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INTRODUCCIÓN

Uno de los aspectos que más se ha destacado del Libro Primero del nuevo Código Civil,
sobre el Derecho de las Personas, es el relativo al tratamiento coherente de la
desaparición, ausencia y muerte presunta.

Para ello es necesario constatar, principalmente, lo que viene ocurriendo en el mundo


judicial.
Resulta necesario resolver coherentemente los problemas que se presentan a partir de la
desaparición de una persona de su domicilio y del lugar habitual de sus actividades, sin
que se tenga noticias de ella. Esta situación conlleva generalmente el abandono de la
familia y de los intereses del desaparecido, por ello se considera fundamental la
intervención del Derecho. Se busca, precisamente, cautelar tales intereses y los de sus
causahabientes.

DESAPARICIÓN

Situación previa a la declaración de ausencia de una persona, que viene determinada por
la desaparición de una persona de su domicilio sin que deje un representante legítimo o
voluntario, que obliga a adoptar ciertas medidas respecto de los bienes del mismo y que
deben ser puestas en práctica por su defensor, aunque hayan sido acordadas por el Juez.

Acontecimiento que, en razón de las circunstancias, hace dudar de la supervivencia de


una persona. Su no presentación, después del peligro de muerte a que se halló expuesta,
lleva en breve plazo a emitir un juicio de declaración de muerte presunta.

Cuando una persona no se halla en el lugar de su domicilio y se carece de noticias o


información sobre su paradero, el juez de primera instancia del ultimo domicilio o del
lugar donde se encuentran sus bienes puede proceder, a petición de parte interesada o del
ministerio público, a la designación de curador interesado.

La desaparición mencionada en el art. 47 del código civil “cuando una persona no se


halla en el lugar de su domicilio y ha transcurrido más de sesenta días sin noticias sobre
su paradero, cualquier familiar hasta el cuarto grado de consanguinidad o afinidad,
excluyendo el más próximo al más por afinidad, excluyendo el más próximo al más
remoto, puede solicitar la designación del curador interino.
El Código no ha previsto explícitamente una declaración judicial de desaparición. No
obstante, ella se configura cuando concurren tres supuestos: una persona no se halla en el
lugar de su domicilio (no se requiere plazo), se carece de noticias sobre su paradero y no
tiene mandatario con facultades suficientes. A petición de parte interesada o del
Ministerio Público, puede proceder por el Juez la designación de un curador interino. De
acuerdo a la amplísima remisión del Art. 48, tal curatela se rige, en cuanto sea pertinente,
por las disposiciones de los Arts. 564 a 618.

También puede solicitarlo quien invoque legítimo interés en los negocios o asuntos del
desaparecido, con citación de los familiares conocidos y del ministerio público. La
solicitud se tramita como proceso contencioso.

No procede la designación de curador si el desaparecido tiene representante o mandato o


mandatario con facultades inscritas en el registro público”.

Para que una persona se considere como no habido o desaparecido se tienen unos
requisitos que son necesarios para considerar a una persona como desaparecido y estas
son:

OBJETIVO: No se halla en el lugar de su domicilio. No cuenta con representante o


mandatario con facultades suficientes. Esto quiere decir que en su desaparición no haya
dejado representante. Donde se deduce por interpretación.

SUBJETIVO: Carece noticias sobre el paradero del desaparecido como lo dice


(CORREA, 2008) “no tener certeza de donde podría ser posible ubicarlo y ni siquiera
saber si rige si sigue o no existiendo como persona”.

TEMPORAL: establecido en el código civil esclarece que el tiempo estimado es de


sesenta días, pasado el tiempo cualquier familiar de cuarto grado de consanguinidad
podría solicitar la designación del curador interino sobre sus bienes, también puede pedir
esa solicitar ser curador quien tiene interés sobre los negocios del desaparecido.
PLAZOS DE LA DESAPARICIÓN

Es una necesidad de que el nombramiento de curador del desaparecido esté precedido de


la constatación de un plazo de desaparición.

El art. 47 del Código Civil no prevé la declaración de desaparición. El ponente del Libro
de Personas lo explica: "La Desaparición, por constituir un hecho, debe ser comprobada
por el juez. El hecho de la desaparición no requiere de declaración judicial alguna.
Se aprehende, como todos los hechos de la experiencia, por la simple observación del
fenómeno.
En esto se diferencia claramente de la ausencia, situación en la cual si se exige la
declaración judicial sobre la base del hecho comprobado de la desaparición de la persona
y la verificación del transcurso del tiempo.
No obstante, el inc. 2 del Art. 2030 del Código Civil, en el Libro de Registros Públicos,
considera inscribible en el Registro Personal, "las resoluciones que declaren la
desaparición, ausencia, muerte presunta y reconocimiento de existencia de las personas.

En el libro de (Sessarego, derecho de las personas, 2016) Se trata de un error de deseable


enmienda, atribuible a que la Condición Reformadora no preparó proyecto alguno sobre
Registros Públicos, y el elaborado por la Comisión Revisora no fue consultado a los
integrantes de la Reformadora, ni al ponente del Libro de Personas.

No obstante, esta norma ya existía en el Proyecto que la Comisión Revisora publicó en


febrero de 1984, y parece ser más fruto de una divergencia de perspectiva que un error.

Tanto la desaparición corno la ausencia son hechos que ocurren y que no necesitan
declaración judicial alguna para que se produzcan. Así, con o sin declaración judicial, la
desaparición o la ausencia cuando ocurren, tienen que ser admitidas corno tales. Ocurridas
en la realidad, necesitan sin embargo de declaración judicial con el objeto de que
produzcan las consecuencias jurídicas que el Código les asigna.

Dicha declaración judicial no es por lo tanto constitutiva de los hechos señalados. Es


simplemente declarativa de los mismos y constitutiva de sus efectos. Producida la
desaparición, la declaración judicial correspondiente no va a constituir dicha
desaparición. Simplemente la va a reconocer y va a constituir sus efectos, esto es, el
nombramiento de un curador interino (artículo 47). Lo mismo ocurrirá en el caso del
ausente, con el otorgamiento de la posesión temporal de sus bienes a quien corresponda
(artículo 50).
Se puede discutir la procedencia del término "declaren" a propósito de la desaparición,
con el argumento de que el artículo 47 no establece la declaración judicial de desaparición
a diferencia de lo que su· cede con la declaración de ausencia en el artículo 49.
Lo que ocurre es que la declaración judicial que nombra curador interino, resulta siendo,
aunque el art. 47 no lo señale, una declaración tácita de la desaparición, por cuanto si esta
última no se produjera como tal, carecería de objeto la designación de curador interino.

¿Qué pasa si el desaparecido aparece?

Si remotamente el desaparecido aparece obviamente se pone fin a la declaración judicial


de ausencia y el patrimonio se le restituye en el estado en que se encuentre.

¿Qué pasa si el desaparecido nunca aparece?

Procede la declaración judicial de muerte presunta a petición de cualquier interesado del


ministerio público. Sin que sea indispensable la declaración judicial de ausencia en tres
casos, y estos son:

1. La muerte se presume si han transcurrido 10 años desde las ultimas noticias del
desaparecido.
5 años si tenía 80 años de edad.

2. Procede la declaración de muerte presunta si han pasado como mínimo 2 años si


la desaparición se produjo en circunstancias de peligro de muerte, es decir, si la
persona desaparece en un accidente o realizando una acción de alto peligro, sin
pedir la declaración jurada de la ausencia.
3. Sin que se necesite de ningún plazo se declarara la muerte con certeza de su muerte
sin que el cadáver sea encontrado, podrían ser los testigos que vieron a la persona
fallecer, pero que su cadáver se extravió sin que se pueda encontrar y no saben
dónde está el cadáver.

¿Qué pasa si aparece la persona declarado muerto aparece?

La persona declarada muerta tendrá que tramitar el reconocimiento de su existencia como


proceso no contencioso, para así recuperar sus bienes, o de lo que queda, sin embargo, si
la cónyuge volvió a contraer matrimonio no sería anulado.

NOMBRAMIENTO DEL DEFENSOR

La declaración de una desaparición, requiere una resolución judicial que, de acuerdo con
la norma, se tramita como proceso no contencioso, esta resolución debe inscribirse en el
RENIEC.

Para (SESSAREGO) agrega que el nombramiento de este curador se justifica porque


existe interés social en cuidar el patrimonio del desaparecido y el valor de sus derechos
mientas se define su situación jurídica. Por ello no solo quien tenga legitimo interés, sino
cualquier persona o el ministerio público puede solicitar al juez competente la
designación de un curador interino.

El nombramiento del defensor judicial se verifica en un expediente de jurisdicción


voluntaria como una forma más de protección de los menores no emancipados o personas
que han visto modificada su capacidad en virtud de resolución judicial. (GARCIA, 2017)

Presenta esta figura una naturaleza análoga a las otras instituciones reguladas legalmente
y cuya finalidad es servir de complemento de la falta de capacidad de gestión de la propia
persona o de su patrimonio, como la patria potestad, la tutela o curatela, aunque
diferenciándose de éstas en su carácter provisional y subsidiario, es decir, puede entrar en
juego cuando éstas no existan o no desplieguen sus efectos por la razón que sea.
Nombramiento del curador. - Para los efectos del nombramiento del curador
judicial, hay que acudir al poder jurisdiccional, en proceso contencioso y en la vía
procesal de proceso sumarísimo y por ante el Juez de Primera Instancia del juzgado de
familia.

El nombramiento de curador, por tratarse de instituciones jurídicas inherentes entre sí. En


este sentido se trata de un petitorio. El curador nombrado judicialmente puede ser el
accionante, precisamente a falta del curador legítimo, asimismo, debe tenerse presente
que la persona asilada tiene como curador interino. Como se ha afirmado
precedentemente, la doctrina dominante, sostiene tiene que la curatela, la tutela y la patria
potestad como instituciones tutelares de la persona natural tienen la finalidad de
protegerla y cuidar de su patrimonio, en el caso de la curatela se orienta a la custodia,
defensa y al manejo de los bienes, más que al cuidado de su persona, por tratarse de una
persona formada con personalidad propia. De todo lo cual se puede afirmar que la tutela
remplaza a la patria potestad en el cuidado de la persona, porque la curatela es una
institución cuida a la persona mayor incapacitada, según el caso, ya sea de la persona o
solamente para que administre los bienes del incapaz.

CONCLUSIÓN
En El Código Civil Peruano: Vemos que desde 1936 no se caracterizó por su uniformidad
terminología, confundiéndose ausencia con desaparición. No obstante, es ya en el Código
Civil de 1984, que se determina y se establecen tres fases distintivas: desaparición,
declaración judicial de ausencia, y declaración judicial de muerte presunta. De los
mencionados encontraremos un orden de ideas que van desde la primera que hace
referencia a una situación de hecho, la cual después de cumplir ciertos requisitos, se
convierte en una situación de derecho a través de una declaración judicial, dándose como
fase final una solución jurídica más cercana a la realidad donde con miras a la seguridad
jurídica se presume por la norma la muerte de la persona.

Como es de apreciarse, a través del tiempo como en los distintos sistemas legislativos de
los países siempre se ha hecho referencia a la desaparición en el derecho de personas
como una situación de hecho, tendencia que siempre tiende a ser el reflejo de la valoración
que le ha dado la doctrina, no obstante, en el desarrollo del presente artículo se podrá
observar que esta posición no es del todo cierta.

BIBLIOGRAFIA

Bibliografía
CORREA, M. R. (2008). El título preliminar del Código Civil. LIMA.

GARCIA, D. M. (29 de JUNIO de 2017). la necesidad del nombramiento de un defensor. ELPAIS,


pág. 5.

Sessarego, C. F. (2015). codigo civil: estudios y propuestas.

Sessarego, C. F. (2016). derecho de las personas.

SESSAREGO, C. F. (s.f.). codigo civil: estudios y propuestas.

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