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Alumno:
PERU
Contenido
1. Introducción ......................................................................................................................... 3
2. Marco teórico....................................................................................................................... 3
2.1. Historia de planificación energética ......................................................................... 3
2.2. Factores que influyen en los planes y programas energéticos ........................... 5
2.2.1. El cambio climático en los mercados liberalizados ....................................... 5
2.2.2. Futuros compromisos ........................................................................................ 6
2.2.3. Sensibilización del consumidor ........................................................................ 7
2.3. Eficiencia energética .................................................................................................. 7
2.4. sistema de gestión energética ...................................................................................... 8
2.5. Casos sostenibles......................................................................................................... 11
3. Conclusiones ..................................................................................................................... 15
4. Bibliografía ......................................................................................................................... 17
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1. Introducción
En la sociedad actual en la que vivimos estamos acostumbrados a ver las
consecuencias de las actividades de los seres humanos en la naturaleza y como estas
afectan no solo a los animales y plantas sino a los seres humanos. Las actividades
humanas han sido trazadas con el objetivo del crecimiento económico sin tener en
cuenta cómo afectan al medio ambiente.
El desarrollo energético es aquel desarrollo que asegura las necesidades del presente
sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para enfrentarse a sus
propias necesidades. Por esta razón dicho desarrollo tiene que implicar el aspecto
ambiental, económico y social de manera que la sociedad prospere, pero sin perjudicar
al medio ambiente y a la sociedad.
Por ello es vital realizar planes y programas para el desarrollo energético, por uso
eficiente de las energías, bajo costo y menos conflictos sociales.
2. Marco teórico
2.1. Historia de planificación energética
La planificación energética (estudiar metódicamente de dónde se van a sacar los
recursos energéticos que utilizaremos en el futuro) es una actividad muy reciente que
comenzó a generalizarse entre los países más desarrollados a raíz de la crisis
energética de la década de 1970 a 1980. Desde entonces, se han desarrollado muchos
modelos, aunque las diferencias entre ellos son varias, las coincidencias conceptuales
y estructurales son muy notables.
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Problemática de modelos actuales
Qué duda cabe que el mejor método de planificación sería aquél que fuese capaz de
estimar directa y completamente cuáles son las necesitadas reales de la población y
satisfacerlas; pero, por ahora, ese método directo hemos de descartarlo; saber cuáles
son las verdaderas necesidades energéticas del ser humano, actual y venidero, es
imposible. Pues las necesidades son cosas cambiantes, subjetivas, inconscientes y,
muchas veces, incontrolables. De modo que la primera crítica a los modelos actuales
también será aplicable a los modelos futuros.
Ahora bien, los modelos de planificación actual cortan por lo sano y a la pregunta de
qué energía necesitaremos en el futuro responden con un tajante: “aquella que podamos
comprar y vender”. Y en verdad que no es ésta mala respuesta, más aún, es lo mejor
que hemos sido capaces de
inventar. Pero sospechamos que para el futuro, respuestas tan simples no serán
suficientes. De hecho, los graves problemas ambientales y sociales que se atisban en
el horizonte así nos lo están empezando a “exigir”.
Por otro lado, nuestro desarrollo intelectual, sin ser exagerado, nos empieza a permitir
planificar el futuro con más precisión que hasta ahora. Pues, de forma esquemática,
hasta ahora lo que venimos haciendo para estimar cuánta energía consumiremos
mañana es simplemente suponer que mañana nuestro PIB aumentará, por ejemplo, un
5%. Pero esa estimación sería más exacta (y quizás hasta más “justa”) si además de
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considerar lo que queremos (o imaginamos) que crecerá el PIB tuviésemos en cuenta
cosas como estas:
Hasta ahora, con que el PIB creciese dábamos por hecho que todo lo demás (educación,
calidad de vida y condiciones ambientales) vendría por añadidura, pero no es ésa una
regla “exacta”. La brújula que ha guiado al mundo desarrollado para traernos hasta la
situación en donde nos encontramos ha sido la economía; vivir más, saber más o
preservar las especies animales no eran objetivos conscientes, pero sí fueron
consecuencias innegables. Pero hoy, ya estamos en condiciones de dar un paso más.
Éste es pues el objetivo de este trabajo, dar un paso más en los modelos de planificación
energética y plantear quizás la semilla de una nueva generación de modelos que
incluyan, además de las consideraciones económicas, otras de índole ambiental,
cultural y social. Es decir, modelos de planificación energética orientados al desarrollo
sostenible.
Es evidente que estas dos preocupaciones podrían entrar en pugna. Analicemos cómo
ocurriría esto en la práctica. En los últimos años, los criterios de los gobiernos sobre
cómo asegurar mejor el suministro energético a precios aceptables han cambiado. Si
bien antes se dio por sentado que la importancia estratégica de la energía conducía de
manera natural a la propiedad pública y al monopolio estatal, ahora se considera, de
forma generalizada, un servicio que conviene más prestar en un mercado competitivo.
Se observa menos intervención de los gobiernos, ya sea mediante reglamentación o en
calidad de propietarios.
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2.2.1. 1. Impacto del cambio climático en Perú
El Perú no es ajeno al cambio climático que afecta al planeta, los siguiente son los
principales consecuencias del cambio climático.
Fuente: peru.com
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perfluorocarbonos (PFC) y el hexafluoruro de azufre (SF6). En el protocolo se acordó
una reducción de al menos un 5 %, de las emisiones de estos gases en 2008-2012 en
comparación con las emisiones de 1990. Esto no significa que cada país se
comprometía a reducir sus emisiones de gases regulados en un 5 % como mínimo, este
es un porcentaje correspondiente a un compromiso global y cada país suscribiente del
protocolo tenía sus propios compromisos de reducción de emisiones.
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a. Eficiencia energética por el lado de la demanda.
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Es importante destacar que un sistema de gestión de la energía no se orienta
únicamente a grandes empresas, sino que puede ser adoptado por cualquier tipo de
organización, independientemente de su sector de actividad o tamaño. Sin embargo, se
debe de mencionar que para lograr que un sistema de gestión de la energía garantice
la mejora continua, éste debe ser una parte del Sistema Integrado de Gestión de una
organización, considerando que el sistema de gestión de la energía se ocupa de
desarrollar e implementar la política energética y de organizar los aspectos energéticos
de la empresa. Es decir que, su implementación será más fácil cuando ya existan otros
sistemas de gestión integrados, principalmente por los elementos en común que
comparten dichos sistemas (Secretaria de Energía, 2014). La norma ISO 50001, Energy
Management Systems, publicada en junio de 2011, establece los requisitos que debe
tener un sistema de gestión de energía en una organización, para ayudarla a mejorar
su desempeño energético, aumentar su eficiencia energética y reducir los impactos
ambientales, así como también incrementar sus ventajas competitivas dentro de los
mercados en los que participan, todo esto sin sacrificio de la productividad. Esta norma
fue publicada oficialmente el 15 de junio de 2011, por la Organización Internacional para
la Estandarización (ISO). La norma ISO 50001 dicen Acoltzi &Pérez (2011) que busca
resolver, entre otros, los problemas relacionados con: Reducir costos, emisiones de
gases de efecto invernadero (GEI) y mejorar la seguridad en el suministro de energía.
Se basa en el modelo ISO de sistemas de gestión, mismo que es familiar para muchas
organizaciones en todo el mundo que aplican normas como la ISO 9001 (gestión de
calidad), ISO 14001 (gestión ambiental), ISO 22000 (seguridad alimentaria), ISO/IEC
27001 (información de seguridad), entre otras. Por lo que, en particular, la norma ISO
50001 sigue el proceso Planificar-Hacer-Verificar- Actuar de mejora continua del
sistema de gestión de la energía. Estas características permiten a las organizaciones
integrar la gestión de la energía con sus esfuerzos generales para mejorar la gestión de
calidad, medio ambiente y otros asuntos abordados por sus sistemas de gestión
(Organización Inter nacional para la nacional para la estandarización (ISO), 2011).
estandarización (ISO), 2011).
2.5. La planificación del desarrollo del sector energía: economistas e
ingenieros
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problemática de la energía y aquellos adherentes a la corriente neoliberal en la
economía internacional que se intensificó en la década de 1990 , contribuyeron a
desmontar parcialmente y/o minimizar el rol de los entes de planificación ; en nuestro
país el desmontaje fue total y que ahora se reconoce que fue un notable error1 por altos
funcionarios públicos, académicos y analistas ; este consenso se explica por la actual
crisis económica mundial , aceptándose que el exceso de desregulación de los
mercados y falta de previsión es contraproducente por las imperfecciones inherentes a
un mercado real. La racionalidad y la sicología de los agentes económicos dentro de un
enfoque marshalliano es el sustento para el análisis del sector energético para los
economistas ; es decir, no hay receta única para todos los países .
Tomando como referencia la desregulación del sector eléctrico , que por las
características de la energía eléctrica ( producción y consumo simultáneo ycontinuado
las 24 horas del día ; productores y consumidores están conectados permanentemente
a través de una red física por lo que cualquier acción de un agente afecta a todos los
demás que se refleja en los precios de la electricidad ; el tamaño de los mercados varía
estacionalmente o instantáneamente por contingencias como la congestión en alguna
línea de transmisión de la red, etc.) es el de mayor complicación para su estudio y
operación , nos permitirá acercarnos a explicar la aparente dicotomía economistas-
ingenieros . El profesor de economía del Massachusets Institute of Technology , Paul
Joskow , y el profesor Jean Tirole del Toulouse School of Economics , explican ( P.
Joskow y J. Tirole, 2007) “A pesar de de que todo lo que se habla sobre la desregulación
del sector eléctrico , todavía continúa un gran número de non-market mechanisms
..Estos mecanismos incluyen price caps en el mercado mayorista,..,,requerimientos de
reserva operativa en el sistema…que se justifican por la imposibilidad de los
consumidores de reaccionar a los precios en tiempo real,…por problemas de poder de
mercado en el segmento de generación..
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Mankiw , profesor de economía en Harvard University , concluyendo que “ el mundo
necesita de ambos , científicos e ingenieros, es decir macroeconomistas con una mente
con ambos tipos. Pero la disciplina (Economía) avanzaría más tranquila y
fructíferamente si los macroeconomistas tienen siempre presente que su campo tiene
un rol dual” ( Mankiw,2006).
Tras el análisis de los casos anteriores se hace evidente que existen tres factores
básicos que conducen a la insostenibilidad: un consumo energético per cápita excesivo,
un aumento poblacional enorme y el uso de hidrocarburos como base de nuestro
consumo. Con esto en mente se plantearán algunos casos en los que se busca que los
países con bajo IDH corrijan algunos errores en los modelos energéticos de los tres
países punteros, y estos países con alto IDH cambien el actual esquema energético
para conseguir los caminos sostenibles para el globo.
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respecto de las previsiones de los organismos internacionales como la ONU. El caso
sostenible fuerte plantea un escenario de control demográfico más estricto, para que el
aumento en 50 años sólo sea de un 31%. El caso alternativo plantea un camino
intermedio, con un aumento poblacional del 37%. La figuras 6, 7 y 8 muestran la
evolución en el gráfico IDH/Crecimiento de los tres casos sostenibles.
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Fig.2. crecimiento poblacional. El caso sostenible fuerte
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Los tres casos planteados asumen que para que se consiga la sostenibilidad es
necesario cambiar la estructura de nuestro suministro primario de energía para
incorporar al menos un 30% de energéticos naturales. En lo particular, la cesta
energética del caso débil se definió como aquélla que sustituiría el uso masivo de
petróleo y gas con energía nuclear y nuevas tecnologías con energías naturales en los
países desarrollados, y además, para los países en vías de desarrollo carbón.
El caso sostenible fuerte plantea una solución mucho más drástica abandonando el uso
masivo de los hidrocarburos tradicionales y prescindiendo completamente de la energía
nuclear, aumentando la dependencia en las nuevas tecnologías de energías naturales.
Y por último, el caso alternativo buscaba el camino intermedio utilizando nuevamente la
energía nuclear pero adoptando de manera masiva el uso de nuevas tecnologías en
este campo, como los reactores de cría. En términos porcentuales las cestas de cada
uno de estos casos son:
En lo que concierne a las consecuencias de estos casos lo más relevante sería que en
ninguno se considera que en los próximos 50 años se agotaran las reservas conocidas
de los hidrocarburos tradicionales o las de uranio. El aumento del IDH global es
generalizado, lo cual significaría sacar del subdesarrollo al 80 % de la población mundial.
Todo esto disminuyendo el impacto ambiental global, sin que el costo global sea
excesivo. Los principales indicadores de sostenibilidad tomados para hacer estas
consideraciones se resumen en:
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3. Conclusiones
Revisando la historia de las tecnologías alrededor del sistema energético, se
puede identificar la existencia de un proceso crucial y de gran importancia para
la reconfiguración de elementos y actores a lo largo y ancho de todo el régimen
energético, que podemos etiquetar como transiciones, las cuales han podido
desembocar en la trayectoria tecnológica presente en la historia del sistema
energético mundial.
Actualmente nos encontramos inmersos en un mundo y economía del petróleo,
todo aquel artefacto o máquina que se mueve, muy probablemente, lo hace a
partir de energía generada por petróleo. Y todos los estudios realizados
alrededor de las reservas de petróleo, si bien no coinciden con una fecha
definitiva, si coinciden en el cercano fin de la era del petróleo. Entonces cabe
preguntarse ¿Cuál será la tecnología que predomine una vez que el imperio de
los hidrocarburos llegue a su fin?
Mucho se ha especulado en la posibilidad de contar con un régimen tecnológico
donde predomine el uso de fuentes de energía limpias, sustentables,
económicamente competitivas y que garanticen el progreso industrial y el
bienestar social y económico. La pregunta que queda por responder en las
próximas décadas es ¿Cuál será el rumbo a seguir ante un inminente cambio
tecnológico que nos conduzca a un sistema energético diferente al del uso
intensivo del petróleo?.
La respuesta no es sencilla ya que actualmente existe todo un debate en cual
será la tecnología que cumpla con los requisitos antes mencionados. Por un lado
se cuenta con las tecnologías relacionadas con las Fuentes Renovables de
Energía (FRE) que son un conjunto de tecnologías probadas y técnicamente
viables para suplir al petróleo, pero aun con la desventaja económica.
Dentro de las tecnologías relacionadas con fuentes renovables de energía se
encuentran: la energía solar (módulos fotovoltaicos para generación eléctrica y
plantas termo-solares), energía eólica (aerogeneradores), caídas de agua (micro
turbinas hidroeléctricas), biogás (biodigestores) y el hidrógeno (electrolizadores
y celdas de combustible).
Por otro lado se encuentran las tecnologías relacionadas con la energía nuclear,
las cuales han probado su factibilidad técnica y económica. Empero la tecnología
nuclear es altamente intensiva en capital, aunado a ello, la humanidad relaciona
el empleo de la energía nuclear con la guerra y destrucción; y por si fuera poco
los desechos radiactivos siguen siendo un polémico punto de discusión en
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cuanto a la disposición final. Por lo que la tecnología relacionada con el uso de
la energía nuclear (salvo en algunos países como Francia), no ha logró tener el
respaldo económico, social ni institucional por lo que no ha podido solidificarse
como una promesa contundente para la generación de energía eléctrica una vez
llegado el fin de la era del petróleo.
Con todas las reservas que la prudencia nos impone, la percepción es que la
mayoría de las economías del mundo le apostarán a las tecnologías de las FRE
ya que presentan la ventaja de la generación distribuida (generar cerca del sitio
de consumo), la diversidad de fuentes disponibles y la sustentabilidad que tanto
se ha discutido en las últimas fechas.
En definitiva, se demuestra que es posible diseñar y construir un modelo de
planificación energética global acorde con el desarrollo sostenible, que es capaz
de orientar al estratega energético mostrándole los posibles caminos que
pueden elevar el desarrollo humano, conservando el medio ambiente y los
recursos energéticos para las generaciones futuras, pero sin descuidar los
aspectos tecnológico, social y económico.
Nuestro punto de partida es el hacer consciente que nuestra sociedad requiere
energía para satisfacer las necesidades de sus integrantes, presentes y futuros.
Esto es esencial, ya que hay que asumir que esa energía es indispensable, y por
tanto debemos administrar su uso de la mejor manera posible.
Los modelos computacionales actuales, aunque efectivos y útiles, no son los
adecuados para la planificación orientada hacia el desarrollo sostenible, ya que
no contemplan que la mayoría de la población mundial eleve su Índice de
Desarrollo Humano. Hay que crear esos nuevos modelos, asumiendo que la
dirección del camino futuro lo eligen aquellos con las condiciones históricas,
sociales y económicas adecuadas, y los demás tratarán de emular el camino que
siguieron aquellos que lograron aquello que añoran.
El presente trabajo demuestra que continuar con un desarrollo que siga el
esquema que ostentan cualquiera de los tres grupos con un alto Índice de
Desarrollo Humano, es insostenible, pero también demuestra que es posible
encontrar caminos sostenibles en el terreno energético, los cuales se basan,
esencialmente en: la disminución del consumo energético excesivo y el cambio
en el tipo de energéticos que consumimos según sus propiedades y
características. Todo ello mejorando incluso las perspectivas económicas que el
pronóstico de los modelos tradicionales auguran.
Actualmente diversos organismos y sectores claman por conseguir un desarrollo
sostenible, un desarrollo que permita la satisfacción de las necesidades de todos
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los seres humanos, presentes y futuros, que respete el medio ambiente, que sea
técnicamente posible, económicamente viable y filosóficamente justificable. Este
trabajo pretender ser una modesta herramienta de prospectiva para colaborar a
solventar ese reto.
4. Bibliografía
www.encuentros-multidisciplinares.org
www.ithotelero.com
www.iaea.org
es.slideshare.net
el cambio tecnológico en los sistemas energéticos- ángel Eduardo flores
romero
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