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Génesis 27
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Génesis
Ministerio Pastoral
2019 – I
Introducción
El libro de Génesis está repleto de relatos, pero con la singularidad de adentrarnos cada
vez más a una historia particular en base a un linaje escogido divinamente. En este
siguiente trabajo, desarrollaremos un relato que ha tenido un valor significativo en la
cultura judía: la primogenitura. Por eso, el primer punto a abordar es el contexto,
datación y paternidad del texto. Nuestro texto es Génesis 27: 28-30.
1. Contexto
Contexto histórico
Contexto social
Contexto económico
Pero estas familias que eran hebreas ¿De qué se sostenían? En aquel tiempo, su sostén
económico era totalmente ganadero, pero con tendencias nómadas. En otras palabras,
este tipo de familia se encargaban de la crianza de animales yendo de un lugar a otro
(muchas veces zonas desérticas) para la alimentación de los animales. Esto se le conoce
como seminómadas (p. 124).
Contexto cultural.
Vila Ventura & Escuain (1985) agrega que un aspecto cultural relevante al texto por
estudiar es la herencia, esto es en base a la primegenitura que era el derecho exclusivo
de cada hijo mayor a la futura autoridad del patriarca y los bienes del clan (p. 952).
En el siguiente punto, vamos a comparar cada versión bíblica para el texto referido.
2. Paralelos de versiones
'Dios, pues,
te dé
Sírvante pueblos,
4. Palabras Clave
Sección 1:
ריבrob
Resumen
Sección 2:
a. ָעבַ דabád
Raíz primaria; trabajar (en todo sentido); por impl. servir, arar, cultivar, (caus.)
esclavizar, etc.: adorar, arar, culto, desempeñar, ejercer, esclava, honrar, librador, labrar,
ministrar, prestar, servidumbre, servir, siervo, sujetar, trabajador, trabajar (Strong,
2002).
El verbo se usa por primera vez en Gén. 2:5 (RVA): «Ni había hombre para cultivarla».
Dios encomienda al hombre la tarea de «cultivar y cuidar» la tierra (Gén. 2:15; Gén
3:23). En Gén. 14:4, «Habían servido a Quedorlaomer» quiere decir que fueron sus
vasallos. Dios dijo a Abraham que sus descendientes serían «esclavizados» por el
pueblo de una tierra extraña durante 400 años (Gén. 15:13).
A menudo 'abad se refiere a Dios: «Serviréis [«adoraréis» LBA] a Dios sobre este
monte» (Éxo. 3:12). El término se usa frecuentemente con otro verbo: «A Jehová tu
Dios temerás, y a él solo servirás» (Deu. 6:13), o «Si obedecéis cuidadosamente a los
mandamientos que yo os prescribo hoy, amando a Jehová, vuestro Dios, y sirviéndolo»
(Deu. 11:13 RV 95). Se ordena a todas las naciones: «Servid a Jehová con alegría» (Sal.
100:2). Durante el reinado del Mesías «Todas las naciones le servirán» (Sal. 72:11). El
verbo y el nombre pueden usarse juntos como en Núm. 8:11: «Servirán en el ministerio
de Jehová» (Vine, 1999).
b. לְ איםleóm
o לְ אויםleóm; de una raíz que no se usa significa reunir, congregar; comunidad: pueblo,
nación (Strong, 2002).
c. שָ חָ הshakjá
José vio en un sueño que las gavillas de sus hermanos se «inclinaban» ante su gavilla
(Gén. 37:7-10). Shajah es el término que comúnmente se usa para llegar ante Dios en
adoración (como en 1Sa. 15:25 y Jer. 7:2). A veces se usa otro verbo que significa
inclinarse físicamente, seguido por «adorar», como en Éxo. 34:8: «Y entonces Moisés,
apresurándose, bajó la cabeza hacia el suelo y adoró». Otros dioses e ídolos también son
objetos de adoración, postrándose delante de ellos (Isa. 2:20; Isa. 44:15, Isa. 44:17)
(Vine, 1999).
Resumen:
a. אָ ַררarar
Se encuentra por primera vez en Gén. 3:14 y 17 (RVA): «Serás maldita entre todos los
animales domésticos… Sea maldita la tierra por tu causa». Más de la mitad de todos los
casos se encuentran en esta modalidad. Es una declaración de juicio sobre los que
quebrantan el pacto, como por ejemplo en Deu. 27:15-26, donde se repite doce veces:
«Maldito el hombre».
Los paganos se valían del poder de la «maldición» para deshacerse de sus enemigos,
como cuando Balac procuró a Balaam: «Ven y maldíceme a este pueblo» (Núm. 22:6
RVA). Israel usaba en sus ceremoniales «el agua amarga que acarrea maldición» (Núm.
5:18 ss RVA).
b. בָ ַרְךbarak
Raíz primaria; arrodillarse; por implicación bendecir a Dios (como acto de adoración), y
(viceversa) al hombre (como beneficio); también (por euf.) maldecir (a Dios, o al rey,
como traición): arrodillarse, bendecir con abundancia, dar bendición, bienaventurado,
blasfemar, loar, maldecir, dichoso, proferir, saludar (Strong, 2002).
La raíz de esta palabra se encuentra en otras lenguas semíticas, las cuales, como la
hebrea, lo usan con mayor frecuencia con referencia a un dios. Existen también
paralelos del vocablo en egipcio.
Barak aparece unas 330 veces en la Biblia, comenzando por Gén. 1:22: «Y Dios los
bendijo, diciendo: Fructificad y multiplicaos». Las primeras palabras que Dios dirige al
hombre comienzan de la misma manera: «Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y
multiplicaos» (v. 28). De esta manera se demuestra que toda la creación depende de
Dios para su continua existencia y multiplicación (cf. Sal. 104:27-30). Barak se usa otra
vez en relación al género humano en Gén. 5:2, al principio de la historia de los hombres
de fe, y de nuevo después del diluvio en Gén. 9:1: «Bendijo Dios a Noé y a sus hijos».
El elemento central del pacto de Dios con Abram es: «Te bendeciré… y serás
bendición. Bendeciré a los que te bendijeren… y serán benditas en ti todas las familias
de la tierra» (Gén. 12:2-3). Esta «bendición» sobre las naciones se repite en Gén. 18:18;
Gén. 22:18; y Gén. 28:14 (cf. Gén. 26:4; Jer. 4:2). En todos estos casos, la bendición de
Dios se dirige a las naciones a través de Abraham o su simiente. La Septuaginta traduce
todos estos casos de barak en el pasivo, como lo hacen también algunas traducciones
modernas. Pablo cita la traducción en la Septuaginta de Gén. 22:18 en Gál. 3:8.
La promesa del pacto convocó a las naciones a buscar la «bendición» (cf. Isa. 2:2-4),
pero dejando bien en claro que la iniciativa para la bendición proviene de Dios, y que
Abraham y su simiente debían ser instrumentos de bendición. Dios, ya sea en forma
directa o a través de sus representantes, aparece más de 100 veces como el sujeto de este
verbo. La bendición levítica está basada en esta orden: «Así bendeciréis a los hijos de
Israel… Jehová te bendiga… y pondrán mi nombre sobre los hijos de Israel, y yo los
bendeciré» (Núm. 6:23-27) (Vine, 1999).
Resumen
Esta es la confirmación de la promesa, por la cual Dios, cuando recibe a los fieles bajo
su protección, declara que será un enemigo de sus enemigos. Toda la fuerza de la
bendición se dirige a este punto, que Dios demostrará ser un padre bondadoso para su
siervo Jacob en todas las cosas, para que él lo constituya el jefe y el jefe de un pueblo
santo y electo, lo preservará y Defiéndelo con su poder, y asegurará su salvación frente
a enemigos de todo tipo.
Conclusiones
Vine, W. E. (1999). Vine: Diccionario expositivo de las palabras del Antiguo y del
Nuevo Testamento (Exhaustivo). Nashville, TN: Caribe.