Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
a. El rito
Víctor Turner (1969), en una de sus obras señala que “un rito es una secuencia
estereotipada de actos que comprenden gestos, palabras, objetos, etc… celebrado
en un lugar determinado con el fin de influir en las fuerzas o entidades
sobrenaturales en función de los objetivos e intereses de los que lo llevan a cabo”.
Es decir, la ritualidad está destinada a un propósito, no se experimenta en el
sinsentido. De allí que toda actividad humana puede llegar a considerarse un rito,
no solo las que tienen que ver con la religión. En el caso de la religión, sirven para
expresar en el exterior lo que se cree en el interior. cita
Además, agrega que “el rito no solo es un lenguaje simbólico, sino también un
conjunto de acciones llevadas a cabo por los participantes que están afectadas por
el rol que desempeñan en la representación del ritual” (Turner, 1969). Es imposible,
entonces, estudiar los ritos alejados de las realidades de quienes los practican.
1
las experiencias originales, no solo como una repetición mecánica de éstas, sino en
su carácter fundamental. cita
Es importante reconocer, entonces, que los ritos vividos en el país han marcado una
historia y una tradición; sin embargo, no pocos de ellos han sido cuestionados por
la poca trascendencia en la vida humana y la intolerancia de parte de quienes los
practican. Es necesario tratar de profundizar filosóficamente sobre estos.
b. Vitalidad ritual
Antes que nada, hay que clasificar los ritos en dos: aquellos que forman parte de la
identidad original del movimiento al que pertenecieron. En el caso del cristianismo,
podemos incluir la oración, el ayuno, la lectura de la Biblia y la comunión. En
segundo lugar, aquellos ritos que se van construyendo con el paso del tiempo en
las experiencias de cada comunidad. Éstos, aunque no son los primarios, forman
parte del desarrollo de fe de cada comunidad.
Un rito que ni entabla relación con Dios ni mejora la condición humana del que lo
practica, pierde su vitalidad y está destinado, quizá no a desaparecer, pero sí a ser
intrascendente en la misma religión y en el entorno social.
2
c. ¿Por qué decaen las experiencias rituales?
Parece ser que en todas las religiones hay señales de decaimiento ritual, mientras
nacen otras diferentes o se actualizan las que se viven. Sin embargo, ninguna
experiencia ritual aceptará desaparecer inmediatamente. Éstas que no quieren
desaparecer son las más peligrosas, porque son las que se tienen que imponer de
maneras que ya ni representan a la religión de la que participan.
Antes que nada, veamos la valiosa aportación que nos hacen Houseman y Severi
(1994) al decir que:
Las experiencias rituales decaen cuando, con el pasar del tiempo, ya no transmiten
los mismos mensajes que al principio. Es decir, los rituales van perdiendo poco a
poco su valor simbólico condenándolos a la interpretación de quienes los practican.
Al final de cuenta aparecen personas practicando rituales que no entienden o que
los usan con fines ajenos a los originales.
b. Rito y sociedad
4
Capítulo III – Panorama de transformación de la ritualidad cristiana
a. El modernismo
b. El hombre moderno
c. Religión del S. XXI
Reflexión final
Bibliografía
Hegel, G. W. (1983). Lecciones sobre filosofía de la religión: 2. La religión determinada. Madrid:
Alianza.
Kant, I. (1969). La religión dentro de los límites de la mera razón. Madrid: Alianza.
Mateos, J. (1981). Cristianos en fiesta: más allá del cristianismo convencional. Madrid: Cristiandad.
Turner, V. (1980). La selva de los símbolos: aspectos del ritual ndembu. Madrid: Siglo Veintiuno.