Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
En los estudios de los '70 se produjo un cambio de la idea de ambiente físico a la del entorno so-
cial. Pero el “medio” es, en realidad, tanto social como físico.
La lengua es el canal principal por el que el niño aprende a actuar como miembro de una socie-
dad, adoptar su cultura, sus creencias y valores. Eso no sucede por instrucción sino indirectamente,
mediante la experiencia acumulada. La conducta del niño es guiada y regulada a través de las rela-
ciones personales que establece y que se desarrollan por medio de los usos cotidianos del lenguaje.
Es decir, el lenguaje en el contexto social de la interacción.
La capacidad de hablar y entender surge y tiene sentido sólo porque hay otros organismos
semejantes alrededor.
Hay varias perspectivas en el estudio del lenguaje:
a) Lengua como sistema → área central
b) Lengua como arte → literatura
c) Lengua como conocimiento → perspectiva intra-organismos
d) Lengua como comportamiento → perspectiva inter-organismos. Es la opción sociolin-
güística. El lenguaje y el hombre social deben estudiarse en conjunto porque no pueden existir el
uno sin el otro. El lenguaje está visto como la función de todo el hombre.
Lo que interesa a este estudio es lo que el individuo puede hacer con la lengua, por lo que ésta es
explicada en términos de las funciones que ha desarrollado para servir.
Para el enfoque funcional la idea de “adquisición de la lengua” es errada porque sugiere que la
lengua es una especie de mercancía y esto tiene implicancias para, por ejemplo, la educación, por-
que sugiere que debido a sus antecedentes sociales, algunos niños no han adquirido en grado sufi-
ciente esa mercancía.
En la esfera psicológica hay dos criterios:
a) Nativista → hay una facultad específica del aprendizaje de la lengua, distinta de otras.
Aprender una lengua materna es encajar los patrones del lenguaje que oye en la estructura que ya
posee.
b) Ambientalista → El aprendizaje de la lengua no difiere de otros tipos de aprendizaje. Lo
que el niño posee es la capacidad de procesar algunos tipos de relación cognoscitiva sumamente
abstractos que sostienen, también, el sistema lingüístico. Las propiedades específicas de la lengua
no son innatas y el niño depende más de su medio.
La diferencia entre ambos enfoques es de énfasis en algunos aspectos:
a) Carácter esencial de la lengua → el enfoque nativista considera que hay una marcada dis-
tinción entre lo ideal y lo real y la lengua es un conjunto de reglas. Para el enfoque ambientalista la
distinción entre ideal y real no es tan clara, la lengua es un recurso para significado y lo gramatical
se convierte en lo aceptable.
Es falso el Problema de Descartes (pobreza de estímulo) porque el habla cotidiana, que es fluida,
está sumamente estructurada y estrechamente vinculada al contexto.
Una teoría funcional no es sobre los procesos mentales del aprendizaje sino sobre los procesos
sociales que confluyen en él. Aprender a hablar es el dominio de un potencial de comportamiento.
La lengua es una forma de interacción mediante la que se aprende.
¿A qué funciones de la vida de un niño contribuye la lengua? → antes de haber dominado una
lengua, el niño ya posee un sistema lingüístico para expresar algunos significados. Esta pregunta es
la más pertinente porque:
1) Podemos hacer la misma pregunta en cualquier etapa de la vida
2) Es mucho más fácil responder a esta pregunta respecto de un niño pequeño
3) Si el lenguaje es un medio para alcanzar fines sociales no necesitamos buscar más razones
para que lo aprenda. La lengua es como es por lo que tiene que hacer.
Uno de los problemas al estudiar el lenguaje de un niño pequeño reside en saber qué es lenguaje
y qué no es: en un contexto funcional podemos decir que cualquier sonido vocal (y gesto) que pue-
da interpretarse a una función reconocible del lenguaje es lenguaje (si la relación sonido/significado
es consistente).
Podemos observar el proceso mediante el cual el niño aprende a significar. Lo que el niño ad-
quiere es una amplitud del potencial de significado. Eso es el dominio de un número de funciones
elementales de la lengua. En un principio las opciones son reducidas pero aumentan rápidamente
cuando el potencial se ve reforzado por el éxito.
Los primeros sonidos verbales son usados para transmitir esos tipos de intención. Los significa-
dos que puede expresar al inicio son muy limitados, pero ha interiorizado el hecho de que el lengua-
je sirve para muchos propósitos. Al adoptar un punto de vista funcional podemos retroceder al prin-
cipio de del desarrollo lingüístico de un niño, llegando más allá del punto en que ha empezado a do-
minar estructuras, incluso más allá de sus primeras palabras.
Para que la lengua sea un medio de aprendizaje es fundamental que el niño pueda codificar con
lenguaje su experiencia en procesos del mundo exterior, y en las personas y cosas que participan en
ellos.
Estas funciones semánticas son la base de la organización gramatical que consiste en codificar
los significados que se desprenden de las funciones.
Biológicamente todos somos iguales, pero ecológicamente todos distintos. Sin embargo, la ex-
periencia personal única debe calificarse respecto a la cultura. Nuestro medio es conformado por la
cultura y las condiciones en que aprendemos la lengua están determinadas culturalmente en varios
sentidos:
a) El lenguaje que el niño aprende es el que oye → entorno lingüístico
b) La cultura forma nuestros patrones de comportamiento y nuestra conducta se ve mediada
por la lengua. Las normas culturales se representan y enuncian, marco de regulación, de instrucción
y de interacción personal con los padres y es socializado en los sistemas de valores y en los modelso
de conducta mediante el uso del lenguaje, al mismo tiempo que lo aprende.
¿En qué consisten esos códigos lingüísticos? → no son las palabras y las estructuras de la ora-
ción lo que diferencia entre códigos, sino el interés relativo en las diferentes funciones de significa-
do. Mejor dicho, son las clases de significado típicamente asociadas a ellas. Aunque el medio de
aprendizaje sea único, éste comparte características similares con otros medios sociales similares,
en el sentido materia, pero más profundamente en el de las formás de relación social y los sistemas
de función que lo rodean y que ejercen influencia en las opciones de significado que serán destaca-
das y recibirán preponderancia en distintas situaciones.
La experiencia debe hacer del niño un hombre social. Ésta es limitativa cuando la estructura so-
cial orienta al niño lejos de los modos de experiencia que la escuela necesita ya que para el éxito en
ella son necesarios ciertos modos de organizar la experiencia mediante el lenguaje, lo mismo que de
participar y de interactuar con la gente y las cosas. Puede haber una falta de concordancia entre sus
propios órdenes simbólicos de significado y los de la escuela, que obedece a distintos modelos de
socialización según la sección de la sociedad (que son función de las relaciones sociales
subyacentes).
Desde un punto de vista lingüístico los distintos códigos son distintas estrategias de uso del len-
guaje; los aspectos del sistema que se despliegan y enfatizan en cada uso son determinados por la
cultura, las relaciones sociales y los roles que cumple.
El lenguaje es un potencial → lo que puede hacer como hablante oyente → lo que puede signifi-
car → potencial de significado. No significa que no nos interesemos por lo real, pero así se puede
prestar atención a situaciones de uso del lenguaje teniendo en cuenta el medio regulador formado
por elementos no lingüísticos. Eso que no se puede especificar es el uso de cualquier expresión
dada, tampoco podemos enumerar todo el conjunto de sus posibles del lenguaje como un todo.
La capacidad para dominar las variedades de una lengua adecuadas a los diferentes usos es una
de las piedras angulares del éxito lingüístico, especialmente para el educando.
Viendo cómo se usa el lenguaje cotidiano encontramos que las situaciones que parecen infinitas
pueden agruparse en un pequeño número de tipos de situación. Algunos tipos desempeñan un papel
fundamental en el pasaje del lenguaje del niño al del adulto. Los tipos más importantes para la so-
cialización del niño son llamados contexto de socialización críticos por Bernstein:
a) Regulador → se enseñan reglas morales
b) Instrucción → aprende la naturaleza de las cosas y las personas y adquiere habilidades
c) Imaginativo o de Innovación → se alienta al niño a experimentar y recrear el mundo en
sus propios términos
d) Interpersonal → se le hace consciente de los estados afectivos propios y de los demás
Estos contextos ya aparecen en las funciones mediante las que el niño ha empezado a construir
un sistema lingüístico propio. La escuela necesita que el niño use el lenguaje de forma determinada
(para aprender), pero el lenguaje es un medio de expresión y participación personal (contextos inter-
personales). Todo niño ha dominado el uso del lenguaje para establecer relaciones personales o ex-
plorar su medio, pero el tipo de significados que un niño espera estén asociados a un contexto puede
diferir de lo que espere otro.
En las primeras experiencias con el lenguaje, el niño mantiene las funciones claramente separa-
das. Cuando empieza a hablar la lengua materna, los contextos de situación son complejos y
polifacéticos, con diversos hilos de significado simultáneos.
Los tipos de situación difieren por tres concptos:
a) lo que ocurre Determinan el espectro en el que se seleccionan los significados
b) los participantes y las formas que se usan para expresarlos → Determinan el
c) las funciones del lenguaje REGISTRO
No decidimos primero lo que queremos decir y luego le ponemos el ropaje adecuado al contex-
to. El contenido es parte de la planeación total porque no hay una división entre el 'qué' y el 'cómo';
todo lenguaje es lenguaje en uso.
Nuestro lenguaje también está determinado por lo que somos, esa es la base del dialecto. No está
sujeto a opción, pero en la práctica existe el fenómeno de conmutación dialectal. Así, el dialecto
viene a ser un aspecto del registro. Cuando los dialectos tienen distinto significado, la elección de
un dialecto es una elección entre áreas del potencial de significado.
El lenguaje adulto es un conjunto de recursos socialmente contextualizados ligados a situaciones
de uso. Ser “adecuado a la situación” no es algo optativo del lenguaje. No se puede separar lo que
se dice y cómo se lo dice porque eso implica pensar al lenguaje sin contexto. La distinción de regis-
tro es una distinción en qué se dice y cómo se lo dice sin separación. Así el lenguaje es la capaci-
dad de significar en los contextos sociales que son generados por la cultura. Interesa el potencial
de significado unido a las situaciones particulares, especialmente los que poseen importancia social
y cultural → sociosemántica: significado en un marco social o psicológica.