Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
Como mencionamos hacia el final del capítulo anterior, el horizonte artístico que
sino que estas datan desde la Edad Media. En esta sección nos ocuparemos de revisar
algunas de las bases estéticas de momentos específicos del arte occidental, tomando en
cuenta solo aquellas que resultan relevantes para nuestra investigación, a fin de
Un elemento clave a tener en cuenta si nos abocamos al estudio del arte medieval
es la figura del juglar. Esto no solo por su papel de comunicadores –para las masas
solo cantaban, que solo tocaban, que cantaban y tocaban, los mimos1 y los bufones,
Desde una perspectiva boeciana, la música en el medioevo tenía dos polos2. Por
1 Estos tuvieron gran importancia en el teatro latino. Durante la Edad Media, muchos de ellos fueron
excomulgados, pero se mantuvieron bajo la figura del bufón.
2 La mención de Boecio en el texto de Villanueva podría ser ampliada con las ideas que plantea Umberto
Eco en su libro Arte y belleza en la estética medieval (1999) respecto del alcance que tuvieron en la Edad
belleza y la virtud; mientras que al polo opuesto lo constituye el desorden, la ausencia
también existían otros como los ministriles o los juglares de convento, que estaban
inmersos en la vida religiosa. Como ya hemos visto antes, las teorías musicales de
Boecio enmarcan el juicio negativo de la Iglesia respecto de los juglares. Pero también
había una conciencia (de parte de los clérigos) del poder de captación, el
profesionalismo y el status social del que gozaban estos artistas; que amenazaba con
como San Isidoro propugnaron el rechazo a este tipo de artistas (Villanueva, 2012,
170).
Sin embargo, como menciona Carlos Villanueva (2012), con base en Serafín
(p.161).
Media las ideas del filósofo latino. La proporción como ideal estético, la armonía entre las leyes que rigen
al hombre, música y cosmos; la tendencia del humano hacia los sonidos agradables, e incluso la
correspondencia entre determinados tonos musicales y estados de ánimo -concepciones que plantea Boecio
en su De música- conforman la estética musical de la Edad Media (pp- 44-47)
Este paso de lo interior a lo exterior significó a nivel simbólico una apertura del
arte hacia lo social, rural y urbano. El aspecto que debemos tomar en cuenta aquí es
que las esculturas presentan a hombres (entre ellos juglares) ejecutando diversas
actividades, para las cuales se valen de instrumentos que van desde el nivel popular
hasta el culto o religioso. Esta ruptura de jerarquías, que no siempre tiene una razón
Hacia el siglo XII en las cortes francesas aparecieron este tipo de artistas, pero
bajo el nombre de trovadores. Joaquim Ventura (2012) nos menciona que los últimos
del yo creativo. Mientras que el arte de los juglares se caracterizaba por ser colectivo
3 Si bien el gesto de incluir a los instrumentos juglarescos en el exterior de los santuarios significó una
apropiación por parte de la Iglesia del poder de captación del imaginario juglaresco; también podemos
evaluar la extroversión del santuario bajo los postulados estético musicales de la escuela de Chantres
(S.XII). Umberto Eco (1999) cita uno de los poemas de Alano de Lille -perteneciente a esta escuela- en el
que se hace patente la idea según la cual la armonía cósmica que regía la Naturaleza -ya no el número
proporcional boeciano- estaba compuesta de lo agradable y lo desagradable, de lo feo y lo bello, de lo malo
y de lo bueno (p.49).
Otro aspecto que queremos tomar en cuenta con respecto a los trovadores es el
amor cortés como tema de sus composiciones líricas. Entre los siglos X y XI, las
pueblos guerreros se acentuó durante el SXII, en el que se inició la edad de oro culto
mariano4, producto de los contactos entre los cruzados con focos religiosos como
nuevas prácticas culturales cambió la visión que se tenía sobre la mujer, un paso de
incluso hasta el amor cortés, en el que la amada nunca es madre, pues, a los ojos del
de los guerreros. Leonor de Aquitania es un claro ejemplo, puesto que fue ella quien
convocó las famosas cortes de amor; a las que asistían tanto damas como trovadores.
Asimismo, fue en estas cortes que las mujeres de la corte planteaban códigos de amor, es
decir, procedimientos que los hombres debían seguir para cortejarlas. En líneas generales,
4Para profundizar en este y otros aspectos de la historia del culto a María resulta muy útil revisar el texto
de Matilde Azcárate “El tránsito de la virgen a través del arte” (1988).
este amor cortés constituía una relación afectiva desigual entre un caballero y una dama
noble. La práctica amorosa era extramatrimonial, por lo que el nombre de la amada nunca
es nombrado, sino sugerido de manera críptica por el poeta. Así, la dama como ser de
culto, puro, bello, idílico, inalcanzable, a cuyos deseos se somete el trovador5. (Chicote,
2009, 348).
Una de las ideas a tener en cuenta sobre la idea de belleza en la Edad Media es la
proporción. De la misma manera que Vitrubio se preocupó por estudiar las proporciones
quadratus) por la similitud entre la altura y la distancia de sus brazos extendidos, San
correspondencia de una parte respecto de todas las otras que componen algún cuerpo.
Dentro de esta consideración de la unión de una parte respecto del total, es posible hallar
el eco ideológico cristiano, según el cual Dios es único e indivisible, pero se manifiesta a
través de las partes que componen armónicamente el universo (Eco, 1999, 42-52).
menciona Eco (1999), se hace patente hay el sonido conjunto producido por el
5 Las representaciones del amor cortés no solo se manifiestan en la literatura -como en el Roman de la
Rose de Guillaume de Lorris. De la misma forma que el oficio del jugar haya sus representaciones en la
escultura religiosa
movimiento de los siete planetas (música mundana), cuestión planteada por Pitágoras.
Asimismo, esta gama sonora no es perceptible para los humanos por lo limitados que sus
sentidos. Llevado a la ejecución fáctica, esta música del universo en la que se pulsan todas
las notas al mismo tiempo resultaría en simple ruido, para nada armónico, más cercano a
la lectura simultánea de poemas del dadaísmo que a la perfección clásica que animaba la
clásica, que llegaba latinizada a los medievales, sino también -desde una perspectiva
Contra los excesos teóricos de la estética musical, el sentido que tenía el hombre
pensarse, sino que también es ubicable en la literatura - a través del epíteto- o arquitectura.
rechazo al matiz. En esa línea, el autor menciona que el éxtasis por la vivacidad cromática
reposa en la contemplación de la luz resultante de la comunión de los colores. Esta
relación halla su materialización más lograda en los vitrales de la iglesia gótica, en los
cuales el paso de la luz animaba los colores. Pero más allá del arte, la afinidad por el color
es una constante en la vida medieval y sus elementos, como las armas o las vestiduras.
(p. 59-60).
del siglo XIII plantea diversas doctrinas sobre la luz; las cuales reciben fuerte influencia
del neoplatonismo y se dividen en dos vertientes: la que plantea una cosmología físico
Roberto Grosseteste, que considera a la luz como la proporción de las cosas, como una
cantidad y cualidad, sino que adjudica a la luz una dimensión teológica, puesto que
considera a Dios como fuente de esta. Asimismo, desde una posición cosmológica,
materializaciones del flujo energético de la luz, y a esta como fuente primaria de toda
Hasta aquí, hemos revisado algunos de los aspectos que consideramos pertinentes con
ests época del arte. Por lo pronto, daremos un salto temporal bastate largo, y nos
ocuparemos de una segunda época crucial para comprender la poesía de Eguren: los siglos
XIX y XX.
1.2.Arte y sociedad durante los siglos XIX y XX
occidental viró el sentido griego de la teoría. Esta pasó de ser una práctica de especulación
que fue disolviendo el vínculo subjetivo y emocional entre el sujeto y el mundo, pues este
debía ser observado con la mayor objetividad posible, en favor del conocimiento útil,
verificable y científico.
Otro aspecto a tomar en cuenta es la insostenibilidad de los artistas por parte de las
poder y los artistas, era sostenible, pues los primeros eran mayoría y los segundos,
minoría. De esta manera, los artistas se veían subordinados a las exigencias de los
del siglo XX, con la proliferación de los medios audiovisuales como el cine y la
fotografía, el arte tuvo herramientas que le permitían una mayor difusión. Si sumamos el
aumento de la producción artística a las tensiones entre la esfera del arte y la sociedad,
las antiguas relaciones entre los artistas y las élites política y religiosa se tornaron
apreciación del público, sino en la creación del artista (Groys, 2016, pp. 9-19).
Queda claro que la nueva sociedad no tenía lugar para los artistas. Frente a la frialdad
ahondar en esta corriente, gran cuestionadora de los ideales de belleza y en los modos de
no solo para entender a Eguren, sino también el proceso renovador que se gestó en
A nivel estético, hay muchos aspectos que podríamos tomar en cuenta sobre la
solamente a lo encorsetado que era el arte de su época, sino también al rechazo de los
las promesas de progreso social que trajo consigo el positivismo y la industria del siglo
Como mencionamos, sobre el prerrafaelismo hay mucho que decir, pero en esta
oportunidad nos centraremos en tres ejes que consideramos pertinentes para el estudio de
6 La Hermandad Prerrafaelita contaba con con siete miembros originales: tres principales, William Holman
Hunt, Dante Gabriel Rossetti y John Everett Millais, y cuatro, podríamos decir, añadidos, F. C. Stephens,
presentado por Hunt, el escultor Thomas Woolner y James Collinson, y William Michael Rossetti. Ford
Madox Brown, aunque casi siempre dejado de lado, también influenció en el grupo a través D. G. Rossetti,
quien fue su alumno en 1848, cuando decidió abandonar los cursos de la Royal Academy of Arts. (Aznar,
1990, p. 334)
la literatura egureniana: la relación entre pintura y literatura, las representaciones
naturaleza. En cuanto a la relación entre pintura y literatura, no son pocos los ejemplos
El «Cymon e Iphigenia» (1848) de John Everett Millais está basado en una historia
de Bocaccio, el mismo autor que, a su vez, reutilizó también Keats en su poema
«Isabella: or the Pot of Basil» para acabar dando lugar a un lienzo con el mismo
título y del mismo pintor un año después; Shakespeare aparece en «King Lear»
(1848-49) de Ford Madox Brown y en «Ferdinand Lured by Ariel» (1849-50) de
Millais con un tema planteado concretamente a partir de «La Tempestad»; El
«Rienzi jurando vengar la muerte de su hermano» (1848) de William Holman
Hunt se toma de una novela de Bulwer Lytton y «La fuga de Madelaine y
Porphyro durante la borrachera de los guardianes» (1848) del mismo autor no
puede negar su deuda con el poema de Keats «La noche de Santa Inés.» (p. 333)
En la misma línea de las influencias literarias en esta hermandad, la misma autora
mencionará lo siguiente:
Sus preferencias se centraban sobre todo en la poesía épica del rey Arturo,
fundamentalmente en La Morte d'Arthur, libro en el que durante el siglo XV Sir
Thomas Malory recopiló todas las narraciones épicas sobre este rey legendario;
en Dante, en Shakespeare y la sangrienta historia de la creación de Inglaterra, en
los románticos y, entre los contemporáneos, apreciaban sobre todo las extensas
poesías narrativas Isabella y La noche de Santa Inés de un John Keats (...), pero
también La dama de Shalott escrita por Tennyson en 1850 y los poemas de
Coleridge y Cariyie. (pp. 334-335)
Como vimos, las coordenadas históricas de los textos que animan las pinturas
prerrafaelitas es bastante amplio, pero en líneas generales podemos mencionar que hay
así como también de la literatura del ciclo artúrico.Tanto del último aspecto como de la
sentido que permiten incluir elementos medievales (la representación de los enanos de
Blancanieves en Snow White and the Seven Dwarves (1897) de John Dickson Batten es
un claro ejemplo). Pero la elección de estos textos también responde a otro de los
a la que se puede acceder a través de los relatos que animan los lienzos (García Manso,
2017, p.115).
pueden resultar distintos -por qué no contradictorios- a esta visión. Basta con revisar dos
pinturas de un mismo autor como John Everett Millais para dar cuenta de esta premisa:
7 La representación agónica de la mujer plasmada en este cuadro y también en La dama de Shalott (1888)
puede vincularse con la Filosofía de la composición (1846) de Poe, texto en el cual se plantea a la
representación mujer muerta como motivo estético. Sin embargo, el momento de goce de los prerrafaelitas
se distancia del de Poe, puesto que los primeros no plasman a la mujer ya muerta, sino en agonía.
del erotismo hallamos también la Lady Godiva (1897) de Collier y la Sirena (1900) de
Waterhouse.
una constante en ellas será el color de piel diáfano y la preferencia por los tonos de cabello
claros. Asimismo, estos pintores no escatimaron en el detallismo del rostro, del cuerpo y
del cuadro en general, por influjo de los postulados de Ruskin, quien rechazaba todo
aquello que fuese artificial. Es así que se distanciaron del claroscuro barroco y de los
Sanzio habían formado parte del bagaje técnico de los pintores occidentales, para
acercarse a una iluminación total del lienzo, de la misma forma que en la naturaleza el sol
ilumina todos los cuerpos por igual. Asimismo, los artistas supieron conjugar muy bien
en el arte occidental del siglo XVI, debemos tomar en cuenta que, para el arte de la
segunda mitad del siglo XIX el desarrollo de la fotografía tuvo las mismas repercusiones,
no solo por las nuevas posibilidades que abriría para el arte y la difusión del arte -con un
8 Los estudios de Angélica García-Manso (2017) y Sagrario Aznar (1990) que hemos citado en esta ocasión
incluyen, además de las ideas extraídas para nuestra investigación, un minucioso estudio iconográfico de
varios lienzos prerrafaelitas.
tendencia naturalista, replicante, aristotélica de la pintura, quiebre que posibilitó la
inauguración no solo del impresionismo, sino de toda una poética de los sentidos que
los prerrafaelitas, tomó verdadera significancia recién con los impresionistas. Y esto es,
femenina, que halló su eco hasta los cuerpos estilizados, curvos y erotizados que tanto
Sin embargo, la verdadera gran ruptura del arte moderno en el siglo XIX fue la
particular de la luz perdían relevancia ante un artefacto capaz de captar la realidad con
Es ahí donde el impresionismo cobra una relevancia histórica como hito de cierre
la realidad. Habíamos hablado líneas arriba sobre una poética de los sentidos, que en el
impresionismo se hace patente a través de la concepción de los artistas de “pintar las cosas
como las percibo”, ya no “pintar las cosas como son”, que inscribe en la plástica el debate
sobre la percepción subjetiva y sensorial del mundo, que no la imitación fría y objetiva.
condensar en una sola imagen el inicio y el final de un paso de ballet, por ejemplo, en sus
Bailarinas detrás del escenario (1898); el juego de luces y colores que Claude Monet
Cézanne.
de la percepción, se basa en el giro teórico de las artes de finales del siglo XIX, que quitó
la atención del artista en el objeto y la volcó hacia el modo de plasmar el modo en que los
recién con la escuela francesa que se sintió una verdadera transformación, no solo por las
que situamos no solo una estética sensorial, sino también un motor teórico que no cesará
impresionismo fue solo el punto de partida, el quiebre necesario. La estética sensorial es,
en ellos, apenas reducida a la experiencia visual, pero muchos de los temas aún pertenecen
Si bien la temática era considerablemente conservadora, esta no bastó para que las obras
del impresionismo fueran aceptadas por las élites consumidoras de arte. La segregación
por parte del círculo académico - cuyo bastión institucional era, por entonces, el Salón de
París- se hace patente en la necesidad de estos nuevos artistas de crear las denominadas
La reacción al rechazo del público tradicional aquí iniciado también es otro de los
factores que hallaremos a partir del impresionismo. Dentro de la escena artística parisina,
el arte tomará medidas más drásticas a partir de entonces. La prueba de ello, sobre todo
Ambos proyectos literarios eran bastante ambiciosos, pero para los simbolistas no basta
entonces.
utilidad positivista. Ellos aspiraban a más. Como punto de partida debemos tomar en
cuenta la integración artística que los poetas simbolistas llevaron a cabo. Salinas (1948)
la influencia de Richard Wagner, pues la visita reiterada de los mismos a sus óperas los
capaz de sugerir. Ampliando esta idea, los simbolistas consideraron a la poesía como un
teorías positivistas de Comte que exaltaban la racionalidad científica (pp. 166-168). Los
ecos de esta poética tiene su equivalente plástico en las ensoñaciones pictóricas de Odilon
Redon.
Al mismo tiempo que la poesía los acercaba a lo desconocido, también los sentidos
tomaron una vía de conocimiento para ellos. La poética de los sentidos, iniciada por el
último, hemos de mencionar que la poesía simbolista se caracteriza por ser sugerente, es
decir, no nombra directamente los objetos o temas, sino que los insinúa a través de un
simbolistas fueron más radicales que los miembros de la hermandad inglesa, cuya
transgresión no alcanzó -o se negó a alcanzar- el nivel de la Venus Anadiomena de
Rimbaud. Esta nueva mujer -enferma, huesuda, burda, crasa, tatuada y espantosa- se
simbolista con respecto a la tradición clásica, a la que las élites burguesas estaban
habituadas.
cuerpo de la diosa, también es una actualización de las imágenes clásicas, bajo otros
Como vemos, la revolución artística del impresionismo fue potenciada con los
simbolistas, pero no murió con ellos. El siguiente paso fue la vanguardia, de la que
pasaremos a ocuparnos.
2.2.5. La vanguardia
En las primeras décadas del siglo XX, los movimientos de vanguardia como el fauvismo
contra los modelos de arte occidental y se ocuparon en buscar nuevos modos de expresión.
De todos ellos, el dadaísmo fue el movimiento que llevó más lejos este sentido de ruptura.
Para entender las causas de esta radicalización deberíamos considerar las circunstancias
históricas de su fundación, pues el dadaísmo surgió en Zúrich apenas dos años después
de la Primera Guerra Mundial, que fue -para el occidente de ese entonces- el ápice del
tecnicismo y la racionalidad instrumental, estrechamente relacionadas a las élites
burguesas (Gadamer, 1993). No extrañará entonces su distancia con los cánones de las
élites burguesas y las exigencias del mercado artístico. El artista dadá ya no se preocupaba
fónicos que se leían por varios de ellos de manera simultánea; e incluso realizaban
Las misma variedad posibilidades perceptivas que aperturó el simbolismo para el arte
Hasta aquí, hemos revisado panorámicamente dos épocas hemos revisado dos épocas
importantes para comprender la poesía de José María Eguren, a partir de la cual podemos
interés de la hermandad inglesa por la luz, los simbolistas recogen la estética sensorial
Ya revisados estos dos grandes momentos del arte, daremos paso al examen de algunos
.edu.ar/bitstream/handle/10915/41439/Documento_completo.pdf?sequence=1
Galicia.
● Núñez, E. (1964). José María Eguren. Vida y obra. Lima: Talleres Gráficos P. L.
Villanueva S. A.
Visión.
https://revistes.uab.cat/medievalia/article/viewFile/v15-siviero/pdf
MURCIA-Trovadores%20 Segreles%20Y%20Juglares.pdf
php/Medievalia/article/viewFile/268691/356278