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COLEGIO SAN ESTEBAN DE LAS VIZCACHAS SUBSECTOR DE RELIGION

5º BÁSICO PROF. RICHAR PARRA R.

LOS SACRAMENTOS
COLEGIO SAN ESTEBAN DE LAS VIZCACHAS SUBSECTOR DE RELIGION
5º BÁSICO PROF. RICHAR PARRA R.

JESÚS ES BAUTIZADO

REFERENCIAS BÍBLICAS: Mateo 3, 13-17; Marcos 1, 9-


11; Lucas 3, 21-22
VERSÍCULO CLAVE: "En cuanto Jesús, salió del agua. De
pronto el cielo se abrió, y Jesús vio que el Espíritu de
Dios bajaba sobre él como una paloma. Se oyó
entonces una voz del cielo, que decía: 'Este es mi Hijo
amado, a quien he elegido' " (Mateo 3: 16-17, Dios
Habla Hoy).
CONCEPTO CLAVE: Siguiendo el ejemplo del bautismo
de Jesús, yo seré bautizado cuando tengo una edad
apropiada.

Sucedió que cuando Juan los estaba bautizando a


todos, también Jesús fue bautizado; y mientras oraba,
el cielo se abrió, y descendió el Espíritu Santo sobre él
en forma corporal, como paloma, y vino una voz del
cielo que decía: “Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo
complacencia.”(Is.42, 1; Mt.12,18; Mc. 9,35; 2 P 1, 17).

Lucas menciona muy brevemente el bautismo de Jesús,


pero subraya la presencia del Espíritu Santo que bajo
en forma de paloma, y se oyó la voz de Dios que indicaba la filiación divina de Jesús. Ambos
elementos confirman el origen divino del Señor.

APLICACIÓN A LA VIDA DIARIA: La vida de Jesucristo es el modelo que Dios nos ha dado ara que
siguiendo su ejemplo, nosotros vivamos vidas que le agradan a Él. Estudiando la vida de Jesús los
niños aprenderán: las prioridades que Él tenía, sus actitudes y sus hechos. El bautismo de Jesús fue el
evento que dio inicio a sus tres años de ministerio público. Con su bautismo Jesucristo se identificó
con la humanidad perdida, aunque Él no tenía pecado. En la actualidad el bautismo nos identifica con
Jesús y demuestra que hemos reconocido la necesidad de que Él sea nuestro Señor y Salvador. Hoy
serán desafiados a seguir el ejemplo de Jesús tanto en cosas como el bautismo como en su estilo de
vida.

COMENTARIO
Jesús después de 30 años vividos en el seno familiar se dispone a comenzar su vida apostólica o sea a
anunciar la Buena Noticia (Evangelio) del Reino de Dios al pueblo de Israel. Esta Buena Noticia llegará
también a nosotros a través de la Iglesia.
Jesús, antes de poner en marcha la gran obra del anuncio de su palabra de salvación,
que tendrá un alcance universal – en el tiempo y el espacio – necesita el respaldo del Padre que le
acredite frente a sus oyentes de su autoridad para hacerlo. Así, Jesús se vale de su primo Juan el
Bautista el cual se encuentra junto al rio Jordán bautizando a las gentes. Le pide ser Él también
bautizado igual que los demás, igual que los pecadores que se alinean esperando turno para recibir
de Juan el Bautismo de conversión. Este profundo acto de humildad de Jesús le vale la acreditación
del Padre como Mesías y Salvador del mundo a través del Espíritu Santo que se posa sobre Él. Esta
aparición del Espíritu se llama “Teofanía”, palabra griega que significa “Manifestación de Dios”.
Tanto en el Bautismo primitivo de Juan así como en el Bautismo actual de la Iglesia todo
apunta a la conversión, a la regeneración del espíritu, al perdón de los pecados, al “hombre nuevo”
como le llamará Pablo en sus Epístolas (Cartas). Cuando el dia de Pentecostés, estando reunidos los
apóstoles y María la madre de Jesús, recibieron,como primerísima Iglesia naciente, los dones del
Espíritu Santo, Pedro hizo al pueblo reunido en Jerusalén con motivo de la Pascua, el célebre discurso
que podríamos llamar inaugural de la predicación del Evangelio entre el cual destacan estas palabras
referidas al Bautismo :
“..Al oír esto, dijeron con el corazón compungido a Pedro y a los demás
apóstoles: «¿Qué hemos de hacer, hermanos?» Pedro les contestó:
«Convertíos y que cada uno de vosotros se haga bautizar en el nombre de
Jesucristo, para perdón de vuestros pecados; y recibiréis el don del Espíritu
Santo;..” (Hechos 2,37-38)

PREGUNTAS RELACIONADAS CON EL.

A.- ¿POR QUÉ FUE BAUTIZADO JESÚS?

1.- Claramente no por la misma razón por la que otras personas estaban siendo bautizadas por Juan.
 El de ellos era un bautismo para arrepentimiento y para la remisión de los pecados Mc 1, 4.
 Ellos estaban confesando sus pecados Mc 1, 5; Mt 3, 6.
 Jesús estaba sin pecado – Heb 4:15

2.- Jesús dijo que era para “cumplir toda justicia” Mt 3, 15.
 Era por los designios de Dios que el pueblo fuera bautizado por Juan. Lc 7, 29-30.
 Jesús estaba dispuesto a poner el ejemplo correcto para hacer la voluntad del Padre, algo
que hizo con agrado. Sal 40, 7-8; Jn 4, 34; 8, 29.

3.- También sirvió para introducirlo con Juan e Israel.


 Juan había estado proclamando que Él vendría. Mt 3, 11.
 Juan había estado diciendo que el Espíritu que vendría sobre Jesús sería una señal. Jn 1, 29-
34.

B. ¿CUÁL ES EL SIGNIFICADO DEL DESCENSO DEL ESPÍRITU Y DE LA VOZ DEL PADRE?

1. Ellos ciertamente dieron testimonio de quien es Jesús


 Así como el Espíritu lo haría posteriormente, por medio de las obras que hizo Jesús – Mt 12,
28
 Así como el Padre lo hizo posteriormente, en otra ocasión – Mt 17, 5

2. Ellos dieron también testimonio de la naturaleza de la deidad


 Por ejemplo, tres personas distintas en un Dios
 Sin embargo Uno en sustancia, hay una distinción para ser hecha entre el Padre, el Hijo, y el
Espíritu Santo. Mt 28, 19

CONCLUSIÓN
1. Con el bautismo de Jesús...
a. Fue introducido formalmente a Juan, y por él a Israel
– Jn 1:29-34. b. El Padre y el Espíritu audible y
formalmente Lo confirmaron como el Hijo. c. Jesús
demostró Su deseo para “cumplir toda justicia”
2. El bautismo de Jesús es ciertamente significativo para los
cristianos...
a. No fuimos bautizados por la misma razón que Él. b. Pero
ciertamente en confirmación de que Él era el Mesías. c. Y
mostrando la actitud que debería ser verdadera en todos sus
Discípulos.
Jesús no “necesitó” el bautismo porque Él estaba sin
pecado, pero de todas maneras fue bautizado porque fue la
voluntad del Padre para el hombre en ese momento. ¿Podríamos
nosotros que somos pecadores atrevernos a vacilar de hacer la
voluntad del Padre con relación al bautismo hoy en día? – Mt 28,
18-20; Mc 16, 15-16; Hch 2, 38.

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