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1. ESTRÉS ABIÓTICO
Ilustración 3 El cierre de estomas, ya que estos son los responsables de la mayor proporción
de pérdida de agua en las plantas (Taiz y Zeiger, 2006)
La actividad fotosintética disminuye o se detiene. Debido al cierre de los estomas, el
intercambio gaseoso en las hojas disminuye y la captación de CO2 se ve imposibilitada.
Al detenerse la fotosíntesis la planta deja de generar energía, la producción de azúcares
queda en pausa y como consecuencia la planta detiene su metabolismo.
Los nutrientes y minerales son absorbidos por la planta disueltos en el agua y translocados
a las hojas. Al cerrarse los estomas la absorción de agua se ralentiza, pudiendo llegar a
detenerse. La falta de minerales en las hojas puede causar clorosis debido entre otras
cosas a la degradación de clorofila en las hojas.
Con el sensor portátil POGO se puede efectuar un control exhaustivo de la humedad,
anticipándonos así a cualquier síntoma por estrés hídrico.
Causas:
Bajas precipitaciones
Baja capacidad de retención de agua del suelo
Excesiva salinidad, temperaturas extremas frías o calientes
Baja presión de vapor atmosférica o una combinación de estos factores
Respuesta de la planta:
Respuesta de la planta
Se acepta que para que haya una respuesta entre la célula y el regulador de
crecimiento, debe de haber la presencia en las primeras de proteínas
receptoras, que se unen con la molécula del regulador.
Esto puede explicar la especificidad de la reacción de algunas células que
tienen los receptores adecuados y pueden ser las células blanco su objetivo
para un regulador dado. Parece más que evidente que una célula puede
producir las proteínas receptoras para más de un regulador.
3. ESTRÉS BIÓTICO
a) Por patógenos e insectos:
Existen varios grupos de organismos que causan daños en las plantas. Sin
duda, uno de los más perjudiciales es el grupo de los insectos, porque
pueden llegar a representar verdaderas plagas en el campo.
Podemos clasificar los insectos según el modo en que perjudican a la
planta: insectos succionadores de savia, roedores de brotes, excavadores
de galerías, vectores de agentes patógenos, etc.
Las infestaciones de nematodos tienen una creciente importancia debido
a la próxima desaparición de los desinfectantes químicos convencionales.
Estos habitantes de los suelos atacan a las raíces, con deformaciones y
agallas, pero sus síntomas son muy visibles en la parte aérea del vegetal:
marchitamiento, amarillamiento, pérdidas de vigor y, particularmente,
pudrición.
Destaquemos también las infecciones producidas por hongos, bacterias o
virus. La virulencia de estos agentes infecciosos viene determinada en
buena medida por la resistencia que sea capaz de ofrecer la planta y por
las condiciones en que se encuentre. Los síntomas que se desencadenan
en el vegetal a causa de una infección por un organismo patógeno son
muy variados: necrosis y deformaciones, pudriciones y exudados o
alteraciones del color como el mosaico foliar que causan algunos virus.
Según el estadio o severidad de la infección, las pérdidas en la producción
pueden resultar muy importantes
b) Respuesta de la planta:
Para activar sus respuestas de defensa rápidamente, la planta emplea un
sistema de vigilancia sofisticado capaz de distinguir entre las señales propias
y las generadas por un patógeno. Más aún, la planta es capaz de discriminar
las señales emitidas por agentes patógenos de las generadas por organismos
benéficos, tales como la bacteria Rhizobium (involucrada en la fijación de
nitrógeno en relación simbiótica con plantas leguminosas) y como las especies
fúngicas que forman micorrizas.
La respuesta de la planta implica modificar el metabolismo de las células
vegetales involucradas en la reacción de defensa. Esto incluye la activación
de genes involucrados en funciones de defensa, la apertura de canales para el
intercambio de iones, la modificación de proteínas y la activación de enzimas
preexistentes
Ilustración 10 Representación esquemática del orden temporal de activación de las defensas de la planta,
localmente y sistémicamente (en toda la planta), desde el sitio inicial de invasión por el patógeno.
Adaptada de Buchanan y col., 2000.
Hipoxia
La muerte celular puede ocurrir en la corteza de la raíz y la base del tallo en respuesta a la
inundación e hipoxia. El tejido así formado se llama aerenquima, y los espacios internos
generados por la muerte celular facilitan una transferencia más eficiente de O2 desde los
órganos aéreos a la raíz y base del tallo (Armstrong, 1979). Las condiciones de hipoxia en el
maíz disparan la muerte celular y la formación de aerenquima. El etileno que se forma en
respuesta a la deprivación de O2 aumenta por una vía de
transducción de señales que lleva a la formación de aerenquima. En esta vía participan el
Ca+2 y la fosforilación de proteínas. La existencia de una vía de transducción de señales
sugiere que la muerte celular durante la hipoxia es muerte celular programada.
https://es.scribd.com/document/362966681/Fisiologia-de-Plantas-en-
Condiciones-de-Estres
http://www.fca.uner.edu.ar/files/academica/deptos/catedras/WEBFV_2010/mat_
did/UT12_Estres.pdf
https://www.intagri.com/articulos/nutricion-vegetal/estres-vegetal-parte-1-
estres-por-altas-temperaturas
http://webs.ucm.es/info/cvicente/seminarios/estres_hidrico.pdf