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La función textual es el sentido que recibe el texto en un proceso comunicativo, o como el obje-
tivo que desempeña en el marco de una situación comunicativa.
Si bien varias funciones pueden ser características de un texto, el modo comunicativo en su tota-
lidad se determina normalmente por medio de una función. Esa función comunicativa dominante es
la función textual.
Fundamentos Teóricos
Los términos “orden”, “consejo”, “promesa” no describen acciones lingüísticas concretas sino ti-
pos de acciones lingüísticas. Hay una serie de recursos válidos convencionalmente que sirven para
señalar estos tipos. Son los indicadores ilocutivos:
1) Fórmulas performativas explícitas
2) Tipo de oración y esquema oracional
3) Partículas de mitigación e índices de modalidad
4) Contenido proposicional (aunque no puede señalar un determinado papel ilocutivo indepen-
dientemente del contexto)
5) Para la lengua hablada los rasgos prosódicos
Entre estos indicadores lingüísticos hay determinadas relaciones de dominancia. Sin embargo,
cada acción lingüística está incluida en un contexto accional y situacional por lo que hay que consi-
derar los indicadores de contexto. Éstos dominan por sobre los lingüísticos.
A partir de Grosse, Brinker define la función textual como la que señala el propósito comunicati-
vo del hablante expresado en el texto con determinados recursos válidos convencionalmente. Es el
propósito del emisor, la indicación al receptor acerca de cómo debe entender el texto.
Igual que el concepto de acto ilocutivo conecta el aspecto intencional y el convencional y esta-
blece el carácter accional de una expresión. Determina el modo comunicativo del texto.
Hay que distinguir la función textual del “propósito verdadero”. Éste puede coincidir pero no es
obligatoria. Para determinar la función textual es decisivo lo que el productor da a conocer.
Hay que delimitar la función textual del efecto que ejerce en el receptor porque el efecto no está
convencionalizado.
Sin embargo observa que no siempre la frecuencia de determinado tipo de oración semántica es
un indicador claro de la función textual. Introduce otros criterios de dominancia:
1) Factor apelativo → se expresa en palabras y expresiones valorativas y la frecuencia de figuras
retóricas. Le da al texto un “efecto persuasivo” (Función directiva)
2) Preseñal → títulos introductorios, descripciones genéricas. Orientan al interlocutor sobre la
función.
3) Reglas de acción → son reglas sociales que valen de manera suprasocial, intersubjetiva en el
grupo o en la sociedad.
Problemas:
- La frecuencia de ocurrencia es un indicador fundamental para funciones textuales
- Consideración aislada de expresiones
1) Señalización directa de función textual → formas y estructuras lingüísticas con las que el pro-
ductor expresa de manera explícita el tipo de contacto comunicativo.
2) Señalización indirecta de función textual → formas y estructuras lingüísticas con las que el
productor expresa de manera explícita o implícita su actitud respecto al contenido textual (especial-
mente el tema). Puede pronunciarse respecto a la verdad o probabilidad, al grado de certeza, señali-
zar su valoración, el grado de interés, su actitud psíquica. Son actitudes temáticas. Determinadas ac-
titudes se combinan más fácil con determinadas funciones textuales. Tampoco son indicador claro
de la función textual sino que señalan una determinada función en combinación con otros factores
3) Indicadores contextuales como marco situacional (especialmente institucional o ámbito social
de la acción y saber presupuesto).
Si el texto no incluye indicadores lingüísticos explícitos o tiene indicadores contrapuestos, sólo
se determina a partir del contexto.
Bühler considera el lenguaje como herramienta para que el productor se comunique con el recep-
tor sobre las cosas del mundo. Los signos funcionan simultáneamente como:
1) Símbolo → objetos y hechos de la realidad → función representativa
2) Síntoma → de la interioridad del productor → función expresiva
3) Señal → apelan al receptor → función apelativa
La clasificación de Searle tomó las funciones básicas de Bühler pero no son totalmente homogé-
neas porque la clasificación se fundamenta en criterios diferentes. La delimitación de Brinker se
apoya en un criterio unitario: el tipo de contacto comunicativo que el productor exterioriza fren-
te al receptor. La clasificación de Searle modifica lo siguiente:
a) Representativos → función informativa
b) Expresivos → función contacto
Queda así:
1) Función informativa → el productor hace entender al receptor que quiere transmitirle un sa-
ber.
La paráfrasis explícita es “Yo te informo a vos sobre el suceso x”.
Los verbos performativos son informar, comunicar, avisar, dar cuenta
Se une con actitudes temáticas de grado de certeza, posibilidad de saber del productor sobre la
verdad del contenido textual (partículas modales, adverbios oracionales). El emisor puede limitar el
grado de certeza a través de la cita de fuentes o uso de verbos y palabras modales.
Se puede combinar con la actitud evaluativa donde se informa al receptor sobre la valoración sin
querer influirlo en su actitud. Es compatible con una presentación lingüística “objetiva” o “subjeti-
va”.
2) Función apleativa → el productor hace entender al receptor que quiere llevarlo a asumir de-
terminada actitud y/o llevar a cabo una acción
La paráfrasis explícita es “Yo te exijo a vos que adoptes la actitud/que realices la acción x” o “Yo
quisiera convencerlo a usted de que x”
Los verbos son ordenar, pedir, aconsejar, recomendar, exigir, encargar, etc. Pero las estructuras
explícitas son raras. Los indicadores más frecuentes son:
a) Oraciones imperativas
b) Construcciones con infinitivo
c) Oraciones interrogativas
d) Oraciones con verbos modales (deber)
Hay actitudes que normalmente señalan la función apelativa (la actitud normativa o actitudes que
designan intereses del emisor) y otras que se relacionan frecuentemente pero no siempre con la fun-
ción (actitud evaluativa).
El emisor intenta que el receptor asuma su manera de ver las cosas, su valoración del suceso.
3) Función obligativa → el productor hace entender al receptor que se obliga a llevar a cabo una
acción.
La fórmula es “Yo me obligo a llevar a cabo la acción x”
Son textos fuertemente institucionalizados con verbos como prometer, obligarse, garantizar, ofre-
cer, etc.
Si no hay señales la función surge del contexto temático, de rasgos textuales internos.
5) Función declarativa → el productor da a entender al receptor que el texto crea una nueva
realidad, que la expresión exitosa significa la introducción de un determinado hecho.
“Yo mediante este acto hago que X valga como Y”
Son textos vinculados a instituciones sociales. La función se expresa de manera directa con fór-
mulas ritualizadas. Junto con las formas explícitas se usan también los títulos de las clases textuales.
Un texto concreto siempre es la realización del conjunto “Texto”. Las clases textuales son es-
quemas complejos de comunicación lingüística que se desarrollaron dentro de una comunidad en el
transcurso del desarrollo histórico-social sobre la base de necesidades comunicativas. Brinker se li-
mita a los “textos de uso” (no literarios)
¿Qué rasgos son centrales? → Isenberg dice que una condición esencial para la tipología es la
constitución de una base unitaria no sólo homogénea sino también aceptable que conduzca a distin-
ciones que confirmen el saber intuitivo de los hablantes.
Hay que investigar qué clases se utilizan, qué rasgos las definen en la vida diaria y luego inter-
pretarlas desde un punto de vista teórico-lingüístico.
El mundo cotidiano incluye muchas denominaciones de clases textuales, también son clasifica-
ciones muy ricas porque permiten finas distinciones. Dimter dice que los criterios decisivos para es-
tas clasificaciones son:
1) Criterios contextuales
a) Forma comunicativa: la situación es condicionada determinantemente por el medio utili-
zado para la transmisión de textos porque determina el contacto comunicativo entre los interactuan-
tes.
Son siempre multifuncionales, mientras que las clases textuales están vinculadas con una función
comunicativa.
b) Ámbito de acción → las situaciones están incluidas en ámbitos sociales que tienen nor-
mas de acción y valoración. No debemos determinar esos ámbitos a partir de sus contenidos sino a
partir de las relaciones sociales entre los participantes y distinguir tres ámbitos:
1) Privado → las personas se comunican como personas particulares
2) Oficial → los hablantes desempeñan papeles oficiales, son personas institucionales. Las reglas
de comportamiento y lo que es válido tienen un más alto grado de compromiso
3) Público → se opone al privado y puede superponerse al oficial. Son sobre todo los medios de
comunicación masiva.
Se han formado esquemas comunicativos y lingüísticos específicos para cada campo, incluso en
las formulaciones prototípicas.
Desde lo teórico se parte de la definición de que las clases textuales son esquemas convenciona-
les válidos para acciones lingüísticas complejas y pueden describirse como combinaciones típi-
cas de rasgos contextuales, funcional-comunicativos y estructurales. Se desarrollaron histórica-
mente y forman parte del saber de los hablantes. Aunque tienen un lado normativo, facilitan la tarea
comunicativa.
Las clases más fuertemente normadas están condicionadas hasta en su formación lingüística,
otras disponen de posibilidades distintas de realización, sobre todo en lo estructural. Exhiben mu-
chas variaciones también convencionalizadas y que pueden ser subtipos de esas clases.
No es posible separar exactamente dentro de la clase:
1) Los rasgos típicos de la clase de las condiciones de textualidad
2) Las cualidades individuales
La función textual define la clase de texto, mientras que las clases textuales particulares se deli-
mitan a partir de las categorías:
1) Forma de la comunicación
2) Ámbito de acción
3) Tipo de tema textual
4) Forma de despliegue temático
Estos criterios son para la delimitación de las clases, una descripción de las mismas tiene que
considerar los rasgos lingüísticos de los textos.