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“Año de la lucha contra la corrupción e impunidad”

Universidad Nacional del Callao

Facultad de Ingeniería Mecánica y Energía

Escuela Profesional de Ingeniería en Energía

“PLANES Y PROGRAMAS DE DESARROLLO ENERGÉTICO CON MAYOR


CALIDAD DE VIDA, CON MENOS CONTAMINACIÓN, A UN PRECIO
INFERIOR AL ACTUAL, ALARGANDO LA VIDA DE DICHOS RECURSOS Y

CON MENOS CONFLICTOS SOCIALES Y DESARROLLO SOSTENIBLE”

Alumno:

HUGO DAVIS HIDALGO RUTTI

Callao, Abril , 2019

PERU
Contenido
1. Introducción ......................................................................................................................... 3
2. Marco teórico....................................................................................................................... 3
2.1. Historia de planificación energética ......................................................................... 3
2.2. Factores que influyen en los planes y programas energéticos ........................... 5
2.2.1. El cambio climático en los mercados liberalizados ....................................... 5
2.2.2. Futuros compromisos ........................................................................................ 6
2.2.3. Sensibilización del consumidor ........................................................................ 7
2.3. Eficiencia energética .................................................................................................. 7
2.4. sistema de gestión energética ...................................................................................... 8
2.5. Casos sostenibles......................................................................................................... 11
3. Conclusiones ..................................................................................................................... 15
4. Bibliografía ......................................................................................................................... 17

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1. Introducción
En la sociedad actual en la que vivimos estamos acostumbrados a ver las
consecuencias de las actividades de los seres humanos en la naturaleza y como estas
afectan no solo a los animales y plantas sino a los seres humanos. Las actividades
humanas han sido trazadas con el objetivo del crecimiento económico sin tener en
cuenta cómo afectan al medio ambiente.

El desarrollo energético es aquel desarrollo que asegura las necesidades del presente
sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para enfrentarse a sus
propias necesidades. Por esta razón dicho desarrollo tiene que implicar el aspecto
ambiental, económico y social de manera que la sociedad prospere, pero sin perjudicar
al medio ambiente y a la sociedad.

Por ello es vital realizar planes y programas para el desarrollo energético, por uso
eficiente de las energías, bajo costo y menos conflictos sociales.

2. Marco teórico
2.1. Historia de planificación energética
La planificación energética (estudiar metódicamente de dónde se van a sacar los
recursos energéticos que utilizaremos en el futuro) es una actividad muy reciente que
comenzó a generalizarse entre los países más desarrollados a raíz de la crisis
energética de la década de 1970 a 1980. Desde entonces, se han desarrollado muchos
modelos, aunque las diferencias entre ellos son varias, las coincidencias conceptuales
y estructurales son muy notables.

Por ejemplo, el MARKAL que es muy utilizado actualmente y ha servido de referencia


para otros modelos, trata de averiguar la oferta y demanda energética de una región.
Parte de un escenario (caso) de referencia con la demanda futura estimada utilizando
las tendencias históricas. Sobre ese caso de referencia se van planeando otros casos
alternativos al introducir sobre él los cambios tecnológicos, financieros o regulatorios
que se estiman previsibles. Eligiendo las opciones que mejor minimizan los costos.

En términos generales MARKAL sigue cuatro pasos para su construcción: El primero


paso es definir un Sistema Energético de Referencia (Reference Energy System, RES),
que represente el sistema energético completo de la región o nación, desde la extracción
de recursos, transformación, distribución y consumo. La definición de este sistema es la
base del modelo, y en él se representan todas las tecnologías disponibles y todas las
relaciones entre oferta y demanda. Esquemáticamente se puede representar el sistema
de la siguiente manera:

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Problemática de modelos actuales

En general, los modelos de planificación energética actuales son sólidos y excelentes


sistemas de planificación, a los que no es fácil hacer críticas superficiales, dado que el
alto grado de sofisticación de los mismos impide que personas ajenas a ellos tengan la
capacidad de detectar errores en los mismos. Sin embargo, lo que sí admiten es críticas
radicales como:

 Ninguno de los modelos actuales plantea, directamente, satisfacer las


necesidades de la población, sino que esa respuesta se hace, indirectamente,
mediante consideraciones
 económicas (no plantea en esencia las necesidades de la población, sino del
sistema económico).
 No se considera el posible agotamiento de los recursos (sí su encarecimiento).
 No se tiene en cuenta como parte del sistema los efectos secundarios sobre el
medio ambiente (contaminación, cambio climático, etc.).

Qué duda cabe que el mejor método de planificación sería aquél que fuese capaz de
estimar directa y completamente cuáles son las necesitadas reales de la población y
satisfacerlas; pero, por ahora, ese método directo hemos de descartarlo; saber cuáles
son las verdaderas necesidades energéticas del ser humano, actual y venidero, es
imposible. Pues las necesidades son cosas cambiantes, subjetivas, inconscientes y,
muchas veces, incontrolables. De modo que la primera crítica a los modelos actuales
también será aplicable a los modelos futuros.

Ahora bien, los modelos de planificación actual cortan por lo sano y a la pregunta de
qué energía necesitaremos en el futuro responden con un tajante: “aquella que podamos
comprar y vender”. Y en verdad que no es ésta mala respuesta, más aún, es lo mejor
que hemos sido capaces de

inventar. Pero sospechamos que para el futuro, respuestas tan simples no serán
suficientes. De hecho, los graves problemas ambientales y sociales que se atisban en
el horizonte así nos lo están empezando a “exigir”.

Por otro lado, nuestro desarrollo intelectual, sin ser exagerado, nos empieza a permitir
planificar el futuro con más precisión que hasta ahora. Pues, de forma esquemática,
hasta ahora lo que venimos haciendo para estimar cuánta energía consumiremos
mañana es simplemente suponer que mañana nuestro PIB aumentará, por ejemplo, un
5%. Pero esa estimación sería más exacta (y quizás hasta más “justa”) si además de

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considerar lo que queremos (o imaginamos) que crecerá el PIB tuviésemos en cuenta
cosas como estas:

 Que la vida media de la población aumenta el 5%.


 Que nuestros hijos saben el 5% más de lo que nosotros sabemos.
 Que no se agoten las reservas energéticas.
 Que las condiciones ambientales no se degradan.

Hasta ahora, con que el PIB creciese dábamos por hecho que todo lo demás (educación,
calidad de vida y condiciones ambientales) vendría por añadidura, pero no es ésa una
regla “exacta”. La brújula que ha guiado al mundo desarrollado para traernos hasta la
situación en donde nos encontramos ha sido la economía; vivir más, saber más o
preservar las especies animales no eran objetivos conscientes, pero sí fueron
consecuencias innegables. Pero hoy, ya estamos en condiciones de dar un paso más.

Éste es pues el objetivo de este trabajo, dar un paso más en los modelos de planificación
energética y plantear quizás la semilla de una nueva generación de modelos que
incluyan, además de las consideraciones económicas, otras de índole ambiental,
cultural y social. Es decir, modelos de planificación energética orientados al desarrollo
sostenible.

2.2. Factores que influyen en los planes y programas energéticos


2.2.1. El cambio climático en los mercados liberalizados
En su cumbre, los líderes del Grupo de los Ocho hicieron una declaración en la que
expresaron su compromiso de estimular el desarrollo de los mercados de la energía.
Asimismo, declararon que el cambio climático seguía siendo la mayor amenaza para la
prosperidad futura y confirmaron su determinación de hacerle frente. El primero de esos
compromisos refleja la preocupación por la eficiencia del suministro energético en una
economía globalizada, para sustentar una actividad económica sólida. El segundo,
refleja la creciente percepción de la amenaza del cambio climático.

Es evidente que estas dos preocupaciones podrían entrar en pugna. Analicemos cómo
ocurriría esto en la práctica. En los últimos años, los criterios de los gobiernos sobre
cómo asegurar mejor el suministro energético a precios aceptables han cambiado. Si
bien antes se dio por sentado que la importancia estratégica de la energía conducía de
manera natural a la propiedad pública y al monopolio estatal, ahora se considera, de
forma generalizada, un servicio que conviene más prestar en un mercado competitivo.
Se observa menos intervención de los gobiernos, ya sea mediante reglamentación o en
calidad de propietarios.

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2.2.1. 1. Impacto del cambio climático en Perú
El Perú no es ajeno al cambio climático que afecta al planeta, los siguiente son los
principales consecuencias del cambio climático.

 El fenómeno del niño más intenso y frecuente


 Altera el régimen hídrico del Perú
 Inundaciones en el norte
 Sequia y menor caudal para las hidroeléctricas del sur
 Deslizamientos
 Aludes
 Huaycos
 Aluviones
Fig.1 calentamiento del mar

Fuente: peru.com

2.2.2. Futuros compromisos


Los compromisos comerciales , el principal compromiso el protocolo de Kioto siendo
esta un protocolo de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio
Climático (CMNUCC), y un acuerdo internacional que tiene por objetivo reducir las
emisiones de seis gases de efecto invernadero que causan el calentamiento global. Los
gases son el dióxido de carbono (CO2), el metano (CH4), el óxido nitroso (N2O), y los
otros tres son tipos de gases industriales fluorados: los hidrofluorocarbonos (HFC), los

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perfluorocarbonos (PFC) y el hexafluoruro de azufre (SF6). En el protocolo se acordó
una reducción de al menos un 5 %, de las emisiones de estos gases en 2008-2012 en
comparación con las emisiones de 1990. Esto no significa que cada país se
comprometía a reducir sus emisiones de gases regulados en un 5 % como mínimo, este
es un porcentaje correspondiente a un compromiso global y cada país suscribiente del
protocolo tenía sus propios compromisos de reducción de emisiones.

El protocolo fue adoptado el 11 de diciembre de 1997 en Kioto, Japón, pero no entró en


vigor hasta el 16 de febrero de 2005. En noviembre de 2009 eran 187 los estados que
lo habían ratificado. Estados Unidos, que era cuando se firmó el protocolo el mayor
emisor de gases de invernadero (desde 2005 lo es China), nunca lo ratificó.

El protocolo forma parte de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el


Cambio Climático (CMNUCC), suscrita en 1992 dentro de lo que se conoció como la
Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro. El protocolo vino a dar fuerza vinculante a lo que
en ese entonces no pudo hacer la CMNUCC.

2.2.3. Sensibilización del consumidor


El consumo energético en la empresas muchas veces no llegan a una buena eficiencia
energética, por que se pierden energía en diversas formas (emanación de calor, vapor,
etc), incluso llegamos a perder energía como consumidores con nuestra conducta
energética en simples actos.

2.3. Eficiencia energética


Existen varias definiciones del concepto “eficiencia energética” y, aunque diferentes en
profundidad o extensión, todas ellas coinciden en la idea central de disminuir el uso de
energía. Aporta Deutsche Gesellschaft furInternationale Zusammenarbeit (GIZ) (2014)
dos de las más relevantes conforme a la guía de buenas prácticas para el ahorro y uso
eficiente de la energía:

1. La eficiencia energética es una práctica empleada durante el consumo de energía y


tiene como objeto procurar disminuir su uso, pero con el mismo resultado final.

2. La eficiencia energética es la obtención de los mismos bienes y servicios energéticos,


pero con mucha menos energía, con la misma o mayor calidad de vida, con menos
contaminación, a un precio inferior al actual, alargando la vida de los recursos y con
menos conflicto. En este mismo orden de ideas, la Corporación interamericana de
inversiones (2016) comenta que la eficiencia energética consta de tres pilares
fundamentales:

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a. Eficiencia energética por el lado de la demanda.

b. Eficiencia energética por el lado de la oferta.

c. Conservación de la energía. Lo antes expuesto permite deducir que la eficiencia


energética se orienta a la generación, distribución y abastecimiento de energía para
todas las actividades diarias de la sociedad, ya que se observa desde tres perspectivas.

2.4. sistema de gestión energética


La Secretaría de Energía (SENER) (2014) manifiesta que en cualquier tipo de
organización es importante disponer de diferentes técnicas y métodos que permitan
contar con mejores prácticas administrativas, lo que ha llevado a las empresas a
implementar diversos tipos de sistemas, tal es el caso de los de gestión de la energía.
Se entiende que sistema es una metodología para lograr la mejora sostenida y continua
del desempeño energético en las organizaciones, expresado como costo-efectividad.
Su implementación no debe entenderse como un objetivo por sí mismo, es decir, lo
realmente importante son los resultados de todo el sistema. La efectividad de un sistema
de gestión de energía depende, en gran medida, del compromiso y disponibilidad de
todos los actores involucrados en la organización para gestionar el uso y el costo de la
energía, además de realizar los cambios que sean necesarios para facilitar estas
mejoras y la reducción en los costos. Es así que, como señala la Asociación de
Empresas de Eficiencia Energética (A3E) (2013) los sistemas de gestión de energía
ofrecen un enfoque sistémico para controlar y reducir el consumo de energía de una
organización, los principales impulsores para incorporar al sistema de gestión de
energía son: la seguridad energética, el desarrollo económico y la competitividad, el
cambio climático y, la salud pública. Es en este ambiente que surgen diversas políticas
públicas, orientadas al ahorro y uso eficiente de la energía (Secretaria de Energía,
2014).

A3E (2013) menciona que la implementación de un sistema de gestión de energía


proporciona a las organizaciones diferentes beneficios, dentro de los cuales se pueden
encontrar: Sistematizar la identificación y puesta en marcha continua de oportunidades
de ahorro energético, aumentar la competitividad por ahorro de costos energéticos,
establecer sistemas de medida del comportamiento energético, apoyar planes de lucha
contra el cambio climático, recompensar y animar al personal por su compromiso en la
reducción de costos y la lucha contra el cambio climático y usarse como publicidad
positiva tangible. Estos beneficios se ven reflejados en la imagen de la empresa y
ahorros económicos de la misma además de permitir un desarrollo sustentable.

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Es importante destacar que un sistema de gestión de la energía no se orienta
únicamente a grandes empresas, sino que puede ser adoptado por cualquier tipo de
organización, independientemente de su sector de actividad o tamaño. Sin embargo, se
debe de mencionar que para lograr que un sistema de gestión de la energía garantice
la mejora continua, éste debe ser una parte del Sistema Integrado de Gestión de una
organización, considerando que el sistema de gestión de la energía se ocupa de
desarrollar e implementar la política energética y de organizar los aspectos energéticos
de la empresa. Es decir que, su implementación será más fácil cuando ya existan otros
sistemas de gestión integrados, principalmente por los elementos en común que
comparten dichos sistemas (Secretaria de Energía, 2014). La norma ISO 50001, Energy
Management Systems, publicada en junio de 2011, establece los requisitos que debe
tener un sistema de gestión de energía en una organización, para ayudarla a mejorar
su desempeño energético, aumentar su eficiencia energética y reducir los impactos
ambientales, así como también incrementar sus ventajas competitivas dentro de los
mercados en los que participan, todo esto sin sacrificio de la productividad. Esta norma
fue publicada oficialmente el 15 de junio de 2011, por la Organización Internacional para
la Estandarización (ISO). La norma ISO 50001 dicen Acoltzi &Pérez (2011) que busca
resolver, entre otros, los problemas relacionados con: Reducir costos, emisiones de
gases de efecto invernadero (GEI) y mejorar la seguridad en el suministro de energía.
Se basa en el modelo ISO de sistemas de gestión, mismo que es familiar para muchas
organizaciones en todo el mundo que aplican normas como la ISO 9001 (gestión de
calidad), ISO 14001 (gestión ambiental), ISO 22000 (seguridad alimentaria), ISO/IEC
27001 (información de seguridad), entre otras. Por lo que, en particular, la norma ISO
50001 sigue el proceso Planificar-Hacer-Verificar- Actuar de mejora continua del
sistema de gestión de la energía. Estas características permiten a las organizaciones
integrar la gestión de la energía con sus esfuerzos generales para mejorar la gestión de
calidad, medio ambiente y otros asuntos abordados por sus sistemas de gestión
(Organización Inter nacional para la nacional para la estandarización (ISO), 2011).
estandarización (ISO), 2011).
2.5. La planificación del desarrollo del sector energía: economistas e
ingenieros

Tradicionalmente la tarea de planeamiento energético estuvo , principalmente, a cargo


de los ingenieros , cuya formación tiene como cimiento las ciencias naturales , la Física
y la Química en las ingenierías vinculadas a la Energía y sus procesos de
exploración,generación, transporte y usos. Las crisis del petróleo desde mediados de la
década de 1970 ha ido aumentando el interés y participación de los economistas en la

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problemática de la energía y aquellos adherentes a la corriente neoliberal en la
economía internacional que se intensificó en la década de 1990 , contribuyeron a
desmontar parcialmente y/o minimizar el rol de los entes de planificación ; en nuestro
país el desmontaje fue total y que ahora se reconoce que fue un notable error1 por altos
funcionarios públicos, académicos y analistas ; este consenso se explica por la actual
crisis económica mundial , aceptándose que el exceso de desregulación de los
mercados y falta de previsión es contraproducente por las imperfecciones inherentes a
un mercado real. La racionalidad y la sicología de los agentes económicos dentro de un
enfoque marshalliano es el sustento para el análisis del sector energético para los
economistas ; es decir, no hay receta única para todos los países .

Tomando como referencia la desregulación del sector eléctrico , que por las
características de la energía eléctrica ( producción y consumo simultáneo ycontinuado
las 24 horas del día ; productores y consumidores están conectados permanentemente
a través de una red física por lo que cualquier acción de un agente afecta a todos los
demás que se refleja en los precios de la electricidad ; el tamaño de los mercados varía
estacionalmente o instantáneamente por contingencias como la congestión en alguna
línea de transmisión de la red, etc.) es el de mayor complicación para su estudio y
operación , nos permitirá acercarnos a explicar la aparente dicotomía economistas-
ingenieros . El profesor de economía del Massachusets Institute of Technology , Paul
Joskow , y el profesor Jean Tirole del Toulouse School of Economics , explican ( P.
Joskow y J. Tirole, 2007) “A pesar de de que todo lo que se habla sobre la desregulación
del sector eléctrico , todavía continúa un gran número de non-market mechanisms
..Estos mecanismos incluyen price caps en el mercado mayorista,..,,requerimientos de
reserva operativa en el sistema…que se justifican por la imposibilidad de los
consumidores de reaccionar a los precios en tiempo real,…por problemas de poder de
mercado en el segmento de generación..

Mucho del análisis económico del comportamiento y performance de los mercados


mayoristas y minoristas han ignorado los non-market mechanisms o han fallado en
considerarlos .Por lo que continúa la falta de una suficiente comunicación y comprensión
entre economistas abocados al diseño y evaluación de mecanismos de mercado
alternativos , y los ingenieros abocados en las complejidades físicas de las redes
eléctricas y las restricciones que éstos requerimientos físicos pueden poner a los
mecanismos de mercado . ..Por lo que el propósito de este artículo es iniciar el cierre de
esta brecha“. Desde el punto de vista Macroeconómico , también se discute que hay
dos tipos de economistas ; ya sea quienes entienden su campo como una forma de
ingeniería, y aquellos que les agradaría que sea más una ciencia , según N. Gregory

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Mankiw , profesor de economía en Harvard University , concluyendo que “ el mundo
necesita de ambos , científicos e ingenieros, es decir macroeconomistas con una mente
con ambos tipos. Pero la disciplina (Economía) avanzaría más tranquila y
fructíferamente si los macroeconomistas tienen siempre presente que su campo tiene
un rol dual” ( Mankiw,2006).

De lo expuesto , podemos concluir preliminarmente que : “ para enfrentar la solución de


un problema en el caso concreto del sector energía, resulta necesario un enfoque
multidisciplinar , es decir , la necesaria participación de economistas que acepten de las
restricciones que imponen los sistemas físicos de ingeniería y de ingenieros tomen en
cuenta la inevitable interacción de los agentes económicos . La solución se encuentra
entonces en la intersección del conocimiento y experiencia de ambos tipos de
profesionales “.

2.5. Casos sostenibles


En esa línea de intentar buscar soluciones que sean sostenibles se ha utilizado el nuevo
modelo de planificación energética para intentar buscar caminos que nos conduzcan al
éxito. Con ese propósito se han estudiado tres posibles caminos sostenibles para la
Humanidad.

Tras el análisis de los casos anteriores se hace evidente que existen tres factores
básicos que conducen a la insostenibilidad: un consumo energético per cápita excesivo,
un aumento poblacional enorme y el uso de hidrocarburos como base de nuestro
consumo. Con esto en mente se plantearán algunos casos en los que se busca que los
países con bajo IDH corrijan algunos errores en los modelos energéticos de los tres
países punteros, y estos países con alto IDH cambien el actual esquema energético
para conseguir los caminos sostenibles para el globo.

Los casos estudiados se denominan: el sostenible débil, fuerte y el alternativo. Siendo


el primero el que menos se aleja del comportamiento actual y por lo tanto menos
desviaciones presenta. Se podría considerar como un mínimo indispensable para
conseguir la sostenibilidad. En cambio, el caso sostenible fuerte, explora una
combinación de variables que reflejarían un cambio profundo en nuestro actual modelo
energético y social, pero que así conseguiría importantes mejoras medioambientales. El
tercer caso, el alternativo, plantea un punto intermedio entre ambos caminos, uno de
tantos, por lo que se refuerza la teoría que afirma que existen varias posibilidades para
conseguir la sostenibilidad.

En lo que respecta a la población, el caso débil plantea un aumento global de la


población en un 43% en 50 años. Esto representaría una disminución de casi un 14%

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respecto de las previsiones de los organismos internacionales como la ONU. El caso
sostenible fuerte plantea un escenario de control demográfico más estricto, para que el
aumento en 50 años sólo sea de un 31%. El caso alternativo plantea un camino
intermedio, con un aumento poblacional del 37%. La figuras 6, 7 y 8 muestran la
evolución en el gráfico IDH/Crecimiento de los tres casos sostenibles.

Fig.1 crecimiento poblacional. El caso sostenible débil

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Fig.2. crecimiento poblacional. El caso sostenible fuerte

Fig 3.Crecimiento poblacional. El caso sostenible alternativo

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Los tres casos planteados asumen que para que se consiga la sostenibilidad es
necesario cambiar la estructura de nuestro suministro primario de energía para
incorporar al menos un 30% de energéticos naturales. En lo particular, la cesta
energética del caso débil se definió como aquélla que sustituiría el uso masivo de
petróleo y gas con energía nuclear y nuevas tecnologías con energías naturales en los
países desarrollados, y además, para los países en vías de desarrollo carbón.

El caso sostenible fuerte plantea una solución mucho más drástica abandonando el uso
masivo de los hidrocarburos tradicionales y prescindiendo completamente de la energía
nuclear, aumentando la dependencia en las nuevas tecnologías de energías naturales.
Y por último, el caso alternativo buscaba el camino intermedio utilizando nuevamente la
energía nuclear pero adoptando de manera masiva el uso de nuevas tecnologías en
este campo, como los reactores de cría. En términos porcentuales las cestas de cada
uno de estos casos son:

En lo que concierne a las consecuencias de estos casos lo más relevante sería que en
ninguno se considera que en los próximos 50 años se agotaran las reservas conocidas
de los hidrocarburos tradicionales o las de uranio. El aumento del IDH global es
generalizado, lo cual significaría sacar del subdesarrollo al 80 % de la población mundial.
Todo esto disminuyendo el impacto ambiental global, sin que el costo global sea
excesivo. Los principales indicadores de sostenibilidad tomados para hacer estas
consideraciones se resumen en:

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3. Conclusiones
 Revisando la historia de las tecnologías alrededor del sistema energético, se
puede identificar la existencia de un proceso crucial y de gran importancia para
la reconfiguración de elementos y actores a lo largo y ancho de todo el régimen
energético, que podemos etiquetar como transiciones, las cuales han podido
desembocar en la trayectoria tecnológica presente en la historia del sistema
energético mundial.
Actualmente nos encontramos inmersos en un mundo y economía del petróleo,
todo aquel artefacto o máquina que se mueve, muy probablemente, lo hace a
partir de energía generada por petróleo. Y todos los estudios realizados
alrededor de las reservas de petróleo, si bien no coinciden con una fecha
definitiva, si coinciden en el cercano fin de la era del petróleo. Entonces cabe
preguntarse ¿Cuál será la tecnología que predomine una vez que el imperio de
los hidrocarburos llegue a su fin?
Mucho se ha especulado en la posibilidad de contar con un régimen tecnológico
donde predomine el uso de fuentes de energía limpias, sustentables,
económicamente competitivas y que garanticen el progreso industrial y el
bienestar social y económico. La pregunta que queda por responder en las
próximas décadas es ¿Cuál será el rumbo a seguir ante un inminente cambio
tecnológico que nos conduzca a un sistema energético diferente al del uso
intensivo del petróleo?.
La respuesta no es sencilla ya que actualmente existe todo un debate en cual
será la tecnología que cumpla con los requisitos antes mencionados. Por un lado
se cuenta con las tecnologías relacionadas con las Fuentes Renovables de
Energía (FRE) que son un conjunto de tecnologías probadas y técnicamente
viables para suplir al petróleo, pero aun con la desventaja económica.
Dentro de las tecnologías relacionadas con fuentes renovables de energía se
encuentran: la energía solar (módulos fotovoltaicos para generación eléctrica y
plantas termo-solares), energía eólica (aerogeneradores), caídas de agua (micro
turbinas hidroeléctricas), biogás (biodigestores) y el hidrógeno (electrolizadores
y celdas de combustible).
Por otro lado se encuentran las tecnologías relacionadas con la energía nuclear,
las cuales han probado su factibilidad técnica y económica. Empero la tecnología
nuclear es altamente intensiva en capital, aunado a ello, la humanidad relaciona
el empleo de la energía nuclear con la guerra y destrucción; y por si fuera poco
los desechos radiactivos siguen siendo un polémico punto de discusión en

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cuanto a la disposición final. Por lo que la tecnología relacionada con el uso de
la energía nuclear (salvo en algunos países como Francia), no ha logró tener el
respaldo económico, social ni institucional por lo que no ha podido solidificarse
como una promesa contundente para la generación de energía eléctrica una vez
llegado el fin de la era del petróleo.
Con todas las reservas que la prudencia nos impone, la percepción es que la
mayoría de las economías del mundo le apostarán a las tecnologías de las FRE
ya que presentan la ventaja de la generación distribuida (generar cerca del sitio
de consumo), la diversidad de fuentes disponibles y la sustentabilidad que tanto
se ha discutido en las últimas fechas.
 En definitiva, se demuestra que es posible diseñar y construir un modelo de
planificación energética global acorde con el desarrollo sostenible, que es capaz
de orientar al estratega energético mostrándole los posibles caminos que
pueden elevar el desarrollo humano, conservando el medio ambiente y los
recursos energéticos para las generaciones futuras, pero sin descuidar los
aspectos tecnológico, social y económico.
Nuestro punto de partida es el hacer consciente que nuestra sociedad requiere
energía para satisfacer las necesidades de sus integrantes, presentes y futuros.
Esto es esencial, ya que hay que asumir que esa energía es indispensable, y por
tanto debemos administrar su uso de la mejor manera posible.
Los modelos computacionales actuales, aunque efectivos y útiles, no son los
adecuados para la planificación orientada hacia el desarrollo sostenible, ya que
no contemplan que la mayoría de la población mundial eleve su Índice de
Desarrollo Humano. Hay que crear esos nuevos modelos, asumiendo que la
dirección del camino futuro lo eligen aquellos con las condiciones históricas,
sociales y económicas adecuadas, y los demás tratarán de emular el camino que
siguieron aquellos que lograron aquello que añoran.
El presente trabajo demuestra que continuar con un desarrollo que siga el
esquema que ostentan cualquiera de los tres grupos con un alto Índice de
Desarrollo Humano, es insostenible, pero también demuestra que es posible
encontrar caminos sostenibles en el terreno energético, los cuales se basan,
esencialmente en: la disminución del consumo energético excesivo y el cambio
en el tipo de energéticos que consumimos según sus propiedades y
características. Todo ello mejorando incluso las perspectivas económicas que el
pronóstico de los modelos tradicionales auguran.
Actualmente diversos organismos y sectores claman por conseguir un desarrollo
sostenible, un desarrollo que permita la satisfacción de las necesidades de todos

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los seres humanos, presentes y futuros, que respete el medio ambiente, que sea
técnicamente posible, económicamente viable y filosóficamente justificable. Este
trabajo pretender ser una modesta herramienta de prospectiva para colaborar a
solventar ese reto.

4. Bibliografía
 www.encuentros-multidisciplinares.org
 www.ithotelero.com
 www.iaea.org
 es.slideshare.net
 el cambio tecnológico en los sistemas energéticos- ángel Eduardo flores
romero

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