Sunteți pe pagina 1din 8

UNIVERSIDAD CATOLICA LOS ANGELES DE CHIMBOTE

Crecemos contigo
SISTEMA DE UNIVERSIDAD ABIERTA

CENTRO DE ULADECH:
HUARAZ

FACULTAD:
DERECHO Y CIENCIAS POLITICAS

ESCUELA PROFESIONAL:

DERECHO

APELLIDOS Y NOMBRES:

ROSAS ONCOY SESSY VANESSA

ASIGNATURA:
DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL

CICLO:
VIII

DOCENTE:
Abog. FRANKLIN GIRALDO NORABUENA

TEMA:
PROCESO DE HABEAS DATA Y CUMPLIMIENTO

HUARAZ – ANCASH – PERU

2019
INTRODUCCION

El proceso de hábeas data y proceso de cumplimiento, constituyen temas que


dentro del Derecho Procesal Constitucional tienen regulación reciente. Así, dentro
de nuestro ordenamiento jurídico constitucional recién fueron incorporados con la
Constitución Política de 1993.

El hábeas data, que en particular resguarda el derecho a la protección de datos


personales; y el proceso de cumplimiento orientado a la protección de la legalidad
de la normas y de los actos administrativos, han venido siendo pasibles de
frecuentes cuestionamientos, sobre todo en torno a la pertinencia de mantener su
presencia en los ordenamientos jurídicos como procesos constitucionales
autónomos.

Conforme lo establece el Art. 200° inciso 3) de la Constitución Política de 1993, el


proceso de hábeas data “procede contra el hecho u omisión, por parte de
cualquier autoridad, funcionario o persona, que vulnera o amenaza los derechos
a que se refiere el artículo 2° incisos 5 y 6 de la Constitución”.

El derecho de acceso a la información, puede ser entendido como aquella facultad


que tiene toda persona de conocer la información considerada disponible, dentro
del contexto de lo que se entiende por información pública y fuera de las
excepciones razonablemente establecidas (intimidad personal, seguridad
nacional, materias sometidas a reserva legal). Su trascendencia radica en que la
persona puede tener acceso a toda información que se encuentra en cualquier
entidad estatal y de este modo intervenir en los asuntos públicos, formarse una
opinión y participación informada en la actividad estatal, fiscalizar la gestión
pública e incluso participar en la toma de decisiones, eliminando de alguna forma,
los elementos generadores de corrupción a la par que fomentando el conocimiento
en el adecuado manejo de los recursos públicos y la transparencia de la gestión
pública.
HABEAS DATA

El proceso de hábeas data es un proceso constitucional de la libertad, reconocido


por la Constitución del 93 como una garantía constitucional.
Es el proceso constitucional que procede contra hecho u omisión, de parte de
cualquier funcionario, persona o autoridad que vulnera o amenaza los derechos a
solicitar información de cualquier entidad pública y a impedir que los servicios
informáticos, computarizados o no, públicos o privados, suministren información
que puede afectar la intimidad personal o familiar.

TIPOS DE HABEAS DATA

Hábeas Data Informativo, que sería aquella variante que tendría por objeto
proporcionar la información requerida por el demandante y que en un inicio le fuera
denegada; es decir, serviría para la finalidad del inciso 1) del artículo 61° del
Código Procesal Constitucional. Este tipo de hábeas data presentaría los
siguientes subtipos: exhibitorio, previsto para conocer qué se registró;
finalista, destinado a determinar para qué y para quién se realizó el registro;
y autorial, para averiguar quién obtuvo los datos incluidos en el registro.

El Hábeas Data Aditivo, por su parte, sería aquella variante, que buscaría agregar
más datos a aquellos que ya figuran en el registro. Esta adición podría consistir en
una actualización del dato (subtipo actualizador) o en una inclusión o
incorporación de alguno que no fue registrado (subtipo inclusivo). En este caso, el
hábeas data serviría para proteger dos de los aspectos de la autodeterminación
informativa (actualización e inclusión de datos), y que en nuestro ordenamiento
jurídico están previstos en el inciso 2) del acotado artículo 61° del Código.

El Hábeas Data Rectificador o Correctivo, estaría encaminado a proteger otro


de los aspectos de la autodeterminación informativa, a saber, la rectificación o
corrección de datos inexactos, falsos o erróneos que se registran sobre la persona,
y que por su propia naturaleza podrían vulnerar otros derechos constitucionales.
Por otro lado, el Hábeas Data Reservador, tendría por finalidad asegurar que un
dato sensible o privado que involucre otros derechos constitucionales, no sea
proporcionado a cualquier persona, sino únicamente a quienes estén legalmente
autorizados para ello. Como se observa, lo que se estaría protegiendo con este
tipo de hábeas data sería la confidencialidad de ciertas informaciones.

Por último, el Hábeas Data Exclutorio o Cancelatorio estaría destinado para la


eliminación o exclusión de aquellos datos que razonablemente hablando, no
debieran estar registrados, por constituir de alguna forma afectaciones a la
vigencia y eficacia de otros derechos constitucionales.

¿Cuando procede el habeas data?


Procede contra el hecho u omisión por parte de cualquier autoridad, funcionario o
persona que vulnera o amenaza los siguientes derechos:
- A solicitar la información que requiera o a recibirla de cualquier entidad
pública, salvo aquella que afecte la intimidad personal o que tiene que ver
con la seguridad nacional.
- A que los servicios informáticos computarizados o no, públicos o privados,
no den información que afecte la intimidad personal y familiar.

¿Ante quien se presenta la demanda de habeas data?


Ante los Jueces de Primera Instancia en lo Civil del lugar donde ocurrieron los
hechos o del domicilio del autor de tales hechos.
EL PROCESO DE CUMPLIMIENTO

Es un proceso constitucional que tiene como finalidad el cumplimiento y la eficacia


de las normas legales y los actos administrativos, es decir, la ejecución por parte
de la autoridad o funcionario público de las normas jurídicas con jerarquía de ley y
de los actos administrativos, a cuyo cumplimiento está obligado.
Es decir, como sostiene Samuel Abad, es un proceso mediante el cual los
particulares pueden reparar agravios a ciertos derechos e intereses subjetivos
derivados del incumplimiento, por parte de las autoridades o funcionarios públicos,
de mandatos establecidos en normas con rango de ley o en actos administrativo.

El proceso de cumplimiento opera ante la renuencia u omisión de la administración


pública de acatar lo dispuesto en una norma legal o en un acto administrativo,
convirtiéndose en un mecanismo de control de la inactividad de la administración.

El proceso de cumplimiento debiera proceder únicamente para los casos de la


inactividad material, por cuanto, es la técnica del silencio administrativo (positivo o
negativo, según sea el caso) la que responde por la inactividad formal de la
administración. Pese a ello, consideramos que el Código ha querido reforzar
mediante este proceso la ausencia de actuación de la Administración ante
requerimiento de los administrados.

La posibilidad de recurrir al proceso de cumplimiento demandando dicho


pronunciamiento constituye para los privados afectados por la inactividad formal
(o material) de la administración pública, un mecanismo de garantía adicional a los
que el ordenamiento administrativo les dispensa, como es el silencio administrativo
de carácter negativo o positivo que les permite reaccionar contra la conducta
omisiva por parte de la administración. O la posibilidad de iniciar el proceso
contencioso administrativo con el mismo propósito, e incluso iniciar un proceso de
amparo contra omisiones que tienen como consecuencia la vulneración de
derechos constitucionales.
En cuanto a la procedibilidad del proceso de cumplimiento cuando se trate de la
omisión de dictar un reglamento, el mandato debe de haber provenido de una ley
u otro dispositivo legal, y del mismo modo ha debido de vencer los plazos
establecidos para su dación.
CAUSALES DE IMPROCEDENCIA DEL PROCESO DE CUMPLIMIENTO

El Código incorpora ocho interesantes causales de improcedencia, que de alguna


manera delimitan el objeto y los alcances de este proceso, a efectos de minimizar
el uso indiscriminado que podría recaer sobre el mismo.

La primera causal está referida a las resoluciones dictadas por el Poder Ejecutivo,
el Tribunal Constitucional y el Jurado Nacional de Elecciones. Al respecto
establece que el proceso de cumplimiento no procede contra este tipo de
resoluciones. La justificación reside en que el cuestionamiento a las mismas se
efectiviza a través de los recursos impugnatorios previstos al interior de cada
proceso, habida cuenta, que si esto no es así, se estaría interfiriendo en el debido
proceso, además de que se estaría desnaturalizando el precepto constitucional de
independencia de la judicatura.
De igual modo, no procede acudir a este proceso para exigir que el Congreso de
la República apruebe o dicte una ley, toda vez que ello afectaría el principio de
división de poderes. Si bien, es obligación del Congreso legislar, no existe a nivel
constitucional un mecanismo que haga frente a esta omisión, por ello se deja a
libertad del legislador cuándo y sobre qué materias legislar, aunque muchas veces
no haya respondido a las expectativas de la población. Por otro lado, se ha dicho
que un eventual uso del proceso de cumplimiento para exigir del legislador
determinadas leyes, convertiría a los jueces en agentes políticos, lo cual importaría
una desfiguración de sus funciones y atribuciones.

Asimismo, no procede el proceso de cumplimiento para la protección de derechos


que pueden ser garantizados mediante los procesos de amparo, hábeas data y
hábeas corpus. En efecto, si existen mecanismos específicos para la tutela de
determinados derechos, lo idóneo es, que se recurra a dichos procesos para
alcanzar los objetivos concretos, dejándose al proceso de cumplimiento, en último
caso, la protección de derechos de origen legal que no tengan amparo en los
procesos referidos y cuya vulneración se dieron a consecuencia de la inactividad
administrativa.
Tampoco procede iniciar el proceso de cumplimiento, cuando se interpone con la
exclusiva finalidad de impugnar la validez de un acto administrativo, toda vez que
para ello están los recursos establecidos en el procedimiento administrativo, v.gr.
recurso de reconsideración, apelación, revisión.

En igual medida, el proceso de cumplimiento no procede cuando se demanda el


ejercicio de potestades expresamente calificadas por la ley como discrecionales
por parte de una autoridad o funcionario; porque en tales casos repele el principio
de separación de poderes que los jueces puedan situarse en una posición que por
mandato de una ley, sólo corresponde a la administración pública, suplantando la
discrecionalidad de la administración por la suya.

En los supuestos en los que proceda interponer el proceso competencial, tampoco


es procedente recurrir a un proceso de cumplimiento, toda vez que tiene que existir
identidad entre el objeto de cada proceso y la materia que se pretende garantizar.
Existiendo una vía específica para los conflictos de competencias que se pudieran
presentar en las atribuciones que se da a un determinado organismo estatal, sería
impropio adecuar otro para los mismos fines.

De la misma forma, no procede iniciar el proceso de cumplimiento cuando no se


ha cumplido con el requisito especial de la demanda, cual es el requerimiento por
parte del demandante de que previamente hay reclamado por documento de fecha
cierta el cumplimiento del deber legal o administrativo, y que la autoridad se haya
ratificado en su incumplimiento o no haya contestado dentro de los diez días útiles
siguientes a la presentación de la solicitud, conforme lo dispone el artículo 69 del
C.P.C.
Por último, tampoco procede el proceso que venimos comentando, si la demanda
se interpuso luego de vencido el plazo de sesenta días (útiles) contados desde la
fecha de recepción del documento de fecha cierta
BIBLIOGRAFIA

1) LA CONSTITUCION POLITICA DEL PERU DE 1993 – ART 200


2) DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL- Estudio Preliminar de
Gerardo ETO CRUZ

S-ar putea să vă placă și