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Libre del Pasado (nueva criatura)

Introducción

El arrepentimiento de nuestros pecados nos lleva a un cambio real de vida. Como Dios perdono
nuestros pecados y nos libró de culpa, ahora debemos cambiar nuestra forma de pensar de sentir y de
actuar ante las situaciones.

Debemos saber que el testimonio que ahora existe en ellos, pues Dios ya les perdono tiene poder para
transformar más vidas.

Tu testimonio y lo que te sucedió no es el mismo que el de todos, pero debemos que tener en cuenta
que siempre habrá alguien a quien podemos ayudar con todo lo que nos pasó.

La persona que da esta predica, debe ser una persona que han superado obstáculos y tiene en mente
que lo que le sucedió es para bendecir a alguien más.

Objetivo:

Que los hombres sepan que podemos ser hombres distintos si decidimos dejar todo atrás y ser libres
de nuestro pasado y saber que todo lo que Dios transformo, nos limpió y nos perdono es para poder
ayudar a más personas y así poder tomar lo malo que nos sucedió para algo bueno que bendiga a más
mujeres.

Aspectos importantes de la predica

Los deseos de la vieja naturaleza


Al nacer todo hombre trae una naturaleza pecaminosa, una identidad errónea y unas inclinaciones
engañosas. Heredamos en nuestro ser la naturaleza pecaminosa de Adán la cual nos lleva de continuo
a hacer el mal, las obras que son contrarias a la voluntad de Dios. (Efesios 2.1-3)
Antes de conocer a Cristo vivíamos para satisfacer los deseos naturales y las pasiones de la carne y
de la mente. Esto no implica calificativos morales de esas malas acciones, sino más bien una
naturaleza pecadora. Según Efesios 4.17-19, aquellos que están alejados de Cristo andan en la vanidad
de su mente con un entendimiento lleno de tinieblas, alejados de la presencia y las bendiciones de
Dios, en ignorancia y dureza en su corazón; esto nos llevó a entregarnos a una vida pecaminosa,
entregados a impurezas desagradables a Dios.
Esta vieja naturaleza nos ha llevado a pecar, trayendo con ello condenación al mundo. (Gálatas 5.19-
21)

Despojándonos del viejo hombre


Efesios 4.22-24 dice: “En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está
viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del
nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y la santidad de la verdad” (también Colosenses 3.5-
10). Esta renovación implica tanto una decisión como un proceso. Es una decisión absoluta y radical
por la cual nos entregamos por completo al Señor, como un proceso de renovación y aprendizaje en
el cual se va formando el carácter de Cristo en ti.

En Cristo fuimos muertos al pecado, pues “nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él”
(Romanos 6.6), de tal forma que ya no obedezcamos a los deseos pecaminosos. Ahora el Espíritu
habita en nosotros, guiándonos en la voluntad de Dios y dándonos las fuerzas para obedecerle. Pero
debemos seguirle a él y no a los deseos de la vieja naturaleza, tal como dice Gálatas 5.16.

Ministración
Es importante llevar todas las predicas al arrepentimiento, en esta predica debemos ministrar que
todos los hombres sean libres de su pasado, tendiendo una renovación en su mente.

Debemos levarlos a decidir ser hombres diferentes y despojarse de la vieja manera de vivir.

Sean renovados en su mente y que sea el fruto del Espíritu Santo el que more en ellas y no el de la
carne

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