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Causas
En la mayoría de los casos, el síndrome es causado por mutaciones en el cromosoma X
en un gen llamado MECP2.
El gen MECP2 sintetiza una proteína que es necesaria para el desarrollo normal del
sistema nervioso, especialmente el cerebro. El síndrome de Rett afecta a las áreas de la
función del cerebro que son responsables para el desarrollo cognitivo, el movimiento, el
desarrollo sensorial y emocional, la función motora y autonómica.
Por su parte, los niños solo tienen un cromosoma X, si tienen una mutación completa del
MECP2, se activa en todas las células y como consecuencia sucede el aborto
involuntario.
Síntomas
Generalmente, la mayoría de los bebés con síndrome de Rett tienen un desarrollo idéntico
en que el resto de los bebés en los primeros meses de vida. Sin embargo, entre los 6 y 18
meses el desarrollo empieza a disminuir y muchos niños tendrán una pérdida de las
habilidades que previamente han aprendido.
El primer síntoma que puede aparecer puede ser un bajo tono muscular (hipotonía) y el
contacto visual disminuido. Posteriormente las niñas con síndrome de Rett tendrán
problemas de comunicación, por lo que harán un uso intencional de las manos y
empezarán a realizar movimientos repetitivos con las manos.
Los niños que padecen el síndrome de Rett pueden mostrar una amplia gama de
discapacidades, que van de leves a severos, y la progresión y la gravedad de la enfermedad
dependerá de una variedad de los mecanismos genéticos.
Cambio en el desarrollo.
Escoliosis.
Convulsiones.
El crecimiento de la cabeza se hace más lento comenzando entre los cinco o seis
meses de edad.
Estreñimiento.
Prevención
Amstrong afirma que la enfermedad “no puede prevenirse, no hay diagnóstico precoz ni
genético ni bioquímico ni ecográfico ni nada. Una vez se detecta el primer caso en la
familia y la mutación causante de la patología, se pueden realizar diagnósticos genéticos
prenatales en los futuros embarazos de la pareja”.
Tipos
Puede existir variedades en el síndrome de Rett, la Asociación Española de Síndrome de
Rett lo clasifica de esta forma:
Rett típico: Se habla de síndrome Rett típico o clásico cuando existe un periodo
aparentemente normal hasta los 6-8 meses, donde luego iran apareciendo los dichos
síntomas. Aunque existe variabilidad en la afectación y fechas de aparición, la mayoría
de las niñas que padecen el síndrome típico siguen este patrón.
La Asociación Española de Síndrome de Rett agrega además que “parece ser que el
síndrome de Rett típico está originado por una alteración en el gen MECP2. En la
casuística estadística, estamos hablando de cerca de un 85 por ciento de los casos”.
Rett atípico: en este caso se habla de las niñas que no cumplen los criterios y las fases de
Rett clásico pero no tiene diagnóstico clínico o biológico. Aquí, en el aproximadamente
el 15 por ciento de los casos, suelen mostrar síntomas más leves o más graves y pueden
tener alteraciones tanto CDKL5, como en FOXG1, como no haber evidencia de alteración
biológica pero si evidencia clínica. En este caso la Asociación Española de síndrome Rett
especifica tres casuísticas:
2. Síndrome de Rett tardío: en este caso los síntomas y signos típicos aparecen
entre los tres y seis años. Aquí al existir un periodo de normalidad más largo, las
adquisiciones de destrezas y habilidades son más consistentes y aunque la perdida
de las mismas son más evidentes, se conservan más capacidades y el retraso, tanto
en el desarrollo motor como en el lenguaje es menor.
3. Síndrome de Rett en varones: por lo general los niños que padecen el síndrome
suelen tener una sintomatología más grave que las niñas, y aunque los síntomas
no son exactamente los mismos, la aparición es muy precoz.
Diagnóstico
El diagnóstico del síndrome de Rett dependerá de la información sobre las primeras etapas
del crecimiento y del desarrollo, de la evaluación continua, de la historia clínica y del
estado físico y neurológico.
Amstrong explica que “el diagnóstico es clínico, la paciente presenta unos rasgos clínicos
que describen el síndrome de Rett. Este diagnóstico clínico puede ir acompañado de un
diagnóstico genético, que respalda el anterior, pero no lo excluye: hay pacientes con
diagnóstico clínico de síndrome de Rett que no se ha podido respaldar con un diagnóstico
genético”.
Por su parte, la Asociación Española del Síndrome de Rett, expone que deben de
presentarse en mayor o menor expresión algunos de estos síntomas:
Pérdida de la funcionalidad de las manos entre los seis meses y los dos años y
medio.
La experta recibir sesiones fisioterapia lo más precoz e intensa posible para prevenir otros
posible síntomas como escoliosis, rigidez, pie equino, etc y, además, así favorecer la
movilidad.
También agrega que “se cree que es beneficioso reducir las estereotipias manuales y
aumentar la atención de la niña y la búsqueda de contacto visual”. Explica también que
“la terapia musical ha sido utilizada en Europa desde 1972 con éxito y es considerada
como medio para comunicarse”.
Además, la alimentación suplementaria puede ayudar con el crecimiento lento. Las dietas
ricas en calorías y grasas, en conjunto con la alimentación con sonda nasogástrica pueden
ayudar a incrementar el peso y la estatura.
También la terapia de células madre, sola o en combinación con la terapia génica, es otro
tratamiento esperanzador.
Otros datos
¿Por qué el síndrome de Rett afecta principalmente a las niñas y no a los
niños?
Las niñas tienen dos cromosomas X en cada célula. Por tanto si se padece el síndrome de
Rett que afecta a uno de los cromosomas, otras células utilizarán los genes sanos que
ayudarán a compensar la células que utilizan el gen defectuoso.
Sin embargo, los niños solo tienen un cromosoma X en cada célula. Les falta el
cromosoma X que puede proteger sus cuerpos de ser completamente superado por el
trastorno. Por ello, los niños con la mutación celular que causa el síndrome de Rett a
menudo mueren antes o poco después del nacimiento.
La Fundación Internacional explica que los pacientes que sufren de Rett pueden
padecer otras dificultades como pueden ser:
Problemas cardiacos.
Posibles convulsiones.
Pueden sufrir columna vertebral curvada, lateralmente también conocida como
escoliosis.
Se puede padecer mala circulación.
Dificultad para tragar.
Problemas en el sueño.
Amstrong testifica que “las niñas Rett tienen una mirada penetrante que les permite
comunicarse con su entorno, y a partir de esta mirada, se puede empezar a utilizar
herramientas informáticas para que aprendan a usar esa mirada y a comunicarse”.
Pronóstico de vida
La experta aconseja que “se informen con profesionales de qué es el síndrome de Rett,
que exijan tratamientos personalizados para sus hijas y apoyos para ellos mismos, que
busquen grupos de padres, asociaciones de padres para que no se sientan solos y que
confíen en la investigación”.