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“LA SOCIEDAD SITIADA”

La Sociedad Sitiada sin duda es un texto, que puede ser en algunos casos
indispensables para poder reflexionar sobre los distintos acontecimientos que
suceden en la actualidad.
En la primera parte del libro se hace mención a la perspectiva que tiene la sociología
clásica en donde se propone que la “Sociedad” debiera tener un compromiso fuerte
en común, con normativas claras que estableciera una relación fuerte y sólida entre
el Estado-Nación, en otras palabras, en los tiempos de “Modernidad Sólida” ,(ya
reemplazada según el autor por la “Modernidad Líquida”), el Estado contaba con un
poder soberano y coercitivo (aplicación de la fuerza), basado en la nación (
entendido como el conjunto de personas habitantes de un lugar determinado
quienes delegan en el Estado el poder y toma de decisiones que busca como
finalidad última el “bien Común”) en una territorialidad definida. Dicha sociedad
aseguraba certeza y una duración mayor, mucho más consistente, que la vida de
cada uno de sus miembros, ha sucumbido de acuerdo al autor.
En la actualidad esa sociedad “ideal y sólida” ha desaparecido, y ha sido
reemplazada forzosamente por una “Modernidad Líquida”, entendida como
provisoria, inestable, irregular, en la que todo parece tener fecha de vencimiento, en
donde todo cambia, a un ritmo exacerbado y responsable .
Es así como se va produciendo una pérdida de seguridad y de la creencia en que
las instituciones tradicionalmente que conforman la sociedad como por ejemplo: la
familia y el Estado, principalmente, eran fuentes de certeza. De este modo, la
gradual desaparición o difuminación de la sociedad es el origen de la actual
impotencia pública, en otras palabras, el Estado poseedor del poder y toma de
decisiones, va quedando desvinculado frente al “mundo globalizado” (poder local
v/s poder global.
La sociedad actual se encuentra cercada, “Sitiada” por numerosos agentes o
aspectos que tienden a dominar de cada uno de nosotros, a su voluntad.
Según el autor, “Antiguamente” la felicidad residía en el tener o ser, sino en el usar.
«Ni «tener» ni «ser» tienen demasiada consistencia los distintos modelos actuales
de lo que tendría que ser una vida feliz. Lo que importa es el uso. El uso instantáneo
y muchas veces desechable.
Los medios de comunicación y por sobre todo la televisión, como herramienta
masiva de control, ha contribuido en la construcción de una “historia instantánea”,
si se pudiese llamar así, y de corta duración, donde principalmente prima una rápida
secuencia de imágenes, que por lo general imposibilitan la acción de pensar, donde
permite a una masividad identificarse, un ejemplo concreto son los “Talk Show” y
por sobre todo la presentación de modelos sin ninguna solidez dentro de la
sociedad.
La sociedad se encuentra “Sitiada”, el poder que antes se basaba en la
territorialidad, vencida rápidamente por la velocidad y ahora remplazada por una
“globalidad”, globalidad que aunque muchos quieren poder organizar o “solidificar”
no encuentran el cómo, y solo quedan en innumerables esfuerzos que no aseguran
resultados.
La sociedad ha caído bajo el dominio del consumismo y, ya no importa satisfacer
simplemente las necesidades ahora estamos dominados por los deseos,
controlados y construidos fuera de la masa, con la única y gran finalidad seguir
consumiendo.
La sociedad se ha debilitado, los poderes que antes se encontraban concentrados
en los gobiernos territoriales, ahora son simplemente un marco difuso de una
normativa. Las garras del capitalismo y el consumismo han pasado la cuenta,
cuenta que pocos quieren cancelar y menos hacerse responsable, responsabilidad
que cada vez es más difusa y esquiva, reflejada en pequeños “Idearios políticos”,
de corta duración y alcance.
La malévola mano de la globalización ha sido más fuerte, la “universalidad” soñada
suele ser un dañado anhelo, para aquellos que ni siquiera existen “los despatriados”,
“refugiados” o simplemente votados por el sistema, ese sistema que traicionó el
interés común y que solo se vuelca en unos pocos y cada vez menos.
Dejamos de ser los “protagonistas” de los acontecimientos nos conformamos con
ser meros “testigos” o “espectadores de un mundo cada vez más pequeño, que
simplemente nos conformamos con observar omitir, que no nos involucramos, no
actuamos , “la idea de que nuestro itinerario personal es la única preocupación
razonable y el único fundamento para la acción efectiva”(pág. 206), efectiva y
momentánea, mutable, imperdurable en el tiempo y cambiante de acuerdo a los
intereses dominantes de esta inestable “sociedad sitiada”.

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