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El mito urbano como contestación a un sistema hegemónico pos moderno

Por: Carla Jimena Rosa Grageda

¿Quién le ha marcado al ser humano que debe creer o no creer en algo? Todas la vivencias
sociales en las que nos desenvolvemos son cerradas en todos los sentidos, si entramos a trabajar
a una institución hay normas que rigen el comportamiento, si entramos a estudiar estamos
regidos por una currícula, si morimos nos entierran y olvidan; pero hay algo más en el espacio,
en la vida y el universo en toda su magnificencia que no podemos comprender, menos explicar,
pero que lo vivimos y respiramos a diario, la esperanza de algo o sobre algo que no vemos pero
que sentimos, ¿a esto se refería subjetivamente el romaticismo?, no puedo dar respuesta; pero
puedo tratar de entender, analizar reflexivamente sobre un mito urbano que es parte de nuestro
contexto y que nos marca una forma diferente de entender la realidad; Gunnar Mamani es un
muchacho de 17 años que falleció en la zona del puente Huaynakapac asesinado en manos de
unos antisociales y que a partir de entonces ha consolidado un sincretismo marcado por la
espiritualidad, mito y fe; desde entonces han pasado autoridades, sindicatos, nombramientos,
etc., pero Gunnar Mamani ni pasa y menos es olvidado por cientos de personas que van a diario
y lo visitan, en un principio fue sólo “Gunnar el milagroso”1, pero posteriormente llamó la atención
de medios de comunicación escritos-orales masivos, los mismos que marcaron y sentaron el
nombre de “la gruta de Gunnar”2, a partir de entonces podemos entender y enlazar esta historia
con el mito que en nuestra época moderna, que no ocupa un lugar de cúspide, pero que da
consuelo, esperanza, nos encanta nuestro mundo permeado por un sistema moderno de ciencia,
poder y control; al pronunciar “Gruta” hacemos inconscientemente de este un Mito, pues si
buscamos en el diccionario de la lengua española (1921); a gruta se considera como una cavidad
abierta de forma natural o excavada por un animal o por el hombre en las piedras; esto que el
hombre cochabambino le ha denominado gruta tiene mucha significancia, pues en la piedra está
el mito que está detrás del hecho de Gunnar Mamani; en la piedra ha tenido significado el mito
desde los griegos y desde la cosmovisión andina; los mismos que al tener su mito dentro la
filosofía y cosmovisión respectivamente han dado forma a su sistema de pensamiento, en el
presente hacemos un análisis acerca del mito urbano de Gunnar Mamani y su importancia en un

1
Las personas de a pie en un primer momento lo llamaron el milagroso porque concedía favores que la gente de a
pie le pedía
2
Al generar movimientos masivos, los medios de comunicación y personas que se apostaron lo bautizaron con el
nombre de la Gruta de Gunnar
contexto pos moderno como contestación a los sistema de ciencia y gobierno que son
hegemónicos en una coyuntura actual.

En un primer momento es importante entender Mito, pero una comprensión de mito que vaya
más allá de la mirada lingüística literaria que lo denota en el siglo XIX como una fábula, invención
o ficción según Mircea Eliade (1991, pág. 4), sino al contrario entenderla desde la filosofía, Mito
como vivencia cultural que coadyuva a la consolidación de nuestra identidad de las personas de
una sociedad en específico, o como lo diría el mismo Mircea Eliade, mito designa una historia
verdadera y una historia de inapreciable valor, por ser sagrada, ejemplar y significativa. No lo
señala el autor por ende como una invención del hombre moderno o pos moderno, sino más bien
lo entenderemos como una forma de vida, un camino distinto al que hemos aprendido en la
escuela, un camino que nos enseña cómo debemos vivir y convivir en este medio pos modernista.
Entonces a partir de esta significancia que le damos al mito podemos rescatar un mito urbano
que nace en Cochabamba a partir del fallecimiento de un joven de 17 años como ya se antecedió
en la introducción, La Gruta de Gunnar Mamani representa hoy una contestación a un sistema
pos moderno de gobierno capitalista y ciencia que pretenden controlar absolutamente toda la
coyuntura en la cual nos desenvolvemos como estudiantes, maestros y en general ciudadanos
cochabambinos, si bien vivimos en un gobierno socialista que se inclina a la recuperación de
saberes y actividades míticas como la k´oa, existen autoridades gubernamentales que aún están
enmarcadas en una linealidad capitalista, esto ocurre en nuestro contexto cochabambino, pero
también en otros contextos de la coyuntura nacional; y es interesante observar como las
personas en el cotidiano se apuestan a los alrededores de la Gruta con la esperanza de que se
les otorgué un pedido, pero muy aparte de este pedir un favor a este joven que resulta la
esperanza, sin embargo primero deberíamos estudiar que hay detrás de la Gruta de Gunnar y
por qué se lo enlaza con el Mito; para responder a esta interrogante podemos remontarnos a la
filosofía de la Grecia Antigua y desde la mirada de nuestra Cosmovisión Andina, pues cuando
hablamos de “Gruta” 3hacemos referencia al paso de agua por la “Piedra”, paso de la vida por la
“Piedra” este elemento que mitifica a Gunnar que es la piedra y que el mito urbano aparece este
hecho mítico; en este caso la piedra va a representar el detrás del mito, pues la piedra o gruta
aparece en todas las filosofías mencionadas, en Grecia Antigua por ejemplo encontramos el
siguiente párrafo:

3
Gruta entendida como piedra de vida para la filosofía occidental y desde la cosmovisión de nuestros pueblos
andinos
“Padre de los sueños y hermano de la muerte, vivía según Homero, en la isla de Lemmos,
apaciblemente, en una gruta silenciosa e impenetrable a la luz del día”

(Homero, La Iliada y a Odisea, Apéndice II, pág. 523 - 550)

Al hacer una revisión de los mitos en la Antigua Grecia, sobre sale la relación de las grutas y
piedras como un santuario donde se esconden aquellos seres que buscan descanso o
protección, en casi todos los mitos revisados, principalmente en la Odisea e Ilíada, las grutas
siempre están presentes como santuario donde podemos acudir cuando sintamos desolación,
desconsuelo primero desde esa época antigua y segundo ante un sistema plegado de mentiras,
descontrol, desorden que se autonombra como ciencia y la verdad absoluta de este siglo, que
todo lo ve y todo lo controla.

Desde la mirada occidental antigua vemos la importancia de los mitos en la sociedad, tal es el
caso de Platón quien atribuye siempre a los relatos míticos en sentido estricto una verdad
incomparablemente válida, singularísima e intangible que está por encima de toda duda (Pieper,
1965, pág. 19), entonces los mitos para los griegos representaron un camino que les ayudaba a
mantener una relación armoniosa con su medio; en esta cita también vemos la piedra como un
lugar seguro:

“Vulcano hijo de Júpiter y Juno. Nació tan deforme que su madre, avergonzada, le arrojó al
mar. Pero Tetis y Eurínome le recogieron y durante nueve años vivió en una gruta…”

(Homero, La Iliada y a Odisea, Apéndice II, pág. 523 - 550)

Sin embargo también vemos este otro párrafo:

“Lo crió el centauro Quirón, que era un gran sabio, hijo de Saturno, lo que significa que la
sabiduría nace del tiempo; la gruta en que moraba…..”

(Caballero Fernán, La mitología contada a los niños e historia de los grandes hombres de
Grecia, pág. 228)

“Quiso seguirla hasta el imperio de la noche, pero se le negó la entrada. El sólo consuelo, que
le quedó, en su amarga pena, fue el hacer resonar las grutas y…..”

(Anónimo, Mitología de la juventud, cap. 32)


El término de Gruta entonces aparece repetitivamente en la mitología Griega como un elemento
que aporta significado, pero si nos damos la vuelta hacia la mirada de nuestros mitos andinos
también Blithz Lozada (2006) nos describe lo siguiente:

“La piedra del eco, finalmente, refiere el sub-mundo como el lugar de los antepasados y las
generaciones anteriores, lugar donde el pasado se confunde e identifica con el futuro”

(Lozada Blithz, Cosmovisión, historia en los Andes, pág. 100)

En este apartado Blithz nos muestra que desde la cosmovisión andina, la piedra es un referente
en el cual esta generación debe basarse para tener un horizonte de vida, mirar de atrás adelante,
o el Khepa Pacha como lo nombran desde nuestra cosmovisión; el mito que se encuentra detrás
de la Gruta de Gunnar, debe ser un referente para tener esperanza, marcarnos un horizonte de
vida, no se trata de darle todo nuestro sentido de vida, sino de creer en que este mito urbano
responde de manera diferente a nuestras necesidades y que es una contestación directa a este
mundo de sistema y sub sistemas que no quieren marcar sobre aquello que sentimos, pensamos
y creemos.

Muchas veces desde el mundo andino con nuestra cosmovisión hemos respondido a la filosofía
del antiguo continente, pero pocas son las veces que al realizar una comparación o contestación
coincidimos en algo, en este caso vemos a la piedra – gruta como este elemento que es símbolo
de cuidado, protección, santuario, etc. Como una categoría que emplaza un dialogo entre
culturas que está inmerso en el mito.

Por otro lado, es importante entender el movimiento que ha generado la gruta de Gunnar, en la
forma de vida de miles de cochabambinos, pues se apuestan a los alrededores de la gruta para
solicitar o pedirle algo, muchas veces este hecho se ha vuelto existencial en el imaginario de los
ciudadanos de a pie. Y como lo escribe Feijoo:

“…..En su gruta, atendía a la gente que quería remedios para sus males de amor…”

(Feijoo Samuel, Mitología Americana, pág. 162)

También detrás de la Gruta de Gunnar, al pedirle un favor al almita, las personas no van con las
manos vacías, sino que llevan algo para agradecer el favor que le van a pedir y posteriormente
según las personas que lo visitan la gratitud se expande por un largo tiempo; es decir que también
la persona cochabambina o de otros contextos practica la reciprocidad con ese santuario,
entendiendo la reciprocidad como una valor andino moral-ético; donde las personas quieran o no
deben ser agradecidos y llevar velas, flores, visitarlo y agradecerle como símbolo de reciprocidad
por el favor concedido.

También hay un hecho detrás del mito urbano de Gunnar que es el castigo a las personas que
han pedido un favor y que no han sabido tener correspondencia con el santuario, pues en este
punto aparte de la reciprocidad se habla de la correspondencia como un principio comunitario,
donde la persona que le pide al alma de Gunnar no debe entenderse como un ser individual que
va a solicitarle algo en propio beneficio o para dañar a alguien, sino que se debe pedir para
muchos, para una familia y este pedir debe ir acompañado de comunidad, ya sean parejas,
familias o barrios enteros; este último dato descrito es comentado por familiares de Gunnar y
personas que van y lo visitan, pues cuando las personas que van son nuevas, se acercan de
manera amigable a dar las recomendaciones. Entonces vemos como se ha marcado y
consolidado la fe en este mito urbano que sale de todos los cánones de pensamiento ysale de
las estructuras científicas, pero que las personas lo van a reconocer como verdad en nuestro
medio.

Desde la cosmovisión y este mito urbano podemos analizar reflexivamente que hay santuarios
que responden y contestan a la linealidad de gobiernos capitalistas científicos que muchas veces
se encuentran ocultos bajo un ponchillo socialistas, sobre todo en una coyuntura cochabambina,
pero finalmente el cochabambino de a pie es un ser mítico, es decir que cree en los mitos los
vamos a llamar antiguos y en estos mitos que van apareciendo en esta época, mucho podríamos
analizar de este hecho de fe, sin embargo nos limitamos con lo ya analizado reflexivamente,
primero en las grutas que las hemos marcado en dos líneas que en este hecho comparten
significados como son los griegos antiguos y desde la cosmovisión andina y segundo como un
hecho en el que aplicamos valores y principios de nuestra cultura; todo esto como una
contestación directa al conjunto de paradigmas que han tratado en todas las épocas de romper
y separar aquello que puede ser lo único cierto que lleguemos a conocer como raza humana,
para controlar lo que sentimos, lo que pensamos y nuestras acciones. Gunnar y su gruta
representan por lo tanto una controversia a este sistema pos modernista y nos dan consuelo de
sabernos que cuando vamos a visitarle hay un aire de esperanza que se encuentra escondido
en su Gruta, que la misma nos conecta con el mundo de nuestros antepasados y que nos marca
un camino alterno para reconocernos y fortalecernos como cultura con identidad.
Bibliografía

 Homero, La Iliada y la Odisea (1970), Apéndice II – Diccionario de mitología griega y


romana ; Editorial J. Pérez del Hoyo
Madrid – España
 Caballlero Fernán (1873) La mitología contada a los niños e historia de los grandes
hombres de Grecia; Barcelona, J. Batinos e hijo Editores
Barcelona – España
 Anónimo (1823) Mitología de la juventud; Editorial Torre de Babel
París – Francia
 Lozada, Pereira Blithz (2006) Cosmovisión, historia y política en los Andes, Editorial
Corzón Carmelo
La Paz – Bolivia
 Pieper, Josef (1984) Sobre los mitos platónicos, Editorial Herder
Barcelona - España

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