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12/2017
12/2017
Capítulo Uno
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Para: murphy.n@prowl.com
De: morgan.c@prowl.com
Asunto: Mi jefe es un hombre lobo gruñón y pienso que él 14
quiere comerme!!!
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Para: morgan.c@prowl.com
De: murphy.n@prowl.com
Asunto: RE: Mi jefe es un hombre lobo gruñón y pienso que
él quiere comerme!!!
—Mierda.
Si alguien en RH trajera el correo electrónico a la atención
de Evan West, su vida en la revista Prowl terminaría.
—Estoy siendo despedido, —se dijo. Vio el movimiento del
escritorio más cercano al suyo y se volvió para mirar al tipo
que estaba allí. Tenía veinticinco años, igual que Cole, y
tenía un tatuaje en la muñeca, desapareciendo por la manga.
—¿Por qué te despiden? —Le preguntó el tipo. —Acabas de
llegar. ¿Qué podrías haber hecho?
—Envié un correo electrónico a mi amiga sobre lo caliente
que está el jefe, usando mi correo electrónico del trabajo, —
confesó Cole. Vio al hombre encogerse y sacudir la cabeza.
—Sí, estás jodido.
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Evan podría haberlo hecho sin la noche con la familia. Todo
lo que quería hacer era volver a su apartamento, servirse una
copa de whisky, y encontrar un juego para ver en la
televisión. En cambio, tuvo que ver a toda su familia para
cenar. El primer domingo de cada mes, la familia por lo
general se reunía en la casa de los abuelos de Evan, a las
afueras de la ciudad. La cena había sido aplazada un día
debido a que la novia de Jared estaba fuera de la ciudad.
Naomi había estado en Nueva York comprando piezas para
unas cuantas sesiones fotográficas y voló a Seattle esa misma
tarde.
Evan aparcó su coche en el camino de grava que estaba
fuera de la gran casa de campo de sus abuelos. Salió del
coche y lo cerró con llave. Realmente no estaba deseando que
esto sucediera, sobre todo porque Naomi era amiga del nuevo
tipo. Conocía a Kelly, ya les había contado todo acerca de
cómo su lobo había reaccionado ante el olor del hombre. Vio
que la mayor parte de su familia ya estaba allí, ya que la
entrada estaba llena de coches.
—Evan, —su abuela, Eden, lo recibió calurosamente. —
Cariño, cada vez te veo más guapo.
Evan no pudo evitar sonreír cuando se enfrentó a su
abuela. Siempre había sido muy cercano a sus abuelos.
Envolvió a la anciana en sus brazos, apretándola 19
fuertemente.
—Bueno, abuela, eso es porque me ocupo de ti.
Edén se echó a reír y le golpeó suavemente en el hombro.
—Cómo sigues soltero, nunca lo sabré.
Evan rió y siguió a su abuela a la casa. La casa y los 12/2017
terrenos circundantes habían estado en la familia durante
generaciones. Todos los miembros del grupo pasaron tiempo
allí, ya fueran familiares o no. En el verano, tenían cocinas al
aire libre y fiestas en la piscina, en el otoño tenían fiestas de
hoguera, para la temporada de Navidad se reunían todos, y
en la primavera, ponían la caza de huevos de Pascua para los
niños.
Podría ser un dolor en el culo tener tanta gente alrededor,
todos ellos pensando que tenían derecho a interferir en su
negocio, pero también podría ser bastante gratificante.
Siguió a su abuela por el vestíbulo y entró en la cocina, el
verdadero corazón de la casa. Su madre, Julia, estaba con
Kelly de pie junto al mostrador. Kelly parecía una versión
más joven de su mamá. En realidad, era un poco
espeluznante. Se parecía más a la madre de Evan que a la de
ella. Las dos mujeres estaban robando algo de la comida que
su abuela ya había hecho.
—Deja un poco para el resto de nosotros, —bromeó Evan
antes de pasar y colocar un beso en la mejilla de su madre.
Sólo eran los dos de su familia inmediata. Con su madre
siendo una West, Incluso había tomado su apellido en
contraposición a su padre. Dado que el hombre no aparecía
desde que Evan tenía nueve años, tenía que decir que estaba
contento por eso. 20
Levantó las cejas a Kelly, como si se atreviera a burlarse
más de él por lo que había ocurrido antes. Su prima le sonrió
dulcemente.
—¿Dónde está el abuelo? —preguntó, volviéndose hacia su
abuela. Incluso cuando su padre todavía estaba en la foto, 12/2017
Evan siempre había mirado a su abuelo como un modelo a
seguir. Él fue el que había llevado a Evan a pescar en el
barco y le enseñó a controlar su primer cambio.
Eden puso los ojos en blanco.
—Probablemente en su oficina. Sigo tratando de hacer que
se ralentice, pero ya sabes lo obstinado que es.
—Por favor, —dijo Julia mientras tomaba un rollo de pan
con mantequilla y lo mordía. —El día en que papá se retire
será el día en que lo enterremos.
Evan tenía que estar de acuerdo con su mamá allí. Su
abuelo tenía tantos negocios diferentes y trabajó tan duro
para asegurarse de que todos fueron un éxito. Evan pensó
que el viejo lo amaba, sin embargo.
—Voy a saludarlo —dijo Evan a los demás. Besó de nuevo a
su madre en la mejilla y fue en busca de su abuelo. Al pasar
por la sala, vio a su primo Jared con su novia Naomi sentada
en el sofá. Le saludó con la mano y le dio un saludo rápido
antes de seguir adelante.
—Abuelo, —dijo mientras llamaba a la puerta del despacho
del anciano.
—Entra, Evan.
Se dejó entrar y sonrió al ver al anciano. El hombre estaba
sentado en su tumbona con un vaso de whisky y un cigarro
colgando de su boca. 21
—No le digas a Eden. Odia tener el olor en la casa.
Evan sacudió la cabeza divertido y se sentó en la silla
frente a su abuelo.
—Sabes que todos somos hombres lobo, ¿verdad? No hay
cómo esconder ese olor, —señaló Evan. 12/2017
—Sí, pero para el momento en que nos sentemos a comer, el
cigarro se habrá ido y será demasiado tarde para que me lo
quite de encima —comentó Lenard. Se metió en el lado de su
tumbona y sacó una caja de plata, ofreciendo un puro a Evan.
—No, gracias.
Lenard se encogió de hombros y volvió a guardar el
estuche.
—¿Entonces qué hay de nuevo? ¿Tú llevas mi revista a la
bancarrota?
—¿Quieres decir que mi revista?
Lenard rió entre dientes y guardó su cigarro en un
cenicero.
—Y como bien sabes, las ventas han subido desde que
asumí el control —le dijo Evan a su abuelo.
—Sí, sí. ¿De qué querías hablar conmigo?
—Queremos enviar a un redactor humano al nuevo hotel
para que haga un estudio sobre cómo se siente un humano
estando en un hotel sólo para hombres lobo, —le dijo Evan.
—Es básicamente simple, y sabes que no lo haría si no
pensara que el hotel no fuera amistoso. Piensa en ello como
una buena publicidad.
—Eso no es una mala idea, de hecho. Desde que
comenzaron a surgir estos hoteles, los humanos entraron en
un frenesí. No es como si los humanos no son bienvenidos, si 22
están acompañados por un lobo. Es sólo que atienden más a
las necesidades de un lobo
Evan asintió con la cabeza.
—Sí.
—Está bien. Este redactor tuyo necesitará un lobo para ir 12/2017
con él. Te puedo dar una suite por una noche —dijo Lenard.
—Él no es mío, —se oyó Evan insistir antes de que pudiera
detenerse. —Quiero decir que trabaja para la revista. Es
nuevo. Acaba de empezar hoy. Ni siquiera lo conozco.
Lenard alzó las cejas a su nieto.
—Si tú lo dices.
Evan tosió en su mano y se levantó de la silla.
—Bien, gracias. Sólo dime qué día funciona para ti.
Lenard asintió con la cabeza, con una sonrisa omnisciente
en su rostro. Evan se volvió y salió de la oficina,
preguntándose qué demonios le pasaba.
Capítulo Tres
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Cuando Cole entró en la sala de juntas donde se celebraba
el seminario, vio a Evan y Kelly West sentados a un lado. De
inmediato, ambos lo miraron y se encontró tratando de
reprimir un estremecimiento. Rápidamente tomó asiento al
lado de Andrew en la primera fila, ya que las sillas en la
parte de atrás ya habían sido reclamadas. Como la mesa la
habían puesto hacia la parte de atrás, la habitación parecía
mucho más grande.
—Señor Morgan y... —Señora de RH miró alrededor de la 25
habitación pero volvió a la persona sentada junto a Cole. —
Señor Moyles. ¿Por qué no vienen aquí y empezamos?
Cole sintió que sus venas se inundaban repentinamente
con agua helada. Esta era la última cosa que quería hacer,
especialmente frente a toda esa gente. Tal vez si hubiera 12/2017
estado trabajando allí un poco más, y hubiera hecho algunos
amigos más, entonces no sería tan horrible. Mientras seguía
a Andrew hasta el frente, captó la mirada simpática de
Naomi desde el fondo de la habitación. Se aseguró de no
mirar a Evan.
—Muy bien, —dijo la señora RH con una sonrisa una vez
que los dos estaban frente a los demás. —Bien, vamos a
empezar con un poco de rol.
Hubo varios gemidos de la muchedumbre e incluso algunas
risitas. Sin duda venían de la gente que gustaba ver a otros
humillarse.
—Señor Moyles, va a pretender que está interesado
románticamente en el señor Morgan y que quiere invitarlo a
una cita. Puede demostrarnos la forma adecuada para hacer
eso?
Andrew alzó las cejas hacia Cole y se encogió de hombros.
—Por supuesto. Um. Oye, Cole, ¿cómo te va?
Andrew estaba exagerando a propósito o él era
naturalmente muy malo en ello. Cole consiguió reprimir una
sonrisa.
—Estoy bien, gracias, ¿cómo estás?
—Estupendo. ¿Quieres salir conmigo algún día?
Antes de que Cole pudiera responder, la señora RH los
interrumpió. 26
—Muy bien. Ahora, señor Morgan, quiero que le diga,
amable pero firmemente, que no le interesa.
Cole asintió y se volvió hacia Andrew.
—Gracias por tu oferta, pero no estoy interesado.
—Vamos, —dijo Andrew con una voz intencionadamente 12/2017
atractiva. —Mi hermano mayor me dijo que no puedes
quedar embarazada si me retiro pronto.
Hubo varias risitas entre la multitud, y Cole no pudo evitar
juntarse con ellos.
La Señora RH tosió fuertemente en su mano y le lanzó a
Andrew una mirada sucia.
—Señor Moyles, si no va a tomar esto en serio, entonces le
pediré que se siente de nuevo.
Andrew sonrió burlonamente a Cole, claramente feliz de
que ya no tuviera que actuar en esta charada. El chivato
sabía exactamente lo que estaba haciendo.
—Señor West, —dijo Señora RH con una gran sonrisa en su
rostro, —Estoy seguro de que un profesional como usted
puede mostrarles cómo se hace.
Cole se congeló. Se volvió lentamente para mirar a Evan y
vio que el hombre estaba mirando con fuerza hacia el suelo.
Finalmente, se levantó y se dirigió al frente. Nadie se atrevía
a hacer bromas, ni siquiera sonidos, en realidad, mientras
caminaba. Se puso de pie frente a Cole y los dos hicieron
contacto visual. Estaba claro que Evan estaba enfadado con
él por ponerlos a todos en esta situación para empezar.
—Está bien, esta vez me gustaría que el señor Morgan
tuviera un turno, —dijo Señora RH. 27
—¿Qué? ¿Quiere que lo haga ahora?
—Involúcrese en lo que crea que es un flirteo apropiado en
el lugar de trabajo.
Oh Dios, Cole pensó mientras sus ojos recorrieron la cara
perfecta de Evan West. Mátame ahora. 12/2017
No tenía ni idea de qué decir. Él no era particularmente
bueno en coquetear en una situación real, y mucho menos en
uno inventado. Empujó sus gafas por la nariz con el dedo
medio y trató de concentrarse en algo para felicitar a Evan.
No menciones su cuerpo, la mente de Cole proporcionó
servicialmente. Eso es demasiado sexual. No sus labios ni su
nariz sexy. ¿Desde cuándo las narices pueden ser sexy? Huh.
Bueno, me está viendo raro. ¿Cuánto tiempo lo he estado
mirando fijamente? Di algo. Cualquier cosa. Sus ojos son
bonitos. Elogia sus ojos. No, eso es demasiado personal.
—Tienes lindas cejas —dijo Cole, casi gritando.
Sus cejas se levantaron ante su arrebato.
—¿De verdad? ¿Así es como coqueteas?
Cole rápidamente se tragó su vergüenza y decidió
comprometerse con su terrible sabor en las conversaciones.
—Son cejas bien formadas, gruesas y bien cuidadas. ¿Las
depilas?
Había varios sonidos de risa procedentes de su audiencia.
Evan West se veía más allá de harto. Suspiró profundamente
antes de responder.
—No, no me las depilo.
—Oh. —Miró a Barbra, o como se llamara, esperando a que
dijera algo. Incluso la señora RH lo miraba como si fuera raro
total. Con los ojos, en silencio le pidió ayuda. Parecía algodón 28
encendido y asintió con la cabeza.
—Muy bien, gracias, señores. ¿Por qué no vamos a la
presentación de PowerPoint que he preparado para todos
ustedes?
Hubo otra ronda de gemidos. Cole miró a Evan 12/2017
nuevamente, pero el hombre lobo ya estaba caminando de
vuelta a donde estaba sentada su prima, mordiéndose los
labios en un intento de no reírse.
Cuando Cole hizo su camino de regreso a su asiento,
sinceramente deseaba que la tierra se abriera y se lo tragara.
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12/2017
Capítulo Cuatro
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12/2017
Capítulo Ocho
A: morgan.c@prowl.com
De: west.e@prowl.com
Asunto: Tu asignación actual. 82
Hay algunas cosas que me gustaría hablar contigo acerca
de tu artículo sobre los hoteles hombre lobo. Por favor pasa
por mi oficina cuando tengas un minuto.
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Evan West
Editor en Jefe, Revista Prowl.
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12/2017
Capítulo Diez
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Cole no sabía muy bien por qué, pero se sentía nervioso por
ir a casa de los abuelos de Evan para el fin de semana. Ya
había conocido a la mayor parte de la familia inmediata de
Evan, pero no había conocido a su abuela todavía. Teniendo
en cuenta lo cercanos que ellos eran, Cole tenía más que un
poco de miedo.
Sin embargo, había elegido una camisa bonita y había
recogido un ramo de flores para la anciana de una floristería
real en lugar de una estación de gas o de un supermercado.
Es de esperar que ayude a conquistarla.
Las flores estaban actualmente en el fregadero de Evan en
un vaso de agua y habían estado allí desde ayer. Se esperaba
que durarían los cuarenta minutos de duración del viaje en el 172
coche de Evan.
Estaba sentado en la mesa de la cocina con su portátil
abierto delante de él tratando de obtener la mayor cantidad
del artículo acabado como fuera posible para poder
presentarlo a Evan y Kelly el lunes. Hasta ahora, había sido 12/2017
distraído por llamadas telefónicas ansiosas de Naomi sobre el
hecho de que ella se reunía pronto con su hijastra por
primera vez y los textos constantes de Evan, que estaba
claramente aburrido sin él.
Cuando por fin se sentía como si estuviera cerca de
terminar, sonó el timbre de la puerta. Refunfuñando para sí
mismo, se dirigió a la puerta principal y presionó el
intercomunicador.
—¿Hola?
—Señor Morgan, es una mujer joven que quiere verlo
llamada Angel, —dijo el portero. Todavía le parecía raro a
Cole que el portero le saludara por su nombre cada vez que
llegaba a la casa de Evan. Él sabía que Evan había decidido
no ver a Angel, pero Cole no pudo evitar sentirse mal por la
chica. A juzgar por lo que le había dicho el día que se
conocieron, sonaba como si ella realmente no tenía a nadie en
su vida.
—Sí, vale. Déjala subir.
Se pasó la mano por la cara y se dejó caer contra la puerta.
Evan iba a matarlo por esto, pero no podía darle la espalda a
la chica. No sabía lo que iba a decirle, pero se sentía como si
le debiera algo. Incluso si le podía hablar suavemente en
tomar la indirecta y renunciar ver a Evan, él estaría
haciéndole un favor. 173
A pesar de que se lo esperaba, la llamada a la puerta
todavía lo hizo saltar un poco. Se dio la vuelta y abrió la
puerta, pero antes de que estuviera abierta del todo, la
puerta fue empujada hacia adentro, golpeando a Cole en la
cara y enviándolo hacia atrás. 12/2017
—Ay, carajo, —gritó mientras se tambaleaba hacia atrás.
Se llevó la mano a la nariz y la notó llena de sangre. —¿Qué
demonios?
Un hombre de unos cincuenta años irrumpió en el
apartamento con Angel cerca de él. Ella cerró la puerta con
llave, mientras que el hombre empujó a Cole contra la pared.
—¿Dónde está su ordenador? —Preguntó el hombre con
una voz terriblemente tranquila. Cole lo miró con los ojos
llorosos y supo de inmediato quién era este hombre. No había
nadie más que podría ser.
—Carlos.
Capítulo Diecisiete
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12/2017
Capítulo Dieciocho
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Carlos sonrió a Angel mientras le entregó el trozo de papel.
Cole no podía creer que su novio podría ser tan estúpido.
Normalmente era mucho más inteligente que eso. Observó
con horror cómo Carlos puso su mano en la parte posterior de
la cabeza de Angel y la atrajo hacia él antes de darle un beso 12/2017
en los labios.
¿Qué carajo? Pensó en la visión seriamente espeluznante.
Voy a vomitar.
—Buen trabajo, bebé, —dijo Carlos antes de pinchar en la
contraseña.
La sala se llenó con un pesado silencio mientras todos
esperaban para ver si había funcionado. No estaba seguro de
qué demonios estaba pasando con Angel y Carlos, pero sabía
que él todavía no sabía toda la historia.
—¿Qué estás buscando allí? —se oyó preguntar. Se encogió,
preguntándose por qué demonios estaba llamando
intencionadamente la atención sobre sí mismo.
Hubo un sonido de advertencia del ordenador antes de
cerrarse.
—Maldita sea, —gritó Carlos. —Ese código hizo que se
apagara y no se pondrá en marcha de nuevo. Maldita sea, a
la mierda.
Por lo tanto, Cole pensó, Evan no es tan estúpido después
de todo.
—Cálmate, —Angel le dijo a Carlos, frotando su mano
arriba y abajo del brazo. —No ha terminado. Todavía lo
tenemos.
Ambos miraron a Cole y sintió que su sangre se enfriaba. 183
—Mira, lo que sea que ustedes quieren, no sé nada, —les
dijo, empujándose a sí mismo de espalda contra la pared
como pudo.
—Íbamos a transferir el dinero de su cuenta a
continuación, irnos, —dijo Carlos a Angel, ignorando por 12/2017
completo el comentario de Cole. —Ahora quieres que
tomemos un rehén y chantajeemos a Evan? ¿Qué tan bien
piensas que va a ir? Ya sabes, si sólo le hubieras convencido
de que eras su querida hermana perdida, como se suponía
que iba a ser, él te habría llevado y habrías tenido semanas
para resolver esto, pero una vez más, te equivocaste.
Angel se estremeció y miró a Carlos a través de los ojos
grandes y tristes. Todo lo relacionado con los dos era tan
jodido. Todo lo que Cole podía pensar era la suerte que Evan
tuvo de salir de ese lado de la familia cuando todavía era
joven.
Angel puso las manos en la cintura de Carlos y se apoyó en
él lentamente.
—He intentado, ¿de acuerdo? Evan es como una piedra. Es
un idiota sin corazón... excepto cuando se trata del humano.
Es un poco patético, realmente.
Cole quiso protestar, pero él estaba demasiado horrorizado
cuando vio a Angel besar a Carlos. No era un casto beso que
Cole podría pasar como un poco raro. Fue un beso intenso.
—Oh mi Dios. Por favor dime que tú no eres realmente
hermana de Evan—él dijo, esperando como el infierno estar
en lo correcto. 184
12/2017
Capítulo Diecinueve
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Evan puede no haber sido la más amable de las personas.
Kelly a menudo se burlaba de él por su ceño casi permanente.
Sin embargo, cuando se trataba de las personas de edad, era
un hombre completamente diferente. Las ancianas tienden
especialmente a quererlo. Tal vez fue porque estaba tan cerca
de su abuela que siempre se ofreció a ayudar a llevar las
compras de la mujer de setenta y ocho años, que vivía en el
piso debajo de él. La señora Carson, que se había quedado 188
viuda el año pasado, siempre le decía lo buen chico que era.
—¿Estás seguro de que no deberíamos esperar a la policía?
—Jared le preguntó al entrar en su edificio de apartamentos.
Después de su conversación con Angel, Evan había sacado su
coche a un lado de la carretera y pedido refuerzos en forma 12/2017
de Kelly, Jared, y Naomi.
—Estoy seguro, —insistió Evan. Se acercó a su portero que
le sonrió vacilante.
—Señor West. Esa chica se presentó aquí de nuevo, pero su
amigo la... dejó subir, —le dijo. —Espero que estaba bien.
Evan se inclinó hacia el hombre.
—Escúchame con atención. Te necesito para que llames a
la policía en diez minutos. No antes, no después, en diez
minutos. ¿Puedes hacer eso?
Los ojos del portero se abrieron.
—Por supuesto, pero ¿por qué? ¿Qué está pasando?
—Diles que dos hombres lobo están sosteniendo un rehén
humano en mi apartamento. En el momento en que lleguen
aquí, habrá cuatro hombres lobo más adentro que somos
nosotros. Asegúrate de que les dices eso, de acuerdo?
El hombre asintió con rapidez y cogió el teléfono.
—Diez minutos.
Evan asintió con la cabeza y tocó su hombro en señal de
agradecimiento.
Los cuatro se metieron en el ascensor y Evan sacó su llave
antes de entregarla a Kelly.
—¿Sabes qué hacer?
—Sí, —dijo. —Naomi y yo esperamos hasta que la policía
aparezca y abrimos la puerta. 189
—Él va a estar bien, Evan, —Naomi le aseguró. —Es un
hombre duro.
Evan estaba demasiado nervioso para estar de acuerdo con
ella. No dejaba de pensar de nuevo en la noche en que había
luchado con Carlos siendo un niño. Había visto al hombre que 12/2017
creía que era su padre tratando de ahogar a su madre. Ahora
todo lo que podía ver era a Cole recibiendo el mismo destino
exacto, excepto que Cole era un ser humano. Cole era
rompible. Evan no podía perderlo. Simplemente no era una
opción.
El ascensor sonó en el piso por debajo de su apartamento y
él y Jared salieron. Antes de que las puertas se cerraran,
Jared se inclinó y besó a Naomi directamente sobre los
labios.
—Ten cuidado, —dijo.
—Igualmente.
Caminaron por el pasillo hasta el apartamento de la señora
Carson en silencio. Cada fibra de su ser estaba furiosa de que
Carlos estuviera cerca de su compañero. Él iba a rasgar al
bastardo.
—Hay que mantener la calma, hombre, —Jared le dijo en
voz baja cuando se detuvieron frente a la puerta del
apartamento. —Puedo sentir que vibras.
Evan sabía que su primo tenía razón. Él asintió con la
cabeza antes de golpear la puerta fuertemente. La señora
Carson se había vuelto un poco dura de oído en su vejez. La
oyó moverse dentro, tomándose su tiempo para llegar a la
puerta. Fue casi doloroso obligándose a permanecer inmóvil
durante todo ese tiempo. Cuando la puerta se abrió 190
finalmente la anciana se iluminó con una sonrisa.
—Evan, hola querido.
Evan forzó en su mejor sonrisa.
—Hola, señora Carson. Tiene buen aspecto, —le dijo.
—Oh, mentiroso, —dijo con una sonrisa. —No he tenido mi 12/2017
cabello arreglado en semanas.
Antes de que ella empezara a hablar con él acerca de su
peluquero, como lo había hecho muchas veces en el pasado,
Evan puso su mano sobre el hombro de Jared.
—Este es mi primo, Jared, —dijo. —Fuimos a comer con la
familia y yo dejé las llaves en el lugar de mis abuelos.
—Oh querido.
—No le importaría dejarme usar su balcón, ¿verdad? —
Preguntó Evan. —Podría subir hasta el mío y entrar.
—Oh, bueno, no sé. Eso suena bastante peligroso, —dijo.
Evan simplemente sonrió.
—Sí, pero yo soy un hombre lobo, recuerda? No es ningún
problema para mí.
—Oh, sí, por supuesto, —dijo mientras abría más la puerta
para dejarlos entrar. —Bueno, pero ten cuidado.
—Sí, señora.
Ella les dejó entrar en su sala de estar y abrió las puertas
dobles al balcón. Estaban tan cerca. Cole estaba justo encima
de ellos. Si lo hubieran herido de alguna manera, no quedaría
nada para que la policía arrestara.
—Gracias por esto, —dijo Evan a la señora Carson antes de
cerrar la puerta del balcón detrás de él, no era su deseo que
ella los siguiera hacia fuera y les gritara. La anciana parecía
un poco sorprendida, pero asintió con la cabeza, sin embargo, 191
y volvió a lo que había estado haciendo.
—Está bien, —susurró Evan. —Una vez que estemos
arriba, abro la puerta y vas en primer lugar.
—Lo sé, —insistió Jared. —Poco a poco y en silencio.
—Nos van a oír, no importa lo tranquilo que entremos. Nos 12/2017
enteramos de dónde están y nos vamos al otro lado de la
vivienda, —Evan le dijo.
—Hago que uno de ellos venga a ver lo que es el ruido, —
dijo Jared con una inclinación de cabeza. —Voy a esperar
hasta que escuche que se muevan y vengan.
Jared parecía un poco nervioso y Evan no podía decir
exactamente que lo culpara. Se sentía realmente mal por él,
por haberlo incluido. Hoy iba a ser sobre la presentación de la
hija de Jared a la manada y se había convertido en una
misión de rescate.
—Gracias por hacer esto.
Jared le dio una mirada como si estuviera loco por pensar
que tenía que darle las gracias.
—Por supuesto. Somos una familia.
Evan asintió con la cabeza y miró hacia el balcón superior.
Las personas que habían diseñado el edificio lo hicieron de
tal manera que los balcones no estaban alineados
directamente hacia arriba, de manera que todo el mundo
tuviera luz solar. Observó cómo Jared se levantó en la
barandilla, sosteniéndose en la pared de apoyo. No iba a ser
fácil.
Jared se puso en cuclillas en la barandilla, que no era muy
gruesa en absoluto, y se lanzó hasta el balcón de Evan, con 192
las manos simplemente llegó a los barras. Se colgó allí por un
momento antes de que él comenzara a tirar de sí mismo.
Evan lo observaba con gran expectativa. Una vez que estuvo
arriba, moviéndose tan lenta y silenciosamente como pudo, se
aplastó contra la pared junto a la puerta. 12/2017
Evan copió los movimientos de Jared, saltando y se tiró
para arriba en el balcón.
Los dos escucharon los sonidos en el interior. Evan oía a
Carlos hablar y podía oírlo moverse. Debajo de todo eso, pudo
escuchar los latidos del corazón de Cole. Latía un poco más
rápido, pero siempre lo hacía. No podía creer la sensación de
alivio que sentía. No tenía ninguna razón para sospechar que
lo habían herido, pero escuchar su corazón, latiendo
constante, Evan finalmente lo supo a ciencia cierta.
—¿Listo? —Susurró. Jared asintió.
Evan abrió la puerta lo más silenciosamente que pudo. En
el momento en que estuvo lo suficientemente abierta, Jared
se deslizó y se movió rápidamente a través de la cocina.
—¿Qué fue eso? —oyó decir a Angel mientras deslizaba
suavemente la puerta cerrándola de nuevo.
—Ve a comprobarlo, —dijo Carlos. Evan podía oír a Jared
hacer ruidos a propósito en algún lugar cerca de su
dormitorio. Él mismo estaba pegado a la pared y esperó hasta
que Angel había ido a comprobar antes de abrir la puerta y
entrar.
Mientras seguía lentamente el sonido de los latidos del
corazón de Cole a su oficina, Evan vio a Angel descubrir
finalmente a Jared ya que los dos comenzaron a forcejear.
Entró en su despacho y vio a Carlos de pie detrás de su 193
escritorio con Cole contra su costado. Él tenía sus garras y su
mano alrededor de la garganta de Cole.
—Eres un niño tonto, —Carlos hervía. —¿Pensaste que era
un farol?
Los ojos de Cole estaban muy abiertos y asustados, pero 12/2017
había una luz de esperanza en ellos ahora que estaba
mirando a Evan.
—No, —dijo Evan mientras caminaba lentamente más
cerca de ellos. —Yo sé lo que eres capaz de hacer.
—Entonces, ¿por qué has venido aquí? ¿Tienes el dinero? —
Preguntó Carlos.
—¿En qué problemas te has metido esta vez? —Preguntó
Evan, casi conversacional. —Debes estar bastante
desesperado para sacar este truco ahora. Supongo que debes
dinero a la gente de nuevo, ¿verdad?
—¿Tienes el dinero o no? —Gritó mientras su mano se
apretó en la garganta de Cole.
—Lo tengo, la mayor parte de él, —Evan mintió, sabiendo
que sería más creíble de esta manera.
—¿Qué quiere decir, la mayor parte de él? —Preguntó
Carlos.
—Sólo pude tener en mis manos de 3,2 millones, —Evan le
dijo. —Eso es todo lo que pude conseguir. Lo dejé abajo en
una bolsa con mi portero.
—Si me estás mintiendo, lo voy a matar, —dijo Carlos a
Evan. Antes de que Carlos pudiera hacer más amenazas, dos
lobos totalmente cambiados llegaron corriendo al pasillo
detrás de ellos, cayendo juntos mientras luchaban. Él sabía 194
que uno era Jared, después de haber corrido juntos muchas
veces antes, por lo que el otro era obviamente Angel.
Mientras que Carlos estaba distraído temporalmente por la
sorpresa de los dos lobos luchando, Evan tuvo la oportunidad
de saltar por encima de la mesa. Él agarró el brazo del otro 12/2017
hombre y lo retorció, tirando de su mano con garras lejos del
cuello de Cole y encajándola.
—Mierda, —Cole juró cuando él se lanzó hacia el suelo. En
cuestión de segundos, tanto Carlos y Evan cambiaron, sus
ropas explosionaron fuera de ellos. Evan se lanzó sobre
Carlos, sus dientes hundiéndose en su lado.
Por el rabillo del ojo vio a Cole, todavía en el suelo,
arrimado a la pared, consiguiendo estar tan lejos de los
combates como pudo.
Bien, pensó Evan.
Él tenía que mantener a salvo a Cole, tenía que proteger a
su compañero.
Carlos era veinticinco años mayor que Evan. Era un
luchador sucio, pero al final, Evan tenía más músculo en él, y
más por lo que luchar. Tenía el sabor de la sangre en la boca
y quería más. Quería romper a esta bestia hasta que no
quedara nada de él. Estaba tan atrapado en su sed de sangre
que no se dio cuenta de que Kelly, Naomi y tres policías
habían entrado en su apartamento. Naomi corrió hasta Cole,
tirando de él contra su lado en cuanto los agentes sacaron sus
armas.
—¡Espera!—Gritó Kelly. —Dos de ellos son mi familia.
Jared tenía a Angel por la piel del cuello y se le sujetó hacia
abajo. La sostuvo en su lugar mientras uno de los oficiales, 195
con la dirección de Kelly, puso un arnés en ella, así como en
los puños.
—Evan, detente, —Kelly le gritó, pero no había terminado
con Carlos aún. Él apretó los dientes hacia abajo en la
garganta de Carlos, las salpicaduras calientes, el olor 12/2017
metálico de la sangre llamaba al lobo en él. Iba a matar a ese
monstruo y él iba a disfrutar cada momento de eso.
—Evan, —la voz de Cole gritó a través de la bruma de
sangre. —Puedes parar ahora. Estoy bien.
El tono de su compañero estaba pidiendo, suplicando
incluso. Evan alzó la vista hacia el ser humano y vio que
estaba temblando. Fue entonces cuando se dio cuenta de que
los policías tenían sus armas apuntando hacia él. Él era el
monstruo.
Liberó lentamente su control sobre Carlos, el cuerpo del
otro lobo cayó al suelo, blando y jadeante. Se apartó y se
sentó cuando cambió de nuevo a su forma humana. Mientras
que uno de los oficiales señalaba a Carlos, el otro todavía
apuntaba su arma contra Evan.
—¿Qué haces? —Cole les gritó. —Él se detuvo. Esta es su
casa. Él me estaba protegiendo.
Poco a poco, los oficiales bajaron sus armas, aún no estaban
seguros acerca de Evan. Cole corrió hacia él, cayendo de
rodillas cuando Evan finalmente cambió de nuevo
totalmente. El humano abrazó a Evan y enterró la cara en su
cuello. Cole no tenía miedo de él. Él no era un monstruo a los
ojos de su compañero.
—Lo siento, —susurró Evan entrecortadamente. 196
—Shhh, —Cole calmó. —Está bien. Estoy bien. Me
salvaste.
12/2017
Epílogo
FIN
200
12/2017
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12/2017
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