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Attachment Theory and Psychoanalysis Peter Fonagy. Peter Fonagy. London. Other Press (USA). 2001.
Barcelona. Editorial SPAXS. S.A. (2004).
En el primer tomo de la trilogía sobre el apego, Bowlby hace una descripción del
sistema de apego meramente conductual: la necesidad aparece en ausencia del
cuidador/a y la presencia física de éste/a hace desaparecer esa necesidad. Esta
perspectiva es la que, a juicio de Fonagy, ha ocasionado las críticas por parte de
los psicoanalistas, quienes no han sabido apreciar la evolución de la teoría del
apego. Después de Bowlby, Ainsworth creó una situación de laboratorio, llamada
“Situación Extraña”, que el autor describe más extensamente en el Capítulo 2. En
el segundo volumen de la trilogía, Bowlby sostuvo que la meta del sistema de
apego es mantener al cuidador accesible y receptivo, y para referirse a esto,
utilizó el término disponibilidad (Bowlby, 1973). Este autor, en el tercer volumen
sostiene que las experiencias con el cuidador, mediante una serie de procesos
cognitivos, dan lugar a modelos representacionales, a los cuales Craik (1943)
denomina Modelos de Funcionamiento Interno. En este sentido señala Fonagy la
influencia de Piaget. Esta concepción del sistema de apego da paso a una
consideración más sofisticada en cuanto a las diferencias individuales. El apego
seguro se caracteriza por Modelos de Funcionamiento Interno en los cuales la
figura de apego es percibida como accesible y receptiva si se la necesita. Fonagy
subraya la clarividencia de Bowlby al considerar la receptividad del cuidador
como determinante de la seguridad del sistema de apego. Bowlby también
considera que hay un modelo de funcionamiento complementario del self.
Fonagy lo ejemplifica diciendo que un niño cuyo cuidador tenga un modelo de
funcionamiento interno focalizado en el rechazo, desarrollará un modelo de
funcionamiento complementario del self como no mereciendo ser querido; en
este sentido hay que valorar las aportaciones de la psicología cognitiva y la
teoría de las relaciones objetales.
Hofer (1995) llevó a cabo una serie de investigaciones con crías de roedores que
evidencian la base biológica de la conducta de apego y, a partir de los estudios
realizados por él, se desprende que estar cerca de la madre e interactuar con ella
va más de una mera protección, constituyendo un componente fundamental para
el desarrollo de un sistema de regulación fisiológica y conductual.
Sistema de Cassidy y Marvin: Es una clasificación del apego para niño de edades
comprendidas entre dos años y medio, y cuatro.
El autor destaca que 14 estudios han relacionado las respuestas de los padres en
la Entrevista de Apego del Adulto con el tipo de apego que muestra el niño en la
Situación Extraña: la categoría rechazante del adulto se corresponde con el
patrón de apego evitativo en la Situación Extraña. Una actitud preocupada en la
AAI predice un apego ambivalente-resistente. Las entrevistas del Adulto
clasificadas como no resueltas (duelo no elaborado), predicen un modelo de
apego en el niño, desorganizado / desorientado.
Bowlby sostenía con firmeza que el vínculo de apego entre la madre y el niño
debía de tener consecuencias tanto en las relaciones posteriores como en la
comprensión de uno mismo y en el desarrollo o no de psicopatología.
Posteriormente se han realizado estudios para confirmar dicha hipótesis, con los
resultados siguientes:
Se han realizado estudios cuyo objetivo era poner de relieve la correlación entre
el patrón de apego y algunas características de personalidad. Fonagy considera
que del resultado de estos estudios no se desprende una relación unívoca entre
tipo de apego y comportamiento manifiesto de la personalidad; mientras que,
probablemente, la modalidad de apego incide en la capacidad representacional
del sujeto respecto al self, a los otros, y a la relación con los otros.
Las investigaciones realizadas por Cassidy (1988) revelan que niños con apego
inseguro hacen descripciones negativas de sí mismos y, sin embargo, son más
reacios a admitir sus limitaciones.
Apego y Psicopatología
A) Infancia y adolescencia
Algunos estudios han encontrado las siguientes relaciones entre diferentes
patrones de apego y algunos trastornos psicopatológicos. A modo de ejemplo,
citaré algunos resultados mencionados por Fonagy.
B) Edad adulta
La conducta desorganizada de apego fue descrita por primera vez por Main y
Solomon en 1986. Main y Hesse (1990) relacionaron el apego desorganizado con
un ambiente asustado o asustador. Este tipo de apego aparece con frecuencia en
niños cuyos cuidadores inspiran miedo, por lo que se enfrentan a la situación
paradójica de necesitar protección de las figuras que a su vez provocan
circunstancias atemorizantes.
Winnicott (1958) y Roy (2000) compararon 19 niños que vivían en aldeas infantiles
con niños que vivían en familias de acogida, y comprobaron que la hiperactividad
era mucho más acentuada en los niños de las aldeas infantiles.
- Puntos de convergencia:
El modelo estructural freudiano supuso una base importante para la teoría del
apego. La idea de Freud de conflicto en cuanto a oposición entre deseo y
realidad tiene gran importancia para los teóricos del apego.
El patrón de apego desorganizado descrito por Main y Hesse (1990) referido a la
dependencia de un cuidador abusivo se corresponde con el concepto freudiano
de adhesividad de la libido.
- Puntos de divergencia:
El autor piensa que el punto de vista de Freud era restringido respecto a los
factores sociales y culturales que inciden en el desarrollo. Además, el hecho de
situar el período edípico entre los tres y los cuatro años resta importancia a todo
lo sucedido en la primera infancia. Acerca de este período, las formulaciones
freudianas eran abstractas y no estaban basadas en la observación.
En 1900 Freud afirma que el niño se ve forzado a buscar los objetos al fracasar
en la gratificación oral, mientras que para Bowlby el niño está especialmente
interesado en la relación con el otro. Mientras este último atribuye a la
motivación de apego un carácter primario, Freud considera que ésta es
secundaria respecto de otras necesidades.
El autor concluye este capítulo diciendo que si bien Freud ha tenido su influencia
en Bowlby, las discrepancias entre ambos superan a los puntos de vista en
común. En los siguientes capítulos se propone profundizar en el resto de
modelos psicoanalíticos.
René Spitz
Edith Jacobson
Eric Erikson
Al mismo tiempo que este autor se interesaba por estos temas en Viena, Bowlby
ponía las bases para el desarrollo de la teoría del apego en Londres; ambos se
formaron con Anna Freud.
Tanto Bowlby como Erikson se vieron sometidos a duras críticas por parte de los
psicoanalistas de su época, y ambos se sirvieron de los aportes provenientes de
ciencias limítrofes al psicoanálisis.
- Puntos de divergencia
Anna Freud fue una de las primeras autoras psicoanalistas que estableció una
relación entre etapas del desarrollo y trastorno psicopatológico. Además,
siempre estuvo interesada en la observación. Anna Freud y Dorothy Burlingham
llevaron a cabo observaciones dolorosas con niños que habían sobrevivido a
campos de concentración, percibiendo que estos niños, en los momentos de
tensión buscaban la cercanía con los otros, especialmente con los adultos.
Fonagy compara los mecanismos de defensa estudiados por ella con los
patrones de apego. En este sentido, el autor considera que éstos son
construidos por el niño para afrontar la interacción con los cuidadores, y el
patrón de apego evitativo puede estar relacionado con el mecanismo de evitación
descrito por Selma Fraiberg (1982).
Para Mahler es importante ver cómo el niño toma conciencia de sus límites
corporales, y tiene muy en cuenta el papel que desempeña el cuidador en el
desarrollo del self corporal. Este concepto adquiere mucha importancia en las
patologías severas, puesto que en estos casos, los pacientes tienen una imagen
caótica de su cuerpo. Debido a ello, en ocasiones se ocasionan automutilaciones
o padecen de anorexia severa. Fonagy valora también muy positivamente esta
concepción de la autora, porque nos permite una mayor comprensión de la
agresividad.
En cuanto a las diferencias entre ambos modelos, el autor subraya que Mahler
considera que hacia los cuatro meses comienza un período en que es necesaria
la diferenciación entre el self y el otro. Por su parte los teóricos del apego
sostienen que el foco del desarrollo en el período comprendido entre los 4 y los
18 meses, es la relación con la madre. Ésta proporciona al niño una base segura,
desde la cual relacionarse con los otros. Por otra parte, la autora considera las
conductas independientes o ambivalentes como normales, mientras que Bowlby
y sus discípulos piensan que estas conductas están motivadas por la ansiedad
derivada de la separación.
Sandler
Esta autora asume el concepto de instinto de muerte, que condiciona según ella
la relación que el niño establece con el mundo interno. Además, Melanie Klein
realiza una descripción de las dos posiciones fundamentales del psiquismo
(Klein 1935): la posición esquizo-paranoide en la que el sujeto establece una
relación parcial con el objeto, y la posición depresiva, en la cual el sujeto
establece una relación con una imagen amada y odiada al mismo tiempo. Otra
aportación kleiniana de considerable importancia es su concepto de
identificación proyectiva (Klein 1946), que supone la externalización de partes del
yo. Es importante destacar el carácter interactivo de este mecanismo. En este
sentido, Bion distingue entre identificación proyectiva normal que permite la
empatía, y la identificación proyectiva patológica que supone falta de
comprensión.
Winnicott
- Puntos de divergencia
En este capítulo Fonagy revisa los puntos de vista de Modell, Kohut y Kernberg.
Modell
- Puntos de divergencia
Además considera que las relaciones objetales son una necesidad adaptativa y
no un mecanismo emocional como defiende Bowlby.
Heinz Kohut
- Puntos de contacto
Fonagy cita a Lichtenberg (1989), autor kohutiano que afirma que el apego es uno
de los cinco sistemas motivacionales, a pesar de que mantiene otras
motivaciones tradicionales como son la libido y la agresividad.
- Puntos de divergencia
Fonagy piensa que este autor no define con claridad el concepto de self, puesto
que por una parte lo considera una representación, y al mismo tiempo le atribuye
las propiedades de una motivación, tales como expectativas.
Además, este autor, al igual que muchos psicoanalistas, realiza una descripción
de la omnipotencia del bebé en términos adultomórficos.
Otto Kernberg
Kernberg es el psicoanalista vivo más citado en la actualidad, y ello se debe al
grado de coherencia logrado al describir la teoría estructural desde las
relaciones de objeto. Este autor afirma que las pulsiones, más que ser la causa
del desarrollo, son la expresión del mismo; piensa que el self evoluciona a partir
de una relación que es consecuencia de la internalización y que ésta es un
proceso complejo que incluye: la introyección de todas las experiencias, la
identificación y la identidad del yo.
- Puntos de contacto
Fonagy afirma que las coincidencias entre este autor y Bowlby son menos de las
que podría esperarse, lo que resulta más llamativo si tenemos en cuenta que
ambos mantienen un interés común por la experiencia. En este sentido, Kernberg
es el único psicoanalista que ha confeccionado un manual de psicoterapia.
- Puntos de divergencia
Fonagy señala que este autor, a diferencia de los teóricos del apego, no atribuye
una importancia especial a las experiencias tempranas. En otro aspecto,
Kernberg mantiene el concepto clásico de pulsión, aunque Fonagy considera que
ello puede deberse al hecho de no querer distanciarse del psicoanálisis
norteamericano. Este autor afirma que la aparición de los trastornos límites de la
personalidad se debe a la intensidad de pulsiones agresivas unida a una
debilidad del yo. En este sentido, se contradice con la teoría del apego que
sostiene que la consideración de una agresividad innata es reduccionista.
Kernberg sostiene que Bowlby no considera el mundo interno del niño. A juicio
de Fonagy, esta observación es injusta si tenemos en cuenta el concepto de
Modelos de Funcionamiento Interno.
Daniel Stern
El autor subraya el papel que desempeña Stern como nexo de unión entre las
teorías del desarrollo y psicoanálisis. Este autor ha continuado la tradición de
autores psicoanalíticos como René Spitz y Mahler, los cuales han desarrollado
sus teorías a partir de la observación. Daniel Stern ha elaborado una teoría
acerca del desarrollo del self en el que distingue cuatro fases:
- Puntos de divergencia
Por otro lado, la afirmación de este autor acerca de que los Modelos de
Funcionamiento Interno están formados por los esquemas de “maneras de estar
con” aún no ha podido demostrarse.
Fonagy cita a Mitchell como uno de los analistas norteamericanos que nos ha
descrito con mayor profundidad el modelo relacional. Mitchell sostiene que la
experiencia individual se constituye a partir de la matriz relacional.
- Puntos de contacto
El autor refiere que Sullivan describe las primeras interacciones entre el bebé y
su medio circundante como moldeando las capacidades innatas del bebé. En
este sentido, Sullivan atribuye la aparición de conflictos a factores procedentes
del entorno. Además, en el marco de las relaciones interpersonales, desde
ambos enfoques, se otorga una significación muy especial a la relación diádica.
Por otra parte, Fonagy enfatiza que los psicoanalistas pertenecientes a esta
corriente sostienen que las vicisitudes del pasado tienen su incidencia en el
presente, sobre todo a nivel de memoria procedimental.
El nexo de unión más importante entre ambas teorías se refiere a la relación que
ambos establecen entre pulsiones biológicas y el campo relacional, y en este
sentido destaca la valiosa descripción que realiza Mitchell de la agresividad y la
sexualidad como constituidas a partir de la matriz relacional.
- Puntos de divergencia
Fonagy afirma que en algunos autores las formulaciones psicoanalíticas y las del
apego se hallan entrelazadas de tal manera que es difícil incluirlos en uno de los
dos enfoques.
Karlen Lyons-Ruth
Morris Eagle
Este autor sugiere que la teoría del apego ha surgido como reacción a ciertos
planteamientos psicoanalíticos tradicionales. Eagle pone de relieve una
diferencia fundamental entre el psicoanálisis y la teoría del apego. Así, mientras
el primero señala que la principal causa de patología son los factores internos,
los teóricos del apego consideran que los factores externos desempeñan un
papel determinante en el desarrollo de la personalidad.
Jeremy Holmes
Por otra parte, establece un paralelismo entre la teoría kleiniana y la teoría del
apego, realizando un análisis comparativo entre los tres patrones de apego
definidos, y las posiciones descritas por Melanie Klein; de esta manera relaciona
el apego seguro con la posición depresiva puesto que los individuos clasificados
dentro del patrón de apego seguro son capaces de percibir al objeto de una
manera constante. Esto les permite el encuentro con la figura significativa, así
como la separación de dicha figura. En cuanto a los patrones de apego inseguro,
tanto los clasificados de apego evitativo como los clasificados de ambivalente
presentan miedo a intimar y una escisión del self, lo que en el pensamiento
kleiniano se correspondería con la posición esquizo-paranoide.
Este autor sostiene que el psicoanálisis se podría beneficiar si retoma las bases
biológicas de la teoría del apego. Holmes profundiza en los resultados obtenidos
en una investigación con macacos cuyas madres no podían atender demasiado
tiempo a sus crías debido a la necesidad de buscar el alimento; cuando estas
crías llegaban a la edad adulta se mostraban hiperreactivas a una sustancia
noradrenérgica e hiporreactivas a una sustancia serotoninérgica; lo que le lleva a
afirmar que la afectividad dota al niño de un sistema defensivo que lo capacita
para discriminar entre situaciones de seguridad y situaciones de peligro. Esta
afirmación está relacionada con la desregulación característica de los pacientes
“borderline”.
Arietta Slade
Slade propone aplicar conceptos provenientes de la teoría del apego para realizar
una revisión de la técnica psicoanalítica, sosteniendo que la clasificación de
Main y Goldwyn además de otros medios diagnósticos, puede ayudarnos en la
comprensión de los pacientes. Esta autora piensa que las distorsiones en el
lenguaje son una manifestación de los esfuerzos que el niño realiza para
conservar el vínculo con la figura de apego, aunque ello suponga la escisión de
sus sentimientos y percepciones.
Alicia Lieberman
Fonagy atribuye a Selma Fraiberg el establecimiento de la terapia bebé-figura
parental, cuyo objetivo es tratar los trastornos de la relación en los tres primeros
años. Lieberman ha desarrollado este modelo de psicoterapia, articulando los
aportes de la teoría del apego con la psicoterapia madre-bebé de inspiración
psicoanalítica.
Capítulo 12: ¿Qué tienen en común las teorías psicoanalíticas y las teorías del apego?
El papel del trauma como impedimento para la integración de los dos modelos de
realidad psíquica
Martin y Hesse (1992) han enfatizado los perjuicios que puede ocasionarle al niño
tener una madre asustada. Cuando el niño percibe a la madre como alguien que
se asusta percibe al objeto como parte del self y vive su estado mental como
peligroso.
El concepto de apego
Los trabajos de Anna Freud acerca de los efectos causados en los niños por la
separación de sus padres, debido a la guerra revelan comportamientos de apego.
A pesar de ello, esta autora se mantuvo firme en las críticas a Bowlby.
Fonagy continúa diciendo que autores procedentes del ámbito psicoanalítico han
descrito modelos de conducta que se asemejan mucho a los patrones descritos
por los teóricos del apego. En este sentido, cita a algunos autores como
Rosenfeld, Balint y Klein. El autor sostiene que el concepto psicoanalítico de
identificación proyectiva nos puede ayudar a comprender el patrón de apego
desorganizado descrito por Main y Solomon en 1990. Los niños con este tipo de
apego muestran una actitud de control hacia los cuidadores. Ello parece deberse
al hecho de tener que tolerar un nivel importante de confusión y de hostilidad por
parte del cuidador, y con las imágenes internalizadas de éste; el niño, al no poder
integrar dichas representaciones, se ve empujado a externalizarlas.
Capítulo 13: ¿De qué manera puede la teoría del apego beneficiarse de los “insights”
psicoanalíticos?
El autor sostiene que es necesario profundizar en las formas que el niño tiene de
distorsionar los sucesos exteriores y en las causas que determinan dichas
alteraciones en la percepción.
La proximidad del cuidador en un estado que sintoniza con el del niño, permite la
internalización de un estado mental que puede constituir la raíz de una
representación de segundo orden de este estado de ansiedad y, finalmente
permite una comprensión simbólica de los estados internos de la mente humana
(pág. 198)
Además, el psicoanálisis puede aportar a la teoría del apego una mayor
comprensión de la psicopatología. Por ejemplo, la descripción de Kernberg de
las personalidades fronterizas puede articularse con los Modelos de
Funcionamiento Interno. En este sentido, Fonagy señala que sería conveniente
que los investigadores del apego profundizaran en la rápida alternancia de
diferentes Modelos de Funcionamiento Interno, que suele ir acompañada de
inhibición de la función reflexiva.
En este capítulo, el autor nos brinda una síntesis de las principales ideas
desarrolladas en el libro acerca de la articulación entre teoría del apego y
psicoanálisis. Como ha quedado demostrado a lo largo del libro, ambos
enfoques tienen fundamentos y objetivos comunes, si bien unos y otros han
mantenido las distancias. La teoría del apego ha seguido una tradición próxima a
la psicología experimental; interesándose sobre todo en las clasificaciones del
apego y alejándose de una tradición psicoanalítica que estudia los trastornos
severos de la personalidad. Este libro es un intento de integración entre los
modelos estudiados, y de mostrar los beneficios que podrían resultar de ello.
Comentario personal
Considero que el libro de Fonagy nos aporta una visión bastante completa de los
principales avances realizados desde la teoría del apego y, al mismo tiempo,
supone una síntesis de autores psicoanalíticos, centrando su interés en aquellos
conceptos que tienen una posible relación con las investigaciones realizadas por
Bowlby y sus discípulos.
Por otra parte, me parece excelente el trabajo que están realizando algunos
autores que articulan el enfoque psicoanalítico con el de la teoría del apego.
Pienso que todos estos conocimientos son de un valor inestimable para la clínica
infanto-juvenil.
NOTAS