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Oficios urbanos
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langui
…pero se niegan a morir
Máistro, ¿y si no puede? ¡Se lo invento! Un día en los oficios
de la calle se llama la exposición temporal que el Museo de Arte
Popular dedica a 36 oficios urbanos y pequeños talleres artesana-
les que perviven en algunas calles de la Ciudad de México.
“La idea es que a través de ambientaciones sonoras y recreacio-
nes de los espacios característicos —explica el museógrafo David
Pérez Aznar— los visitantes observen una serie de oficios urbanos
que tuvieron su auge hace medio siglo”. Se busca, además,
“revalorar la aportación a la cultura popular mexicana”.
Aparte, el escritor y periodista tepiteño Armando Ramírez
—asesor del proyecto museográfico— elabora para emeequis
siete viñetas que recrean oficios ahora en crisis por el embate
tecnológico, pero que se niegan a desaparecer.
Usted: dama, caballero, joven o señorita, acérquese. Venga nos ofrece de una exposición que se ha propuesto descubrir
y visite el Museo de Arte Popular (MAP), donde podrá in- el talento que cotidianamente ponen en práctica cientos de
ternarse en un imaginario barrio popular de la Ciudad de trabajadores callejeros que, ante el riesgo de que sus oficios
México y realizar un viaje nostálgico, pues la ambientación desaparezcan, se han convertido en artistas o artesanos.
de la exposición Máistro, ¿y si no puede? ¡Se lo invento! Un día Este guía de lujo es relevado por el escritor Armando
en los oficios de la calle le remontará a la década de los sesenta Ramírez, asesor de la muestra del MAP y quien acaba de ser
del siglo pasado, en tanto que la museografía le conducirá reconocido con la Medalla al Mérito Ciudadano 2011, que le
por una jornada laboral en la que terminará por admirar el otorgó la Asamblea Legislativa del Distrito Federal preci-
ingenio y la vitalidad que ha permitido la sobrevivencia de samente por su destacada trayectoria en favor de la cultura
los más diversos oficios callejeros. popular y de la Ciudad de México.
Así que ¡pásele, pásele! “Con esta exposición —dice Ramírez en entrevista con
Al comenzar, en la exposición está amanciendo, por eso emeequis— me di cuenta de que en estos últimos cuatro o
en primer lugar el visitante se topa con aquellos que ini- cinco años hemos estado viviendo una transformación de
cian su día antes de que los demás lleguen a su trabajo: el la vida cotidiana muy fuerte”. Por ejemplo, “vas a la calle
lechero, el vendedor de jugos, el barrendero, el panadero, el del barrio y de repente desaparece la farmacia o el estudio
ropavejero. de fotografía, y aparece en su lugar una tienda de productos
El recorrido continúa con el escribano, para luego aden- chinos, un Oxxo, un Seven.
trarse en una vecindad con un altar a la Virgen de Guadalupe y “Hay un desgarramiento de la sociedad entre las nuevas
los característicos talleres del zapatero, el sastre, el mecánico y las antiguas formas, y en cómo lo viejo trata de adaptarse a
| EMEEQUIS | 16 de mayo de 2011
y el peluquero, oficios que ofrecían un servicio personalizado lo moderno. Estamos ante oficios que para sobrevivir tienen
a su clientela. que transformarse, de otra manera se extinguen”.
Ya en lo que vendría a ser la tarde, entre sonidos callejeros, Armando Ramírez no se cansa de insistir en que estos
escenas y carteles de películas o reproducciones de los taxis oficios han sobrevivido porque quienes los ejercen se con-
que fueron conocidos como cocodrilos y cotorras, se llega a un virtieron en artistas, porque si no hubieran podido hacer
sitio público de reunión —una especie de parque—, en donde lo que hacen con maestría hubieran tenido que dedicarse a
salen al encuentro del visitante el globero, el merenguero, el vender fotocopias o algo similar. Paradójicamente, destaca,
algodonero, el organillero y el fotógrafo de recuerdos. dentro de la crisis provocada por el desarrollo tecnológi-
Ya cerca de la noche, un crimen famoso propicia el con- co, “se comienzan a valorar nuevamente las cosas hechas a
tacto con la tamalera, el vendedor de periódicos, el fotógrafo mano, con un toque que las haga diferente a lo que se produce
de nota roja y el vendedor de camotes. La jornada termina en masivamente”.
una pulquería, cuyo baño es el sitio ideal para escribir albu- Es la voz del autor de la emblemática novela Chin Chin el
res, refranes y frases picantes repletas de doble sentido. teporocho la que nos entrega a continuación viñetas de siete de
58 Esta es la síntesis que el museógrafo David Pérez Aznar los 36 oficios callejeros representados en la exposición.
1.
El fotógrafo
de estudio
El zapatero El sastre
El “zapatero remendón” era el que ponía el relie- Ya quedan poquísimos buenos sastres, de ésos que
ve del juanete, del ojo de pescado, del callo o del talón te pueden entregar un acabado increíble o voltear un tra-
mal formado para hacer tu horma de manera exacta. Y esa je usado para que te quede como nuevo. ¡Eso no cualquiera lo
horma que tenías en tu casa y se la llevabas al zapatero hace!
para que la montara en tus zapatos, hoy ya no existe. Muchos de esos sastres han hallado un nicho en la rea-
Bueno... ¡ya ni los zapatos Canadá, ni los Blasito, ni los Tres lización de vestuario para grupos artísticos, para obras de
Hermanos existen! teatro musicales, para bailarines. La sastrería antigua se va
Toda la gran producción de zapato de León, Guanajua- transformando en un nuevo tipo de oficio que en el pasado
to, que aterrizaba en el Mercado de Granaditas, y la que se sólo se ofrecía en lugares como la Casa Tostado. Pero como
hacía en muchos talleres que estaban en vecindades de ahora hay más grupos de danza o de teatro, los sastres están
Tepito —entre ellos el taller del papá de Ricardo Rocha, el llenando sus necesidades de vestuario.
conductor de televisión— ya no existe. Actualmente esas
| EMEEQUIS | 16 de mayo de 2011
Máistro, ¿y si no puede?
¡Se lo invento!
Un día en los oficios de la calle
Martes, miércoles, viernes, sábados
y domingos, de 10 a 18 horas.
Jueves, de 10 a 21 horas.
Museo de Arte Popular: Revillagigedo 11
esquina Independencia, Centro Histórico,
Ciudad de México. Entrada: $40.
Termina el 5 de junio.
7.
La pulquería