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LA PRODUCCIÓN LITERARIA DE CIRO ALEGRÍA COMO CONTRIBUCIÓN A

LA IDENTIDAD NACIONAL.

I. CONSIDERACIONES PREVIAS
Toda Sociedad necesita producir bienes para subsistir y
fijar su estatus en la cadena de relación social; pero a la vez debe poseer
una estructura que le permite la construcción y el fortalecimiento de los
bienes espirituales sociales que le han de dar identidad, y por lo tanto,
valor a su historia, tradición y cultura. Dentro de los bienes espirituales
sociales se halla la literatura, que aporta con la visión única e intransferible
del escritor, otorgando una manera de concebir y valorar el mundo y las
cosas. Construir un proceso literario en una sociedad, cuyos elementos
responsables de su desarrollo no tienen en cuenta las manifestaciones
culturales, es una acción que le otorga mayor valor al escritor, quien asume
de manera personal la visión social y concretiza el reto de afrontar la
vacuidad generada por los medios de comunicación masiva y la proyección de
una homogeneización fomentada por los grandes consorcios económicos.

La cultura peruana necesita de una voz homogénea y


solidaria, de un acto de fe, de un consenso, de una exigencia de parte de
los escritores, lectores, maestros, alumnos, ciudadanos en general, para crear
una conciencia colectiva. Nuestra historia no sólo está escrita de violencia,
vicios y goles, también existe la escritura, pero son los medios de
comunicación social los que escriben con otra tinta, con otra conciencia y
aún nos preguntamos ¿Por qué tanta violencia en el Perú?

José María Arguedas decía: “Todo hombre no embrutecido


por el egoísmo puede vivir todas las patrias”. Y es que este escritor
comprendió que hay una pluralidad de culturas, pero todas las culturas,
mediante sus relaciones de contradicción, forman una totalidad. Esta es una
categoría que explica la profundidad de la cultura peruana. El crítico literario
Uruguayo Ángel Rama en 1972 polemiza el concepto de identidad cultural

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latinoamericana, definiéndola como resultado de transformaciones sucesivas
del lenguaje hasta la evolución de un lenguaje propio.

Todos los pueblos tienen una historia oficial, general, que


alberga una serie de episodios y acontecimientos formales y establecidos.
Pero también los pueblos-Sobre todo los de una larga trayectoria en el
tiempo- tienen otra historia, una historia popular y simple, cuyos
protagonistas son habitantes modestos que ejercen un repentinismo dentro
de narraciones de diverso matiz y nivel. De igual modo los relatos de los
diferentes pueblos de la región se convierten en un filón de textos orales
nacidos de la fresca y agreste creatividad de sus hombres, en una actitud
sincera y espontánea, testimonio de la vida que se tiene en rincones andinos
en donde junto con el trabajo cotidiano también aparece la chispa de la
ocurrencia . El folclor y la literatura mantienen un nexo indesligable, vital
y fecundo a través de la oralidad. La palabra que rueda de boca en boca,
de generación en generación, es la que permite la supervivencia de la riqueza
espiritual, humana y social de los pueblos. Es el instrumento capaz de
prolongar en el tiempo, el alma, la vida y la idiosincrasia de sus habitantes.

La literatura, tiene ingredientes históricos, míticos y


legendarios que la enriquecen y sustentan. Contar los hechos de nuestra
tierra y sus gentes es una vocación de identidad entrañable a la que no
debemos renunciar. Consecuentemente con sus dones evocadores los
escritores de las regiónes, nos han entregado muchos cuentos y tradiciones
que por sus atributos formales y temáticos van a ocupar un espacio innegable
en el corpus de la literatura regional, rico y nutriente filón de la literatura
nacional .

También me permito reflexionar en el presente artículo,


acerca del punto de vista técnico de la estructura de los relatos que en
general constan de tres elementos básicos presentados de manera simple.
El tiempo pasado de la historia a veces se conjuga con el tiempo presente,
de igual modo recoge algunos modismos propios de los hablantes del campo
andino( teniendo respeto por las variedades lingüísticas de las zonas andinas
de la región Cajamarca) y el narrador de las historias a veces es un narrador
personaje y otras cumple el papel principal y en otras asume la función de

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un narrador omnisciente, todo esto a través del diálogo o el monólogo
interior.

También es importante mencionar, que desde el punto de


vista temático, las narraciones están orientadas para mostrar el lado
humorístico, el matiz, jocoso de la vida, el mundo mágico, el folklore, las
costumbres que les permite a los escritores trabajar con más soltura su
capacidad de narradores orales.

La temática de nuestra narrativa aún no retrata


objetiva y auténticamente a nuestra gente y, por ello, es también
fragmentaria o imprecisa la imagen de lo que podemos llamar nuestra
personalidad literaria: muchos hechos histórico sociales, como el abigeato,
delincuencia, corrupción institucional, el proceso de formación y desarrollo
de las rondas campesinas y urbanas, y nuestra propia cotidianeidad- aún no
han sido tomados en versiones genuinas- como motivos para construir
historias literarias. Hay en ellos una gran veta temática para los nuevos
narradores. Tampoco se ha rescatado y re-creado nuestra abundante
literatura oral que no sólo se narra entre los campesinos, sino también en
los poblados a lo largo de toda la región, y cuyo lenguaje y magia creativa
es singular y exquisita en asuntos y detalles, constituyéndose en material
inagotable para todos los escritores.

Entonces nuestra literatura oral aún está por


rescatarse, pese a muchos esfuerzos que hacen algunas instituciones, tal
como es el caso de Bibliotecas Rurales que dirige Alfredo mires , que está
a la caza de muchas narraciones orales en diferentes lugares de la región
Cajamarca y va publicando tales trabajos. Sin embargo muchas de las obras
de los autores de las distintas regiones merecen la atención, el análisis e
interpretación de los estudiantes y profesores de la especialidades de
comunicación y primaria, con el objeto de difundirlos y , al hacerlos conocer,
fortalecer la identidad a través de la lectura y creación literaria.

La literatura oral de los pueblos de la sierra, de origen


vernáculo u occidental , tiene alto nivel estético y tratándose de la sierra
norte, cuyo territorio abarca las regiones yunga, quechua y jalca( según la

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clasificación de Javier Pulgar Vidal) , la tradición oral se ha mantenido y
enriquecido como una integración palpable de integración socio cultural. Las
ciudades llevan el sello inconfundible de la influencia hispana, más del 99 %
de su población habla castellano, mientras que el uso del quechua se ha
reducido al 1 %; pero, en los mitos, leyendas , cuentos y tradiciones, que
constituyen la memoria del pueblo serrano, podemos apreciar diversos
aspectos de su realidad social. Aquí podemos constatar que la labor de los
extirpadores de idolatrías no ha logrado hacer olvidar las creencias que tenían
los indígenas, quienes, siguiendo los ritos del cristianismo, han aprovechado
la coyuntura para expresar sus propias vivencias.

Por ello, la afirmación de José Carlos Mariátegui


sobre la supervivencia de algunos ritos religiosos indígenas, amalgamados con
el catolicismo, tiene una connotación evidente. Podemos comprobar, por
ejemplo ,que en el lugar donde existía una “apachita” a la que se le rendía
homenaje, ahora existe una cruz; así mismo, la creencia que, frente a una
situación apremiante y a un lugar encantado , es necesario hacer cruces, y
otras expresiones de la tradición oral religiosa, que es muy rica.

Adentrándome al núcleo básico del tema que quiero


tratar empezaré por conceptualizar lo que es identidad. La Real academia,
considera que Identidad, es un concepto lógico, muy empleado en filosofía,
que designa el carácter de todo aquello que permanece único e idéntico a sí
mismo, pese a que tenga diferentes apariencias o pueda ser percibido de
distinta forma. La identidad se contrapone, en cierto modo, a la variedad,
y siempre supone un rasgo de permanencia e invariabilidad. En la historia
de la filosofía, la afirmación de la identidad como uno de los rasgos del
verdadero ser ha sido muy utilizada desde Parménides, que ya afirmó el
carácter idéntico del ser. Por el contrario, otras posturas filosóficas han
afirmado que es precisamente la posibilidad de variación y modificación (es
decir, la ausencia de identidad) la que caracteriza el verdadero ser (tal es
el caso de Heráclito y de las filosofías que admiten el cambio y el devenir
como rasgos esenciales de la realidad). Una de las aplicaciones más empleadas
del concepto de identidad se encuentra en la lógica, que emplea el llamado
‘principio de no contradicción’. Según éste, no es posible afirmar de un
mismo sujeto un determinado atributo y su contrario. La formulación

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elemental de este principio lógico es: “aquello que es, es; lo que no es, no
es ”.

Esto nos tiene que llevar a la reflexión que el corpus Literario


de las regiones norte o sur poseen un legado tangible e intangible de primer
orden y son una fuente motivacional y estimuladora para los escritores y
poetas y en donde hay una vigorosa influencia en el entorno geográfico,
social y cultural . El pintoresco escenario natural, la idiosincrasia de su gente
con su potencialidad creativa. Sus monumentos y hechos históricos,
costumbres, mitos leyendas, folklore y tradiciones siempre han cautivado y
se han visto reflejados en la palabra oral y escrita de sus intelectuales,
poetas y narradores.
La literatura peruana ha reflejado, de un lado, los contrastes
entre el campo y la ciudad, igualmente es un medio eficaz para transmitirnos
la diferencia de valores, de costumbres y opiniones que tan diversos medios
generan en la vida nacional.
Existe una cultura andina, eminentemente campesina, que
no sólo forma parte de la nacionalidad sino que influye y condiciona nuestro
desarrollo urbano.
La vida urbana peruana por otra parte no solamente ofrece el panorama de
la modernidad, ese es un sector de nuestras ciudades. En torno de ellas
conviven formas modernas, junto con formas de vida muy atrasadas y
pobres.
Todo ello los escritores lo plasman en sus relatos. Ellos nos hacen radiografías
sociales y documentan con tremenda fuerza la convivencia y los valores de
los hombres, sea agraria o urbana (ambulantes, obreros, pobladores de
pueblos jóvenes). El campo y la ciudad forman nuestro rostro nacional, de
allí que ninguna de las partes pueda ser negada como material para la
creación libre.

De allí que el rescate de la identidad es esencial a través de


la literatura local, provincial y regional ,a través de la orientación educativa,
tanto de los docentes, de los comprometidos con la cultura de los pueblos
y de las autoridades de nuestros entornos; para así contribuir a la toma de
conciencia de los habitantes y al fortalecimiento de la identidad nacional.

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Es en este contexto que quiero hablar de la obra de Ciro Alegría Bazán
porque en su obra él plantea el problema del indigenismo con toda su
controversia abriendo un diálogo de sus personajes con la realidad y nos
hace entrever como estaba constituida la sociedad peruana en la mitad del
siglo XX. Ciro Alegría a lo largo de todas sus obras se plantea la función
social de la literatura, la relación entre la literatura y la realidad, la noción
de la literatura como un testimonio social, el compromiso del escritor que
delinea en todos sus momentos los problemas cruciales de la comunidad
indígena. Alegría, al igual que Arguedas, se crió con los indios y más tarde
confesaría: “tengo la más grande estimación humana e intelectual por José
María, a quien de antiguo conozco. Cuando salió mi primera novela recibí
una carta suya y también su obra “Agua”. Hemos cambiado muchas cartas.
Y considero que sus novelas constituyen literatura de tanto interés. Obras
arraigadas en la vida indígena sureña, y universales también por supuesto.
Yo creo que es un excelente escritor. Pero no se porque todos los críticos
y periodistas tratan de establecer una competencia o campeonato entre
nosotros, igual a la que los poetas establecen entre vallejo y Neruda. Es un
torneo necio a todas luces, porque si bien el indio es el objeto de nuestros
desvelos y cuidados: mi indio no es el de Arguedas . El indio es una
proposición cargada de autoctonismo. Existe una gama infinita de indios:
desde el “nuevo indio” Uriel garcía hasta el selvático. Mi indio es el norteño
, un indio que no habla quechua, amestizado ,de decisiones rápidas, un tanto
pragmático. El indio de Arguedas es el indio sureño y; más específicamente
, el apurimeño: más silencioso y más lírico. Hay otros tipos de indio: el
Huanca , por ejemplo, vivaz, altivo y belicoso. El cuzqueño: taciturno y
rencoroso. No he encontrado otro lugar en donde tan terrible sea el encono
entre los gamonales y los peones como en el Cuzco. El indio del norte es
más rebelde que el indio de Arguedas, pero carga (también) toneladas de
dolor. En todos esos caracteres disímiles reside el futuro sustrato anímico
del Perú integrado. Porque unas de las preocupaciones fundamentales de los
novelistas de estas latitudes es, precisamente, formar patria. Y quizás con
vallejo hayas dado el primer vagido. Porque, mire Ud., para mi la república
no tiene un estilo propio. Al menos no tan notorio como el imperio o la
colonia. ¡Y tenemos que darle un nuevo gran estilo a nuestra republica ! .
Y volviendo a Arguedas: la obra suya que prefiero es “Los ríos profundos”.
Le confieso que no he leído aún “Todas las Sangres”¿Usted la ha leído?”.Los

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aborígenes del norte hablan un castellano que más bien viene hacer un
residuo del castellano y del quechua. La influencia española ha sido más
fuerte en el norte que en el sur. Los personajes de Alegría sean reales o
imaginarios pertenecen a la circunstancia que vivió parte de su vida.” Mujeres
de la raza milenaria me acunaron en sus brazos y ayudaron a andar; con
niños indios jugué de pequeño; siendo mayor alterné con peones indios y
cholos en las faenas agrarias y en los rodeos. En brazos de una muchacha
trigueña me alboreó el amor como una amanecida quechua. Y en el áspera
tierra de surcos abiertos bajo mis pies y retadoras montañas alzadas a mi
frente, aprendí la afirmada ley del hombre andino”( 1)

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(1) Revista Cultura y Pueblo. Edic. de la Casa de la Cultura- Lima1965-
Año II –
Nº 6 . pág 50

El propósito de este trabajo es incidir en el mensaje representativo que


tuvo las novelas de Ciro Alegría en la narrativa indigenista y en donde la
vida nacional con sus conflictos, sus contradicciones históricas y su carácter
desarticulado nos lleva a dialogar y cotejar el mundo novelado con la vida
real ,pero aún más nos lleva a verificar el ayer, el ahora y el futuro como
una propuesta de identidad en toda la confluencia de espacio, naturaleza y
tiempo que nos narra a lo largo de toda su obra pero que muestra un
carácter fidedigno de sociedad dinámica cuyas fuerzas aparecen descritas en
un marco conflictivo y en donde el autor nos da a conocer su cosmovisión
,su relación con el mundo, sus tradiciones, su praxis, las injusticias, los
atropellos que padece el indio, sus modos de organización, su interpretación
con el mundo y su relación con la naturaleza.

II. INFLUENCIA DE LA OBRA DE CIRO ALEGRIA EN LA BUSQUEDA DE LA


INDENTIDAD NACIONAL ANDINA
“Identidad “ implica relación de pertenencia con un patrimonio que
se asume como propio y se usa como tal. Es pues, una categoría cultural

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con proyecciones objetivamente comprometidas con aspectos de orden
económico y social.
No existe prueba mejor de identidad cultural que aquella que se
expresa en el coherente manejo de los recursos de la vida por un pueblo
que los ha hecho suyos alo largo de un proceso de maduración de su propia
existencia. Hay, pues, una suerte de “identidad en sí”, que consiste en la
participación plena de la conducta colectiva como algo que es parte de uno
mismo, mientras que cuando la “identidad” se convierte en una toma de
conciencia “para sí”, implica su transformación en un instrumento de lucha
por la defensa y conquista de sus fueros y patrimonios. La búsqueda de la
identidad personal y autenticidad, el proceso de definición de sí mismos, no
es fácil en el Perú. Existe la tendencia a ridiculizar y segregar a cualquier
persona que muestra influencias indígenas, o que proviene de la sierra,
aunque no sea racialmente india .Para evitar tal discriminación social,
muchos de los indios recién “ bajados” de la sierra tratan de cambiar su
apariencia personal y su modo de hablar, para evitar ser calificados de
“serranos” en forma despectiva. La obra de Ciro Alegría muestra esta
búsqueda de identidad, pero como es amplia , de manera suscinta me
ocuparé de alguna de ellas mostrando este espíritu individual y social.
2.1. La serpiente de oro(1935) Es la novela del río. Las peripecias de los
personajes se desarrollan en el río marañón, donde cholos balseros, mujeres
ya acostumbradas a la vida incierta que corren sus maridos, a los que juegan
diariamente la vida en búsqueda de la explotación del caucho. Asimismo
ronda la tragedia y el hombre se juzga dimensionado en su tarea de
enfrentarse ante una naturaleza épica y agreste, bordeada de drama y selva,
entre lodo y conmoción humana que reproduce un vitalismo dominante.
En esta obra Ciro Alegría muestra, además, la vida de cholos frente a un
panorama ancho y ante una realidad dramática que serpentea el río Marañón,
cruzando como un fuerte retorcido por los lavaderos de oro, al trasluz del
sol. Alegría transmite en el lenguaje del campesino norteño, los relatos
“moralistas” de esa zona, relatos auténticos que hacen reír, y hacen pensar
como éste:
“Yera po tiempo quel diablo salió pa vender
males po la tierra. El hombre ya bia pecao y
taba condenao, pero nuabía variedá e males
yentón el diablo costal en el hombro, iba po

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to los campinos a la tierra vendiendo los males
questaban en el costal empaquetaos pue
los bia hecho polvo.

Yabía polvos e to los colores queran to los


males , hay taban la miseria y lenfermedá, y
lavaricia yel odio, y la opulencia que también
es mal y lambicia, que es mal tamién
cuando no es debida, y velay que
nuabía mal que faltara…y dentreesos
paquetes bía uno chiquito y con polvito blanco
que era puel desaliento” ( 2)

El relato muestra como todos los hombres desprecian este


último mal(el desaliento), pero al fin llega a ser el peor y el más dañino
de todos los males, y el más generalizado de todos los males entre los
hombres de todas las épocas. La novela describe con sencillez y de modo
directo y convincente la vida de los balseros; vida siempre dura y a veces
trágica, cuando el río crece y arrolla a quienes lo desafían. Nos muestra la
vida de la gente del valle tal como es , con sus sabrosas conversaciones, sus
afanes y sus fiestas.. La novela contrasta a los cholos del valle con los indios
del Ande, quienes no se adaptan a las tierras cálidas y padecen por el clima
y la fauna.”Esta no es tierra de indios y solamente hay unos cuantos
aclimatados. Los indios sienten el valle como un febril jadeo y a los mestizos
la soledad y el silencio de la puna nos duelen en el pecho. Aquí si pintamos
como el ají en su tiempo”(Cap.I). Esto nos tiene que llevar a la siguiente
reflexión como dice Nelson Manrique en su artículo “Promoción - país e
identidad nacional” “Somos peruanos, de la misma manera como otros son
Chilenos o norteamericanos, y estas identidades establecen solidaridades que
trascienden las oposiciones sociales objetivamente existentes. Como el
historiador Benedict Anderson ha demostrado, toda comunidad que rebase
el ámbito de aquellas basadas en los lazos de parentesco que fundan las
comunidades de cierta magnitud- por ejemplo, la comunidad nacional- es
imposible que todos sus miembros se reconozcan entre sí , estos tienen que
imaginar la comunidad que los une. Lo que varía históricamente es la forma
que tienen las colectividades de imaginar su comunidad, pero no el hecho

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mismo de que deban imaginar el lazo que las une” mas aún este historiador
peruano agrega “La cultura cumple una función social decisiva en la tarea
de imaginar la comunidad. Ella permite asegurar la cohesión social entre
quienes se reconocen miembros de una determinada colectividad,
reconociéndose como iguales en tanto participan de esa identidad
compartida” por ello puedo remarcar, como dice Berger y Luckman, las
trayectorias individuales enmarcadas en una sociedad determinada van
perfilando la construcción de la identidad , fenómeno que surge de la
dialéctica entre el individuo y la sociedad. Y esta obra de Alegría nos
muestra ello.

2.2.Los Perros hambrientos(1938) Ciro Alegría logra, con esta obra, una
de sus creaciones dramáticas y existentes en el problema de la tierra. La
presencia de la puna –cordillera alta- donde la sequía asola sin piedad la
conmiseración humana que llega hasta la desesperación. alegría dará a esta
novela una perfección formal a los personajes protagónicos: Antuca, el viejo
Robles, mateo, Los Celedonios, mashe y los perros fieles como: Güeso,
Pellejo, Zambo y Lanka.
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2. Medcalf,Juan. Hombres humanos (Dimensión Liberadora en la Literatura
Peruana.
P.30.)

Los perros Hambrientos es una novela de la piedad humana y agraria,


releva la vida de pastores y perros que comulgan diariamente la legada de
la lluvia, a su vez trata de presentarnos lo que puede ser la humanidad
redentora frente a los embate de la sequía total.
Tamayo Vargas afirma: “esta obra es uno de los ejemplos más vivos del
tipo de prosa de ficción indigenista, sin proclama, relato de realidades” (3)
En esta obra de Alegría tengo que manifestar que la identidad implica que
las personas o grupos se reconocen históricamente en su propio entorno
físico y social y es ese constante reconocimiento el que le da carácter activo
a la identidad cultural. Es decir, se conserva aquello en lo que nos
reconocemos; se renueva o reemplaza aquello que nos resulta carente de
significado

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O porque el significado que tuvo en algún momento no existe más. La
identidad se va enriqueciendo no sólo con lo nuevo, sino también con la
reinterpretación y valoración de aquello que antes no entendíamos o cuyo
valor cultural se desconocían y que hoy deseamos rescatar y revalorar. Es
en esta línea que la obra de Alegría se considera en el marco de la identidad
andina porque en la obra de alegría hay un reflejo se su propia imagen.
2.3. El mundo es ancho y ajeno (1940) es una de las novelas más virtuosas
de Ciro Alegría. La visión del latifundista está retratado en su cruel
participación frente al mundo agrario de los campesinos. La tierra se vuelve
un territorio de batalla campal entre campesinos y gamonales que a toda
costa explotan las tierras. Novela fiera que además retrata las comunidades
campesinas y la injusticia social. Asimismo quiere mostrar costumbres, folclor
y vida andina. Aplica el escritor el tema para llevarlos a la novela como un
retrato vivo de los acontecimientos. El personaje principal es sin duda la
comunidad de Rumi. Del mismo modo será Rosendo maqui el viejo luchador
que piensa y habla ,lucha y filosofa, es la autoridad comunal que defiende
o que es suyo y lo de la comunidad. Muere espartadamente luchando por
la tierra de sus hombres. Antes Rosendo Maqui se proyecta al mundo para
proclamar la vida de sus tierras. Esta novela agraria sobrepasa los límites
de la grandiosidad y se fija en el ámbito mayor de nuestra realidad andina
peruana .Acaso toda esta problemática en la actualidad sigue vigente a causa
de los abusos y del poder en donde la imagen de una sociedad desarticulada
y carente de proyectos es una muestra de la realidad actual . Y este
contraste con la novela de Ciro Alegría las identidades se construyen a
través de un proceso de individualización por los propios actores para los
que son fuentes de sentido y aunque se puedan originar en las instituciones
dominantes, solo lo son si los actores sociales las interiorizan y sobre esto
último construyen su sentido. En esta línea, Castells (1998: 28-29)
diferencia los roles definidos por normas estructuradas por las instituciones
y organizaciones de la sociedad y las identiades definidas como proceso de
construcción del sentido atendiendo a un atributo o conjunto de atributos
culturales(organizando dicho sentido, entendido como la identificación
simbólica que realiza un actor social del objetivo de su acción) De alguna
manera se puede interpretar que se están reforzando las propuestas
tendentes a reconocer los procesos de identificación en situaciones de
policulturalismo o en momentos de identificación que se dan en pequeños

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grupos o redes. La dificultad de establecer diferencias o limites entre lo
que se podría entender como identidad social e identidad individual es
paradigmática. Si la identidad es requisito necesario para la vida social, como
dice jenkins, esta lo ha de ser, de manera reversible para la identidad
individual.
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(3) Tamayo vargas, Augusto. Literatura peruana T: II . P.1096.

Antonio Cornejo polar decía que el contexto al cual corresponde el desarrollo


de las novelas de Alegría son un marco de permanente tensión y, en ese
sentido, la filiación ideológica del autor jugó un papel importante en su
interpretación estética de la conflictiva y compleja realidad nacional. Los
actos de reivindicación sirven de marco a la formación de una conciencia
crítica y esto nos lleva a la toma de conciencia de una identidad andina,
porque la gesta campesina evoluciona y la lucha por el reclamo en las
comunidades de esa época toman un cuerpo que refleja una lucha contar el
abuso del poder que cometen los hacendados aspirando a vivir decorosamente
en un clima de justicia social y de equidad.
2.4.”Duelo de Caballeros” .Conjunto de narraciones recopiladas,compuestas
en distintos momentos y frutos de sus viajes por América, la acción se
desarrolla en los más variados ambientesAlegría asimila temas de relatores
populares, sobre todo de la selva, un arrabal Cubano,la Puna, el arrabal
limeño; pero pinta la pelea anavaja entre Tirifilo y carita en el rímaca.tiene
temas de infancia del autor.
2.5. Panki y el guerrero. Recoge leyendas mitos y narraciones selváticas,
como asimismo cuentos, aluden a circunstancias temporales que van desde
el pasado mítico hasta el presente, sus protagonistas son seres marginados.
2.6. Lázaro. Es una novela autobiográfica, una de las últimas que todavía
escribiera ciro Alegría. En ella todavía asoma su vena indigenista. Al respecto
dice Tamayo Vargas:”Desde Garcilazo pasando por melgar, se cuela un aire
de mestizaje que viene hasta Alegría para cubrir una parábola que es
nuestra”(4) . Es la lucha contra la apatía. El mismo título nos indica la
creencia del novelista, la agonía y la miseria causada por una huelga de
hambre en una hacienda azucarera, tiene que convertirse en victoria,
resurrección. También puedo sumar a las obras referidas otras como :

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“La ofrenda de la piedra” (cuento)
“Calixto Garmendia” ( cuento)
“Selva” (drama)
“Novela de mis novelas “ (ensayo)
“Los accidentes y el carácter nacional” (ensayo periodístico)
“Mucha suerte con harto palo” (relato)
“El sol de los jaguares” (relato)
“Siete cuentos quirománticos” (cuento)
“La Revolución Cubana: Un testimonio personal”
“El dilema de Graus” (relata la vida en la isla penitenciaria del Frontón)
“El personaje en la novela latinoamericana”
“Balzac y el mundo contemporáneo”
“Gabriela Mistral Intima”
“Un hombre llamado Kalín”
“Sueño y verdad de América”
Alegría como hijo del pueblo, todos sus actos nacen del pueblo y van al
pueblo tal como lo dijera César Vallejo: “Toda voz genial nace del pueblo y
va hacia él” “Sólo debo decir que en mí las letras han sido una vivencia
muy antigua recogida del pueblo y que ha representado siempre un acto de
homenaje, de adhesión y también de protesta. Ha habido en el fondo de
mi ánimo de escritor, como creo que lo hay en el fondo de todos los
escritores que pertenecen a estas generaciones que han tenido una imagen
más bien triste de la patria, el deseo de hacerlo mejor y la necesidad de
mostrar la injusticia y el mal; ha sido un acto de adhesión al pueblo y a la
protesta contra la injusticia y de idealismo en espera de que vengan tiempos
mejores.
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(4) Toro Montalvo,César. Manual de Literatura peruana.P.576
por eso nuestras novelas, yo creo, tienen ese sentido de denuncia, de
acusación y de adhesión; con muy pocas excepciones, actos de revalorización
del pueblo, pueblo al que los novelistas han destacado y levantado,
anticipándose como siempre, al proceso político de justicia que ya está
llegando y que será más pleno en el futuro”

III. A MODO DE CONCLUSIÓN.

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Desde el punto de vista temático, las obras de Alegría rescatan
algo durable de la tradición andina que a través de autores franceses y los
surrealistas ha llegado hasta nosotros que Alegría asume como propio: la
semejanza ante la patria del escritor y la noche. Pero lo que en otros
escritores es simbología ficticia , abstracta e irreal, en el narrador peruano
es vívida experiencia, es importante señalar que quienes alcanzan madurez
pueden entregarnos sabiduría en lo que escriben. Las obras que nos ha
dejado, van más allá de los emblemáticos movimientos con los que
inevitablemente se relacionó Alegría y que están representados en estas
novelas, el indigenismo y mundo andino. En estas líneas magistrales vida y
dolor por la patria en dificultades se unen en un mismo tramado verbal. En
toda su Obra el escritor nos muestra que encontró la clave, el estilo, su
manera de “hablar” en forma clara y sencilla y hasta sus últimos días lleva
ese sentimiento de identidad por su país. Quien sabe si en la conciencia de
aquel fogoso escritor, de aquel hombre de letra que demandaba peso a la
prosa y condición a su palabra , brillaba en el umbral de sus últimos días
de su vida, la certidumbre, no sólo de la soberanía, la identidad y la dignidad
de todo nuestro Continente, sino también la convicción de que con su
humilde y trascendente quehacer literario estaba sembrando las semillas que
germinaron, para esplendor y gloria de nuestra lengua, en las espléndidas
voces de muchos escritores de nuestro tiempo que reivindicaron e hicieron
crecer la obra de Alegría. El mismo novelista ha dicho aludiendo a su
destierro en Chile: “Comprendí mejor las realidad del Perú. De lejos se ven
mejor las cosas; se abren otros horizontes. Así fue como lo primero que
afloró a mi pluma fue mi propia existencia vital fortalecida por mi
preocupación social” (5). Efectivamente, sus novelas no son sino eso:
“experiencia vital” y “preocupación social” armonizada por si genio creador
de haravicu y poeta épico, además las evocaciones de relatos que escuchó
maravillado a su abuela Elena Linch , a su cocinera Betsabé Sugaray , a don
Manuel Baca , al indio Gaspar, cuyos cuentos son la cimiente de su novelas.
Sus novelas resultan frutos de la fusión de la realidad y ficción,
pero cosa curiosa que el propio autor reconoce: sus personajes de ficción,
tal Rosendo Maqui y los suyos, adquieren mayor realismo que los personajes
tomados de la realidad. Por otro lado Ciro Alegría plantea una doble pugna:
entre el hombre y la naturaleza ;entre el indio desventurado y el
latifundista poderoso. El indio y el mestizo, que denominó : personaje

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hombre-pueblo, en la sierra, la selva y aún la costa, son doblemente esclavos:
a) de la naturaleza y b) del hombre con poder, a todo ello se puede sumar
su estilo sencillo y fluido. Ciro Alegría, si lo ubicamos desde el punto de
vista de las corrientes literarias, pertenece al indigenismo, el cual en
términos de Jose´ Carlos Mariátegui consiste en lo siguiente “…tiene
fundamentalmente el sentido de la reivindicación de lo autóctono… no
depende simplemente de factores literarios, sino de complejos factores
sociales y económicos. Lo que da derecho al indio a prevalecer en su visión
de lo peruano…es, sobre todo, el contraste, el conflicto entre su predominio
demográfico y su servidumbre- no sólo inferioridad social y económica…” (6)
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(5) Contreras Sosa, Juan. Literatura peruana y Latinoamericana: p.214
(6) Mariátegui, José Carlos. 7 Ensayos de interpretación de la realidad
peruana.
pp: 332-333
esto si se da en la obra de Ciro Alegría porque el indio se identifica con su
propia tierra, con su Ayllu y los defiende, protesta , denuncia, con su pluma
ágil, su narración clara y temática aún vigente, en cierto modo.
Quizá la lectura de las novelas de Ciro Alegría nos permita releer
la realidad y verificar la capacidad de comunicación que permite al lector un
descubrimiento del país
y los personajes de carne y hueso… un redescubrimiento de su propia vida.
Acaso esto no es descubrir las realidades que añaden un valor a las vidas
que hasta el día de hoy nos siguen hablando con la misma intensidad que
tuvo en el momento de su aparición. Por ello es que tenemos que afirmar
que la obra de Ciro Alegría esta llena de motivaciones y mensajes reales que
nos mueve a la identificación y a la revitalización de una identidad andina,
por ser uno de los mejores novelistas de todos los tiempos, por llevarnos a
amar al Perú desde lo más profundo y hondo de la vida andina.

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