Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
Entre los grandes intelectuales ignorados del siglo XX no existe nombre más reconocido
ignorados1 (la marca negra de su familia), Huxley logro vaticinar los problemas filosóficos
y científicos que aquejan nuestro siglo. Fue en su obra más excelsa, Un mundo feli,z en
donde no solo los expone, sino también los relata con suma claridad y exquisito
refinamiento, fundando con ello a su paso, no solo un mundo nuevo en cuyas variopintas
distopia.
mundo como el de Huxley es, cuanto menos, un mundo contrario a la felicidad. Huxley,
solo era irónico al utilizar tal combinación de palabras para el título de su libro. Examinado
su misma obra, el autor distopico señala “la pesadilla de la organización total, que yo
situaba en el siglo VII después de Ford, ha surgido del inocuo y remoto futuro y nos está
aún se nos resisten los avances científicos y tecnológicos descritos en la obra de Huxley, no
cabe la menor duda que en unos pocos siglos, tal vez años, los alcanzaremos, y quizá,
acaso la ciencia ficción un destello atemporal de nuestro inevitable futuro? Si ello es cierto
¿Por qué colocamos todos nuestros esfuerzos en llegar a ello? Luego ¿Un futuro con tales
1 Su abuelo, Thomas Huxley, fue uno de los biólogos impulsores de la teoría de la evolución por selección
natural. Todo su trabajo intelectual estuvo opacado por los estudios de Charles Darwin, negándole así su
merecido lugar en la historia.
características no sería negativo para la especie humana? Todo ello es concebible en un
mundo en donde los grandes relatos ya están muertos, o en el mejor de los casos,
moribundos.
Nietzsche no se equivocó; Dios si está muerto. Pero el alcance de sus palabras va inclusive
más allá del asesinato de un ser celestial. La muerte de este ser no es la única que desprende
lágrimas en occidente. Ante la muerte de este megaralato, se le yuxtaponen otros tres mas:
el capitalista, el socialista y el ilustrado. Ante la muerte de los cuatro mega relatos, dadores
entre otras cosas de la esencia occidental, ha de surgir uno nuevo para reemplazarlos. Es así
que las nuevas utopías2 cobran fuerza en nuestro tiempo. Entre las más deslumbrantes se
encuentra el transhumanismo. “Cuando tantas promesas hechas por otras utopías han
mucho más irrealizables que las de las viejas utopías, pero si más potentes, deslumbrantes
Ante una utopía de aquel talante, surgen siempre seguidores y detractores. Martin
Heidegger, como todo buen filósofo, ya se había anticipado al problema e inclusive había
dado su opinión sobre ello. En una conferencia hecha el 30 de octubre de 1955 titulada
“A esta meditación es a la que nos referimos al decir que el hombre actual está en
fuga del pensamiento. Solo que, así se arguye, la mera meditación se encuentra
flotando sobre la realidad cuando menos lo espera. Pierde tierra. No sirve para
calculador, donde son los negocios la dinámica y el interés universal, se pierde el interés
la energía atómica era considerada el avance tecnológico más significativo. Por ello, no
demora en denunciar y exponer con el máximo vigor: “…la energía atómica puede llegar a
Hei93 \p 81 \l 9226 ]
El desencanto de Heidegger por una sociedad tecnológica no proviene tanto por las
consecuencias éticas que ello genera, más bien su decepción viene dada por la muerte del
relato ilustrado. Así explica este conflicto Ballen Rodríguez [CITATION Bll16 \p 143 \n \t
\l 9226 ]
“Ha señalado Heidegger que una de las notas predominantes de una técnica que
voluntad, un legado cuyo eco proviene del proyecto emancipatorio del siglo XVIII y
que Immanuel Kant pregonara bajo la divisa ilustrada del sapere aude.”
Bajo aquella visión resulta, cuanto menos sensato, rehuir de un mundo en donde la directriz
general, resultaría, cuanto menos vulgar e inapropiado no exponer, algunas tesis que apoyen
escuchar sus argumentos que, como toda utopía de considerable respeto, ha de tener una
Toda idea innovadora genera conflicto. Entre los detractores y seguidores del
técnica, lo otro es producto y consecuencia de ella. Es la técnica lo que hace posible esta
dicotomía, pero también este punto de encuentro. Referirnos a la técnica y su relación con
nuevamente Martin Heidegger el abanderado para abordar dicho tema. El filósofo alemán
afirmara que dicha esencia consiste en el pro-ducir. Sobre ello comenta: “Todo dar – lugar
a que algo (cualquiera que sea) proceda desde lo no presente a la presencia es pro –
incluye Heidegger en la ecuación a las cuatro causas originadoras: causa materialis, causa
formalis, causa finalis, causa efficiens. Todas ellas, configuradas en tal lógica, hacen
posible un emerger desde sí. Se pasa por un proceso de velamiento a uno de desvelamiento,
Aquel des - ocultamiento viene dado por la naturaleza del propio objeto o artefacto creado.
Cada artefacto posee en su seno una dualidad sistémica. Por un lado, la interior, ella cumple
la función de organizar los fenómenos naturales internos, en tal lógica, que pueda lograr los
Sim06 \p 13 \l 9226 ].
Sean técnicas artesanales o modernas4, ambas pasan por el proceso de desvelamiento y del
pro – ducir. No obstante, si existe un proceso único de las técnicas modernas: el provocar.
Se pueden hallar dos artefactos cuya causa finalis (fin) sea la misma, pero en las que ambos
diferencia de una hidroeléctrica; ambos están diseñados para producir energía mediante el
flujo de movimiento del agua. Sin embargo, entre estos dos, las diferencias en forma y
materia son evidentes, al igual que en su constitución interna y su relación con su medio.
requiere de dichas energías, más bien su funcionamiento interno está hecho para responder
a las energías exógenas. La gran diferencia entre estos dos artefactos radica en la
provocación que cada uno hace a su medio circundante. El uno reposa, descansa sobre su
ambiente natural sin exigirlo; el otro es un intruso, invade el ambiente y no solo exige, le
sobre exige a su ambiente, a las fuerzas naturales, lo provoca para generar ciertas
a la naturaleza seria de tal índole que problemas tales como la muerte pasarían del espectro
Quizá uno de los rasgos más llamativos del transhumanismo sea su enorme éxito en
relativamente poco tiempo. En gran medida son las grandes potencias las que han
propiciado este éxito al acoger en su seno muchas de sus tesis. No resulta sorpréndete que
asi sea, pues a la muerte de los anticuados megarelatos, llega uno nuevo, más potente, más
Tres son los rasgos básicos que explican el éxito del transhumanismo, según Dieguez
su capacidad innovadora para generar felicidad en el ser humano; por último, el tercero de
ellos, es el más obvio de todos, se platea un futuro mejor, con un rasgo único: el progreso
material, si bien seria acelerado, no denotaría un cambio brusco y drástico en las dinámicas
políticas y sociales.
Ora moribundos, ora renovados bajo otro nombre, lo cierto es que el transhumanismo
en la racionalidad humana y su novedosa idea de progreso, así lo demuestran. ¿Es por ello
la elección más idónea para asegurar el progreso y la felicidad humana? Esa pregunta
tendrá que esperar a ser contestada, pues el transhumanismo apenas da sus primeros pasos.
Lo cierto es que los filósofos nos urgen en pensar sobre este tema, así podremos
anticiparnos a los posibles problemas que este genere, pero también a sus posibles
soluciones.
Bibliografía
Barcelona: Herder.