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Una buena idea para comenzar a escribir es hacer una lluvia de ideas que te ayudará a abrir
la mente, además te permitirá hacer una relación entre las palabras que conoces sobre el
tema a escribir y así crear o ampliar tus propios conceptos.
Daniel Cassany (2002, p. 59) sugiere, en cuanto a este tema, escoger una palabra nuclear
sobre el tema y apuntarla en el centro de la hoja, en un círculo. Luego, se debe apuntar
todas las palabras que asocias con ella, también encerradas en un círculo, y asociarlas con
una línea a la palabra con la cual tiene una relación más estrecha.
Piensa en tu audiencia
Escribir es hablar por escrito. Escribe para él o ella y facilítale la tarea de comprenderte.
Usa palabras que comparta contigo, explícale bien y poco a poco lo que sea difícil. Si lo
abandonas tú, mientras escribes, te abandonará también él cuando te lea.
Que se destaque la unidad de sentido y de forma, que sean ordenados, que empiecen con
una frase principal. Cada oración matiza una idea, cada párrafo concluye un subtema, y el
escrito completo agota el mensaje.
Dirige tu trabajo
Dedícate selectivamente a cada uno de los procesos que componen la escritura: buscar
información, planificar, redactar, revisar, etc.
Dedica tus primeros esfuerzos a lo que de verdad es importante: al significado global del
texto, a la estructura, a ordenar y aclarar ideas, a hacer más comprensible tu mensaje.
Repetición de palabras:
¿Cómo evitarlo?
Sustituir la palabra por un sinónimo (por ejemplo, para no repetir “casa”, podemos sustituir
ese término por “hogar”) o por una frase equivalente (en lugar de decir el apellido de un
autor, podemos poner “el autor”, “este investigador”, etc.).
Eliminar la palabra que se repite. Por ejemplo, si escribimos “Juan está cansado. Juan se va
a ir a dormir temprano”, podemos eliminar la segunda aparición de “Juan” para que el texto
sea más claro: “Juan está cansado. Se va a ir a dormir temprano”.
Pronominalizar el término o palabra que se repite. Esto es, cambiar la palabra repetida por
un pronombre que refiere a ella. Existen pronombres personales (yo, vos, él, ella, nosotros,
ustedes, ellos), posesivos (su, mi, tu, tuya, mía, etcétera), objetivos (lo, los, la, las) y
demostrativos (este, esa, esos, aquellas, etcétera).
Marcadores textuales
Tenga cuidado con las frases largas, vigile aquellas que tengan más de 30 palabras.
Compruebe que se lean fácilmente.
Elimine las palabras o incisos irrelevantes y quédese solo con lo esencial.
Busque el orden más sencillo de las palabras: sujeto, verbo y complementos. Evite
las combinaciones rebuscadas.
Coloque la información más relevante en el sitio más importante de la frase. Al
principio.
No abuse de las negaciones
Deje actuar a los actores, que los protagonistas de la frase suban al escenario que
actúen de sujetos y objetos gramaticales.