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ARGUMENTO

· Se pi<lmeu en este uparradv d cofllenuio huevo y la gallina, no SUJern a nmguna


hísrónco, su gene.sis y act11•idad de la respuesta directa o absoluta. Pero no
filosofía de la tecnologí(l y divusos as- por esto es insignificante, r.í es suficten-
pectos de s1-1 planti:urníento cri11co y nt re prnpont:r :i. manera de síntesis que
conléXfliilÍÍzaci6n acwal. simple: mente liay una relación mutua en-
tre las dos, que humanidad y cecnología
siempre se encuentran juntas. La rela-
ción mutua no es una cosa única; las
relaciones ml!Cuas coman muchas formas
difereotes. Hay, por ejemplo, relacwnes
mutuas de padre e hijo, de marido y
mujer, entre ciudadanos, etc. Humani-
dad y tecnología pueden encontrarse
juntas en más de un sencíclo. Más que
argumentar la primacía· de uno u otro
factor del cliché de la reciprocidad en ta
relación humanidad-tecnología,. propon-
go destacar tres formas que puede to-
Tres formas de mar la relación, tres maneras de ser-con
la tecnología.
ser-con la tecnología* Para hablar ele tres formas de ser-con
la tecnología es necesario ret.iir prest:i-
Ja y adaptar una categoría de El ser y
el tiempo (19'27) de Martín Heidegger,
Car! Mitcham que du algum\ mam:ra nlls prop0rciona
cíerta claridad. En rn obra primordial,
Hl!idegger propone desarrollar una nue-
va concepción del ser humano tomando
En cualquier discusión sería asociada a la condkión humana primordial, ser-t:n-
temas relacionados con tecnolo~ía y hu- c:l munJo, y sometiendo este supuesto a
manidad surge inrnediatamt:nte una pre- lo que él denomina un ;uui.lisis existen-
gunta gener;1l acerca del principal miem- cial. El anáfüis se efectúa m.:.diante la
bro de esta relación. Por una parte, es elucidación dt: trt:s aspectos igualmente
difícil negar que ejercemos algún tipo importantes de esta condición de ser hu-
de ekcción acerca de los tipos de técni- mano: el mundo en el cual el hombre se
ca con los cuales vivimos, es decir, que encuentra, la relación de ser-en, y t::l ser
controlamos la tecnología. Por otro que t:stá en la rel;1ciün -todos ellos
lado, es igualmente difícil negar qt1e las como un me<lio de aproxímacíon a lo
técnicas ejercen profundas influencins que, para Heidegger, es la cuestión fun-
sobre nuestras formas de vida --o sea, damental, el sígnifi<:udo del Ser.
sobre la estructura de nut:stra existen- La cuestión fundamental, en esta oca-
cia. Construimos nuestros edificios, re- sión, no nos concierne. Lo que si nos
marcó una vez Winston Churchill (u raíz concierne es el lugar central que tienen
de una propuesta para un nuevo edifi- las técnicas en el análisis de I-kídegger
cio del Parlamento), luego nuestros t:di- y el desvelamiento del ser-con como uno
ficíos nos construyen a nosotros. Pero de sus aspectos centrales. para Heideg-
¿qué viene primero, lógica cuando no ger la mund¡rnid.ad del mundo, como él
temporaimente, el constructor u los edi- la llama, se prt:senta a través de lazus
ficíos'! ¿Que:.;::; io principal, humanidad técnicos, que revelan una red de equi-
o tecnología'! ·pos y artefactos a-mano para la manípu-
Esta es, por suput:sto, la pregunta dei ladón, y otros seres tiumano:; igualmen-
te iigados. Estos otros no están solo
a-mano técnicamente (como las herra-
• Versión castdlana Lle Estela Ponis10. mientas) ni tampoco están-presentes
© Carí Milcham. La versión inglesa aparecerá científicamente (corno los objetos natu-
en Gayle Onniston, eú., From Arrifacc lo Jfobilac:
Scudi<.r in liu Cri11ca/ Et1gag<m<nl a[ T<ch1w/ogy; rales); por el contra.ria, ellos son como
Lehigh Univ. Prcss, 1990. el mismo ser humano que repara en

ANTHROPOS/13
ellos en aquél «r.llos están rm11/Jib1 11M, Ciertamente, b transici6n cíe la caz.a y
y ahí co11 ello». 1 recolecci6n a la dornesllcación de ani-
La relaci6n dd ser-con así desvelada males y plantas introdujo una profunda
a través de comrrornisos técnicos es en- y perturlrnclora transición a la cultura.
tonces p<irn Heidegger de un carácter Lns técnicas, de acuerdo con estos mi-
principalmente social; se refiere al ca- tos, aunque hasta cierto punto requeri-
rácter social del mundo quc. sale a 1<1 luz das por la humanidad y en ocasiones,
a través ele la práctica técnica. Dicho por tanto, caus;i de legítima celebra-
mundo no está compuesto solamente de ción,2 fúcilmente se tornan en contra
herrn111ienlas y artefactos, sino de herra- ele la humanidad al separarla de una
mientas usadas con otros, y artefactos realidad mucho mayor-separación que
pertenecientes a otros. Las ligaduras puede rn;inifestarse en un deterioro de
técnicas no son solo técnicas, sino que la fe o una tergiversación de la volun-
tienen una inmediata e íntima dimen- tad, una negativa a confiar en Dios o
sión social. En realidad, todo esto es los dioses, rnanifest<1da ya sea en la na-
tan inmediato que requiere un trabajo- turaleza o en la providencía.·1
so rastreo incluso p;ira ser reconocido y Los argumentos éticos en apoyo de
establecido -distanciamiento y articu- esta desconfianza o esceptic1srnu ¡¡cerca
lación que r.on en parte precisamente lo dado, pero ocasionará que lo dado sea de las actividades técnicas pueden detec-
que la filosofía está a punto de hacer. llevado a un más pleno nivel de concien- tarse en los primeros estratos de !a filo-
El presente intento de rastrear y exa- cia o percepción -a partir del cual debe sofía occidental. De acuerdo con las
minar varios modos de ser-con la tecno- ser aceptado (o rechazado) de una nue- obras, poco tenidas en cuenta, del hé-
logía, más que de ser-con los otros (a va manera o sobre nuevas bases. roe militar griego e historiador Jenofon-
través de la tecnología), arranca del aná- Con este marco de fondo, entonces, te, por ejemplo. su maestro Sócrntes
lisis social de Heidegger del Ellos y el propongo desarrollar descripciones his- (469-399 AC) consideraba In agricultu-
problema de In autenticidad en el mun- tórico-fiiosóficas, necesariamente trnn- ra. l;i menos lécnica de las arte~. c:nmo
do tecnológico, pero no procede de la cadas en cierta forma, de tres fonn<ls la ocupacíón más filosófic;i. Aunque 1;,
misma manera. Para Heidegger, el ser- alternativas de ser-con la tecnología. La tierra «proporciona las b•.1enas cosas ele
con se refiere a una presencia personal primera es lo que puede llarn;irse el es- la manera más abundante, la agncultllra
inmediata en las técnil'.as. El ser-con so- cepticismo antiguo; la segunda, el opti- no las entrega a la debilidad sino ... que
cial sin embargo, se puede manifestar mismo del Renacimiento y la Bustra- produce una especie de víriliclacl ... Más
no sólo a nivel de la presencia inmedia- cir.Jn; y la tercera, la ambigüedad o de- aún, la tierra, siendo una diosa, ense1ía
ta o existencial sino también en las sasosiego románticos. Incluso en la for- justicia a aquéllos que son célpaces de
ideas. En realidad, el mundo social es ma de cierta manera simplificada de ti- aprender» (Deconomicus V, 4 y 12).
tanto como, y si no más, un mundo de pos ideales en la cual serán presentadas Esta idea de la agricultura como la
ideas como de personas. Las personas aquí, la consideración de los temas que más virtuosa de las artes, en la que la
sustentan ideas e interactúan con otras dividen a estas tres formas de ser-con la acción técnica humana tiende a mante-
y con las cosas en base a ellas. Estas tecnología quizás pueda iluminar las di- nerse dentro de límites apropiados, se
ideas pueden incluir también el reino ficultades con que nos enfrentamos al repite en representantes de la tradición
de las técnicas, es decir, llegar a ser un intentar vivir co.n la moderna tecnología filosófica tan diversos como Platón,4
lenguaje o lagos de las técnicas, ·una y sus manifiestos problemas. Aristóteles, 5 Sto. Tomás de Aquino6 y
«tecnología». Thomas Jeffcrson. 7
La idea de ser-con la tecnología pre- En otro lugar Jenofonle apunta la dis-
supone este abarcamiento «lógico» de tinción socrática entre las preguntas
las técnicas por una sociedad y su arti- La articulación original de una relación acerca de si realizar o no una acción y
culación filosófica o proto-filosófica. entre humanidad y técnicas, articulación de cómn realizarla, junto con otra, en-
Para muchas personas, sin embargo, las que es en sus formas primerizas contem- tre cu'.:stiones científicas o tecnológicas
ideas que guían sus vidas pueden no poránea con la aparición de la historia concerni.entes a las leyes naturaks, y
estar sostenidrts por un conocimiento escrita. puede establecerse, de mar1era cuestiones éticas o políticas acerca de lo
conscicnle o una articulación plena. A audaz, como cela tecnología es mala pero que está bien o mal. lo que es bueno o
.menudo toman la forma de un mito. La necesaria», o quizfis m¿s precavidmnen- malo, lo pío y lo impío, justo e injusto .
argumentación y discusión fiiosófica in- te como ,,¡a tecnología (o sea, el estu- Al elaborar la primera distinción. Sócra-
trodut.e entonces en dicho mundo de dio de las técnicas)· es necesaria pero tes enfatiza que los seres humanos de-
ideas una especie de corte o ruptura peligrosa». A esta idea se alude en una ben determinar por sí mismos cómo lle-
con lo inmerfo1tamente dado. No es ne- plétora de mitos arcaicos -·la historia var a cabo sus acciones -que pueden
cesario que este corte o ruptura requie- de la Torre de Ilabel, íos mitos de Pro- tomar lecciones ele «construcci6n (tck-
ra el rechazo o abandono de aquello meteo, Hefestos, Ícaro y Dédalo, etc. tonikos), forjado ele metales, agricultu-

14/ANTHROPOS
ANÁLISIS E INVESTIGACIÓN ARGUMENTO

ra, gobierno, y ... cálculo, economía y deben ponerse en marcha ... El estado
estrategia militar» (1Yiemorabilia I, 1, 9); s;cludable ya tampoco será lo suficiente-
sin embargo, las consecuencias últimas mente grandé, sino que será hinchado
de sus acciones ténicas son ocultas. Su por una multitud de actividades que van
ejemplo inicial es incluso tomado de la más allá de la satísfacción de necesida-
agricultura: ei hombre que sabe cómo des ... » (372d-373b).
sembrar un campo no sabe sí recogerá Como indica este pasaje, y como pue-
la cosecha. Por tanto, sí debemos o no de ser confirmado por anteríorés refe-
emplear nuestros poderes ·técnicos es un rencias a Homeró y los poetas, la cultu-
asunto acerca del cual debemos confiar ra griega clásica estaba cargada de rece-
en la guía de los dioses. 8 lo hacia el bienestar y opulencia que las
Al mismo tiempo, con respecto a la artes o technai producen cuando no se
segunda distinción, Sócrates argumenta las mantiene dentro de iímites estrictos.
que, debido a la suprema ímportancía Pues de acuerdo con los antiguos, ese
de los asuntos éticos y políticos, los se- bienestar acostumbra a los hombres a
res humanos no deberían preocuparse las cosas fáciles. Pero kaiepa ta kala, la
por búsquedas científicas y tecnológicas. dificultad es lo bello o lo perfecto; la
En la autobiografía intelectual que se le perfección de cualquier cosa, incluyen-
atribuye en el Fedó11, por ejemplo, Só- la moderación? etc. Ya que, como dice do la naturaleza humana, es lo opuesto
crates relata corno dio Ja :!spaida a la Jenofonte en otra ocasión, Sócrates «no de lo fácil o débil. En la opulencia ios
ciencia natu(al debido a la confusión deseaba hacer de sus compañeros ora- seres humanos tienden a acostumbrarse
cosmológica y moral que téndía a engen- dores y comerciantes e inventores, sino a lo fácil, y a elegir así lo menos perfec-
drar. 9 En los Memorabilia 10 de rnanéra que pensaba qut: primero debcrian ad- to antes que lo más perfecto; lo más
similar se dice de Sócrates que «No le quirir la moderación (sophrosine). Pues hajo antes que lo más alto, tanto para sí
agradaba que los demás discutieran so- creía que sin moderación todas aquellas mismos como para los demás. En nin-
bre la naturaleza de todas las cosas, ni habilidades sólo capacitaban a una per- gún otro arte es esto tan frecuente como
especulaba sobre el «cosmos» de los so- sona para llegar a ser más injusta y mal- en la medicina. Una vez que se dispo-
fistas o las necesidades de íos cielos, vada» (il.demornbilia IV, !Il). nen drogas como paliativos, por ejem-
sino que declaraba que aquellos que se La distinción inicial concede a las pre- plo, la mayoria de los individuos las es-
preocupaban por tales materias eran guntas técnicas una importancia real en cogerán para aliviar su dolor antes que
tontos. Y en primer lugar éi pregunta- los asuntos humanos, pero reconoce su los caminos más extenuantes de la higie-
ría sí tales personas se ocupaban de di- ambigüedad e incerteza; la distinción ne físíca o d cultivo mental. La actual
chos problemas porque creían que su subsecuente subordina toda prosecución (teclme) de la medicina, mantiene Só-
conocimiento de los asuntos humanos sistemática del conocimiento técnico a crates frente--a Glaucón más tarde, en
era completo, o si pensaban que estaban las cuestiones políticas y éticas. La ReplÍblica III, es una educación en
obligados a despreciar los asuntos hu- Este desasosiego ante las inmodera- la enfermedad que «dilata la muerte»
manos para especular sobre las cosas das posibilidades inherentes a los pode- (406b); en lugar de promover la salud
divinas» (Memorabilia I, I, 11, 12). res técnicos es aún más elaborada en permite al enfermo tener «una vida
Las personas que se apartan de los Platón. Casi al principio de La Repúbli- larga y miserable» y «producir una des-
asuntos humanos para dedicarse a los ca, después de que Sócrates dibuja un cendencia semejante a ellos mismos»
temas que tienen que ver con Jos cielos estado primitivo y Glaucón objeta que (407d). No es necesario mencionar que
parecen pensar «que cuando conozcan éste no es más que una «ciudad de cer- la descripción de Sócrates se aplica aún
las leyes por las cuales existen todas las dos», Sócrates replica: «El verdadero con más rigor a la moderna tecnología
cosas podrán, cuando lo deseen, crear estado es en mi opinión el que hemos médica de lo que lo hiciera en ese en-
vientos, agua, estaciones, y cualquier descrito -un estado saludable, por así tonces en Atenas.
otra cosa corno éstas que puedan nece- decirlo. Pero si lo deseas, podemos asi- Otro aspecto de esta tensión entre po-
sitar» (Memorabilia I, l, 15). Siendo «el mismo examinar un estado enfermo ... lítica y tecnología se indica en las obser-
primero én hacer descender la filosofía Ya que hay ,,;¡;:.;00:;, a lo que parece, vaciones de Platón acerca de los peligros
de los cielos y ponerla en la ciudad, y... que no estarán satisfechos con estas co- del cambio técnico. En palabras ele Ade-
obligarla a inquirir acerca de la vida y sas o esta forma de; vida; sino que ten- manto, con quien Sócrates en este caso
la moralidad y las cosas buenas y ma- drán que agregars¡! camas, mesas y otros está evídentemente de acuerdo, una vez
las», 11 la propia conversación de Sócra- muebles, y por supuesto condimentos, que el cambio se ha establecido .como
tes, en cualquier caso, versa siempre perfumes, incienso, mujeres y dulces-- normal en las artes, «sobrepasa sus lími-
acerca de las· cosas humanas: ¿Qué es de todo tipo. Y los requisitos que antes tes e inunda el carácter y la actividad
lo pío? ¿Qué es lo impío? ¿Que es 10 mencionamos ya no pueden estar limi- humanas, y a partir de allí .se vincula a
bueno? ¿Qué es lo vergonzoso? ¿Qué tados a las nece~1dades de casas, vesti- los asuntos comerciales, y, luego actúa
es lo justo? ¿Qué es lo injusto? ¿Qué es dos y calzado; sino que [varias technai] en contra de las leyes y el orden políti-
co» (424d-e). Es conveniente que la ligereza y uniformidad de superficie que
obediencia a la ley descanse fundamen- sólo de manera abstracta relaciona el
talmente en el hábito más que en ía enlomo de su creación con su uso. Se-
fuerza. El cambio tecnológico, que so- gún un :inuncio de la Mohil Oíl Corn-
cava la autoridad del hábito y la costum- pany ele principios de los SO, los produc-
bre, tiende así a introducir la violencia tos sintéticos son en realidad «mejores
en el estado. Esta es seguramente una que el objeto real», por io cual la pala-
posibilidad que la experiencia de! siglo bra «si1Hét1co». que implica una «pálida
XX, uno de íos más violentos en la his- imitación», debe ser descartada. Pero si
toria, nos incitará a tomarla seriamente. esto es verdad no depende, sobre todo,
Esta cautela acerca· de la acción de la de una comprensión previa de lo que es
tecnología sobre los cimientos morales real en p1imer lugar. P<.-ira Aristóteles
y políticos puede complementarse me- hay un tipo de realidad que sólo puede
diante una crítica epistemológica de las encontrnrse en los particulares y queda
limitaciones del conocí míen to tecnológi- de esta manera fuera del alcance ele la
co y un análisis metafísico del inferior tecnología de polímeros de producción
estatus de los objetos técnicos. Durante en masa orientada según la función.
una discusión ac~rca de la educación del También para Platón y la tradición
filósofo-rey en La República VII, Sócra- unión de forma y materia, y el telos o platónica el artificio es menos real que
tes considera qué tipo de edu~~acíón es fin está de tal modo determinado. El la naturaleza. En efecto, en la Repúbli-
la aue lleva más eficazmente a un estu- problema con los artefactos es que no ca X hay una discusión acerca de la
dia~te «a la luz» de los asuntos más logran adquirir este tipo de unidad en fabricación de camas (a la cual pueden
elevados o importantes. Una conclusión el nivel más profundo, y pueden por aludir las observaciones de Aristóteles
es que no son aquellas technai, que «Se tanto tener una variedad de usos o fines en la Física) por el dios o naturaleza,
orientan hacia l::is opiniones y deseos extrínsecos impuestos por encima de por el carpintero o tekton, y por el pin-
humanos o tienen que ver con ia crea- ellos. «Si una cama germinara», t.lice tor o artista. El argumento de Sócrates
ción y fabricación y atendiendo a las Aristóteles, «no brotaría unn cama sino es que la cama natural, aquella hecha
cosas que crecen y están puestas juntas» un úrbol» (Ff.>ica 193b, 10). En la medi- por el dios. es la realidad primaria; las
(533b). Debido a que no es capaz de da en que el arte imita verdaderamente múltiples camas hechas en imitación por
conducir a una conve.rsión o emancipa- a la naturnleza, engendra una inimitable los artesanos son una realidad secunda-
ción de la mente de los asuntos munda- individualidad en sus productos, preci- ria; y ias pinturas de camas pintadns
nos, la tecnología no debe ser el objeti- samente porque su intento de efectuar por artistas son una realidad terciaria.
vo principal de la vida humana. Dado una unión de forma y materia tan ínti- La technc es por tanto creativa en un
que se interesa en remediar los defectos ma como sea posible requiere un respe- sentido de segunda o «tercera genera-
de la naturaleza, la orientación de la to o deferencia hacia los materiales con ción» (597e) -y de esta manera sujeta
técnica siempre se dirige a los inferiores ·los que trabaja. En un arte sistematiza- inmediatamente a la guía moral y meta-.
o más débiles (342c-d). Un médico do o tecnólogía la matelia tiende nece- física.
atiende a más gente enferma que sana. sariamente a ser pasada por alto o rele- En términos morales el artificio debe
Eros o el amor,- por contraste, está gada al estatus de un sustrato indiferen- ser dirigido o juzgado en función de su
orientado hacia los mejores o los más ciado para ser manipulado a voluntad. ¡z bondad o utilidad. En términos metafí-
fuertes; persigue lo bueno y procura la Efectivamente, en. relación a esto Aris- sicos el criterio de juicio es la propor-
trascendencia. «Y de la persona que está tóteles sugiere una distinción entre ar- ción adecuada o belleza. Un posible de-
versada en tales materias se dice que tes de cuilivo (por ejemplo, medicina, sacuerdo entre platónicos y aristotélicos
tiene sabiduría espiritual, como opllesta educación y agricultura,. que ayudan a con respecto a uno u otro aspecto de la
a la sabidur[a de las technai o habilida- la naturaleza a producir de manera más elaboración, es si es lo bueno o lo be-
des artesanales de bajo nive.I», dice Dio- abundante las cosas que podría produ- ilo, la ética o la estética, el criterio ade-
tima a Sócrates en El Banquete (203a). cir por sí misma) y artes de construcción cuado para su guía. Dicho desacuerdo
Aristóteles está de acuerdo, pero por o dominación (que dan existencia a co- no debe oscurecer, sin embargo, el
razones algo diferentes, por razones rne- sas que la naturn.\eza no podría)Y acuerdo más fundamental, el reconoci-
t:;iffsicas más propiamente. De acuerdo El terna metafísico puede aquí ilus- miento de la necesidad de sujetar poie-
con Aristóteles y sus seguidores, la rea- trarse observando r 1 "º"'raste entre un sis y tr:c!mai a ciertas limitaciones bien
lidad o el ser reside en los particulares. plato de cerámica artesanal y la vajillil definidas. En tanto que los objetos y
No es una cierta especie !tomo sapic11s Tupperware. El plato de arcilla tiene actividades técnicas deben sujetarse a la
(con mayúscula.~) en ábstracto la que es un peso sólido, una rica textura, y una estrecha guía de la naturaleza (pliysis),
en un sentido primario, sino Sócrates y explícita referencia a su entorno no muy la naturaleza debe aplicarse a ellos cons-
Jantipa. La realidad de todas las entida- distintas de las de una piedra natural, cientemente, desde fuera (por así decir-
des naturales depende de una Intima mientras que el Tupperware exhibe una lo) por los seres humanos. Una vez más.

16/ANTHROPOS
AHÁl..ISIS iE !HVIE5T!GACIÓN ARGUMENTO

la tendencia de las creaciones técnicas 2


contemporáneas a acarrear proulem;1s
ambientales o desórdenes ecológicos Una forma de ser-con la tecnología ra-
hasta cierto prn1to confirma el punto de clicalrnenle diferente --que traslada el
vista premoderno. La critica antigua de peso de las pruebas de aquéllos que fa-
la tecnología descansa as[ en un argu- vorecen la introducción de invenciones
mento de estrecho entramado.en cuatro a aquéllos que se oponen- argumenta
partes: l. d deseo de la tecnología o la la bondad inherente de la tecnología y
intención tecnológica implica a menudo e! consecuente carácter accidental de
una desviación de la fe o la confianza cualquier mal uso de la misma. Hay as-
en la naturaleza o la providencia; 2. la pectos de esta idea o actitud que no
opulencia técnica y los concomitantes carecen de esbozos premodernos. Pero
procesos de cambio tienden a socavar el en su forma completa y persuasiva los
esfuerzo individual hacía la excelencia y argumentos en este sentido se articulan
la estabilidad social; 3. el conocimiento totalmente por primera vez en ios escri-
tecnológico asimismo conduce al ser hu- tos de Francis Bacon (1561-1626) en la
mano a relacionarse con el mundo y época del Renacimiento, y posterior-
obscurece lo trascendente; 4. los obje- mente llegan a ser característicos de la
tos técnicos son menos reales que los diarios personales como en sermones filosofía de !a Ilustración del siglo 18.
objetos de la naturaleza. Sólo una nece- públicos, admite con pesar la paradoja Al igual que el Sócrates de Jenofon-
sidad de supervivencia, y no un ideal de de que la conversión cristiana da vida a te, Bacon acepta que la iniciación de las
io bueno, puede justificar el pasar por un tipo de autodisciplina que fácilmente acciones humanas debe estar guiada por
alto dichos argumentos. La vida del gran engendra la acumuiadón de riqueza el consejo divino. Pero a diferencia de
científico helenista Arquímedes nos -riqueza que inmediatamente socava la Sócrates, Bacon mantiene que Dios ha
brinda (como lo hacía la antigüedad) verd<1dera virtud cristiana. «En vc:rdad, impartido a la humanidad un claro man-
una suerte de icono o imagen viva de de acuerdo .con la natural tendencia de dato de aspirar a la tecnología como
estos argumentos. A pesar de que, de los rícos, no podemos esperar que sea medio para el alivio compasivo del su-
acuerdo con Plutarco, Arquímedes era de o~ra manera», escribe Wesley. 18 frimiento de la condición humana, del
capaz de inventar todo tipo de artefac- Con respecto a otros aspectos de la ser-en-el-mundo. El Know how técnico
tos, no estaba muy dispuesto a hacerlo crítica premoderna, Lewis MumforJ, se escapa de toda duda acerca de las
excepto cuando lo presionaba la necesi- por ejemplo, ha criticado e! ansia dt:: consecuencias de la acción técnica. Ante
dad militar -e incluso entonces se ne- poder manifiesta en la modernu. tecno- la elección entre una forma de vida de-
gaba a dejar tras sí ningún tratado so- logía, y Heidegger, siguiendo el ejem- dicada a las cuestiones científico-tecno-
bre e! tema, debido a un saludable te- plo del poeta Rainer Maria Rilke, ha lógicas o a las ético-políticas, Bacon ar-
mor de que sus armas pudieran fácil- invocado el argumento metafísico al gumenta que la revelación cristiana
mente ser mal empleadas por la humani- apuntar la desaparición de la coseidad orienta a las personas hacia la primera
dad.14 de las cosas, la pérdida de un sentido por encima de la segunda.
Aliada con el críticismo judeo-c1istia-· de la tierra en íos objetos de consumo «Pues no fue aquél conocimiento puro
no-islámit:o de la vanidad del conoci- producidos en masa. Desde el punto de e incorrupto por el cual Adán dio nom-
miento humano y de la riqueza y poder vista de Heidegger, la aniquilación mun- bres a las c1iaturas según lo que les con-
terrenales, 15 esta desconfianza premo- dial de todas las cosas sería «la mera venía, lo que dio origen a la Caída, Fue
derna hacia la tecnología dominó la cul- emisión final de lo que durante largo el ambicioso y orgulloso deseo de cono-'
tura occidental hasta el final de la Edad tiempo ha tenido lugar, de lo que ya ha cimiento moral para juzgar lo bueno y
Media, y pueden encontrarse elementos sucedido». 19 lo malo, hasta el punto de que el hom-
de la misma vigorosamente repetidos Desde e! punto de vista de los anti- bre puede rebelarse contra Dios y darse
en numerosas figuras desde entonces guos, por tanto, el ser-con la tecnología sus propias leyes, lo que fue la forma y
-desde la' crítica neoclásica de Samuel es un incómodo ser-junto-a y esforzar- manera de la tentación» The Great i11s-
fohnson contra la promoción de la edu- se-por-mantener-D.!-alcance-de-la-mano. 1auration, «Preface».
cación en cie!1cias naturales propuesta Expresa.do en los términos de la dis- Contrariamente a lo que implica el
por Milton, 10 hasta Norbert Wiener ciplina contemporánea del ast:soramien- mito de Prometeo o la leyenda de Faus-
quien, en 1947, al igual que Arquíme- to tecnológico, esta actitud premoderna to, no fue el conocimiento científico y
des veintürés siglos atrás, prometió no considera las técnicas i;omo peligrosas o tecnológico lo que condujo a la Caída,
publicar nada más que pudiera ser per- culpables hasta tanto se pruebe su ino- sino la vana especulación filosófica refe-
judicial en manos de los militaristas. 17 cencia o necesidad -y, en cuaiquier rida a las cuestiones morales. Formados
En una menos conocida alusión a otro caso, el peso de las pruebas recae sobre a imagen y semejanza de Dios, los seres
aspecto del argumento moral cládcci, aquellos que favorezcan la tecnología, humanos están llamados a ser creado~
Jolrn Wesley (1703-1791) tanto en sus no sobre los que la limitan. res; abjurar de esa vocación y practicar
en cambio un improductivo discurso so- no Dios. ordenan a ia humanidad 1<1 pro-
bre dilemas éticos acarrea el justo casti- secución de !a tecnología; el ser huma-
go de una existencia marcada por la po- no es redefinido no como hamo sapiens
breza. smo como horno fal1er, La tecnología es
«Aquél que no aplique nuevos reme- la actividad humana esencial. En más
dios debe esperar nuevos males» (De formas que !as que Kant explícitamente
las Innovaciones). 20 Más aún, «eí reino proclama, «la liustraci6n es la liberación
del hombre, fundado en las ciencias», cid hombre de su tutelajc autoimpues-
dice Bacon, «no es otra cosa que ... el to». 2s
reino de los cielos» (Novimt Orgarwm Siguiendo un re-direccionamiento (Ba-
I, LXVlII). con) o reinterpretac1611 (D'Alambert y
Es importante destacar que la discu- Kant) de la voluntad, Bacon y sus segui-
sión entre Sócrates y Bacon no es sim- dores rechazan explícitamente los argu-
plemente una discusión entre partida- mentos ético-políticos contra las activi-
rios anti y pro-tecnología. Sócrates otor- dades tecnológicas en nombre de la mo-
ga a las técnicas una función legítima deración. Con ironía 110 aparente, Ba-
pero estríctamente utilitaria, y por tan- con mantiene que las invenciones de la
to recalca la dificultad de obtener un imprenta, la pólvora y el compás han
conocimiento de consecuencias sobre el la creación o co-crear con Dios depen- hecho más para beneficiar a la humani-
cual basar cualquier certeza de fe o com- de precisamente de la reinterpretación dad que todos los debates filosóficos y
promiso. La acción técnica está circuns- del Génesis esbozada por Bacon. reformas políticas a lo largo de la histo-
crita por la incertidumbre o el riesgo. La versión ilustrada del argumento re- ria. Perseguir el poder, admite, puede
Bacon, sin embargo, aunque apela a ve- ligioso de Bacon reemplazará la obliga- ser pernicioso par& un individuo o una
ces a una justificación consecuencialis- ción teológica por una natural. En pri- nación. Los individuos y grupos peque-
ta, basa en última instancia su cometido mer lugar, los seres humanos simple- ños bien pueden abusar de dicho poder.
en algo que se acerca a principios deon- mente no podrían sobrevivir sin ias téc- «Pero si un hombre se empeña en esta-
tológicos. La prneba es que nunca con- nicas. Como e:;cribe D' Alambert en e! blecer y extender el poder y dominio de
sidera ~iquíera la evaluación de los pro- «Discurso Preliminar» n la Enciclopedia la raza humana misma sobre el uni'lcr-
yectos técnicos individuales o su mérito, (1751), existe un prejuicio contra !as ar- SO», escribe Bacon. «SU aml;icí6n (si am-
sino que simplemente defiende una afir~ tes mecánicas que es resultado de su bición puede llam~rse) es sin duda tar.-
mación sin reservas de la tecnología en asociación accidental con las clases ba- to una cosa más saludable como más
general. Es correcta la prosecución de jas. En verdad, «la ventaja que las artes noble que las otras dos». Y, por supues-
la tecnología, no importa las consecuen- liberales poseen sobre las artes mecáni- to, «ei imperio dei hombre sobre las
cias. Las intuiciones de incertidumbre cas. debido a sus exigencias subre el e.osas depende completamente Je las ar-
son pasadas por alto en nombre de la intelecto y a la dificultad de sobres::ilir tes y ciencias» (Novum Organum I,
revelación. en las mismas, está suficientemente con- CXXIX).
El carácter único de la interpretación trapesada por la utilidad considerable- Bacon no expone detalladamente el
baconiana (o renacentista) de la tradi- mente superior que la última tiene para carácter saludable de las técnícas. Todo
ción teológica también debe ser resalta- la mayoría de nosotros. Es su real utili- lo que hace es re.chazar la idea tradicio-
do. Durante mileñios las doctrinas de dad lo que las reduce forzosamente a nal de su influencia corruptora sobre la
Dios como creador de «los cielos y la operaciones puramente mecánicas con moral argumentando una distinción en-
tierra» (Génesis 1:1) y de los seres hu- el objeto de hacerlas accesibles a un tre el cambio en la política y en las artes.
manos como hechos «a imagen de Dios» mayor número de hombres. Pero mien- «En un Estado es temido el cambio,
(Génesis 1:27) ejercieron una profunda tras que justamente respeta a grandes a(m en sentido de mejorar, a causa de
influencia sobre Ja antropología judía y genios para su ilustración, la sociedad los trastornos que ocasiona; pues la
c1istiana tardía, sin que nunca fueran no debe degradar las manos que la sir- fuerza de los estados radica en la auto-
explícitamente interpretadas como un ven». 23 ridad, la concordancia de los espíritus,
mandamiento o llamada hacia la activi- En las aún más directas palabras de la reputación que se hayan cor.quistado,
dad técnica. Las interpretaciones tradi- Immanuel Kant, «la Naturaleza ha que- la opinión de su poderío, y no en las
cionales o premodernas se centran en el rido que el hombre deba, por sí mismo. demostraciones. En las ciencias y en las
alma, el intelecto o la capacidad cie producir lodo lo q11e va más allá de la artes, al contrario, como en las minas
amor como la llave la imago Dei. 21 La ordenación mecánic;, de ~n exü;tencia de metales, cl'ebe continuamente reso-
primera atribución de implicaciones tec- animal, y que no deba participar de nin- nar el eco del ruido de nuevos trabajos
nológicas a esta doctrina se da a princi- guna otra felicidad o perfección de y progresos ulteriores» (Novum Orga-
pios del Renacimiento. 22 La noción teo- aquella que él mismo, independiente- num I, XC).
lógica contemporánea del uso de la tec- mente del instinto, ha creado por su A :lihrencia de Aristóteles y Aquino,
nología por el hombre para prolongar propia razón». 21 Naturaleza y razón. si quienes efectuaban la misma distinción

18/ANTHROPOS
ANÁLISIS iE lNVESTlOAClÓN ARGUMENTO

pero encuentran en ella fundamemos interrelación con las cosas mismas.


para la precaución en la tecnología, 26 «Ni la mano ni el espírítu abandona-
Bacon piensa que la observación es en sí do a sí mismo tienen gran potencia. Para
misma suficiente para poner a ia tecnolo- realizar la obra se requieren instrumen-
gía en su. propio camino de desarrollo. tos y auxilios que tan necesarios son a
Los seguidores ilustrados lle Bacon, ia inteligencia como a la mano» (Novum
sin embargo, van considerablemente Organum I, II).
más allá, y argumentan la influencia po- El conocimiento ha de adquirirse me-
sitíva o benéfica de las artes sobre la diante la experimentación activa, y se
mornl. En la Enciclopedia, por ejemplo, .. 1.t. '· • ~
evalúa fundamentalmente por su capa-
habiendo identificado «lujuria» simple- »¡;~·; ~ ,/~·~:' cidad de engendrar trabajo. Los medios

~~-
mente como «el uso que los seres huma- para llegar al conocimiento verdadero
nos hacen de la riqueza y la industria son lo que Bacon cándidamente llama
para asegurarse una exiskncia placente- .• ···-.Jni:.· «torturar a la Naturaleza»; si se le deja
ra» con su origen en «aquella ínsatisfac- "·~·-~:.:1¿:,,;;;.:..:, .. _.,,..:.: en libertad y sin restricciones, la Natu-
cíón con nuestra condición ... que es y Martin Heioagger { 1889-1976) raleza, como al igual que los seres hu-
debe estar presente en todo hombre», [Dibujo: Oirk Leachl manos, está poco dispuesta a revelar sus
acomete directamente contra las anti- secretos. 34 El resultado de este nuevo
guas «diatribas de los moralistas que la y viceversa; conocimiento e industria camino será la unión de conocimiento y
han censurado con más obscurantismo crecen al unísono. En las propias e ini- poder (Novum Organum I, III). Bacon
que luz». 27 Los críticos del bienestar mitables palabras de Hume: «no pode- es, simplemente, un pragmático episte-
material han mantenido que mina lamo- mos razonablemente esperar que una mológico. Lo verdadero es lo que fun-
ral, y los apologistas han respondido que pieza de tejido de: lana sea elaborada a ciona. «No tenemos, pues», dice, «con-
esto es así sólo cuando es llevada al la perfección en una nación que ignora fianza más que en una legítima induc-
exceso. Ambos se equivocan. La abun- la astronomía». 32 Y cuanto más avan- ción» (NOl'tllll Orgarwm 1, XIV).
dancia es, como diríamos hoy en día, zan las artes y las ciencias, «más socia- La base misma de la gran Enciclope-
neutral. Un examen de la historia reve- bles se vuelven los hombres». Los com- dia o Diccionario de las Ciencias, Artes
la que el lujo «no determina la moral promisos técnicos promueven ia paz ci- y Oficios francesa es precisamente esta
sino ... que más bien toma su carácter vil porque canalizan la energía que de visión epistemológica, una unidad entre
de esta última». 28 En verdad, es muy otra manera se dedicada a la competen- teoría y práctica. Bacon es considerado
posible tener un lujo moral, un lujo que cia sectaria. Las aspiraciones tecnológi- explícitamente como el inspirador, y es
promw::va el desarrollo vírtuoso. cas comerciales y científicas tienden a elogiado por haber concebido a Ja filo-
Pero si una primera línea de defensa romper las barreras nacionales y de cla- sofía: «como la única parte de nuestro
argumentará por la moderación, y una se, introduciendo así la tolerancia y la conocimiento que puede contribuir a su-
segunda por la neutralidad, una tercera sociabilidad. En palabras de un contem- perarnos o a hacernos más felices, así...
sostendrá que tiene una influencia posi- poráneo de I-Iume, Montesquieu, «El limitando, reduciendo dentro de Jos lí-
tiva. David Hume (1711-177ó), por comercio es el remedio para los más de- mites de las cosas útiles (e invitando) a
ejemplo, en su ensayo «Dei Comercio», tructivos prejuicios; pues es regla gene- los intelectuales a estudiar y perfeccio-
argumenta que un estado debe alentar ral que, dondequiera que encontramos nar las artes que él saluda como la par-
a sus ciudadanos a ser artesanos más buenas maneras, allí florece el comer- te más elevada y más esencial de las
que agricultores o soldados. Mediante cio; y dondequiera que existe el comer- ciencias humanas. 35
la búsqueda de «las artes de lujo, au- cio, allí hallamos buenas maneras». 33 Más aún, explicando las prioridades
mentan la felicidad del estado». 29 Pos- La significación ética de la actividad de la Enciclopedia, los «Discursos Pre-
teriormente, en «Del refinamiento en tecnológica no se limita, sin embargo, liminares continúan diciendo que «Se ha
las artes», explica que las épocas de lujo a su intluencia socializadora. La tecno- escrito demasiado sobre las ciencias;
son a la vez «las más feiices y las más logía es tanto una virtud intelectual pero no lo suficiente sobre las artes me-
virtuosas» debido a su propensión a fo- como moral, ya que es un medio de cánicas». 36 El artículo sobre «Arte» en
mentar la industria, e! ·conocimiento y adquisicion de cor.:;dmicnto verdadero. la Enciclopedia critica además el prejui-
la humanidad». 30 «En los tiempos en La afirmación de que la actlvidad tecno- cio contra las artes mecánicas, no sólo
que la industria y las artes flor.:cen», lógica contribuye al avance científico porque ha «tendido a ocupar ías ciuda-
escribe Hume, «los hombres se mantie- descansa en una teoría del conocimien- des con ínútil cspeculación», 37 sino so-
nen en perpetua ocupación, y disfrutan, to que, nuevamente, se articula por pri- bre todo porque ha fracasado en produ-
como recompensa, de la ocupación mis- mera vez de manera clara por Bacon, cir conocimiento genuino. «Es difícil, si
ma, así como de aquellos placeres que quien comienza su No1•11111 Organwn o no imposible... tener conocimiento a
son fruto de su labor». 31 «nuevo instrumento» con el argumento fondo de los aspectos especulativos del
Más aún, el espírítu de la actividad de que el conocimiento verdadero se arte sin ser versado en su práctica», aun-
en las artes galvanizará al de las ciencias adquiere sólo mediante la estrecha que es igualmente difícil «llegar lejos en
la práctica de una arte sin especula- tiempo que estimula Ja acción humana,
ción». JB Es la nueva unidad ele teoría y. contribuye a satisfacer las neccs1cladcs
práctica -unidad basada en la práctica físicas y aumenta la rnciabilidad; 3. el
más que en la teoría-, 39 ta que está en conocimiento ack1uirido por un contac-
la base, por ejemplo, del elogio ele Ber- to técnico con el mundo es miis verda-
nard de Fontencllc a la práctica ele la dero que la teoría abstracta; y 4. la na-
ciencia experimental como una virtud turaleza no es m;ís real que los <Jrtificins;
intelectual así corno moral, y la reíntcr- en realidad opera con los mismos prin-
pretación que la Ilustración hace de Só- cipios. Es apenas nccesano ilustrar
crates como alguien que ha hecho des- como los aspectos de esta ideología si-
cender la filosofía de los cielos para ex- guen siendo parte del discurso intelec-
perirneni.ar con el mundo. 40 tual del marxislllo, del pragmatismo, y
La inducción legítima, para Bacon, de las actitudes populares respecto al
descansa asimismo en un rechazo meta- progreso tecnol6g1co, a la evaluación de
físico de la teleología natural. La bús- tecnologías, y a In política, eclucac1ón y
queda de un conocimiento de causas fi- medicina p(1blicas.
nales, dice Bacon, «más que servir a las Enmanuel l<ant
ciencias, las corrompe, n menos que se 3
estudien ias acciones del hombre» (No- En realidad, a tal punto es así, que,
vwn Organum II, Il). La creencia en para Hobbes, el arte humano por sí mis- El argumento premoderno de que la tec-
causas finales o propósitos inherentes a mo puede decirse que produce objetos nología es mala pero necesaria caracte-
la Naturaleza es el resultado de supers- naturales, o, para decirlo en otras pala- riza una forma de ser-con [a tecnolo-
ticiones o falsas religiones. Deben ser bras, la distinción entre naturaleza y ar- gfr1 que efectivamente limitó la rápida
rechazadas por hacer posible uuna disec- tificio desaparece. expansión técnica en Occidente por
ción y una anatomía muy exactas del Este último punto también enlaza con aproximadamente 2.000 años. El argu-
mundo» (Novum Organum I, 124). Na- el primero; la metafísica sostiene la vo- mento renacentista e ilustrado en apoyo
turaleza y artificio no son ontológica- lición. Si naturaleza y artificio no son de la teoría de que la tecnología es ínhe·
mente distintos. «Toda la Naturaleza no ontológicamente diferentes, entonces la rentemente buena revela u11a forma ele
es sino A1ie, desconocido para ti», 41 distinción tradicional entre técnicas de ser-con la tecnología que ha sido el fun-
exclama Alexander Pope. «La Natura- cultivo y técnicas de dominio desapare- damento para una liberación prometei-
leza no existe», declara Voltaire. «el ce. No hay técnica que ayude a la natu- ca del poder técnico sin precedentes en
arte lo es todo». La distinción aristoté- raleza a manifestar su realidad interna, la historia. Las causas próximas de esta
lica entre artes de cultivo y de construc- y los seres humanos son libres de perse- radical transformación fueron, por su-
ción es abandonada en favor de la cons- guir ei poder. Si la naturaleza es otra puesto, legión: geogrñficas, económicas.
trucción universal. forma de artificio mecánico, es asimis- políticas, militares, cient(ficas, etc. Pero
Con respecto a Pope, aunque no es mo razonable pensar en el ser humano lo que reunió a todos esos factores en la
infrecuente encontrar comparaciones de como máquina. «El hombre es una má- Inglaterra del siglo XVrII para engen-
las relaciones Dios/Naturaleza y artis- quína y... en todo el universo hay solo drar una nueva forma de vida, lo que
ta/arte en los autores antiguos y moder- una sustancia singular modificada de di- les permitió coaligarse en una forma
nos, griegos y cristianos, hay sutiles di- ferentes formas», concluye la Mettrie. ~ 2 verdaderamente nueva de scr-en-el-
ferencias. Para Platón (Sofzsta, 265b ss. «Pues ¿qué es el corazón», escribió mundo, fue una especie de optimismo
y Timeo 27c ss.) y San Agustín (De Ci- Hobbes un síglo antes, «sino una bom- respecto a la expansión del desarrollo
vitate Dei XI, XXI). por ejemplo, hay ba? ¿Y qué son los nervios, sino otras material que no se encontrará tan com-
que efectuar en primer lugar una distin- tantas cuerdas? ¿Y qué son ias articula- pletamente articulado en ningún otro
ción fundamental entre poiesis divina y ciones, sino otras tantas ruedas?» (Le- momento en la cultura prernoderna. 43
humana, poie.sis que a su vez debe ser viatán, Introducción). Pero las activida- En contraste con el escepticismo pre-
distinguida de la techne y, en segundo des apropiadas a las máquinas son tec- moderno acerca de la tecnología, sin
lugar, el hecho de que, aún habiendo nológicas; el hamo faber es otra forma embargo, el optimismo típicamente mo-
sido hecho por un dios, el mundo no de hombre máquina y viceversa. derno no ha conservado su primacía en
debe ser considerado cerno un artefacto Como la de los antiguos, entonces, la la teoría aunque ha continuado domi-
o algo que fondona de forma artificial. fonna distintivamente moderna de ser- nando en la práctica. Las razones de
Thomas Hobbes, secretario de Bacon, con la tecnología p1.:cdc s<:r articulada er.to son complejas. Pero enfrentada a
propone sin embargo ver la Naturaleza en cuatro segmentos interrelacionados: las consecuencias de la Revolución In-
no sólo como producida por un arte di- l. la voluntad de tecnología es ordena- dustrial en la vida real, desde los des-
vino, sino que en sí misma es el «arte da a la humanidad por Dios o por la garros sociales y culturales a la poiución
mediante el cual Dios ha hecho y gobier- naturaleza; 2. la actividad tecnológica ambieutal, la teoría de ia post-Ilustra-
na el mundo (Leviatán, Introducción). es moralmente beneficiosa porque, al ción se ha vuelto más crítica hacia la

20/ANTHROPOS
ANÁLISIS E INVESTIGACIÓN ARGUMENTO

tecnología. El Romanticismo, como el Aunque en me<lio de esta exultación:


nombre para la respuesta moderna típi- Me afüjo, cuando sobre la cara oscura
ca a la llustracíón, contiene así implíci- De t:ste gran cambio miro; y allí contemplo
tamente una nueva forma de ser-con la Tal ultraje a la naturale:rn (versos 151-153).
tecnología, que no puede identificarse
Y más adelante escribe:
ni con el antiguo escepticismo ni con el
optimismo moderno. Cuan insegura, cuan infundada es en sí misma
El Romanticismo es, por supuesto, Ln Filosofía, cuyo predominio depende
un fenómeno multídimensional. En un De instrumentos meramente materiales; qué
(débiles
sentido, puede referirse a una tendencia Esas artes y grandt:s invenciones, si no
permanente en la naturaleza humana 1tienen el apoyo
que se manifiesta a sí misma de manera De la v1rtull l versos 223-227).
diferente en épocas diferentes. En otro,
se refiere a una particular manifestación Aquí el optimismo de la Ilustración es
en la literatura y el pensamiento del si- claramente reemplazado por algo que se
glo XIX. Prácticamente todos los inten- aproxima al escepticismo premoderno.
Hume Claiificando su posición en el último
tos de analizar esta particular manifes-
tación histórica interpretan el Romanti- libro del poema, Wordsworth admite
cismo corno una reacción a, y crítica lle, orden mecánico; desde el punto de vis- que aunque ha denunciado, en vistas
la ciencia moderna. Contra la mecánica ta de la Naturphi/osophie se convierte del trabajo de los niños en las fábricas,
newtoniana, los románticos proponen en una participación en la auto-expre- que un niño está
una cosmología orgánica; en oposición sión de la vida. Cuando es liberada de Sujeto a las artes
a la racionalidad científica, los románti- aquella creatividad orgánica, la tecnolo- De la moderna Ingt:nuidad, y transformado
cos afirman la legitimidad e importancia gía se fundamenta únicamente en la vo- [en
de la imaginación y el sentimiento. Lo luntad de poder humana, pero recono- El miembro insensible de una vasta máquma
ciendo sus .consecuencias a menudo ne- (Libro IX, versos 157-159)<
que rara vez se aprecia es hasta qué
punto el Romanticismo puede ser tam- gativas; la condición humana adopta el no es insensible al hecho de que la vida
bién interpretado como un cuestiona- rostro de patlws gótico. 45 Lo máximo rural es también a menudo un "sino des-
miento -de hecho, el primer cuestio- que puede argumentarse es que la inten- graciado» esclavizado a la «ignorancia»,
namiento auto-consciente de la moder- ción tecnológica, es decir, la voluntad de la «necesidad» y el «hambre miserable»
na tecnología. 44 Interpretado así, sin poder, no áebe perseguir hasta la exclu- (versos 163-165). No obstante, dice, sus
embargo, el Romanticismo refleja un sión de otras opciones volitivas -o que pensamientos no pueden sino estar
desasosiego acerca de la tecnología que debe ser guiada por ideales estéticos.
Wi!!iam Wordsworth (1770-1850), por ... volcados hacia los males que son nuevos
es no obstante fundamentalmente ambi- [y escogidos,
guo; aunque en conjunto la crítica ro- ej.;mplo, el más filosófico de los poetas Una esclavitud que se ocultu bajo la forma
mántica puede ser distinta del escepti- románticos ingleses, en su extenso poe- [de lo bueno,
cismo antiguo y del moderno optímis- ma narrativo The excursion (1814) des- Artes en sf mismas beneficiosas y buenas,
mo, en sus partes exhibe sin embargo cribe cómo ha «Vivido para observar I Pero llevadas demasiado lejos y con dema-
afinidades diferenciales con ambos. Como surge una nueva y nunca vista siada indulgencia (Libro IX, versos 187-190)<
Para comenzar, consideremos el as- creación» (Libro< VIII, versos 89-90). En dichos versos Wordsworth ya no
pecto volitivo de la tecnología. En la Abandonando toda reserva, me alborozo al mantiene con ecuanimidad el principio
visión antigua, la tecnología era consi- [ver ilustrado de que las artes son «por sí
derada como un alejamiento de Dios o Una supremacía intelectual ejercida mismas beneficiosas y buenas». Introdu-
los dioses. En la visión moderna, es or- Sobre los ciegos elementos; un propósito ce un profundo cuestionamiento con su
[lleterminado,
denada por Dios o, con el rechazo de Una persevt:rancia que se alimenta; casi un sugestión de que la arremetida auto-
Dios durante la l!ustración, por la Na- {alma creativa ha sido llevada, en la tecnolo-
turaleza. Con los románticos, el deseo Impartido 11 la m:iteriu brutu. Me regocijo gía, «de manera demasiado indulgente»
de la tecnología o mantiene sus cimien- Midiendo la fac;·ra Je esos gigantescos po- y «demasiudo lejos», y que bajo d dis-
tos en la Naturaleza, o es separado de [deres fraz de lo bueno, se ha creado la escla-
toda determinación extra-humana. En Que, por la mcnle pensante, han sido com- vitud. Pero a diferencia de los-antiguos,
el primer caso, sin embargo, la natura- [pelillos que demandaban límites específicos
leza es re-concebida como no sólo un A servir a la voluntad del Hombre de cuerpo para las técnicas, con los románticos no
mecanismo mecánico sino como un es- endeble (Libro vm, versos 200-207).
hay conclusión clara, salvo un desasosie-
fuerzo orgánico hacia el desarrollo y la Aquí el regocijo y la afirmación de la go crítico --o una exaltada sensibilidad
expresión creativos. Desde la perspecti- conquista y el control tecnológico está estética.
va de la «filosofía mecánica», la tecno- claramente en am10nía con los senti- Más tarde, en el soneto «Steamboats,
logía humana es una prolongación del mientos de la Ilustración. viaducts, and railways» (1835), habien-
do observado contradicciones entre las romanos; en los Francos que conquista-
cualidades prácticas y estétic<ls ele dichos ron Galia, los S~ones que conquistaron
artefactos, Wordsworth concluye que: Inglaterra, etc. 5 En los países civiliza-
A pesar de que toda esa belleza puede no
dos, dice, «hay miles de premios para
[reconocerse los hermosos discursos, pero ninguno
En vuestros <ísperos semblantes, la na1ura- para las buenas acciones,, 57 ·
fleza abraza De acuerdo con Bacon . .Rousseau de-
A su legítima prole en el arte del Hombre; y fiende la necesidad de a~ciones, no de
[el Tiempo palabras, y aprueba los logros iniciales
Satís[echo por vuestros triunfos sobre su del Renacimiento, que liberó a la hu-
[hermano Espacio, manidad del estéril escolasticismo me-
Acepta <le vuc!;tras inl répidns manos la co-
[ ron;i de la esperanza
dieval.58 Pero ¡¡ diferencia de B<icon,
Y os sonríe con sublime regocijo. Rousseau se pcrcat;i de que también la
racionalidad científica, a través de la
Un¡¡ vez más la tecnoíogía, al modo alienación de los afectos, puede a me-
de la [lustración, es vista como una ex- nudo debilitar la determrnación y e!
tensión ele la naturaleza, e incluso es Hobbes compromiso necesario para la acción de-
descrita en términos baconianos como cisiva. Así, en una p;irndoj;i que se con-
el tnunfo del tiempo sobre el espac10.4 6 nero, aunque compra todo lo demás», vertirá en sello distintivo del romanticis-
La «legítima prole» es no obstante fea, argumenta, «no puede comprar moral y mo, Rousseau se vuelve contra la tecno-
repleta de «ásperos semblantes» que la ciudadanos», 4 q «Los políticos del mun- logía -pero en nombre de ideales que
belleza repudia. Sin embargo, de ias «in- do antiguo», dice, «estaban siempre ha- están en el corazón de la tecnología.
trépidas manos,, de la tecnología el cam- blando acerca de moral y virtud; los Critica una encarnación histórica deter-
bio temporal recibe la «corona de la nuestros no hablan de otra cosa que no minada de la tecnología, pero sólo para
esperanza ... con sublime regocijo», es- sea comercio y dinero», 50 De hecho, avanzar un proyecto que se ha vuelto
peranza de que las cosas se resolverán desde el punto ele vista de Rousseau, momentánea o parcialmente impotente.
para bien. En eí propio comentario de no sólo <<nuestras mentes ... han sido fue en Inglaterra, sin embargo, don-
Wordsworth en The excursion, e! pro- corrompidas en la misma medida en qne de la Revoíución Industrial se manifes-
blema es «una m;il regulada y excesiva las artes y ciencias han mejorado», 51 tó por primera vez a gran escala, que
aplicación de poderes tan admirables en sino que las artes y-ciencias mismas «de- esta paradójica crítica adquirió una am-
sí mismos». 47 Pero es precisamente esta ben su nacimiento a nuestros vicios», 52 plia expresión literari;i. Dicha expresión
tecnología mal regulada y excesiva la La acción, incluso la acción destructiva, dio un vuelco realista, rechazando íos
que también engendra unn nueva espe- particularmente a gran (o sublime) es- patrones clásicos en favor de la descrip-
cie de admiración, la admiración de lo cala, es preferible a la inacción.53 ción específica de situaciones reales, a
sublime. Lo que parece, al principio, un retor- menudo- en formas poco convenciona-
Con respecto al carácter moral de la no directo a los príncipios morales de les. Un poema como el de Wil!iam Bla-
tecnología, la ambigüedad es aún más los antiguos se hace, sin embargo, en ke, «Londres» (1794) o una novela
evidente. Consideremos, por ejemplo, nombre de ideales bastante diferentes. como ia de Charles Dickens Hard Times
los argumentos de.Jean Jacques Rous- La virtud, para Rousseau, no es lo mis- (1854), con su presentación de las des-
seau (1712-1778), un hombre que es, en mo que para Platón o Aristóteles -tal humanizadoras consecuencias del traba-
importantes aspectos, el padre del mo- como nos indica claramente su elogio jo fabril, ilustran igualmente bien la
vimiento romántico, y cuya crítica torna de Francís Bacon, «~uizás el más gran- fuerza de este enfoque. Wordsworth, de
forma incluso antes de la inauguración de de los filósofos»« 4 De acuerdo con nuevo, puede ser citado para extender
de ia Revolución Industrial misma, es- Bacon, Rouseau critica la «filosofía mo- el tema de la alienación de los afectos
trictamente en reacción a las ideas ex- ral» como una excrecencia del «Orgullo al nivel social. En una carta de 1801
presadas por los filósofos. En 1750, en humano», 55 así corno el hiato entre co- escribe:
su obra premiada «Discurso sobre los nocimiento y poder, pensamiento y ac- «Pienso que el efecto más calamitoso
Efectos Morales de las Artes y las Cien- ción, que son según é! característicos de que ha seguido a las medidas que últi-
cias», en el que critica el tipo de ideas la civilización; en cambio alaba a aque- mamente se han tomado en este país,
que pronto seiían pregonadas en el llos capaces de actuar dccisivamP.nte en es el rápido debilitamiento de los afec-
«Discurso Preliminar» de D'Alambert, el mundo, para nlterarlo en su favor, tos domésticos entre las capas más b;i-
Rousseau osadamente concluye que "ª incluso cuando ésto;; .'>vtl hombres a jas de la sociedad ... Durante muchos
medida que aumentan las comodidades quienes los griegos huhieran considera- a tíos en el pasado, la tendencia de la
de la vida, a medida que las artes son do bárbaros. La virtud, por ejemplo, sociedad, en todas !;is n;ic1ones de Eu-
llevadas a la perfección y que el lujo se reside en los Escitas que conquistaron ropa, ha sido la de fomentarlos; pero
extiende, al verdadern coraje languide- Persia, no en los Persas: en los Godns recienternente, debido al despliegue de
ce, las virtudes desaparecen». 48 «Ei di- que conquistaron Roma. y no en ios manufacturas por cada lugar del país: ..

22JANTHROPOS
ANÁLISIS E INVESTIGACIÓN ARGUMENTO

los lazos del sentirnienro doméstico ... Divinas Artes de la Imaginación, el


se han debilitado, y en innumerables Mundo real y eterno del cual este Um-
ocasiones se han destruido por complt- verso Vegetal no es sino una pálida som-
to ... Si esto es cierto, ... no puede sobre- bra, y en el cual viviremos en nuestros
venir una calamidad peor a un país.» 59 Cuerpos Eternos o Imaginativos cuando
El realismo romántico está, no obs- estos Cuerpos Vegetales tvlortalcs ya no
tante, aliado con el simbolismo visiona- exístan». 63
rio, a través de estas cuestiones episte- Finalmente, en lo que respecta a los
mológicas. Consideremos, por ejemplo, artefactos, la visión romántíca tiene de
otro aspecto de_l genio de Blake, sus nuevo semejanzas y diferencias con la
poemas proféticos. Más de un siglo an- de la Ilustración. Se semeja a la de la
tes, John Milton, en El Paraíso perdido llustración en Ja creencrn de que natu-
( 1667). ya había identificado a Satán con raleza y artificio operan mediante los
las actividades técnicas de la minería, mismos principios. Sin embargo, a di-
fundición, forjado, y moldeado de los ferencia de la Ilustración, la visión ro-
metales del infierno en la ciudad de Pan- mántica considera a la naturaleza como
demoníum. 60 Siguiendo este ejemplo, Rousseau la llave del artificio más que el artifi-
Blake, en Milton (1804), identifica a Sa- cio la llave de la naturaleza. La máqui-
tán con el abuso de los poderes de la dio de promover la libertad humana a na es una forma disminuida de vida, y
tecnología -y con la ciencia newtonia- partir de las limitaciones materiales. El no la vida una compleja máquina. Más
na. Satán, «príncipe de las Huestes es- romántico replica que no sólo dicho én- aún, la naturaleza ya no se percibe so-
telares y de las Ruedas del Cielo,,, tam- fasis en la razón libera a la humanidad bre todo en términos de formas est~1-
bién tiene la tarea de hacer girar «los de sus ataduras materiales (ele lo cual bles; ia realidad de la natur:ileza con-
Molino>: (textiles) día y noche»" 61 Pero son testigos los males de la Revolución siste en proceso y cambio. Wordsworth
en el prdac10 lírico que <1bre esta épica industrial), sino que en sí mismo es (en y otros románticos ingleses están pren··
apocalíptica, Blake rechaza la necesidad palabras de William Blake) un «grillete dados con la «mutabiliclaci de la natu-
de «estos oscuros Molinos Satánicos» y forjado por la mente->" El enfoque en la raleza». Lord Byron, por ejemplo, en
exclama: razL'ín es en sí mismo una limitación que la condusión de Childe Harold's Pilgri-
debe superarse; y a través de la conse- nwge· (1818), cuando aspira a «fusio-
No abandonaré la Lucha Mental
cuente liberación de la imaginación la narse con el Universo, y sentir I Lo
Ni mi espada se dormirá en mi mano
I·fo.sta que hayamos construido Jerusalem
condición histórica de la actividad técni- que nunca puedo expresar» (Canto IV,
En lll verde y placentera Ingiatura. ca puede a su vez ser alterada. En la stanza CLXXVII), describe la narnra-
defensa y definición epistemológica leza como el
Este poema lírico, «Y ellos recorrie- «clásica» de Samuel Taylor Coleridge: [ ... ]glorioso espeío, donde la fomrn del Al-
ron los Tiempos Antiguos», se musica- «La imaginación ( ... ] la considero ya [tísimo
lizó y pasó a ser el himno del socialismo sea como primaria, o como secundaria. se reíle ja en las rempestmles; en roda ríempo,
británico. Un socialismo imaginativo, La imaginación primaría mantengo que Calmo o t.:onvulso -t.:on brisa, viento, o
visionario -por no decir utópico-- es es el poder viviente y principal agente [tormenra-
la romántica respuesta a la crítica ro- de toda la percepción humana, y como Hclando ei Polo, o en el dima tórrido
mántica de las limitaciones morales de una repetición en la mente finita del se levanta ~in límites, infinita y sublime-
la tecnología. El Frankenstein (1818) de eterno acto de creación en el infinito la imagen de la Eternidad [ ... ]
(Canto IV, stanza CLXXXIII).
Mary Shelley, para dar otro ejemplo, que YO SOY. En cuanto a la imagina-
presenta asimísmo una rdación con la ción secundaria, la considero como un La naturaleza, así reconceptualizada,
tecnología de amor/odio, en la cual lo eco de la primera, coexistiendo con Ja refleja su nuevo carácter en el mundo
que se odia es debidamente redimido voluntad consciente, idéntica a la prima- del artificio.
no por la delimitación premoderna sino ria en su modo de acción, y difiriendo Para la Ilustración, tanto naturaleza
por el correlato afectivo de una expan- sólo en grado, y en su modo de opera- como artificio exhiben en sus mayore~
siva imaginación, es decir, el amor. ción. Ella cli~11et·;.:!, difumina, disipa, niveles de realidad varios aspectos del
La industrialización, por tanto, soca- con el obieto de recrear: o cuando este orden mecánico, el enlrarnado de par-
va los afoctos --es decir, el sentimiento proceso s'e vuelve impo~ible, de todos tes en una interrelación matemática de
y la emoción, a niveles tanto individua- modos lucha por idealizar y unificar.» 62 las bíen trazadas li.1eus de una geome-
les como sociaks. Y este hecho práctico Efectivamente, es a este poder a tría euclídea. El carácter metafísico de
inmediatamente se alía con una crítica quien Blake apela como la fuente de su dicha realidad se manifiesta a los senti-
más teórica del énfasis iiustrado sobre revolución social, cuando proclama: dos a través de una visión «clásica» de
la razón como la única o principal facul- «No conozco otra Cristiandad ni otro lo bello -aunque allí desarrolla una ex-
tad Cl)gnitiva. La Ilustración defendía la Evangelio que la libertad tanto del cuer- citación ilu.>trada por lo grande o lo
primacía de la razón como el único me- po como de! espíritu para ejercitar las grandioso y la consecuente proyección
del arte más allá de la naturaleza que social; 3. la razón y el conoc1111icnto
contradice los modelos de armoniosa es- científico son criticados en nombre de
tabilidad dentro de la naturaleza carac- la imaginnción; y 4. los artefactos son
terística de la antigüedad clásica y anun· caracterizados más por el progreso que
cia así la sensibilidad romántica. Para el por la estructura e investidos de una
Romanticismo. por contraste, la reali- nueva ambigüedad asocíada con la cate-
dad metafísica tanto de la naturaleza goría de lo sublime. El interés atractivo
como del artificio es me1or denotada no y repulsivo revelado por lo sublime ex-
por la forma estable o bien ordenada presa quizás mejor que cualquier otro
sino por el progreso o cambio, especial- el carácter único de la forma de ser-con
mente en tanto que aprehendidos me- ia tecnología romántica.
diante la nueva categoría estética de lo
sublime o lo abrumador y de a lo que Sumario y epílogo
Byron se refiere como un «placentero
temor» (Canto IV, stanza CLXXXlV). Tal como el análisis de la forma román-
Como categoría estética, la idea de lo iica de ser-con la tecnología ha tendido
sublime puede rastrearse hasta Longi- especialmente a indicar, las ideas aso-
nus (siglo III d. C.) quien se apartaba ciadas con los cuatro aspectos de la tec-
de los cánones clásicos de la crítica ai . de lo sublime», es la famosa definición nología como volición, como actividad,
elogiar la literatura que podía provocar de Burke.M Ciertamente los objetos y como conocimiento y como objeto no
«éxtasis». Pero el concepto recibió poco acciones tecnológicos modernos -des- pueden ser completamente separados.
énfasis real hasta A Philosophical e/l- de Hiroshima a Chernobil- han tendi- Teología, ética, epistemología y metafí-
quiry into rhe origin of 011r ideas of tire do a convertirse en un correlato objeti- sica son aspectos últimos de una forma
s11blime and beautiful ( 1757), de Ed- vo primordial de dicho sentimiento. cie ser en el mundo. Siendo conscientes
mund Burke. Para Burke, la belleza está Como ei escepticismo premoderno y de esta limitación, es sin embargo posi-
asociada al orden social y se representa el optimismo ilustrado, la forma de ser- ble resumir las tres formas de vida en
con Ja armonía y proporci6n en la pala- con la tecnología rom;1ntica puede así relación con ia tecnología mediante la
bra y la figura; lo sublime, en contraste, ser caracterizada por un pluralismo de matriz adjunta. (Ver gráfico.)
se relaciona con el esfuerzo individual y ideas que constituyen un desasosiego Al principio, no obstante, se indicabn
está indicado por la magnitud y la línea crítico: l. La voluntad de tecnología es que el argumento de este trabajo tenía
quebrada. «Todo lo que es de a)gu11a un acto auto-creativo necesario que sin alguna relacíón con los primeros análi-
manera capaz de excitar las ideas de embargo tiende a sobrepasar sus justos sis de la tecnología de Heidegger, aun-
dolor y peligro, todo lo que es de algún límites; 2. la tecnología posibilita una que su trayectoria no es totalmente con-
modo terrible, o que ·versa acerca de nueva libertad material pero apartr la sistente con el propio análisis o intencio-
objetos terribles, o que opera de una fuerza decisiva para ejercitarla y crea nes de Heidegger. Sin embargo resta
manera análoga al terror, es una fuente riqueza mientras que socava el afecto una afinidad final que vale la pena des-


VOLICIÓN O
INTENCIÓN
ESCEPTICISMO ANTIGUO
(sospcc/ra de la tec1wlogfa

La voluntad de lccnologia implica una


tendencia a alejarse de Dios o los dioses.
OPTIMISMO !LUSTRADO
(promoció1t d1• la rr.cnologfn

La voluntad de t<'cnologla es ordenada


por Dios o por la Naturnleza.
1
DESASOSIEGO ROMÁNTICO
(actitud ambigun hacia la tecnolofifn

La voluntad ele tecnología es un aspecto


de la creatividad -la cual tiende a ocupar-
(religiosa) se menos de otros aspectos.

ACCIÓN Personal: la opulencia técnica socava la Personal: las actividades técnicas socinli- PcrsC1nnl: la tecnologia engendra libertad
(¿11ca y polltica virtud individual. 1 zan a !ns individuos. pero ¿1parla de ia fuerza afectiva necesaría
Social: el cambio técnico debilita la esta- Social: la tecnologia crea riqueza pública. para ejercitarla.
bilidad social. Social: la tecnología ctebilita los lazos de
afecto sociales.

CONOCIMIENTO La información técnica no es conocimicn- 1 E! compromir·., ;.:,~:::(':"":con e! 111undn pro- Imaginación y vi~dt\n son más cruciales que
(epistemologta) le verdadero. duce conocimiento vcrdauero (pragma- el conocimiento técnico.
tismo).

OBJETOS Los artefactos sen menos reales que los y artiíicio operan mcóinnte los
Nalnralc7.a Los ancfac!us expanden los procesos de ln
(metaffsica y est¿ticn) objetos naturales y requieren po; tanto mismos principíos mecánicos. vida y revelan lo sublime.
una guía externa.

24/ANTHROPOS
ANALISIS E INVESTIGACIÓN ARGUMHJTO

tacar. En el análisis existencHll de Hd- cnire lns primeras dos rnzont!S (que citnn lus Escn-
tmas hebreas) y las segundas (que citan las Escn-
degger se da la paradoja de que lo per- turas griegas). Para una importante in1erprelación
sonal, que es revelado a través de la c.lcl pénsamiento de Tomás que sin embargo de¡a
técnica, es también socavado por la mis- de reconoct!r las tcnsíoncs a que se aluden aqui,
ma. El uso de herramientas se da con ver George H. Spcltz, The tmportunce of rural life
according to tlie philosoph)' of Sr. T/wmax Aqumas
otros y en un mundo de artefactos po- (Washington, DC. Cathoiic Universíty of American
seídos por otros, pero los otros fácil- Press, 1945). Cf. También !'hilo, «De Agricultura»,
mente resultan tratados todos de la mis- un comentario sobre Noah como agricultor.
ma manern y se convierten así, como él 7. •Aquéllos que 1rabap11 la IÍérra son los eleg1-
úos de Dios, si alguna vez a 1enido elegidos, de
lo llama, en un Ellos -la sociedad de cuyos pechos ha hecho su peculiar depósito para la
masas. virtud substancial y gen urna ... La corrupción de la
,,AJ utilizar medios de transporte pú- moral en la masa de ug1ículton.!s es un fen61neno
del cual no se encuentra ejemplo en n.inguna nadón
blico y al hacer uso de servicios de in- Dibujo de W. van Kaulbach para la obra de ni ~poca». Thomas Jefferson, No¡¿s on the State of
formación tales como los periódicos», Humboldt. Co3mos Virginia (1782), Query XIX, "Mnuufactures». Ver
escribe Heidegger, «todo Otro (perso- también una carta a John Jay, 23 de agosto ck
na) es como el siguiente. El Ser-con-un- 1785: •Los qut: cultivan la tierra son los cmduda.no.s
NOTAS más valiosos. Son lo> mas vigorosos, los más inúe-
otro disuelve ei propio Dasein (o exis- ~ndientes, los más vínuosos, y están ligauos a su
tencia) completamente en la manera de l. Manin 1kidcggcr, Being and 11"me, trad. lohn pais? y dedicados. a su li bt:rlaU e in tcrescs, por los
Ser de ''los Otros", en una forma tal, Macquarné y Edwan! Rubinson (N~w York: Har- lazos más uuractcros. En la mcuida, por tanto, en
realmente, que los Otros, en tanto que pcr & llow, 1962), p. 154. que pueJan encontrar empleo .::n esta lfnea, 110 !ns
2. Un locus cltLSsíws tic dicha cdcbración ~s Só- convertirla en maríncros, artesanos n..i nínguna otra
distinguibles_~ explícitos, se desvanecen
focles, rlntigona, 332 y ss. cosa»>,
más y más».º J. Para una· interpretación de las dimensiones 8. Cf. también Memorabi/ia IV, VII,-10, y Ana-
Con respecto a la forma romántica de cspccificamct1tc religiosas Lle c:sta,nutología ncgati- basis lll, l.
vu, ver nu ~Sobre el dicho: .. El nmor u ía lecnolo- 9. Cf. también Memortlbi!ia !V, Yll, 6-7.
ser-con la tecnología se da también una
gfa es la raiz dé 10d,1 mal'._, t.pifanla (en prensa). 10. Cf. Empédocies, fragmento 11 l.
paradoja. No sólo existe una cierta am- 4. Para Platón, ver espécialmente- Lqes Y 11. Cicctón, Tusculan Di<put11lio1LS V, IV, 10-11.
bigüedad en esta actitud, sino que la (743d), dom.ic.da agricultura se describ..; mamcnicn- Ver también Academicn !, [V,
actitud misma no ha sido adoptada de do la produccíón dentro ue limites adecuados y 12. Para un desarrollo de este argumento, ver
una manera entusiasta por la cultura ayudando a cen1rarse en ei cuidado del alma y el •Filosoffa y la historia de la tccnotogin» en Gt:orge
cuerpo. Ver también Leyes Ylll (842d-e) y X Bugliarello y Dean D. Doner, ccls., The Hist1Jry
moderna. El Romanticismo está, si se (889d). a11d P!tilosophy of Technology (Urbana: UnlvérSlly
quiere, incómodo consigo mismo. En 5. Para Aristóteles, ver especíalrnento: Polltíca !, of llliuo1s Press, 1979), pp. 163-201.
efecto, esta puede ser en parte la razón Yill-XJ, y la distinción entré dos formas de obte- 13. Compárense, en Aristóteles, Física II, !,
ner bienes, agricultura y comercio, la primera de !93a12-17; Po/í11ca Vil, Vll, 1337a2; y Deconomi-
de que el Romanticismo haya sido has- las cuales se dice que es •por naturaleza,. ( 1258a38), ca 1, 1, 1343a26- tJ43b2.
ta ahora incapaz de demostrar la cuali- la última"ºº por naturaleza,. (1258b41). En Poll11- 14. Plutarco, «Lile of MarceUus», hacía la mitad.
dad de eficacia práctica exhibida tanto ca Vl, lI, la democracia basada en to agrario éS 15. Sobre lo ínadecuado del conocimiento huma-
por el escepticismo premoderno y por descrila corno •la más antigua .. y •la me¡or» no, ver el Libro de Job, Proverbios 1:7, !salas 44:25,
(l:ll8b78). y Colosios 2:8. El poder sobre cl mundo, dice Sa-
el optimismo ilustrado. La paradoja de 6. Siguiendo a Arís1óteles, el comentario de San- tán en el Himno de Lucas, le ha sido dado a él
la forma romántica ·de ser-con la tecno- to Tomás de Aquino a la Polltica caiilica a la agri- (Lucas 4:6). El prí11cipe de estt: mundo, de acm,rdo
logía es que, a pesar de una eficacia cultura como ;inatural,., .cucccsaria» y .idaudable» con el Evangelio de Juan, debe ser expulsado (Juan
intelectual y podór expresivo, todavía (Sm1er1tia libri Politicorum 7 /, /ectio B), y de nue- 12:31).
vo en Regímíne prir1cipum ll, 3, Tomás identifica a 16. En su estudio sobre Milton, en •The tives of
tiene que afianzarse como una forma de la agricullura como «meíor .. qué las actívidades the poets», I.99-100 (parágrafos 39-41), Samuel
vida verdaderamente viable. Dados los comerciales para proporcionar él bienestar mate- Johnson critica un programa "ducativo que se con-
casi dos siglos de articulación activa, rial. En Tomás, sin embargo, tiende a hablarse de centrarla en la füosofía natural. ~La verdad es que
esta impott:ncia bien puede apuntar ha·· la agricultura en relación con toda labor manual, y el conocimiento de la naluraleza exterior, y las
como consecui.:ncia de In doctrina de la Cafúa ad- ciencias que ese conodmlcnto rcquit!re o incluye,
cia una debilidad inherente. Quizás la quiere una cierta ~nit•lbÜ.:.;tlad que no se encuentra no son la mayor ni la más frecucuce ocupación t.!c
verdad es que el Romanticismo ha sido éll Arístólelcs. Por ejemplo, en la Summa tlieolo- la mente humana. Si nos preparamos para la acción
adoptado, rero que son precisamente sus un, u.rticulus 3, ~De si los reli-
giul! II-11, lp.1ucstlu de ta conversación ... el primer requisito l!S el cono-
giosos están obligutlos a las labore:~ manuales»~ se címic:nto religioso y moral de lo bueno y lo mtúo...
ambigüedades internas, su intento bipo- argumenta que todos los Séres humanos deben tra- La instrucción fisiológica es de tan rara emergen-
lar ele seguir un cambio intermedio entre bajar con sus manos por cuatro motivos: para ob- cia, que uno'· puede conocer media viua de otro, sin
el escepticismo premoderno y el optimis- tener alimento (como textos probatorios Tomás ciia ser capaz de estimar su habilidad on Wdrostátíca o
mo ilustrado, lo que vicia su poder. Génesis 3: 19 y Salmos 128:2), pura evitar la holga· astronom(a; péro su carácter moral y prudente apa-
zaneria (Sirios 33:27), para frenar la concupiscen- rece inmediatamente ... (Y) si tengo a Milton en
cia mediante la mortificación del cuerpo (2 Corin- contra mio, tengo a Sócrates de nú lado. Fue su
tios 6:4-6), y para pcnniürnos ofrecer limosnas esfuerzo para volcar la filosofia del estudio de ía
(Efosios 4:28). Nótese qué hay una sutil diferencia nuturale:i.a a las especulaciones sobre ta vida; pero
LA FOTOCOP1A PROMUEVE
Y DIFUNDE EL LIBRO.

los 1nnovadorc:'- ;i los que 1nc opnng.o ... parctc·n


pc11c;;lf q11c est:i111os aquf para cwcJarnos dd crec1- Mnry-Lnu .Jcnnmgs y Charles \lad¡!1. ~ (New York:
mÍc!1to de \;i~; plantas o el movinncnln ele. l;ls cslri> Free P¡cs~. !985). Nólesc que incluso Leo M<lrx.
lla~. S(1c.1:;1tcs c--r;1 m:'!s h1cn de la opmi(m de que In aunque en Thr. Ma('lu11c 111 th<' Gnrden: Tcch,rnlogy
que teníamos que aprt.·rnJcr era como hacer el lrn:n {lftd tlií' f'a..Hnr11I Ir/cal 111 Amrrrcn {NC\\-º York: Ox·
y cvit;ir el m.:11.~. ('.f. ftlmhién Thc R1m1Ncr n.º 7.·l fPrd Uni ...·cr•,;ity !'res~, lt.l<í•l) describe un a·=rccw de
(s;ibado 9 de ¡unío, l750). la crí11ca ro1n~1n11ca de la tec11nlogír1, en 1111 cm;;1yo
17. Norbcrt \Vicncr 1 11/\ Scicnl1st Rcbclsu, !J11- poslcnor cor11111l1:1 hablando de la cicnci;"l como el
!lt!ffn c>f thc Atomir. Sc11~nt1st.t :i. n.º l (cncrq !<J.17}, foco de '1lcnó\1n --ver «Rcflc.cl1011s nn thc Ncn-Rn·
p. JI. mílnlic Cnt1q11c of Sc1cnc.cn, Dm:rlaitLr ¡n7, 11." 2
lP. . .lohn Wcslci·. Wnrk.< !Grand Rop1ds. ~.11: fpr1111:ivcra ¡q7R). Pero cf. t:unhién Wyli~ Syphcr,
Zondcrvan, n.d. (rcimrrcsión fotomcc:íluca c.k la Litcrawrc an Tcdu1ology: thC' Alioi Vi.Hall (New
cdicíf)n puhlk.iida pi.ir !;1 Conír.rcnda \Vcslcya11a, York: Rand11m, !968).
Londres. 1872)}. vnl. Vll. p. 289. 45. Cf. Fricclrich Nict7_,cl1e, The Gay Socnr.e
19. i\\artin I-Icak.ggcr, itThc Thing,•. en !'01·try, ( 1882) l. srccii\n 12. Para una filosofía m1111clana
lru1¡;w1;:c. thuugJH, trad. Albert riofstaúler (New del pathns g<>li<:ri, ,·cr lean l'aul Sartre, El Ser y la
York: llarpcr & Hnw, i'J71). p. 1(1(, Ver también Nndrr (19·U). la tilt1mt1 frase del 1H!lmo capítulo
d ensayo de Hc1depgcr sohrc Rílkc, H\Vh:ir :irc que declara q1H: 11í~! hombre es una pa!'1tln inútil,.
p0ct.s fnr?1> en el m1~mo volumen, t:spcc1almc11tc 46. Ver Fr:rncis Bacn11, c<Thc Ma~culinr; Birth of
pp. 112-l 17. Timci•, trad. incluírlí1 en Bcnjamm Farrington, Tlii~
'20. Frnnds tJ:,cnn, 1::.r:wvs.. 11.'1 2·~. f10f Innova. .14. Ver Fr;tnc1s Bacon. '/11e Grrat lnstourution. f'ltilo.wphv crf Francr.'i fJnco11 (Chicngo: Unívcr.i,;1ty
lions••, en Hugh G. Dick, cd .. .r...·etecu:d H'nw1~s of (1Thc plan oí \Vurkn of Chícagn l'rcSó, 1966). .
Frnnci< llacott (~icw Yrirk: Modcrn Library. 1'155). J5. D'Alcmhcrt. Pre'fimmary !JiscoHrse, p. 75. 47. La nc'io os a Tite Etc11r.no11, Lihrn Vlll, lí-
p. 65. J6. D'i\lcml>crl, Pre/i111111an· Oircoursc, p. 122. nea l 12, al comienzo de un pas11jc que describe 111
21. De acuerrln con el Talmud, «Al 1guol que 37. Dcnis Didcrnl. «All ... Encyclopedia. Citado trans.formac1ór1 mdustríal del pt-HSllJC ínglés. cnmo
!)iris llcn;i el vr:ivcrsn enh:ro, así l!cna el cilnttt iodo de Enc.w·fopcc/ia: S!'Í1.'rtwrrs. p. 5. una en la que 11ni11guna hahíladün se lcvanl;}bn
el cucr[.Hl» (f.lcrakhot, l(la). De acuerdn con las JH. Diderot, «i\rlu< Cit;nJo de D1cvdn¡Jrdin: Se· antes. I L;is moradas de los ho1nhrc::>»· se yergHcn
cnscñanlns de lc$(15, ,,/\ma a tus enemigos y ruega lecuom:. p. 4. ahor::=i 1<cn Ítlrmae1611 irregular / Como árboh:s en
p(ir aqucilos que le perr;1guen. para que pod;íis ser 39. P:tra una di~cu~16tt de cslr: C:l.lílfra'it.c. ver Ni· lns bo:~qur.fi,• {versos i22-12A} .v como un «triunfo
hijos ele vuestro Pr1C 1r..: que está en los Ciclos: pur:.5 cholas Loi>kowicz. T!tcory mul Prac1tcr: Hi\:vrv of que prnd;imo I Cuánto la rluke Dircrtoro riel ora-
él hace que .ciU sol si.: eleve .<:nhre el bueno y .sobre a Cr.)nccpt from Arútotle ro Afar:r (Notre Darne, do J Dch~: a la ali:inza con estas artes rccit:n naci-
ci mnlo, y h;¡cc ll\lVcr -5obrc el JUStn y snbrc el IN: l.lni,·cróity of Notrc D;imc !'res» 1%7). d;;.;!., {versos 1:10-lJ2). 1dd lratar csre tema}', e~c:rÍ·
i11¡11,to» (Moteo 5: 'l·l-•f5). 40. Sobre este íntcr>"antc tt\p1w. ver K.J.ll. be Worú5Wt'rlh en su nota, ufue impo5ihlc 110 rcco·
22. Par;¡ un estudio de esta lnrnsformación en la ílcrla11d. "Uríngmg Philc»<'phv Dc•wn from thc gcr, con grn!1t11d. la agrndoblc de~cripción ... c¡ne
híóttwía de las idea.>, ver C.E. Trinkhous, In 011r Hcavcns: Socratcs ami !he Nr.w Scicnceu. Jourm1l Dycr ha brindadn acerca de las intlucnci;u; de la
fmcrgP. and f..ike11r.s:;: ffummtity and Dh,.i11ity i:r fta- o[ rite l!isro'Y of Idear ·17, 11." 2 (abril-junin 1986}. indu~tria man11fac1urcril Sl'hrc la Íaz. ele esta lsla.
lian Hwrw11ist rhough1. 1 vols. (Londo11: Conslai>lc. pp. ·299~308, un contcntnrio sPbrc Socrates. a fJra- l~l escribía en una época en q11c la marptirrnrrn
1970). maric l'oc111 (1758). de i\myas U11<cht:. Un aspcchl estaba comenzando a ser Ínirvducida pnr primera
ZJ. Jca11 Le Rom.l D' Alcmbcrt. l'reliuunnrv Df.o;. que Bcrlnnd no co11.-;ídcr:i e~ hai;ta qué punlo c:::ta VCl, y su benevolente cornzún le urgía ~ ;iugur:u de
course to tite E11cyclopcclia of Didcroc. trad. Richard v1suSn de St1crn1es, que ta111hién se cncucr1tra en ella nncla míl.c: qrn! el bien>• Wordsworlh. t:111io
N Schwab )' Waller E. Rex (lndian;\po.lis: Uohb•- l.as Nubes de ArísttSfancs así corn0 en r•lras fuen- como Sófocles (Amlgv11a. versos :'JI y síguíen!es),
Mcrril, !96J), p. 42. tes, pudiera ~er lcgilím<l; vt:r, por cjcmpln, Leo es capaz de aprecíar los hcncficit'" de la tccnologia.
24. immanud Kanl. uldca for n Unívcrsal His- Strau;;s, Sócrmcs a11d Aristoplhmcs íNcw York: Ba- Pero, agrega. nhora c<la venlt1d me ha {:nmpclidn a
lory from a Coornopolitan Pnínl of Vicw• ( l7H·I). síc, 1966). extenderme sobre los prm:r.ntiosos efecto~ que sur·
Tercera tcsís. Cilado de lmmanud Kant, 011 IIl<- 41. i\lcxander Pnpc, ;\11 Es.1,,:· VII Mn11. Epísto- gen de una ap1icac:16n mal regulada y excesiva de
rory, trad. Lcw1s White Ueck (!ndianápolh:: [lohbs- la I, línea 289. poderes '::O sf tan admirables».
Mcrrill, 1963), p. lJ. 42 Julien Offrnv de la Mcltríc, L'lfommr. Maclti- 48. Jcan J;icqucs Rousseau, "A Discuur.i:::e nn thc
2.'i. [mmanucl Kant, «Whnt 1s Eniightcmcnl'I,. 110 ( 1748), hacia ei final. Citado de Julien Ofírny de Arts and Scicncesl•, en Thc Social Contr11rt and
(171!.1), frase inicial. Citado de lmmanucl Kant. On la Mctlric, Man 11 Mad1r1tt' (La Salle, IL: Open Dlrnwrus. trad. G.D.H. Cole (Ncw York: Dutton.
Fliston'. lrad. l.cwis White Bcck (lndian;\pnli.<: Comt, 1912). p. l•IR. 1950), p. 164.
l.loht>s-Mcrrill, 196J). p. J. 4:1, Esto está vfviOamctttc- demostrado por las 49. 11.'ld .. p. 162.
26. Ver 1\rÍótólclcs. J'olltica 126!1h 25-126() a 25; vísíc11udcó del desarrollo que ahorn tienen lugar en 50. l/Jld., p. 161.
y Sto. Tomás rlc Aq11i110. S1m1mr1 T!rcologíae, f-lf. paises del Tercer Mundo. La ventaja geográfica, el 51. ihld., p. 150.
97.. art. 2. - couocimicnto científico, d hardware importado. ias 52. lhlJ .• pp. ¡5.q y 159.
27. Charlcs-Fran~Dis de Saínt-Lamhcrt. «L11- dccüdoncs políticas o ccon0mica.c;, el gradual opti~ 53. Cf. en cuanto a cslo. el u;:;o que Nico{(\:;;
xurr~. Encyclo¡..·ediat párrafos iniciales. Cirndc'. con n1ismo o el deseo envidio.so no pueden p•.,r sí rnis- Machiavcllo \tac,, de la \'iriud como poder c11 El
rcv1sm11cs menores. de la Em:yclopcdia: Selections. mns, ni incluso aunadas. produc1r In industriali7.a · Prl11dpe (15l2).
trad. Nclly S. Hoyt v Thomas Cassircr (Indianápo- c16n A dcspcchu de la rctóric•~ idcolt1g.ica de ia 5,1 !bid. p. 173. !..os cncidopcdiólas ig11:1Jrncntc
lis: Bohl.is-Mcrriil, 1%5), p. 20•1. Chim\ ~taoísta y el frán -rk Jcmcini. la moderna colocaban a B:.icon prn encima de todos !n!\ demás
28. Saínt-Lamhcrl. <t Luxt1rv1~. Citado de In r:·11rv- tt.::CP('logíl' no parece .:.cr cmm1. (k sr.r adnpiacfa filt\sufos.
r.fopr!dia: Selectrons. p. 23l. ~ in<lcpcndicnlcmenlc de dcri ... ::!-::-P~tltos clil''I:': de 55. /f>fd., p. 15R.
21J. Davíd lfomc. Essa;ts (Londres: Oxford IJni- la cultura rn.:cídcntal. La ocdck.ntiilizad6n dr. Japón 56. (lifcl .. pp. !Sl )'SS.
versity Pre.''. 1%:<"). p. 2G2. confirma el argumento desde d olrn ladc.i Je ia 57. /h1d .• p. 168.
30. //1/d., p. 27C>. divi~nri1L <iH. /bid., p. i.J6.
31. /11fd .. p. 277. 44. rara unn colección de t~.'<fns que sí comícnz.tl 59. \Villi:un \Vorcli,;worlh, cana .1 Cl1:1rlcs Jnmc~
32. !bid .. pp. 277 y 278. a apuntar en c~ta dirccci<)n. ver llumphrcy Jcn· Fo•. l•l de fcbrcrn de 1801. En este comentario
33. Charles Montcsq11ic11, Spirtl oft/11! I..aws. vol. nings. f'andaem011ium: Tire Comirr~ of thr ¡\{achine sobre ~u prcscntaci(ln Út! «los artefactos domé~li­
[. libro XX, J. as srm bl' Conrrm¡u.>rnr)' O/J;1•n·1;r.r, /('60-/8.l'ó, cd:;. cn5,. en los poc1m.1s !llns tlerm:lnoc;:-. y u7\~icharh•,

26/ANTHROPOS

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