrientes para las plantas, como
ser nitrógeno y hierro y pueden además afectar en forma directa el crecimiento
vegetal.

C. Influencia física del humus

 Incrementa la capacidad de intercambio catiónico del suelo.


 Da consistencia a los suelos ligeros y a los compactos; en suelos arenosos
compacta mientras que en suelos arcillosos tiene un efecto de dispersión.
 Hace más sencillo labrar la tierra, por el mejoramiento de las propiedades
físicas del suelo.
 Evita la formación de costras, y de la compactación.
 Ayuda a la retención de agua y al drenado de la misma.
 Incrementa la porosidad del suelo.

D. Influencia química del humus

 Regula la nutrición vegetal.


 Mejora el intercambio de iones.
 Mejora la asimilación de abonos minerales.
 Ayuda con el proceso del potasio y el fósforo en el suelo.
 Produce gas carbónico que mejora la solubilidad de los minerales.
 Aporta productos nitrogenados al suelo degradado.

E. Influencia biológica del humus

 Aporta microorganismos útiles al suelo.


 Sirve a su vez de soporte y alimento de los microorganismos.
 No tiene semillas perjudiciales (p.ej. malas hierbas) por la temperatura que
alcanza durante la fermentación.
 Mejora la resistencia de las plantas.
3.8.) DISTRIBUCIÓN DE LA MATERIA ORGÁNICA EN EL SUELO
En primer lugar, la materia orgánica se concentra mayormente en los primeros
centímetros del suelo y disminuye drásticamente con la profundidad, esto debido a
que la mayor parte de los restos orgánicos solo son depositados en la superficie del
suelo.
Existen factores que determinan la distribución de la MO en el perfil del suelo:
 A) Tipo de vegetación: Las raíces de las gramíneas son fuente importante de
MO la cual se concentra en la horizonte "O", mientras que en suelos boscosos, la
mayor fuente de materia son las hojas y restos de tallos que se concentran en el
horizonte "O", las raíces no son buena fuente de MO ya que éstas perduran por
varios años a diferencia de las raíces de las gramíneas.
 B) El drenaje: suelos con alto contenido de humedad y poca aireación tienen
mayor concentración de MO debido a que en ausencia de oxígeno la
mineralización de ésta es reducida.
 C) Condiciones climáticas: climas secos y con altas temperaturas reducen el
crecimiento de las plantas y aceleración su descomposición, mientras que
climas húmedos y con buena humedad retardan la mineralización de la materia
orgánica, conservando su contenido en el suelo.
 D) La topografía: también es importante en la distribución de la MO En suelos
con pendiente elevada, la escorrentía de las aguas causa erosión del suelo,
arrastrando la materia orgánica de la superficie y distribuyéndola a otras partes
del terreno.
 E) Cambio de vegetación natural por vegetación de cultivo: cuando un suelo
es virgen, toda su vegetación es incorporada nuevamente al suelo, pero en caso
de que se elimine esa vegetación del terreno para cultivar, ésta última no
regresa en su totalidad al suelo sino que es consumida por el hombre. Esta
situación provoca una disminución del contenido de materia orgánica.
3.9.) INFLUENCIA DE LA MATERIA ORGÁNICA SOBRE ALGUNAS PROPIEDADES
DE LOS SUELOS
 Mejora la agregación y estabilidad de los agregados del suelo reduciendo la
susceptibilidad a la escorrentía y erosión.
 Aumenta la capacidad de retención de humedad de los suelos, particularmente
en aquellos de textura arenosa.
 Tiene influencia sobre el color de los suelos, estando generalmente asociados
los colores oscuros con mayor contenido de materia orgánica.
 Es responsable en un alto porcentaje de la Capacidad de Intercambio Catiónicos
(CIC), especialmente en los suelos ácidos tropicales. La reducción en el
contenido de materia orgánica en el suelo, generalmente causa una disminución
en su CIC.
 En la mineralización de la materia orgánica se liberan cantidades apreciables
de nitrógeno, azufre, fósforo y algunos micronutrientes esenciales para el
crecimiento y producción de las plantas
3.10.) CONCEPTO DE LOMBRICULTURA.

La lombricultura es una biotecnología que utiliza, a una especie domesticada de


lombriz, como una herramienta de trabajo, recicla todo tipo de materia orgánica
obteniendo como fruto de este trabajo humus, carne y harina de lombriz.
Se trata de una interesante actividad zootécnica, que permite perfeccionar todos
los sistemas de producción agrícola.
La lombricultura es un negocio en expansión, y en un futuro será el medio más
rápido y eficiente para la recuperación de suelos de las zonas rurales.

3.10.1. Lombrices

Muy utilizadas como cebo de pesca. También se comercializan de cara a la puesta


en marcha de nuevas plantas de vermicompostaje o a la introducción en parcelas
con objeto de mejorar las características del suelo y su explotación agroforestal.

3.10.2. Lombricompuesto

El lombricompuesto o humus de lombriz, es un abono obtenido del excremento


de las lombrices epigeas alimentadas con desechos orgánicos (restos vegetales,
residuos de cosecha, estiércoles de herbívoros entre estas algunas aves, etc. Se
evitan los restos animales por los olores y carroñeros que esto puede atraer) sobre
los que actúan y trabajan las lombrices.

Es un abono natural a diferencia de otros que son elaborados por procesos


químicos. Algunas de sus ventajas son aportar nutrientes al suelo y a las plantas,
contiene hongos y bacterias benéficas y no contiene químicos de origen sintético
en su composición, es orgánico y natural, mejora la retención de agua y posee un
PH en neutralidad o cercano (dependiendo de las materias primas y de su manejo).

Los insumos que se necesitan para comenzar con su elaboración son: restos
vegetales de nuestro huerto o de nuestra cocina, estiércoles varios, materia seca
elemental para obtener una buena relación de carbono y nitrógeno (C/N) etc.

Las lombrices se alimentan de hongos y bacterias; éstas a su vez se alimentan de


las materias orgánicas en descomposición, tanto vegetales como animales, las
lombrices no comen vegetales ni restos de animales, por eso la necesidad del
compostaje previo.

El lombricompuesto se puede utilizar en hortícolas, aromáticas, ornamentales,


florales, árboles, arbustos, etc.
a) HÁBITAT.

Habita en los primeros 50 cm. del suelo, por tanto es muy susceptible a cambios
climáticos.
Es fotofóbica, los rayos ultravioletas pueden perjudicarla gravemente, además de
la excesiva humedad, la acidez del medio y la incorrecta alimentación.
Cuando la lombriz cava túneles en el suelo blando y húmedo, succiona o chupa la
tierra con la faringe evaginada o bulbo musculoso. Digiere de ella las partículas
vegetales o animales en descomposición y vuelve a la superficie a expulsar por el
ano la tierra.

b) CICLO DE VIDA.

Son hermafroditas, no se auto fecundan, por tanto es necesaria la cópula, la cual


ocurre cada 7 o 10 días. Luego cada individuo coloca una cápsula (huevo en forma
de pera de color amarillento) de unos 2 mm. De la cual emergen de 2 a 21
lombrices después de un periodo de incubación de 14 a 21 días, dependiendo de la
alimentación y de los cuidados.

c) CONDICIONES AMBIENTALES PARA SU DESARROLLO.

1. Humedad.

Será del 70% para facilitar la ingestión de alimento y el deslizamiento a través del
material.
Si la humedad no es adecuada puede dar lugar a la muerte de la lombriz.
Las lombrices toman el alimento chupándolo, por tanto la falta de humedad les
imposibilita dicha operación.
El exceso de humedad origina empapamiento y una oxigenación deficiente.

2. Temperatura.

El rango óptimo de temperaturas para el crecimiento de las lombrices oscila entre


12-25º C; y para la formación de cocones entre 12 y 15º C.
Durante el verano si la temperatura es muy elevada, se recurrirá a riegos más
frecuentes, manteniendo los lechos libres de malas hierbas, procurando que las
lombrices no emigren buscando ambientes más frescos.

3. pH.

El p H óptimo es 7.
4. Riego.
Los sistemas de riego empleados son el manual y por aspersión.
El manual consta de una manguera de goma de características variables según la
función de los lechos. Por su sencillez es muy difundido pero requiere un
trabajador implicado exclusivamente en esta labor.

El riego por aspersión requiere mayor inversión, habiendo diversas modalidades


según su disposición en los lechos.
Si el contenido de sales y de sodio en el agua de riego es muy elevados darán lugar
a una disminución en el valor nutritivo del vermicompost.
Los encharcamientos deben evitarse, ya que un exceso de agua desplaza el aire del
material y provoca fermentación anaeróbica.

5. Aireación.

Es fundamental para la correcta respiración y desarrollo de las lombrices.


Si la aireación no es la adecuada el consumo de alimento se reduce; además del
apareamiento y reproducción debido a la compactación.

d) ALIMENTACIÓN.

El alimento que se les proporcionará será materia orgánica parcial o totalmente


descompuesta. Si no es así las elevadas temperaturas generadas durante el proceso
de fermentación (hasta 75º C), matarán a las lombrices.

1. Tipos de alimentos.

Los alimentos orgánicos útiles en la alimentación de lombrices son muy variados,


destacando entre otros:

-Restos de serrerías e industrias relacionadas con la madera.

-Desperdicios de mataderos.
-Residuos vegetales procedentes de explotaciones agrícolas.
-Estiércol de especies domésticas.
-Frutas y tubérculos no aptos para el consumo humano o vegetal.
-Fangos de depuradoras.
-Basuras.

2. Suministro de alimentos.

En condiciones térmicas óptimas se añadirán entre 20 y 30 Kg de alimento por


lecho, en una capa de 5-10 cm. cada 10-15 días, cuyo principal objetivo es mejorar
la aireación y en el supuesto de que alguna porción del alimento no estuviera
totalmente fermentada.
3. cría doméstica.

La lombricultura familiar puede realizarse tanto en el interior como en el exterior


de la vivienda (terrazas y jardines).
Este sistema de producción doméstica puede realizarse tanto en cajones como en
tolvas en un espacio reducido, el cual permite una producción continua de
compost.

La lombricultura doméstica puede aprovechar una fracción importante de los


residuos orgánicos transformándolos en un abono para las plantas del hogar.
Así se consigue reducir el 50% de los residuos transformándolos en humus de
excelente calidad.

3.1. Cría en cajones.

La cría doméstica más sencilla es empleando cajones de madera o de polietileno


(con orificios en el fondo).
No requiere un acondicionamiento previo, primero se coloca las lombrices en un
extremo del cajón y se le empieza a suministrar diariamente alimento.
Los residuos se deben cubrir con una capa de tierra para evitar la presencia de
moscas y otros insectos.

Una vez saturado el primer cajón, se toma otro empleando para la siembra de
lombrices algunos ejemplares del primer cajón.
Los cajones no deben estar expuestos a pleno sol ni a la voracidad de los pájaros.
El alimento se debe agregar gradualmente en el núcleo de las lombrices, pero sin
cubrirlas.
Los cajones se regarán gradualmente pero no en exceso.

Si el cuidador debe ausentarse por algún tiempo de su vivienda, el riego se puede


asegurar dejando hundida en el compost una botella llena de agua boca abajo, se
les debe alimentar bien antes de salir de viaje, dejando una compostera por 3-4
semanas sin agregar alimento. Además se deberá cubrir con una tela húmeda como
protección contra la sequedad del lecho.

3.2. Cría en tolvas.

Este sistema permite la cría continua de lombrices en un solo contenedor.


Los cuidados necesarios son similares a los de la cría en cajones, pero habrá que
tener en cuenta que las adiciones de materia orgánica son colocadas directamente
sobre las lombrices, y éstas pueden tener exceso de calor al comenzar la
fermentación.
Para evitar este inconveniente se deben alterar los depósitos de residuos
orgánicos, colocándolos una semana sobre el lado izquierdo del contenedor y la
siguiente sobre el lado derecho.
IV. CONCLUSIÓN

La materia orgánica si bien no supone una fuente mera e inmediata de


nutrimentos, es de suma importancia para una buena conformación del suelo. La
materia orgánica en los suelos está compuesta de restos orgánicos de origen
vegetal y animal que, por acción de las bacterias, hongos, protozoos y
actinomicetos presentes en el suelo, es transformada, en parte, en una sustancia
coloidal de coloración oscura conformada por moléculas o polímeros de elevado
peso molecular y de resistencia a degradación que le confiere a los suelos buenas
características. El segundo producto de la acción de los microorganismos son los
macro y micronutrientes derivados de los compuestos orgánicos que luego son
mineralizados. Este proceso de mineralización es lento y por lo tanto representa
solo una reserva de nutrimentos para las plantas a largo plazo.
La importancia de la materia orgánica en cuanto a fertilidad de los suelos radica en
que la presencia de ésta en el suelo mejora las propiedades físicas del mismo, como
disminución de la densidad aparente de suelos muy compactos, mejora de la
conductividad hidráulica, una mejor segregación de los agregados del suelo. Las
mejoras químicas que aportan la MO a los suelos es el aumento de la capacidad de
intercambio catiónico (CIC), buena disponibilidad de los macro y micronutrientes a
largo plazo; aunque también significa un aumento de la conductividad eléctrica
(salinidad) del suelo. La materia orgánica, en el plano práctico, es desplazada a
segundo lugar debido a que no significa un aporte masivo e inmediato de
nutrientes. Generalmente en la práctica en tema de fertilidad y manejo del suelo se
prefiere la fertilización química y el uso de maquinaria agrícola por su rapidez y
bajo costo, además de que en grandes extensiones de terreno la aplicación de
fertilizantes es una tarea fácil usando maquinaria agrícola, dejando los abonos
orgánicos a las pequeñas parcelas.
V. BIBLIOGRÁFICA

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línea]. Disponible: http://www.inforganic.com/node/484 [Consulta: 2011,
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