Sunteți pe pagina 1din 62

INTRODUCCIÓN

Blastocystis spp. es un endosimbionte anaeróbico, polimorfo, de colon y ciego, de


distribución cosmopolita. Este parásito es ubicuo en la naturaleza, condición favorecida
posiblemente por su forma de resistencia que le confiere capacidad para soportar
adversidades ambientales, encontrándose en agua de consumo humano, agua de mar,
alimentos, entre otros. Además de ser un habitante común del tracto intestinal del hombre, se
le encuentra colonizando el de otros primates, una gran diversidad de mamíferos, aves,
anfibios, reptiles, peces, anélidos y artrópodos, incluyendo cucarachas, destacando su
potencial zoonótico y su amplia distribución mundial, lo que sugiere que existen diversas
fuentes de infección y modos de transmisión para la infección humana por este parásito
(Chacín, 2006; Lee et al., 2012; Scanlan, 2012; Parija y Jeremiah, 2013; Cian et al., 2017).

Inicialmente, el hallazgo de este microorganismo en humanos era reportado como


Blastocystis hominis; no obstante, se ha demostrado que el hombre puede ser infectado
también por genotipos de origen zoonótico, por lo cual se ha llegado al consenso de
reportarlo en el humano como Blastocystis spp. (Stensvold et al., 2007; Tan, 2008).

Con respecto a su morfología, se describen comúnmente cuatro formas: vacuolar (también


denominada de cuerpo central), granular, ameboide y forma de resistencia, son incoloros,
hialinos y refringentes. El tamaño varía entre 5-40 µm de diámetro, con una masa central
granular, rodeada por refringencia con uno o dos núcleos. La forma de aparición de este
organismo es dependiente en gran medida de las condiciones ambientales, ya que es
extremadamente sensible al oxígeno. No se conoce si todas estas formas coexisten en el
intestino del hospedero (Tan y Suresh, 2006; Sánchez, 2009; Flores, 2010).

Este parásito ha generado muchas controversias con respecto a su clasificación taxonómica y


su papel patógeno en el humano. En relación a la polémica que existía sobre la clasificación
taxonómica de Blastocystis spp., ésta parece haber sido dilucidada, pues, ya algunos autores lo
ubican dentro del reino Chromista, grupo que ha sido separado de los protozoarios y que
2

incluye a los cromoalveolatas o Stramenopiles (Cavalier, 1998, 2010; Cazorla, 2014; Devera
et al., 2016).

Sobre su definición como cromista, estudios recientes han confirmado los hallazgos de
Silberman et al. (1996), quienes realizaron análisis filogenético del ácido ribonucleico
(ARN) ribosomal de este microorganismo, identificándolo como un Stramenopiles, un
complejo grupo que incluye las algas marrones, diatomeas y otros protistas uni y
multicelulares. Con base en estos hallazgos se consideró, que Blastocystis spp. es un
microorganismo cromista causante de parasitosis intestinal en humanos, por lo que
efectivamente es inadecuado identificarlo como un protozoario. Por lo tanto, de acuerdo a
estos investigadores Blastocystis spp. tiene la siguiente clasificación: reino Chromista, clase
Blastocystea, orden Blastocystida, subphylum Opalinata, familia Blastocystidae, género
Blastocystis, y las especies aún se encuentran por definir (Clark et al., 2013; Stensvold,
2013; Cazorla, 2014; Devera, 2014; Cazorla, 2015). Además de Blastocystis spp., el ciliado
Balantidium coli y los apicomplejos, como: coccidios, Plasmodium sp. y Toxoplasma
gondii, también son cromistas (Ruggiero et al., 2015).

Con respecto a la condición patógena de este espécimen, inicialmente era considerado


un comensal, debido a que no encontraron diferencias de prevalencia entre población
sintomática y asintomática; además, se ha visto que en muchos casos se produce la
resolución de los síntomas sin la administración de tratamiento específico; sin embargo,
estudios recientes, tanto in vivo como in vitro, apuntan que Blastocystis spp. es un
patógeno (Graczyk et al., 2005; Boorom et al., 2008; Anuar et al., 2013).

Sobre ese aspecto, se ha descrito una amplia gama de trastornos gastrointestinales y


extraintestinales, entre los que se incluyen, diarrea, dolor abdominal, fatiga, nauseas,
vómitos, constipación, flatulencia, tenesmo, prurito anal, baja de peso, malestar general,
anorexia, fiebre, eosinofilia leve y, algunas veces, pérdida de sangre en las heces (Holder
et al., 2006; Rodríguez et al., 2008; Sánchez, 2009; Flores, 2010; Stensvold et al., 2011;
Zapata y Rojas, 2012; Anuar et al., 2013; Wawrzyniak et al., 2013; Gil et al., 2016).
3

Otras afecciones en las cuales se considera que juega un significativo rol, es el síndrome
del intestino irritable (enfermedad gastrointestinal crónica) y la enfermedad inflamatoria
intestinal (Dogruman et al., 2009; Jones et al., 2009), así como lesiones de tipo cutáneas
como la urticaria crónica (Małgorzata et al., 2016) y sinovitis, que se asocian a la
infección en individuos sintomáticos. También, se ha informado que es más
frecuentemente identificado en personas inmunocomprometidas, pacientes con virus de
inmunodeficiencia humana/síndrome de inmunodeficiencia adquirida y/o cáncer, y en
niños ha sido señalado como agente etiológico de diarrea. Así mismo, se apunta que la
severidad de la infección por este parásito puede ser variable con manifestaciones
agudas o crónicas (Salinas y Vildozola, 2007; Tan, 2008; Wawrzyniak et al., 2013). De
acuerdo con Devera et al. (2009), Zapata y Rojas (2012), Stensvold (2013), Blastocystis
spp. es un patógeno oportunista intestinal de prevalencia creciente.

Algunos autores sugieren que la patogenicidad de Blastocystis spp. está asociada a la forma
evolutiva ameboide, otros informan que se debe a los diferentes subtipos o a la carga
parasitaria, pero también existen reportes de manifestaciones clínicas con un bajo número de
parásitos, o subtipos que son considerados patógenos por algunos autores (Tan y Suresh,
2006; Coyle et al., 2012; Sanpool et al., 2017).

El criterio de patogenicidad para Blastocystis spp. más comúnmente utilizado es el


relacionado con la carga parasitaria, según el cual, en ausencia de otros microorganismos
patógenos, en la preparación fecal se deben detectar más de 5 células del parásito por 10
campos microscópicos de 400X de aumento, en coexistencia con sintomatología en el
correspondiente paciente. Esto es sugestivo de que el microorganismo es el causante de
las manifestaciones clínicas (Devera et al., 2000; Graczyk et al., 2005).

Los mecanismos de transmisión de la infección son: fecal-oral, de persona a persona,


consumo de agua y alimentos contaminados con formas de resistencia excretadas por
humanos o animales, también, a través de aguas recreativas y contacto con animales
infectados: domésticos, silvestres, ganado, de zoológicos, ambiente e, incluso, por medio
4

de vectores mecánicos como moscas y cucarachas (Leelayoova et al., 2004; Yoshikawa


et al., 2004; Salinas y Vildozola, 2007; World Health Organization, 2008; Kozubsky y
Archelli, 2010; Alfellani, 2012; Anuar et al., 2013; Garavelli, 2013; Wawrzyniak et al.,
2013; Yoshikawa et al., 2016).

En el diagnóstico de laboratorio, la identificación de Blastocystis spp., mediante examen


directo de heces, puede ser complicada por la variedad de formas evolutivas que este
parásito presenta (Cañete y Rodríguez, 2012; Zapata y Rojas, 2012). Sin embargo, la
mayoría de los laboratorios reportan principalmente la forma de cuerpo central, ya que
puede ser distinguida fácilmente de algunos protozoarios. El examen directo de heces se
basa en la observación de muestras fecales al microscopio óptico con lugol
parasitológico o SSF al 0,85%. Las técnicas altamente útiles para identificar helmintos
(Willis-Malloy modificado) o protozoos intestinales (Ritchie) no son adecuados para el
diagnóstico de Blastocystis spp. (Salinas y Vildozola, 2007; Hernández et al., 2012;
Parija y Jeremiah, 2013).

La prevalencia de este microorganismo está relacionada con limitaciones en los


estándares higiénico sanitarios. De allí pues, que sea comúnmente señalado que los
estratos socioeconómicos más bajos o en aquellos con bajos niveles en las medidas de
higiene personal y comunal pueden mostrar una prevalencia más alta que el resto (Tan,
2008; Alfellani, 2012; Coyle et al., 2012; Rivero et al., 2012; Alfellani et al., 2013;
Calchi et al., 2013).

La prevalencia del parásito puede ser variable, incluso dentro de un mismo país, la
misma oscila entre el 30,00% y 60,00% en varios países en desarrollo (Scanlan, 2012;
Parija y Jeremiah, 2013). En Venezuela, se han encontrado cifras superiores a éstas
(67,80-79,40%), siendo más frecuente en niños que en adultos. Actualmente, representa
la transición parasitaria en escolares al prevalecer sobre la giardiasis, que inicialmente
era la parasitosis intestinal más frecuente en estudiantes (Amaya et al., 2009; Devera et
al., 2010; Devera et al., 2016).
5

Las estadísticas de parasitosis en atletas que asisten al Centro Nacional de Ciencias


Aplicadas al Deporte del estado Sucre (CENACADES), establecimiento de salud
ubicado en la capital del referido estado, Cumaná, en el cual se le brinda atención
médica a deportistas de esta región, han arrojado importantes cifras de parasitados por
Blastocystis spp. (89/121; 73,55%) (n=403; 54,59%), y donde se ha encontrado que la
mayoría de los afectados realizan prácticas deportivas en ambientes acuáticos y que,
además, consumen agua directa de chorro en los recintos de entrenamiento
(CENACADES, 2014; Mujica y Rodríguez, 2015). Debido a ello, se presume que, en la
mayoría de los casos de esta parasitosis pudiese estar incidiendo el ambiente de práctica
deportiva, la forma de hidratación en el área de entrenamiento, entre otros factores de
riesgo para la infección.

Los referidos atletas pueden ser considerados una población de alto riesgo de infección
por Blastocystis spp. debido al elevado consumo de agua que realizan los mismos en las
áreas de entrenamiento deportivo, lugares donde suelen ingerir el vital líquido en forma
directa de chorro o de filtros de poca efectividad purificadora. Además, muchos de éstos
realizan prácticas deportivas en ambientes acuáticos o en contacto con suelos y de
persona a persona (Apéndice 1), situaciones a las cuales se suman las condiciones
socioeconómicas precarias en las que algunos de éstos habitan; siendo todas estas
circunstancias, factores que predisponen a la infección por el referido parásito.

Por otra parte, en las revisiones bibliográficas realizadas hasta el momento no se han
encontrado estudios sobre esta temática en el ámbito de la medicina deportiva nacional y
regional. Con base en estas consideraciones, se creyó conveniente evaluar la frecuencia
de parasitados por Blastocystis spp. y algunas características clínico-epidemiológicas
coexistentes, en atletas atendidos en el CENACADES. Todo ello, con el fin de obtener
datos que permitan conocer esta problemática y los posibles factores que están
influyendo para que esto ocurra. Así como, se pretende aportar información novedosa y
valiosa al ámbito académico relacionado con la medicina deportiva a nivel local; además
6

de proveer al clínico datos necesarios para el tratamiento adecuado y oportuno de estos


atletas, de modo que se pueda mejorar la salud de los mismos y, con ello, lograr un mayor
rendimiento físico.
7

METODOLOGÍA

Muestra poblacional
Se trata de 171 muestras biológicas de atletas activos, masculinos y femeninos, con
edades entre 12 a 20 años, desarrolladores de diferentes disciplinas deportivas adscritas a
la Fundación para el Deporte del estado Sucre (FUNDESU) (Apéndice 1), y atendidos
en el Centro Nacional Ciencias Aplicadas al Deporte del estado Sucre (CENACADES),
sede Cumaná, quienes voluntariamente aportaron la referida muestra durante los
chequeos médicos deportivos previos a las competencias regionales o nacionales,
durante los meses de mayo-agosto de 2018.

Para evaluar el comportamiento clínico epidemiológico de la monoinfección por


Blastocystis spp., se seleccionaron 99 atletas con Blastocystis spp. como único agente
parasitario, y 53 no parasitados; aquellos atletas que presentaron al cromista
coparasitando junto a protozoarios se excluyeron del análisis estadístico basado en
asociaciones, con el fin de evitar controversias con respecto a la clínica coexistente,
tomándose en cuenta sólo para la determinación de frecuencia global de la parasitosis en
atletas.

Normas de bioética
Cumpliendo con las normas de bioética para trabajos de investigación en humanos,
establecidas en la 18ª Asamblea Médica Mundial, Helsinki, Finlandia, junio 1964, y con
posteriores enmiendas, a cada atleta o padre, o representante legal de los deportistas que
decidieron participar en el estudio, se le solicitó firmar el consentimiento válido para
poder intervenir en el mismo (anexo 1) (Asociación Médica Mundial, 2017).

Posteriormente, a cada uno de los participantes o representantes se le aplicó una


encuesta, a partir de la cual se obtuvieron algunos datos de interés, que constituyeron las
variables clínico-epidemiológicas a relacionar con la presencia de la parasitosis a evaluar
en este estudio (Apéndice 2).
8

Método de recolección de muestras: criterios de inclusión y exclusión


Previo a la colecta de las muestras de heces, a los referidos deportistas se les aportó
información sobre las instrucciones a seguir para una adecuada toma de la misma. Se
recolectaron aquellas muestras que procedían de atletas activos que asistieron a los
chequeos médicos programados que se realizan en el CENACADES, previo a las
competencias deportivas. Se excluyeron las muestras biológicas no representativas (poca
cantidad), transportadas en recolectores inadecuados o destapados, las que no provenían
de deportistas o de deportistas no activos.

Procesamiento y análisis de muestras


Una vez en el laboratorio, a las muestras de heces se les realizó el examen directo, el cual
consistió en dos evaluaciones, una macroscópica, en la cual se visualizaron de forma directa
características como olor, color, consistencia, aspecto, presencia de restos alimenticios, sangre,
moco y parásitos adultos; y otra microscópica, donde se observaron formas evolutivas de los
parásitos encontrados (cromista, protozoarios y helmintos); así como, la microbiota intestinal,
restos alimenticios, entre otros elementos presentes en las heces.

Para efectuar este análisis, en una lámina portaobjetos limpia se colocaron dos gotas
separadas, una de SSF al 0,85% y otra de solución lugol parasitológico (iodo 5 g, ioduro
de potasio 10 g y agua destilada 100 ml), luego, utilizando un aplicador de madera, se
mezcló y tomó una porción de heces que se emulsionó, primeramente, en la gota de SSF
al 0,85% y, seguidamente, en la otra de solución lugol. Posteriormente, esta preparación
se observó en microscopio óptico con los objetivos de 10X y 40X, y oculares de 10X
para un aumento de 100X y 400X, respectivamente. Esta operación se realizó con la
finalidad de observar la viabilidad de los parásitos y estructuras morfológicas que
permitieron la identificación de los mismos (Amato et al., 2004; Devera et al., 2016).

Cuantificación de Blastocystis spp.


Este análisis consistió en determinar el promedio de morfotipos del parásito encontrados
en 10 campos microscópicos de 400X de aumento, escogidos al azar. El resultado se
9

expresó en más o menos de 5 células del parásito por campos microscópicos de 400X
(Sheehan et al., 1986; Devera et al., 2016).

Técnica de Kato
Con un aplicador de madera se procedió a transferir la muestra fecal (60 mg) sobre una
lámina portaobjeto, luego, con una pinza se tomó un rectángulo de celofán impregnado
previamente de la solución de Kato y se colocó sobre la porción de las heces, de manera
que la muestra quedará en el centro, seguidamente, se invirtió la preparación sobre una
toalla de papel absorbente, luego, se aplicó presión con el dedo pulgar o con un tapón de
goma hasta que la muestra se extendiese en un área de 20 a 25 mm de diámetro, se dejó
en reposo para la clarificación a temperatura ambiente de 30 a 45 minutos y se observó
al microscopio con el objetivo de menor aumento (Casanova et al., 2003).

Técnica de concentración por sedimentación espontánea en tubo


Este ensayo se basó en la capacidad que presentan todas las formas parasitarias para
sedimentar espontáneamente en un medio menos denso como la SSF al 0,85%. En este
medio es posible la detección del cromista, quistes y trofozoítos de protozoarios, y
huevos y larvas de helmintos.

Siguiendo el protocolo del ensayo adaptado por Tello, se tomó una porción de heces (1-2
g) y se homogenizó con 10 ml de SSF al 0,85% en un tubo limpio. En un tubo cónico de
plástico de 13 x 2,5 cm y 50 ml de capacidad, se colocó una gasa hundiéndola en la
abertura del tubo y sujetándola con una liga alrededor de ella, se filtró el homogeneizado
a través de la gasa, llenando el tubo hasta la cuarta parte de su contenido; luego, se
adicionó SSF hasta 1 cm por debajo del borde del mismo, se ocluyó la abertura del tubo
con parafilm y se procedió a agitar enérgicamente el tubo por 30 segundos,
aproximadamente.

Esa preparación se dejó en reposo durante 45 minutos y en los casos en los cuales el
sobrenadante estuvo muy turbio, se eliminó y se repitió la misma operación con SSF al
10

0,85% o agua filtrada. Seguidamente, se aspiró la parte media del tubo con una pipeta y
se colocó 1 ó 2 gotas en una lámina portaobjeto, finalmente, se aspiró el fondo del
sedimento con una pipeta Pasteur y se depositaron 1 ó 2 gotas del aspirado en los
extremos de la otra lámina portaobjeto, se dispensaron 1 ó 2 gotas de solución lugol a
una de las preparaciones. Este procedimiento se repitió hasta agotarse el sedimento. Se
cubrieron ambas preparaciones con laminillas de celofán de 6 x 2 cm, y se observaron al
microscopio óptico con 100X y 400X de aumento (Tello, 1988; Tello y Canales, 2000;
Pajuelo et al., 2006).

Análisis estadístico
Los resultados se muestran en tablas y figuras. Se realizó un conteo simple de atletas con
Blastocystis spp. para obtener la frecuencia global de parasitados por el referido
microorganismo, la monoinfección y en modo de coparasitaciones, así como el número
de atletas no parasitados, en la población de deportistas en estudio. Se delinearon
características clínico-epidemiológicas, utilizando estadísticas descriptivas (frecuencias,
porcentajes, modas, medias, desviaciones estándar, mínimas y máximos) en los atletas
con monoinfección por Blastocystis spp. con respecto a los no parasitados. Se efectuaron
pruebas de Chi-cuadrado (2) y test de Mann-Whitney (Wilcoxon), para determinar si
existía alguna diferencia por edad, sexo, factores de riesgo y síntomas de trastornos
físicos, entre los grupos. Los análisis estadísticos se realizaron utilizando Statgraphic
Plus 10.0 (Sokal y Rohlf, 1980).
11

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

En este estudio se evalúo un total de 171 atletas; encontrándose una frecuencia de


parasitados por Blastocystis spp. igual a 118, la cual representa el 69,00% del total de los
evaluados. De estos afectados, 99 presentaron monoinfección por Blastocystis spp., y 19
mostraron al cromista coinfectando con protozoarios; adicionalmente, 53 deportistas no
estaban parasitados. En la figura 1 se muestra el morfotipo más frecuentemente encontrado
en las muestras de heces de los atletas estudiados.

Figura 1. Fotomicrografía de morfotipos vacuolares o de cuerpo central de Blastocystis spp.,


presentes en muestras de heces de atletas atendidos en el Centro Nacional de Ciencias
Aplicadas al Deporte del estado Sucre. Aumento de 400X.

La frecuencia de atletas parasitados por Blastocystis spp. encontrada en este estudio, es


mayor que la obtenida por Mujica y Rodríguez (2015) en 403 muestras de heces
provenientes de deportistas atendidos en el mismo centro de atención de salud, la cual
fue de 167 parasitados, que corresponde al 41,44% de la población de atletas evaluada.
Lo que posiblemente se deba a modificaciones en los patrones de aseo e higiene, así
como de alimentación de la población, como consecuencia de la difícil situación
económica que viene atravesando el país en los últimos 3 años.

Los resultados de este estudio, con respecto a la monoinfección por Blastocystis spp. o
12

en coinfección con otros parásitos intestinales, difieren de los obtenidos por Ocaña et al.
(2018), quienes estudiaron las características epidemiológicas y clínicas de la infección
por el mencionado parásito en 3 070 individuos que asistieron a una unidad de medicina
tropical de Almería, España, encontrando que el cromista estuvo presente en una mayor
frecuencia de los casos en modo de coinfecciones parasitarias (57,00%; 325/570 casos)
que de manera exclusiva (43,00%; 245/570 casos).

En esta investigación Blastocystis spp. se encontró coparasitando con los comensales


Entamoeba coli y Endolimax nana (n= 10). De acuerdo con Beauchamp et al. (1995)
Graczyk et al. (2005) y Devera et al. (2009), las coinfecciones con los referidos
parásitos, aunque no provocan patologías en el humano, pueden tener un efecto sinérgico
o potenciar los efectos patogénicos de Blastocystis spp. o viceversa.

También, el referido microorganismo se halló parasitando con el complejo Entamoeba


sp. o complejo Entamoeba histolytica/E. dispar/E. moshkovskii/E. blangladeshi (n=5), y
con Giardia intestinalis (n=3). Esto implica que el cromista se encontró junto a otros
parásitos que han sido considerados patógenos (Al-Areeqi et al., 2017; Urribarre, 2017;
Sri-Hidajati et al., 2018). Por lo tanto, en un bajo porcentaje de los atletas afectados de
la presente investigación la sintomatología gastrointestinal pudo ser causada por otros
parásitos asociados a Blastocystis spp. Mientras que, en una mayor frecuencia de los
casos la clínica pudo ser debida a la infección exclusiva por Blastocystis spp.

En este estudio, los deportistas en quienes Blastocystis spp. se halló en coexistencia con
otros parásito fueron excluidos de los análisis basados en asociaciones estadísticas,
debido a que la sintomatología presente en los individuos con estas coinfecciones
podrían ser atribuidas a los parásitos asociados. Por otro lado, la monoinfección por
Blastocystis spp. no se encontró en coexistencia con microbiota intestinal aumentada ni
presencia de leucocitos que sugirieran infecciones o alteraciones de la microbiota
intestinal, a las cuales se le pudiesen atribuir la sintomatología presente en los mismos.
En tal sentido, para evaluar el comportamiento clínico epidemiológico de la
13

monoinfección por Blastocystis spp. en los atletas (n=99), se realizó una estadística
básica y fundamentada en asociaciones con posibles factores de riesgo, en los 99 atletas
que presentaron Blastocystis spp. como única entidad parasitaria, con respecto al grupo
de deportistas no parasitados (n=53) (Apéndice 3).

El mayor porcentaje de estos atletas se encontraron en el rango de edades entre 10 y 15


años (62,50%). La mediana de la edad fue similar entre los grupos (con monoinfección
por y sin Blastocystis spp.), con un valor de 15 años, por lo que no se observó
diferencias entre los atletas afectados y no afectados con respecto a la edad (Apéndice
2); lo que señala que, en los atletas evaluados el cromista no mostró afinidad por un
determinado grupo etario. Por otro lado, el parásito tampoco se encontró asociado
(p=0,1621 ns) al sexo, lo que indica que esta variable no influye en la parasitación por
Blastocystis spp. Sin embargo, este microorganismo se halló con mayor frecuencia en
muestras de heces procedentes de atletas de sexo masculino (71,72%; 71/99) que
femenino (28,99%; 28/99) (Apéndice 3). Lo que posiblemente se deba a las
características de la población evaluada relacionada con el tipo de actividad que realizan
como lo es el deporte, el cual es más frecuentemente practicado por sujetos varones que
por hembras.

No se halló asociación entre la parasitosis por Blastocystis spp. y el ambiente de


entrenamiento deportivo; las proporciones ambientales fueron estadísticamente similares
entre los grupos, con un predominio del terrestre artificial en el 57,60% de los
deportistas (Figura 2). Estos resultados no concuerdan con los obtenidos en una
evaluación previa donde se encontró que la totalidad de los atletas de algunas
disciplinas, y aproximadamente el total en otras, que se practican en ambientes
acuáticos, como remo (10/10), canotaje (10/12) y natación (10/16) se hallaron
parasitados con Blastocystis spp. (CENACADES, 2014).
14

100
Ambiente de práctica
deportiva:

Frecuencia de atletas (n)


80
Acuático
60 Terrestre artificial
Terrestre natural
40

20

0
Ausente Presente
Blastocystis spp.

Figura 2. Frecuencia de atletas con parasitación por Blastocystis spp., de acuerdo al


ambiente de prácticas deportivas, atendidos en el Centro Nacional de Ciencias Aplicadas
al Deporte del estado Sucre.

Estos resultados no fueron los esperados, se manejaba la hipótesis que las prácticas
deportivas ejecutadas en ambientes acuáticos, como natación, polo acuático, salto
ornamental, canotaje y remo, podrían favorecer la parasitosis por Blastocystis spp. dado
que existen antecedentes donde se ha notificado el hallazgo de parásitos entéricos, y
principalmente el mencionado microorganismo, en ese tipo de ambiente (Arcay y
Bruzual, 1993; Leelayoova et al., 2004; Betancourt y Querales, 2008; Mora et al., 2010;
Avis y Houda, 2011). Además, De la Cruz y Stensvold (2018) informaron que
Blastocystis spp. ha sido recuperado de alcantarillados y de aguas residuales, lo que
explica que sean contaminadas playas y otros sistemas fluviales hasta los cuales llegan
estas aguas de desechos. Inclusive, en Venezuela, específicamente en Cumaná, estado
Sucre, se ha informado la existencia del referido cromista como único agente parasitario
en aguas de piscinas (públicas y privadas) en esta región (Núñez y Rodríguez, 2016).

Por otra parte, debido a que Blastocystis spp. ha sido definido como un parásito ubicuo
en la naturaleza (Taylor et al., 2016), que posee una pared que cumple la función de
resistencia, facilitando la sobrevida de la forma de resistencia en casi cualquier
15

ambiente, se puede asumir que esto favoreció que la transmisión del microorganismo, en
los atletas evaluados, ocurriese indistintamente del ambiente de práctica deportiva y no
precisamente en espacios acuáticos.

En esta investigación, las manifestaciones gastrointestinales como diarrea, la distensión


abdominal, las flatulencias y el estreñimiento estuvieron asociados a la presencia
exclusiva de Blastocystis spp. En el caso de la diarrea, ésta fue más frecuente en los
sujetos infectados. Consecuentemente, se observó asociación estadísticamente muy
significativa (p= 0,0020**) entre la diarrea y la presencia del parásito (Tabla 1).

Usando los valores de la tabla 1, se calculó la razón de prevalencia (RRP) de la diarrea


en deportistas con Blastocystis spp. versus deportistas sin el parásito, obteniéndose una
RRP de 5,0 (IC95%: 1,6-15,7); la cual indica que la probabilidad de tener diarrea es 5
veces mayor en sujetos infectados que en los no infectados. Esto sugiere que
Blastocystis spp. representa un factor de riesgo para el padecimiento de diarrea y que,
por lo tanto, pudo ser el agente etiológico de esta afección en los atletas que la
presentaron.

Tabla 1. Asociación entre la diarrea y la presencia de Blastocystis spp., en atletas


atendidos en el Centro Nacional de Ciencias Aplicadas al Deporte del estado Sucre.
Blastocystis spp. Total
Diarrea Presente Ausente Valor de p
n % n % n %
Si 28 18,42 3 1,97 31 20,39
No 71 46,71 50 32,89 121 79,61 0,0020 **
Total 99 65,13 53 34,87 152 100
n: muestra poblacional; %: porcentaje; 2=9,53; 2(1; 0,01)= 6,635; p: probabilidad; significancia **: Muy
significativo.

En relación a la distensión abdominal, ésta fue más frecuente en los sujetos infectados
con Blastocystis spp., en consecuencia la distención abdominal se asoció
significativamente a la presencia de Blastocystis spp. (p=0,0318) (Tabla 2). Usando los
valores de la siguiente tabla, se calculó la RRP de la distensión abdominal en deportistas
16

con Blastocystis spp versus deportistas sin el parásito, la cual mostró un valor de 3,6
(IC95% 1,1-11,5), señalando que la probabilidad de tener distención abdominal es 3,6
veces mayor en sujetos infectados con el referido microorganismo. Por lo tanto, este
parásito representa un factor de riesgo para la aparición del síntoma señalado.

Tabla 2. Asociación entre la distención abdominal y la presencia de Blastocystis spp., en


atletas atendidos en el Centro Nacional de Ciencias Aplicadas al Deporte del estado Sucre.
Blastocystis spp. Total
Distención
Presente Ausente Valor de p
abdominal
n % n % n %
Si 20 13,16 3 1,97 23 15,13
No 79 51,97 50 32,89 129 84,87 0,0318*
Total 99 65,13 53 34,87 152 100
n: muestra poblacional; %: porcentaje; 2= 4,61; 2(1; = 3,841; p: probabilidad; significancia *:
0,05)
significativo.

La flatulencia fue menos frecuente en el grupo no infectado que en el grupo con


Blastocystis spp. Por lo tanto, se halló asociación estadísticamente muy significativa
(p=0,0021) entre el referido síntoma y la presencia del parásito (Tabla 3). Basados en los
datos de esta tabla, se calculó la razón de RRP de las flatulencias en deportistas con
parasitosis exclusiva por Blastocystis spp. versus deportistas sin el parásito, lo cual dió una
RRP de 2,4 (IC95% 1,3-4,4). Esto indica que la probabilidad de tener flatulencias es 2,4
veces mayor en sujetos infectados con Blastocystis spp. En consecuencia, la parasitosis
por este microorganismo representa un factor de riesgo para padecer flatulencia.

Tabla 3. Asociación entre la flatulencia y la presencia de Blastocystis spp., en atletas


atendidos en el Centro Nacional de Ciencias Aplicadas al Deporte del estado Sucre.
Blastocystis spp. Total
Flatulencia Presente Ausente Valor de p
n % n % n %
Si 45 29,61 10 6,58 55 15,13
No 54 35,53 43 28,29 97 84,87 0,0021 **
Total 99 65,13 53 34,87 152 100
n: muestra poblacional; %: porcentaje; 2 = 9,45; 2(1; 0,01)= 6,935; p: probabilidad; significancia: muy
17

significativo.
El último síntoma asociado a Blastocystis spp., con un valor de probabilidad muy
significativo (p=0,0021), fue el estreñimiento (Tabla 4). Tomando los valores de la tabla
4 se calculó la RRP del estreñimiento en deportistas con Blastocystis spp. versus
deportistas sin el parásito, siendo igual a 5,2 (IC95% 1,6-16,2), la cual indica que la
probabilidad de tener el referido síntoma es 5,2 veces mayor en sujetos infectados con el
cromista; en consecuencia, este microorganismo es un factor de riesgo para padecer
estreñimiento.

Entre los diversos síntomas estudiados en los sujetos de esta investigación que no se asociaron
a la presencia de Blastocystis spp., en otras palabras, que no presentaron diferencias entre
ambos grupos fueron (con su respectiva frecuencia promedio en los atletas parasitados
únicamente con el cromista y los no parasitados): dolor abdominal (23,00%), inapetencia
(18,00%), prurito anal (7,00%), fiebre (22,00%), náuseas (15,00%), vómitos (8,00%), alergias
en la piel (10,00%) y dolor articular sin causa aparente (18,00%) (Apéndice 3).

Tabla 4. Asociación entre el estreñimiento y la presencia de Blastocystis spp., en atletas


atendidos en el Centro Nacional de Ciencias Aplicadas al Deporte del estado Sucre.
Blastocystis spp. Total
Estreñimiento Presente Ausente Valor de p
n % n % n %
Si 29 19,08 3 1,97 32 21,05
No 70 46,05 50 32,89 120 78,95 0,0014**
Total 99 65,13 53 34,87 152 100
n: muestra poblacional; %: porcentaje; 2=10,22; 2(1; = 6,935; p: probabilidad; Significancia
0,01)
estadística**: muy significativo.

Habiendo establecido que la diarrea, la distensión abdominal, las flatulencias y el


estreñimiento fueron los síntomas asociados a la presencia de Blastocystis spp., se indagó
si había alguna asociación entre la infección y la ocurrencia de uno, dos, tres o cuatro de
estos síntomas simultáneamente (solo se toman en cuenta estos cuatro síntomas en este
aparte de los análisis). El 44,74% de los sujetos no presentó alguno de estos cuatro
síntomas, pero al menos uno ocurre en el 55,00% restante. Finalmente, se observó que
18

cuando están presentes 3 o 4 de estos síntomas simultáneamente, todos los sujetos están
infectados por el parásito (10/10 y 5/5, respectivamente) (Figura 3, apéndice 4).

40

Frecuencia de atletas (n)


30
Blastocystis spp:
20 Presente
Ausente
10

0
0 1 2 3 4
Número de síntomas

Figura 3. Asociación entre el número de síntomas gastrointestinales y la presencia de


Blastocystis spp., en atletas atendidos en el Centro Nacional de Ciencias Aplicadas al
Deporte del estado Sucre.

Este resultado concuerda con el tipo de evidencia indirecta planteada por Fonte et al.
(2015) como indicador de patogenicidad de Blastocystis spp., la cual se basa en la
asociación estadística entre la detección de Blastocystis spp. en heces y el desarrollo de
un grupo de manifestaciones clínicas, fundamentalmente digestivas, entre estas: diarrea,
dolor abdominal, náuseas, vómitos, pérdida de peso, prurito anal, deshidratación y
flatulencia, las cuales han sido las más frecuentemente reportadas (Tan et al., 2008;
Souppart et al., 2010; Meloni et al., 2011).

Algunas manifestaciones clínicas que previamente han sido señaladas como


consecuencia de la parasitación por Blastocystis spp., en esta investigación no estuvieron
asociadas a la presencia del parásito. Otros autores, también han indicado ausencia de
relación entre la detección de Blastocystis spp. en las heces y la presencia de síntomas en
individuos inmunocompetentes (Leder et al., 2005; Clark et al., 2013; Wawrzyniak et
al., 2013). Incluso Bálint et al. (2014) señalaron, que la sintomatología causada por este
microorganismo es inespecífica y que además el cuadro clínico es similar al que
presentan los pacientes con infección gastrointestinal por otros gérmenes.
19

De acuerdo con Petersen et al. (2013), Parfrey et al. (2014) y Scanlan et al. (2014),
Blastocystis es en gran medida un organismo comensal, ya que es común en poblaciones
humanas sanas y es más frecuente en individuos sanos que con síndrome de intestino
irritable (Krogsgaard et al., 2015) y colitis ulcerosa (Andersen et al., 2015; Rossen et al.,
2015). De hecho, algunos autores señalan que la presencia de Blastocystis puede incluso
ser indicativo de microbiota intestinal saludable (aún en discusión), más no de disbiosis
(Andersen et al., 2015; Andersen y Stensvold, 2016; Audebert et al., 2016; Nieves-
Ramírez et al., 2018). Debido a los múltiples impactos que Blastocystis spp. puede tener
en los mamíferos hospederos este cromista es referido como un simbionte, un término
que abarca relaciones patogénicas, comensales y beneficiosas (Leung y Poulin, 2008;
Lukeš et al., 2015; Chabé et al., 2017; Růžkováa et al., 2018).

En esta investigación se asoció la diarrea y la flatulencia con la presencia de Blastocystis


spp. Estos resultados se relacionan con los de otros autores, que han demostrado al
cromista como agente etiológico de estas condiciones clínicas (Cermeño et al., 2008;
Vassalos et al., 2010; Méndez et al., 2015; Devera et al., 2016). Así mismo, Rodríguez
et al. (2010) coinciden en que este parásito puede comportarse como patógeno productor
de diarrea, fiebre y dolor abdominal.

Previamente se ha informado que la asociación entre la presencia de Blastocystis spp. en


las heces, la diarrea, dolor y las flatulencias posiblemente se deba a una disminución de
la función de la barrera intestinal y, consecuentemente, a un aumento de la
permeabilidad de la mucosa del colon que se produce en la parasitación por el referido
microorganismo. Así como, al desarrollo de eventos inflamatorios, mediados por
interleucina 8 (IL8) que atrae leucocitos a sitios de inflamación y activa monocitos en
ellos (Puthia et al., 2006; Tan, 2008; Elwakil y Hewedi, 2010; Fonte et al., 2015).

Los resultados de esta investigación también afirman lo planteado por Subirats y Borrás
(2018), quienes manifestaron que la clínica más común que ha sido relacionada con la
parasitación por Blastocystis spp. es gastrointestinal, la cual incluye dolor abdominal,
20

diarrea, flatulencia y náuseas, siendo menos comunes las reacciones cutáneas, como
prurito y urticaria (Ajjampur y Tan, 2016; Stenvold y Clark, 2016). Estos signos y
síntomas fueron presentados por pacientes con blastocistosis sintomática. Agregaron
además, que hay estudios que sugieren la relación entre ciertos subtipos (STs) y
manifestaciones clínicas (Domínguez et al., 2009; Stenvold y Clark, 2016). En este
mismo sentido, Van Hattem et al. (2018) han informado que hasta el momento se han
distinguido 17 STs diferentes, siendo ST1, ST2, ST3 y ST4 los más frecuentes, y de
estos, ST4 posiblemente se asocie con un aumento de patogenicidad en humanos
(Paschke et al., 2011).

Resulta importante recalcar que, un destacado número de autores reconocen que este
parásito es el agente etiológico de numerosos desórdenes gastrointestinales donde están
incluidas la diarrea, flatulencias, estreñimiento, distención abdominal, entre otros de
mayores complicaciones, como síndrome de intestino irritable, enfermedad inflamatoria
intestinal y colitis ulcerosa (Boorom et al., 2008; Dogruman et al., 2009; Jones et al.,
2009; Goldstein et al., 2012; Poirier et al., 2012; Clark et al., 2013; Fonte et al., 2015;
Méndez et al., 2015; Rivero et al., 2016; Taylor et al., 2016; Del Coco et al., 2017).

Ajjampur y Tan (2016) proporcionaron una información relevante sobre la importancia


clínica de este microorganismo. Estos autores reportaron que tanto el parásito como
lisados del mismo tienen efectos dañinos en las células epiteliales intestinales causando
apoptosis y degradación de las proteínas de unión estrecha (ZO1), lo que resulta en un
aumento de la permeabilidad intestinal. La adhesión de formas tróficas al epitelio
intestinal y la liberación de cisteína proteasas parecen ser los principales
desencadenantes de la patogénesis. Blastocystis spp. también tiene efectos
inmunomoduladores que incluyen la degradación de IgA, la inhibición de la óxido
nítrico sintetasa o iNOS (del inglés inducible nitric oxide synthase) y la regulación
positiva de citoquinas proinflamatorias, IL8 y factor estimulante de colonias de
granulocitos-macrófagos (GM-CSF) en células epiteliales intestinales e IL 1β, IL6 y el
factor de necrosis tumoral alfa (TNF, del inglés tumor necrosis factor) en macrófagos
21

murinos.

También, los citados autores han documentado que Blastocystis spp., en modelos de
roedores y cerdos infectados naturalmente, se localiza en el lumen y la superficie de la
mucosa del intestino grueso, principalmente en el ciego y el colon, causando un
desprendimiento de la mucosa, un aumento de la mucina de las células caliciformes, un
aumento de la permeabilidad intestinal, como ya ha sido citado, y una inducción de una
respuesta de citoquinas proinflamatorias.

Dada la sintomatología reportada en la mayoría de los pacientes evaluados de esta


investigación, aunado a que la muestra poblacional analizada estuvo constituida por
individuos aparentemente sanos, como lo son los atletas, y no por pacientes
inmunocomprometidos, los hallazgos de este estudio apuntan más hacia la condición
patógena de Blastoystis spp., sin desestimar la posibilidad que su interacción patógena
dependa de características inherentes al hospedero, con otros microorganismos y con
factores físicos del microambiente gastrointestinal.

En cuanto a las características epidemiológicos evaluadas en este estudio en relación a la


presencia de Blastocystis spp., éste fue más frecuente en los sujetos que no usaban
calzado en las prácticas deportivas. En consecuencia, se halló una asociación
estadísticamente muy significativa (p0,05) entre andar descalzo y la presencia del
parásito (Tabla 5).

La razón de prevalencia (RRP) de la ausencia de calzado versus la presencia del parásito


fue de 1,5 (IC95% 1,2-1,8). Esto indica que la probabilidad de infección por Blastocystis
spp. es 1,5 veces mayor en sujetos descalzos que en sujetos calzados durante la actividad
deportiva. Este resultado señala una importante influencia de la falta de uso de calzado
durante la práctica deportiva en la transmisión de Blastocystis spp.
22

Tabla 5. Asociación entre el uso de calzado durante las prácticas deportivas y la


presencia de Blastocystis spp., en atletas atendidos en el Centro Nacional de Ciencias
Aplicadas al Deporte del estado Sucre.

Blastocystis spp. Total


Uso de calzado Presente Ausente Valor de p
n % n % n %
Si 68 44,74 48 31,58 116 76,32
No 31 20,39 5 3,29 36 23,68 0,0047**
Total 99 65,13 53 34,87 152 100
n: muestra poblacional; 2=7,97; 2(1; 0,01)= 6,635; p: probabilidad; Significancia **: muy significativo (p<0,01).

Realizar ejercicios sin calzado se convirtió en un factor de riesgo para la transmisión de


Blastocystis spp. en los atletas estudiados, posiblemente porque al exponer los pies con
superficies terrestres, en las mismas pueden haber formas de resistencia del parásito que
pudiesen quedarse adheridos a los pies y al calzar los zapatos, luego de la práctica
deportiva, las manos pudieran actuar como vehículo para la transmisión del
microorganismo, en el caso que el atleta no se las lave antes de ingerir alimentos.

Estos resultados se corresponden con los obtenidos por Rodríguez et al. (2017), quienes
encontraron asociación entre caminar descalzo y las parasitosis intestinales (53,90%,
48/89), en un estudio donde se demostró la presencia de protozoosis en el 100% de los
casos de parasitosis. Por lo que se señala, la importancia del uso de calzado en la
prevención de las mismas.

No hubo asociación entre el tipo de agua ingerido en las áreas de práctica deportiva y la
presencia del parásito. Alrededor del 60,00% de los deportistas consumió
indistintamente agua filtrada y/o agua de chorro (apéndice 3). En estos resultados se
puede apreciar que en el total de los atletas que consumían agua de chorro en el
ambiente de práctica deportiva (n=94) la mayoría estaba infectados con Blastocystis spp.
(n=57) (Apéndice 3), resultados que están en correspondencia con lo planteado por
Taylor et al. (2016), según los cuales el consumo de agua de grifo es una fuente de
infección humana por el referido parásito, dado que este microorganismo ha sido
recuperado de ésta. Además, se ha documentado que los sistemas de purificación del
23

agua para consumo humano no son del todo eficaces para la eliminación de Blastocystis
spp., por lo que no se descarta la transmisión del cromista a través del consumo de agua
procedente de filtros en las áreas deportivas.

Los resultados obtenidos al respecto, en esta investigación, podrían estar en


correspondencia con lo informado por Guzmán et al. (2013), quienes detectaron
exclusivamente Blastocystis spp. en el 60,00% de las muestras de agua de chorro (9/15),
en una localidad de Caracas, y además observaron, en la población analizada, un mayor
consumo de agua filtrada que hervida (p=0,001). En dicho estudio se concluyó que la
transmisión del microorganismo a través del agua se ve favorecida por una baja dosis
infectante, las pequeñas dimensiones de las formas de resistencia, el elevado número de
formas infectantes eliminadas por los hospederos y su resistencia al tratamiento de
desinfección del agua por filtración, ozonización o cloración. A este mismo respecto,
otros autores también señalaron que los métodos comunes para el tratamiento del agua
no son eficaces para la eliminación de Blastocystis spp., principalmente la forma de
resistencia (Lynch, 1972; Lecler et al., 2002; Leelayoova et al., 2004; Tunkay et al.,
2008; Guzmán et al., 2013). Turkeltaub et al. (2015) y Van Hattem et al., (2018) también
han destacado el importante papel del consumo de agua contaminada en la transmisión
de Blastocystis, por lo cual se recomienda filtrarla y hervirla para prevenir la infección
con este parásito.

No se observó asociación entre la ingesta de vegetales crudos y la parasitación por


Blastocystis spp. El 78,90% de los deportistas comía vegetales crudos. De igual modo,
se muestra que no se halló asociación entre la ingesta de alimentos del mar en la dieta y
la presencia de Blastocystis spp. Sin embargo, se destaca que una elevada frecuencia de
atletas (n=127) consumía alimentos del mar y la mayoría de éstos se encontraban
parasitados con el microorganismo (n=83) (Apéndice 3).

Es probable que muchas de estas infecciones ocurriesen a través del consumo de


alimentos provenientes del mar, pues la ciudad de Cumaná cuenta con zonas costeras
24

donde existen expendios de alimentos con esa procedencia (moluscos del mar),
comúnmente conocidos como mejillones, pepitonas, caracoles, entre otros; o las
preparaciones hechas de la mezcla de éstos, conocidas popularmente como “coctelitos”,
alimentos que pudiesen ser trasmisores de Blastocystis spp., pues, en estudios previos se
ha demostrado la presencia del parásito en alimentos procedentes del mar (Pérez et al.,
2008; Cabrera et al., 2010). De igual forma sucede con el consumo de vegetas crudos
(Guzmán et al., 2013).

Un ejemplo de ello, es la evaluación realizada por Pérez et al. (2008), en el Perú, en la


cual se demostró que algunos tipos de alimentos del mar como bivalvos, y muestras de
alimentos frescos (hortalizas), estaban contaminados con Blastocystis spp. También
Cabrera et al. (2010), en Venezuela, comprobó la presencia de Blastocystis spp. en el
mejillón Geukensia demissa.

Con respecto a los vegetales, Devera et al. (2006), en Venezuela, encontraron resultados
similares en lechugas expendidas en mercados del estado Bolívar. Asimismo, en el
estudio de Guzmán et al. (2013), realizado en un sector de Caracas, Venezuela, se
concluyó que vegetales y frutas pudieron causar parasitación por Blastocystis spp. en sus
habitantes, debido a que éste estuvo presente en el agua de chorro utilizada para el
lavado de estos alimentos; correlacionándose, a su vez, con la prevalencia del parásito en
la población. Todo ello orienta a que, tanto los vegetales como los alimentos procedentes
del mar pudieron trasmitir la infección en algunos atletas evaluados en esta
investigación.

La ingesta de comidas en expendios ambulantes o comer en el comedor del recinto


deportivo no tuvieron asociación con la presencia de Blastocystis spp. en las heces. No
obstante, elevados porcentajes de atletas parasitados admitieron ingerir comidas en
expendios ambulantes (73,00%), o en el comedor del recinto deportivo (82,00%) (Apéndice
3). Estos resultados, aun cuando no presentan asociación estadística entre las variables
estudiadas, demuestran importantes cifras de atletas parasitados por el cromista en quienes
25

se exponían al consumo de comidas en expendios ambulantes, lo que señala que comer en


estos establecimientos pudo ser una fuente de transmisión del microorganismo, antes
referido, en los deportistas evaluados. Lo que se explica, porque algunos alimentos con esta
procedencia podrían estar contaminados por moscas o los expendedores pudiesen estar
parasitados y, al no aplicar medidas preventivas de parasitosis durante el preparado de
comidas, estos trabajadores podrían contaminar a las mismas.

Estos planteamientos se apoyan en los hallazgos de diversos autores que han publicado
importantes cifras de prevalencia de Blastocystis spp. en manipuladores de alimentos,
entre éstos Villegas et al. (2012), quienes mostraron 55,80% en 217 evaluados en la
Municipalidad de Lima Metropolitana, Perú; asimismo, en Venezuela, Muñoz y Rosales
(2017) reportaron 77,50% en 120 manipuladores de Cumaná, y Freites et al. (2009)
informaron 48,70% en el Zulia.

El lavado de alimentos antes de consumirlos, o de manos antes de comer, no tuvieron


asociación con el parásito: el 92,10% de los atletas lavó los alimentos en ambos grupos,
un porcentaje similar se lavaba las manos antes de comer, y el 78,30% después de comer
(Apéndice 3). Es probable que estos cuestionamientos hayan sido respondidos de
manera inciertas por timidez de los encuestados en admitir comportamientos incorrectos
frente a las normas de higiene para evitar parasitosis, pues es bien conocido que no lavar
los vegetales (frutas u hortalizas) y no lavarse las manos antes de comer son factores de
riesgo de parasitosis.

No se halló asociación entre la presencia del parásito y el contacto con animales por parte de
los sujetos; lo que no coincide con lo establecido por Tan (2008), quien ha sugerido que la
elevada prevalencia del parásito se debe a la amplia distribución del mismo entre diferentes
animales que son capaces de transmitirla al humano, e inclusive, considera a esta parasitosis
una antropozoonosis. A pesar de la falta de asociación entre éstas variables, no se descarta la
importante influencia que tiene la transmisión de la parasitosis desde una fuente animal,
pues el 56,00% de los sujetos que presentaron Blastocystis spp. en las heces admitieron
26

tener contacto con diversos animales (Apéndice 3).

El conocimiento sobre parasitosis y cómo evitarlas fue diferente entre los atletas con
Blastocystis spp. y sin éste. El 8,00% de los atletas interrogados admitió conocer las
medidas profilácticas (Apéndice 3). Es importante destacar que, de 140 atletas que
respondieron desconocer cómo prevenir parasitosis 89 se encontraron parasitados,
coincidiendo con otros autores, quienes han encontrado importantes cifras de parasitados
(60,00%, n=50) en quienes no poseían conocimiento sobre parasitosis y desconocían
cuáles son las normas de higiene para evitar contraer este tipo de afección (Ortiz et al.,
2018).

Con base en las premisas que Blastocystis spp. presenta una elevada prevalencia, además
que, en esta y otras investigaciones el parásito ha mostrado relación con síntomas
gastrointestinales; también, conociendo que comparte ciertos mecanismos patogénicos
con Helicobacter pylori y Escherichia coli como la inducción de secreción de IL8 por
células epiteliales intestinales (molécula que desarrolla papeles importantes en la génesis
de eventos inflamatorios) y aumento de la permeabilidad intestinal (Charo y Ransohoff,
2006; Fonte et al., 2015), lo cual induce una clínica similar a la provocada en la
infección por esos microorganismos, en este estudio se creyó importante sugerir a la
población médica que se le debe dar una mayor importancia clínica e indicar en primera
instancia un coproanálisis para su diagnóstico y tratamiento, considerando que el
descarte del referido parásito es más rápido, de menor costo, sin traumas invasivos, e
inclusive el tratamiento resulta menos costoso que los medicamentos para las referidas
bacterias.

De esta manera, se contribuiría con el restablecimiento de la salud del atleta de una


forma más rápida, económica y menos traumática para el mismo. En caso de persistir la
sintomatología, post-tratamiento, indicar el descarte de las infecciones bacterianas. De
igual modo, se sugiere medicar el tratamiento antiparasitario correspondiente
independientemente de la carga parasitaria, ya que su incremento o la depresión de las
27

defensas inmunes del hospedero pudieran presentarse en cualquier momento,


desencadenándose el indeseado cuadro clínico diarreico.

Por otra parte, considerando que Blastocystis spp. en algunos casos ha producido
cuadros clínicos similares a otros microorganismo que están plenamente identificados
como patógenos (Marín et al., 2000; Cermeño et al., 2008; Mora et al., 2008; Chacín,
2010; Boorom, 2012; Rodulfo et al., 2012; Bracho, 2015), se sugiere continuar estudios
experimentales in vivo a fin de identificar el impacto de este simbionte en la salud,
inmunología y microbiota intestinal de especímenes con blastocistosis inducida, a modo
de ampliar conocimientos al respecto.

En síntesis, en esta investigación se encontró que el 69,00% de los atletas evaluados


estaba parasitado con Blastocystis spp., lo que se corresponde con las elevadas cifras
encontradas en otros grupos poblacionales, principalmente, en regiones en desarrollo
con condiciones sociosanitarias inadecuadas. Además, los hallazgos de este estudio,
donde se demuestra asociación entre la presencia del parásito y el cuadro clínico
gastrointestinal, indican que la condición patógena de Blastocystis spp. afecta, no sólo a
niños y personas inmunocomprometidas como los pacientes con SIDA, sino que incluso,
podría estar incidiendo en grupos de personas inmunocompetentes como es el caso de
los atletas activos.
28

CONCLUSIONES

En este estudio, se encontró una elevada frecuencia de atletas parasitados con el


cromista Blastocystis spp. (n=118 en 171 evaluados), quienes en su mayoría presentaron
monoinfección por el referido microorganismo (99/118).

El ambiente de práctica deportiva no influyó de manera significativa en la trasmisión de


Blastocystis spp. en los deportistas en estudio.

Ejercitar descalzo representó un factor de riesgo para la transmisión de la parasitosis por


Blastocystis spp. en los atletas evaluados.

Las manifestaciones gastrointestinales como diarrea, flatulencias, dolor abdominal y


estreñimiento constituyó la clínica que predominó en los atletas con monoinfección por
Blastocystis spp., sugiriendo que el parasito pudo ser el agente etiológico de la referida
sintomatología.
29

RECOMENDACIONES

La alta frecuencia de parasitados por Blastocystis spp. encontrada en atletas, así como el
hallazgo que ejercitar descalzo representó un factor de riesgo para la transmisión del
microorganismo, se sugiere implementar el uso de calzado durante las prácticas en el
campo deportivo.

Además, la asociación encontrada entre la parasitosis y síntomas gastrointestinales


plantea la necesidad de realizar estudios más amplios donde se analice una mayor
muestra poblacional de cada disciplina deportiva adscrita a la Fundación para el Deporte
del estado Sucre y aplicar evaluaciones moleculares que permitan identificar la
existencia de un determinado subtipo de Blastocystis spp. que pueda estar afectando la
muestra poblacional estudiada.

También se sugiere a las autoridades competentes ejecutar medidas de intervención para


el tratamiento y la prevención de la referida parasitosis en atletas, promoviendo un
comportamiento adecuado en la higiene alimentaria y personal, así como del
abastecimiento de agua en las áreas de entrenamiento deportivo.
30

BIBLIOGRAFÍA

Ajjampur, S. y Tan, K. 2016. Pathogenic mechanisms in Blastocystis spp. Interpreting


results from in vitro and in vivo studies. Parasitology International, 65(6): 772-779.

Al-Areeqi, M.; Sady, H.; Al-Mekhlafi, H.; Anuar, T.; Al-Adhroey, A.; Atroosh, W.;
Dawaki, S.; Elyana, F.; Nasr, N.; Ithoi, I.; Lau, Y. y Surin J. 2017. First molecular
epidemiology of Entamoeba histolytica, E. dispar and E. moshkovskii infections in
Yemen: different species-specific associated risk factors. Tropical Medicine &
International Health, 22(4): 493-504.

Alfellani, M. 2012. The significance of Blastocystis in different hosts. PhD thesis,


London School of Hygiene & Tropical Medicine. University of London.

Alfellani, M.; Stensvold, R.; Vidal-Lapiedra, A.; Onuoha, E.; Fagbenro, A. y Clark, C.
2013. Variable geo-graphic distribution of Blastocystis subtypes and its potential
implications. Acta Tropical, 126: 11-18.

Amato, V.; Alarcón, R.; Gayika, E.; Ferreira, S.; Becerra, C. y Santos, G. 2004. Elevada
porcentagem de blastocistose em escolares de São Paulo. Revista da Sociedade
Brasileira de Medicina Tropical, 37: 354-356.

Amaya, I.; Blanco, I.; Devera, R.; Montes, A. y Muñoz, M. 2009. Prevalencia de
Blastocystis hominis en estudiantes de la Unidad Educativa Bolivariana Alejandro Otero
“Los Alacranes”, San Félix, estado Bolívar. Vitae Academia Biomédica Digital - UCV,
39: 1-9.

Andersen, L. y Stensvold, C. 2016. Blastocystis in health and disease: are we moving


from a clinical to a public health perspective? Journal of Clinical Microbiology, 54: 524-
528.

Andersen, L.; Bonde, I.; Nielsen, H. y Stensvold, C. 2015. A retrospective metagenomics


approach to studying Blastocystis. FEMS Microbiology Ecology, 91: http://dx.doi.org/
10.1093/femsec/fiv072. fiv072. (16/10/2018).

Anuar, T.; Ghani, M.; Azreen, S.; Salleh, F. y Moktar, N. 2013. Blastocystis infection in
Malaysia: Evidence of waterborne and human-to-human transmissions among the Proto-
Malay, Negrito and Senoitribes of Orang Asli. Parasites & Vectors, 6: 1-12.

Arcay, L. y Bruzual, E. 1993. Cryptosporidium en ríos de Venezuela: encuesta


epidemiológica de una población humana y fauna en convivencia. Parasitología al día,
17: 11-18.

Asociación Médica Mundial. 2017. Declaración de Helsinki de la AMM. Principios


31

éticos para las investigaciones médicas en seres humanos. <http://www.wma.net/


es/30publications/ 10policies/b3/> (24/02/2017).

Audebert, C.; Even, G. y Cian, A.; The Blastocystis Investigation Group; Loywick, A.;
Merlin, S.; Viscogliosi, E. y Chabé, M. 2016. Colonization with the enteric protozoa
Blastocystis is associated with increased diversity of human gut bacterial microbiota.
Scientific Reports, 6: 1-11.

Avis, K. y Houda, G. 2011. Cryptosporidium spp y otros enteroparásitos en aguas


recreacionales de la represa Horizonte. Upata, estado Bolívar. Ante-Proyecto de Grado.
Departamento de Parasitología y Microbiología. Universidad de Oriente Núcleo Bolívar.

Bálint, A.; Dóczi, I.; Bereczki, L.; Gyulai, R.; Szucs, M. y Farkas, K. 2014. Do not
forget the stool examination cutaneous and gastrointestinal manifestations of
Blastocystis sp. infection. Parasitology Research, 113: 1585-1590.

Beauchamp, S.; Flores, T. y Tarazona, S. 1995. Blastocystis hominis: prevalencia en


alumnos de una escuela básica. Maracaibo, edo. Zulia, Venezuela. Kasmera, 23(1): 43-
67.

Betancourt, W. y Querales, L. 2008. Parásitos protozoarios entéricos en ambientes


acuáticos: métodos de concentración y detección. Interciencia, 33: 418-423.

Boorom, K. 2012. Behavorial decision analysis and pathogenicity: how do we decide


what makes us sick? In: Blastocystis: pathogen or passenger? Parasitology Research
Monograph 4. Mehlhorn, H.; Tan, K. y Yoshikawa, H. (Eds.). Springer-Verlag. Berlin,
Heidelberg.

Boorom, K.; Smith, H.; Nimri, L.; Viscogliosi, E.; Spanakos, G.; Parkar, U.; Li, L.;
Zhou, X.; Ok, U.; Leelayoova, S. y Jones, M. 2008. Oh my aching gut: irritable bowel
syndrome, Blastocystis, and asymptomatic infection. Parasites & Vectors, 1: 1-16.

Boorom, K.; Smith, H.; Nimri, L.; Viscogliosi, E.; Spanakos, G.; Parkar, U.; Li, L.;
Zhou, X.; Ok, Ü.; Leelayoova, S. y Jones, M. 2008. Oh my aching gut: irritable bowel
syndrome, Blastocystis, and asymptomatic infection. Parasites & Vectors, 1: 40-56.

Bracho, A. 2015. Entamoeba histolytica y Entamoeba dispar en Venezuela, desde el año


2003 a la actualidad: Una revisión. Revista Saber, 27(1): 17-24.

Cabrera, L.; Díaz, S.; Parra, K. y Ojeda, G. 2010. Detección de parásitos protozoarios y
hermintos en el molusco bivalvo Geukensia demissa (Dillwyn, 1817), presente en el
sector de Nazareth del Municipio Mara, Estado Zulia, Venezuela. Revista Científica,
20(1): 07-16.
32

Calchi, M.; Rivero, Z.; Bracho, A.; Villalobos, R.; Acurero, E.; Maldonado, A.; Chourio-
Lozano, G. y Díaz, I. 2013. Prevalencia de Blastocystis sp. y otros protozoarios
comensales en individuos de Santa Rosa de Agua, Maracaibo, estado Zulia. Revista de
la Sociedad Venezolana de Microbiología, 33: 66-71.

Cañete, R. y Rodríguez, J. 2012. Infección por Blastocystis sp.: Revisión de la literatura.


Revista Médica Electrónica, 34(5): 556-565.

Casanova, R.; Estrada, M. y Velarde, C. 2003. Manual de procedimientos de laboratorio


para el diagnóstico de los parásitos intestinales del hombre. Instituto Nacional de Salud.
Lima, Perú.

Cavalier, T. 1998. A revised six-kingdom system of life. Biological reviews of the


Cambridge Philosophical Society, 73(3): 203-266.

Cavalier, T. 2010. Kingdoms Protozoa and Chromista and the eozoan root of the
eukaryotic tree. Biology Letters, 6(3): 342-345.

Cazorla, D. 2014. ¿Blastocystis sp. protozoario o Chromista? Saber, 26(3): 343-346.

Cazorla, D. 2015. Blastocystis spp.: revisión literaria de un parásito intestinal altamente


prevalente. Revista de la Universidad Industrial de Santander, 47(3): 1 (carta al editor).

Centro Nacional de Ciencias Aplicadas al Deporte del Estado Sucre (CENACADES).


2014. Registros de estadísticas de parasitosis en atletas. Archivos del Laboratorio
Clínico. Cumaná, estado Sucre.

Cermeño, J.; Hernández, I.; Camaripano, M.; Medina, N.; Guevara, A. y Hernández, C.
2008. Etiología de la diarrea aguda en niños menores de 5 años, Ciudad Bolívar,
Venezuela. Revista de la Sociedad Venezolana de Microbiología, 28: 55-60.

Chabé, M.; Lokmer, A.; Ségurel, L.; 2017. Gut protozoa: friends or foes of the human
gut microbiota? Trends in Parasitology, 33: 925-934.

Chacín, L. 2006. Microsporidiosis: una infección emergente y oportunista. Revista de


Investigación Clínica, 47: 105-107.

Chacín, L. 2010. Amibiasis: implicaciones del reconocimiento de Entamoeba dispar e


identificación de Entamoeba moshkovskii en humanos. Investigación Clínica, 51(2):
239-256.

Charo, I. y Ransohoff, M. 2006. The many roles of chemokines and chemokine receptors
in inflammation. The New England Journal of Medicine, 354: 610-621.
33

Cian, A.; El Safadi, D.; Osman, M.; Morinier, R.; Gantois, N.; Benamrouz-Vanneste, S.;
Delgado-Viscogliosi, P.; Guyot, K.; Li, L.; Monchy, S.; Noël, C.; Poirier, P.; Nourrisson,
C.; Wawrzyniak, I.; Delbac, F.; Bosc, S.; Chabé, M.; Petit, T.; Certad, G. y Viscogliosi,
E. 2017. Molecular epidemiology of Blastocystis sp. in various animal groups from two
french zoos and evaluation of potential zoonotic risk. PLOS ONE, 12(1): 1-29.

Clark, C.; Van Der Giezen, M.; Alfellani, M. y Stensvold, C. 2013. Recent developments
in Blastocystis research. Advances in Parasitology, 82(1): 1-32.

Clark, C.; Van der Giezen, M.; Alfellani, M. y Stensvold, C. 2013. Recent Developments
in Blastocystis. Advances in Parasitology, 82: 1-33.

Coyle, C.; Varughese, J.; Weiss, L. y Tanowitz, H. 2012. Blastocystis: to treat or not to
treat. Clinical Infectious Diseases, 54: 105-110.

De La Cruz, C. y Stensvold, R. 2018. Blastocystis. En: Global Water Pathogen Project.


parte tres. patógenos específicos excretados: aspectos ambientales y epidemiológicos.
Rose, J. y Jiménez-Cisneros, B. (eds). http://www.waterpathogens.org. (14/10/2018).

Del Coco, V.; Molina, N.; Basualdo, J. y Córdoba, M. 2017. Blastocystis spp.: avances,
controversias y desafíos futuros. Revista Argentina de Microbiología, 49(1): 110-118.

Devera, R. 2014. ¿Blastocystis spp. o B. hominis? ¿Protozoario o Chromista? Saber,


26(4): 488-490.

Devera, R.; Amaya, I.; Blanco, Y.; Montes, A. y Muñoz, M. 2009. Prevalencia de
Blastocystis hominis en estudiantes de la Unidad Educativa Bolivariana Alejandro Otero
“Los Alacranes”, San Félix, estado Bolívar. VITAE Academia Biomédica Digital, 30: 1-
9.

Devera, R.; Blanco, Y.; González, H. y García, L. 2006. Parásitos intestinales en


lechugas comercializadas en mercados populares y supermercados de Ciudad Bolívar,
Estado Bolívar, Venezuela. Revista de la Sociedad Venezolana de Microbiología, 26(2):
100-107.

Devera, R.; Blanco, Y.; Requena, I.; Tedesco, R.; Alvarado, J.; Alves, N. y Belisario, R. 2010.
Enteroparásitos en estudiantes de la Escuela Técnica Agropecuaria Robinsoniana Caicara del
Orinoco, municipio Cedeño, estado Bolívar, Venezuela. Kasmera, 38(2): 118-127.

Devera, R.; Cordero, A.; Uzcategui, Y.; Blanco, B.; Amaya, A.; Requena, I.; Aray, A. y
Nastasi-Miranda, J. 2016. Blastocistosis en niños y adolescentes de una comunidad
indígena del estado Bolívar, Venezuela. Saber, 28(1): 73-82.

Devera, R.; Velásquez, V.; Vásquez, M.; Azacón, B. y Jiménez, M. 2000. Blastocystis
hominis: criterios de patogenicidad. Saber, 12(1): 23-28.
34

Dogruman, F.; Kustimur, S.; Yoshikawa, H.; Tuncer, C.; Simsek, Z.; Tanyuksel, M.; Araz, E. y
Boorom, K. 2009. Blastocystis subtype in irritable bowel syndrome and inflammatory bowel
disease in Ankara, Turkey. Memórias do Instituto Oswaldo Cruz, 104: 724-727.

Domínguez, M.; Guna, R.; Muñoz, C.; Gómez, M. y Borras, R. 2009. High prevalence
of subtype 4 among isolates of Blastocystis hominis from symptomatic patients of a
health district of Valencia (Spain). Parasitology Research, 105: 949-955.

Elwakil, H. y Hewedi, I. 2010 Pathogenic potential of Blastocystis hominis in laboratory


mice. Parasitology Research, 107: 685-689.

Flores, A. 2010. Parásitos intestinales emergentes. Experiencia recepcional. Universidad


Veracruzana. Facultad de Bioanálisis. https://core.ac.uk/download/pdf/ 33662393.pdf
(02/03/2017).

Fonte, L.; González, Z.; Fong, A.; Méndez, Y. y Moreira, Y. 2015. Evidencias y
mecanismos de patogenicidad de Blastocystis sp. Revista Cubana de Medicina Tropical,
67(1): 97-113.

Freites, A.; Colmenares, D.; Pérez, M.; García, M. y Díaz, O. 2009. Infección por
Cryptosporidium sp. y otros parásitos intestinales en manipuladores de alimentos del
estado Zulia, Venezuela. Investigación Clínica, 50(1): 13-21.

Garavelli, P. 2013. Ventianni dopo Blastocystis. Le Infezioni in Medicina, 2: 169-170.


Gil, G.; Chaudhari, S.; Shady, A.; Caballes, A. y Hong, J. 2016. Blastocystis sp. infection
mimicking Clostridium difficile colitis. Case Reports in Infectious Diseases, 2016: 1-2.

Goldstein, E.; Coyle, C.; Varughese, J.; Weiss, L. y Tanowitz, H. 2012. Blastocystis: To
treat or not to treat. Clinical Infectious Diseases, 54: 105-110.

Graczyk, T.; Shiff, C. y Tamang, L. 2005. The association of Blastocystis hominis and
Endolimax nana with diarrheal stools in Zambian school-age children. Parasitology
Research, 98: 38-43.

Guzmán, C.; Bandes, A.; Urbina, J.; Cruz, J.; Nessi, A.; Galindo, M.; Wagner, C.;
Vethencourt, M.; Dorta, A. y Pérez, M. 2013. Investigación de Blastocystis spp., Giardia
spp. y Cryptosporidium spp., en aguas de consumo en una comunidad de Caracas-
Venezuela: Reporte preliminar. Revista del Instituto Nacional de Higiene Rafael Rangel,
44(2): 33-40.

Guzmán, C.; Vethencourt, M.; Galindo, M.; Chacón, N.; Wagner, C. y Nessi, A. 2008.
Comportamiento biológico de Blastocystis hominis en pacientes tratados con secnidazol.
Revista de la Sociedad Venezolana de Microbiología, 28(1): 66-69.
35

Hernández, A.; Barrios, E.; Sánchez, L.; Araque, W. y Delgado, V. 2012. Tipos
morfológicos, número de parásitos por campo y carga parasitaria de Blastocystis sp.
proveniente de pacientes sintomáticos y asintomáticos. Salus, 16(3): 13-16.

Holder, R.; Zelada, A. y Jérez, Y. 2006. Pacientes con Blastocystis hominis atendidos en
el Hospital Pediátrico Docente William Soler. http://www.revistaciencias.com/
publicaciones/EEVkEkkAkAEMpEIWPi.php. (03/03/2017).

Jones, M.; Whipps, C.; Ganac, R.; Hudson, N. y Boroom, K. 2009. Association of
Blastocystis subtype 3 and 1 with patients from an Oregon community presenting with
chronic gastrointestinal illness. Parasitology Research, 104: 341-345.

Kozubsky, L. y Archelli, S. 2010. Algunas consideraciones acerca de Blastocystis sp., un


parásito controversial. Acta Bioquímica Clínica Latinoamericana, 44(3): 371-376.

Krogsgaard, L.; Engsbro, A.; Stensvold, C.; Nielsen, H. y Bytzer, P. 2015. The
prevalence of intestinal parasites is not greater among individuals with Irritable Bowel
Syndrome: a population-based case-control study. Clinical Gastroenterology and
Hepatology, 13: 507-513.

Lecler, H.; Schwartzbro, L. y Dei-Cas, E. 2002. Microbial agents associated with


waterborne diseases. Critical Reviews in Microbiology, 28: 371-409.

Leder, K.; Hellard, M.; Sinclair, M.; Fairley, C. y Wolfe, R. 2005. No correlation
between clinical symptoms and Blastocystis hominis in immunocompetent individuals.
Journal of Gastroenterology and Hepatology, 20: 1390-1394.

Lee, L.; Chye, T.; Karmacharya, B. y Govind, S. 2012. Blastocystis sp.: waterborne
zoonotic organism, a possibility? Parasites & Vectors, 5: 130-135.

Leelayoova, S.; Rangsin, R.; Taamasri, P.; Naaglor, T.; Thathaisong, U. y Mungthin, M.
2004. Evidence of waterborne transmission of Blastocystis hominis. The American
Journal of Tropical Medicine and Hygiene, 70: 658-662.

Leung, T. y Poulin, R. 2008. Parasitism, commensalism, and mutualism: exploring the


many shades of symbioses. Vie et Milieu, 58: 107-115.

Lukeš, J.; Stensvold, C.; Jirků, K. y Parfrey, L. 2015. Are human intestinal eukaryotes
beneficial or commensals? PLOS Pathogens, 11: e1005930. http://dx.doi.org/10.1371/
journal.ppat.1005039. (14/10/2018).

Lynch, V. 1972. Parasite transmission. JAMA, 222: 1309-1310.

Małgorzata, L.; Wen-Chieh, C. y Ewa, D. 2016. Mysterious chronic urticaria caused by


36

Blastocystis spp.? International Journal of Dermatology, 55: 259-266.


Marín, E.; Pinilla, A. y López, M. 2000. Absceso hepático amebiano. Revisión de 100
años de esta patología en Colombia. Acta Médica Colombiana, 25(5): 218-226.

Meloni, D.; Sanciu, G.; Poirier, P.; El Alaoui, H.; Chabé, M. y Viscoglios, E. 2011
Molecular subtyping of Blastocystis sp. Isolates from symptomatic patients in Italy.
Parasitology Research, 109: 613-619.

Méndez, M.; Do Muiño, S.; Garabal, E.; Ben, E. y Llovo, J. 2015. Blastocystis hominis,
un gran desconocido. Revista Pediatría de Atención Primaria, 17(65): 39-44.

Molina, N.; Grenóvero, S.; Bertucci, E. y Basualdo, J. 2014 Blastocystis sp. una
infección emergente en Argentina: revisión de la literatura científica de los últimos 25
años. Congreso de Zoonosis. Resumen en formato digital. La Plata, Argentina.

Mora, L.; García, A.; De Donato, M. y Urdaneta, H. 2008. Estudio epidemiológico y


molecular de cepas de Entamoeba histolytica y Entamoeba dispar en pacientes con
diarrea en Cumaná, estado Sucre, Venezuela. Investigación Clínica, 49(2): 225-237.

Mora, L.; Martínez, I.; Figuera, L.; Segura, M. y Del Valle, G. 2010. Protozoans in
superficial waters and faecal samples of individuals of rural populations of the Montes
municipality, Sucre state, Venezuela. Revista de Investigación Clínica, 51: 457-466.

Mujica, L. y Rodríguez, R. 2015. Presencia de parasitosis intestinal en atletas del estado Sucre
(estudio de caso: Cenacades, municipio Sucre). Año 2015. Proyecto de Grado para optar a la
Diplomatura de Gerencia en Salud Pública. Convenio Universidad de Carabobo-Fundación
Centro de Estudios de las Américas y del Caribe. Cumaná, estado Sucre.

Muñoz, D. y Rosales, M. 2017. Parásitos intestinales en manipuladores ambulantes de


alimentos, Ciudad de Cumaná, Estado Sucre, Venezuela. Ciencias de la Salud. Revista
Multiciencias, 16(3): 330-332.

Nastasi, J. 2015. Prevalencia de parasitosis intestinales en unidades educativas de


Ciudad Bolívar, Venezuela. Revista Cuidarte, 6(2): 1077-1084.

Nieves-Ramírez, M.; Partida-Rodríguez, O.; Laforest-Lapointe, I.; Reynolds, L.; Brown,


E.; Valdez-Salazar, A.; Morán-Silva, P.; Rojas, L.; Morien, E.; Parfrey, L.; Minglian, J.;
Walter, J.; Torres, J.; Arrieta, M.; Ximénez-García, C. y Finlay, B. 2018. Asymptomatic
intestinal colonization with protist Blastocystis is strongly associated with distinct
microbiome ecological patterns. American Society for Microbiology, 3(3): 1-18.

Núñez, R. y Rodríguez, N. 2016. Evaluación de protozoarios y su relación con los


parámetros físico-químicos en aguas de piscinas públicas y privadas. Cumaná, estado
Sucre. Trabajo de Pregrado. Departamento de Bioanálisis. Universidad de Oriente.
37

Ocaña, C.; Cuenca-Gómez, J.; Cabezas-Fernández, M.; Vázquez-Villegas, J.; Soriano-


Pérez, M.; Cabeza-Barrera, I. y Salas-Coronas, J. 2018. Características clínicas y
epidemiológicas de la infección del parásito intestinal por Blastocystis hominis. Revista
Clínica Española, 218(3): 115-120.

Ortiz, D.; Figueroa, L.; Hernández, C.; Victoria, E.; Veloz, V. y Jimbo, M. 2018.
Conocimientos y hábitos higiénicos sobre parasitosis intestinal en niños. Comunidad
“Pepita de Oro”. Ecuador. 2015-2016. Revista Médica Electrónica, 40(2): 249-257.

Pajuelo, G.; Luja, D.; Paredes, B. y Tello, R. 2006. Aplicación de la técnica de


sedimentación espontánea en tubo en el diagnóstico de parásitos intestinales. Revista
Mexicana de Patología Clínica, 53(2): 114-118.

Parfrey, L.; Walters, W.; Lauber, C.; Clemente, J.; Berg-Lyons, D.; Teiling, C.; Kodira,
C.; Mohiuddin, M.; Brunelle, J.; Driscoll, M.; Fierer, N.; Gilbert, J. y Knight, R. 2014.
Communities of microbial eukaryotes in the mammalian gut within the context of
environmental eukaryotic diversity. Frontiers in Microbiology, 5: 13. <http://dx.doi.
org/10.3389/fmicb.2014.00298. (14/10/2018).

Parija, S. y Jeremiah, S. 2013. Blastocystis: taxonomy, biology and virulence. Tropical


Parasitology, 3: 17-25.

Paschke, C.; Apelt, N.; Fleischmann, E.; Perona, P.; Walentiny, C.; Loscher, T. y
Herbinger, K. 2011. Controlled study on enteropathogens in travellers returning from the
tropics with and without diarrhoea. Clinical Microbiology and Infection, 17: 1194-1200.

Pérez, G.; Rosales, M.; Valdez, R.; Vargas-Vásquez, F. y Cordova, O. 2008. Detección
de parásitos intestinales en agua y alimentos de Trujillo, Perú. Revista Peruana de
Medicina Experimental y Salud Pública, 25(1): 144-148.

Petersen, A.; Stensvold, C.; Mirsepasi, H.; Engberg, J.; Friis-Moller, A.; Porsbo, L.;
Hammerum, A.; Nordgaard-Lassen, I.; Nielsen, H. y Krogfelt, K. 2013. Active
ulcerative colitis associated with low prevalence of Blastocystis and Dientamoeba
fragilis infection. Scandinavian Journal of Gastroenterology, 48: 638-639.

Poirier, P.; Wawrzyniak, I.; Vivares, C.; Delbac, F. y El Alaoui, H. 2012. New insights
into Blastocystis spp.: a potential link with irritable bowel syndrome. PLOS Pathogens,
8(3): e1002545. http://dx.doi.org/10.1371/journal.ppat.1002545. (14/10/2018).

Puthia, M.; Sio, S.; Lu, J. y Tan, K. 2006. Blastocystis ratti induces contact-independent
apoptosis, F-actin rearrangement, and barrier function disruption in IEC-6 cells.
Infection and Immunity, 74: 4114-4123.

Rivero, Z.; Calchi, M.; Acurero, E.; Uribe, I.; Villalobos, R.; Fuenmayor, B. y Roo, J.
38

2012. Protozoarios y helmintos intestinales en adultos asintomáticos del estado Zulia,


Venezuela. Kasmera, 40(2): 186-194.

Rivero, Z.; Niño, A.; Uribe, I.; Bracho. A.; Calchi, M.; Villalobos, R. y Guiñez. J. 2016.
Prevalencia de enteroparásitos en individuos seropositivos y seronegativos a los virus
HTLV-I/II. Boletín de Malariología y Salud Ambiental, 56(1): 1-10.

Rodríguez, A.; Mozo, S. y Mejía, L. 2017. Parásitos intestinales y factores de riesgo en


escolares de una institución educativa rural de Tunja (Colombia) en el año 2015.
Medicina  Laboratorio, 23: 159-170.

Rodríguez, E.; Arias, A.; Sifontes, S.; Luna, H. y Gaiti, J. 2010. Epidemiología. Archivos
Venezolanos de Puericultura y Pediatría, 73(1): 28-34.

Rodríguez, E.; Mateos, B.; González, J.; Aguilar, Y.; Alarcón, E.; Mendoza, A.; Mier, M.;
Mora, M. y Bernal, R. 2008. Transición parasitaria a Blastocystis hominis en niños de la zona
centro del estado de Guerrero, México. Parasitología Latinoamericana, 63(1): 20-28.

Rodulfo, A.; Rodríguez, M.; Mora, L. y De Donato, M. 2012. Nested PCR reveals
elevated overdiagnosis of E. histolytica in Barcelona, Venezuela. Investigación Clínica,
53(4): 365-377.

Rossen, N.; Bart, A.; Verhaar, N.; Van Nood, E.; Kootte, R.; De Groot, P.; D' Haens, G.;
Ponsioen, C. y Van Gool, T. 2015. Low prevalence of Blastocystis sp. in active
ulcerative colitis patients. European Journal of Clinical Microbiology & Infectious
Diseases, 34: 1039-1044.

Ruggiero, M.; Gordon, D.; Orrell, T.; Bailly, N.; Bourgoin, T.; Brusca, R.; Cavalier-Smith,
T.; Guiry, M. y Kirk, P. 2015. A Higher level classification of all living organisms. PLOS
ONE, 10(4): 1-54.

Růžkováa, J.; Květoňováa, D.; Jirkůa, M.; Lhotskáa, Z.; Rune, C.; Wegener, L.;
Parfreyc, D. y Jirků, K. 2018. Evaluating rodent experimental models for studies of
Blastocystis ST1. Experimental Parasitology, 191: 55-61.

Salinas, J. y Vildozola, H. 2007. Infección por Blastocystis: a review. Revista de


Gastroenterología del Perú, 27(3): 264-274.

Sánchez, C. 2009. Origen y evolución del parasitismo. www.unizar.es/acz/02Academ-


icosNumerarios/Discursos/Caridad.pdf. (01/03/2017).

Sanpool, O.; Laymanivong, S.; Thanchomnang, T.; Rodpai, R.; Sadaow, L.; Phosuk, I.;
Maleewong, W. y Intapan, P. 2017. Subtype identification of human Blastocystis spp.
isolated from Lao Democratic Republic people's. Acta Tropical, 168: 37-40.
39

Scanlan, P. 2012. Blastocystis: past pitfalls and future perspectives. Trends in


Parasitology, 28(8): 327-334.

Scanlan, P.; Stensvold, C.; Rajilic-Stojanovic, M.; Heilig, H.; De Vos, W.; O'Toole, P. y
Cotter, P. 2014. The microbial eukaryote Blastocystis is a prevalent and diverse member
of the healthy human gut microbiota. FEMS Microbiology Ecology, 90: 326-330.

Sheehan, J.; Raucher, G. y Mckitrick, C. 1986. Association of Blastocystis hominis with


signs and symptoms of human disease. Journal Clinical Microbiology and Infection,
24(4): 548-550.

Silberman, J.; Sogin, M.; Leipe, D. y Graham, C. 1996. Human parasite finds taxonomic
home. Nature, 380(6573): 380-398.

Sokal, R. y Rohlf, J. 1980. Biometría, principios y métodos estadísticos en la


investigación biológica. Editorial W. Freeman y Co. San Francisco.

Souppart, L.; Moussa, H.; Cian, A.; Sanciu, G.; Poirier, P.; El Alaoui, H.; Delbac, F.;
Boorom, K.; Delhaes, L.; Dei-Cas, E. y Viscogliosi, E. 2010. Subtype analysis of
Blastocystis isolates from symptomatic patients in Egypt. Parasitology Research, 106:
505-511.

Sri-Hidajati, B.; Basuki, P.; Kusmartisnawati, R.; Sulistyowati, S.; Dwi, K.; Heny, A.;
Indah, T.; Alpha, F.; Andy, D.; Retno, H. y Subijanto, S. 2018. Comparison of multiplex
single round PCR and microscopy in diagnosis of amoebiasis. African Journal of
Infectious Diseases, 12(1): 120-126.

Stensvold, R. 2013. Blastocystis: genetic diversity and molecular methods for diagnosis
and epidemiology. Tropical Parasitology, 3(1): 26-34.

Stensvold, R.; Christiansen, D.; Olsen, K. y Nielsen, H. 2011. Blastocystis sp. subtype 4
is common in Danish Blastocystis-positive patients presenting with acute diarrhea. The
American Journal of Tropical Medicine and Hygiene, 84: 883-885.

Stensvold, R.; Suresh, K.; Tan, K.; Thompson, A.; Traub, R.; Viscogliosi, E.; Yoshikawa,
H. y Clark, G. 2007. Terminology for Blastocystis subtypes a consensus. Trends in
Parasitology, 23: 93-96.

Stenvold, C. y Clark, C. 2016. Current status of Blastocystis: a personal view.


Parasitology International Journal, 65: 763-771.

Subirats, M. y Borrás, R. 2018. Un parásito emergente de patogenicidad controvertida,


Blastocystis sp.: ¿Hay que tratar a todos los pacientes? Revista Clínica Española, 218:
133-134.
40

Tan, K. 2008. New insights on classification, identification, and clinical relevance of


Blastocystis spp. Clinical Microbiology Reviews, 21(4): 639-665.

Tan, T. y Suresh, K. 2006. Predominance of ameboid forms of Blastocystis hominis in


isolates from symptomatic patients. Parasitology Research, 98: 189-193.

Tan, T.; Suresh, K. y Smith, H. 2008. Phenotypic and genotypic characterization of


Blastocystis hominis isolates implicates subtype 3 as a subtype with pathogenic
potential. Parasitology Research, 104: 85-93.

Taylor, V.; López-Fajardo, A.; Muñoz-Marroquín, I.; Hurtado-Benítez, M. y Ríos-


Ramírez, K. 2016. Blastocystis sp: Evidencias de su rol patógeno. Revista Biosalud,
15(2): 69-86.

Tello, R. 1988. Empleo de una nueva técnica parasitológica rápida de sedimentación


espontánea en el diagnóstico de protozoarios y helmintos (Resumen). V Jornadas
Científicas, Lima-Perú. I-164.

Tello, R. y Canales, M. 2000. Técnicas de diagnóstico de enfermedades causadas por


enteroparásitos. Diagnóstico, 39(4): 197-198.

Tunkay, S.; Delibas, S.; Inceboz, T.; Over, L.; Oral, A.; Akisu, C. y Aksoy, U. 2008. An
outbreak of gastroenteritis associated with intestinal parasites. Türkiye Parazitoloji
Dergisi, 32: 249-252.

Turkeltaub, J.; McCarty, T. y Hotez, P. 2015. The intestinal protozoa: emerging impact
on global health and development. Current Opinion in Gastroenterology, 31(1): 38-44.

Uribarren, T. 2017. Entamoebosis o amibiasis o amebiasis. Departamento de


Microbiología y Parasitología. Facultad de Medicina, Universidad Nacional Autónoma
de México. <http://www.facmed.unam.mx/deptos/microbiologia/parasitologia/amibiasi
s.html> (30/10/2018).

Van Hattem, J.; Arcilla, M.; Schultsz, C.; Bootsma, M.; Verhaar, N.; Rebers, S.;
Goorhuis, A.; Grobusch, M.; Penders, J.; De Jong, M.; Van Gool, T.; Bart, A. y
COMBAT consortium. 2018. Carriage of Blastocystis spp. in travellers - A prospective
longitudinal study. Travel Medicine and Infectious Disease.
https://doi.org/10.1016/j.tmaid.2018. 06.005. (26/09/2018).

Vassalos, C.; Spanakos, G.; Vassalou, E.; Papadopoulou, C. y Vakalis, N. 2010.


Differences in clinical significance and morphologic features of Blastocystis sp. subtype
3. American Journal of Clinical Pathology, 133: 251-258.
41

Villegas, W.; Iannacone, J.; Oré, E. y Bazán, L. 2012. Prevalencia del parasitismo
intestinal en manipuladores de alimentos atendidos en la municipalidad de Lima
Metropolitana, Perú. Neotropical Helminthology, 6(2): 255-270.
Wawrzyniak, I.; Poirier, P.; Viscogliosi, E.; Meloni, D.; Texier, C.; Delbac, F. y Alaoui,
H. 2013. Blastocystis an unrecognized parasite: an over view of pathogenesis and
diagnosis. Therapeutic Advances in Infectious Disease, 1(5): 167-178.

World Health Organization. 2008. Guidelines for drinking-water quality (electronicre


source): in corporating 1st and 2nd addenda. Recommendations. 3rd edition.
www.who.int/water_sanitationhealth/dwq/ gdwq3rev/en/in dex.html. (01/02/2017).

Yoshikawa, H.; Koyama, Y.; Tsuchiya, E. y Takami, K. 2016. Blastocystis phylogeny


among various isolates from humans to insects. Parasitology International, 65: 750-759.

Yoshikawa, H.; Yoshida, K. y Nakajima, P. 2004. Fecal-oral transmission of the cyst


form of Blastocystis hominis in rats. Parasitology Research, 94: 391-396.

Zapata, J. y Rojas, C. 2012. Una actualización sobre Blastocystis sp. Revista


Gastrohnup, 14(3): 94-100.
42

ANEXOS

Anexo 1

Consentimiento válido
Se está realizando el proyecto de investigación intitulado “FRECUENCIA DE
PARASITADOS POR Blastocystis spp. Y CARACTERÍSTICAS CLÍNICO-
EPIDEMIOLÓGICAS COEXISTENTES, EN ATLETAS ATENDIDOS EN EL
CENTRO NACIONAL DE CIENCIAS APLICADAS AL DEPORTE, ESTADO
SUCRE”, asesorado por la Lcda. Luz Mujica.

El Objetivo principal de este Proyecto de Investigación es: Evaluar la frecuencia de


parasitados por Blastocystis spp. y las características clínico-epidemiológicas
coexistentes, en atletas atendidos en el Centro Nacional de Ciencias Aplicadas al
Deporte, estado Sucre.

Yo: _____________________________________
CI: Nacionalidad:
Estado Civil: Domiciliado en:

Por voluntad propia, en pleno uso de mis facultades mentales y sin que medie
coacción, ni violencia alguna, en completo conocimiento de la naturaleza, forma,
duración, propósito, inconveniente y riesgo relacionados con el estudio indicado, declaro
mediante el presente:
1.-Haber sido informado(a) de manera clara y sencilla por parte del grupo de
investigación de este proyecto, de todos los aspectos relacionados con el proyecto de
investigación titulado: “FRECUENCIA DE PARASITADOS POR Blastocystis spp. Y
CARACTERÍSTICAS CLÍNICO-EPIDEMIOLÓGICAS COEXISTENTES, EN
ATLETAS ATENDIDOS EN EL CENTRO NACIONAL DE CIENCIAS APLICADAS
AL DEPORTE, ESTADO SUCRE”, coordinado por la Lcda. Luz Mujica.
2.-Tener conocimiento claro que el objetivo del trabajo es: Evaluar la frecuencia de
parasitados por Blastocystis spp. y las características clínico-epidemiológicas
coexistentes, en atletas atendidos en el Centro Nacional de Ciencias Aplicadas al
Deporte, estado Sucre.
43

3.-Conocer bien el protocolo experimental expuestos por el investigador, en el cual se


establece que mi participación en el trabajo consiste en: donar de manera voluntaria una
muestra de heces para análisis parasitológico, así como aportar datos clínico-
epidemiológicos de interés.
4.-Que la muestra que acepto donar y la información personal será utilizada única y
exclusivamente para la obtención de datos estadístico necesarios para el proyecto de
investigación titulado: “FRECUENCIA DE PARASITADOS POR Blastocystis spp. Y
CARACTERÍSTICAS CLÍNICO-EPIDEMIOLÓGICAS COEXISTENTES, EN
ATLETAS ATENDIDOS EN EL CENTRO NACIONAL DE CIENCIAS APLICADAS
AL DEPORTE, ESTADO SUCRE”, coordinado por la Lcda. Luz Mujica.
5.-Que el equipo de personas que realizan la investigación, me han garantizado
confidencialidad relacionada tanto a mi identidad como a cualquier otra información
relativa a mi persona a la que tenga acceso por concepto a mi participación en el
proyecto antes mencionado.
6.-Que bajo ningún concepto podré restringir el uso para fines académicos de los
resultados obtenidos en el presente estudio.
7.-Que mi participación en dicho estudio no implica riesgo e inconveniente alguno para
mi salud.
8.-Que bajo ningún concepto se me ha ofrecido ni pretendo recibir ningún beneficio de
tipo económico producto de hallazgos que puedan producirse en el referido proyecto de
investigación.

DECLARACIÓN DEL VOLUNTARIO


Luego de haber leído, comprendido y aclaradas mis interrogantes con respecto a
este formato de consentimiento y por cuanto a mi participación es totalmente voluntaria,
de acuerdo:
1. Aceptar las condiciones estipuladas en el mismo y a la vez autorizar al
equipo de investigadores a realizar dicho estudio en la muestra de sangre
venosa que acepto donar para los fines indicados anteriormente.
2. Reservarme el derecho a revocar esta autorización y donación de
cualquier momento sin que ello conlleve algún tipo de consecuencias
negativas para mi persona.
Nombre del representante:___________________________ Firma__________
Nombre del voluntario:___________________________ Firma:____________
Lugar_________________________________________
Fecha _____________________
44

DECLARACIÓN DEL INVESTIGADOR


Luego de haber explicado detalladamente al voluntario la naturaleza del
protocolo mencionado, certifico mediante el presente que, a mi leal saber, el sujeto que
firma este formulario de consentimiento comprende la naturaleza, requerimientos,
riesgos y beneficios de la participación en este estudio. Ningún problema de índole
médica, de idioma o de instrucción ha impedido al sujeto tener una clara comprensión de
su compromiso con este estudio.
Por el Proyecto: “FRECUENCIA DE PARASITADOS POR Blastocystis spp. Y
CARACTERÍSTICAS CLÍNICO-EPIDEMIOLÓGICAS COEXISTENTES, EN
ATLETAS ATENDIDOS EN EL CENTRO NACIONAL DE CIENCIAS APLICADAS
AL DEPORTE, ESTADO SUCRE”, coordinado por la Lcda. Luz Mujica.

Firma del Investigador


Nombre_____________________________________
Lugar_______________________________________
Fecha___________________
45

APÉNDICES

Apéndice 1. Disciplinas deportivas, de acuerdo al ambiente de prácticas, adscritas a la


Fundación para el Deporte del Estado Sucre (FUNDESU).

Ambiente de entrenamiento Disciplina deportiva


Remo
Ambiente
acuático

Canotaje
Natación
Salto ornamental
Polo acuático
Béisbol
Ambiente terrestre

Atletismo

Bicicross
Superficie

Bolas criollas
Natural

Kikimbol

Voleibol

Softbol

Wushu
Superficie artificial

Levantamiento de Pesas

Judo

Taekwondo

Lucha

Futbol sala

Gimnasia

Boxeo

Sambo

King boxing
Baloncesto
46

Karate-Do

Esgrima

Tenis mesa

Bowling

Dominó

Apéndice 2. Encuesta clínico-epidemiológica

MUESTRA N°: ____________

DATOS PERSONALES:
Nombre y
Apellidos:________________________________________________________
Edad:___________ Sexo: F___ M___
Disciplina
deportiva_____________________________________________________________
Dirección_______________________________________________________________
_______________________________________________________________________
___________
N° Telefónico:_________________________________

 AMBIENTE DE ENTRENAMIENTO DEPORTIVO


Terrestre natural ___ Terrestre artificial ___ Acuático___
47

 HÁBITOS DE ALIMENTACIÓN:
Ingiere agua del chorro en el área de práctica deportiva? SI______ NO_______
Ingiere agua del filtro en el área de práctica deportiva? SI______ NO_______
Tipos de alimentos que consume:
- Vegetales crudos: NO___ SI____ Frecuencia: poco_____ mucha_____
- Alimentos del mar (coctelitos): NO___ SI____ Frecuencia: poco_____
mucha_____
Consume alimentos en áreas de entrenamiento (ejemplo: frutas, helados y jugos
caseros): NO_ SI__ Frecuencia: poco__ mucha__
Lava los alimentos crudos antes de consumirlos: NO_ SI__ Frecuencia: poco__
mucha__
 HÁBITOS DE HIGIENE
Se lava las manos luego de la práctica deportiva: NO______ SI______
Se lava las manos antes de comer: NO____ SI____
Usa calzado en las prácticas deportivas: NO____ SI_____

 CONTACTO CON ANIMALES (TRANSMISIÓN ZOONÓTICA):


Tiene contacto con animales: No___ SI____
Cual(es)____________________________________________________________

DESCONOCIMIENTO DE LAS MEDIDAS PREVENTIVAS DE INFECCIÓN POR


PARÁSITOS
Conoce las medidas de higiene para evitar las parasitosis intestinales: NO____ SI____
Cuáles_________________________________________________________________
_______________________________________________________________________
___________
PRESENCIA DE SINTOMATOLOGÍA
Diarrea: No____ SI____, Dolor abdominal: No____ SI____; Distención abdominal:
NO___ SI____ Inapetencia: NO___ SI___ Flatulencias: NO___ SI____ Prurito anal:
NO___ SI___
Fiebre: NO___ SI___
48

Nauseas: NO____ SI____ Vómitos: NO__ SI___


Alergias en la piel: NO___ SI___
Dolor articular sin causa aparente: NO___ SI____
Estreñimiento: NO__ SI___

Apéndice 3. Características demográficas y basales de la muestra con Blastocystis spp. y


sin parasitosis.
Blastocystis spp.
Valor de
Variables Total (n=152) Ausente Presente
p
(n=53) (n=99)
Edad (años)* 15 (12; 16) 14 (12; 16) 15 (12; 16) 0,1621
NS
Sexo [F/M] (% masculino) † 48/104 20/33 28/71 0,3117
(68,42%) (62,3%) (71,7%) NS
Ambiente de Entrenamiento Deportivo 11/93/48 2/36/15 9/57/33 0,3280
[Acuático/T. Artificial/T. Natural ] (% TA) † (61,18%) (67,9%) (57,6%) NS
¿Consume agua de chorro en el APD? [No/Si] (% 58/94 16/37 42/57 0,1920
Si) † (61,8%) (69,8%) (57,6%) NS
¿Consume agua filtrada en el APD? [No/Si] (% 61/91 26/27 35/64 0,1419
Si) † (59,9%) (50,9%) (64,6%) NS
¿Consume vegetales crudos? [No/Si] (% Si) † 32/120 8/45 24/75 0,2672
(78,9%) (84,9%) (75,8%) NS
¿Consume alimentos del mar? [No/Si] (% Si) † 25/127 9/44 16/83 1,0000
(83,5%) (80,0%) (83,8%) NS
¿Consume alimentos en expendios ambulantes? 41/111 10/43 31/68 0,1455
[No/Si] (% Si) † (73,0%) (81,1%) (68,7%) NS
¿Consume alimentos en comedor del recinto 27/125 5/48 22/77 0,0813
deportivo? [No/Si] (% Si) † (82,2%) (90,6%) (77,8%) NS
¿Lava los alimentos antes de consumirlos? [No/Si] 12/140 5/48 7/92 0,8420
(% Si) † (92,1%) (90,6%) (92,9%) NS
¿Se lava las manos antes de comer? [No/Si] (% 11/141 2/51 9/90 0,3803
Si) † (92,7%) (96,2%) (90,9%) NS
¿Contacto con animales? [No/Si] (% Si) † 67/85 23/30 44/55 1,0000
(55,9%) (56,7%) (55,6%) NS
49

¿Conoce las medidas de higiene para evitar 140/12 51/2 (3,8%) 89/10 0,2878
parásitos intestinales? [No/Si] (% Si) † (7,9%) (10,1%) NS
Dolor Abdominal [No/Si] (% Si) † 117/35 46/7 71/28 0,0572
(23,0%) (13,2%) (28,3%) NS
Inapetencia [No/Si] (% Si) † 125/27 46/7 79/20 0,3939
(17,8%) (13,2%) (20,2%) NS
Prurito anal [No/Si] (% Si) † 142/10 49/4 (7,5%) 93/6 (6,1%) 0,9928
(6,6%) NS
Fiebre [No/Si] (% Si) † 119/33 42/11 77/22 0,9978
(21,7%) (20,7%) (22,2%) NS
Nauseas [No/Si] (% Si) † 129/23 48/5 (9,4%) 81/18 0,2314
(15,1%) (18,2%) NS
Vómitos [No/Si] (% Si) † 139/13 48/5 (9,4%) 91/8 (8,1%) 1,0000
(8,5%) NS
Alergias en la piel [No/Si] (% Si) † 137/15 51/2 (3,8%) 86/13 0,1192
(9,9%) (13,1%) NS
Dolor articular sin causa aparente [No/Si] (% Si) † 124/28 43/10 81/18 1,0000
(18,4%) (18,9%) (18,2%) NS
* Medianas con cuartiles superior e inferior; comparadas con el test Mann-Whitney (Wilcoxon
† Proporciones con porcentajes; comparadas con Chi cuadrado.
NS: No significativo

Apéndice 4. Asociación entre el número de síntomas significativos y la infección por


Blastocystis spp.
Blastocystis spp.
Numero de Síntomas Total por filas
Presente Ausente
0 31 37 68
20,39% 24,34% 44,74%
1 35 13 48
23,03% 8,55% 31,58%
2 18 3 21
11,84% 1,97% 13,82%
3 10 0 10
6,58% 0,00% 6,58%
4 5 0 5
3,29% 0,00% 3,29%
Total por columnas 99 53 152
65,13% 34,87% 100,00%
2 = 24,66 Altamente significativo; 2(4; 0,01)= 18,465.
50

REPORTE DE EXAMEN DE HECES


Fecha:_________________________
Nombre del paciente:________________________________________________
N° de muestra:_____________________________________________________

CARACTERÍSTICAS MACROSCÓPICAS

Aspecto_________________________________
Color___________________________________
Consistencia:_____________________________
Olor____________________________________

Presencia De:
Moco SI____ NO____, Sangre SI____ NO____ Restos Alimenticios SI___ NO___
Presencia de parásitos adultos: SI____ NO____ Cuál____________________________

CARACTERÍSTICAS MICROSCÓPICAS
Microbiota intestinal______________________________________________________
Leucocitos______________________________________________________________
Hematies_______________________________________________________________
Blastoconidias___________________________________________________________
Restos alimenticios_______________________________________________________
Cristales de Charcot Leyden________________________________________________
Gotas de grasa__________________________________________________________
51

Helmintos______________________________________________________________
_______________________________________________________________________
Protozoarios_____________________________________________________________
_______________________________________________________________________
Chromista______________________________________________________________

Otras observaciones ______________________________________________________

UNIVERSIDAD DE ORIENTE
NÚCLEO DE SUCRE
ESCUELA DE CIENCIAS
DEPARTAMENTO DE BIOANÁLISIS

FRECUENCIA DE PARASITADOS POR Blastocystis spp. Y CARACTERÍSTICAS


CLÍNICO-EPIDEMIOLÓGICAS COEXISTENTES, EN ATLETAS
ATENDIDOS EN EL CENTRO NACIONAL DE CIENCIAS
APLICADAS AL DEPORTE, ESTADO SUCRE
52

(Modalidad: Tesis de Grado)

MARIEL CAROLINA GUERRA TORCATT

TRABAJO DE GRADO PRESENTADO COMO REQUISITO PARCIAL PARA


OPTAR AL TÍTULO DE LICENCIADO EN BIOANÁLISIS

CUMANÁ, 2019
53

FRECUENCIA DE PARASITADOS POR Blastocystis spp. Y CARACTERÍSTICAS


CLÍNICO-EPIDEMIOLÓGICAS COEXISTENTES, EN ATLETAS
ATENDIDOS EN EL CENTRO NACIONAL DE CIENCIAS
APLICADAS AL DEPORTE, ESTADO SUCRE

APROBADO POR:

__________________________
Lcda. Luz C. Mujica
Asesora

__________________________
Profa. Del Valle Guilarte
Jurado Principal

__________________________
Profa. Milagros Figueroa
Jurado Principal

II
54

DEDICATORIA

Mi Dios y mi Virgen del Valle, quienes me han guiado, me han dado fuerzas para seguir
adelante y no declinar pese a las adversidades.

Mi familia, en especial a mis padres, Mercedes Torcatt y Alquímedes Guerra, quienes


con sus sabias palabras, amor, apoyo y comprensión me han ayudado a lo largo de mi
carrera y vida misma. Han sido para mí la mayor fuente de inspiración, por quienes no
me rindo y con este logro les retribuyo parte de lo que han hecho por mí; me han dado
todo lo que soy como persona, mis valores, principios, carácter, empeño, perseverancia y
coraje, por todo esto y más los amo.

Mis hermanos, Manuel Guerra y Alquímedes Guerra, por todo su amor, apoyo, sus
palabras de aliento y sus incansables chistes, también a mi hermana María E. Guerra que
aunque ya no esté en este plan terrenal sé que esta meta alcanzada es producto de todas
las veces que en silencio le pedía me ayudara a alcanzar.

Mi esposo Emmanuel Gómez, tu ayuda ha sido fundamental, has estado conmigo


incluso en los momentos más turbulentos. Todo este proceso no fue fácil, pero estuviste
motivándome y ayudándome. Te lo agradezco mucho amor.

Mis sobrinos, Rosangel, Jesús, Ricardo, Ángel y José, porque por ustedes tampoco me
rendí, y todos los días de mi vida me enseñan más de la vida.

Mis compañeros y amigos presentes y pasados, quienes sin esperar nada a cambio
compartieron sus conocimientos, alegrías y tristezas y a todas aquellas personas que
durante toda mi carrera estuvieron a mi lado apoyándome y hacer hoy este sueño
realidad.

Gracias a Todos.

III
55

AGRADECIMIENTO

Dios primordialmente y la Virgen del Valle por guiarme e iluminarme en cada paso.

Todos mis maestros que llegaron a mi vida para enseñarme diferentes lecciones.

Mi tutora Lcda. Luz Mujica, por ayudarme y tener dedicación para este trabajo.

Mis amigos, familiares y compañeros de camino, en especial a mi esposo Emmanuel


Gómez por ser parte de mi vida, de este proceso y ayudarme a mantenerme siempre
firme.

Con amor y verdadera dedicación.

IV
56

ÍNDICE

LISTA DE TABLAS…………….………………………………………………..
LISTA DE FIGURAS……………….……………………………………………
RESUMEN…………………………….….………………………………………
INTRODUCCIÓN………………………….……………………………………..
METODOLOGÍA…………………………………………………………………
RESULTADOS Y DISCUSIÓN.….……………………………………………..
Pág.
CONCLUSIONES……………..………………………………………………….
RECOMENDACIONES……..…………………………………………………… VI
BIBLIOGRAFÍA………………………………………………………………….. VII
ANEXO VIII
APÉNDICES 1
7
11
28
29
30

V
57

LISTA DE TABLAS

1. Asociación entre la diarrea y la presencia de Blastocystis spp., en atletas


atendidos en el Centro Nacional de Ciencias Aplicadas al Deporte del estado
Sucre……………………………………………….………………………….
Pág.
2. Asociación entre la distención abdominal y la presencia de Blastocystis spp.,
en atletas atendidos en el Centro Nacional de Ciencias Aplicadas al Deporte
del estado Sucre……………..………………………….……………………… 15

3. Asociación entre la flatulencia y la presencia de Blastocystis spp., en atletas


atendidos en el Centro Nacional de Ciencias Aplicadas al Deporte del estado
Sucre…………………...………………………………………………………. 16

4. Asociación entre el estreñimiento y la presencia de Blastocystis spp., en atletas


atendidos en el Centro Nacional de Ciencias Aplicadas al Deporte del estado
Sucre………………………………………………………………………….... 16

5. Asociación entre el uso de calzado durante las prácticas deportivas y la


presencia de Blastocystis spp., en atletas atendidos en el Centro Nacional de
Ciencias Aplicadas al Deporte del estado Sucre……………………………… 17

22

VI
58

LISTA DE FIGURAS

1. Fotomicrografía de morfotipos vacuolares o de cuerpo central de Blastocystis Pág.


spp., presentes en muestras de heces de atletas atendidos en el Centro
Nacional de Ciencias Aplicadas al Deporte del estado Sucre…………..…….
VII
11
2. Frecuencia de atletas con parasitación por Blastocystis spp., de acuerdo al
ambiente de prácticas deportivas, atendidos en el Centro Nacional de Ciencias
Aplicadas al Deporte del estado Sucre……………..............…………………
14
3. Asociación entre el número de síntomas gastrointestinales y la presencia de
Blastocystis spp., en atletas atendidos en el Centro Nacional de Ciencias
Aplicadas al Deporte del estado Sucre.…………………………………..……
18
RESUMEN

Se realizó un estudio para evaluar la frecuencia de parasitados por Blastocystis spp. y las
características clínico-epidemiológicas coexistentes, en atletas atendidos en el Centro
Nacional de Ciencias Aplicadas al Deporte del estado Sucre, con sede en Cumaná, en el
cual participaron 171 deportistas con edades comprendidas entre 12 a 20 años, de sexo
masculino y femenino, desarrolladores de las diferentes disciplinas deportivas adscritas a
la Fundación para el Deporte del estado Sucre (FUNDESU). A las muestras de heces se
les realizó el examen directo o coproanálisis con solución salina fisiológica (0,85%) y
lugol, el método de sedimentación espontánea en tubo y la técnica de Kato, para la
identificación de Blastocystis spp., quistes y trofozoitos de protozoarios, así como
huevos y larvas de helmintos. Se determinó la frecuencia de parasitados por el cromista
en la población de deportistas y los datos obtenidos fueron sometidos a la prueba Chi-
cuadrado (2) para buscar posibles asociaciones entre las variables clínico-
epidemiológicas con la presencia de la parasitosis, encontrándose que el 69,00% de los
atletas evaluados estaban parasitados por Blastocystis spp., o lo que es igual a 118
afectados con el parásito en 171 atletas evaluados. La mayor frecuencia de estos casos
(99 de 118) se hallaron en forma de monoinfección por Blastocystis spp. Los síntomas
gastrointestinales como diarrea, flatulencias, distensión abdominal y estreñimiento se
asociaron estadísticamente a la monoinfección por Blastocystis spp. (p0,05). De las
variables epidemiológicas, solo ejercitar descalzo se asoció muy significativamente
(p=0,0047**) con la presencia del microorganismo, convirtiéndose en un factor de
riesgo para la infección. El resto de las variables epidemiológicas no se asociaron a la
presencia del parásito (p0,05). Con base en estos resultados se concluye que, en la
población de atletas estudiada se encontró una elevada frecuencia de parasitados por
Blastocystis spp. posiblemente ocasionada por ejercitar descalzos durante los
entrenamientos o competencias deportivas. y en cuyos casos el microorganismo
probablemente actuó como patógeno debido a la clínica asociada a la parasitosis.

VIII
1

OBJETIVOS

General
Evaluar la frecuencia de parasitados por Blastocystis spp. y las características clínico-
epidemiológicas coexistentes, en atletas atendidos en el Centro Nacional de Ciencias
Aplicadas al Deporte, estado Sucre.

Específicos
Identificar Blastocystis spp. en muestras de heces provenientes de atletas atendidos en el
Centro Nacional de Ciencias Aplicadas al Deporte, estado Sucre.

Establecer la frecuencia de parasitados por Blastocystis spp. en los referidos atletas.

Determinar la frecuencia de parasitados por Blastocystis spp. con respecto al ambiente


de práctica deportiva (terrestre natural, terrestre artificial y acuático), en los deportistas
mencionados.

Determinar factores de riesgo epidemiológicos que condicionen la infección por


Blastocystis spp. en los atletas evaluados.
2

Cumaná, octubre de 2018

Señores:
Subcomisión de Trabajos de Grado
Departamento de Bioanálisis (UDO-Sucre)
Su despacho.

Por medio de la presente, dejo constancia de haber aceptado asesorar a la Br. Mariel
Carolina Guerra Torcatt (C.I. Nº V-20.347.718) en el desarrollo del trabajo intitulado:
“FRECUENCIA DE PARASITADOS POR Blastocystis spp. Y CARACTERÍSTICAS
CLÍNICO-EPIDEMIOLÓGICAS COEXISTENTES, EN ATLETAS ATENDIDOS EN
EL CENTRO NACIONAL DE CIENCIAS APLICADAS AL DEPORTE, ESTADO
SUCRE”, el cual le servirá como Trabajo de Grado en la modalidad Tesis de Grado. Así
mismo, doy fe de que he revisado dicho Trabajo.

Sin otro particular a que hacer referencia, queda de usted…

Atentamente

____________________________________
Lcda. Luz C. Mujica
Asesora
3

Cumaná, octubre de 2018

Señores:
Subcomisión de Trabajos de Grado
Departamento de Bioanálisis (UDO-Sucre)
Su despacho.-

Anexo a la presente hago entrega de un (1) ejemplar del Trabajo de Grado (modalidad:
Tesis de Grado) intitulado: “FRECUENCIA DE PARASITADOS POR Blastocystis spp.
Y CARACTERÍSTICAS CLÍNICO-EPIDEMIOLÓGICAS COEXISTENTES, EN
ATLETAS ATENDIDOS EN EL CENTRO NACIONAL DE CIENCIAS APLICADAS
AL DEPORTE, ESTADO SUCRE”, así como la carta aval del asesor.

Sin otro particular a que hacer referencia, queda de usted…

Atentamente

__________________________________
Br. Mariel Carolina Guerra Torcatt
C.I. Nº V-20.347.718

S-ar putea să vă placă și