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EL ACOSO SEXUAL

El acoso sexual es la intimidación o acoso de naturaleza sexual o violación, promesas no deseadas o


inapropiadas a cambio de favores sexuales. En la mayoría de contextos jurídicos modernos el acoso sexual es
ilegal.
Cuando existen leyes referidas al acoso sexual, generalmente no prohíben bromas simples, comentarios indirectos
o incidentes menores aislados, es decir, no imponen un "código cívico general". En el lugar de trabajo, el acoso
puede considerarse ilegal cuando es tan frecuente o grave que crea un ambiente de trabajo hostil u ofensivo o
cuando repercute de manera adversa en el empleo (como por ejemplo la víctima es despedida o degradada o
cuando la víctima decide renunciar al trabajo). Sin embargo, la comprensión jurídica y social del acoso sexual varía
según la cultura.
Existen 125 países en el mundo que han legislado contra el acoso sexual en la última década del siglo XX y
durante la primera década del siglo XXI.2 Sin embargo hay países como Kuwait o Yibuti en los que el acoso sexual
sigue siendo legal.
El acoso sexual puede perjudicar a personas de ambos sexos pero estadísticamente la mayoría de denuncias son
de mujeres. Los principales acosadores son hombres que ejercen este tipo de comportamiento en ambientes
laborales, académicos, estudiantiles e incluso familiares. Está considerado un acto delictivo, que es sancionado en
función de su gravedad y que puede llevar incluso a la privación de libertad del acosador.

Cómo reaccionar
Cuando una persona está siendo acosada, en lugar de reaccionar de manera obvia, lo que hay que hacer es no
dejarse intimidar, conservar la calma y ser muy firme en la negativa ante cualquier chiste, insinuación, tocamiento
etc., poner distancia de por medio inmediatamente, evitar estas compañías y denunciar cuanto antes cualquier
conducta de acoso sexual. Es importante mencionar que si la víctima no se siente incomodada y aprueba esta
conducta, en ese caso, solo en ese caso el acoso no es considerado un crimen, y el acosador no es considerado
un criminal.

Circunstancias variadas
El acoso sexual puede ocurrir en diferentes casos

 El acosador puede ser un superior de la víctima, un cliente, un compañero de trabajo, un profesor o tutor, un
compañero de clase o un desconocido.

 La víctima no tiene por qué ser sólo la persona a la que se acosa directamente, sino que también puede ser
cualquier persona de su entorno que encuentre intolerable el comportamiento del acosador y que se vea
afectada en cierta manera.

 Mientras que la víctima no sea acosada, no se debe considerar el comportamiento del acosador de manera
ilegal.

 El centro del acoso puede ser tanto del género masculino como femenino; asimismo, el acosador también
puede ser tanto de un género como del otro.

 El acosador no es necesariamente una persona del sexo contrario.

 El acosador puede ser totalmente inconsciente de que su comportamiento es molesto o es una forma de acoso
sexual; también puede no saber que sus actos podrían ser ilegales.
Difusión de imágenes con contenido sexual
Según este decreto, “el que difunde, revela, publica, cede o comercializa imágenes, materiales audiovisuales o audios
con contenido sexual de cualquier persona, que obtuvo con su anuencia, será reprimido con pena privativa de libertad
no menor de dos ni mayor de cinco años y con treinta a ciento veinte días multa”.
Si la víctima mantiene o mantuvo una relación de pareja con el victimario, la pena privativa de la libertad será no
menor de tres, no mayor de seis años y de 180 a 365 días multa.
El chantaje sexual también está considerado delito e incorporado al Código Penal. Así, “el que amenaza o intimida a
una persona, por cualquier medio, incluyendo el uso de tecnologías de la información o comunicación para obtener
de ella una conducta o acto de connotación sexual, será reprimido con pena privativa de la libertad no menor de dos
ni mayor de cuatro años e inhabilitación”.
Si el victimario amenaza a la víctima con imágenes de contenido sexual donde ella aparece, la pena privativa de la
libertad será no menor de tres ni mayor de cinco años e inhabilitación.

El Decreto Legislativo 1410, publicado en el diario ‘El Peruano’, dice al respecto: “el que, de forma reiterada,
continua o habitual, y por cualquier medio, vigila, persigue, hostiga, asedia o busca establecer contacto o cercanía
con una persona sin su consentimiento, de modo que pueda alterar el normal desarrollo de su vida cotidiana, será
reprimido con pena privativa de la libertad no menor de uno ni mayor de cuatro años, inhabilitación y con sesenta a
ciento ochenta días multa”.
El acoso sexual, en este caso, “el que vigila, persigue, hostiga, asedia o busca establecer contacto o cercanía con
una persona, sin el consentimiento de esta, para llevar a cabo actos de connotación sexual”, será reprimido con
pena privativa de la libertad no menor de tres ni mayor de cinco años e inhabilitación.

¿Qué dice la Ley Universitaria?


Las denuncias por hostigamiento sexual y delitos contra la libertad sexual pueden ser presentadas ante la Defensoría
Universitaria o el Tribunal de Honor de la universidad. Es facultad del Consejo Universitario imponer las sanciones
que correspondan.
La Ley Universitaria establece como causal de destitución del docente el realizar conductas de hostigamiento sexual
y actos que atenten contra la integridad y libertad sexual tipificados como delitos en el Código Penal. En esa línea,
la referida Ley indica que el docente investigado por dicha causal debe ser separado preventivamente, mientras dure
el procedimiento administrativo que corresponda.

1er. caso sentenciado


Lugar del hecho: Tambopata, Madre de Dios. Edad de la víctima: 15 años. Edad del acosador: 22 años.
Medio utilizado: Redes sociales.

La primera condena por acoso sexual en el país fue emitida el 1 de octubre de 2018 por el Tercer Juzgado de
Investigación Preparatoria de Tambopata, en la Corte Superior de Justicia de Madre de Dios. El acosador, de
nombre Edwar Alex Parizaca Puma, de 22 años al momento de recibir sentencia, había agregado al Facebook a
una menor de 15 años para insistirle en que le enviara fotos suyas, ofrecerle un supuesto empleo de servicios
eróticos a cambio de 50 soles y, finalmente, pedirle de manera explícita un encuentro sexual.

Según consta en la resolución del caso, la adolescente había rechazado todas las propuestas. El acosador cayó
finalmente cuando la madre de la menor supo de los mensajes y lo citó haciéndose pasar por su hija. En este caso,
el acoso sexual se produjo de manera virtual e inter diaria por un plazo de diez días: Parizaca había contactado a la
menor el 18 de setiembre y se le arrestó el 28 de setiembre, cuando acudió al lugar señalado por la madre de la
víctima.

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