CMNUCC Bonn David Escudero Albas

I. INTRODUCCIÓN

En este trabajo se tratará la situación de China en el terreno de la política internacional

del clima este último año, teniendo en cuenta sus decisiones i reacciones a todo lo
ocurrido. El trabajo culminará con su participación en la 23ª Conferencia de las Partes
en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático(CMNUCC)
en Bonn, Alemania, tratado informalmente como COP23.

La CMNUCC fue adoptada en 1992 en la Cumbre de la Tierra de Río, que marcó el

comienzo del primer esfuerzo concertado de la comunidad internacional para enfrentar
el problema del cambio climático. Cada año, las partes en el acuerdo se reúnen para
evaluar el progreso en la implementación de la convención y, en términos más
generales, abordar el cambio climático. Este año la COP23 tuvo lugar en Bonn,
Alemania, del 6 al 17 de noviembre, y China formó parte de la conferencia como líder
internacional del clima.

II. CONTEXTO HISTÓRICO

En los últimos 30 años, China ha cambiado su postura sobre el cambio climático: de

ser completamente inconsciente a ser un importante líder en las negociaciones del
clima.

Antes de 1988, China no contaba con investigadores especializados en cambio

climático, ni con un departamento gubernamental para controlar la contaminación
atmosférica.Después de que China fuese calificada como un gran emisor de Gases de
Efecto Invernadero (GEI) por la Asamblea General del Panel Intergubernamental sobre
Cambio Climático ese año, China comenzó a hacer cambios.Por ende, en 1990, China
estableció un grupo gubernamental para cuestiones de cambio climático y un
programa de investigación para analizar su impacto.

China formó parte de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio
Climático en 1992, y la firmó. Sin dudas, tenía un principio de "responsabilidades
comunes pero diferenciadas" que otorgaba indulgencia a los países que todavía
estaban en desarrollo. Fue visto como una victoria para China.

Posteriormente, China firmó el Protocolo de Kyoto en 1998 y lo ratificó en 2002. A

pesar de la presión de otros países para tomar medidas significativas para reducir las
emisiones, China se mostró cautelosa sobre cambios reales y se adhirió al concepto
de responsabilidades para los países en desarrollo. Como era de esperar, la postura
de China fue respaldada por otros países en desarrollo.

Así mismo, China e India tuvieron gran parte de la culpa por el colapso de las
conversaciones en Copenhague en 2009, cuando rechazaron la idea de que los
países en desarrollo tuvieran la responsabilidad de combatir el cambio climático. Más
tarde, el presidente Obama,en su segundo mandato logró reducir ese "cortafuegos"
entre emisores desarrollados y en desarrollo en una sucesión de acuerdos bilaterales
con XiJinping, presidente de China. El mayor logro se produjo en 2014, cuando las dos
naciones acordaron compromisos voluntarios para el Acuerdo de París el cual
establece medidas para la reducción de las emisiones de Gases de Efecto

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Invernaderoa efectos del Calentamiento Global. Su aplicabilidad sería para el año

2020, cuando finaliza la vigencia del Protocolo de Kioto.

III. CHINA: MAYOR EMISOR DE GEI

China destaca por encima de otros países en la producción de gases de efecto

invernadero. A partir de la década de 1990, sus emisiones aumentaron, y en 2007
superó a los Estados Unidos como el mayor contaminante de dióxido de carbono del
mundo. Estados Unidos fue el mayor emisor durante más de un siglo.

En 2015, China alcanzó casi 10.4 mil millones de toneladas métricas en emisiones de
dióxido de carbono de combustibles fósiles e industria, equivalentes al 29% de las
emisiones totales en todo el mundo, según el Global Carbon Budget. La abrumadora
contaminación de China, en parte, explica su población: 1.370 millones de personas,
más que cualquier otro país.

Foto 1. Contaminación atmosférica en Shanghai. The New York Times.

Una causa es el crecimiento industrial galopante de China, impulsado por el carbón. El

despegue económico de China ha sido impulsado por fábricas altamente
contaminantes, acerías, cemento y plantas de energía. La historia de las emisiones en
China es realmente una historia sobre el carbón, cada unidad de energía de la quema
de carbón crea más dióxido de carbono que el petróleo o el gas.

China ha estado tratando de alejarse de estas industrias de chimeneas, y la demanda

de carbón se ha enfriado desde 2012. Aún así, todavía proporciona alrededor de dos
tercios de las necesidades totales de energía de China.

Por otro lado, en China se contabilizan cinco de las seis fábricas de energía solar
fotovoltaica más importantes del mundo, y siete de las 15 fábricas de aerogeneradores
más importantes. También está invirtiendo más de $ 100 mil millones al año en
proyectos nacionales de energía renovable, más del doble de la cifra de EE.UU. con
alrededor de $ 32 mil millones. Su inversión en tecnología verde en el exterior es
también la más grande del mundo.

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IV. POLÍTICA INTERNACIONAL DEL CLIMA EN 2017

A mitades de año el presidente Trump anunció que Estados Unidos se retiraría del
acuerdo climático de París, debilitando los esfuerzos para combatir el calentamiento
global y abrazar las voces aislacionistas en la Casa Blanca, que argumentaban que el
acuerdo era una amenaza perniciosa para la economía y la soberanía
estadounidense. Este suceso significóla anulación de la planificación
medioambiental de Barack Obama, que junto a China encabezó las negociaciones
para cerrar en 2015 el Acuerdo de París.

Foto 2. El presidente de EEUU, Barack Obama, se reúne con el presidente chino, Xi Jinping,
al comienzo de la cumbre sobre el cambio climático en 2016. Politico Magazine

Foto 3. El presidente Trump anuncia la retirada de EEUU del Acuerdo de París sobre el
cambio climático en el Rose Garden el 1 de junio de 2017.

Cuando el presidente Trump anunció que sacaría a Estados Unidos del acuerdo
climático de París, este arrojó una luz acusadora sobre China, el mayor emisor de
gases de efecto invernadero. También criticó duramente a India y otros
contaminadores internacionales en un discurso en el que anunció el retiro del acuerdo.

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En virtud de este tratado, "China podrá aumentar estas emisiones en una cantidad
asombrosa de años, 13" y "se le permitirá construir cientos de plantas adicionales de
carbón", dijo Trump.En otra ocasión también añadió: "El concepto de calentamiento
global fue creado por y para los chinos, para que la fabricación y manufacturación de
los Estados Unidos no sea competitiva."

China misma ve la retirada de los Estados Unidos de París como un desafortunado

desarrollo.El anuncio de Trump no impulsó al gobierno chino a retirarse de sus
promesas,XieZhenhua, el principal negociador del país en el acuerdo de París,
expresó la voluntad de Pekín para cooperar con Washington en las negociaciones
sobre el cambio climático aún los hechos transcurridos.

"Esperamos que Estados Unidos regrese a la gran familia del acuerdo de París (...) y
haga contribuciones positivas a nuestra Tierra natal", dijo Xie en una conferencia de
prensa en Pekín. "Pase lo que pase, China implementará el acuerdo de París y
cumplirá el 100% de sus compromisos".

Por otra parte, sin embargo, el retiro de los EEUU diouna gran oportunidada Chinapara
convertirse en el líder climático del mundo. De esta manera, China seguirá honrando
los $ 3.1 mil millones comprometidos para la acción climática. Además, el presidente
chino, Xi Jinping, se comprometió a agregar otros mil millones de dólares a la
Cooperación Sur-Sur sobre el Cambio Climático.

China y Europa están listas para avanzar y liderar esta batalla, y a pesar de Trump,
nada está perdido.China ha dicho que habla en serio sobre la reducción de los gases
de efecto invernadero y la ONU aclama su voluntad.La ONU reafirmó que están
firmemente comprometidos con el liderazgo en la lucha contra el cambio climático.

V. DE CARA A LA COP23

China siempre ha argumentado que, como país más “pobre”, no debería asumir los
mismos límites estrictos sobre la contaminación atmosférica que los países ricos. En
cambio, China ha argumentado que los países en desarrollo deberían poder permitir
que sus emisiones crezcan mientras sus ciudadanos salen de la pobreza.

Las promesas que hizo China como parte del acuerdo de París reflejaron esa idea. En
lugar de acordar un techo firme sobre las emisiones, China se comprometió a reducir
la intensidad del carbono: la cantidad de contaminación con dióxido de carbono
liberada para crear cada dólar de actividad económica. Eso significa que las emisiones
de China pueden seguir creciendo a medida que la economía se expande, pero a un
ritmo más lento que el crecimiento del Producto Interno Bruto.

En el acuerdo de París, China dijo que recortaría su intensidad de carbón en el 60 al

65% para 2030, en comparación con su nivel en 2005. También prometió que sus
emisiones de dióxido de carbono alcanzarían su máximo alrededor de 2030, y que
trataría de alcanzar un pico más temprano. Su objetivo es lograrlo en parte mediante la
expansión de la energía solar, eólica, nuclear y otras energías no fósiles a
aproximadamente el 20% del uso total de energía.

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Pero, ¿realmente es posible la reducción de la contaminación por gases de efecto

invernadero?La producción de contaminación por dióxido de carbono de China ya se
ha desacelerado más de lo prometido por el gobierno en el acuerdo de París, y esa
tendencia parece que continuará, según muchos expertos. Es probable que las
emisiones de China lleguen a su punto máximo años antes de la fecha de 2030 que el
gobierno prometió como parte del acuerdo de París.

La presión internacional puede haber jugado un papel en la reducción de las

emisiones de China, pero las principales razones han sido internas: una economía
menos dependiente de la industria pesada y el carbón, y el descontento público por la
contaminación atmosférica. Esa ira generalizada ha reforzado los esfuerzos de los
líderes chinos para cortar las industrias de chimeneas, y esos recortes también son
buenos para limitar los gases de efecto invernadero.

De todas formas, se considera que China podría haber firmado promesas de

emisiones más audaces en el acuerdo de París, y muchos defensores del medio
ambiente y científicos esperan que ofrezca objetivos más ambiciosos de cara a la
COP23, pero el gobierno chino tiende a hacer compromisos conservadores en los
acuerdos internacionales. Realmente el tratado de París fue diseñado para que los
gobiernos pudieran ofrecer objetivos iniciales modestos que se volviesen más
ambiciosos, dado que los países no quieren fallar. Es natural que las promesas de
emisión sean conservadoras, mientras que algunos funcionarios chinos quieren pasos
audaces para cortar el carbón y fomentar el crecimiento verde, otros temen que ir
demasiado rápido haga que muchos trabajadores mineros e industriales se queden sin
trabajo y pueda absorber los ingresos del gobierno mejor gastados en otros lugares.

VI. COP23

Las tres historias que definieron la conferencia ocurrieron fuera de las salas de
negociación; el Reino Unido y Canadá lanzaron una convocatoria mundial para acabar
con el carbón, registrando 18 países; el intento exitoso de la administración Trump de
incorporar su industria energética a la conversación sobre el clima; y la intervención de
las ciudades y estados de los Estados Unidos que acamparon fuera de la entrada
principal de la reunión.

Mientras tanto, los negociadores todavía estaban atascados en cómo exactamente

funcionaria el Acuerdo de París, una tarea mucho más compleja desde el punto de
vista técnico que el acuerdo en sí.

Este sentimiento fue exacerbado por el lugar que ocupó esta conferencia en un
proceso de varios años de intermediación en un acuerdo climático global. Las charlas
de Bonn siempre se facturaron como una "reunión técnica"; una en el que se
redactaron las reglas del acuerdo de París, pero no se decidió.

La COP 23 también aclaró los planes para organizar diálogos de facilitación en 2018 y
respaldó una serie de acuerdos para acelerar la implementación de la acción climática
previa a 2020 y los compromisos para reducir las emisiones de CO2.

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XieZhenhua dijo que la flexibilidad y las acciones constructivas adoptadas por los
países participantes sentaron las bases para completar las negociaciones sobre la
implementación del Acuerdo de París según lo programado. Además señalando las
difíciles tareas que se avecinan, China apoyó el trabajo de la presidencia de Fiji para
garantizar que las negociaciones sobre los planes detallados para la implementación
del Acuerdo de París puedan
completarse de acuerdo con el
cronograma.

Un segundo gran evento en la

COP fue el lanzamiento de la
"Alianza PoweringPast Coal",
liderada por el Reino Unido y
Canadá.Más de 20 países y
otros actores subnacionales se
unieron a la alianza, incluidos
Dinamarca, Finlandia, Italia,
Nueva Zelanda, Etiopía, México
y las Islas Marshall; así como Foto 4. XieZhenhua pronuncia un discurso en el pabellón de China en la
los estados de Washington y COP23 en Bonn. UNFCCC
Oregon en los Estados Unidos.EEUU,en general, no firmó la promesa y varios otros
grandes países del carbón se destacaron por su ausencia, como Alemania, Polonia,
Australia, India y la misma China.

El principal funcionario climático de China descartó cualquier introducción inmediata de

futuros de carbono, así como un impuesto sobre el carbón para ayudar al país a
financiar los esfuerzos para reducir los gases de efecto invernadero."En la etapa inicial
no haremos planes de futuro del carbón, porque estamos preocupados de que entrar
de repente en el mercado de futuros sin experiencia pueda causar caos en el
mercado", dijo XieZhenhua, hablando en un informe sobre la lateralidad de las
conversaciones del clima en Bonn.China se comprometió a utilizar "mecanismos de
mercado" con tal de reducir las emisiones y añadió que el comercio de carbón no debe
perder de vista su propósito central de controlar las emisiones, y debe evitar la
"sobreinversión" y el uso de demasiados productos derivados.China ya ha establecido
siete plataformas regionales piloto de comercio de carbón y debiera lanzar un
intercambio a nivel nacional este año. Xie dijo que los preparativos se han completado
y que el esquema estaba esperando la aprobación del gabinete.

Si bien la alianza señala en su declaración que "el análisis muestra que la eliminación
del carbón es necesaria a más tardar para 2030 en la OCDE y la UE28, y no más allá
de 2050 en el resto del mundo" para cumplir el Acuerdo de París, sí lo hace no
comprometer a los signatarios a ninguna fecha de eliminación en particular. Tampoco
compromete a los signatarios a poner fin a la financiación de plantas de energía de
carbón, sino simplemente a "restringirlas".

Finalmente, en otros acontecimientos, hubo preocupación de los países en desarrollo

de que los países ricos no hayan hecho lo suficiente para cumplir sus compromisos
asumidos para el período hasta 2020. Estos compromisos son independientes del
Acuerdo de París, que se aplica únicamente después de 2020.Los países en

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desarrollo, incluidos China y la India, se mostraron particularmente irritados por el

hecho de que la acción anterior a 2020 no tuviera un espacio formal en la agenda de
negociación de la COP23. Insistieron en que se debe hacer un espacio para discutirlo,
argumentando que la reunión de los compromisos previos al 2020 fue una parte clave
para generar confianza en el resto de las negociaciones.Solicitaron que se incluyera
en la agenda de negociaciones un debate sobre las promesas formuladas por los
países ricos para reunirse antes de 2020.

La presidencia de Fiji pidió más consultas antes de tomar una decisión a principios de
la próxima semana yel negociador indio Ravi S Prasad dijo inmediatamente que si las
promesas hechas a la ONU no se tomaban en serio, podrían minar la confianza en el
proceso. Informes en los medios indios sugirieron que China e India se unieron en una
airada protesta por la decisión, sin embargo, los funcionarios chinos estaban
optimistas sobre los acontecimientos y sólo formó parte del proceso de negociación.

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VII. BIBLIOGRAFIA

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