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TRABAJO PRACTICO INTEGRADOR NUMERO 1

ROCHE, MAILEN
SEGUNDO AÑO DE HISTORIA
INSTITUTO DE FORMACION DOCENTE NUMERO 167

INFORME DE LECTURA

PRIMERA PARTE

En el presente informe, realizaré, a modo de síntesis, las postulaciones sobre la


finalidad de la enseñanza de las Ciencias Sociales en el aula, formuladas por
los autores Pilar Benejam, Joaquin Prats y Joan Santacana en diversas
bibliografías. Encontrando similitudes y diferencias entre los mismos.
Posteriormente, relacionaré a los anteriores con los argumentos de Isabelino
Siede, y las ideas plasmadas en el Diseño Curricular.

Pilar Benejam

Como respuesta a la incógnita de ¿para qué sirven las Ciencias Sociales?, y


más específicamente historia, Benejam argumenta una postura crítica
pedagógica, en la cual se tiene como objetivo que, a través de las ciencias
sociales, más específicamente la historia, se contribuya a que el alumnado
comprenda, interprete y valore el proceso histórico, que deriva en la realidad
actual, y las alternativas posibles de un futuro relacionado; generando así,
ciudadanos de un sistema democrático y alternativo, enarbolando valores
relacionados a la igualdad, libertad y participación ciudadana, es decir,
ciudadanos democráticos. Por lo tanto, el deseo final de esta corriente es que
los estudiantes puedan respetar la dignidad de sí mismos y de los demás, como
así también la libertad individual y colectiva; por otra parte, otra de las
finalidades es educar para la participación, ya que los chicos deben encontrarle
una utilidad a lo que el docente enseñe, también es fundamental la valoración
de los rasgos distintivos de las comunidades con las que el alumno se
identifique, y con esto Benejam marca su postura identitaria, pero como
mencione anteriormente, desde una corriente más democrática, por lo tanto, se
debe participar en los proyectos, valoraciones y problemáticas de las mismas,
pero dándole importancia a la conciencia de los deberes y derechos de estos.
Por último, destaco un ítem mencionado por la autora, que es la relevancia
personal social del contexto, que conlleva a conservar la herencia natural y
cultural que hemos recibido como legado de una comunidad, que tiene pasado
y futuro.

Joaquim Prats

Prats plantea que el proyecto de educación no debe basarse solo en una


acumulación constante de información, sino que debe ir más allá, desarrollando
las capacidades de los alumnos, pero esto depende de la capacidad cognitiva de
los mencionados anteriormente, por ende a medida que estos vayan avanzando
de estadio, el estudio de la historia se ira complejizando, “cada edad requerirá un
estadio diferente de conocimiento histórico” (Prats, 2001). Es decir, prevé si dichos
contenidos responden a alguna de las necesidades educativas de los destinatarios
y si también están al alcance de sus capacidades.

Se autodenomina “científico social”, por ende, sus aportes están argumentados


desde una mirada investigativa, y también, su ideal de la historia aplicada en las
aulas, aplicando la pluralidad de tiempos, y utilizando la cronología él hace énfasis
en la importancia de la comprensión de las estructuras más allá de la enseñanza
de los hechos históricos. Él dice que a través de la historia se justifica el presente,
y por esto tiene un rol importante, pero el saber histórico tiene que tener un
carácter científico humanístico, por ende hace una crítica a la memoria colectiva,
presente en el diseño curricular.

Por otra parte Joaquim presenta como finalidad de la historia aplicada en la


educación el hecho de que esta facilita la comprensión del presente, es decir, da
sentido y dota de instrumentos para entenderlo. Con ella, su conocimiento cobra
mayor riqueza y relevancia.

Nos brinda diversos instrumentos, los cuales Prats (2001) enumera en su


bibliografía: “...Permite analizar, en exclusiva, las tensiones temporales, luego,
estudia la causalidad y las consecuencias de los hechos históricos, a su vez,
permite construir esquemas de diferencias y semejanzas, estudia el cambio y la
continuidad en las sociedades, explica la complejidad de los problemas sociales y
por ultimo potencia la racionalidad en el análisis de lo social, lo político, etc.”...

Así también, me parece importante destacar dos finalidades descritas por


Joaquim Prats, que van en concordancia con el lineamiento de Pilar Benejam:

“…Potenciar en los niños y adolescentes un sentido de identidad. Tener una


conciencia de los orígenes significa que cuando sean adultos podrán compartir valores,
costumbres, ideas, etc. Esta cuestión es fácilmente manipulable desde ópticas y
exageraciones nacionalistas. Nuestra concepción de la educación no puede llevar a la
exclusión o al sectarismo, por lo que la propia identidad siempre cobrará su positiva
dimensión en la medida que movilice hacia la mejor comprensión de lo distinto, lo que
equivale a hablar de valores de tolerancia y de valoración de lo diferente….” También
hace mención que es importante: “…Ayudar a los alumnos en la comprensión de sus
propias raíces culturales y de la herencia común. Este aspecto va íntimamente ligado
al punto anterior. No se puede imponer una cultura estándar ni uniforme en el ámbito
planetario a los jóvenes de una sociedad tan diversa culturalmente como la actual. Sin
embargo, es bien cierto que compartimos una gran parte de la cultura común. Es
necesario colocar esta “herencia” en su justo contexto…”

Por último, voy a mencionar una frase de este autor a modo de resumen de sus
argumentaciones plasmadas previamente aquí en cuanto a la finalidad de las
Ciencias Sociales en el curriculum educativo:

”…La historia debe permitir utilizar las posibilidades metodológicas del método histórico
para enseñar a analizar críticamente el presente, y para acercarse al pasado desde una
posición intelectual que busca la objetividad, independientemente de la relación que los
contemporáneos tengan con este …”(Prats, 1999).
A partir del análisis de los autores abordados previamente, puedo mencionar
una gran similitud entre sus argumentos, parados desde una misma corriente
ideologica, la teoría critica. La finalidad destacable, tanto de Prats como de
Benejam es la de formar sujetos con un sentido identitario, pero también teniendo
consciencia de sus derechos y obligaciones, Prats los llamará “patriotas críticos”.
Así también, puedo ver ciertas discrepancias en el discurso de Benejam con
respecto a Pagés. Ella plantea una educación más orientada en la pedagogía para
la liberación, más progresista, haciendo foco en los valores democráticos
puntualmente, y en el uso de la enseñanza de la historia para afrontar y resolver
problemas sociales. En cambio, Pagés, a pesar de compartir ciertos valores, le da
importancia, o hace hincapié a los saberes científicos, y su aplicación en el aula, a
través del método histórico.

SEGUNDA PARTE

"…Se busca fortalecer la formación del ciudadano en relación con otros, teniendo
en cuenta el cambio de concepción político-pedagógico que se ve reflejado en el
diseño, donde se ve al estudiante como sujeto de derecho, de carácter reflexivo" o
"La Escuela Secundaria está dividida en dos ciclos porque recibe niños que
ingresan a la adolescencia y devuelve a la sociedad, seis años después,
ciudadanos que deberán ejercer plenamente sus deberes y derechos…".

Estos fragmentos, pertenecientes al Diseño Curricular vigente, tienen estrecha


relación con los autores abordados en la primer parte de este informe. Hace
hincapié en la formación del alumnado como sujetos de derecho, pero reflexivos,
es decir, con conciencia de los derechos y deberes que poseen, tal como plasman
Benejam y Prats en sus bibliografías correspondientes.

Históricamente poseemos una educación patriótica, que hasta el día de hoy


permanece vigente como propósito educativo, al no poder reemplazarlo por otro
modelo que se adapte a la actualidad. Isabelino Siede plantea y condice esta
afirmación, argumentando que a través de la generación del centenario, tanto en
nuestro país, como en Latinoamérica, se gestó una educación patriótica, es decir
Nacionalista, modelo que en Europa se extinguió a partir de la Segunda Guerra
Mundial, y aquí continuo vigente dentro del curriculum residual. Al no poseer otro
propósito más atractivo o interesante para la sociedad, se siguió utilizando, a
través de la Realidad social como objeto de enseñanza. En el curriculum actual,
esta realidad social debe ser entendida como propia, generando herramientas
para participar en ella e incidir en sus cambios, reconociendo problemas y
desafíos. Esto quiere decir, que el sentido identitario permanece en nuestros
diseños, pero ya con una mirada contemporánea de ella, y así se reformula y se le
da un carácter reflexivo, de concientización, y una visión más crítica, dejando que
el alumno la defina y le de contenido… “La propuesta curricular promueve que el
alumno interprete y comprenda la realidad social como una construcción de
determinados sujetos sociales en determinados espacios y sociedades” (Diseño
Curricular Segundo Año de Historia). Aunque, como mencione anteriormente,
sigue aflorando cada tanto el propósito patriótico

CONCLUSIONES

A modo de conclusión personal, la respuesta al ¿Para qué enseñar Historia?


radica en brindar herramientas al alumnado para entender nuestra realidad social,
y por ende participar en ella, implicándonos en los cambios, reconociendo las
problemáticas y los desafíos que están por venir. También es importante
mencionar el sentido identitario que actualmente está vigente en la didáctica
contemporánea, en el cual los estudiantes, a través de los contenidos que como
docentes les brindamos, puedan interesarse y tomar conciencia de su identidad,
para construir, así una sociedad más justa. Particularmente, también cabe
mencionar, que mi postura personal, más allá de coincidir en general con los
autores mencionados en este informe, condice prioritariamente con la corriente
crítica que manifiesta Benejam, en la cual mis alumnos puedan pensar por sí
mismos, sean sujetos críticos, y, en el ámbito de mi aula se generen diálogos
igualitarios, siempre supliendo las necesidades de mis estudiantes.

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