METALES PESADOS Y SUS IMPLICACIONES EN LA CALIDAD DEL SUELO

Los cambios en el medio ambiente se dan a diario ya que diversas actividades como la
explotación de recursos, construcción, actividades industriales, etc. afectan a su estabilidad;
entonces por suelo y calidad entendemos que es un recurso natural no renovable que se
tiene que conservar y preservar para que pueda persistir años más tarde; por lo tanto, las
condiciones de alta vegetación brindarían una cantidad progresiva de materia orgánica y
nutrientes que mejorarían la estructura del suelo, además tiene la función del
mantenimiento de la calidad del aire, almacenamiento del agua, nutrientes de las plantas y
como medio purificador de contaminantes.

Como otro punto de importancia de la calidad del suelo depende del uso que se le vaya a
dar, así como el uso agrícola, forestal, urbano e industrial; en condiciones naturales el suelo
tiende a tener un equilibrio y el correcto proceso de productividad.

Un suelo contaminado es considerado como aquel que ha superado su capacidad de

amortiguación pasando de ser un sistema protector a ser un problema para el agua,
atmosfera y microrganismos; los procesos de contaminación se deben a hidrocarburos y
pesticidas y es por ello que suceden la degradación de suelos; existen diversos aspectos que
afectan negativamente a la calidad del suelo y el principal es la contaminación por metales
pesados: ellos se pueden encontrar en el suelo de forma natural, es decir procedentes de
la roca madre, la cual se encuentran son los siguientes minerales: la olivina que ocurre en
las rocas ígneas, anortita que ocurre en las rocas metamórficas, la augita que ocurre en las
rocas ultrabasicas y rocas básicas volcánicas, la hornblenda en rocas ígneas y metamórficas,
la albita en las rocas ígneas intermedias, la biotita en las rocas ígneas y metamórficas, la
ortoclasa en las rocas ígneas acidas, la moscovita en los granitos, esquitos y cristales y la
magnetita en las rocas ígneas y metamórficas.

Dentro de los minerales ya mencionados los metales pesados que más se encuentran son el
Manganeso, el Cobalto, Níquel, Cobre, Zinc, Estroncio y Plomo; por lo general el tipo de roca madre
que ha generado el suelo denota la cantidad de metales pesados que existen en ello todo de forma
natural, la presencia de metales pesados es mayor en las rocas ígneas que en las sedimentarias.
La presencia de metales pesados en el medio natural es muy abundante; por lo que se puede
encontrar en las plantas, mamíferos, peces marinos, aire, agua continental, agua marina y la lluvia;
no obstante el suelo tiene una capacidad autodepuradora, la cual se basa en una actividad biológica
que hace posible la descomposición total o parcial de la materia organica, dentro de esta actividad
biológica se desarrolla una serie de reacciones químicas como la hidrolisis, oxido-reduccion y la
precipitación.

La peligrosidad de un metal en el suelo llega a darse como una toxicidad, es mayor al no ser química
ni biológicamente degradables; una vez emitidos pueden permanecer en el ambiente durante
cientos de años; principalmente los elementos que son considerados los mas peligrosos son el
Cadmio, Plomo, Mercurio, Cobre, Antimonio, Cromo, Niquel y Arsenico, los efectos nocivos que
pueden producir estos metales sobre las plantas primero, y después sobre el resto de seres vivos de
la cadena alimentaria dependerán en gran parte de las características del suelo.