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HISTORY OF TRANSLATION
I. Introducción
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entorno cultural, contrariamente a lo que se postulaba en otros tiempos, es decir,
concentrarse solamente en cómo llegaba un texto a la cultura meta y el impacto que
tenía en la misma. El grado de desarrollo que la Traductología ha alcanzado en el
presente y las investigaciones en la historia de la traducción, permiten abarcar más de
un solo enfoque y trabajar desde una perspectiva integradora.
Theo Hermans (1985), por ejemplo, al estudiar las metáforas usadas por traductores
holandeses, franceses e ingleses en el Renacimiento, aporta la idea de la traducción y
del traductor imperante en esa época: el traductor sigue fielmente los pasos del autor,
toma prestados giros y términos grandilocuentes para reflejar la misma luz y las mismas
emociones del escritor. En el siglo XVIII las metáforas dominantes convierten a la
traducción, en la opinión de Susan Basnett (1991), en un espejo o porta retrato artificial
más que real, mientras que en siglo XIX las metáforas involucran relaciones de
propiedad y de clases. Esta breve reflexión no es exhaustiva, ya que en otros siglos el
estudio de las metáforas arroja otras concepciones de la traducción, pero sirve para
resaltar el hecho de que las primeras reflexiones sobre la traducción surgen a partir de
estudios literarios y, luego, se extienden a los distintos tipos de discurso y a los textos
resultantes de los mismos.
La traductología, en la actualidad, ha comenzado a perder su enfoque fuertemente
europeo. Esto se debe a que esta área del conocimiento se está desarrollando
rápidamente en América del Norte, Latinoamérica, China, India, Israel, países árabes y
Africa. Así como los estudios literarios tratan de salir de su herencia europea, también la
Traductología está explorando nuevos caminos. Esto es así porque, ahora, tanto lo
ideológico como lo lingüístico permite que se discuta en los términos más amplios del
discurso post colonial. La metáfora brasileña a la que hace mención Susan Bassnett
(1991) es realmente enriquecedora para demostrar la nueva perspectiva alternativa sobre
la traducción: la imagen del traductor como un caníbal que devora el texto fuente en un
ritual que resulta en la creación de algo completamente nuevo (Else Veiera, 1978). Esta
imagen refleja la verdadera tarea del traductor-creador, del traductor que re-crea un
texto en la cultura meta una vez imbuido de la cultura fuente. El traductor no es
simplemente el reproductor de intencionalidades y contenidos, en tanto que aporta su
propio conocimiento lingüístico, cultural y estilístico que queda plasmado en una nueva
obra sin dejar, por ello, de ser leal a la intención y al mensaje que el autor del texto
original quiso transmitir a un receptor genuino determinado. Si así no lo hiciera, si
dejara filtrar su propia subjetividad y su particular interpretación de los hechos en el
texto meta, se convierte en un traidor, haciendo honor a la tan difundida afirmación
italiana, bastante injusta por cierto, traductor-traidor.
La noción canibalística de la traducción implica un cambio en el valor del texto original
en relación con su recepción en la cultura meta. El concepto tradicional de la traducción
en el siglo XIX se basaba en la dupla patrón-sirviente en el proceso de traducción: el
traductor se acercaba al texto con humildad y buscaba rendirle homenaje. La metáfora
del caníbal ofrece una visión completamente nueva, visión de la traducción de Jacques
Derrida (1985) cuando afirma que el proceso de traducción crea un texto original, es
decir, la posición opuesta a la tradicional por la cual el texto original es el punto de
partida. La argumentación de Derrida, en Les Tours de Babel (1985) marca un hito
importante en el desarrollo de la Traductología por el nivel de discurso del trabajo en la
teoría literaria. Inclusive, crea una metáfora -sexista si se quiere pero muy ilustrativa-
para referirse al proceso de traducción: es la penetración o violación del texto original.
No obstante la oposición de algunas feministas a esta imagen, Derrida marca la llegada
de una concepción post estructuralista de la Traductología y prueba, nuevamente, el
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avance y desarrollo dinámicos y desprejuiciados que la disciplina ha alcanzado en la
última década, visión compartida en el presente trabajo.
Ahora, es posible ver claramente líneas en desarrollo en la Traductología. Continúan los
trabajos dentro de la lingüística aplicada; se inician trabajos de investigación en
traducción y filosofía del lenguaje; se constituye una escuela de pensamiento a partir del
enfoque de la teoría de sistemas con énfasis en la cultura meta y se investiga sobre la
transferencia intercultural en sus aspectos lingüísticos, históricos y socio-políticos a
partir de las implicaciones ideológicas de la traducción. Con respecto a esta última
tendencia, André Lefevere (1985) ha sido pionero en producción bibliográfica en esta
temática. Uno de sus argumentos está relacionado con problemas paratextuales. Por
ejemplo, entre otras cosas, se pregunta en Why Waste Our Time on Rewrites? The
Trouble with Interpretation and the Role of Rewriting in an Alternative Paradigm, qué
sucede cuando los textos son traducidos del árabe, cuando la lírica es el modo
predominante y no hay tradición épica, a las lenguas indoeuropeas donde la épica ha
sido siempre el modo de más alto status y no así la lírica; también se cuestiona si esto
implica que todas las traducciones de la poesía lírica árabe serán leídas a través del
cristal distorsionado de la tradición literaria de occidente que ubica a la lírica en un
segundo lugar.
Es sumamente enriquecedor estudiar en detalle estas argumentaciones -someramente
tratadas aquí, ya que no es el objetivo último de este trabajo- porque son la base
fundamental para concebir la traducción desde una óptica totalmente anti tradicional:
los textos se re-escriben a través de barreras lingüísticas y, sobre todo, en un contexto
cultural e histórico claramente inscripto. Cuando Lefevere acuña el término refracción,
éste reemplaza al viejo término influencia, sinónimo de reflexión, es decir, copia del
original. Refracción involucra cambios de percepción y describe lo que sucede cuando
un texto se transfiere de una cultura a otra. Además, implica evolución literaria y coloca
a la traducción en un continuum de tiempo y no como actividad que ocurre en un vacío.
Hacer un examen de la historia de la traducción, de las actitudes que han prevalecido en
diferentes momentos de la humanidad, de aseveraciones o comentarios realizados por
traductores, de las implicaciones doctrinarias de la traducción y de lo que la traducción
significa en diferentes culturas, significa rever las actuales actitudes hacia la
Traductología, promover cambios y tener conciencia del rol fundamental que la
traducción ha tenido en la historia del hombre.
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que hace hincapié solamente en la comprensión de la sintaxis de la lengua que se
estudia y en usar la traducción como medio para demostrar esa comprensión. Es
sorprendente ver que un concepto tan restrictivo de la traducción va de la mano con el
bajo concepto que se tiene del traductor y con las distinciones realizadas entre escritor y
traductor en detrimento del traductor. Esto es así porque se olvida mencionar factores
claves que intervienen en el proceso de la traducción, tales como factores
psicolingüísticos, sociales, ideológicos, afectivos, culturales, históricos, pragmáticos, en
fin, factores de distinta índole que actúan e interactúan frente a un texto a traducir.
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hacen que sus estudiantes también lean esas obras como si hubieran sido escritas en su
propia lengua.
Las distintas actitudes positivas o negativas con respecto a la traducción existen desde la
antigüedad, donde la diversidad de idiomas obliga al hombre a recurrir a tan discutida
actividad como puente entre naciones y culturas, como instrumento de entendimiento y
conciliación política y social, como transmisora de saberes, como acceso a lo
desconocido y al esclarecimiento de lenguas y culturas. Ya en el Quijote se lee que el
traducir es como quien mira los tapices flamencos al revés, se ven las figuras pero llenas
de hilos que las oscurecen y no se ven “con la lisura y tez de la haz”, afirma Elsa
Tabernig (1970). Esta autora menciona también lo que opina Alfonso Reyes a través de
una imagen ecuestre: la traducción es un viaje en caballos de desigual carrera, el escritor
y el traductor, uno independiente y el otro servil; el traductor tiene que avanzar para
alcanzar la misma meta. Reyes expande su definición de traducción al concebirla como
el traslado de la misma arquitectura semántica de una a otra poética donde la semántica
se conserva pero la poética se crea de nuevo.
Los términos traducir, traductor y traducción existen desde hace milenios y definen los
conceptos de quehacer, actor y producto. En Roma se fomentó la traducción de obras
griegas cuando se reconoce la superioridad cultural de Grecia. Cicerón, traductor del
Protágoras de Platón y de los Discursos de Demóstenes, define dos maneras de
traducir: ut interpres, esto es como simple trasladador, y sed ut orator, pero como
escritor. También Horacio emplea el término interpres. San Jerónimo emplea el mismo
vocablo para designar a toda persona que realiza una transposición escrita de un texto de
un idioma a otro. Sin embargo, durante la baja Edad Media, época de actividad
traductora febril en centros culturales, casi todos religiosos, interpres y herméneuma no
fueron términos de uso común. Si surgen otras designaciones en incipientes lenguas
romances. En Francia enromancier, romanzare en Italia y en España romanar se
refieren al acto de escribir en lengua vulgar y a traducir del latín a esa lengua (Tabernig,
1970). En ese momento de la historia, los traductores no tomaban conciencia de la tarea
fundamental que estaban realizando para la posteridad como operadores culturales.
Simplemente se limitaban a transferir palabras latinas al romance, conservando la
sintaxis latina.
La influencia bizantina (dragoumanos) y siriaca (targmana) se hizo sentir en Francia,
después del siglo XII, con la adopción de droguement o trucheman y en Italia con
drogomanno y trucimanno para nombrar a lo que se consideraba traducción en esa
situación espacio-temporal. En la misma época, los términos latinos translatio, que
designaba el traslado del sentido propio al figurado, y translator, el que traslada, son
absorbidos por el francés como translation y translateur, es decir, traslado y traductor.
La creación de la imprenta impulsa la actividad traductora y aparecen otras unidades
léxicas para definirla: tradurre y traduzione en Italia y traducir y traducción en España.
En 1539, Estienne en Francia acuña traduire y Etienne Dolet, reconocido humanista,
traductor y mártir, en 1540, incorpora traduction y traducteur con el mismo sentido de
translater, translation y translateur. Los españoles cuando conquistan América toman
conciencia de que necesitan la traducción como instrumento de comunicación con los
pueblos indígenas y como instrumento de evangelización. Para lograr sus propósitos, se
valen del lenguaraz, persona que maneja una lengua indígena para actuar de intérprete
entre conquistadores y conquistados. Inclusive, los españoles enseñan a los indígenas el
español para que, como lenguaraces, transmitan a su propio pueblo los edictos y leyes
por los cuales deben regirse. Las mujeres blancas y las indias en cautiverio se
convierten en lenguaraces claves para la comunicación oral entre españoles e indígenas,
a pesar de sufrir la contradicción de admiración y condena por parte de sus pares al
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considerarlas, por una parte, heroínas que tienen que renunciar a acervo cultural y, por
otra, traidoras por ayudar a quien las conquistó.
Con el correr del tiempo, surgen otras denominaciones para referirse a la traducción,
tanto con connotación negativa como positiva. Para los italianos, vulgarizzare implicaba
traducir del latín al italiano cuando la lengua vernácula se llamaba vulgar. Los franceses
eligen otra palabra, thème, que implica el ejercicio de trasladar un texto de lengua
materna a una lengua clásica y, en la actualidad, a una lengua extranjera. Además de
tratar de definir a la traducción, la historia recoge aproximaciones a distintas maneras de
traducir, cuando todavía no queda explícitamente claro el concepto de traducción. Así,
aparece el término transliteración, reemplazo de unidades grafológicas del texto de
origen por unidades fonológicas de la lengua meta, adaptadas a la grafía de esta última,
es decir, calco fonético utilizado en la versión de nombres propios. Metáfrasis,
traducción literal que reproduce el sentido sin tener en cuenta el aspecto estético o
poético del texto original; paráfrasis, traducción libre del mensaje de un texto. Cabe
preguntarse si esta última denominación es realmente una traducción o una
interpretación personal del traductor o lo que se llama librismo. Fray Luis de León, en el
prólogo de la versión del Cantar de los cantares, al tratar de definir el literalismo como
otro modo de traducir, equivocadamente, afirma que el traductor debe ser fiel y cabal y
contar las palabras para producir otras tantas, ni más ni menos, de la misma cualidad y
variedad de significaciones que tienen las originales. No cabe ni siquiera explicitar que
jamás dos lenguas se corresponden exactamente. Se puede imaginar el grado de
ininteligibilidad con que recibiría un receptor genuino un texto traducido de acuerdo a
las reglas de Fray Luis de León. Chateaubriand defiende la traducción yuxtalineal,
practicada en su traducción del Paraíso Perdido de Milton, por la cual cada línea del
texto original se corresponde con una línea de la traducción. Esta postura se justifica
solamente con fines pedagógicos y filológicos de textos clásicos bilingües. En
Argentina, Bartolomé Mitre, al comentar su traducción de la Divina Comedia, insiste en
que ha tratado de ser fiel y ajustarse al original estrofa por estrofa, verso por verso,
“como la vela se ciñe al viento en cuanto da; y reproduciendo sus formas y sus giros, sin
omitir las palabras que dominan el conjunto de cada parte, cuidando de conservar al
estilo su espontánea sencillez a la par de su nota tónica y su carácter propio” (Tabernig,
1970). Indudablemente, Mitre está a favor de la traducción al pie de la letra, de una
literalidad que corresponde a una fidelidad expresiva, concepción que ha adquirido otras
características en la actualidad, cuando se trata de traducir textos expresivos.
De acuerdo a Wolfram Wilss (1988), el interés milenario por la metodología de la
traducción se debe, principalmente, a que se expresaron sobre esta disciplina personas
que fueron traductores y que trataron de establecer postulados pero siempre bajo la
óptica de su propia posición personal, justificando, así, una posición metodológica. No
obstante, en vez de aclarar las relaciones decisivas que implica el proceso de la
traducción, defendían a ultranza una postura en detrimento de otras y oscurecieron aún
más la problemática de la traducción. Además, los enfoques adoptados respondían, en
general, a intereses político-culturales. En un comienzo, los romanos traducían las obras
de la literatura griega al latín como “experimentos de sumisión”, fruto de la victoria
militar sobre Grecia. Aparece, entonces, la traducción libre basada en un sentido de
superioridad por la cual el texto original se modificaba en contenido y estilo sin el
menor respeto por su forma original. La suprema finalidad de la traducción deja de ser
la interpretatio que se seguía por el texto modelo como transferencia adherida al idioma
original y deja de ser, también, la imitatio o la adopción de forma y contenido del
original; estas dos posturas son reemplazadas por la aemulatio: término usado en Roma
para explicar una forma de traducir capaz de sostenerse al lado del ejemplo greco como
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una creación equivalente que debía sobrepasar, en lo posible, el nivel artístico y estético
del original, colocando al traductor en superioridad con respecto al autor (Wilss, 1988).
A posteriori y, como ya se dijo anteriormente, Roma toma conciencia de la superioridad
cultural griega y adopta una postura en dirección totalmente opuesta a la que sostenía
como iure victoris.
Al tratar de reconstruir las posturas traductológicas en documentos de los últimos dos
mil años, salta a la vista que la argumentación sobre la traducción no sigue un desarrollo
en línea recta a través de los siglos, sino que el trayecto recorrido se muestra como la
coexistencia confusa de diferentes puntos de vista teóricos y la voluminosa aparición de
denominaciones del lexema traducción, lo cual da testimonio de la
multidimensionalidad del concepto traducción, en la mayoría de los casos, en posiciones
encontradas las cuales, en lugar de desarrollar un enfoque sistemático y metodológico
del proceso de traducir, se limitan a exaltar enfoques individuales, por cierto, bastante
omnipotentes.
Otro problema con respecto a la definición de traducción a lo largo de la historia fue
encontrar el término exacto que describiera el concepto de traducción y definir el debate
sobre la traducibilidad o intraducibilidad de los textos. Es así como diversos autores,
dentro del debate terminológico, definen a la traducción como arte, arte creativo, arte
imitativo, artesanía, habilidad, actividad, técnica y, los más arriesgados y sensatos,
como ciencia. Recién en los 60’ se producen cambios significativos tanto en la
terminología como en la definición de la traducción debido a la creciente aceptación de
la lingüística y la estilística dentro de la crítica literaria lo cual condujo a desarrollos
importantes en la metodología crítica. En consecuencia, se redefine la traducción con
estatuto propio y jerarquizado, considerándola, como sostiene Randolph Quirk (1974),
una de las tareas más difíciles que un escritor puede encarar. J. Levý (1963) afirma que
la traducción no es una composición monística sino una interpretación y un
conglomerado de dos estructuras. Por una parte, existe el contenido semántico y el
contorno formal del original; por la otra, el sistema íntegro de características estéticas
ligado a la lengua de la traducción. J. C. Catford (1965) sugiere que la traducción es la
substitución de los significados de la lengua meta por los significados de la lengua
fuente. No existe transferencia de significados de la lengua meta en la lengua fuente
porque en la transferencia hay un implante de los significados de la lengua fuente al
texto en lengua meta. Esta es una definición bastante restrictiva de la traducción porque
considera la traducción como traducción de lenguas y, cabe destacar, que no se traducen
lenguas sino textos. Eugene Nida (1975) centra su atención en el sentido que se
transfiere en una traducción y enuncia que la traducción consiste en producir en la
lengua meta el equivalente natural más próximo posible del mensaje de la lengua de
origen, primero, en lo que se refiere a la significación, luego en lo que se refiere al
estilo. Nida progresa hacia una postura equivalencista de la traducción ya que le
preocupa la misma en tanto proceso y producto. Este lingüista es uno de los pioneros en
tratar de desarrollar una ciencia de la traducción a partir de su postura personal con
respecto a la traducción de las Sagradas Escrituras.
En las últimas dos décadas, la traducción es definida desde otras perspectivas:
funcionalista, semiótica, culturalista, comunicacional, comparatista, entre otras,
temática que se abordará en detalle más adelante en este trabajo.
Cuando André Lefevere acuña el término refracción para referirse a la traducción y
cuando sugiere producir una teoría comprehensiva que también pueda ser usada como
lineamientos prácticos para la producción de traducciones, quiere significar que es
indiscutible la unión de la teoría con la práctica, en oposición a las más antiguas
posturas sobre la traducción donde la balanza se inclinaba por una o por la otra. Si las
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dos se divorcian, es decir, si se confronta al teórico con el profesional, la traducción se
convierte en tragedia.
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Oriente. La actividad traductora en oriente es muy prolífica ya que refleja el interés de
emperadores, reyes y conquistadores por hacer conocer su cultura en los pueblos
conquistados como signo de superioridad. Tabernig (1970) explora el papel que la
traducción tuvo en el mundo en distintas épocas. En el siglo XXVI AC, los asirios
proclaman sus proezas en los diferentes idiomas de su imperio y, antes del siglo XX,
Hamurabi en Babilonia hace que los escribas traduzcan sus edictos a otros idiomas en
escritura cuneiforme. Los hititas traducen al egipcio y al arameo y durante las primeras
dinastías egipcias se forma una elite política y diplomática: los intérpretes. La piedra
Rosetta, donde se halla inscripta la traducción más famosa de la antigüedad, procede de
Egipto y data del siglo II AC. Esta piedra -ahora exhibida en el Museo Británico en
Londres- contiene un extenso decreto de los sacerdotes de Menfis en honor al rey
Ptolomeo en tres idiomas: egipcio con escritura jeroglífica, en escritura demótica o
escritura popular de esa época y en griego.
Los budistas en Asia, con propósitos religiosos, exigen que cada pueblo conozca a Buda
en su propia lengua lo cual da origen a muchas traducciones. El texto original es vertido
al sánscrito y, en los siglos VIII y IX AD, Marpa, un famoso monje lama tibetano,
lidera un grupo que lo traduce del sánscrito a su lengua. En China el interés por la
traducción es muy marcado, ya que el emperador taoísta Ming Ti invita a dos escribas
budistas a trasladarse a Loyang para traducir los libros de Buda. Allí se adopta un
método riguroso de traducción: un sutra budista lee el texto, otro sabio lo repite en
chino y un escriba transcribe la versión.
En el siglo VIII se forma en Bagdad un centro de traductores para traducir del griego y
hebreo al árabe. Los traductores traducen obras de Aristóteles, Platón, Galeno,
Hipócrates, Euclides y Arquímedes y gracias a las traducciones realizadas el legado de
Grecia se conserva y se difunde en la Edad Media.
Ya en el siglo III AC, Ptolomeo de Egipto muestra su avidez por conocer otras culturas
y religiones. Solicita a un sacerdote judío de Jerusalén que le envíe un ejemplar de la
Ley y seis ancianos doctos en griego y hebreo de cada tribu para que la tradujeran al
griego. Los setenta hebreos tradujeron la Ley en setenta días y un ateniense exiliado en
Egipto escribe la versión que le dictan los doctos. La traducción del Antiguo
Testamento -llamada el Septuaginto y compuesto por varios libros- independientemente
de cuál era la verdad vertida, refleja el conocimiento de los traductores sobre filosofía
griega y la voluntad interpretativa de los mismos en los cortes, adiciones o
intervenciones personales. La llamada versión de los Setenta es fuente de inspiración
para traducciones a otras lenguas.
Cabe destacar que en esta época, el traductor o intérprete goza de un prestigio que decae
en períodos posteriores. El intérprete conforma una elite y, en algunos casos, tiene el
favor especial del rey o emperador, como lo muestra la historia cuando describe el
reinado de Nabucodonosor quien tenía sentado a su derecha al intérprete que intervenía
en las negociaciones políticas y militares.
Roma. La actividad traductora tuvo en Roma una finalidad cultural. En el siglo III AC,
Livio Andrónico, con el objetivo de obtener un apoyo pedagógico y artístico para su
tarea de educador, tradujo a Homero a fin de dar a conocer la mitología griega y
otorgarle mayor estatuto poético al latín. Andrónico es el autor de las correspondencias
mitológicas griegas y latinas y logra que los romanos gusten del lenguaje poético y del
verso latino.
Los traductores que más se destacan en Roma son Cicerón y Horacio. En el siglo I
Cicerón traduce a Platón y Demóstenes, entre otros, y comienza a reflexionar sobre la
traducción en su Libellus de optimo genere oratorum. Tanto Cicerón como Horacio
ejercen una influencia considerable en generaciones siguientes de traductores y
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conciben a la traducción dentro del contexto más amplio de las dos funciones
primordiales del poeta: la responsabilidad humana de adquirir y diseminar la sabiduría y
el arte especial de hacer y moldear un poema. Cicerón señala que la mente domina al
cuerpo como el rey gobierna sobre sus súbditos, pero advierte que si la razón domina al
igual que el señor sobre sus esclavos, los anula y destruye. Este pensamiento ligado a la
traducción se interpreta de la siguiente manera: el texto original ideal está para ser
imitado y no destruido por aplicar la razón rígidamente. Cicerón, en De optimo genere
oratorum, agrega que si transfiere palabra por palabra el resultado sonaría demasiado
tosco y, si por necesidad, se viera en la obligación de alterar cualquier cosa en el orden
de la frase, va a parecer que se aleja de la función del traductor. Tanto él como Horacio
realizan una distinción significativa entre la traducción palabra por palabra y sentido
por sentido o figura por figura. Horacio en su Arte de la poética, advierte sobre el
peligro de la imitación excesiva del modelo fuente, de convertirse en un traductor
esclavo o de imitar a otro escritor. En realidad, el principio subyacente es el de
enriquecer el latín a través de traducciones que enfatizan el criterio estético del texto
meta más que la noción rígida de fidelidad (Bassnett, 1991).
En resumen, el arte de traducir para Cicerón y Horacio consiste en la interpretación con
juicio crítico de un texto fuente para obtener una versión del texto meta basada en el
principio de expresar sentido por sentido y no palabra por palabra, es decir, non verbum
de verbo, sed sensum exprimere de sensu. A pesar de esta postura romana, que debe ser
interpretada desde un enfoque literario y no traductológico en sí, hay que reconocer que
es única en el sentido de que sigue un canon establecido de excelencia a través de
fronteras lingüísticas. Cuando el imperio se expande, se instala el bilingüismo y el
trilingüismo y se amplía considerablemente la brecha entre el latín oral y el literario. Por
lo tanto, las licencias que se toman los traductores romanos deben ser vistas en el
contexto del sistema general cultural en el cual se aplica este enfoque de la traducción.
Con la difusión del cristianismo, la actividad traductológica comienza a tener otra
función: traducir para predicar la palabra de Dios.
Edad Media. La cultura latina, en la Europa medieval, alcanza gran prestigio y el latín
se convierte en la lengua de la Iglesia, de los letrados y escritores. La tendencia a
traducir del griego al latín continúa y la jerarquía del latín se mantiene hasta el
Renacimiento. En el siglo VI, Boecio traduce tratados de Lógica de Aristóteles, base de
la Escolástica y Prisciano traduce la Retórica de Hermógenes. La novedad de esta etapa
es que comienza la traslación de textos del latín, griego, hebreo y árabe a las lenguas
romances y a otras lenguas. Ya en el siglo IV, Ulfilas, obispo de los visigodos quien
convierte a las tribus germánicas, traduce la Biblia al godo. Algunas traducciones
parciales del Nuevo Testamento se realizan en Inglaterra: en el siglo VIII, la del
Venerable Beda, en el X la del Rey Alfredo, en el XI la de Alfric. El Rey Alfredo
sostiene que el propósito de traducir textos en latín es ayudar al pueblo inglés a
recuperarse de la devastadora invasión danesa que destruye los centros monásticos y
desmoraliza y divide el reino. Alfredo rescata el valor del idioma inglés al hacer llegar
al vulgo la palabra de Dios en textos traducidos del latín. Su técnica, tal la describe en el
prefacio, es traducir, a veces, palabra por palabra y, a veces, sentido por sentido. Esta
observación implica que el producto final es el factor determinante en el proceso de la
traducción: llegar a todos en la lengua que todos hablan. En consecuencia, la traducción,
en Inglaterra, adquiere una finalidad moral y didáctica y juega un papel claramente
político. El siglo XII se convierte en el esplendor de la traducción. Cae el imperio moro
en España y los eruditos cristianos tienen acceso al abundante material bibliográfico de
Toledo. Es así como los escritos árabes y hebreos que contienen la tradición filosófica
griega aristotélica y neoplatónica se difunden en toda Europa. En el siglo XII, por
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iniciativa de los obispos Raimundo de Toledo y Michael, se fundan centros de
traducción en España. En estos centros se abocan a la tarea de traducir textos árabes y
judíos al español, catalán y latín, traductores ingleses, flamencos, judíos conversos,
franceses y mozárabes. En los centros se traducen los textos griegos de Averroes,
Avicena y Maimónides, entre otros. Las versiones de este grupo, llamado Escuela de
Toledo, impropiamente, según Tabernig (1970), son de fundamental importancia para el
desarrollo de la filosofía y una nueva etapa del pensamiento filosófico, político y social
de Europa. A partir de ese momento, se conoce a un nuevo Aristóteles: el de la ciencia
natural, la metafísica, la ética y la política. Las copias en griego de Aristóteles también
son traducidas fuera de España.
La característica principal de la actividad traductológica en la Edad Media es la función
religiosa y filosófica que adquiere a través de eruditos, gramáticos y teólogos quienes,
en muchos casos, practican cortes a los textos originales, sobre todo, por intereses
religiosos. Se aplica la traducción literal por respeto a la palabra sagrada y,
esencialmente, por temor a la herejía. De manera gradual, los autores clásicos
comienzan a llegar al hombre común por medio de traducciones a la lengua vulgar.
También se distinguen dos posiciones con respecto a la traducción: vertical, según
Gianfranco Folena, por la cual se entiende la traducción a la lengua vernácula de un
texto fuente escrito en una lengua de prestigio como el latín, y horizontal, cuando tanto
la lengua del texto fuente como la del texto meta tienen valor similar. La traducción
vertical es una muestra de traducción literal mientras que la horizontal involucra
complejas cuestiones de imitatio y préstamos (Bassnett, 1991).
Renacimiento. La invención de la imprenta es un factor decisivo en el impulso cultural
del siglo XVI. Cobra la traducción, entonces, otro estatuto: al concepto de vehículo de
ideas se le agrega, con toda justicia, la función lingüística y artística que cumple en las
lenguas modernas. El español Luis Vives (Tabernig, 1970) afirma que la traducción es
de primera necesidad para todas las disciplinas y artes, como así también para todas las
circunstancias de la vida. Se traduce en toda Europa a las lenguas modernas, de una
lengua moderna a otra, se desarrolla el concepto de literatura nacional, se utilizan
nuevos métodos y se amplían los horizontes gracias a la traducción. Esta disciplina
comienza a ser incluida en los centros de estudio como ejercicio de aprendizaje y
coadyuva a la fijación de lenguas nacionales. La actividad traductora conlleva la
elaboración de diccionarios bilingües y plurilingües, la formación de centros de
traducción y el estudio sistemático sobre los problemas teóricos de la traducción.
Una de las figuras sobresalientes del Renacimiento es el humanista francés Ètienne
Dolet, autor de varias obras, acusado de hereje y condenado a morir en la hoguera en
1546 junto a muchas de sus obras, debido a las libertades que se toma. Dolet publica La
manera de traducir bien de una lengua a otra, obra que contiene un esbozo de teoría de
la traducción con cinco principios fundamentales que debe seguir un buen traductor: 1.
Entender totalmente el sentido del texto original aunque puede tomarse la libertad de
aclarar puntos oscuros. (Tal vez este principio le costó la vida); 2. Tener perfecto
conocimiento de la lengua fuente y de la lengua meta; 3. Evitar la traducción palabra
por palabra; 4. Usar formas de habla de uso común, y 5. Elegir y ordenar las palabras
adecuadamente para producir el tono correcto (E. Cary, 1963). La relevancia de la teoría
de Dolet se manifiesta en el énfasis que pone en la comprensión del texto fuente como
primer requisito antes de emprender la fase de la expresión, es decir, la traducción
propiamente dicha. El traductor es mucho más que un lingüista competente y la
traducción involucra la apreciación escolástica y sensible del texto fuente y la toma de
conciencia del lugar que la traducción va a ocupar en el sistema de la lengua meta.
Dolet se adelanta en el tiempo y sus principios están aún vigentes en la actualidad.
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El debate central en esta etapa gira alrededor de la traducción literal y la traducción
libre. Se acepta en general que las traducciones nunca pueden ser fieles, de ahí el
famoso aforismo florentino: traduttore traditore.
Siglos XVII y XVIII
A mediados del siglo XVII, comienzan a verse los efectos de la Contra Reforma, los
conflictos entre monarquía y desarrollo del sistema parlamentario y, también, se amplía
cada vez más la brecha entre el Humanismo Cristiano y la ciencia. Es notable ver que en
Francia se incrementa la actividad traductora, ya que es la época del clasicismo francés
y del surgimiento del teatro francés basado en las unidades aristotélicas. Los escritores y
teóricos franceses son inmediatamente traducidos al inglés. Esto muestra la influencia
cultural que Francia ejerció en Europa, toda vez que se trata de emular el criterio
estético del gusto francés caracterizado por la manera armoniosa y elegante pero, al
mismo tiempo, por el decoro, es decir, no escribir nada que pudiera caer mal o atentara
públicamente contra la moral. Lamentablemente, esta actitud tiene sus consecuencias en
la traducción: la adaptación, la adecuación, la infidelidad a los textos originales y, lo
que es peor aún, la aparición de traductores improvisados, torpes imitadores criticados
por los eruditos. Se generaliza la negativa costumbre de traducir a partir de traducciones
y no de textos originales con la consiguiente desacreditación de la actividad
traductológica.
En Inglaterra, Sir John Denham (Bassnett, 1994), se declara en contra de la traducción
literal en la poesía. Diferencia claramente las funciones del escritor y del traductor. Los
dos operan en contextos sociales y temporales distintos.La tarea del traductor es la
obligación de extraer lo que él percibe como medular en el trabajo a traducir para
reproducirlo o recrearlo en la lengua meta. Joseph Dryden formula tres tipos de
traducción al escribir el prefacio a Las epístolas de Ovidio: metáfrasis (traducción
palabra por palabra y línea por línea), paráfrasis (traducción con laxitud, sentido por
sentido, al estilo Ciceroniano) e imitación (el traductor puede abandonar el texto
original cuando lo considera apropiado). Sin duda, Dryden elige la paráfrasis como la
forma más equilibrada de traducir siempre que se traduzca poesía e, inclusive, va más
allá: el traductor debe ser poeta, poseer total dominio de las dos lenguas y debe
comprender tanto las características como el espíritu del autor original además de
observar los cánones estéticos del contexto temporal de ese autor. Las teorías de Dryden
son seguidas por Alexander Pope, quien agrega: lectura minuciosa del texto original
para detectar estilo y manera del autor y mantener vivo el fuego del poema.
En el siglo XVIII, Alexander Fraser Tytler, a fines de siglo, publica, en Inglaterra,
Principios de traducción, primer estudio sistemático sobre el proceso de la traducción.
Postula tres principios básicos: a) la traducción debe ofrecer una transcripción completa
de la idea del texto original; b) el estilo y la manera de escribir deben tener el mismo
carácter que el original, y c) la traducción debe mantener y leerse con la misma fluidez
y facilidad que la composición del original. Esta posición critica la flexibilidad que
Dryden propone en sus teorías, pero insiste en la metáfora del traductor/pintor, ya que
éste debe darle a su traducción la misma fuerza y el mimo efecto que tiene el texto
original (Bassnett, 1994). La idea central en estos dos siglos gira, entonces, en torno al
problema de re-creación, idea sostenida por muchos traductólogos en la actualidad.
No debe olvidarse que, en los siglos XVII y XVIII, la traducción asume otro rol: estar al
servicio de las relaciones políticas y diplomáticas. Francia mantiene relaciones
comerciales con Oriente y establece en la sede diplomática de Estambul una escuela de
lenguas para jóvenes, reservada para franceses que aprendían el turco y a traducir.
En Rusia surge la preocupación por la comunicación entre occidente y oriente. Pedro el
Grande crea en Pekín un seminario de lenguas orientales para preparar traductores y,
13
por supuesto, desplaza a los jesuitas, traductores oficiales del imperio chino. El zar crea
una Asociación de Traductores y sus miembros tienen el rango de funcionarios
diplomáticos
Siglo XIX
En este siglo de emancipación, unificación de países en Europa y América, de rechazo
al racionalismo y de afirmación del individualismo, de la noción de libertad de la fuerza
creadora, de la apología del escritor casi místico, se produce un vuelco sustancial en el
criterio adoptado para la actividad traductológica. Al tratar de liberarse de modelos y
gustos impuestos y de culturas foráneas, se afianzan los estilos y peculiaridades
nacionales y de cada autor, lo cual significa producción de traducciones más fieles al
espíritu de los textos originales. Los románticos marcan una fuerte tendencia de cambio
en la traducción. Según Tabernig (1970) y Bassnett (1994), Goethe en Alemania, habla
de la traducción integral, es decir, cuidado por la forma y el contenido del original y
creatividad por parte del traductor. Coleridge en Inglaterra, hace una distinción entre
fantasía e imaginación, apostando a la imaginación como el poder supremo orgánico y
creativo. En general, la lista interminable de románticos, (sólo por mencionar algunos,
Shelley, Schlegel, Byron, Hölderlin) se cuestiona la definición de la traducción: una
empresa creativa o mecánica, esta última definición con muchos seguidores, ya que
interpretan que traducir es un acto de comunicación por el cual se decodifica un mensaje
para transmitirlo en otra lengua. Los post románticos también se preocupan por la
traducción y, algunos, proponen un lenguaje diferente para la obra literaria y para la
actividad traductológica, tal el caso de Dante Gabriel Rossetti y Friedrich
Schleiermacher. En América la actividad traductora también es muy prolífica y los
poetas traducen a su lengua obras universales. Aparecen grandes escritores y
traductores: Andrés Bello, José Martí, Ricardo Palma y Bartolomé Mitre. Mucho
tuvieron que ver, en el desarrollo de la traducción, los estudios filológicos clásicos y
modernos realizados a fines del siglo XIX y comienzos del XX.
Siglo XX
Resulta muy difícil resumir todos los cambios de visión de la traducción que se
operaron en este siglo. Existen tantas definiciones como teóricos y escuelas de
traducción. En la primera mitad del siglo se nota, todavía, una continuación de los
criterios del siglo XIX; en otras palabras, literalidad, excesiva creatividad y pedantería y
la producción de textos literarios de segunda clase para una elite. A mediados de siglo,
se vuelve a tomar conciencia sobre la necesidad de sistematizar los estudios de
traducción, de desarrollar bases teóricas sólidas para comenzar a investigar el fenómeno
traductológico. El contexto histórico, social, tecnológico, científico y político
condiciona a lingüistas, filólogos, lógicos, filósofos, antropólogos, ingenieros del
lenguaje, psicólogos y sociólogos a que se ocupen de una disciplina que cobra mayor
altura día a día, que adquiere estatuto propio y que se torna una herramienta
indispensable para la comunicación, las relaciones internacionales y diplomáticas, el
acceso al conocimiento, a la cultura y al mundo. Surge el estructuralismo, la teoría de la
comunicación, la semántica, la estilística, la pragmática, la psicolingüística, la
sociolingüística, la lingüística textual, el análisis del discurso, el cognitivismo, el
funcionalismo, en fin, se establecen las bases a partir de las cuales surgen los estudios
traductológicos más recientes.
14
traducir para enseñar el cristianismo basado en textos escritos, para lo cual debe
compatibilizar criterios estéticos y evangélicos. La historia de la traducción de la Biblia
refleja, en un microcosmos, la historia de la cultura occidental. Las primeras
traducciones se concentran en el Nuevo Testamento. San Agustín traduce textos
bíblicos basándose en una versión del siglo II: la Itala. La famosa versión discutida de
San Jerónimo va a influenciar en gran medida la actividad traductológica de
generaciones subsiguientes. San Jerónimo, por encargo del Papa Dámaso I en el año
384 AD, revisa versiones latinas de la Biblia en textos traducidos del griego y, luego,
decide encarar su propia traducción del hebreo al latín y produce la famosa Vulgata,
obra admirada y criticada al mismo tiempo. Jerónimo sigue los lineamientos de Cicerón
y, en su teoría de la traducción, postula que traduce sentido por sentido en vez de
palabra por palabra, lo cual da comienzo a una discusión interminable durante siglos
en cuanto a establecer la línea que marca el límite de tomarse licencias estilísticas o de
incursionar en interpretaciones herejes.
La traducción de la Biblia es una cuestión clave en todas las épocas y los problemas
relacionados con la forma de traducir, literalmente o por el sentido, se intensifican con
el auge de conceptos de culturas nacionales y el advenimiento de la Reforma. Como
resultado, la traducción se convierte en botín de guerra tanto en los conflictos
dogmáticos como políticos a medida que surgen los estados naciones y se debilita la
centralización de la Iglesia, lo cual queda de manifiesto, desde la perspectiva lingüística,
con la pérdida de supremacía del latín como lengua universal. Se vuelve al griego y al
hebreo, al arameo y al dálmata. En distintos países se traduce la Biblia desde diversos
ángulos religiosos que tienen relación con la Reforma, tal es el caso de Inglaterra y
Alemania, donde surgen versiones a la lengua vernácula debido al fuerte sentimiento
nacionalista del momento (siglos XVI y XII). Es así como aparecen en escena nombres
famosos tales como John Wycliffe, teólogo de Oxford, John Purvey, William Tyndale,
Erasmo, el humanista holandés, y Martín Lutero en Alemania. En términos generales, la
tendencia es convertir la Biblia en un instrumento evangelizador accesible al hombre
común. En consecuencia, se emprenden traducciones del griego y del hebreo a la
vernácula en versiones católicas y protestantes. La versión de Erasmo del Nuevo
Testamento en griego en 1516 le sirve como base a Lutero, en 1522, para su versión
alemana de la Biblia. Estos traductores coinciden en atacar a las autoridades de la
iglesia por no permitir que el lego común tenga acceso a la palabra de Dios en su propia
lengua. Muchas traducciones a la lengua vernácula fueron quemadas en público pero
este hecho no amedrentó a otros teólogos para continuar traduciendo siempre teniendo
en cuenta lo que Lutero no se cansaba de repetir: la importancia de la relación entre
estilo y sentido, entre gramática y contenido, entre adaptación y mensaje, la importancia
de agregar a la riqueza de imágenes del texto original la tradición cultural.
La tarea del traductor va más allá de lo lingüístico y se transforma en una tarea
evangelizadora en pos del progreso espiritual del hombre y la actividad traductológica
en sí se convierte en un campo de batalla (Bassnett, 1994). Se nota una fuerte tendencia
hacia la traducción con fidelidad al mensaje más que a la palabra o estructura lingüística
en sí.
15
Cabe preguntarse si el texto bíblico no es un texto argumentativo en cuanto conduce a
debates, argumentaciones y diferentes interpretaciones. No obstante, la Biblia es el texto
literario por excelencia desde tiempos remotos y las teorías contemporáneas de Bhüler y
Jakobson con respecto a las funciones del lenguaje, indudablemente, no existían ni
siquiera en el imaginario de los pioneros de la traducción, quienes comienzan a
plantearse la actividad traductológica desde la antigüedad greco-latina. La traducción es
una “artesanía”, un arte literario. Las diferencias entre forma y contenido,
ramificaciones de los textos original y meta, como así también los derechos y las
obligaciones del traductor, constituyen la constante de discusión desde Cicerón, en sus
obras De finibus y De optimo genere oratorum. En todas la épocas se concentra la
atención en lo bueno y lo malo de la traducción literal o libre, pero a nadie se le ocurre -
salvo raras excepciones- pensar en los objetivos y resultados de la actividad
traductológica, prestando atención a las operaciones lingüísticas y cognitivas que se
ponen en marcha en el proceso de la traducción y en la mente del traductor.
Por una parte, los lingüistas y gramáticos identifican la teoría con operaciones
semánticas y gramaticales, lo cual tampoco encara la problemática de la traducción de
manera global e integral. Este enfoque se convierte en una tradición desde San Agustín
hasta los estructuralistas europeos del siglo XX. Por otra parte, los estructuralistas
estadounidenses consideran que la traducción es crear una estructura lingüística que
provoque la misma reacción en el lector del texto meta como lo hizo la estructura
original en el lector genuino (Kelly, 1979).
Las primeras especulaciones sobre la Traductología surgen a partir del estudio de las
características de la palabra y su función representativa. La lengua se considera como un
instrumento de comunicación, pero la estructura lingüística se desvanece en teorías con
bases poco sólidas.
16
la filosofía del lenguaje- y Ennarrationes in Psalmos -enarraciones sobre los salmos,
obra muy amplia escrita en Hipona con un rico contenido espiritual.
En De magistro, San Agustín define el objetivo del lenguaje como enseñanza y
aprendizaje. Según Kelly (1979), esta concepción del lenguaje es una reminiscencia
directa del docere (enseñar) de Cicerón, y una ampliación del signo aristotélico. Agustín
considera la palabra (óo) como un signo convencional que pertenece al oído. Habla,
entonces, de significatio y de sonus, es decir, lo significado y el significante.
Significatio es un constructo mental que se deriva de la percepción de la realidad y
sonus es el grupo de sonidos vocales asociados con significatio. “Dentro de la palabra
misma, sonus es el signo de significatio, una unión tan arbitraria como la unión del
signo completo con la cosa significada “(Kelly, 1979).
A partir de la interpretación agustiniana del signo lingüístico, aparecen consecuencias
dignas de ser analizadas. Una de las más relevantes es que el individuo no puede
“conocer” palabras sin haber tenido una experiencia directa o indirecta con lo que ellas
significan. En una segunda instancia, se desprende que puede haber más de un sonus
para un único significatio, lo cual implica sinonimia; a la vez, más de un significatio
puede ser expresado con un único sonus, lo que produce sentidos diferentes. Una tercera
consecuencia recae en el mecanismo que controla estas uniones arbitrarias y las
mantiene con significación. Dicho mecanismo está conformado por las costumbres y los
hábitos de la comunidad, es decir, el contexto social.
San Agustín, en De magistro, reconoce la naturaleza arbitraria del signo y, al referirse a
las traducciones latinas de furor e ira, concluye que las dos palabras denotan la misma
realidad. Con respecto a las uniones arbitrarias del signo, explica que la palabra de Dios
no sufría daño alguno por la preferencia personal del traductor siempre y cuando el
sentido permanezca intacto. Refiriéndose a los diferentes sentidos expresados con un
único sonus, recurre al principio de la iluminación divina que guiará al traductor hacia
la elección del sentido más sustantivo que subyace a sonus.
A pesar de que San Agustín, aparentemente, justifica la traducción por el sentido, insiste
en respetar la palabra sagrada de Dios y en no apartarse demasiado de ella. Por ejemplo,
la palabra hebrea Amen no tiene un equivalente en Latín y se pronuncia en contra de
usarla en la traducción. De igual manera, cuando no encuentra una palabra latina que
brinde el mismo significado que en griego, Agustín la deja de lado, reconociendo un
vacío en la lengua latina. Esta actitud refleja la poca apertura a otros métodos de
traducción por los cuales se podría haber parafraseado el concepto sin distorsionar el
sentido del texto original y haber llenado el “vacío” el latín ofrecía, en el sentido de
equivalencia de uno-a-uno, es decir, palabra por palabra.
Otro problema de San Agustín es identificar el signo lingüístico con la palabra. En
algunos pasajes de Ennarrationes in psalmos trata a los morfemas derivados del griego
como signos independientes. Cabe recordar que el signo lingüístico es una entidad
abstracta y que la realidad concreta es la palabra, lo que queda plasmado en la escritura
o en la oralidad. Agustín trata de justificar su enfoque traductológico en la selección
más transparente de las palabras por sobre la imagen que ellas provocan en la mente, ya
que necesita traducir la “verdad”, lo cual demuestra que está más preocupado por la
forma que por el contenido, punto de controversia con San Jerónimo, quien cree que
alejarse de la forma es necesario y útil para transferir un mensaje fielmente, sin alejarse
de la verdad divina. Es San Jerónimo el que gana más publicidad en esa época y obtiene
más seguidores de su postura traductológica.
Las teorías de San Agustín no tuvieron un efecto inmediato sobre la traducción en su
época, pero vuelven a resurgir en la segunda mitad de la Edad Media como tema de
discusión entre gramáticos y filósofos, quienes adoptan su postura con respecto a la
17
traducción. San Agustín no puede admitir las implicaciones del poder de la lengua sobre
el ser humano y sus relaciones (Kelly, 1979). Es sumamente difícil lograr la
cristalinidad de la palabra en la traducción, ya que no se traducen lenguas sino textos.
Por lo tanto, dado que las estructuras de un código lingüístico no coinciden exactamente
con las de otro código lingüístico, se debe recurrir a otros métodos y procedimientos de
traducción para lograr, así, una traducción fiel a la intención del autor, al sentido del
texto que produce y al propósito por el cual el autor produce el texto.
Hay que rescatar de San Agustín la metodología que postula en De doctrina cristiana en
relación con la traducción. Uno de los requisitos indispensables para encarar la
traducción es el conocimiento acabado de las dos lenguas involucradas y del tema del
texto. También se necesita habilidad en la crítica textual y tener sumo cuidado con
respecto a la exactitud de las palabras utilizadas. El modelo agustiniano, esencialmente,
propone dos etapas en el proceso de traducción: lectura cuidadosa del mensaje en griego
y transferencia por escrito en latín, modelo que, para algunos propósitos, todavía tiene
vigencia en el siglo XX.
Douglas Knight (1966) se aboca al estudio del enfoque agustiniano y trata de explicar
que resulta difícil entender una postura como la de San Agustín en nuestra época. Sin
embargo, justifica el celo que Agustín pone en sus traducciones. Si se piensa a la luz de
las cualidades que subyacen a cualquier trabajo exitoso en el arte literario en otra lengua
que no sea la original de la obra literaria, es comprensible el escrupuloso cuidado que
San Agustín ponía en cada palabra que transfería del griego o del hebreo al latín. Para
llevar a cabo la tara de traducir al modo agustiniano, primero, hay que ser un artista que
persigue sus propios logros cuando incursiona en la obra de otro y sentir que su versión
se torna viva. Segundo, el traductor debe ser un estudioso y un lingüista, es decir, debe
estar alerta en relación con una versión consistente y coherente de los enunciados,
actitudes y medios artísticos principales. Esto no implica “el” conocimiento total, sino
dominio de un conocimiento limitado dentro de una temática delimitada. En tercer
lugar, el traductor debe interesarse en una obra y sentir la necesidad de incursionar en
campos desconocidos, de aceptar el desafío de ganar más conocimiento frente al trabajo
que está por traducir para producir su propia valiosa versión privada. Por último, el
traductor debe sentirse permanentemente vivo y alerta ante los dilemas y luchas de su
propia cultura o su traducción no podrá compensar las “pérdidas” que, frecuentemente,
ocurren entre el texto original y el texto meta. Este es un punto de vista respetable pero
discutible. Unicamente el artista podría ser, entonces, traductor.
Knight sostiene que, aunque San Agustín no lo expresó de esta manera en su teoría,
indirectamente su enfoque se basa en los cuatro postulados enunciados. Se puede
deducir una teoría de la traducción como un trabajo que está vivo artísticamente en los
dos contextos de su visión del mundo original y la visión del mundo que pide su
reencarnación. Los agustinianos poseen un conocimiento mucho más específico y
preciso de la tradición greco-latina que los doctos dedicados a la traducción en siglos
posteriores, a veces, con posturas arrogantes que exaltan sus propias ambiciones de
reconocimiento universal. Ciertas condiciones de vida de los agustinianos agregan
mayor fuerza al interés por saber y hacen de la traducción un tipo de discurso natural
que, en la actualidad, no es fácil de entender. El interés genuino en aprender y enseñar,
se centra en un corpus común de textos y en el intento por descubrir un grupo común de
actividades y convicciones orientadas hacia ese corpus. No se persigue el conocimiento
individual como se hace en el presente, lo cual sería visto como “sospechoso” por los
seguidores de San Agustín. El concepto de comunidad de artistas traductores al estilo
agustiniano, surge, por supuesto, a partir de la preocupación por la obra literaria, a partir
de las posibilidades artísticas y filosóficas de la traducción. San Agustín utiliza la
18
traducción como la luz que ilumina convicciones, como la actividad que corrige la
mediocridad de la mente, como el punto de contacto de la tradición en el sentido de la
presencia viva del pasado. La validez de la actividad traductológica yace en la necesidad
de la experiencia inmediata.
El concepto de “fidelidad”, en el pensar agustiniano, se iguala al de traducción literal:
fidus interpres. El concepto de “espíritu” corresponde tanto a San Agustín como a San
Jerónimo. Este último, en su prefacio al Pentateuco, pide a sus lectores le ayuden con
sus plegarias para poder traducir la Biblia con “el mismo espíritu”(eodem spiritu) con el
cual fue escrita en su versión original. El concepto de “verdad” difiere en San Jerónimo
y San Agustín; al referirse a la leyenda de que los setenta traductores que tradujeron la
versión de los Setenta produjeron versiones idénticas, San Agustín sostiene que,
casualmente, en la verdad hay un solo espíritu en todos ellos. San Jerónimo, en su
Hebraica veritas, habla de la verdad del auténtico texto hebreo, posición que significó
la amargura más grande para San Agustín. La fidelidad, para el modo agustiniano,
significa el Espíritu Sagrado, mientras que para otros pensadores es energía creadora
(Kelly, 1979). En la teología agustiniana los términos espíritu y verdad están
íntimamente ligados. En De doctrina cristiana, San Agustín parece diferir de San
Jerónimo, para quien, probablemente, Hebraica veritas significa el texto auténtico
hebreo y no la única verdad absoluta, como tal vez lo entendió San Agustín. Verdad y
espíritu, a juzgar por la postura didáctica de San Agustín y su preocupación por el signo
lingüístico, significan, para él, contenido.
San Agustín, según Eugene Nida (1975), insiste en el enfoque “inspirador” que hizo
posible la versión de los Setenta y, esta postura, le acarrea serias e interminables
discusiones con San Jerónimo que prefiere traducir directamente del hebreo y no de la
versión de los Setenta. A pesar de las diferencias, San Agustín conoce la lengua fenicia
a la perfección y su afinidad con el hebreo e insiste en la designación de obispos que
hablen el hebreo para poder interpretar la palabra de Dios en las traducciones al latín.
Además de las obras ya mencionadas, Agustín escribe tratados de gramática latina y
discusiones sobre ambigüedades, sinonimia y oscuridades lingüísticas en pasajes de la
Biblia. El intercambio epistolar con San Jerónimo incluye largas discusiones sobre la
autoridad de los Setenta, considerada por Agustín la verdad inspirada en contra de la
versión directa del hebreo.
Desde la óptica actual, se puede estar de acuerdo o en desacuerdo con la postura
traductológica de San Agustín, es decir, con una postura donde exalta la iluminación
divina en el proceso de la traducción, donde pone por encima de todas las cosas la
palabra sagrada de Dios que debe ser respetada a ultranza para no desvirtuarla en la
traducción. En otras palabras, la tendencia hacia la literalidad, se justifica en este
momento histórico, para algún propósito específico de la traducción. Por ejemplo, en la
fase de la comprensión de un texto a traducir, a manera de ensayo o bosquejo de
traducción, la traducción literal, la búsqueda de la equivalencia más exacta a nivel de
palabra y de sintagma, es útil como procedimiento para determinar, en una primera
instancia, el tipo de texto que se va a traducir, el sentido global del mismo, la fuerza
ilocutiva que encierra; en otras palabras, la traducción literal le sirve al traductor para
conocer, a grandes rasgos, el campo de trabajo desde el cual deberá re-crear o re-
expresar el mensaje del texto original en la lengua meta y saber, de antemano, la
función que debe cumplir su traducción.
San Agustín no niega la traducción por el sentido, pero, tal vez, se apega demasiado al
texto original, lo cual le trae problemas al momento de no encontrar “la” palabra o
estructura justa para trasladar la idea original. Tampoco hay que olvidar que San
Agustín trata de enseñar a un lector culto, a formar clérigos en un monasterio ya
19
versados, si se entiende por culto o versado la óptica opuesta a San Jerónimo, quien
quiere llegar con la palabra de Dios al vulgo, al hombre común, al que hay que hablar
con términos simples y llanos, ya que lo que importa es que ese hombre conozca a Dios.
En su Iglesia de Hipona enseña con la predicación, se dedica a la formación del clero, la
organización de monasterios, administración de bienes eclesiásticos y participación en
concilios. Eso indica que tuvo un tipo de vida más pública que San Jerónimo, hecho que
lo lleva a usar un latín más culto tanto en la prédica como en las discusiones dogmáticas
y en las traducciones.
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en los estudios del hebreo. Se prepara así, para la gran obra de su vida: la exégesis y
traducción de las Sagradas Escrituras. Por disturbios regionales, vuelve a Antioquía con
su ideal ascético y acepta ser ordenado sacerdote por Paulino de Antioquía; lo que no
acepta es asumir compromisos pastorales para no perder su libertad monástica
(Contreras y Peña, 1994).
Jerónimo, peregrino y anacoreta, parte a Constantinopla. Allí continúa con sus estudios
bíblicos y comienza a traducir homilías lo cual marca su carrera de traductor, actividad
que abraza hasta el fin de sus días. Con la idea de ayudar a Paulino para que se le
reconociera su pequeña iglesia en el Concilio de Constantinopla, vuelve a Roma a pedir
ayuda al Papa Dámaso. Su fama, el prestigio de su ciencia bíblica y su ascetismo le
abren las puertas de Roma. Dámaso, verdadero humanista y simpatizante del
movimiento ascético y monástico, queda seducido por Jerónimo quien logra su favor y
lo toma como secretario y confidente. Comparte su apostolado con tertulias de la
aristocracia femenina y gana dos valiosas amigas: Marcela y Paula, esta última su amiga
y compañera del alma en sus días de total ascetismo, ayuno y compulsión al saber en
Belén. Jerónimo les enseña el griego y ellas hacen que mejore su hebreo a través de un
rabino que le proporciona libros diversos.
El Papa Dámaso le encarga la revisión de versiones traducidas de la Biblia y la propia
traducción del Libro Sagrado. Sus quehaceres de traducción en ningún momento se
contraponen a su apostolado por la vida ascética; por el contrario, critica la ociosidad
del clero romano lo que le valió muchas resistencias. Continúa su amistad con las damas
romanas quienes se interesan cada vez más en los estudios bíblicos. Como es de
suponer, su trabajo con las mujeres romanas da pié a interpretaciones injuriosas que
aumentan cuando fallece el Papa Dámaso, su protector y amigo, lo cual obliga a
Jerónimo a abandonar Roma y partir a Oriente con Paulino, el presbítero Vicenzo,
algunos monjes, Paula y su hija Eustoquia. Después de un recorrido por Antioquía y
Alejandría, se instala con Paula en Belén, fundan dos monasterios y un albergue para
peregrinos. Paula dirige el monasterio femenino y Jerónimo el masculino, siendo mayor
la comunidad femenina que la masculina.
En plena madurez, intensifica su tarea traductológica y de escritor. Su estilo es sencillo,
prefiere traducir directamente del hebreo y no de otras versiones griegas y comienza su
actividad epistolar y educativa al preparar a los jóvenes del monasterio en el estudio de
la gramática latina. Lleva una vida casi permanente de penitencia y hace las paces con
Rufino. En esta época comienza la relación epistolar con San Agustín.
La vida sacrificada de Jerónimo, caracterizada por la pobreza extrema, la total clausura,
su mala salud minada por el trabajo excesivo, la penitencia, su vista y voz agotadas y
los grandes dolores que soportó por las muertes de sus dos queridas amigas, Paula y
Eustoquia, llega a su punto máximo de frustraciones y debilitamiento, cuando aún
refugiado en total soledad, le siguen llegando los embates de sus enemigos y
detractores, quienes, por venganza, incendian edificios de los monasterios del santo. El
anciano traductor bíblico fallece el 30 de setiembre del año 419.
Jerónimo se perpetua en la memoria de occidente por revelar al mundo latino, con sus
numerosas traducciones, el tesoro de las bibliotecas griegas y hebreas, por su vasta
cultura literaria y por su sensibilidad espiritual, exegética y monástica (Contreras y
Peña, 1994).
Con justicia, el 30 de setiembre se celebra el Día Internacional del Traductor en honor a
San Jerónimo por su dominio del arte de traducir. Su obra cumbre fue la traducción de
la Vulgata del hebreo y el griego al latín. No obstante, los traductores aprecian sus
innumerables enseñanzas sobre la forma de combinar la fidelidad de la traducción con
la belleza estilística. Anticipadamente, Jerónimo es el políglota cosmopolita moderno.
21
3.1. Postura traductológica de San Jerónimo
San Jerónimo, a pesar de estar familiarizado con la obra de Cicerón y su concepto de
traducción como aemulatio, no utiliza esta figura en sus traducciones. En una carta a
Pammaquio, Jerónimo habla de transferir significados a la propia lengua y no de imitar
un texto original. No sólo transfirió la Palabra de Dios al latín, sino también al dálmata,
para que las gentes de su pueblo también tuvieran acceso a la Biblia. Sabe que lo
acusarán de ser un simple parafraseador, pero está convencido de que la exactitud está
clara a la vista y las emociones del Creador (Kelly, 1979). San Jerónimo concibe la
actividad traductora como traslación y exacta transferencia tanto del contenido como del
léxico del texto original. Al querer difundir la Palabra de Dios al hombre común, a
veces, se aleja de abstracciones gramáticas y semánticas y recurre al procedimiento de
la alusión para que el mensaje llegue de manera más clara al receptor.
Para entender la postura traductológica de San Jerónimo hay que ubicarse en el perfil
del receptor para el cual traducía: un mercado latino-hablante, es decir, para una
población que utiliza un código restringido, sin conocimiento de otras lenguas. Por el
contrario, Erasmo, por ejemplo, crítico de San Jerónimo, traduce para un lector experto
en estudios literarios y religiosos que utilizan un código más elaborado. Jerónimo tiene
en cuenta los actores de la situación comunicativa: el emisor, Dios, y el receptor de la
palabra de Dios, el ilustrado pero también el vulgo: todos tienen derecho a acceder a las
Sagradas Escrituras en su propio código.
San Jerónimo es acusado de practicar la traducción libre porque adapta las estructuras
lingüísticas en la traducción para que el sentido llegue; se niega a modelar la traducción
de acuerdo con las estructuras del texto fuente.
Kelly (1979), de alguna manera, justifica la actitud de Jerónimo ya que el público, en
ese contexto histórico, tenía que ser movilizado por las riquezas místicas y disciplinarias
de los escritos sagrados. En consecuencia, San Jerónimo transmitió la Doctrina a través
de sus propias percepciones, alejándose de la postura tradicional: una señal enviada por
Dios necesita una interpretación explícita o implícita y la reformulación del texto meta
en el modo más asimilable por parte del público. Jerónimo no oculta su posición -
aunque otros traductores cristianos sí lo hacen- y públicamente, en su carta a
Pammaquio, su discípulo, explica que desde su juventud traduce consistentemente no
palabras sino sentido. Indudablemente, la influencia de Cicerón está presente, ya que
éste demuestra un enfoque delicado y le brinda al lector suficiente libertad para moverse
en las transformaciones que realiza en sus traducciones.
Uno de los mayores detractores de Jerónimo, Rufino, lo acusa de “falsificación” o de
“propaganda”.
El latín no era la lengua materna de San Jerónimo pero llegó a dominarla como un
hablante nativo. San Jerónimo toma una decisión con respecto al Septuaginto: no va a
revisar ni a traducir de otras traducciones, no es partidario de traducciones de segunda
mano, sino que, para la frustración y alarma de San Agustín, decide emprender la tarea
ciclópea de traducir directamente del texto original en hebreo, decide seguir la hebraica
veritas. San Agustín, ferviente seguidor de la traducción de los Setenta, comienza a
preocuparse por la confusión que puede surgir cuando la versión de Jerónimo reemplace
la versión del Septuaginto. Así, le solicita a San Jerónimo que cite en notas a pié de
página las lecturas hebreas y del Septuaginto.
3.2. La Vulgata
La fama y popularidad de San Jerónimo surgen a partir de sus críticas sobre las
Sagradas Escrituras. La Iglesia lo reconoce como un hombre especialmente elegido por
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Dios y lo considera uno de los grandes doctores en la exposición, explicación y el
comentario de la palabra divina. El Papa Clemente VIII afirma que al traducir la Biblia,
Jerónimo tiene la asistencia divina y que nadie mejor que él para emprender semejante
trabajo, en tanto había vivido en el escenario mismo de las Sagradas Escrituras, donde
pudo obtener una clara representación de acontecimientos registrados en las Escrituras.
El hecho de ser políglota, de conocer el griego, el arameo, el hebreo y el latín, le
posibilitan a Jerónimo una mejor comprensión de los libros santos. Su maestro en
hebreo es Bar Ananías, famoso judío y doctor, quien le instruía por las noches y con
suma precaución para no provocar la indignación de los otros doctores de la Iglesia.
(Contreas y Peña, 1994).
La traducción de la mayoría de los libros del Antiguo Testamento escritos en hebreo fue
la obra de sus años de retiro y contemplación en Belén, a solicitud de sus amigos y
discípulos más fieles y, también, por voluntad propia. No traduce los libros por orden.
Primero, se ocupa del Libro de los Reyes y luego continúa con los demás. El producto
de la traducción de la mayor parte de los libros de la Biblia al latín es la Vulgata,
traducción hecha para el pueblo o vulgo, usada en los oficios divinos. El Concilio de
Trento, por un decreto de 1546, declara a la Vulgata como el texto bíblico latino
auténtico o autorizado por la Iglesia Católica por ser la versión ampliamente
“divulgada” (Tabernig, 1970). En 1907, el Papa Pío X encarga a los monjes
benedictinos la tarea de restaurar los textos de San Jerónimo en la Vulgata, porque
luego de quince siglos de uso habían sido modificados y corregidos (Kelly, 1979).
Hay dos motivos importantes para considerar a San Jerónimo el padre de los
traductores. El primero, como ya se dijo anteriormente, es la producción de la Vulgata,
traducción al latín, por entonces lengua vernácula. El segundo motivo, menor difundido
que el primero, es el haber sido el fundador de lo que hoy se llama Traductología o
Teoría de la Traducción. Sus principios teóricos se concentran en la carta a Pammaquio.
En la Epistola ad Pammachium, Jerónimo esboza su teoría de la mejor manera de
traducir. Describe dos maneras: la “sensual”, es decir, por el sentido o liberal, y la
literal, palabra por palabra. Contrariamente a lo que muchos historiadores han
declarado, Jerónimo no condena totalmente la traducción literal pero se identifica con la
traducción por el sentido, por el mensaje, por el contenido y aclara que cada una de las
opciones debe ser adoptada según el tipo de texto a traducir. Esto es realmente una
posición visionaria, ya que, en la actualidad, los traductores no siguen siempre un
mismo método o procedimiento de traducción. La decisión que un traductor toma
depende del tipo de texto a traducir, de la situación comunicativa y de la función que
debe cumplir la traducción, entre otros factores a tener en cuenta. Jerónimo proclama
que además de las Sagradas Escrituras, en las cuales la palabra y el orden de las
palabras encierran misterio, en la traducción de los griegos expresa sentido por sentido.
Esta declaración a Pammachio es un verdadero alegato del autor. Explica el porqué se lo
acusa y se lo llama traidor e infiel por no haber realizado una traducción literal en
algunas de sus traducciones Jerónimo cita a algunos de su predecesores de prestigio,
tales como Cecilio y Horacio quienes aconsejan a los traductores a no verter
escrupulosamente palabra por palabra. San Jerónimo tilda a sus perseguidores de
ignorantes y confirma que en la traslación sufre la gracia de la lengua y que siempre
tendió a traducir sentencias y no palabras. Este concepto, actualmente, es lo que se
denomina la pérdida en la traducción, cuando el traductor no puede buscar la estructura
lingüística más adecuada en la lengua meta para reflejar el espíritu y el impacto que el
texto original causó en el lector. Lógicamente, los códigos lingüísticos no son iguales y,
a veces, le hacen una mala jugada al traductor. Para Jerónimo la traducción literal
23
encubre el sentido. Jamás se hubiera imaginado que en los albores del siglo XXI la
controversia sigue y que los traductores son, todavía, considerados traidores.
24
pautas de equivalencia aplicables según el tipo de texto a reproducir en la lengua meta
(Wilss, 1988). Hay que reconocer, no obstante, que Jerónimo es, a veces, ambivalente.
Por un lado, abraza la traducción por el sentido en los textos laicos; por otro, cuando se
trata de textos sagrados, se deja llevar por la traducción literal. Tal vez, Jerónimo
entiende por “literal” el concepto opuesto al que rige en la actualidad. Tal vez, la
literalidad aplicada a los textos bíblicos significa no apartarse demasiado de la palabra
sagrada e inviolable de Dios, no tomarse demasiadas libertades y tratar de no cambiar
las estructuras lingüísticas con total criterio personal. Jerónimo mismo, en su respuesta
a los ataques de sus enemigos, dice que traten de traducir a Homero palabra por palabra,
equivalente de uno-a-uno y verán el resultado desastroso de la traducción: pierde el
sentido, el contenido, el mensaje. Queda la duda de su propia interpretación del término
“literal”, duda en la que todavía hoy no se ponen de acuerdo los más famosos
traductólogos.
Eugene Nida (1975) se refiere a las duras críticas que recibe Jerónimo por haber
ignorado el Septuaginto y por su alto grado de libertad en las traducciones. Jerónimo es
totalmente franco cuando insiste en que ha traducido sentido por sentido y no palabra
por palabra y hace hincapié en el enfoque filológico para la traducción de la Biblia, idea
que le origina conflictos con San Agustín, quien persevera en la denominación del
enfoque “inspirador”. Jerónimo, al bosquejar los primeros principios de traducción,
escribe que un buen traductor debe traducir las expresiones idiomáticas de una lengua a
los modos peculiares de la otra, tarea ardua para cualquier traductor en cualquier
contexto espacio-temporal. Cuando escribe que el orden de las palabras debe ser
respetado, según Nida, Jerónimo lo hace en medio de la confusión teológica de esos
días sin reflexionar sobre lo que escribe, ya que en la práctica aplica el procedimiento
opuesto: respetar el sentido.
IV. Conclusiones
4.1. Relevancia y diferencias entre las dos posturas traductológicas de San Agustín y
San Jerónimo
Las dos posturas de los dos Padres de la Iglesia adquieren importancia por el hecho de
marcar un hito en las primeras formulaciones de una Teoría de la Traducción. Tanto
Agustín como Jerónimo muestran su permanente preocupación por el método a seguir
en una traducción y por la enseñanza de la traducción. Agustín, como ya se analizó, se
inclina más hacia la traducción palabra por palabra y Jerónimo por la traducción por el
sentido.
La diferencia mayor entre San Agustín y San Jerónimo, es la siguiente. Agustín, el
teólogo objetivo, se asegura, en una primera instancia, la integridad del texto por el
método común de la época, cual es la comparación de recensiones. En segundo lugar,
determina lo que significa el texto. Este segundo paso cobra relevancia para la
Traductología porque comienza a plantearse la primera fase del proceso de la
traducción: la comprensión textual. Para San Agustín la determinación del significado
del texto -en términos actuales se habla del sentido del texto- se basa en el grado de
especialización en el tema por parte del traductor. El alto conocimiento del traductor se
pone de manifiesto al juzgar si las palabras son usadas con un solo sentido o con
sentidos varios, es decir, se presta atención a la polisemia. Su gran preocupación es el
signo lingüístico: el significado y el significante.
San Agustín hace una distinción entre significado y lengua. Mientras que el significado
se supone que es constante, la lengua es una serie de signos que actúa como canal de
comunicación entre el concepto y el oyente. La estructura del signo de la traducción
25
debe reflejar la del texto fuente para evitar errores (Kelly, 1979). En Enarrationes in
psalmos Agustín muestra su preocupación por la existencia de sinonimia en la lengua
del traductor, lo cual puede conducir a adoptar diversas posiciones frente a una palabra,
y sostiene que el traductor debe tener juicio crítico con respecto a esta problemática si
quiere producir buenas traducciones. Marca el comienzo de una teoría: un modelo
elemental de transferencia donde deben tenerse en cuenta tanto la sinonimia como la
polisemia.
San Jerónimo, aparentemente, también encara el proceso traductológico en dos etapas,
pero, cuando busca lo que significa el texto plantea, a la vez, cómo se plasma el sentido
del texto. El qué y el cómo de Jerónimo diferencian radicalmente las dos posturas. San
Agustín, según Kelly (1979), rechaza el vínculo que la antigua retórica establecía entre
contenido y estilo, mientras San Jerónimo usa esta postura para sus fines
traductológicos. Cuando le escribe a Pammachio, se refiere a la tremenda dificultad que
implica compensar el estilo para que no se distorsione el sentido del texto. Sus
traducciones del griego reflejan la vena ciceroniana de recrear la retórica del autor del
texto original. Nuevamente, lo que Jerónimo entiende por literalidad constituye un
matiz gris en sus declaraciones cuando afirma que para traducir la Vulgata se ajusta a la
actitud tradicional de la Palabra de Dios. Con la excusa de la literalidad, Jerónimo logra
tres objetivos al mismo tiempo: satisfacer los escrúpulos de los que sostenían la
reverencia judía por la Palabra de Dios, traducir de manera objetiva e informativa y
satisfacer sus propios escrúpulos al recrear un estilo compatible con el contenido.
San Jerónimo adopta una posición más amplia con respecto al significado y al propósito
que debe cumplir el texto y comienza a describir una tipología de la traducción en base
a las diferencias tanto en actitud como en propósito. En la traducción de los griegos
aplica aemulatio, mientras que en los textos bíblicos, para conformar a sus
contemporáneos, usa el método tradicional de no apartarse demasiado de la Palabra de
Dios y justifica su Vulgata, traducida más por el sentido que palabra por palabra,
diciendo que refleja el estilo del Septuaginto.
Otra diferencia es la falta de seguidores de la teoría de San Agustín en ese momento -
aunque vuelve a resurgir en siglos posteriores- y la popularidad y cadena de seguidores
y discípulos de San Jerónimo, quienes consideran al estilo como un componente
inseparable del mensaje a traducir. En la Edad Media rige el principio agustiniano para
la tarea del traductor: habilidad lingüística, concentración en el contenido y la doctrina;
no se presta demasiada atención al estilo.
San Jerónimo trata de tomar unidades de traducción lo más amplias posibles para evitar
caer en la traducción palabra por palabra con unidades pequeñas y aisladas. San Agustín
también concuerda con trabajar con unidades de traducción, pero, en algunos casos,
considera unidades de traducción, por ejemplo, a los verbos griegos compuestos con
preposiciones y traduce, aisladamente, el verbo como una unidad y la preposición como
otra (Kelly, 1979). Lógicamente, si una frase verbal no se traduce idiomáticamente, si se
traducen sus componentes por separado, el sentido será ininteligible. La práctica de la
segmentación por palabras o morfemas no conduce a una traducción feliz ya que carece
de sentido. La postura de San Jerónimo es más seguida que la de San Agustín en siglos
posteriores por parte de traductores de la Biblia y, en la actualidad, por revisores de
traducciones de las Sagradas Escrituras. San Jerónimo parece esbozar un enfoque
estructuralista al preocuparse por unidades de tamaño variable que juegan un rol
fundamental en la comprensión de un texto.
Con respecto a las herramientas que utilizan San Agustín y San Jerónimo para ayudarse
en el proceso de traducción, cabe mencionar que no recurren a diccionarios
simplemente porque no existían. Sí recurren a expertos en el tema de los textos a
26
traducir. San Agustín es partidario de consultar otros teólogos y de analizar traducciones
anteriores con un alto grado de pureza y pulcritud. San Jerónimo también consulta a
teólogos, pero su sentido común le indica buscar al informante lingüístico más
apropiado para la tarea que va a emprender. Al abocarse a la traducción de la Biblia del
hebreo al latín, Jerónimo busca a un rabino como apoyo lingüístico porque es el
informante más indicado para lograr su objetivo. Esta técnica es adoptada en siglos
posteriores y los traductores de la Biblia recurren tanto a teólogos como a informantes
lingüísticos en el convencimiento de que les serán más útiles a sus propósitos que un
diccionario. El propio Nida, dedicado a la traducción de la Biblia en el siglo XX,
describe el equipo conformado para encarar la actividad traductológica: estudiosos de la
Biblia, teólogos e informantes nativos cuya función es controlar las versiones traducidas
tanto en su contenido como en su estilo.
27
En contraste a la traducción literal, surge la traducción por la equivalencia propuesta por
Eugene Nida, con dos diferenciaciones que adquieren un nuevo valor: equivalencia
formal, es decir, la traducción con el enfoque puesto en el idioma original, y la
equivalencia dinámica, traducción con enfoque en la lengua meta (Wilss, 1988). En
términos generales, puede observarse un desplazamiento pragmático de perspectivas
desde el plano gramatical puro. El lector comienza a cobrar importancia como un actor
esencial en la situación comunicativa: en última instancia es él quien juzgará si entiende
una traducción como un texto original o si desconfía del texto porque no le suena
natural en su propia lengua y, por lo tanto, no le puede asignar coherencia pragmática.
Recién a mediados del siglo XX, la Traductología se dedica al estudio de la tipología de
textos, aspecto fundamental para tener en cuenta al momento de traducir y no producir
un tipo de texto diferente al original, a menos que el cliente o iniciador de la traducción
explícitamente le indique al traductor que desea un texto traducido con una función o
propósito distintos al del texto original para responder a su propia intención
comunicativa. No solamente se consideran los textos literarios, sino también los
científicos, técnicos, legales, periodísticos, es decir, toda la amplia gama de textos
usados en distintas situaciones de comunicación.
Aparece en escena una forma funcional de ver las cosas por la cual se postula una nueva
relación efectiva entre el texto, el traductor y el destinatario y, en consecuencia, se
desubjetivizan las ideas para dar paso al objetivo de la traducción. La lingüística del
Texto se convierte en un área central alrededor de la cual gira la problemática de la
traducción. Las investigaciones de Catherina Reiss en Alemania (1968, 1969, 1971,
1972), delimitan tres tipos de textos: informativo, expresivo y operativo, asignándole a
cada uno de ellos, sub-clases de textos, y aclaran el panorama de la metodología de la
traducción y la crítica de la traducción. Reiss (1971), en sus obras aborda los problemas
de la clasificación científica de textos, siendo su objetivo presentar un modelo
metodológico resistente y capaz de ser ampliado, cuyo marco comprenda un área tan
espaciosa que abarque todas las clases de textos y al que se puedan integrar todos los
fenómenos traductológicos, pero también un modelo que sea especializado y detallado
solamente hasta el punto que siga siendo utilizable como modelo que permita
flexibilidad cuando la situación así lo requiera. Reiss inicia la postura funcionalista,
entendiendo por función, el propósito que la traducción debe cumplir en la cultura meta.
También es consciente de que un texto puede reflejar varias funciones a la vez en una
lengua determinada, ya que, en la práctica, existen intersecciones y mezclas, pero el
traductor experto tiene la capacidad para detectar la función predominante en un texto y
las estrategias discursivas del autor quien utiliza otras funciones en el mismo texto para
lograr su intención comunicativa. Reiss abre una nueva perspectiva en la Traductología
por postular la interdependencia funcional entre el texto a traducir y el método más
adecuado para traducirlo. Reiss, aunque sobre bases lingüísticas y científicas más
sólidas, parece tener en cuenta la preocupación de San Jerónimo que insiste en tener en
cuenta el método de traducción más adecuado según el tipo de texto que se va a
traducir. La teoría de Reiss es continuada y perfeccionada por Christiane Nord (1991)
en Alemania, quien también toma la teoría del skopos de Veermer (1984) y se dedica a
desarrollar un modelo de didáctica de la traducción. El skopos o función o propósito de
la traducción está determinado por la función que debe cumplir el texto meta en la
cultura meta. El enfoque funcionalista está basado en la concepción de la traducción
como comunicación intercultural: lengua y cultura es una unidad indisoluble.
Las escuelas que más se han dedicado a desarrollar modelos traductológicos a partir de
la segunda mitad del siglo XX son la alemana, la inglesa con Peter Newmark (1988)
como pionero en tratar de brindar un panorama didáctico en cuanto a los métodos y
28
procedimientos a utilizar en la traducción de distintos tipos de textos, y la canadiense
con Vinay & Darbelnet (1968) en su obra La estilística comparada del francés y del
inglés donde, en general, hacen un estudio comparado de las dos lenguas, enuncian
postulados traductológicos y definen los tipos de traducción posibles según el tipo de
texto en cuestión.
Justin O’Brien, citado en Brower (1966), reflexiona sobre la traducción y su propio rol
de traductor. Hace referencia Valery Larbaud, el introductor del Ulysses de Joyce al
mundo francés, quien no glorifica el apelativo de traductor sirviente de la literatura y
rescata la figura de San Jerónimo en un ensayo titulado El santo patrono de los
traductores. Larbaud, dedicado al estudio de San Jerónimo, crea una plegaria a partir de
trozos de escritos del santo, que debería estar en los labios de todo traductor que debe
encarar una traducción: “Doctor óptimo, luz de la Sagrada Iglesia, bendito Jerónimo,
estoy a punto de llevar a cabo una tarea llena de dificultades y, aún ahora, te ruego me
ayudes con tus plegarias para que pueda traducir este trabajo con el mismo espíritu con
el cual fue compuesto”.
TRANSLATION AS A PROCESS
(Taken from “Thinking Spanish Translation” by Sandor Hervey, Ian Higgins and
Louise Haywood )
The translation process can, in crude terms, be broken down into two types of activity:
understanding a ST (Source Text) and formulating a TT (Target Text).
For a start, comprehension and interpretation of texts are commonplace processes that
we all perform whenever we listen or read a piece of linguistically imparted
information. The act of understanding even the simplest message potentially involves
all the beliefs, suppositions, inferences and expectations that are the stuff of personal,
social and cultural life. In everyday communication, evidence that a message has been
understood may come from appropriate practical and/or linguistic response, such as
returning a greeting appropriately, giving a satisfactory answer to a question, or filling
in a form correctly. While none of these are translation-like processes, they do show that
the element of comprehension and interpretation within the translation process involves
what can be a perfectly ordinary, everyday activity.
This twofold process also belongs to translation: extracting information (by way of
comprehension and interpretation) from a given text and the re-expressing the details of
the information in another text using a different form of words is what translators do.
The act of translating requires: first, mental work effort and linguistic skill; there can be
no substitute for a close knowledge of the subject matter and context of the ST, and a
careful examination and analysis of its content. Second, mastery of the TL is a
prerequisite. Consequently, synopsis-writing, reported speech, intralingual rephrasing
are excellent exercises for a translator, because they develop techniques in finding, and
choosing between, alternative means of expressing a given message context.
29
Translation (or “intercultural communication”) is usually initiated by a customer or
“initiator” approaching a translator because he needs a certain target text for a particular
addressee or recipient. It might also be that he himself wants to understand in the target
language a certain source text, written in a source language, by an SL author or text
producer or transmitted by a source-language sender under the particular conditions of
the source culture.
Being culture-bound linguistic signs, both the source text and the target text are
determined by the communicative situation in which they serve to convey a
message.
In this process of intercultural communication the initiator plays a crucial role because
he is the factor that starts the process and determines its course. This implies that the
initiator wants the translation for a certain purpose and this purpose determines the
requirements to be met by the translation. If the translation is to be suitable for a certain
purpose, it must fulfil certain requirements which are defined by the “translating
instructions”. They consist of a more or less explicit description of the prospective
target situation, which Nord calls the “skopos” of the target text.
The main point about this functional approach is the following: it is not the source text
as such, or its effect on the ST recipient, or the function assigned to it by the author, that
operates the translation process, but the prospective function or skopos of the target text
as determined by the initiator’s needs.
The function of the target text is not arrived at automatically from an analysis of
the source text, but is pragmatically defined by the purpose of the intercultural
communication.
As text function is determined by the situation in which the text serves as an instrument
of communication, the translating instructions should contain as much information as
possible about the situational factors of the prospective TT reception, such as the
addressee or possible recipients, time and place of reception, intended medium, etc.
The communicative function of the source text, which is represented by the factors of
the communicative function in which the source text fulfils its function, is of decisive
importance for text analysis. These factors are called “extratextual” or “external” factors
(as opposed to the “intratextual” or “internal” factors relating to the text itself. The
interplay between extratextual and intratextual factors can be expressed in the following
set of WH-questions:
Who transmits?
To whom
What for
By which medium
30
Where
When
Why
A text
With what function
What
(What not)
In what order
Using which non-verbal elements
In which words
In what kind of sentences
In which tone
To what effect?
Extratextual factors are analysed by enquiring about the author or sender of the text
(who?), the sender’s intention (what for?), the addressee or recipient the text is directed
at (to whom?), the medium or channel the text is communicated by (by which
medium?), the place (where?) and time (when?) of text production and text reception,
and the motive (why?) for communication. The sum total of information obtained may
provide an answer to the last question (with what function?).
Intratextual factors are analysed by enquiring about the subject matter the text deals
with (on what subject matter?), the information or content presented in the text (what?),
the knowledge presuppositions made by the author (what not?), the composition or
construction of the text (in what order?), the non-linguistic or paralinguistic elements
accompanying the text (using which non-verbal elements?), the lexical characteristics
(in which words?) and syntactic structures (in what kind of sentences?) found in the
text, and the suprasegmental features of intonation and prosody (in which tone?).
FACTORES EXTRATEXTUALES
El emisor
La intención del emisor (qué pretende)
El receptor
El medio
El lugar de producción del texto
El tiempo
El motivo por el que se ha escrito el texto
La función textual (factor central)
31
FACTORES INTRATEXTUALES
El tema del texto
El contenido (qué expresa el autor sobre determinado tema)
Las presuposiciones
La estructura textual (macroestructura y microestructura – progresión temática)
Los elementos no verbales
El léxico
La sintaxis
32
33
Desde hace unos treinta años, se ha pasado de lo puramente histórico a lo
contemporáneo, de los estudios prescriptivos y normativos a los descriptivos, del signo
al texto. Algunos estudios se centran en la consideración de la traducción como
actividad entre lenguas; otros en el aspecto textual, en el carácter comunicativo, en el
proceso.
34
35
36
4 TIPOS PRAGMÁTICOS DE TRADUCCIÓN
NUEVAS TENDENCIAS
En las últimas dos décadas del Siglo XX existe una tendencia hacia el desarrollo
de una mayor interdisciplinariedad de la disciplina.
Modelos descriptivos (no prescriptivos)
La traducción es una acción concreta en una situación comunicativa concreta y
siempre está determinada por múltiples factores. Es un fenómeno heterogéneo
en cuya investigación tienen que participar varias disciplinas distintas.
En este contexto, la traducción se ve como una forma de comunicación
intercultural
El original ya no es “sagrado”
37
LA TRADUCCIÓN COMO ACCIÓN
Suposiciones:
equivalencia comunicativa del TM con el TO
contenido invariable
función constante
LA NUEVA PERSPECTIVA
A. FUNCIONALISMO Y LEALTAD
El escopo proporciona los criterios para decidir que elementos del texto original deben
preservarse y cuales se deben adaptar.
Además, existen expectativas respecto de una traducción según las normas generales
que prevalecen en una comunidad cultural; interviene el concepto de lealtad. La lealtad
es la responsabilidad que tiene el traductor con los otros participantes en la interacción
traslativa y que lo compromete de manera bilateral con ambas partes (la de partida y la
de llegada), teniendo en cuenta las diferencias en cuanto a la concepción de la
traducción que predomina en cada cultura.
38
El factor más importante de la situación comunicativa definida en el encargo de
traducción es el de la función (o jerarquía de funciones) que debe cumplir el
texto meta para los receptores de la cultura meta.
La función no es una cualidad del texto “en sí”, sino una propiedad atribuida al
texto por los receptores en el acto de recepción. Por lo tanto, los posibles
receptores (o destinatarios) de un texto son los que deciden su funcionalidad
El redactor de un texto (en nuestro caso el traductor) procura redactar su texto
de forma tal que los receptores reconozcan los marcadores funcionales y
reciban el texto con la función pretendida. Por ello, será conveniente, en
muchos casos, emplear los marcadores propios de la cultura en cuestión.
La función (o jerarquía de funciones) que debe cumplir una traducción pueden
ser distintas de las funciones de las cumplidas por el original en tanto y en
cuanto no sean incompatibles con la intención del autor del texto original.
EL ENCARGO DE TRADUCCIÓN
El encargo de traducción especifica la función que debe tener el texto meta en la cultura
meta para los destinatarios a los que está dirigido. Por eso se debe, explícita o
implícitamente, informar al traductor sobre:
la función intencionada del TM
El grado de conocimiento previo del tema del texto por parte del destinatario o
grupo de destinatarios; su afiliación sociocultural, sus sistemas de valores, su
variedad lingüística, etc.
tiempo y lugar de la supuesta recepción del texto (vigencia prevista para el
texto)
el medio previsto para la transmisión del texto (oral, escrito, formato, medio
electrónico)
la ocasión para la cual se necesita el texto.
39
40
FUNCIONES DEL TEXTO
TRADUCCIÓN DOCUMENTO
La traducción documento “documenta” un acto de comunicación que se realiza o
se realizó entre los actores de la cultura de partida.
El receptor de la cultura meta no es incluido directamente en la comunicación
sino que cumple el papel de un “observador”
41
La función del TM es informar sobre la función del TO
TRADUCCIÓN INSTRUMENTO
Según los funcionalistas, el texto meta (en caso de una traducción instrumento) no
solamente es una variante nueva del TO, sino un nuevo texto (hecho sobre una oferta
informativa).
42
43
TRANSLATION AS A PRODUCT
Types of Translation
Let us examine two opposed types of translation, one showing extreme SL bias, the
other extreme TL bias.
44
At the extreme of TL bias is completely free translation where there is only a global
correspondence between the textual units of the ST and those of the TT. This type of
freedom is known as communicative translation which is characterized as follows:
where, in a give situation (like introducing oneself to a stranger), the ST uses a SL
expression standard for that situation; the TT uses a TL expression standard for an
analogous target culture situation. Communicative translation is mandatory for much
culturally conventional formula that does not allow literal translation. Public notices,
proverbs and conversational clichés illustrate this particularly clearly, as in:
Only for reasons of blatant exoticism, or for special contextual reasons, could one avoid
a communicative translation of “charlar hasta por los codos” as “talk one’s head off”, or
of “tonto del bote” as something like “thick as two planks”, “crazy as a coot”or “daft as
a brush”. The very fact that the ST uses a set phrase or idiom is usually part and parcel
of its stylistic effect, and if the TT does not use corresponding TL set phrases or idioms
this stylistic effect will be lost.
However, it often happens that set phrases in the ST do not have readily identifiable
communicative TL equivalents. In such cases, the translator has a genuine choice
between a literal rendering and some kind of attempt at communicative translation.
Assuming that a communicative translation is strategically appropriate in the context, it
can only be achieved by rendering the situational impact of the ST phrase in question
with a TT expression that, while not a cliché, is nevertheless plausible in the context
defined by the TT. An example of this choice and its implications can be drawn from
translating a Hungarian ST into English: Walking on the first morning of the holiday,
the children are disappointed to find that it is raining heavily. Their mother comforts
them with a proverb, suggesting that it will soon clear up: “Nem baj! Reggeli vendég
nem maradandó”. Compare these three translations of her words>
The only possible advantage of the literal translation is its exoticism, but this advantage
is cancelled by two things: the obscurity of the TT, and its lack of contextual
plausibility.
The Communicative equivalent has the advantage of rendering proverb for proverb.
However, in the circumstances, the communicative equivalent is incongruous – what the
narrative context requires is “rain before seven, sun before eleven”, but this is not a
universally recognized form of the English proverb.
The communicative paraphrase has the advantage of being idiomatic and plausible in
the TT – it is the kind of thing the children’s mother might plausibly say in English in
the situation. It has the disadvantage of losing the stylistic flavour of “speaking in
proverbs” (which might be an important feature of the way the mother speaks).
Which solution is deemed best will naturally depend on contextual factors.
45
Between the two extremes of literal and free translation, one may imagine an infinite
number of degrees, including some sort of compromise or ideal half-way point between
the two. Five points on this parameter between the two polarities of extreme SL bias
and extreme TL bias are schematized in the following diagram adapted from Newmark
(1982, p.39):
SL bias TL bias
(.............)
Interlineal Literal Faithful Balanced Idiomatic Free
(Semantic/Communicative)
Examples:
Faithful TT Balanced TT Idiomatic TT
A Are you well, Sir? A How do you do? A Hello
B Are you well? B How do you do? B Hi.
A Where do you come from? A Where are you from? A Where are you
from,
Then?
B I come from England B England B I’m English
A How big a family do you have? A Have you any family? A Got a family?
B A wife and five children. And B Yes, a wife and five B Wife and five kids.
Yourself? Children. Have you? How about you?
B. ENFOQUE SEMIÓTICO
La semiótica o semiología es la disciplina que estudia los signos en sus relaciones de
coherencia, significado y uso y sus funciones en la comunicación. “La semiótica es un
lenguaje que analiza otro lenguaje, es un sistema de signos con el que se analiza otro
lenguaje” (Beuchot).
¿Qué es un signo?
Un signo es cualquier entidad que representa a otra y que refiere a una cosa, un
fenómeno, un objeto de la realidad. Se debe distinguir entre la FORMA (significante)
del signo y su CONTENIDO (significado). El contenido del signo no es el objeto
mismo (al que se refiere) sino el concepto mental que asociamos con este signo.
46
Importancia para la traducción
La dimensión pragmática – el papel activo del receptor – es de gran importancia para la
traducción ya que el significado es dado por el receptor en el proceso de decodificación
del signo; este signo linguístico es construido a través de procesos de reconocimiento y
entendimiento De esta forma, el concepto de equivalencia ya no es meramente una
categoría abstracta de simetría entre las estructuras de dos textos, sino una categoría
flexible, pragmática. Se trata de una relación dialéctica que se da entre la producción
de un código semiótico (un mensaje en un contexto con sus propiedades de adecuación,
coherencia y cohesión) y la producción de un segundo código semiótico. De esta
manera entramos en una concepción más amplia de los textos: la concepción semiótica.
47
48
“So, can you finish this document by close of business today?”
49
CAPÍTULO II
50
Globalization, Computer-Aided Translation and Agencies
Three major influences have converged in the last 15 years and have thereby changed the
profession. These changes are ongoing and this therefore makes times rather turbulent for the
translator.
These forays were largely the result of a general euphoria that the computer could do
practically anything. We now know better. In spite of miniaturization, faster processor speeds
and "intelligent" programming, we are not really any great step nearer to reproducing the
neurological networks of the human brain (although, believe it or not, attempts are being made
to graft brain tissue onto computers). Until such time, the computer will never be able to
compete with human translators. Even if the computer could come close to thinking, it would
also lack the living environment in which languages are constantly being refined and changed
through human dialogue. A humbler, but more fruitful approach, has been the development of
modern CAT tools. These have proven highly effective and have indeed had a profound
impact. This impact has been a double-edged sword: these programs have increased
productivity and undeniably increased quality while lowering prices at the same time.
…………………………………….
Some 15 years ago there were very few translation agencies. Now they seem to be sprouting
up everywhere like mushrooms. These agencies are getting more and more grip on the market
- almost all large corporations now work with agencies (for a variety of reasons which make
perfect sense). Unfortunately, this means less money for the translator. The translator now
takes a "double-whammy" - less pay caused by CAT tools and less pay caused by agencies.
This has converged in the last few years with the challenge of globalization. This situation will
in some ways get worse before it gets better…………………………………………………..
CAT tools will eventually coalesce with machine-driven translation solutions as absolutely
massive databases are made available on the Internet. These databases will be able to translate
simple and even medium-level documents with a good degree of accuracy. Operating
instructions are becoming more and more "picture" driven as general literacy declines.
In terms of globalization, customers with a greedy eye on profit margins will generally opt for
the cheaper solution until they realize - through costly court costs - that the cheaper solution is
not always the better one in the long term. In other words, the experienced translator will
eventually win the day. But the road getting there will be tough.
Certainly, the days of picking-and-choosing customers are over and there are some tough
times ahead. Shall we, senior translators, encourage someone to become a translator today?
Yes, if they really wanted to be; but we would also inform them of the problems. The market
has never been tougher than it is now, and it is getting tougher by the minute.
In summary, computers will never entirely replace human translators, but they may cut into
the market in the long term; agencies will dominate most of the market; and globalization will
drive prices down. Nevertheless, on the upside, globalization also means that the need for
translations will also increase sharply (in fact, the estimates for this are very encouraging:
51
somewhere between 40 and 60 per cent in the next 10 to 15 years). The old Chinese curse
says, "may you live in interesting times". For the translator, they have never been more
interesting than now............................................
Lo más importante al preparar archivos para trabajar con CAT tools es tener presente, en todo
momento, que el objetivo es poder trabajar bien con las herramientas de traducción asistida
por computadora, crear una buena TM y aprovecharla al máximo.
Asimismo, se debe tener en cuenta que el formato debe replicar el original al máximo posible.
Es fundamental que todo el trabajo de formato se realice ANTES de comenzar a traducir,
puesto que, luego, el editor/revisor tendrá muchos inconvenientes para darle formato a un
texto que ya contiene tags de herramientas de traducción. A mayor dificultad, mayor tiempo
que de pierde en el trabajo, lo que se traduce en problemas para cumplir con las entregas del
cliente. Por lo tanto, LAS TRADUCCIONES ENTREGADAS SIN HABER REALIZADO
EL FORMATO CORRESPONDIENTE INCURRIRÁN EN DEDUCCIONES DE LOS
HONORARIOS.
Básicamente, se debe:
♠ Evitar los puntos en las abreviaturas (aunque sean correctos) ya que Trados los toma a veces
como puntos finales y divide el segmento. Ej.: CD. Reynosa > CD Reynosa. IMPORTANTE:
Esto se aplica solamente si tipeamos el archivo.
♠ Mantener los errores del original como typos en los nombres: López, Lopes. Sabemos que es
el apellido de la misma persona pero mantenemos los que dice el original.
♠ Si el/la PM no nos especificó el tipo y tamaño de fuente y los márgenes del documento,
intentar replicarlos, pero sin perder demasiado tiempo “adivinándolos."
♠ Eliminar todos los saltos de página innecesarios. Los programas de OCR generalmente
introducen un salto de página al final de cada página escaneada. Dado que estamos trabajando
con un documento completo, debemos dejar sólo los saltos que correspondan al cambio de
sección. Para poder ver los saltos, elegir que Word nos muestre el texto oculto (apretar la ficha
:). Para introducir saltos de página: cntrl + enter.
52
♠ Si el original tiene encabezados y pie de página, colocarlos de igual forma en el doc. Ir a
Ver>Encabezados y pie de página. Si el mismo encabezado se repite en todas las páginas,
poner que sea siempre igual.
♠ Eliminar todos los dobles espacios que el programa de OCR pueda haber introducir. Para
hacerlo: ir a Edición>Reemplazar.>Buscar [doble espacio] y Reemplazar con [espacio simple].
Versiones
Las funciones descriptas corresponden a Windows XP y a Office 2003.
Menús
Los elementos de menú están ordenados de la misma forma y su navegación es similar.
XXX: Varía según las funciones específicas de cada programa, por ejemplo en MS
Word se encuentra el menú Tabla mientras que en MS Excel se encuentra el menú
Datos.
Al hacer clic sobre cada uno de ellos, se desplegará un menú con comandos
relacionados al tema seleccionado.
Cuando aparecen puntos suspensivos en el menú, esto significa que al seleccionar ese
comando se abrirá un cuadro de diálogo.
Ayuda
Además del acceso a través del menú que mencionamos, existen otras dos formas de obtener
ayuda: presionando la tecla F1, se abre el cuadro de diálogo general, o también, acercando el
mouse al botón en cuestión, tras lo cual aparecerá una descripción de sus funciones.
Barras de herramientas
Se trata de los iconos ordenados que pueden observarse en la parte superior de la ventana de
cada aplicación.
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Pueden variar según las opciones que el usuario haya activado desde el menú Ver /Barra de
Herramientas.
Barra de título: indica cuál es el nombre del documento. Inicialmente, Word le asigna el
nombre "Documento 1" al primer archivo que aparece cuando abrimos el programa. A la
derecha, encontraremos tres botones: el primero para minimizar la pantalla, el segundo para
maximizarla y el tercero para cerrar el programa Word.
Barra de menú: despliega los menús mencionados para la ejecución de los comandos.
Barra estándar: despliega las funciones más comunes que se pueden ejecutar sobre el
archivo, como por ejemplo: abrir, guardar, imprimir, cortar, pegar, etc.
Barra de formato: despliega los botones de formato como por ejemplo: viñetas en una lista,
reducir o aumentar la sangría de un párrafo, alterar el color de la fuente, etc.
Barra de estado: ubicada en la parte inferior de la pantalla, indica en qué página del
documento nos encontramos, así como la sección, el número total de páginas del documento y
la posición del punto de inserción de texto con respecto a los bordes del papel.
Contar palabras
Para saber cuántas palabras tiene un documento, ir al menú Herramientas /Contar palabras y
aparecerá una pantalla que informa el resultado.
Inserción de símbolos
Para insertar determinados símbolos en un documento utilizando Word 2003, como por
ejemplo, ir al menú Insertar /Símbolos y seleccionar la lengüeta identificada con la fuente
Wingdings.
Protección de documentos
Para proteger un documento, ir al menú Herramientas /Opciones /Seguridad y especificar una
contraseña de apertura o una contraseña de escritura, en el caso de que se comparta el uso del
documento. Asimismo, se podrán elegir opciones de confidencialidad.
Control de cambios
Es una de las funciones más importantes para el especialista de idiomas y que Microsoft ha
modificado a lo largo de las diferentes versiones.
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Observe que en la barra de estado de MS Word (ubicada en la parte inferior de la pantalla)
existe un botón MCA, que cuando esta función está desactivada se verá en gris.
Una vez activada la función, aparecerá una barra de herramientas exclusiva para la
administración de los cambios del documento. Esta barra también puede activarse desde el
menú Ver /Barra de herramientas /Revisión. Con esta barra se pueden aceptar o rechazar uno
por uno los cambios o todos a la vez.
También se puede optar por ver el documento, es decir la versión final o la versión original, y
los cambios correspondientes en forma de notas.
Comparación de archivos
Ir al menú Herramientas /Control de cambios /Comparar documentos. Se abrirá un cuadro de
diálogo para seleccionar el archivo que desea comparar con el documento actual.
Corrector ortográfico
Para corregir la ortografía de un documento en MS Word, primero es necesario instalar el
diccionario del idioma correspondiente.
MS Office viene agrupado en determinados idiomas, por ejemplo, el grupo de español incluye
alemán, francés, italiano, inglés y español.
Entonces si los idiomas de trabajo de un traductor son portugués y español, deberá instalar por
separado el corrector ortográfico de portugués.
Cambiar mayúsculas
Seleccionar el texto al que se desea cambiar el tipo de letra.
Hacer clic en el menú Formato.
Seleccionar Cambiar mayúsculas y minúsculas.
Elegir la opción conveniente y luego haga clic en Aceptar.
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Estilos
Generalmente, pensamos que este tema es exclusivo de los diseñadores, pero el correcto uso
de los estilos hace que nuestra labor sea más fácil.
Cuando definimos el tamaño, el tipo de letra y sus propiedades (Negrita, Cursiva, Subrayado,
etc.) estamos definiendo un estilo para ciertas partes del texto. De esta manera, no será
necesario aplicar ese formato cada vez que tenemos, por ejemplo, un título, sino que sólo
seleccionaremos el texto del título y luego el estilo.
Además, de esta forma le indicamos a MS Word que todos los textos a los que se haya
aplicado ese estilo podrán incorporarse a un índice automático.
Accesos rápidos
A veces resulta más fácil memorizar la combinación de teclas para ejecutar algún comando. Se
puede imprimir una lista desde el menú Herramientas /macro /macros. En el cuadro de diálogo
que aparece, de la lista desplegable "Macros en" seleccionar "Comandos de Word" y luego
seleccionar "Lista de comandos". Al presionar el botón Ejecutar se creará un documento de
MS Word con todos los comandos y sus accesos rápidos que podrá imprimir de la forma
habitual (o presionando ALT + P).
Se recomienda dejar un espacio entre el título del documento y el resto de los contenidos. Para
ello, colocamos el cursor justo debajo del título del documento e insertamos un salto de
sección: Insertar /Salto /Tipos de saltos /Salto de página /Tipos de saltos de sección /Página
par /Aceptar.
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blanco (para la tabla de contenido), otro salto de sección, otro espacio en blanco y el primer
título de los contenidos del documento.
Ahora bien, si desea ubicar todos los títulos de nivel 1 (Título 1) en páginas separadas, ingrese
tantos "Enter" como sean necesarios y luego actualice la tabla de contenido. Para actualizar la
tabla, sólo tendrá que hacer clic con el botón izquierdo del mouse sobre cualquier sector de la
tabla y luego, con el botón derecho, seleccionar "Actualizar campos". La tabla se actualiza de
forma automática.
Cuando desee actualizar los números de página de la tabla de contenido, con el cursor sobre la
tabla de contenido, presione el botón derecho y luego, con el izquierdo, seleccione Actualizar
campos /Actualizar sólo los números de página /Aceptar.
También, desde la tabla de contenido puede ir directamente a la página que desee de la tabla
con sólo presionar CRTL + mouse. Para volver a la tabla de contenido nuevamente, basta con
presionar la flecha "Deshacer escritura".
Cualquier modificación que haga del contenido del documento (texto, agregado de títulos,
cambio de estilo de títulos, etc.), se reflejará en la tabla de contenido con sólo actualizar los
campos como se menciona más arriba.
En caso de que el trabajo se realice con herramientas CAT (Trados, SDLX, Wordfast, etc.),
saltee la tabla de contenido y continúe traduciendo el resto del documento. Al llegar al final
del documento, vuelva a la tabla de contenido y actualice los números de página y el resto de
los campos automáticamente con sólo cuatro clics.
Desde el Menú, hacer clic en Tablas /Insertar. Se abrirá un cuadro de diálogo para
ingresar la cantidad de columnas y filas.
Otra forma sería tipiar por filas el contenido separando las columnas por alguno de estos
caracteres: coma, tabulador, punto y coma, etc. Luego seleccionar todo ese texto y desde
el menú tablas ir a Convertir texto en tabla... Se abre un cuadro de diálogo que pregunta
qué carácter se utilizará para determinar cada columna. Hacer clic en aceptar y
aparecerá la tabla.
También se pueden aplicar distintos formatos a estas tablas, como el color de fondo, el
grosor de las líneas o bien fusionar o dividir celdas, y determinar el alto y el ancho de
cada fila.
Marcadores de párrafo
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Los marcadores de párrafo indican todo el formato de texto aplicado sobre un párrafo. Se
pueden ver presionando las teclas CTRL+SHIFT+8.
Párrafos
Existen varias opciones al momento de definir el formato del párrafo para el texto en el que
nos encontremos trabajando. Para definirlo ir a Formato /Párrafo, y desde allí acceder a la
ficha "Sangría y espacio" cuyas opciones son:
Sangría: esta opción nos permite mover el texto del párrafo hacia la derecha o hacia la
izquierda, para lo cual deberá elegir un valor expresado en centímetros.
Asimismo, se podrá determinar que la sangría sea normal (todas las líneas alineadas), que la
sangría sólo se aplique a la primera línea, u optar por la sangría francesa.
Existe una opción que nos permite aumentar o disminuir la sangría del párrafo en el que
estemos trabajando, y es pulsar directamente en el botón correspondiente de la Barra de
Formato, como se indica a continuación:
Espaciado: esta opción nos permite definir la separación que habrá entre una línea y otra del
párrafo. MS Word nos permite determinar el espaciado anterior, el posterior y el interlineado.
Asimismo, se puede determinar incluso, con mayor precisión, la separación que creamos más
conveniente (por ejemplo, podremos elegir un interlineado exacto en 14 puntos, un
interlineado múltiple en 3 puntos, etc.).
Vista preliminar: cabe recordar que siempre al final de la ventana podremos verificar el
formato que estemos determinando a través de la vista previa del párrafo correspondiente.
Alineación de textos
Word también nos permite alinear el texto en el que estamos trabajando. Para ello, acceder a
esta opción directamente en la Barra de Formato. Allí encontraremos 4 opciones; las
siguientes imágenes de la pantalla han sido ubicadas usando la opción que cada una de ellas
representa:
En cuanto a las opciones para centrar y justificar el texto, cabe señalar que elegiremos la
58
primera opción si deseamos que el párrafo se ubique en el centro de la página, y tendremos
presente que los laterales serán desiguales; por otra parte, elegiremos la segunda opción si
deseamos que tanto el margen izquierdo como el derecho sean parejos.
Fuentes embebidas
A fin de resolver ese problema, es muy útil embeber las fuentes en el documento; las
aplicaciones de MS Office permiten incluir fuentes True Type (no se puede embeber fuentes
PostScript).
Arrastrar y soltar
También conocido en inglés como Drag and Drop. Este comando puede mover texto
seleccionado sin tener que cortar y pegar. Los pasos consisten en seleccionar el texto que
desea mover y luego cuando el cursor cambia a la siguiente forma, arrastrar la selección hasta
el lugar deseado.
Panel de tareas
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Al abrir MS Word lo primero que se abre es un panel de tareas a la derecha de la pantalla.
Este panel de tareas ocupa espacio de trabajo. Para que no aparezca más, ir al menú
Herramientas /Opciones y en la pestaña Vista destildar la primera opción “Mostrar panel de
tareas”.
Plantillas y complementos
Las plantillas y complementos se utilizan con frecuencia para agregar nuevas aplicaciones/
comandos a nuestro MS Word, como por ejemplo la plantilla de Wordfast.
Por razones de seguridad, es posible que MS Word no permita agregar estos programas
cuando la configuración de seguridad de macros está establecida como alta.
Para bajar, entonces este nivel de seguridad, hay que ir a Herramientas /Macros /Seguridad y
seleccionar la opción Baja.
Una vez terminado este paso, se podrá instalar el complemento que se desea incorporar.
Presionar el botón Agregar... para localizar el archivo .dot que queremos instalar y luego
accionar el botón Aceptar.
60
MICROSOFT PowerPoint
Introducción
Esta aplicación facilita la creación y visualización de diapositivas.
Vistas
Las diapositivas que forman parte de una presentación se pueden ver de cuatro maneras:
normal, clasificador de diapositivas, presentación con diapositivas y página de notas.
Elementos
Cuadros de texto:
Todo el contenido de la presentación estará dentro de los cuadros de texto. Por eso es
importante para el traductor conocer cómo expandir el tamaño y dar distintos formatos.
61
necesario hacer la traducción de la presentación e incluso de las notas del orador.
Objetos de MS Office:
Existen ocasiones en que la presentación incluye una planilla, por ejemplo, ventas por región
cuyo formato original es MS Excel. En esos casos, para editarla, se deberá seleccionar el
elemento y luego hacer doble clic para ejecutar la aplicación correspondiente y efectuar los
cambios necesarios.
Imágenes:
La mayoría de las diapositivas cuentan con imágenes incrustadas en cajas de imágenes que
hacen más atractiva la presentación. Lo primero que se debe definir es si la imagen contiene
texto que debe ser traducido. De ser así hay que solicitar al autor del documento el archivo
original de esa imagen para editarlo con un diseñador gráfico. Si no se cuenta con esta
herramienta, habrá que recurrir a un diseñador gráfico que reproduzca la imagen con los
nuevos textos correspondientes a la traducción.
Audio/sonido:
Antes de comenzar a traducir es importante ver la presentación como si fuésemos la audiencia
(vista presentación) para detectar si tiene audio en palabras o canciones que requieran ser
traducidos. Si es así, entonces habrá que hacer la transcripción, solicitar a un locutor que grabe
en audio la traducción y reemplazar el archivo de audio por el nuevo.
Animaciones:
Es probable que el autor haya decidido aplicar efectos a los elementos ya mencionados. Si se
trabaja sobre la misma caja del elemento, se mantendrá el efecto que seleccionó el autor del
documento en la versión traducida.
Preparación de archivos
Si no se desea sobreescribir el texto para realizar la traducción, y además se cuenta con
material traducido en otro formato y relacionado con el contenido de la presentación, se podrá
utilizar una herramienta de asistencia para la traducción, para hacer el trabajo.
Todas las herramientas de traducción pueden trabajar con formatos de archivos .ppt.
Conteo de palabras
En esta aplicación no existe el comando Contar palabras... como en MS Word. Por lo tanto, en
este caso se pueden utilizar algunos de estos dos tipos de aplicaciones: Herramientas de
traducción asistida que analizan los documentos o programas Contadores de palabras. Se
explicarán en las siguientes ediciones de este cuadernillo.
MICROSOFT Excel
Introducción
Esta aplicación pertenece al grupo de planillas de cálculos y se utiliza para trabajar con datos
numéricos mediante fórmulas, grillas, gráficos, etc. Por lo general estos documentos están
organizados en Hojas, que son fichas que se observan en la parte inferior de la pantalla.
62
Archivos separados por comas
Estos archivos tienen la extensión .csv (comma separated values) y son un formato estándar
para intercambiar glosarios entre las distintas herramientas de traducción asistida (CAT tools).
Se trata de indicar que los valores contenidos en una columna están separados de los valores
de la columna siguiente mediante una coma.
Para abrir un archivo de este tipo, ir al menú Archivo, Abrir y en la pantalla de diálogo
seleccionar el formato .csv y luego ubicar el archivo en la computadora. Al presionar el botón
aceptar se verá la pantalla de delimitadores de campo (columna).
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Una vez definido el campo, visualizará el contenido como un archivo de MS Excel normal.
Formato de celdas
Arrastre el puntero que tiene el icono del pincel adjunto sobre las celdas a modificar. Al
finalizar, el formato se habrá copiado.
Localización
Localización
Para hablar de localización es esencial delimitar el significado de los términos
Globalización, Internacionalización, Localización y Traducción (o GILT), que si
bien están relacionados entre sí, no son sinónimos.
Globalización (G11N)
Según una definición de Bert Esselink, 2000:4, que es a su vez una traducción de la
definición propuesta por LISA -Localization Industry Standards Association-, la
globalización se refiere a las actividades comerciales necesarias para lograr la
promoción de un producto (de software) en varios mercados regionales (marketing
global), sobre la base de las condiciones técnicas, económicas y legales necesarias para
tal fin.
Internacionalización (L18N)
Según Esselink 2000:2, la Internacionalización es el proceso mediante el cual se
generaliza un producto de forma tal que se pueda difundir en varios idiomas y
convenciones culturales sin necesidad de rediseñarlo. Este proceso debe realizarse en el
momento del diseño del programa y del desarrollo de la documentación.
64
Algunos de los procedimientos comunes utilizados al desarrollar software con fines de
internacionalización son los siguientes:
Por ejemplo: si se necesita incluir el código postal en algún programa, debe tenerse en
cuenta que no todos los países utilizan el mismo método ni la misma cantidad de
caracteres para indicarlo. Por este motivo, no sólo se deben conocer las diferencias de
formato, sino que también se debe tener en cuenta el espacio necesario para consignar la
información.
Localización (L10N)
La localización es el proceso de adaptar un mensaje a un grupo cultural específico.
Esselink, al referirse a la localización de programas informáticos, la define como el
proceso de adaptar y traducir una aplicación informática a otra lengua de forma que sea
lingüística y culturalmente adecuada para un mercado local particular (Esselink 1998:
2). Es el caso de los correctores ortográficos que ofrecen distintas opciones para un
mismo idioma: español (Argentina), español (Colombia), etc. El producto ha sido
localizado para reflejar las marcas lingüísticas (geográficas, diatópicas y diastráticas) y
culturales propias del mercado local.
El término locale, que desde un punto de vista geográfico se define como todo lo que es
propio de una ubicación o región particular, en el ámbito de la localización de software,
se refiere al conjunto de estándares, códigos y datos específicos asociados con una
ubicación o región: el conjunto de caracteres, la distribución del teclado, la alineación
del texto, la hora, la fecha, el formato de moneda, etcétera.
65
son parte del ciclo de desarrollo de software, ya que: ambas son requisitos del
producto, ambas deben estar especificadas, ambas deben ser diseñadas, ambas
deben ser implementadas y ambas deben ser verificadas.
Localización y Traducción
La traducción del texto de origen es, desde luego, una fase importante de la
localización, pero tan sólo una parte dentro del proceso de adaptación del contenido y la
presentación a la cultura de un mercado específico: la localización no se reduce a la
traducción.
Para localizar una traducción es necesario adaptar el texto a los requisitos culturales del
mercado al que está destinada y comprobar que las imágenes y conceptos sean
apropiados desde un punto de vista cultural. Si tomamos, por ejemplo, la localización de
un sitio web, es probable que el texto no presente grandes dificultades de traducción,
pero será necesario adaptar cualquier referencia cultural, fotografía o diagrama a la
cultura del mercado al que se pretenda llegar.
Es evidente que todo producto de software que se pretende localizar está formado
fundamentalmente por texto especializado, ubicado en la interfaz del usuario e incluye
opciones de menú, mensajes de error, la ayuda del programa, etc. No obstante, cuando
sólo realizamos el proceso de traducción, hay factores económicos, técnicos y de
organización que normalmente no se tienen en cuenta, como por ejemplo, la adaptación
de los ejemplos, los productos técnicos, la adaptación al cumplimiento de leyes y
normas (leyes impositivas en el caso de programas de contabilidad) etcétera. (cf.
Schmitz, 2005:2-3).
En ambos casos, las iniciativas de localización quedaron separadas del desarrollo de los
productos originales. La separación entre desarrollo y localización resultó sumamente
compleja. No sólo era compleja la localización del texto por traducir incrustado en el
software sino que los requisitos de las versiones de idiomas adicionales del código
dificultaban la actualización y la gestión de versiones. Además, los localizadores a
menudo tenían que devolver los productos a los equipos de desarrollo para que primero
generen el soporte para las normas internacionales de computación y de localización. Es
así como nace el concepto de internacionalización.
66
La década del '90 fue testigo del crecimiento de Irlanda a partir de una serie de
facilidades y promociones que el gobierno decidió otorgar a las empresas que decidieran
instalarse en ese país. Luego de algunos intentos fallidos, el gobierno giró su enfoque
hacia las principales empresas que se dedicaban a la investigación y al desarrollo
tecnológico.
La primera compañía que desarrolló herramientas para esta especialización fue INK
quien, a su vez, fue una de las primeras en ofrecer la subcontratación de servicios de
localización. En 1987 la alemana Trados comienza a distribuir INK y más tarde lanzó
su primera versión del Translator's Workbench y se estableció en el mercado como
líder en memorias de traducción, con la ayuda de Microsoft que compró una porción de
la empresa.
Otro tipo de tecnología de traducción que se usa para estos proyectos es software user
interface localization tools. Ejemplos de estas herramientas son CATALYST y
PASSOLO.
Desde comienzos del año 2000, la localización y la traducción entraron en una nueva
dimensión, habida cuenta de la dificultad para diferenciar contenidos y software.
La definición tradicional por la que se entendía por localización sólo las aplicaciones de
software y el contenido que las respaldaba ya no tiene más validez.
67
Además del enfoque renovado en la localización de contenidos se han visto distintos
desarrollos importantes durante los últimos años como por ejemplo, las normas de
formato para el intercambio de memorias de traducción, Translation Memory eXchange
(TMX), y el formato para el intercambio de archivos de localización, eXchange
Localization Interchange File Format.
sitios web;
manuales y guías;
sistemas de ayuda;
packaging;
elementos de marketing.
Localización de software
En nuestro ámbito, cuando hablamos de localización de software hacemos referencia a
un tipo de traducción específica con elementos, reglas y características particulares.
También plantea desafíos y dificultades propias, por ejemplo, la restricción de espacio
(en inglés, el botón Ok puede tener un tamaño mínimo, ya que sólo necesita espacio
para dos letras; en español, su equivalente Aceptar, requiere mucho más espacio). El
objetivo es adaptar lingüística y culturalmente todos los elementos de la interfaz gráfica
del usuario, como los cuadros de diálogo, menús, botones, mensajes, etcétera.
Del lado izquierdo vemos todos los recursos del programa. En la pantalla superior de la
derecha se muestra una vista previa del software localizado a medida que se va
traduciendo. En la ventana del medio, vemos todas las cadenas de texto del recurso
abierto. Por último, en la parte inferior, encontramos el área de traducción donde se
puede modificar cada cadena de texto. En este ejemplo, acabamos de traducir el texto
Carpeta de origen.
68
Además de modificar el texto, también podemos modificar el tamaño y la
disposición de ciertos elementos de la interfaz gráfica del usuario. En este caso,
cambiamos el tamaño del botón Comparar. Esto es muy útil para solucionar
problemas de restricción de espacio.
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Un programa debe localizarse completamente para lograr la adaptación a la
cultura de destino. Por eso también deben localizarse, por ejemplo, los menús y
sus métodos abreviados del teclado (hotkeys).
Traducción de la ayuda
Además del software en sí, la ayuda es uno de los componentes más importantes de un
programa, y también puede localizarse. Por lo general es el componente más extenso y
contiene muchas referencias a la interfaz gráfica del usuario, por lo que es aconsejable
traducir la ayuda una vez que el software esté localizado. La ayuda también tiene
características particulares, como una gran cantidad de hipervínculos, etiquetas, un
índice de los temas, una tabla de contenidos, etcétera.
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Este entorno permite manejar el texto de forma ordenada y práctica, y las posibilidades
de dañar el formato son prácticamente nulas. El resultado es el siguiente:
No hay variaciones de formato ni daños en él, y el texto está disponible en español para
toda persona que utilice el programa.
Bibliografía
Herramientas de traducción
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A) Herramientas de traducción automática
Estas herramientas, que pueden ser bilingües o multilingües, traducen textos como
conjuntos absolutos, de manera automática y sin que el usuario intervenga en el
proceso. Estas herramientas comprenden:
Sistemas de localización
Se trata de sistemas que permiten la traducción de software y/o páginas web, incluidos
los recursos que éstos puedan presentar (cuadros de diálogo, menús y mensajes),
además de los procesos de ajuste de tamaño o de las interfaces web, y su adaptación a
las normas culturales de un determinado país o región. Una memoria de traducción
puede formar parte de un sistema de localización. (En esta oportunidad, sólo
abordaremos los sistemas de gestión de traducción y de gestión terminológica.)
72
Tipos de herramientas de traducción asistida (CAT Tools)
A. Gestión de traducción
1. Memorias de traducción
Son bases de datos que contienen segmentos de texto en una lengua fuente y sus
traducciones respectivas en una o más lenguas de llegada. Estos segmentos pueden ser
términos o frases.
Tipos de entorno:
Con instalación de complementos (add-ins) en MS Word: como es el caso de los
programas Logoport, Wordfast y SDL Trados. En estos casos, los complementos
se visualizan en la barra de herramientas. (Figura).
73
Los editores de los sistemas de gestión de traducción tienen algunos dispositivos muy
específicos para esa tarea. Así, los textos de origen y de llegada se visualizan por lo
general en recuadros separados, y las etiquetas de marcado de distintos procesadores de
texto, sistemas DTP o de autoedición y de otros formatos, deben ser protegidas para
evitar que se borren accidentalmente.
74
3.2. Alineación: Se llama así a la función mediante la cual se pueden unir segmentos de
texto fuente con la traducción respectiva, para luego importarlos en una memoria de
traducción y utilizarlos posteriormente. Esta función es de gran importancia para crear
memorias, cuando contamos con documentos de referencia en formato electrónico, en
ambas lenguas de trabajo.
Desarrollos a futuro
En una encuesta reciente, los usuarios de las herramientas de traducción asistida
determinaron que en las próximas versiones deberían incluirse los siguientes elementos:
Corrector ortográfico para todos los idiomas.
Determinación de coincidencias en función del contexto.
Construcción de nuevas coincidencias parciales, a partir de la información
incluida en la herramienta
Compatibilidad con los estándares
B) Gestión terminológica
Un sistema de gestión de terminología (en inglés, terminology management system,
TMS) puede ayudar a resolver varios aspectos relacionados con la terminología,
(archivar y recuperar términos, actualizar una entrada terminológica, etc.). El uso de un
TMS puede ayudar a lograr mayor coherencia terminológica, lo cual no sólo facilita la
lectura y la comprensión de un texto, sino que también previene errores de
comunicación.
Hoy en día, todos los sistemas de memorias de traducción han integrado herramientas
de gestión terminológica, algunas de las cuales también están disponibles como
herramientas independientes. Sin embargo, existen diferencias en lo que respecta a la
cantidad y al tipo de información que se puede almacenar en una entrada terminológica
y en lo que respecta a los conceptos de base del trabajo terminológico en general.
75
procesadas por el sistema de traducción asistida. Cuenta, además, con un glosario
bilingüe que contiene algunas de las equivalencias registradas en esas traducciones.
Etapas:
Análisis previo del texto
Estos sistemas incorporan herramientas de análisis textual que permiten realizar un
vaciado del texto contra las traducciones previamente resueltas por el mismo traductor.
De esta manera, se obtienen estadísticas muy útiles que indican:
una lista de unidades léxicas simples del texto, ordenadas por frecuencia,
una lista de las unidades terminológicas reconocidas en el glosario, y
una lista de candidatos a término (cuando se aplica el extractor).
Etapa de pretraducción
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Los entornos CAT, además de la memoria de traducción, incorporan funciones de
pretraducción completa y pretraducción parcial, de modo tal que el traductor puede
revisar el resultado del contraste de la memoria con respecto al texto que se debe
traducir, y evaluar si el resultado es suficientemente bueno, ajustado a las necesidades
del nuevo contexto de traducción, y si está suficientemente actualizado.
Etapa de traducción:
En esta etapa, el traductor situado en la ventana correspondiente y con los elementos del
entorno convenientemente activados, según la herramienta que esté utilizando, recorre
los segmentos de la lengua de origen validando las pretraducciones, si corresponde,
completando las traducciones parciales o traduciendo los segmentos nuevos.
Etapa de posedición
Una vez terminada la traducción, el traductor ha generado dos productos que deben ser
cuidadosamente revisados: la traducción, (para la que dispone de un conjunto de
herramientas de traducción) y el glosario.
La revisión del glosario comprende diversas tareas, entre las que se pueden mencionar:
77
especificación del ámbito al que pertenece cada entrada.
Transference
Transference is the process of transferring a SL word to a TL text, that is you “loan”
the word and you do not translate it. That is why this procedure is also called loan word
or transcription. (Peter Newmark´s A Textbook of Translation)
E.g.: full time / byte / chip / light / macho / item / after eight / lobby / footing /
hall / CD
When do we use transference? We usually transfer words referring to:
Small groups or cults (Greenpeace)
National characteristics (machismo – Don Juan)
Brand names (Pioneer)
Names of living or dead persons (with a few exceptions)
Periodicals and newspapers (La Voz del Interior / The Daily Telegraph)
Untranslated films
Private companies and institutions (ARCOR – FIAT – RENAULT)
Public and nationalized institutions (CGT – EPEC)
Street names and addresses
Novels to create the atmosphere, a sense of local colour and intimacy
In some of these cases, transference is used together with other translation procedures,
for example: “EPEC, a state power company”
The Media has played an important role in the transference of words. Though
sometimes it can be enriching for the language and culture (Tsunami, default),
sometimes it id done as something snobbish. So for example “show” is used instead of
“espectáculo”.
The argument in favour of transference is that it shows respect for the SL country´s
culture. The argument against is that it is the translator´s job to translate, to explain.
Préstamo
Definido por Vinay y Darbelnet como “palabra que se toma de una lengua sin
traducirla”, el préstamo da fe de un vacío léxico en la lengua de llegada; por ejmplo, en
el caso de una técnica o de un concepto nuevos. Una distinción útil es la que se ha
hecho entre “extranjerismo” y “extranjerismo naturalizado”. La palabra extranjera
tiende, en un primer momento, a permanecer inalterada y puede sufrir luego una
adaptación fonética y morfológica. (Manual de Traducción. López Guiz y Minett
Wilkinson)
Préstamo
Se integra una palabra o expresión de otra lengua tal cual. Puede ser puro (sin ningún
cambio) o naturalizado (transliteración de la lengua extranjera), por ejemplo gol,
fútbol,líder, mitin. El préstamo puro se corresponde con el préstamo de Vinay y
78
Darbelnet, el préstamo naturalizado se corresponde con la técnica de la naturalización
de Newmark. (Traducción y Traductología. Introducción a la Traductología. Amparo
Hurtado Albir)
Naturalization
It follows transference. First, the pronunciation of the word is adapted to the TL
pronunciation and then its morphology. (Newmark: A Textbook of Translation)
E.g.: menemism, peronism, plotear, deletear, disquete, formatear, resetear
Calquing may also be seen as a form of cultural borrowing in which only the model of
SL grammatical structures is borrowed. For example, if ST “Santa Teresa del Niño
Jesús” is rendered in the TT as Santa Teresa del Niño Jesús, this is cultural borrowing
proper, whereas TT Saint Teresa of the Child Jesus is a calque.
Calco
Se traduce literalmente una palabra o sintagma extranjero; puede ser léxico y
estructural. Ej.: el término inglés Normal School del francés École normal. (Hurtado
Albir: Introducción a la Traductología)
Calco
79
Para Vinay y Darbelnet, el calco es una clase de préstamo en la cual “se toma prestado
el sintagma de la lengua extranjera, pero se traducen literalmente los elementos que lo
componen”. Vinay y Darbelnet distinguen entre el “calco de expresión”, cuando se
respetan las estructuras sintácticas de la lengua de llegada (weekend : fin de semana), y
el “calco de estructura”, cuando la construcción sintáctica es novedosa en la lengua de
llegada (science-fiction : ciencia ficción).
El calco es uno de los recursos para evitar el extranjerismo y contribuye tanto como el
préstamo naturalizado a enriquecer la lengua que lo recibe.
A diferencia del préstamo, el calco es una construcción. Así, football sería un
extranjerismo puro; fútbol, un extranjerismo adaptado o naturalizado, y balompié, un
calco.
Para los traductores, el calco tiene un segundo aspecto que hay que evitar a toda costa
pues puede conducir a serios errores de interpretación y traducción, cual es el caso de
los calcos léxicos. (Lopez Guiz, Wilkinson: Manual de Traducción)
El calco léxico o paronímico es el resultado de una correspondencia equivocada entre
dos palabras que tienen una forma o una etimología similares, pero que han
evolucionado diferentemente en sus respectivas lenguas hasta adquirir significados muy
distintos: candid : franco – deposition : destitución – fastidious : puntilloso –
intoxicating : embriagador – petrol : gasolina – assist : ayudar.
Positioning the lips is a problem that recurrently challenges the ingenuity of the
embalmer
En esta frase, la palabra ingenuity puede hacer incurrir al traductor inexperto o
apresurado en un calco paronímico, puesto que, a pesar de su parecido morfológico con
<ingenuidad>, en inglés significa <ingenio, ingeniosidad>
Examples: UN : ONU – Brave New World : Un mundo feliz – The Little Red Riding
Hood : Caperucita Roja – Mrs Doubtfire : Papá por siempre – Home Alone : Mi
pequeño angelito – The departed : Los infiltrados – Some like it hot : Una Eva y dos
Adanes – Flushed away : Lo que el agua se llevó y, en otros países, Por un tubo –
Sleepless in Seattle : Sintonía de amor – Wild World Fund : Fundación Vida Silvestre –
Once upon a time : Había una vez – It was the last straw : la gota que rebalsó el vaso –
Dear Sirs : de mi mayor consideración.
Adaptación
La adaptación busca una correspondencia entre dos situaciones diferentes: he kissed his
daughter on the mouth : abrazó tiernamente a su hija. La adaptación Se aplica a los
casos en que la situación a la que hace referencia el mensaje no existe en la lengua de
80
llegada y tiene que crearse en relación con otra situación, considerada equivalente.
(Vinay y Darbelnet)
Equivalence
Cultural Equivalent
it is the translation of a SL cultural Word by an equivalent TL cultural Word.
E.G.: 2 miles (the equivalent in kms) – I got straight “A´s” (me saqué todos excelentes)
Functional Equivalent
It is the translation of a SL word by means of a neutralization or generalization of the
SL word plus an explanation of its function:
E.g.: SAT: examen de finalización de los estudios secundarios en Estados Unidos
GCSE: examen de finalización de los estudios secundarios en el Reino Unido
It is used:
When making a cultural Word neutral
When a SL technical word has no equivalent (it usually accompanies
transference) : khumpi cloth – the fabric used in religious ceremonies
Descriptive Equivalent
It is a description or explanation of the word. (Idem Peter Newmark)
E.g.: empanada, kind of small individual meat pie
Bombachas de gaucho: baggy, loose trousers worn by gauchos
Descripción
Se reemplaza un término o expresión por la descripción de su forma o función
81
Ejemplo: traducir el panetone italiano como el bizcocho tradicional que se come en
Noche Vieja en Italia.
Equivalente acuñado
Se utiliza un término o expresión reconocido (por el diccionario, por el uso lingüístico)
como equivalente en la lengua meta. (Idem Hurtado Albir)
Ejemplo: traducir la expresión inglesa They are as like as two peas y se parecen como
dos gotas de agua
Equivalencia
Tal como la definieron Vinay y Darbelnet, la equivalencia intenta transmitir “una
misma situación por medio de recursos estilísticos y estructurales completamente
diferentes”. Es un tipo de modulación fijada, pero pertenece al plano semántico, no al
léxico: no right of way : prohibido el paso – excuse me : permiso, perdón – men at
work: obras – you are welcome : de nada – it´s better to be a big fish in a small pond
than a small fish in a big pond : mas vale ser cabeza de ratón que cola de león.
Desde un punto de vista funcionalista, la equivalencia se ha definido como el
mantenimiento de la función del texto de origen en el texto de llegada; sin embargo, uno
de los problemas sigue siendo que hay una amplia zona en la que el concepto no puede
aplicarse: ante las referencias de marcado carácter sociocultural, por ejemplo.
Según la pericia del traductor, la valoración que haga de la obra y del público al que se
dirige y los condicionamientos editoriales, su traducción se situará en alguna zona entre
el máximo grado de adecuación (de los rasgos relevantes del texto de partida) y el
máximo grado de aceptabilidad (por parte de los lectores). (Idem López Guix,
Wilkinson)
Ampliación lingüística
Se añaden elementos linguísticos; es un recurso que suele ser especialmente utilizado en
interpretación consecutiva y doblaje: Ej.: traducir al castellano la expresión inglesa No
way por de ninguna manera. Se opone a la técnica de compresión lingüística.
Compresión lingüística
Se sintetizan elementos linguísticos. Es un recurso especialmente utilizado en
interpretación simultánea y subtitulación.
Ej.: traducir al castellano la frase interrogativa en inglés Yes, so what? por ¿Y? en lugar
de una expresión con el mismo número de palabras como ¿Si, y qué?. (Idem Hurtado
Albir)
Modulación
According to Peter Newmark, modulation can be defined as a translation procedure
which allows the conversion of SL double negative texts to TL positive texts or
viceversa. This procedure could be applied to practically every part of speech. However,
other translation theorists adopt a wider view, and consider that modulation is a
82
translation procedure which results in the expression of an idea through a change of
viewpoint, perspective or image in the TL language.
Let´s have a look at some of the most common examples of modulation:
1. Translation of positive sentences with negative sentences or vice versa:
It will not seem impossible that……
Not unmindful
Not inexplicable
Modulación
Se efectúa un cambio de punto de vista, de enfoque o de categoría de pensamiento en
relación con la formulación del texto original; puede ser léxica o estructural. Ej.: al
traducir, utilizar Golfo arábigo o Golfo pérsico (según la adscripción ideológica); o el
equivalente en árabe de Vas a tener un hijo (literalmente, Vas a convertirte en padre)
(Idem Hurtado Albir)
Modulación
La modulación, tal como la definen Vinay y Darbelnet, consiste en “una variación del
mensaje obtenida por medio de un cambio en el punto de vista, en la perspectiva”. A las
dificultades de traducción planteadas por las diferencias estructurales entre los dos
sistemas linguísticos en contacto, se suman a ellas dificultades de carácter más amplio
derivadas de las características específicas de tipo lingüístico y cultural.
Tipos más frecuentes de modulación:
1. En algunos casos se establece una transferencia metonímica puesto que el
vínculo entre el original y la traducción implica una relación de contiguidad
espacial, temporal o causal. Ej.: puzzle : rompecabezas; to pull one´s leg : tomar
el pelo (a alguien)
2. En otros, el cambio constituiría una sinécdoque, puesto que la relación sería de
inclusión, al ser uno de los miembros de mayor extensión que el otro: moon
blindness : ceguera nocturna; from head to toe : de pies a cabeza; the decision-
making machinery : el mecanismo de la toma de decisiones.
83
3. Asimismo, puede producirse una inversión de términos, en la que uno de ellos se
convierte en su opuesto: Health insurance : seguro de enfermedad; to stand in
one´s Light: hacerle sombra (a alguien); it´s beyond price : no tiene precio.
4. Otra posibilidad es la conversión de una doble negación en una afirmación (o
viceversa). Debe utilizarse cuando exista un vacío léxico o cuando la traducción
suene forzada. It seems not unlikely : es muy probable; I´d like you to keep it
quiet : me gustaría que no dijeras nada.
5. Otra modulación muy usual es el cambio de voz pasiva en active: You are
wanted on the phone : te llaman por teléfono; the meeting was held : se celebró
la reunión; we must do what we are told : debemos hacer lo que nos ordenan.
6. Puede producirse también un cambio de símbolos. El análisis de las metáforas o
las comparaciones de uso corriente pone de manifiesto las diferencias entre los
sistemas simbólicos del inglés y el castellano. El cambio de símbolos permite
evitar el efecto de extrañamiento, de desfamiliarización que se produciría al
transformar lo que es una fórmula estereotipada en una lengua en una fórmula
novedosa en la otra: to burn one´s bridges : quemar las naves; to get blood out of
a stone : sacar agua de las piedras; Heart and soul : cuerpo y alma.
Shift or transposition
Two languages do not have the same grammatical structure; therefore a literal
translation fails to convey the same idea or impression as the original. It is then
necessary to introduce some changes, for example in word order, a part of speech or
construction. This is called transposition that is a translation procedure involving a
change in the grammar from SL to TL.
Let’s consider now the most common type of shifts:
a. Two grammatical structures exist in both languages, but the way they work is
different; for example:
Order of adjectives
The White House
Changes from singular to plural or vice versa
It is on the road to recovery
The news is difficult to understand
There were thousands of people.
b. A Source Language grammatical structure does not exist in the TL; for example:
Spanish neutral adjective
Lo mas importante es solucionar el problema
Lo dificil es traducir.
English Gerund (translated into a relative clause, subjunctive, infinitive, noun,
al +
Infinitive, relative clause)
Working with you is a pleasure
We disagreed when talking about this
Without anyone’s knowing
Auxiliary “do” in English
Do come with us
He doesn’t drive a car but I do
I know you didn’t expect me to go but I did go.
84
The structure “adjective + for (pronoun) + infinitive”
It is important for us to see the differences
d. A change in verb tense or mood. The most common example is the change from the
indicative into the subjunctive:
I’m afraid there is some misunderstanding
He waited till everyone was quiet
I hope you don’t drink
e. Insertions are often necessary when a translation that is too concise will sound un-
Natural; for example:
Prepositions
Passengers to Paris
The plot against him
Demonstrative Pronouns
This proved to be extremely resistant.
Conjunctions (translated into preposition + relative pronoun or preposition +
noun)
The day when he arrived
I came back to where I had heard the voice
f. Other times, on the other hand, some omissions are necessary as for example in:
The reinforcement of an idea which is redundant in the other language.
Through collective and cooperative action.
The weather conditions existing in Washington became intolerable
In spite of the fact that he doesn’t play well...
He talked to her in a decisive manner.
Can + Verb of perception
Anyone can see you are a foreigner
I can hear the music in the next room.
Using + noun + infinitive
Using a pen to write.
Prepositions in idiomatic expressions
Hurry up.
On their way down from Washington to Miami.
Subjects
We planned it.
There + verb (other than verb “to be”)
There rose in his imagination visions of.......
85
(Excerpted from:
Newmark, Peter: “A Textbook of Translation”
Duff, Alan: “The Third Language”
Garcia Yebra, Valentin: “Teoría y Práctica de la Traducción”
And Vazquez-Ayora, Gerardo: “Introducción a la Traductología”)
Transposición
La transposición consiste en la modificación de la categoría gramatical de una parte de
la oración sin que se produzca ninguna modificación del sentido general. Según Vinay y
Darbelnet, “denominamos así al procedimiento que consiste en sustituir una parte del
discurso por otra, sin cambiar el sentido del mensaje”.
Ejemplo comentado:
They are generally used for cultural differences ( in the SL and TL cultures ) ,
technical differences related to the topic or linguistic differences ( when you want to
explain why you use words in a particular or strange way ) Their use will largely
depend on the readership and type of text . Usually, in the case of expressive text, they
are outside the TL version, and only minor concession for cultural details should be
made. In vocative text, translators tend to replace rather than supplement the
information.
The additional information can come:
86
2. as and adjectival clause.
3. as a noun in apposition.
4. as a participial group.
5. in brackets (for external translations of a transferred word).
6. in parentheses.
7. with a classifier.
Round brackets indicate that the material is part of the translation; square brackets
indicate a correction of the material or moral fact.
b. Notes at the bottom of the page, end of the chapter or as notes or glossaries at the
end of the book.
Whenever possible, the translator’s notes should come within the text so the flow of
attention is not interrupted. They should not be used when they blur the distinction
between the text and the contributions of the translator or when the explanations are
very long.
Notes outside the text can be cumbersome. Remember you should only use glosses,
notes or additions when you feel there can be a problem in the understanding of the
text. You should look up all word in reference books and try hard to find the right
equivalent.
87
CAPÍTULO III
88
TRANSLATION PROBLEMS
A. INTERTEXTUALITY AND INTENTIONALITY.
As Hatim and Mason (1990) hold, readers need knowledge to make sense of a certain
text and use their cultural background and knowledge structures in order to perceive
subtleties of intended meanings in a text or texts. We know that text senders or
producers and receivers share and, at the same time, exchange meanings. Sometimes we
recognise textual occurrences as signs that evoke areas of our previous textual
experience. This phenomenon is known as intertextuality, through which we recognise
texts in terms of their dependence on other texts, or in terms of references to texts we
have already read before, perhaps, used by the author with a special intention that may
be totally different from the intention of the author of the text from which the reference
was taken. As readers, we are aware of associations that have emerged from our
previous experience.
Intertextuality is a special problem when translating and interpreting. Sometimes the
translator has to travel the whole distance from the denotation of language (i.e. usage) to
the volume of signification which underlies use. He has encountered intertextual
references which will have to be pieced together to identify a chain of meanings, that is,
a semantic thread, leading back from signals encountered later in the text to earlier
signals and to the complete areas of knowledge being evoked. This means a real
challenge. A successful translation into any language is bound to be problematic if we
want to translate using the simple item-by-item replacement of a reference in the source
text by one in the target text. The translated text must reflect the cultural and ideological
significance in order to transcend the neutral sense of a concept. In this way,
intertextuality has and active function and entails the view that texts are never totally
original to a given author (Barthes, 1970) as they depend on the existence of prior texts
included in a system of codes and conventions. As Kristeva (1969) puts it, “every text is
constructed as a mosaic of citations, every text is an absorption and transformation of
other texts”.
Translators must be able to keep the intertextual reference in the translation, especially
in cases where the author’s intention is to sound satirical, or to use a metaphor or irony
to attain his goal. Intertextuality becomes a powerful tool for the sender and a challenge
for the translator who must transfer not only the information present in the text alone,
but the intentionality of the information content as well. Of course, the translator will
also make adjustments according to the text readers and their knowledge and belief
systems to their processing the texts. At this point, this is a question of decision-making
on the part of the translator.
Reference concerns mainly the bones -the factual content- of the writing. What does the
writer mean, what is he/she referring to when using words such as this, that, it, there,
here? Is it something stated or something implied? Are there any words left out, any
gaps that need to be filled in the translation? And, perhaps, most important of all, how
can the same references best be made in the target language?
The question matters because it relates directly to one of the weaknesses most
commonly encountered in translation, implied in the criticism: “It doesn’t sound right”.
If it is so, it is usually because the sequence of thought –and therefore, choice of words-
89
of the original has been too closely followed. The meaning may get through, but the
style, the spirit remains that of the source language. The original should be followed
only after considering alternatives.
The following text is a typical example where the translator is faced to the problem of
reference and ambiguity due to problems of syntax and lack of information:
Only the aborigines living in their traditional manner can survive in it unaided. Unlike
the white man, they make no attempt to dominate it. They do not try to tame its animals
or to cultivate its sands, but to them it yields enough to keep a man’s soul in his body. In
return, the aborigines worship it.
This quotation from The Listener illustrates two of the great dangers in the ordering of
words: ambiguity and incorrect emphasis or false reference.
Fortunately, it does not always happen that a sentence is so ambiguous that it cannot be
understood. Context often clarifies the meaning, as in the following example from The
Times:
A chemist at Bexley, London, had enough poison to kill 12,000 people returned to him
anonymously during a campaign for disposal of old medicines.
Ambiguity most often arises whenever there are two subjects or objects that might
equally be related to the same verb. English is particularly open to this kind of
ambivalence.
It is important for the translator to appreciate that, however ugly repetition may be, it
should not be avoided for aesthetic reasons. There may be occasions when the repetition
of a word is absolutely necessary.
Example: “A” is more like “B” than like “C”.
90
Examples: 1.Hunting tourism is well organised...and hunting grounds are reached by
car or by horse-drawn carts and those on high mountains on horseback (Tourist map of
Yugoslavia)
Cooking techniques vary from one group to another, as well as the time spent on it.
b. Collective nouns. Much argument still goes over collective nouns. Do they take
singular or plural?
Examples: 1. An important group of these methods are/is/ based on the insertion of
very thin electrodes in the depth of the nervous system.
2. There are/is, of course, a number of situations in which the observer...
PRACTICE:
91
e. Parallel structures. Words performing the same function in a sentence should, if
possible, have the same structural form.
Examples: 1. Nature merciless suppresses everything which is not an advantage for the
body but selects and preserves everything which is beneficial.
2. The film was traditionally manipulative in that there were not only sequences which
had been clearly directed to give match cuts, but also some scenes, in the present, were
used not entirely unambiguously.
A common excuse for incoherence is to say: “I know what I want to say, but I can’t
seem to find the words”. As if it were somehow the fault of the words fore getting lost.
Actually, it is more often when we do not know what we want to say that we cannot
find the words. But even when we can “find” the words, we still have to put them in
order, and that order can make a great deal of difference to what we “want to say”.
What we mean is both what we say and how we say it. English is not a language noted
for the flexibility of its word order. A word out of place can easily alter the meaning or
lead to ambiguity.
Examples: 1. Use after shaking well.
2. The doormat is over the key
3. I’d like the manager to speak me.
With translation, the reader is likely to be frequently surprised not only by the unusual
order of words but also by the odd choice of words we have seen before.
In good writing, the word order is not arbitrary. Even the simplest sentence may hide
emphases that the reader senses rather than notices. Compare the following sentences:
From these years dates the growth of small children’s homes.
The growth of small children’s homes dates from these years.
Generally speaking, we can say that the particular emphasis which the order of the parts
of a sentence in most Western languages produces is not likely to be greatly altered is
they are translated in the same order as in the original text. This is important in the case
of official translations where documents are discussed sentence by sentence and it may
be impossible to find a particular phrase or passage if it has been turned upside down in
the translation.
Regarding word order, the general rules the translator must bear in mind are the
following, among the most relevant, practical and the safest ones:
Stick to the order of the original text whenever possible, unless
*keeping the SL word order means breaking a TL structure rule, or
*it’s advisable (more natural) to change it.
This sometimes helps you avoid misunderstandings and, consequently, a bad
translation, and it may be a valuable help in case of ambiguities as well.
There are cases in which it is advisable to change the original word order, according to
different cases the two linguistic systems offer. The general rules to apply would be the
following:
Change the original word order when
92
*a translation which is “too” literal produces as a result an incorrect word order, as in
the case of
1. adjectives. Examples: red flag, red light, faithful image, faithful copy.
2. indirect questions. Example: When examining how painters belonging to three
different schools deal with the subject of relationships...
Would you translate it as: Al examinar cómo pintores pertenecientes a tres escuelas
distintas tratan el tema de las relaciones...
Or:
Al examinar cómo tratan el tema de las relaciones los pintores pertenecientes a tres
escuelas diferentes,...
4. collocations. Some groups of words always appear in the same order and this may be
different en each language.
Example: black and white (In Spanish: blanco y negro)
By passive constructions we mean those in which the grammatical subject of the verb is
not the agent or the producer of the action, and we shall limit discussion to that group of
passive constructions formed by verbal periphrasis with the past participle, and to the
use of the passive "se”. Verbal periphrasis is the grammatical term given to the
structure comprising an auxiliary verb, which usually loses some or all of its original
semantic content, and an infinitive, gerund, or participle: passive periphrasis always
employs a past participle. In the course of our discussion we shall use the abbreviation
SP to refer to the passive expressed in the terms of verbal periphrasis with "ser”, EP to
refer to passives with “estar”, and RP to refer to the passive reflexive.
SP constructions.
In most cases the translation of SP offers few difficulties. Examine the following typical
examples and discuss possible translations:
ST 1 (newspaper article on business matters) Gunter Rexdot fue propuesto como Nuevo
Ministro de Economía alemán.
ST2 (technical document) El agua salada es enfriada hasta la formación de hielo
ST3 (Spanish textbook on grammar) La construcción pasiva es poco usada en
castellano.
ST4 (tabloid newspaper picture caption) Un joven es asesinado a golpes por un
vigilante de discoteca.
93
TT1 Gunter Rexdot was proposed as the new German Minister for the Economy.
Because of the technical register, ST2 can also be rendered by a passive:
TT2 (a) The salt water is frozen until ice forms
However, in the ST the passive construction fulfils the function of describing a general
process, that is to say a timeless/habitual action, in which the use of a definite article
(suggesting specific salt water) may not be appropriate. This function of the passive
may be more readily conveyed by suppressing the direct article:
TT2(b) Salt water is frozen until ice forms.
This conveys the instructive, formal and generalizing tone of the ST, an extract from a
technical scientific text, more idiomatically than TT2(a). As with ST2, ST3 is likely to
be read as descriptive and rendered accordingly:
If ST3 is accepted as descriptive, use of the passive in the TL is appropriate. If only for
reasons of register, an active construction may be more plausible.
All three TTs render the passive into English. TT4(a) neutralizes the negative
connotations of the verb “asesinar” by generalization and omits detail from its
complement which, in the ST, contributed to the sensationalizing tone. TT4(b) also
generalizes the verb and its complement, but renders their connotations more faithfully;
TT4(c) maintains the detail in the form of the idiomatic English expression “beat to
death” which carries with it the sensationalizing tone of the ST, and consequently is the
most convincing communicative rendering. However, when the contextual function of
the ST is considered – a picture caption in a tabloid newspaper – the auxiliary verb in
the periphrasis which forms the passive should be suppressed:
EP/SP nuancing
ST5 indicates that care has been exercised in the construction of the houses since
building began – and it may not yet be complete – whereas ST6 refers to the completed
process of building.
94
TT5 refers to an activity which is incomplete at the time the statement was made,
whereas the perfective aspect of TT6 shows the process of building which has clearly
been completed.
ST7 and ST8 are both clearly passive according to the definition above:
Impersonal constructions
In ST10 the pressure of reading the “se”construction as reflexive outweighs the latent
passive structure:
6. proper names and titles. The tendency is to use the title after the name in English
and before the name in Spanish, except when the person is unknown and is mentioned
for the first time.
Examples: - Thomas Carlyle, the famous historian and man of letters...
- Goethe, the German poet...
- Dr. John Prutting, President of the Foundation for the Advancement of....
These are just some examples. However, you should remember that it is important to
keep the original word order unless the system forces you to change it. But, although its
word order may not be flexible, English is peculiarly elastic in its inflections, that is, in
the stresses and emphases in speech and writing which help to point to the meaning of
the sentence.
Example: I like it
I do like it.
The original word order may also be changed for stylistic reasons in literary texts or
when rhyme or meter forces you to do so. The question is how much freedom the
translator has to change the style of the original and, on the other hand, how true the
translator has to be to the original SL text. The question is very complex and each case
must be analysed separately in detail.
95
Theoretically a translation is good when it reproduces what is said in the original
(context) and the way it was said in the original (style). In practice, the fact that the
translator is working with two languages, makes it extremely difficult and, somehow, a
gain in one aspect produces a loss in the other.
There are two basic rules to remember, as García Yebra (1984) points out:
1. We have to say everything that was said in the original and ONLY what was
said in the original.
2. We have to say it as correctly and as naturally as possible.
The second rules gives you freedom but within the boundaries of the first.
The level of naturalness is grammatical as well as lexical, that is, you consider the most
frequent syntactic structures, idioms and words that are likely to be appropriately found
in the specific stylistic context you are working in.
We must remember what George Steiner said in After Babel: “Every language
structures and organises reality in its own manner and thereby determines the
components of reality that are peculiar to this given language”.
Translators must bear in mind that if there is too much imitation of the structure and
tone of the original text, the sense can be seriously be distorted. It is not a question of
rejecting the source language structure and tone but a question of not feeling totally
constrained by them. The translator is like a traveller, moving back and forth from one
world to another, and, like all travellers, he is exposed to fatigue and confusion at
having to switch permanently from one reality to another. The traveller is often asked to
describe what he has seen, yet no matter how many photographs he carries with him to
back up his words, he is aware that “something is missing”. But while the traveller
travels for himself, the translator travels for his “listeners” and they expect him to speak
to them in their language. If he forgets it and if he speaks to them in a third language –
in which the words are all known but put together in an unfamiliar way- he is like the
traveller who shows an out-of-focus photograph.
Therefore, for the vast majority of texts, you have to ensure:
that your translation makes sense;
that it reads naturally, that it is written in ordinary language, using the common
grammar, idioms and words that correspond to that kind of situation.
1
Notes taken from P. Newmark’s A Textbook of Translation; A. Duff’s The Third Language; M.
Orellana’s La traducción del inglés al castellano; V. García Yebra’s Teoría y Práctica de la Traducción;
G Vázquez Ayora’s Introducción a la Traductología.
96
interference will be. Many times both languages influence each other. Thus, we need
special care and attention to avoid the transference of incorrect structures.
Interference includes cases when sentence length, punctuation, proper names,
neologisms or cultural words are evidently transferred in the translation, in fact, all
cases where the language of the translation is manifestly affected whether appropriately
or not by the language of the original.
Interference can be classified into syntactical, lexical and figurative. Many tourist
brochures are a treasure of lexical and grammatical interference.
1. Syntactical interference. It makes reference to the cases when the translator neglects
the peculiar properties of his or her language grammar, or uses a structure which exists
but is less common in the target than in the source language. Under this heading we
have to pay attention to the following:
Literal translation or silly one-to-one translation.
Word order.
Incorrect use of articles, specially the indefinite article.
Interference in the use of singular and plural forms
Incorrect use of prepositions.
Inadequate use of gerunds, infinitives, progressive tenses, which generally shows a lack
of knowledge about their use.
Passive voice, more common in English than in Spanish and often translated into
Spanish as passive with the particle “se”.
Incorrect use of “que” and “quien” in Spanish.
Redundancy.
2. Lexical interference. The wrong choice of a lexical unit can distort the meaning of a
sentence. We must pay attention to the following to avoid this type of interference:
The faux amis or false cognates, where both source and target language include
thousands of Greco-Latinisms which have developed a second sense in another
language.
Words translated by their usual meaning instead of using an appropriate other meaning
more adequate for the register.
“Refined” or “elevated” usage of words possibly originating in bilingual dictionaries.
However, if such expressions appear in dialogue spoken by middle-aged or elderly
characters, then a corresponding “refined” translation is appropriate. When considering
this item, one always takes into account the use of the corresponding register for that
situation.
97
E. IDIOMS AND FIXED EXPRESSIONS
According to Mona Baker (1992), fixed expressions and proverbs such as As a matter
of fact, My best regards, Ladies and Gentlemen, Practise what you preach, permit little
or no variation in form when transferred to a TT. Idioms allow practically the same as
fixed expressions, but the latter often have transparent meanings as the meaning of the
whole expression can be easily deduced from the meanings of the words that constitute
it, which is not the case of idioms. If we consider It rains cats and dogs, for example,
the isolated meanings of the idiom do not help us to deduce the sense of the whole
utterance, since the expression is not the sum meanings of words and it has to be taken
as a unit to establish sense.
Fixed expressions and idioms reflect all the aspects of experiences which are associated
with the typical contexts in which the expression or idiom is used. They perform a
stabilising function in communication: Merry Christmas, Yours sincerely, Further to
your letter of... are good examples of the stabilising role and the special status that a
fixed expression can assume in communication.
The main problem fixed and idiomatic expressions represent in translation relate to two
main areas: the ability to recognise and interpret and idiom correctly and the difficulties
involved in rendering the various aspects of meaning that an idiom or a fixed expression
conveys into the target language; the difficulties are greater in idioms than in fixed
expressions.
However, there are some solutions the translator can resort to, using certain strategies.
The translation strategies to be used depend on many factors. It is not just a question of
whether there is an idiom with a similar meaning available in the TL. Other factors must
be taken into account: the significance of the specific lexical items which constitute the
idiom, the appropriateness or inappropriateness of using idioms in a given register or
style in the TL, the context in which the idiom is used, the rhetorical effect, among
others.
The first strategy, that is, finding an equivalent idiom in form and meaning in the
TL (an idiom consisting of equivalent lexical items) is the ideal solution to the problem,
but this is not always the case and it is occasionally achieved.
The second strategy involves using an idiom in the TL conveying a similar meaning
but dissimilar form. This means using an expression consisting of different lexical
items but keeping the intended meaning. In English, One good turn deserves another,
could be transferred into Spanish as Hoy por mí, mañana por ti.
The third strategy is the most common way of translating idioms when it is impossible
to find a match in the TL or when it is not adequate to use an idiom in the TL due to
questions or register or differences in stylistic preferences of the S and TL. This strategy
means translation by paraphrase which does not keep the impact of the original idiom
but, at least, provides the TL reader with the meaning or sense the author wants to
convey.
The fourth strategy (although the translator may find other strategies according to his
creativity and resourcefulness) is translation by omission: as it happens with single
words, an idiom may be omitted completely in the TT. This is done when there is not a
close match in the TL, its meaning cannot be paraphrased, for stylistic reasons or simply
because the idiom is not essential in the ST and there is no need to transfer it to the TT.
98
F. PUNCTUATION2
Punctuation should always assist and not hinder the flow of thought. The frequency of
punctuation is determined by the unit of thought and not by the length of sentences. The
importance of punctuation is many times forgotten by writers and translators. However,
here we will not deal with the theory about punctuation, we will only refer to the main
differences existing in punctuation between English and Spanish.
1. Comma
In English, the serial comma is used before the conjunction joining the series, which is
NOT the case in Spanish.
Example: All at one sitting, the boy ate raisins, nuts, corn, and rice.
English uses both a comma and a conjunction when separating two complete sentences.
This is NOT the case in Spanish.
Example: The movie ended late, and we went off to diner.
English uses a comma for: a) the serial component of sentences, and b) to separate
complete sentences. Spanish, however, only uses the comma for serial punctuation and
uses a semi-colon to separate the final complete phrase from the preceding group.
Example: The show at eight was cancelled, dinner was awful, and we had a flat tire,
but we were still in good humour by the end of the evening.
English uses a comma to indicate the beginning of a quote, whereas Spanish uses the
colon or dash (dos guiones o raya) for this function.
Example: He was angry when he said, “Just forget about what I told you”.
English uses a comma after the salutation at the beginning of a letter while Spanish uses
the colon for this function.
Example: Dear sir,
2. Dash
English sometimes uses the dash to explain and complement the previous idea, or to
introduce something unexpected, while Spanish tends to use the colon or comma.
Example: It is not an animal after all - it is a company, an assemblage.
We explode clouds of aerosol, mixed for good luck with deodorants, into our noses,
mouths, underarms, privileged crannies - even into the intimate insides of our
telephones.
3. Hyphen
In technical and scientific writings, the use of the hyphen is much more common in
English than in Spanish to bind words together while Spanish tends to use full phrases
or sentences.
He was a low-birth-weight child.
A two-meter long cable.
The-state-of-the-art equipment was already out of date.
4. Quotation Marks
The comma, period, and semi-colon tend to go outside the quotation mark in Spanish,
whereas in English, only the colon and semi-colon go on the outside.
“Why are you always asking so many questions,” I queried.
She responded, “I’m not really sure about that.”
2
Some excerpts were taken from M. Orellana’s La traducción del inglés al castellano and from J. G.
López Guix’s Manual de traducción.
99
5. Exclamation Marks and Question Marks
It should not be forgotten that in English they are used at the end of the exclamation or
question, while in Spanish they are used at the beginning and at the end.
Example: Have you seen my new car?
What a sad look you have, dear!
6. Capitalization
In Spanish, only the first word of a title is capitalised (unless it is a proper name),
whereas in English every word is capitalised, except for articles and prepositions.
Examples: Gone with the Mind.
The Mythology of South America.
Months, days, seasons, nationalities, languages are capitalised in English while there are
not in Spanish.
Examples: We were here on September 6, 1994.
The French flag.
7. Numbers
The way they are written varies from country to country. The tendency in English is to
separate every 1000 with a comma, and decimal places with a period, whereas in many
Spanish-speaking countries the opposite holds true.
$ 1,232,000.14 6.4% U$ 1.20 Pesos 30,50.
100
THE TRANSLATION OF PROPER NAMES AND INSTITUTIONAL TERMS
(Taken from Peter Newmark’ s A Textbook of Translation)
The general principle is that unless a single object’s or a person’s name already has an
accepted translation, it SHOULD NOT BE TRANSLATED; for example, to translate
MARTIN FIERRO you will not say MARTIN IRON!
People’s Names
Type Procedure
a. Ordinary People Usually transferred
3. Names of Objects
4. Geographical Terms
You have to check all terms in an updated reference book. Many geographical terms
used to be naturalised. The tendency now is to transfer them unless there is an
established translation, i.e. unless the translation is well known:
(PRAGUE, WARSAW, LEBANON, MIDDLE EAST, FAR EAST, FAR WEST,
CORDOBA)
101
An explanation should be added if there is a possibility of not knowing exactly what it
means. (CORVALLIS).
The name of streets, public buildings and squares are transferred and often coupled
with a classifier: (PLAZA SAN MARTIN, la CASA ROSADA); they are translated if they
are well known (RED SQUARE, WHITE HOUSE).
Firms, private institutions, schools, universities, etc. are in principle transferred (they
are not translated) but if necessary a brief explanation should be added: [UNC (National
University of Córdoba)]
The names of newspapers, journals and periodicals are always transcribed and often
coupled with a classifier.
b. Familiar Terms.
-If they are known internationally, they are generally naturalised (PENTAGON,
WHITE HOUSE)
-If not, they are either transferred or the TL equivalent of the original is used (THE
COMPANY FOR CIA, 10 DOWNING ST., CASA ROSADA)
d. Public Bodies
-They are transferred in the case of official documents or serious publications (e.g.
textbooks). If it is important to understand their meaning in the text, they are sometimes
literally translated (EPEC, BRITISH POSTAL SERVICES)
-In informal translations, a cultural equivalent may be given.
-If their meaning is opaque (BRITISH COUNCIL), a recognised translation is used.
They are usually transferred together with the appropriate functional equivalent, if
102
required (NATIONAL ORGANIZATION RESPONSIBLE FOR PROMOTING THE
ENGLISH LANGUAGE AND BRITISH CULTURE ABROAD). Literal translations or
neologisms should be avoided.
f. Political Parties.
-Their names have been affected by the traditions and the ideas of the different
countries. The differences may have to be explained. (RADICAL, THE
ARGENTINIAN RIGHT IS THE LIBERAL PARTY) (DEMOCRATIC PARTY IN
THE USA).
-Regarding the party member positions, one has to be careful about the possible
connotations (workers).
i. Historical Terms.
-The general principle is not to translate them unless they have an established equivalent
(THE AGE OF ENLIGHTENMENT).
k. Artistic Terms.
-The translation of artistic terms referring to movements, processes and organizations
generally depends on the reader’s knowledge. For educated readers, if the names are
“opaque”, they are generally translated (THE LONDON PHILARMONIC
ORCHESTRA).
-The names of buildings, museums, theatres, opera houses are likely to be transferred
unless they are well known and have established equivalents (MET).
-Many terms in art and music remain Italian (FORTISSIMO), but French in ballet (PAS
DE DEUX).
-The various -isms are naturalised (IMPRESSIONISM, FAUVISM, COGNITIVISM).
General Considerations
The possible translation procedures to be used for institutional terms can be summarised
as follows:
Transference.
103
Cultural Equivalent.
Literal Translation.
Functional or Descriptive Equivalent.
Translation Label.
Naturalization.
Couplet.
Accepted Translation.
Glosses and Notes.
Classifier.
which should be used as stated above.
In general, the more educated the readership, the more the terms are transferred. At the
other end, the terms tend to be explained in the TL text. Some consistency in translating
or transcribing institutional terms is desirable: thus, in the case of similar sets of terms,
the translator should proceed consistently. Glosses should be added to sets of
transcribed terms depending on the readership. The explanations should aim at giving
the function rather than the description of the term and they should be as concise as
possible.
Two common mistakes that should be avoided are:
1. the translation of institutional terms using a term which is not the recognised
equivalent (whenever there is a recognised translation, that is the only term that should
be used);
2. a careless use of TL terms without paying attention to the possible connotations of
the words.
h. ACRONYMS
They can be defined as the initial letters of words that form a group of words used
for denoting an object, an institution or a procedure. There are different types of
acronyms:
The ones coined for a specific text (and used only there). They are usually
explained within that text. They are transferred or recreated.
Cultural acronyms. They are usually transferred and an explanation may be added
depending on the readership and the intention of the text. e.g. The acronyms for
political parties are usually transferred but sometimes it is important to know what it
claims to be instead of what it stands for. (UCR)
In science: Acronyms may designate products, appliances and processes.
Sometimes the letters become joined up and become internationalisms (COBOL,
LASER, RADAR).
Some enzymes and compounds become internationalisms too (LSD - LYSERGIC
ACID DIETHYLAMIDE - DIETILAMIDA DEL ACIDO LISERGICO).
Some acronyms have recognised translations (DNA - ADN).
Local companies and institutions: In this case, they are usually transferred (CGT,
ENTEL) and if necessary they are explained. The type of explanation (function or
name of the institution) will depend on what it is important within the specific text.
International institutions are usually through-translated (OEA - OAS). Others become
internationalisms (UNICEF - UNESCO - FAO- NAFTA)
104
I. EPONYMS
An eponym is any word that is identical with or derived from a proper name which
gives it a related sense.
Persons:
The eponym may derive from the inventor’s or discoverer’s name. It is usually
transferred. (BEAGLE CHANNEL, HUMBOLDT CURRENT, GILLETE).
The biggest growth comes from the conversion of names to adjectives ( -IST, -ISTA)
and to abstract nouns ( -ISM, -ISMO) (THATCHERISM, GAULLIST, MARXIST,
MARXISM). An explanation may be necessary in some cases (REAGANOMICS).
Objects: It is important to distinguish between:
- Brands that monopolise the referent and become internationalisms (FORMICA,
ASPIRIN, WALKMAN). An explanation should only be added if the brand name is not
known to the readership.
- Brands that have another accepted translation in the TL (SCOTCH: a tape and
whisky). It is better to use a neutral term rather than the transferred term.
The translation of units of the metric system and others will depend on their setting and
the intended readership. Thus, in translating newspaper and periodical articles into
English, they are normally converted to the so-called Imperial system, i.e., miles,
pounds, etc.
In translating specialised articles, professional magazines, etc., they are usually
transferred (i.e., the metric system is retained) but for cookery articles, they are both
transferred and converted to the Imperial system.
For fiction, the decision whether to transfer o convert them will depend on the
importance of retaining local colour. SL units should be used in all scientific
translations, giving the equivalence where appropriate.
Another important point to take into account is the distinction existing between the
American billion and the Spanish billion.
When the currency is strong, there is a recognised translation (with the exception of the
British pound, which is translated, all other strong currencies are naturalised). Weak
currencies are normally transferred.
105
CAPÍTULO IV
106
TRANSLATION OF CONSUMER-ORIENTED TEXTS
107
CAPÍTULO V
Traducción y Cultura
108
TRANSLATION AND CULTURE3
Culture can be defined as a way of life and its manifestations that are peculiar to a
community that uses a particular language as its means of expression. Although a
language is peculiar to a specific community, it does not always pose a problem. We
can distinguish between universal words, where terms like “swim” or “mirror” will not
cause a translation problem, and cultural words which either only belong to a specific
community (sauna) and consequently there is not a direct equivalent in the other
language or as words that have different referents in the SL and TL community.
When confronted with the latter type, we should bear in mind the following contextual
factors before attempting any translation.
Purpose of the text.
Motivation and cultural, technical and linguistic level of readership.
Importance of referent in SL text.
Setting.
Recency of word/referent.
Future of referent.
1. Geographical
-Geographical features are in general highly connotative. However, some of them are
typical from a country and have strong elements of local colour. Words like these, such
as “pampas”, “páramos”, “and bushland ”,“ marshes” are usually transferred, with the
addition of some classifier or brief reference depending on their importance in the text.
-Words for fruit in general either have a recognised equivalent for each country or are
transferred and subject to naturalisation as time goes by. (pomelo, kiwi, avocado,
passion fruit).
-The species of flora and fauna are local and cultural, and are not translated unless
they appear in both the SL and the TL environment. It must be remembered that they
even vary from country to country. However, when translating technical texts, it is
better to always include its Latin botanical and zoological classification, which is
universally known, and thus any possible confusion is avoided.
2. Material Culture
-Food is an important expression of national culture, and is subject to the widest variety
of translation procedures. Some settings like menus, cookbooks, tourist brochures,
journalism, increasingly contain foreign food terms. In principle, one can recommend
translation for words with recognised equivalents, and transference, plus a neutral term,
for the general readership.
If the recipe for a certain food is given, there is general no need for an explanation.
Words that are in French could be left as they are, and generally are thus used for
prestige reasons.
3
Some excerpts are taken from P. Newmark’s A Textbook of Translation.
109
-National costumes when distinctive are not translated (kimono, jeans, bombachas, kilt,
ruana). In general clothes may be sufficiently explained for TL general readers if a
classifier or generic noun is added.
-Many language communities have a typical house or construction which for general
purposes remains untranslated (palazzo, chalet, hacienda, villa, cottage, tapera, rancho,
ranch), and a classifier may be added depending on the purpose of the text and the
readership.
-The names of planes and cars are often internationalisms and consequently are just
transferred (Jumbo 747, Volvo, Boeing, Renault).
3. Social Culture
In considering social culture, one has to distinguish between denotative and
connotative problems of translation. Within the first category, we can include terms
used for shops and games. Words indicating typical shops are usually transferred
adding a classifier if necessary (pub, bistro). Most of the names for shops have a
recognised translation (área peatonal, galería, shopping center). The names of national
games tend to be transferred and with time they become naturalised (rugby, baseball,
football, tennis, “fútbol”)
As regards the second category, connotative words may sometimes present difficulties,
and the translator should always be aware of any political, social or philosophical
reference. The choice of equivalent should be closely thought of, considering positive
and negative connotations or any possible bias that the chosen word may have. (The
working class, nationals, plebe, the grass roots, etc.)
It is assumed that any series of local government institutions and posts should be
transferred when the terms are unique (canton). When more than one equivalent
exists the most “literal” one should be used.
Particular attention has to be paid to the setting of the translation, before deciding
for transference, or a translation label.
Again, care must be taken to avoid any confusion in the translation of words with
political, social or philosophical connotations.
COMPONENTIAL ANALYSIS16
In translation, Componential Analysis means to compare a SL word with a TL word
which has a similar meaning, but it has not an obvious one-to-one equivalent, by
demonstrating first their common and then their differing sense components. Normally,
the SL word has a more specific meaning than the TL word, and the translator has to
16
Taken from Newmark, Peter: A Textbook of Trnaslation UK: Prentice Hall International Ltd. 1989.
110
add one or two TL sense components to the corresponding TL word in order to produce
a closer approximation of meaning.
The sense components of a lexical unit may be referential and/or pragmatic. A source
language word may be distinguished from a TL word on the one hand in the
composition, shape, size and function of its referent; on the other, in its cultural context
and connotations, as well as in its currency, period, social class usage and its degree of
formality, emotional tone, generality or technicality. A word like “chair”, written in
small letters, has only referential components, being pragmatically “neutral”, but “jolly”
in “jolly good”, a slight, middle-class intensifier, which can only be over-translated in
French and under-translated in German, both languages missing the connotation of the
social class.
Sense components have been variously called semantic features or semes. Any SL or
TL word pair that you are analysing will show some common and some distinguishing
or diagnostic components. Many words also have supplementary, figurative or technical
components which become diagnostic in certain contexts; thus for “mule”, “obstinate”,
“stubborn”. More commonly, a translator will analyse a word contextually, thereby
dealing with one sense of the word, and thereby restricting its TL sense components.
Normally, he carries a CA only on a word of some significance in the TL text which
cannot be adequately translated one to one. If the word is not important, he will
normally make do with a TL synonym.
CA attempts to go far beyond bilingual dictionaries, the evidence of SL informants, and
the translator’s understanding of his own language. The only purpose of CA in
translation is to achieve the greatest possible accuracy.
LEXICAL WORDS
The first and most obvious use of CA is in handling words that denote combinations of
qualities that appear to show up a lexical gap in the target language (untranslatable
words).
“Snigger” combines laughing quietly with unkind behaviour, especially when
something is not supposed to be funny and it has a negative connotation.
“Cringe” combines behaviour (draw back, bow down) with an amotion (servility,
cowardice, timidity) which is always negative. In both examples a neutral translation
misses the point.
CULTURAL WORDS
The second use of CA is in translating cultural (and institutional) words that the
readership is unlikely to understand; normally, you should include at least one
descriptive and one functional component.
“Gites”: rural lodging in France to let to tourists.
“Konditorei”(confitería): coffee shop serving and selling cakes and pastries.
The components of each example are unlimited, although in a steeply descending order
of significance.
In “time is money”, the components of “money” are infinite but decreasingly
significant: a- precious; b- concrete; c-measurable; d-can depreciate.
SYNONYMS
111
CA can be used to differentiate SL synonyms in context. Frequently, such synonyms
(e.g. “worship and adore”) are used for emphasis only, and can be translated using a
verb with an adverb or adverbial group as an intensifiers (e.g. Adorare con fervore).
Further, object synonyms are coupled in a few set phrases such as “let and hindrance”
(obstacle); “Will and Testament” (Testamento); “Goods and Chattels” (bienes muebles);
“Freedom and liberty” (libertad); “null and void” (nulo); “terms and conditions”
(cláusulas) and many others where a parallel coupling in translation would normally be
unnecessary.
Fourthly, CA can be used to distinguish the meanings of SL cultural sets and series,
when their TL equivalents, even if they have transparently similar names, have widely
different functional and/or descriptive components.
Example: a table of English meals:
Word Time Class Area Content
Breakfast “Great Up to 9.30 am WC UK Tea, coffee,
British” cereal, bacon
and eggs
Breakfast Up to 9.30 am MC UK Tea, coffee,
“Continental” toast
Coffee break 10-11 am All UK Coffee, biscuits
(elevenses)
Brunch 11 am – 12:30 - N. America Hot meal
pm
Lunch 1-2 pm UMC UK Hot meal
Dinner 1-2 pm WC UK Hot meal
Children
Luncheon 1-2 pm Nobility UK Hot meal
Snap 1-2 pm WC N. England Packed lunch
Tea break 3-4 pm UK Tea, biscuits
Tea 4-5 pm MC UK Tea, bread, jam,
cake
(High) Tea 6-7 pm WC N. England Main meal
Supper 8-11 pm UK Main meal
Dinner 8-9 pm UMC UK Main meal
112
Translation Procedures
Summing up, two translation procedures which are at opposite ends of the scale are
normally available: transference, which usually in literary texts offers local colour and
atmosphere, and in specialist texts enables the readership to identify the referent in other
texts without difficulty. However, though it is brief and concise, it sometimes blocks
comprehension, it emphasises the culture and excludes the message.
At the other end, there is componential analysis, which excludes the culture and
highlights the message. It is based on a component common to the SL and the TL, for
example in the case of “dacha” -house- to which you add the extra contextual
distinguishing components (“for the wealthy”).
113
CAPÍTULO VI
114
DIFFERENT AREAS IN TRANSLATION
In general terms, translation is a cover term that comprises any method of transfer, oral
and written, from writing to speech, from speech to writing, of a message from one
language to another. Professionally, however, the term “translation” is confined to the
written, and the term “interpretation” to the spoken language. Further, there are two
modes of interpreting: simultaneous (from a booth) and consecutive (from notes after
each intervention).
Coming back specifically to the translation of texts, we can distinguish three main
areas: (a) scientific-technical texts, which are usually handled by the translation
departments of public corporations, multinationals, government departments and the
freelance translator: (b) institutional-cultural texts (culture, law, commerce, social
sciences in general) handled in particular by international organizations and public
translators; and (c) literary and journalistic texts, normally handled by freelance
translators (where we might include journalism, press agency items, reports of
meetings, and others).
The particular difficulties of sci-tech texts lie in the SL neologisms; the lack of an
appropriate technical term in the TL, forcing the translator to use a descriptive term in
its place; the labyrinth of semi-synonymous technical terms, some archaic, some
written, some spoken, some regional, some familiar alternatives, some lay, some
professional, some academic, some rarely used, some often used in another sense, in
another technology, some just redundant; flowers, insects, diseases – they all have a
mass of alternative terms – and the translator may have to sort them out. One may
consider three varieties of technical language: (a) Academic, which includes transferred
Latin and Greek words associated with academic papers, e.g. “phlegmasis alba dolens”;
(b) Professional, which includes formal terms used by experts, e.g. “epidemic parotitis”,
“varicella”; and (c) Popular, which includes layman vocabulary and may be familiar
alternative terms; e.g. “mumps”, “chicken pox”.
The particular difficulty of institutional-cultural texts lies in relating the various terms
that have no linguistic and/or referential equivalence in the TL culture to the readership
and the setting of the TL text; the various criteria and procedures have to be related to
each other before they are translated, and the emphasis both on the form and the content
of the message with passages with high degree of difficulty, complexity and obscurity.
A priori, literary translation (and we may add many cases of journalistic translation) has
the greatest number of peculiar difficulties, (where connotations and figurative language
often become a translator’s headache) since the source language itself is of cardinal
importance and is an integral aspect of meaning, and poetry, which may use all the
resources of language being the most formidable of all translation tasks; it requires a
greater empathy with the writer than other text-types.
115
BIBLIOGRAFÍA
OBLIGATORIA
Manual de Cátedra (actualizado anualmente).
Diccionarios Monolingües y Bilingües generales actualizados.
8.2.RECOMENDADA
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DOLLERUP C. (ed). Teaching Translation & Interpretation. John Benjamins, 1992.
DUFF, A. The Third Language. Pergamon Press, 1981.
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- Diccionarios, glosarios y otras Fuentes relevantes de información disponibles on-line.
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