Tania Xilena Ferraro Calderón

Morfología y sintaxis

Sandra Patricia Cerquera Quinaya – Docente

Universidad de la Amazonia

El lenguaje como medio para la construcción de la paz

“El lenguaje es el vestido de los pensamientos”. Samuel Johnson

Entendido el lenguaje como la capacidad que tienen los seres vivos para comunicarse. Las
personas en el ámbito familiar desarrollarían el pensamiento de la paz a través de un diálogo
amoroso, compresivo, tolerante, respetuoso, a partir de lo filial, fraternal y erótico, porque todo
eso desde la efectuación amorosa y comprensiva genera paz y esta debe partir desde lo interior,
es decir, dentro de sí mismo, si la persona se encuentra bien, irradia la paz en lo exterior; en lo
social. El lenguaje de la especie humana no es solamente la palabra articulada, es también un
lenguaje escrito, verbal y no verbal, este último es de gestos, miradas, señas, expresiones
corporales, etc. Para Vygotsky, (s.f) anuncia que:

El desarrollo humano se produce mediante procesos de intercambio y transmisión del

conocimiento en un medio comunicativo y social (la cultura). Es decir, la transmisión de los
conocimientos de la cultura se realiza a través del lenguaje. Por lo tanto, el lenguaje es el
principal vehículo de esos procesos y es lo que influye decisivamente en el desarrollo de la
mente. (p. 12).

En la sociedad, el lenguaje permite expresar los pensamientos e ideas para llevar a cabo una
comunicación íntegra, pero dentro de ello, existen unos factores que impiden que esa
comunicación sea satisfactoria, porque en muchas ocasiones el mensaje que se da a conocer no
se interpreta de la mejor manera, y esto hace que se generen discordias en un diálogo. Teniendo
en cuenta lo anterior, ¿Cuál es la importancia del lenguaje en la construcción de la paz?

El lenguaje se convierte en el paso para facilitar la construcción de la paz, porque de allí se

buscan formas para cambiar ese pensamiento o ideal que posee cada persona frente a un conflicto,
para ello, se debe tener en cuenta o reunir los dos polos, el primer polo serían las personas que
quieren seguir en guerra y el segundo polo, las personas que quieren buscar la solución para detener
estos conflictos que los invade y afecta en su mayoría.

Así también, la escuela hace parte del proceso de paz, pero no significa que sea aquella escuela
que se entiende como el lugar en donde se trasmiten conocimientos, sino aquella que se concibe
como un espacio de interacción con los individuos que generan el derecho a la participación, a la
creación, y a convivir armónicamente. Se trata de una escuela cuyo objetivo es obtener el espacio
donde puedan construir ambientes estructurales, armónicos, generales para la transformación del
prójimo y propiciar su desarrollo de habilidades y capacidades para un proceso de formación donde
Cortés (1999, p. 40) anuncia que la escuela debe proveer a los estudiantes elementos para fomentar
el manejo del discurso autónomo, democrático y creativo, las horas en que el individuo pasa en la
escuela es un espacio en que comparte con distintos ideales, pensamientos y emociones.

Según García (1995) menciona que “la paz consiste en aquellas condiciones que permitan un
desarrollo integral y sostenible, en una dinámica creciente de justicia y democracia, para un
pueblo o nación” (p.61). En este sentido, la paz es el fruto de las relaciones cordiales, afectuosas
entre los individuos utilizando un diálogo democrático, pluralista, igualitario, etc. no un discurso
absolutista ni dictatorial ni vertical, sino un discurso horizontal entre semejantes, y se convierte
en un elemento esencial para el desarrollo de la sociedad.

En primera instancia, se debe tener muy presente que la paz se ha convertido en el deseo más
grande de la humanidad, y se construye a través de la acción y la interacción cordial, armónica
que se realiza entre individuos, porque las palabras juegan un papel importante en el
pensamiento de la paz. Para comprender mejor la importancia que tiene el lenguaje en la
construcción de la paz, Guattari (1994) trae a colación lo siguiente donde recalca para indicar
que el lenguaje “ni siquiera está hecho para que se crea en él, sino para obedecer y hacer que se
obedezca” (p. 82). Este autor menciona el discurso o pensamiento de la paz debe estar hecho
para fomentar el desarrollo de los pueblos, de la humanidad, y la palabra obedecer hace
referencia a un discurso totalitario, absolutista o dictatorial, ejemplo, en Venezuela hay
sometimiento, dominación, sumisión por parte de un régimen absolutista dictatorial que en nada
contribuye al pensamiento de la paz. Siguiendo a Oñativia (1972) anuncia que:

En el fondo de todo fenómeno verbal hay un ritmo. Las palabras se juntan y separan
atendiendo a ciertos principios rítmicos. Si el lenguaje es continuo en el vaivén de frases y
asociaciones verbales regidos por un ritmo secreto, la reproducción de ese ritmo nos dará
poder sobre las palabras. (p.05)

Por una parte, el lenguaje escrito u oral es el medio por el cual se transmite una información a
un público determinado. Correa (2019) exalta que “en la capacidad de comunicarse
simbólicamente, tener conciencia personal del otro. Su valor consiste en que pone al mismo ser
humano en una relación con los demás” (pág. 1). El autor Correa expresa un pensamiento de paz
cuando dos o más personas tienen conciencia personal de lo que dice el otro, es decir, cuando se
asume lo que el otro dice como si fuera propio.

Cabe resaltar, que el saludo de generosidad aparte de ser esencial es una forma de
comunicarse, de acercarse a la otra persona, por ejemplo, cuando se ven en las mañanas o al
despedirse en la tarde - noche, ya sea con el vínculo familiar, escolar o social. De igual manera,
la comunicación entre la familia es el proceso de diálogo mediante el cual se comunica, se
relaciona asertivamente, es decir, tener con claridad los puntos de vista de cada uno y los
aspectos que posee el interactuar mutuo. Como lo menciona Celis (2015) “ser asertivo significa
decir las cosas como son y sin vergüenza, ni temor a lo que los demás piensen” (sp). Esto implica
y se refleja en los valores del ser humano, no ser grosero, por el contrario, inculcar el respeto y la
tolerancia hacia los demás.

Por otra parte, dentro de la comunicación se hallan conflictos familiares que son obstáculos
para la construcción de la paz, aun así, se debe presentar la conciliación como solución a las
discordias familiares o sociales. De esta forma, Herrera (2007) reconoce el papel importante que
juega la comunicación en el funcionamiento y mantenimiento del sistema familiar cuando esta se
desarrolla con jerarquías definidas, límites claros, roles determinados y diálogos abiertos y
proactivos que posibiliten la adaptación a los cambios. (sp).

La sociedad son aquellas personas a las que se ve a diario y con las que se convive, al menos
en el ámbito de la comunidad donde se tiene ubicada la vivienda. Cuando en la comunicación
cotidiana se presentan discordias se debe utilizar o tener en cuenta una actitud y voluntad
asertivas, positivas, a través de la inteligencia social y emocional, tiempo y paciencia para
cultivar el arte de la conciliación, generosidad y la contribución de un ambiente de paz, respeto,
tolerancia y alegría. Mismo, Fernández (1999) define que “el conflicto es una situación de
confrontación de dos o más protagonistas, entre los cuales existe un antagonismo motivado por
una confrontación de intereses” (sp). Dentro de un conflicto se reflejan malos sentimientos y
emociones como la rabia, imponencia, venganza, violencia, amenaza, etc.

Por lo anterior, la paz, la tolerancia y la alegría son valores fundamentales que debe poseer
cada persona, ya que se le fueron inculcados para obtener los resultados en el actuar de un
comportamiento pacífico, asertivo, armonioso con los demás. Lederach, (2003) plantea que:

Los conflictos no se resuelven de una vez y para siempre, sino que se puede cambiar la forma
en que se manejan, especialmente cuando la violencia y el uso de la fuerza aparecen; el
cambio fundamental se da en el campo de las relaciones. (p.13)

Es más, se conocen testigos que han evidenciado las riñas callejeras o familiares que
comienzan siendo incidentes pequeños o malentendidos y escalan a gritos, insultos e incluso
violencia física, si no se cuenta con las autoridades nadie podrá detenerlos a tiempo, Lund
Michael, (2014) afirma que:

Un conflicto tiene diferentes momentos: gestión, maduración y expresión; puede escalar y

hacerse difícil de tramitar, incluso a niveles en que las partes lleguen a creer que la violencia
es la única salida o eliminando al otro se acabará el problema. (p.12).

A pesar de que muchas personas creen que los modales y la buena educación pasaron de moda,
se equivocan totalmente, ya que cada sujeto debe dejar siempre el mejor efecto. D’Orsay, (2001),
dice “la nobleza no está en el nacimiento, ni en los modales, ni en la elegancia, sino en el alma”
(p.06).

Y por último, el lenguaje es la capacidad que tienen los seres vivos para comunicarse,
fomentando un dialogo cordial, un discurso democrático más no un discurso absolutista. Tratar de
cambiar a la gente es muy difícil, lo que se puede hacer es buscar estrategias que ayuden a tener
una mejor convivencia entre sí, es decir, manejar un buen trato para que reine la paz en el hogar,
en la sociedad, en la ciudad, amigos y personas allegadas. Recordando dos cosas, la primera, que
aunque con ellos se generen inconsistencias, serán las personas más cercanas para cualquier
emergencia, y la segunda, reconocer el papel fundamental que juega la escuela en la construcción
de la paz.

Así también, se retoma que el lenguaje principalmente se fomenta en el ámbito familiar

desarrollando el pensamiento de la paz a través de la armonía, el respeto, la tolerancia puesto que
es primordial para la construcción de la paz, y así mismo los actos o conflictos que la conforman
y se dan por el discurso cotidiano, la falta de comunicación escrita, verbal y no verbal.
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