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Texto N° 3 Organización social y del Estado entre los incas El Imperio Incaico .y su división política.
Uno de los libros cumbres de la literatura colonial es el titulado Comentarios reales de los Incas, escrito
por Inca Garcilaso de la Vega (1539-1616), historiador meztizo, hijo de español y de india, descendiente de los
Incas.
Su libro es un cuadro admirable de la civilización de los Incas y de la dramática conquista del Perú y fue
escrito en España en 1609. En esta obra la Historia parece convertida en poema, impregnado de nostalgia.
En su autor se fusionan las dos herencias y tradiciones: indígena y española. De la primera se transparenta
la tristeza india que tanto impresionó al conquistador y el conocimiento directo y familiar de la tradición
peruana.
De la herencia y educación española se transparenta la hidalguía y el espíritu profundamente cristiano. De
ambas herencias, la vocación artística y el encanto narrativo del autor.
"Los reyes Incas dividieron su imperio en cuatro partes, que llamaron Tauantinsuyo, que quiere decir las
cuatro partes del mundo, conforme a las cuatro partes principales del cielo: oriente, poniente, septentrión y
mediodía. Pusieron por punto o centro la ciudad del Cuzco, que en la lengua particular de los Incas quiere decir
ombligo de la tierra: Ilamáronla con buena semejanza ombligo, porque todo el Perú es largo y angosto como un
cuerpo humano y aquella ciudad está casi en medio. Llamaron a la parte del oriente Antisuyo, por una provincia
llamada Anti que está al oriente, por la cual llaman también Anti a toda aquella gran cordillera de sierra nevada
que pasa al oriente del Perú... Llamaron Cuntisuyu a la parte del poniente, por otra provincia muy pequeña
llamada Cunti. A la parte del norte llama Chinchasuyu, por una gran provincia llamada Chincha, que está al
norte de la ciudad. Y al distrito del mediodía llamaron Collasuyu por otra grandísima provincia que está al sur.
Por estas cuatro provincias entendían toda la tierra que había hacia esas cuatro partes, aunque saliesen de los
términos de las provincias muchas leguas adelante, como el Reino de Chile, que con estar más de seiscientas
leguas al sur de la provincia de Colla, era del partido de Collasuyu, y el Reino de Quito era del distrito de
Chinchasuyu, con estar más de cuatrocientas leguas de Chincha al norte...
Para principio y fundamento de su gobierno inventaron los Incas una ley, con la cual les pareció podían
prevenir y atajar los males que en sus reinos pudiesen nacer. Para lo cual mandaron que en todos los pueblos
grandes o chicos de su imperio se registrasen los vecinos por decurias de diez en diez y que uno de ellos, que
nombraban por decurión, tuviese cargo de los nueve. Cinco decurias de éstas de a diez tenían otro decurión
superior, el cual tenía cargo de los cincuenta. Dos decurias de cincuenta tenían otro superior, que mi raba por
los de ciento. Cinco decurias de ciento estaban sujetas a otro capitán decurión, que cuidaba de los quinientos.
Dos compañías de a quinientos reconocían un general, que tenía dominio sobre los mil; y no pasaban las
decurias de mil vecinos, porque decían
que para que uno diese buena cuenta bastaba con encomendarles mil hombres. De manera que había
decurias de a diez, de a cincuenta, de a ciento, de a quinientos, de a mil, con sus decuriones o cabos de
escuadras subordinados unos a otros, de menores a mayores, hasta el último y más principal decurión que
llamamos general".
Texto N° 4 El trabajo agrícola entre los incas. Reparto de las tierras de cultivo.
"En el labrar y cultivar las tierras también había orden y concier to. Labraban primero las del Sol, luego las
de las viudas y huérfanos y de los impedidos por vejez o por enfermedad: todos estos eran te nidos por
pobres, y por tanto mandaba el inca que les labrasen las tierras. Había en cada pueblo, o en cada barrio...
hombres diputados solamente para hacer labrar las tierras de los que hemos llamados pobres. A estos
diputados llamaban llactacamayu, que es regidor del pueblo... Los vecinos de cada colación ya sabían, por el
padrón que estaba hecho, a cuales tierras habían de acudir, que eran las de sus parientes o vecinos más
cercanos. Era obligado cada uno llevar de comer para sí lo que había de comer en su casa, porque los
impedidos no tuviesen cuidado de buscarles la comida... Las tierras de los soldados que andaban en la
guerra también se labraban por consejo, como las tierras de las viudas, huérfanos y pobres, que mientras los
maridos servían en la milicia las mujeres entraban en las cuentas y listas de las viudas, por la ausencia de
ellos. Y así se les hacía este beneficio como a gente necesitada. Con los hijos de los que morían en la
guerra tenían gran cuidado en la crianza de ellos, hasta que los casaban.
Labradas las tierras de los pobres, labraba cada uno las suyas, ayudándose unos a otros. Luego labraban
las de) curaca, las cuales habían de ser las postreras que en cada pueblo o provincia se labra sen...
Mandaba el Inca que las tierras de los vasallos fuesen preferi das a las suyas, porque decían que de la
prosperidad de los súbditos redundaba el buen servicio para el Rey; que estando pobres y nece sitados, mal
podías servir en la guerra y en la paz.
Las últimas que labraban eran las del Rey: beneficiándolas en co mún; iban a ellas a las de el sol, todos
los indios generalmente, con grandísimo contento y regocijo, vestidos de las vestiduras y galas que para sus
mayores fiestas tenían guardadas... Trocaban el trabajo en fiesta y regocijo, porque era en servicio de su
Dios y de sus Reyes..."