Se forma una disolución cuando una sustancia se dispersa de manera
uniforme en otra. Con la excepción de las mezclas de gases, en todas las disoluciones intervienen sustancias en fase condensada. En el capítulo 11 vimos que las moléculas o iones de las sustancias en los estados líquido y sólido experimentan fuerzas de atracción intermoleculares que mantienen juntas a las partículas individuales. Las fuerzas intermoleculares también operan entre las partículas de soluto y las moléculas de disolvente. Cualesquiera de los diversos tipos de fuerzas intermoleculares que vimos en el capítulo 11 puede operar entre las partículas de soluto y de disolvente en una disolución. Las fuerzas ion-dipolo, por ejemplo, dominan en las disoluciones de sustancias iónicas en agua. En cambio, las fuerzas de dispersión dominan cuando una sustancia no polar como el C6H14 se disuelve en otra no polar como el CCl4. De hecho, un factor principal que determina si se forma o no una disolución es la intensidad relativa de las fuerzas intermoleculares entre las partículas de soluto y de disolvente. Las disoluciones se forman cuando las fuerzas de atracción entre las partículas de soluto y de disolvente son de magnitud comparable con la de las que existen entre las partículas de soluto mismas o entre las partículas de disolvente mismas. Por ejemplo, la sustancia iónica NaCl se disuelve fácilmente en agua porque la interacción atractiva entre los iones y las moléculas polares del H2O sobrepasa la energía de red del NaCl(s). Examinemos más de cerca este proceso de disolución, prestando especial atención a las fuerzas de atracción. Cuando se agrega NaCl a agua (Figura 13.1 \), las moléculas de agua se orientan en la superficie de los cristales de NaCl. El extremo positivo del dipolo del agua se orienta hacia los iones Cl-, y el extremo negativo, hacia los iones Na+. Las atracciones ion-dipolo entre los iones Na+ y Cl- y las moléculas del agua tienen la fuerza suficiente para sacar dichos iones de sus posiciones en el cristal. Una vez separados del cristal, los iones Na+ y Cl- quedan rodeados por moléculas de agua, como se muestra en la figura 13.1(b y c) y en la figura 13.2 ≫. Tales interacciones entre el soluto y las moléculas del disolvente se denominan solvatación. Si el disolvente es agua, las interacciones reciben el nombre de hidratación.
Al Mezclar Dos Cantidades de Líquidos A Distinta Temperatura Se Genera Una Transferencia de Energía en Forma de Calor Desde El Más Caliente Al Más Frío
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