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El sujeto, a lo largo del ciclo vital, se pregunta qué es lo que debe conocer, cómo y
para qué; y en la etapa de la vida adulta, le interesa el conocimiento como forma
de resolver los problemas de la responsabilidad que ha adquirido, así el trabajo y
la familia. Podríamos decir, que es el momento de mayor auge de la inteligencia
práctica, y de cómo resuelva y logre sus objetivos pasará a la edad adulta
intermedia con la posibilidad de adquirir nuevas responsabilidades sociales y
laborales, así como saber asumir situaciones complejas basándose en estrategias
adecuadas.
MEDICIÓN DE LAS HABILIDADES COGNOSCITIVAS EN LA EDAD MEDIA
El estado de las habilidades cognoscitivas en la edad media ha sido objeto de
polémicas. Estudios con diferentes metodologías y que medían distintas
características han arrojado resultados diferentes. Estudios transversales de
amplio espectro basados en la Escala de Wechsler de inteligencia de los adultos ,
un instrumento psicométrico, muestran un deterioro de las habilidades verbales y
del desempeño desde el comienzo de la adultez temprana. Sin embargo, en otras
dos líneas de investigación el Estudio Longitudinal de Seattle de K. Warner Schaie
y los estudios de Horn y Cattell de la inteligencia fluida y cristalizada , han arrojado
resultados más alentadores.
SCHAIE: EL ESTUDIO LONGITUDINAL DE SEATTLE
En términos cognoscitivos, en muchos aspectos las personas de edad media
están en su cúspide. Este hecho quedó demostrado en el Estudio Longitudinal de
Seattle de Inteligencia Adulta, realizado por K. Warner Schaie y sus colaboradores
(Schaie, 1990, 1994, 1996a, 1996b, 2005; Willis y Schaie, 1999, 2006). Aunque
este estudio en curso se llama longitudinal, aplica métodos secuenciales para
medir cohortes sucesivas.
El trabajo comenzó en 1956 con 500 participantes escogidos al azar: 25 hombres
y 25 mujeres en cada grupo de cinco años, de los 22 a los 67. Los participantes
resolvieron pruebas cronometradas de seis habilidades mentales primarias (en la
tabla 15-4 se dan las definiciones y una muestra de las tareas de cada habilidad).
Cada siete años, se evaluaba nuevamente a los participantes seleccionados y se
agregaba una nueva cohorte. Los investigadores encontraron patrones no
uniformes de cambios relacionados con la edad, ni entre individuos ni entre sus
habilidades cognoscitivas (Schaie, 1994, 2005; Willis y Schaie, 2006). De hecho,
varias habilidades llegaron a su punto máximo durante la edad media y el
significado verbal mejoró en la vejez. Sólo 13 a 17% de los adultos redujeron sus
puntuaciones en las tareas numéricas, de recuerdo y de fluidez verbal entre los 39
y los 53 años. La mayoría de los participantes mostró una notable estabilidad,
aunque uno podría tener deterioros prematuros y otro revelar una gran plasticidad
(Willis y Schaie, 2006).
A pesar de las diferencias individuales tan marcadas, la mayoría de los
participantes del estudio de Seattle no mostró ninguna reducción significativa en la
mayoría de sus habilidades antes de los 60 años y aun así, no en todos los
campos. Casi nadie mostró deterioros en todos los ámbitos y muchos incluso
mejoraron en algunos de éstos (Schaie, 1994, 2005).
Es posible que debido al mejoramiento de la educación, estilos de vida sanos y
otras influencias medio ambientales positivas , cohortes sucesivas calificaron
progresivamente mejor en las mismas edades en las mismas habilidades. En
particular, una reducción a la mitad de la vida de la memoria y la fluidez verbal,
que es una medida del funcionamiento ejecutivo, pronosticaría deterioros
cognoscitivos en la vejez (Willis y Schaie, 2006).
En otro estudio longitudinal de 384 adultos de Baltimore de 50 años en adelante,
los que tenían las redes sociales más extensas mantenían mejor su
funcionamiento cognoscitivo 12 años más tarde. Sin embargo, no está claro si
más contactos sociales producen o reflejan un mejor funcionamiento cognoscitivo.
Si fuese lo primero, los beneficios serían el resultado de la mayor variedad de
oportunidades de información y trato que se encuentran en círculos más dilatados
de familiares y de amigos (Holtzman et al., 2004).
Nuestros crecientes conocimientos sobre el envejecimiento genético del cerebro
arrojarán luces sobre los patrones del deterioro cognoscitivo . Investigadores que
han examinado tejido cerebral post mórtem de 30 personas de 26 a 106 años
identificaron dos grupos de genes que se dañan con la edad. Entre éstos, se
encuentran genes relacionados con el aprendizaje y la memoria. El cerebro de
personas de edad media mostró la mayor variabilidad; en algunos casos, exhibió
patrones genéticos muy parecidos a los de los adultos tempranos, y en otros,
patrones más semejantes a los de adultos mayores (Lu et al., 2004). Este
resultado explicaría las numerosas diferencias de funcionamiento cognoscitivo a la
mitad de la vida.
En la mitad del camino de la edad adulta intermedia se produce el desempeño
máximo en 4 habilidades intelectuales:
Razonamiento inductivo
Relaciones espaciales
Vocabulario.
Memoria verbal
HORN Y CATTELL: INTELIGENCIA FLUIDA Y CRISTALIZADA
INTELIGENCIA FLUIDA
La inteligencia fluida implica ser capaz de pensar y razonar de manera
abstracta y resolver problemas. Esta capacidad se considera independiente del
aprendizaje, la experiencia y la educación. Está básicamente configurada por
aptitudes primarias como: inducción, deducción, relaciones y clasificaciones
figurativas, amplitud de la memoria asociativa y rapidez intelectual, entre
otras. Alcanza su máximo esplendor en los primeros años de la veintena y
tiende a disminuir en paralelo al envejecimiento y deterioro de las neuronas.
Esta capacidad se puede medir a partir de test que miden la potencialidad
biológica que tiene el individuo para aprender o adquirir conocimiento.
Esta facultad de aplica la capacidad mental a problemas nuevos que requieren
poco o ningún conocimiento previo e implica la relación entre percepciones,
formación de conceptos e inferencia.Alcanza su máximo desempeño en esta
etapa e incluso tiende a declinar con la edad.
INTELIGENCIA CRISTALIZADA
La inteligencia cristalizada implica el conocimiento que proviene de la
formación previa y las experiencias del pasado.Es aquel conjunto de
capacidades, estrategias y conocimientos, que representa el nivel de desarrollo
cognitivo alcanzado a través de la historia de aprendizaje del sujeto. Está
constituida fundamentalmente por aptitudes relativas a la comprensión verbal, el
establecimiento de relaciones semánticas, la evaluación y valorización de la
experiencia, el establecimiento de juicios y conclusiones, los conocimientos
mecánicos o la orientación espacial. Depende de la experiencia, y así una
persona desarrollará su inteligencia cristalizada en la medida en que invierta
su inteligencia fluida histórica en experiencias de aprendizaje. Así, el
potencial de desarrollo intelectual con el que una persona nace (inteligencia fluida
histórica ) alcanzará un mayor o menor grado según sean sus experiencias
educativas. Además se puede seguir fomentando con la edad.
La inteligencia cristalizada está relacionada con la acumulación de experiencia y
estructuración de relaciones sociales. Algunos la identifican como la “inteligencia
pragmática” y otros como “Sabiduría”.
Bibliografía
http://procesospsicologicosiv.blogspot.com/2009/11/desarrollo-cognitivo-adulto-intermedio.html