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1.- Generalidades.
2.- Caracteres Botánicos.
2.1.- Floración.
2.2.- Especies Y Variedades.
2.2.1.- Coffea Arabica.
2.2.2.- Coffea Canephora.
2.2.3.- Coffea Liberica.
2.2.4.- Coffea Excelsa.
3.- Producción Mundial
4.- Clima Y Suelo.
5.- Cultivo.
5.1.- Propagación.
5.2.- Sombra.
5.3.- Manejo Del Suelo.
5.4.- Fertilización.
5.5.- La Poda.
6.- Recolección.
7.- Procesado.
7.1.- Café Soluble.
7.2.- Subproductos.
8.- Mejoramiento Y Selección.
9.- Plagas Y Enfermedades. Control.
1. GENERALIDADES
El vocablo café se deriva del árabe “kahwah” (cauá), llegando a nosotros a través del
vocablo turco “kahweh” (cavé), con distintas acepciones, según los idiomas, pero
conservando su raíz.
Se trata de un arbusto siempre verde originario de Etiopía. Es sin duda hoy uno de los
vegetales más conocidos en el mundo entero. Una versión dice que el cafeto o café fue
descubierto casualmente por un pastor al ver que sus cabras, que habían comido el fruto de
esta planta, se ponían nerviosas e intranquilas. Otra versión, en cambio, afirma que el café
lo descubrieron unos monjes que lo utilizaban para proporcionarse insomnio en sus horas
de oración nocturna. Sea como fuere, el caso es que se conocen unas 30 especies de café.
El café, la familiar bebida que se hace hirviendo los granos tostados y molidos de Coffea
arabica L. y otras especies de Coffea, ha sido por mucho tiempo una de las bebidas más
importantes en el mundo, siendo rivalizado sólo por el té, la cocoa y el mate. Durante el
siglo XVII, el café se producía en áreas localizadas en Arabia y los países vecinos. para el
consumo en toda la región musulmana. La popularidad de la bebida fue tal que su uso por
los mahometanos fue prohibido por algún tiempo. Aunque fue introducido a los mercados
europeos del sur por los comerciantes árabes, a fines de la Edad Media, el café no fue
ampliamente conocido en Europa sino hasta que las rutas marítimas hacia el Oriente fueron
abiertas por los navegantes holandeses e ingleses en el siglo XVII. Gran cantidad de cafés,
los cuales en muchos casos estaban destinados a volverse centros renombrados de actividad
social, literaria y política, se establecieron en Inglaterra, Holanda y otros lugares del norte
de Europa, más o menos hacia 1650 y posteriormente en las colonias americanas.
Arabia y las zonas cercanas permanecieron como las únicas fuentes de abastecimiento para
el café hasta 1658, cuando los holandeses introdujeron la C. arabica a Ceilán y, en 1699, a
Java. Unos veinte años después de establecerse en Java, los embarques de C. arabica, vía
París, a la Martinica y otros países, proporcionaron el núcleo para una gran cantidad del
café arábigo ahora bajo cultivo, incluyendo casi todas las plantaciones del Nuevo Mundo.
2. CARACTERES BOTÁNICOS.
El género Coffea, consta de 25 a 40 especies en Asia y África tropicales; pertenece a la
tribu Coffeoideae de la familia Rubiaceae. Géneros relacionados con ella y de valor
económico u ornamental incluyen la Quina, Ixora, Pavetta y Gardenia, siendo la primera la
fuente para la obtención de quinina.
2.1. Floración.
La floración del café arábigo es marcadamente estacional, efectuándose generalmente sólo
con la presencia de tiempo húmedo, pero la periodicidad puede ser mucho menos distinta
donde las condiciones climáticas son relativamente estables en todo el año. La cantidad de
flores producidas y su tamaño dependen de las relaciones de agua prevalecientes. Las
condiciones extremadamente húmedas pueden ocasionar la formación de distintas flores
estériles de color verdoso, las llamadas "flores-estrella". Las lluvias en la época de la
polinización pueden reducir el cuaje de los frutos en forma considerable.
Otras especies de café son mucho menos estacionales en sus períodos de floración y
también menos sensibles, a las lluvias que evitan la polinización.
Las flores del café son polinizadas por el viento y otros agentes; hay aparentemente un
elevado porcentaje de polinización entre las plantas adyacentes. Las variedades de café
arábigo pueden amarrar fruta con la autopolinización, mientras que las del grupo robusta no
lo logran. Se dice que las flores del café liberiano se autopolinizan en el estado de botón,
pero esto no evita que sean polinizadas en cruz por el polen extraño y de germinación más
rápida después de que las flores han abierto. La tendencia hacia la heterostilia, que se
observa con frecuencia en toda Rubiaceae, se ha presentado, según se informa, en varias
especies de café, particularmente en el grupo robusta. Las, variedades de café arábigo y los
híbridos de las formas arábiga y liberiana, son casi autocompatibles; mientras que la
autoesterilidad es común en el grupo robusta.
El café presenta uno de los pocos casos de xenia, o sea, el efecto inmediato del polen en el
endosperma como resultado de una doble fertilización en los géneros dicotiledóneos. El
color del endosperma de las almendras de C.arabica es verde – azuloso, mientras que los de
C.liberica es amarillo; los híbridos de estas dos especies muestras una mezcla de los dos
colores, dependiendo la proporción de cual es el progenitor masculino. Por otra parte, los
cruces, incluyendo C.liberica y C.stenophylla, no exhiben esta característica.
Recientes experimentos de campo tratan de averiguar la influencia de la temperatura en el
crecimiento vegetativo y en la floración. Dichos ensayos revelan que existen unas
temperaturas óptimas para la floración que oscilan entre los 33-28 grados en verano,
potenciándose tanto el crecimiento vegetativo como el número de nudos florales. Cuando
las temperaturas invernales oscilan entre los 23-18 ºC se ha visto que estas favorecen el
desarrollo posterior de la planta además de favorecer la sincronización de la floración para
desarrollar el máximo número de inflorescencias por nudo (Drinnan y Menzel, 1995). Otros
ensayos tratan de ver el efecto del estrés hídrico en la sincronización de la antesis floral, los
experimentos son bastante reveladores y prometen el uso de la irrigación y estrés hídrico en
las últimas etapas del desarrollo floral para sincronizar la floración (Drinnan y Menzel,
1994).
2.2. Especies y variedades.
Las especies y variedades de café que caracterizan al género Coffea están mal definidas, no
bien entendidas y sumamente confusas desde el, punto de vistas hortícola. Quizá no hay dos
botánicos que estén de acuerdo en cuantas especies válidas existen. Gran parte de la
dificultad surqe del hecho de que los cafés, como los cítricos y algunos otros cultivos
frutales, son sumamente polimórficos. Numerosas formas, tipos y variedades son nativos
del África y Asia tropicales, mientras que muchos otros existen en plantaciones cultivadas.
Las mutaciones son frecuentes, tal como son las adaptaciones ecotípicas inducidas por las
variaciones en las condiciones del medio ambiente. Muchas, si no todas, de las especies
hibridan fácilmente, ya sea en forma silvestre o bajo cultivo. Los frutos maduros tienen una
cubierta dulce mucilaginosa alrededor de las semillas, la cual gusta a los pájaros y animales
pequeños, por lo que uno puede encontrar plantas de café que se han vuelto silvestres y que
provienen de semillas diseminadas por agentes naturales a distancias apreciables de las
áreas cultivadas. Una complicación posterior es la falta de uña exploración concienzuda por
los botánicos en gran parte de la región cafetalera, especialmente en África, de donde son
nativas las distintas especies. Con el fin de obtener uniformidad, aquí se seguirá el
tratamiento de las. especies y variedades Coffea sugeridas por A. E. Haarer, quien ha estado
trabajando muchos años con el café en África. Hay cuatro especies o grupos o formas
principales, que se cultivan ampliamente y constituyen los cafés del comercio: café arábigo
(C. arabíca L.), café robusta (C. canephora Pierre ex Froehner), café liberiano (C. liberica
Mull ex Hiern), y café excelso (C. excelsa A. Chev.); además, existe una gran cantidad de
otras especies llamadas económicas, que se plantan en escala local y normalmente no
entran a los canales comerciales.
2.2.1. Coffea Arabica:
El café arábigo, (C. arabica L ; syn.: C. vulgaris Moench, C. laurijolia Salisb.) es nativo de
las tierras altas de Etiopía, en elevaciones que oscilan entre los 1,350 y los 2,000 m. Es
posiblemente nativo de otras partes de África y Arabia en el Asia.
Se trata de un arbusto o árbol pequeño liso, de hojas lustrosas. Las hojas son relativamente
pequeñas, pero varían en anchura, promediando de 12-15 cm de largo y más o menos 6 cm
de ancho, de forma oval o elíptica, acuminadas, cortas, agudas en la base, algunas veces un
tanto onduladas, siemprevivas. Flores fragantes, de color blanco o cremoso, subsésiles o
muy cortamente pediceladas, varias en cada axila de las hojas, de 2-9 o más juntas en
racimos axilares muy cortos o laterales bracteolados; las bractéolas son ovadas, los más
internos connatos en la base de los pedicelos, cayéndose pronto del cáliz-limbo poco
profundo, subtruncado u obtusamente 5-denticulado; la corola es de cinco lóbulos, éstos
son ovales, obtusos o puntiagudos, igualando o excediendo el tubo, extendiéndose; las
anteras más cortas que los lóbulos-corola, completamente salientes, fijos un poco abajo de
la mitad de los filamentos los que son más o menos de la mitad de su largo. El disco liso. El
estilo más o menos igualando a la flor extendida, bífido, lóbulos lineales, más angostos
hacia la punta. La baya oblonga - elíptica, más o menos de 1,5 cm de largo, al principio de
color verde, después de color rojo y con el tiempo de color azul - negro. Las semillas varían
en tamaño de 8,5 a 12,7 mm de largo.
El café robusta fue utilizado por los nativos de toda el área de donde proviene, mucho antes
que los europeos llegaran al África Ecuatorial. Los primeros colonizadores, al movilizarse
al interior de esta parte de dicho Continente, encontraron árboles de café en parcelas
alrededor de las villas, o en las junglas cercanas, que eran cosechados regularmente. Aún
hoy, una parte importante del café robusta producido en África, proviene de pequeñas
propiedades. La aparición del brote de roya por hemileia, en 1800 y años posteriores, y
varios otros problemas, principalmente la falta de entendimiento en cuanto a las
condiciones apropiadas de suelo y clima, forzaron a los productores en el Lejano Oriente a
abandonar el cultivo del café arábigo.
Es un arbusto o árbol liso. Las hojas son más bien grandes, brillantes; la vaina ampliamente
acuñada en su base, ampliamente elíptica - ovalada, corta, acuminada, un tanto ondulada,
delgada, coriácea, tiene más o menos 20 cm de largo y 10 cm de ancho, las nervaduras
laterales de las hojas son de 7-10 pares, con huecos en las axilas de las nervaduras; el
peciolo es de 10-16 mm. de largo, las estipulas ampliamente ovadas, apiculadas, connatas
en su base, más cortas que el pecíolo, tienen de 3-4 mm de largo. Las flores blancas, en
cantidad de 7-6, subsésiles, reunidas varias en racimos, axilares, alcanzan más o menos de
3-5 cm de largo; las bractéolas son connatas, caliculadas, deprimidas, deltoides,
subtruncadas, todas más cortas que el cáliz que es subtruncado, algunas veces se produce
una bractéola oval arriba de las otras. El limbo del cáliz es anular, muy corto. Los lóbulos
de la corola; son de 6-8, lóbulos ovales, obtusos, más o menos, tan largos como el tubo y,
extendidos. Las anteras de 6-7, completamente salidas, tienen 1,27 cm de largo; los
filamentos, 6.4 mm. El estilo es salido, bífido. La baya, oval, más o menos de 2,5 cm de
largo, al principio roja después negra cuando está madura, arrugada cuando está seca. La
semilla es de 1,27 cm o un poco más.
El vigor del café liberiano, y su supuesta resistencia a la roya por hemileia, lo llevó a la
popularidad en Indonesia entre 1880 y 1905, pero más tarde se le sustituyó por otras
especies. Este árbol crece hasta 10 a 15 m de altura, soporta la exposición al sol mejor que
la mayoría de los otros miembros del género y tiene una buena retención de sus frutos
maduros; también produce granos de baja calidad y tiene una proporción promedio de fruta
fresca en relación con los granos secos de más o menos 10 a 1.
En la Costa de Marfil son conocidas diversas variedades de café liberiano, entre ellas
podemos mencionar ivorensis, liberiensis e indeniensis, siendo la última la que más se
encuentra en cultivo.
2.2.4. Coffea Excelsa:
El café excelsa, (C. excelsa A. Chev), fue descubierto en la región semiárida, del lago Chad
en 1905. Se parece al café liberiano en el tamaño del árbol y las hojas, y en la consistencia
de cuero de sus frutos, pero difiere de él en que tiene flores, frutos y granos más pequeños –
estos últimos de regular calidad-. Su descripción botánica es la siguiente:
Se trata de un árbol con hojas grandes, de 6-15 m hasta 20 m de altura, con la corteza
grisácea y rayada longitudinalmente. Las hojas varían en tamaño pero son más o menos
ovaladas - lanceoladas, algunas veces ovaladas-espatuladas con la punta angosta y aguda en
el ápice. Las vainas son de 18-28 cm de largo, de 9-12 cm de ancho; las nervaduras
laterales en 6-9 pares; las flores son pequeñas, de color blanco o rosado, fragantes,
dispuestas de una a cinco en racimos en cada nudo; cada racimo con, 2-4 flores que
persisten por bastante tiempo, después de marchitarse. La corona es de 5-6 lóbulos; los
tubos, de 8-2 mm de largo mucho más cortos que los lóbulos; los lóbulos, de 10-12 mm de
largo por 6 mm de ancho. Los estambres son de color verde y el estilo, bien salido. El cáliz
sumamente reducido o ausente, es más corto que el disco ; las bayas son ovoides y un poco
comprimidas, de 17-18 mm de largo, de 15 mm de ancho.
C.eugenioides S.Moore: nativa del lago Kivu, en la frontera entre Zaire y el oeste de
Uganda y Tanzania. Recuerda una forma de C.arabica, las semillas tienen un bajo contenido
en cafeina.
C.excelsa A.Chev. (sinónimo C.dewevrei De Wild & Th. Dur. Var. excelsa A. Chev): nativa
del oeste de África, crece como un gran árbol, hojas largas, frutos y semillas pequeñas.
Crece en el oeste de África, las Filipinas y Java. Algunas veces es incluida dentro de
C.liberica pero las semillas y frutos son mucho más pequeñas que esta última.
Brasil. Variedad duro. Arábica. Fuerte, cuerpo denso, carece completamente de acidez.
Camerún. Robusta. No lavado, con mucha cafeína, fuerte, amargo, denso. Sin aroma.
Colombia natural. Arábica. Suave, ácido y muy aromático.
Costa Rica. Variedad Tarrazu. Arábica Sabor gustoso entre Nicaragua y Brasil, neutro de
acidez.
Cuba. Arábica. Muy suave, sin acidez, cuerpo muy ligero.
Guatemala. Maragogipe. Arábica. Sabor dulzón, más aromático que la clase antigua.
Guatemala. Variedad antigua. Arábica. Café muy suave, sin acidez, muy neutro.
Guatemala. Volcán de oro. Arábica. Es la clase mas gourmet de los Guatemala. Sabor más
intenso y con mas cuerpo.
Hawai. Kona. Arábica. Muy afrutado, fina acidez, aroma intenso, cuerpo ligero.
India. Mysore. Arábica. Sabor seco y fuerte, cuerpo denso y ligero aroma, neutro.
Jamaica - Blue Mountain. Arábica. El café mas apreciado del mundo, de producción
escasa. Muy suave, carece de acidez, cuerpo ligero y escaso contenido en cafeína.
Kenia Doble - A. Arábica. Afrutado y sabor intermedio.
México. La variedad que produce es la "arábica", y dentro de ésta, se clasifica en el grupo
de "otros suaves". El café se produce sobre una superficie de 690 mil hectáreas, en doce
estados de la República Mexicana, situados en la parte centro-sur del país. El sistema de
cultivo del café se hace bajo sombra, y protegiendo el ecosistema, por lo que los cafetales
mexicanos son grandes productores de oxígeno. México produce cafés de excelentes
calidades, ya que en su topografía, altura, climas y suelos, le permiten cultivar y producir
variedades clasificadas de entre las mejores calidades de café del mundo. Ejemplo de esto
son las variedades Coatepec, Pluma Hidalgo, Jaltenango, Marago y Natural de Atoyac, sólo
por citar algunos. A este respecto, México es el primer productor mundial de café orgánico,
y uno de los primeros en cafés "Gourmets".
Nicaragua - Caracolillo. Arábica. Es una mutación de la clase anterior que solo da un grano
por cereza en vez de dos. Mucho más sabor, mas intenso.
Nicaragua - SHG. Arábica. Recolección selectiva, a mano, sabor intermedio, poco ácido,
cuerpo medio.
Nueva Guinea - Papua. Arábica. Fuerte, sabor exótico y gran cuerpo.
Puerto Rico - Yauco. Arábica. Intenso sabor, cuerpo denso, achocolatado.
Tanzania. Arábica. Muy suave. Sabor dulzón y afrutado. Gran aroma.
Uganda. Robusta. Café lavado y secado al sol, sabor fuerte con alto grado de cafeína y sin
aroma.
4. CLIMA Y SUELO.
C.arabica es una especie de las tierras altas con un período de floración que es
marcadamente susceptible al exceso de tiempo lluvioso. Las plantas continúan su desarrollo
vegetativo durante la temporada seca, pero entran en plena floración dentro de unos cuantos
días o semanas después de que se ha iniciado la temporada de lluvias. Más o menos el 60%
del gasto requerido en la producción de café, lo constituye el costo de la recolección de las
cerezas; consecuentemente, una sola cosecha anual como la que se podría obtener en las
áreas que tienen una temporada húmeda, es menos costosa para el productor, que dos
cosechas anuales en aquellas áreas que tienen dos períodos cortos de lluvia.
El café se cultiva en lugares con una precipitación que varía desde los 750 mm anuales
(7.500 m3/ha) hasta 3000 mm (30.000 m3/ha), si bien el mejor café se produce en aquellas
áreas que se encuentran en altitudes de 1200 a 1700 metros, donde la precipitación pluvial
anual es de 2000 a 3000 mm y la temperatura media anual es de 16º a 22º. Pero aún más
importante es la distribución de esta precipitación en función del ciclo de la planta.
Podemos decir que el cultivo requiere una lluvia (o riego) abundante y uniformemente
distribuida desde comienzos de la floración hasta finales del verano (Noviembre –
Septiembre) para favorecer el desarrollo del fruto y de la madera. En otoño sin embargo es
conveniente un período de sequía que induzca la floración del año siguiente.
El café prospera en un suelo profundo, bien drenado, que no sea ni demasiado ligero ni
demasiado pesado. Los limos volcánicos son ideales. La reacción del suelo debe ser más
bien ácida. Una variación del pH de 4,2-5,1 se considera lo mejor para el café arábigo en
Brasil y para café robusta en el África Oriental.
Además, la respuesta fotosintética y síntesis bioquímica de la planta se ve muy influida por
el período climático del año. Así los diferentes niveles de clorofilas, carotenóides, etc., se
ven modificados en función de las temperaturas, de la intensidad luminosa (Damatta et al,
1997).
5. CULTIVO.
Aparte de las diferencias en los sistemas de poda que se discutirán más tarde, el cultivo del
café arábigo y robusta, sigue el mismo patrón general en la mayoría de las áreas donde se le
cultiva.
5.1. Propagación.
El café se propaga en gran escala por medio de plantas obtenidas de semilla, o
vegetativamente, por medio de injertos o estacas.
Para el caso de la utilización de semillas existen algunos datos sobre el adecuado
almacenamiento de las mismas para impedir su deterioro. Así para C.arabica el
almacenamiento bajo aire seco de las mismas se hace a unas temperaturas de 10 ºC con un
contenido de humedad del 10-11% (Hong y Ellis, 1992).
El sistema actual de propagar el café por medio de plantas obtenidas de semilla en las
plantaciones cafetaleras, incluye el sembrar las semillas en almácigos especiales, donde las
plantitas serán cuidadas hasta que se les trasplante en el campo. El vivero es una plantación
típica; está situado en el mejor terreno disponible. Si es posible se utiliza tierra virgen para
minimizar las enfermedades. Cada almácigo se prepara para ser el sostén del vivero
limpiándolo de piedras, nivelándolo, etc. Además se sitúa bajo una ligera sombra de hojas
de palma o tira de bambú. Dentro del almácigo se disponen hileras espaciadas unos 15 cm,
a lo largo de los surcos. El material de siembra se selecciona cuidadosamente en cuanto a su
adaptabilidad a las condiciones locales lo mismo que por su capacidad de alto rendimiento,
resistencia a las enfermedades y demás criterios. Cuando las plantas alcanzan una altura de
15 a 20 cm, o sea aproximadamente de seis a ocho meses después de la siembra, los
arbolitos están listos para su trasplante.
Cuando la propagación es por estaquillado se pueden utilizar auxinas, IBA y/o NAA para
fomentar la aparición de raíces. Las concentraciones recomendadas oscilan entre los 200
ppm de NAA junto con Boron, o la combinación de IBA y NAA a 200 ppm más Boron
(Ono et al, 1994).
Los arbustos de cafeto son intolerantes a la perturbación de sus raíces por lo que se les debe
trasplantar con cuidado.
Además, estudios recientes sobre la influencia del sustrato utilizado en los viveros, así
como el grado de micorrizas asociadas a las plántulas de café, influye notablemente en el
éxito del trasplante. Se ha demostrado la importancia de la calidad de la mezcla del suelo, el
estado de micorrización por hongos y las condiciones del suelo tras el trasplante. Dichas
condiciones pueden acelerar o retrasar el proceso de adaptación al nuevo medio de cultivo
de las jóvenes plantas de café (Siqueira et al, 1995).
Las plantaciones clonales de café se obtienen ya sea injertando las plantas de semilla por
hendidura en los viveros, o sembrando las plantas por semilla en maceta, o por medio de
estacas. A las plantas obtenidas de semilla que se han de utilizar como patrones se les
permite que crezcan hasta el grosor de un lápiz, antes de que se les corte. Las varetas de
yema para injertos siempre se toman de las ramas erectas. Cuando las yemas han crecido
hasta 15 a 20 cm, 12 a 18 meses después de la siembra, los cafetos se sacan del campo. Las
estacas también se pueden enraizar y utilizarse como patrones, pero la práctica general
consiste en tomar varetas del clon que se desee en el campo. El porcentaje que vive ha sido
satisfactorio, en aquellos lugares en donde se han usado las hormonas inductoras del
enraizado, en el material de propagación con madera suave. Los estacados también se
pueden enraizar sin gran dificultad, en las camas de propagación bajo rocío. Todos los
métodos de propagación vegetativa son mucho más costosos que el uso de semillas, por lo
tanto rara vez se les utiliza cuando se deben plantar áreas extensas.
Los cafetos jóvenes deben tener sombra continua desde la época en que se les trasplante,
consecuentemente, resulta necesario trasplantar los árboles de sombra con uno o dos años
de anticipación. El espaciado que se da a los cafetos se determina principalmente por la
altitud de la plantación. La distancia comúnmente usada en la siembra del café arábigo es
de 2,0 x 2,5 m, lo cual da mas o menos 2,000 árboles por ha. Otro método de siembra
consiste en el doble trasplante al principio. Después los árboles alternos se eliminan cuando
empiezan a resultar demasiado aglomerados y los rendimientos empiezan a bajar.
La densidad de plantación influye, según estudios recientes, en las propiedades físico –
químicas del suelo modificándolas en gran medida. Así al aumentar esta densidad, se
incrementa el pH del suelo, el Ca, Mg y K intercambiables, el P y carbón orgánicos
disponibles, y se reduce el Al disponible. Incrementando la superficie cubierta por los
árboles, decrece la erosión del suelo por las lluvias, disminuye el lixiviado de nutrientes, y
en general, el ciclo de nutrientes en el suelo se ve favorecido, afectando todo ello al mejor
manejo de la plantación (Pavan et al, 1996).
5.2. Sombra.
Si bien todavía existe alguna discusión entre los expertos sobre la necesidad de la sombra
para el cultivo del café, es preciso indicar que la tendencia moderna es hacia la no
utilización de plantas de sombra, y la inmensa mayoría de las nuevas plantaciones son
efectuadas sin esta. Es un hecho comprobado que el café produce invariablemente mayores
rendimientos sin plantas de sombra. Hay que hacer notar, por otra parte, que en el caso
particular de utilizar plantas de sombra tendrían que: a) ser productivas, b) poseer similares
necesidades de agua y nutrientes ya que de otro modo se originaría un desequilibrio entre el
café y estas plantas.
En el caso de utilizar sombra debemos anotar que, en general, el café necesita menos
sombra cuando el suelo es mejor y cuando la humedad del aire es más alta. El efecto de la
sombra es indirecto, pero está de acuerdo con el comportamiento ecológico de las plantas
de café. Por esta razón es necesario que la poda de los árboles de sombra, en aquellas
regiones en donde las condiciones del tiempo cambian apreciablemente a través del año, se
regule de tal manera que haya más sombra durante los meses secos y menos durante
aquellos meses más húmedos. Esto generalmente significa que la operación de la poda
siempre se debe llevar a cabo varias veces al año. En una buena finca cafetalera la primera
poda o sea la poda principal, se puede dar al principio de la temporada húmeda, con ligeras
podas posteriores de acuerdo con la intensidad de la lluvia y tomando en consideración los
nublados imperantes.
Una revisión del aspecto de la sombra del café revela que no hay base razonable o hecho
observado para la creencia de que la sombra es una necesidad general para la planta de
café, aun cuando se le cultive en altitudes bajas. Por el contrario, es probable que los
efectos benéficos que resultan de la sombra estén aparte de la sombra proyectada sobre el
árbol de café mismo, sino que más bien consisten en una protección contra la sequía, la
erosión y el viento. La plantación de árboles de sombra en aquellas regiones en que los
árboles de café no están sujetos a condiciones climáticas perjudiciales, está justificada por
la fertilidad aumentada impartida al suelo por medio de los procesos de fijación del
nitrógeno llevados a cabo por los nódulos de las raíces de los árboles leguminosos
generalmente plantados.
El espaciado y la cantidad de poda dada a los árboles de sombra en las plantaciones de café,
depende en particular de la especie y de la localidad consideradas. Generalmente los
árboles más grandes se deben espaciar a una distancia de 10 a 12 m, mientras que los más
pequeños, como Leucaena, se siembran mucho más cerca. Donde se necesita la protección
del viento, se pueden plantar setos vivos.
5.3. Manejo del suelo.
El problema más difícil en el cultivo del café, especialmente en las regiones tropicales de
de las tierras altas, es la conservación del suelo. Es esencial al establecer una plantación de
café, proteger al suelo de la acción erosiva de las lluvias tropicales, torrenciales, tan pronto
como se realice el desmonte. En las áreas montañosas y en las pendientes más inclinadas,
se pueden plantar a lo largo de los contornos, setos vivos de Leucaena. El deshierbe
selectivo, eliminando aquellas plantas que pueden competir con los árboles de café junto
con los arbustos leguminosos de crecimiento erecto, y/o las hierbas para enriquecer y
proteger al suelo, se pueden utilizar con ventaja en las pendientes más inclinadas.
Además se ha demostrado que existe una relación muy estrecha entre la capacidad de
adaptación de los cafetos a producir con menos sombra si los cultivos disponen de niveles
adecuados de nitrógeno. La facilidad con la que se produce la transición de plantación con
sombra a otra sin árboles de sombreo dependerá en gran medida de la calidad de la
fertilización nitrogenada (Fahl et al, 1994). Otros ensayos sobre el efecto de la radiación
directa sobre cultivos de café muestra que los daños que se producen, cuando las plantas
son sensibles a su cultivo en dichas condiciones, son menores cuando se les aplica una
adecuada fertilización nitrogenada (Nunes et al, 1993).
5.5. La poda.
Existen dos aspectos principales que hay que tomar en consideración en cuanto a la poda
del café: primero, la formación de los árboles jóvenes para construir una estructura vigorosa
y bien balanceada con buenas ramas de fructificación, y segundo, el rejuvenecimiento
periódico de la ramas de fructificación, a medida que envejecen y dejan de producir.
La formación se empieza poco después de que las plantas obtenidas de semilla o las
clonales, se trasplantan en el campo. Con el café arábigo existen dos tipos de formación,
como árboles de un solo tallo o como árboles de tallos múltiples. Un sistema mixto permite
que crezca un solo tallo principal hasta una altura de 1,35 a 1,50 m, altura a la cual se poda
para evitar su posterior extensión hacia arriba. Las ramas secundarias y terciarias que
empiezan desde el tallo principal y las ramas principales laterales se podan para
proporcionar el espaciado uniforme y para que la luz llegue a toda la superficie productora.
El método general más usado para la formación del café en África y en todo el resto del
mundo es uno de los sistemas de tallo múltiple. Casi cada país ha desarrollado una o más
variantes sobre dos patrones generales. Los árboles se pueden cortar cuando tienen más o
menos 30 cm de altura, de nuevo a una altura mayor, de tal manera que haya de 3 a 4 tallos
erectos de aproximadamente igual tamaño y fuerza formando la estructura básica del árbol.
Los otros dos sistemas generales consisten en doblar la punta del tallo hasta que crezcan
ramas erectas y el tallo principal haya crecido lo suficiente para retener su forma doblada.
Se retienen de dos, tres o cuatro de las mejores ramas rectas, y el resto se corta. La punta de
la guía principal se puede cortar o se puede dejar crecer. en el invernadero es una práctica
común el sembrar las semillas cerca para que las plantas crezcan altas y delgadas. Los
mejores árboles se producen si las plantas con más o menos seis pares de hojas se doblan.
La calidad comercial de los granos de café resulta profundamente influida por la forma en
quese cosechan y benefician los frutos. Mientras más maduros sean los frutos cuando se
recolectan, más elevado será el grado del grano. En forma ideal, las bayas de café se deban
cosechar cuando están de color rojo oscuro, sin vestigio alguno de restos verdes. Donde hay
disponible suficiente mano de obra y se desea café de calidad selecta, los árboles se
recolectan varias veces, recogiéndose solo las bayas plenamente maduras.
Desafortunadamente el café arábigo y, en cierto grado el robusta, tienen la desventaja de
tirar su fruta después de que ha madurado más allá de cierto punto.
Los rendimientos varían según los países, entre los 2400 y los 21500 kg de café de baya por
hectárea.
7. PROCESADO.
Las bayas de café maduras poseen una cáscara delgada, carne mucilaginosa, una cubierta y
capas de cáscara de plata alrededor de las semillas, todo lo cual se debe eliminar antes de
que los granos crudos se envían al mercado. Existen dos métodos para el procesado: el seco
y el húmedo. El primero se utiliza en la mayoría de las regiones productoras de café
actualmente en todo el mundo. El sistema de beneficio en seco aún se emplea extensamente
en Brasil, pero se está sustituyendo gradualmente en aquellas localidades donde hay
disponible suficiente agua. Los cafés robusta y liberiano no producidos en la plantación,
también se procesan en seco, como regla.
Se utilizan dos métodos de secado, el secado al sol o el secado mecánico por medio de aire
caliente. Los granos húmedos se extienden en una capa delgada y se, mezclan
ocasionalmente para darles un secado uniforme. Después de ocho a diez días bajo el sol, se
habrá bajado el contenido de humedad hasta los niveles deseados. Aunque se considera que
se obtiene un producto ligeramente mejor, el secado al sol requiere considerable espacio,
tiempo y mano de obra; consecuentemente muchas fincas utilizan secadores rotarorios. Se
pasa una corriente de aire caliente de 80 a 85ºC sobre los granos húmedos, durante las
primeras horas, después de lo cual se mantiene una temperatura de 75. el secado se
completa de 20 a 24 horas. Algunas fábricas prefieren combinar los dos métodos; los
granos se extienden al sol por unos cuantos días y el proceso se completa en una secadora
mecánica.
El llamado café "duro" del Brasil y algunas otras regiones, se procesa, por el método seco.
Las bayas, en todos los estados de madurez, se secan en montones o sobre charolas en
capas delgadas. Después de esto los frutos se pasan por una máquina descascaradora que
elimina las partes externas, dejando la cubierta del grano y las capas de cáscara plateada
intactas. El resto del proceso es el mismo que para el método húmedo.
En África, el café robusta se procesa principalmente por el método seco. Aunque algunas
veces se clasifica como "duro" o áspero, el café robusta es un café suave de calidad inferior
al café arábigo y que se utiliza principalmente como relleno. Las bayas maduras frescas y
los frutos parcialmente secos que han caído del árbol se secan en capas delgadas en pisos
exteriores de piedra o concreto. No se lleva a cabo fermentación alguna. Los frutos secos
son descascarados posteriormente con máquinas pequeñas, o a mano, en las propiedades
particulares, o se llevan para ser descascarados en un procesado localizado en forma central
en la zona. El café robusta de las plantaciones de Uganda se despulpa y fermenta de la
manera usual. La fermentación en seco, sin ningún lavado anterior, requiere más o menos
16 horas, después de lo cual los granos se lavan, se escurren, se secan al sol o en secadoras
rotatorias. El café sin descascarar, preparado por el método seco, generalmente debe
humedecerse antes de que se puedan eliminar las cáscaras de plata. El café robusta
procesado en húmedo, se cura de la misma manera que el arábigo.
El café se muestrea y se cata antes de que sea enviado al comercio. El mejor color para los
granos crudos es el de verde - azuloso a verde - grisáceo. Los granos de color café o
manchados resultan del secado defectuoso. Numerosos sabores o falta de sabor pueden ser
distinguidos por los catadores expertos de café. Por ejemplo, el café viejo mantenido en
almacén demasiado tiempo, puede desarrollar un café de sabor a "madera"; el secado
defectuoso en contacto con la tierra o el pasto da un sabor a "tierra"; el café "húmedo"
puede resultar por el apilado de granos húmedos en montones demasiado gruesos o por el
almacenamiento de café sin descascarar húmedo; el café con sabor a "fruta" tiene un olor
ligeramente fermentado; el sabor a "pasto" puede venir por el almacenamiento húmedo o
por el secado inaprop€iado; el café "sucio" o "contaminado" 'puede venir por el uso de agua
contaminada en su procesado; el sabor a "ceboa" puede resultar de ciertas condiciones
adversas durante la fermentación y el sabor a "ladrillo" puede ser ocasionado por el uso de
ciertos insecticidas.
El tiempo de almacenamiento de los granos así como el tipo de secado al que sean
sometidos puede modificar profundamente las propiedades del mismo dando lugar a un
café más o menos ácido, rico en fenoles, etc. (Leite et al, 1996).
7.1. Café soluble.
Las tendencias en el consumo del café han variado en una forma sustancial, a partir de la
terminación de la Segunda Guerra Mundial, hecho que ha sido principalmente motivado
por el crecimiento y desarrollo de la industria del café soluble en los países más
desarrollados. Este proceso sufrió a su vez un notable impacto al aplicarse la tecnología de
la liofilización a la producción de café instantáneo.
El café de almendra se recibe bien sea a granel o en sacos, siendo más aconsejable el
transporte a granel, pues disminuye en forma considerable los costos de manejo. Los
distintos tipos de café se almacenan de acuerdo a su calidad en seis silos. Un operario
puede seleccionar el tipo y la cantidad de café que se requiere operando automáticamente la
consola y báscula dosificadora de esta sección. El café es elevado inmediatamente al último
piso de la torre del Edificio industrial, donde se encuentran instaladas las máquinas
tostadoras. Estas son máquinas de gran capacidad con ciclos de torrefacción muy cortos.
El café se tuesta con pérdida del 17 al 18% de peso y se almacena por calidades en un
grupo de tolvas, para luego efectuar una mezcla homogénea de los distintos tipos de
acuerdo con las exigencia de los mercados internacionales. Recientes estudios sobre la
actividad antibactericida de los granos de café demuestra como para cualquier grado de
tostado, dichos granos mostraban tal actividad. Se piensa que durante el proceso del tostado
se producen ciertas sustancias que le confieren tal cualidad bactericida (Dagliaet al, 1994).
Sin embargo estas propiedades antimicrobiana no es exclusiva de las semillas (Mattews and
Haas, 1993).
En seguida pasa el café por los molinos y llega a la batería de extracción. Este es un
proceso de percolación continua, que debido a la presión y temperatura empleadas, permite
obtener un rendimiento mayor que el obtenido en el hogar. En seguida se muele para lograr
una gran superficie que en el proceso siguiente facilita la extracción de los sólidos solubles
con agua a altas temperaturas y presión. Se obtiene como resultado un extracto líquido de
café y los residuos o borra, que se desechan como subproducto del proceso. A partir de esta
sección, el proceso de liofilización difiere notablemente del proceso de secado por
aspersión.
Hasta años muy recientes, el café arábigo ha sido considerado como una cosecha uniforme.
Realmente muestra variación menos obvia de árbol a árbol que el cacao, el té y aun otras
especies de café, presumiblemente como resultado de su origen tan restringido del material
cultivado de plantación. Gran parte del café arábigo que existe ahora en el Nuevo Mundo
tuvo su origen en un pequeño envío de Java a las Indias Occidentales, más o menos en
1714. Un cuidadoso examen de los árboles que crecen en las diversas áreas cafetaleras ha
revelado, sin embargo, la existencia de numerosos tipos locales. La selección de árboles
maternos sobresalientes entre la multitud de ecotipos existentes, ha proporcionado el
volumen general de material para siembra en Kenya, Tanganyka, la India, los países
centroamericanos, México, Colombia y Brasil, entre otros. Algunas de estas razas han
recibido nombres de variedad por un período de años., Algunas, como el café Kilimanjaro,
no son razas aisladas, sino mezclas que incluyen selecciones y sus mutantes locales. A pesar
del éxito que han tenido éstas en las localidades en que fueron originadas, muchas de ellas
demostraron que constituyen una falla cuando se les importa a otras regiones que difieren
en cuanto a las condiciones de suelo y clima.
Mientras que las investigaciones sobre mejoramiento y selección del café en los trópicos
americanos y en África Oriental, se han concentrado principalmente en la selección de
variedades que tienen mayor capacidad de producción, también se ha reconocido que las
selecciones por si solas alcanzan pronto los límites fijados por las cualidades inherentes del
material de siembra, se han obtenido resultados favorables en los cruces entre las
variedades del café arábigo, lo mismo que en los cruces que incluyen otras especies. En
aquellas áreas donde prevalece la roya de la hoja por hemileia, se han llevado a cabo
durante muchos años trabajos genéticos para combinar la resistencia a la enfermedad, con
los altos rendimientos y la calidad del grano. Las variedades de C. canephora, C. liberica,
las especies estrechamente relacionadas con la primera y C. congensis se han seleccionado
o se están investigando en el Lejano Oriente por su resistencia a la enfermedad. En Java, C.
liberica y sus híbridos con C. arabica han demostrado, en general, que son demasiado
susceptibles y que producen granos de calidad demasiado baja, como para competir
exitosamente con el café robusta y sus híbridos. Se han desarrollado muchos buenos clones
de café robusta y se continuarán cultivando por algún tiempo en Indonesia, pero los
genetistas han obtenido sus mejores selecciones de híbridos en los últimos años. C.
congensis y sus híbridos con C. arabica pueden llegar a obtener importancia comercial en el
futuro, por su gran resistencia a la enfermedad por hemileia.
Se deben establecer unas cuantas reglas generales en relación con la selección de las
variedades de café, puesto que el diseño de los. experimentos actuales depende
fundamentalmente del objetivo particular que se persigue, ya sea que se trate de la
resistencias la enfermedad, pruebas de patrones, resistencia, mayores rendimientos, o una
combinación de todos ellos. Sin embargo, entre los factores que se deben considerar están
la localización de los lotes experimentales tomando en cuenta que sean representativos de
las condiciones locales o regionales del suelo y las prácticas de su manejo, el tipo y la
calidad de sombra, la distribución de la lluvia, y exigencias análogas. Debido a la
experiencia anterior, sé ha encontrado como esencial en los experimentos de mejoramiento
del café, que el proceso de selección se debe llevar a cabo desde que las plantas se
trasplantan en el campo, lo mismo que los primeros rendimientos con fines comparativos,
son tan importantes como los del quinto o del décimo quinto año.
El café posee un hábito de crecimiento dimórfico, de donde resulta que sólo se pueden usar
normalmente como yemas las de los brotes erectos u ortotríficos, pues de otra manera los
arbustos dejarían caer sus ramas al suelo y no tendrían valor. En la forma usual de injerto de
hendidura practicado en las plantaciones de café, las yemas se insertan en las plantas de
semilla, cortados a unos cuantos centímetros arriba del nivel del suelo o en los brotes
podados que crecían en los tocones de los árboles antiguos. Las plantas resultantes tendrán
el hábito erecto de su clon progenitor. Poco después de la II Guerra Mundial se desarrolló
un método de injerto en hendidura para ramas reproductivas, en el cual a los patrones
obtenidos de semilla, en vez de cortarse cerca del suelo, se les permitió crecer hasta una
altura de 2,5 a 3 m o más. Entonces se insertaron las yemas más o menos de 2 a 2,5 m
arriba del suelo, para desarrollar un árbol de tipo sauce llorón, pero que se puede pizcar
fácilmente. Las siembras experimentales con los dos tipos, erecto y llorón, han probado
poseer mucha más superficie reproductiva en hileras alternas y, por lo tanto, han dado
rendimientos muy aumentados, en comparación, con las siembras del tipo común erecto.
Las ramas erectas del café enraízan fácilmente como estacas o acodos y cualquiera de estos
métodos es más barato que el injerto, en aquellas áreas donde no son esenciales los patrones
resistentes.
Los mejoradores del café han llegado a reconocer la vital importancia de probar tanto la
descendencia reproductiva vegetativa como los que se hacen generativamente de las razas
que ellos desarrollan; primero, para asegurar su compatibilidad con varios patrones cuando
se les prueba como injertos y la resistencia de las plantas de semilla, estacas, o acodos a los
microorganismos que prosperan en el suelo y, segundo, para determinar su variabilidad
cuando se les poliniza en condiciones controladas, generalmente la autopolinización era el
caso del café arábigo. La descendencia generativa de variedades seleccionadas, pueden
mostrar variaciones de árbol a. árbol; mientras que los clones correspondientes pueden, por
supuesto, ser uniformes. Las plantas de semilla pueden aún ser más convenientes en la
mayoría de los casos por su mayor disponibilidad y el menor costo del material de
propagación, mientras sus rendimientos promedio sean más elevados que el de las
variedades sin seleccionar. En muchos países se sabe que sólo más o menos una cuarta
parte de los árboles sostienen, casi, la producción. Esto significa que la selección de
semillas de árboles sobresalientes, sin recurrir a la selección clonal y mejoramiento, pueden
producir un inmediato aumento en los promedios de rendimiento.
Dentro del problema enfermedades, las más importantes por la severidad de las infecciones
son: la roya, cercospora, llaga negra, antracnosis, phoma, y otras como ojo de gallo y mal
de hilachas que están ligadas a las condiciones ambientales. Recientemente fue señalada la
mancha rosada.
Conviene indicar que el uso de productos químicos en los controles fitosanitarios rompe el
equilibrio biológico del medio ambiente. Existen microorganismos e insectos benéficos que
contribuyen al control natural, procurando hacer un uso mínimo de productos químicos.
Plagas: insectos-plagas
Escamas
Escama verde (Coccus viridis Green); escama coma (Lepidosaphes beckii); escama globosa
(Saissetia hemisphaerica); escama algodonosa (Icerya purchasi); chinche harinosa
(Pseudococcus sp.).
Control: aplicar los siguientes productos: Lebaycid: 2 cc/l de agua; Dimecroa: 1 cc/l de
agua; Basudín: 1 cc/l de agua.
Cortador o rosquillo
Control: use A.C. Mirex (cebo envenenado), producto listo para aplicar en dosis de 25 a
250 g por bachaquero. Se esparce por los caminos más transitados por los bachacos.
Palomillas
Atacan con preferencia las raíces de los cafetos y también las de los guamos, cambures,
crotolarias, quinchoncho y malezas. Son insectos chupadores de poca movilidad que viven
en simbiosis con las hormigas. Las palomillas pueden causar la muerte a los cafetos.
Los productos aplicados en el platón pueden ser: Furadán (5 g/hoyo) y Temik 1026 (20
g/hoyo).
Nematodos
Están diseminados en todas las zonas cafetaleras, su propagación está relacionada con el
uso de materiales infestados. Algunas especies de Meloidogyne han sido citadas como
patógenos sobre cafetales (Carneiro et al, 1996; Zhang, 1995).
Es la larva de una mariposa pequeña que ataca la hoja en la cual hace galerías o minas. La
plaga es mucho más dañina a plena exposición solar, en zonas por debajo de 1.000 msnm y
en época de verano.
Las continuas aplicaciones de productos cúpricos han producido condiciones favorables
para los ataques del minador.
Control: se hacen aplicaciones de 300 l/ha, usando asperjadora de espalda, usando los
siguientes productos comerciales: Lebaycid 50% CE, de 0,8 a 1,2 l/ha; Lorban 4E. LE, de
1,0 a 1,5 l/ha; Dimethoato 40% CE, de 0,8 a 1,2 l/ha; Bidrín 50 S. LE, de 1,0 a 1,5 l/ha;
Cyolane 250 ELE, de 1,0 a 1,5 l/ha; Belmark 200 cc en 300 l/ha; Decis 2,5 CE, de 200 cc
en 300 l/hectárea.
Los insecticidas granulados Furadán 5% y Temik aplicados al suelo en el platón, en dosis
de 20 a 40 g, han dado buenos resultados. Las dosis varían según la edad de la planta.
Enfermedades
Esta enfermedad se caracteriza por producir manchas en las hojas, las cuales se tornan de
color amarillo, anaranjado y por debajo de ellas se observa un polvillo de color naranja, que
es el síntoma característico de la enfermedad.
Control: para combatir esta enfermedad se usa control químico, efectuando de tres a cinco
aplicaciones a partir de la entrada de lluvias, con intervalos de 30 días. Se realizan
aspersiones con productos que tienen como base oxicloruro de cobre 50%, en dosis de 3
kg/ha, con volumen de 300 a 400 l de agua. También se usan los fungicidas basados en
óxido cuproso y otros como el caldo bordelés y el caldo vicosa.
Algunos ensayos de campo confirman que las aplicaciones con fungicidas a base de cobre
pueden tener un efecto tónico sobre el cultivo, tornándose las hojas de un color verde
oscuro cuando las plantas están todavía en el estado juvenil. Sin embargo un aplicación
excesiva de estos compuestos puede tener efecto depresivos en el desarrollo radicular de los
jóvenes cafetos (Pavan et al, 1995). Además parece demostrado que la acumulación de
cobre en el suelo debida a las continuas aplicaciones, afecta profundamente al mismo de
manera que el proceso de mineralización de la materia orgánica se ve reducido, y en
consecuencia, aumenta el carbón orgánico, Ca, Mg y el pH del suelo, disminuyendo los
niveles de Al y P (Pavan et al, 1994).
También se puede controlar con aplicaciones al suelo de productos cúpricos más orgánicos
como los ditiocarbomatos, alternados o en mezclas, igualmente fungicidas sistémicos:
triadimefon (Bayletón) 25% PM; triadimenol (Bafidan); propiconazol (Tilt) y granulados
como Triadifon, Triadáimenol.
Es una enfermedad de amplia distribución en todas las zonas cafetaleras que afecta hojas,
granos sobre plantas de todas las edades, con mayor incidencia en viveros y plantaciones
sin fertilizar. En plantas afectadas causa defoliación y disminución notable y pérdida de la
calidad del grano.
Además de los productos indicos para viveros, en plantaciones adultas pueden usarse
fungicidas cúpricos (oxicloruro de cobre) en una solución de 500 g del producto en 100 l de
agua, más 50 cc de adherente. Asimismo, fungicidas elaborados con óxido cuproso y otros
como el caldo bordelés y el caldo vicosa. El Benlate, a razón de 60 g disueltos en 100 l de
agua más 50 cc de adherente.
El Daconil y el Difolatán se pueden usar en dosis de 500 g disueltos en 100 l de agua, más
50 cc de adherente. Tilt al 0,1% también se puede aplicar.
Considerada esencialmente una enfermedad de los frutos. Las lluvias son un factor
determinante de la aparición de la enfermedad, la precipitación no sólo regula la producción
y diseminación de las esporas, sino que también induce la floración del cafeto y en
consecuencia, la cosecha. Normalmente, una plantación no puede producir dos floraciones,
que coincidan con las lluvias. Como el período entre floración y madurez del fruto dura de
siete a nueve meses, las cosechas se superponen. Esta circunstancia trae como consecuencia
dos efectos: primero, el período de susceptibilidad de las cerezas se extiende
considerablemente y segundo, la infección de una cosecha a otra constituye un riesgo
todavía mayor.
Estudios recientes revelan, además, que aquellas variedades de semillas con mayor
contenido en cafeína pueden desarrollar una mayor resistencia durante los primeros
estadios de la germinación, y en estado plántula, mostrando dichos cultivares un mayor
desarrollo inicial y una mayor resistencia de los hipocotilos al ataque del patógeno (Biratu
et al, 1996). Los últimos trabajos sobre esta enfermedad se encaminan a la identificación de
genotipos con una gran resistencia a esta enfermedad, habiéndose desarrollado protocolos
in vitro para la obtención de los dichos genotipos. Estos protocolos permiten identificar “in
vitro” y rápidamente, genotipos altamente resistentes o con diferentes grados de tolerancia
(Nyange et al, 1995). El principal problema de estos avance reside en la variabilidad
genética, o la capacidad de mutación del patógeno, que rápidamente consigue establecerse
de nuevo en los cafetales. Dentro de un mismo cafetal podemos encontrarnos con aislados
del hongo más o menos virulentos con el cultivo, todo lo cual nos obliga a continuar con la
mejora genética para conseguir una mayor tolerancia al patógeno (Beynon et al, 1995).
Algunos de estos aislados han resultado ser altamente resistentes a los productos usados
tradicionalmente para su control (Mwangombe, 1994).
No obstante estos inconvenientes se han obtenido algunas variedades resistentes (Omondi,
1994).
Control: los ensayos conducidos por la Estación Experimental Táchira nos indican que los
productos comerciales Benlate, Daconil o Difolatán, suministrados en dosis de 60 y 500
g/100 l de agua, respectivamente, son efectivos en este tipo de control. Se recomienda
aplicar estos productos solos o combinados con fosfato diamónico, en dosis de 2 kg por
cada 100 litros. Es contraindicado usar productos cúpricos.
Las plantas afectadas presentan síntomas en hojas, ramas y frutos. Esta enfermedad
prospera en condiciones de alta humedad y baja temperatura, zonas nubladas, exceso de
sombra y clima templado.
Afecta cafetos por encima de 1.200 msnm, ubicados en zon as de alta humedad ambiental y
áreas nubladas.
Control: para controlar esta enfermedad se usan productos como Captan (orthocide 50) en
dosis de 450 g/100 l de agua, más 50 cc de adherente; Benlate en dosis de 60 g/100 l de
agua, y Difolatán en dosis de 500 g/100 l de agua.
Control: para combatir esta enfermedad se usan productos basados en oxicloruro de cobre a
50%, en dosis de 500 g/100 l de agua y Benlate en dosis de 60 g/100 l de agua.
Mancha mantecosa (Colletotrichum sp.)
Control: se aplica el mismo control químico que se indica para combatir la antracnosis.
Control: para su control hay que proceder desinfectando los germinadores con Basamid,
dosificando 50 g/m2 y colocando arena en el fondo. Para efectuar la siembra debe esperarse
un mínimo de ocho días.
Otra alternativa puede ser soterrando la semilla y regando 10 litros por metro cuadrado
germinado, con una solución de Dithane M-45 o Antracol. No deben usarse productos
cúpricos, porque se corre el riesgo de atrofia y deformaciones. También afecta el
crecimiento.
Esta enfermedad fue detectada por primera vez en Venezuela, por investigadores del
FONAIAP, en el distrito Escuque, estado Trujillo, durante el año 1989, en plantaciones de
café Caturra rojo y Catuaí amarillo. Las plantaciones infectadas presentaban manchas de
color negro, distribuidas en bandas circulares concéntricas y mostraban defoliación intensa.
Se localiza en la parte aérea del tallo, produce amarilleo, marchitez, colapso de las hojas y
muerte del cafeto.
Control: en el momento de podar usar pasta bordelesa (una parte de sulfato de cobre y seis
partes de cal). La pasta se puede aplicar con brocha. Otra manera de controlar puede ser
arrancando las plantas enfermas y quemarlas en el sitio, aplicando cal en el hoyo (2 kg/m2)
y posteriormente desinfectar las herramientas.
Igualmente se puede aplicar Brassicol, en dosis de 2 litros al 2% un mes antes de la
resiembra.
Esta enfermedad aparece causando daño en la raíz, lugar donde aparecen manchas en forma
de puntos negros.
Control: Cse aplica el mismo control que aparece señalado para la enfermedad denominada
llaga macana.
Esta enfermedad es un tanto similar a la anterior, pero las manchas aparecen en forma de
estrella.