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Quisiera retomar lo que compartí con los jóvenes en Panamá, para reflexionar en
esta Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones sobre cómo la llamada del
Señor nos hace portadores de una promesa y, al mismo tiempo, nos pide
la valentía de arriesgarnos con él y por él. Me gustaría considerar brevemente
estos dos aspectos, la promesa y el riesgo, contemplando con vosotros la escena
evangélica de la llamada de los primeros discípulos en el lago de Galilea (Mc 1,16-
20).
Estas son las situaciones ordinarias de la vida, en las que cada uno de nosotros
ha de confrontarse con los deseos que lleva en su corazón, se esfuerza en
actividades que confía en que sean fructíferas, avanza en el “mar” de muchas
posibilidades en busca de la ruta adecuada que pueda satisfacer su sed de
felicidad. A veces se obtiene una buena pesca, otras veces, en cambio, hay que
armarse de valor para pilotar una barca golpeada por las olas, o hay que lidiar con
la frustración de verse con las redes vacías.
La llamada del Señor, por tanto, no es una intromisión de Dios en nuestra libertad;
no es una “jaula” o un peso que se nos carga encima. Por el contrario, es la
iniciativa amorosa con la que Dios viene a nuestro encuentro y nos invita a entrar
en un gran proyecto, del que quiere que participemos, mostrándonos en el
horizonte un mar más amplio y una pesca sobreabundante.
El deseo de Dios es que nuestra vida no acabe siendo prisionera de lo obvio, que
no se vea arrastrada por la inercia de los hábitos diarios y no quede inerte frente a
esas elecciones que podrían darle sentido. El Señor no quiere que nos
resignemos a vivir la jornada pensando que, a fin de cuentas, no hay nada por lo
que valga la pena comprometerse con pasión y extinguiendo la inquietud interna
de buscar nuevas rutas para nuestra navegación. Si alguna vez nos hace
experimentar una “pesca milagrosa”, es porque quiere que descubramos que cada
uno de nosotros está llamado –de diferentes maneras–, a algo grande, y que la
vida no debe quedar atrapada en las redes de lo absurdo y de lo que anestesia el
corazón. En definitiva, la vocación es una invitación a no quedarnos en la orilla con
las redes en la mano, sino a seguir a Jesús por el camino que ha pensado para
nosotros, para nuestra felicidad y para el bien de los que nos rodean.
Por supuesto, abrazar esta promesa requiere el valor de arriesgarse a decidir. Los
primeros discípulos, sintiéndose llamados por él a participar en un sueño más
grande, «inmediatamente dejaron sus redes y lo siguieron» (Mc 1,18). Esto
significa que para seguir la llamada del Señor debemos implicarnos con todo
nuestro ser y correr el riesgo de enfrentarnos a un desafío desconocido; debemos
dejar todo lo que nos puede mantener amarrados a nuestra pequeña barca,
impidiéndonos tomar una decisión definitiva; se nos pide esa audacia que nos
impulse con fuerza a descubrir el proyecto que Dios tiene para nuestra vida. En
definitiva, cuando estamos ante el vasto mar de la vocación, no podemos
quedarnos a reparar nuestras redes, en la barca que nos da seguridad, sino que
debemos fiarnos de la promesa del Señor.
Me refiero sobre todo a la llamada a la vida cristiana, que todos recibimos con el
bautismo y que nos recuerda que nuestra vida no es fruto del azar, sino el don de
ser hijos amados por el Señor, reunidos en la gran familia de la Iglesia.
Precisamente en la comunidad eclesial, la existencia cristiana nace y se
desarrolla, sobre todo gracias a la liturgia, que nos introduce en la escucha de la
Palabra de Dios y en la gracia de los sacramentos; aquí es donde desde la
infancia somos iniciados en el arte de la oración y del compartir fraterno. La Iglesia
es nuestra madre, precisamente porque nos engendra a una nueva vida y nos
lleva a Cristo; por lo tanto, también debemos amarla cuando descubramos en su
rostro las arrugas de la fragilidad y del pecado, y debemos contribuir a que sea
siempre más hermosa y luminosa, para que pueda ser en el mundo testigo del
amor de Dios.
La vida cristiana se expresa también en esas elecciones que, al mismo tiempo que
dan una dirección precisa a nuestra navegación, contribuyen al crecimiento del
Reino de Dios en la sociedad. Me refiero a la decisión de casarse en Cristo y
formar una familia, así como a otras vocaciones vinculadas al mundo del trabajo y
de las profesiones, al compromiso en el campo de la caridad y de la solidaridad, a
las responsabilidades sociales y políticas, etc. Son vocaciones que nos hacen
portadores de una promesa de bien, de amor y de justicia no solo para nosotros,
sino también para los ambientes sociales y culturales en los que vivimos, y que
necesitan cristianos valientes y testigos auténticos del Reino de Dios.
Y, sin embargo, no hay mayor gozo que arriesgar la vida por el Señor. En
particular a vosotros, jóvenes, me gustaría deciros: No seáis sordos a la llamada
del Señor. Si él os llama por este camino no recojáis los remos en la barca y
confiad en él. No os dejéis contagiar por el miedo, que nos paraliza ante las altas
cumbres que el Señor nos propone. Recordad siempre que, a los que dejan las
redes y la barca para seguir al Señor, él les promete la alegría de una vida nueva,
que llena el corazón y anima el camino.
En esta Jornada, nos unimos en oración pidiéndole al Señor que nos descubra su
proyecto de amor para nuestra vida y que nos dé el valor para arriesgarnos en el
camino que él ha pensado para nosotros desde la eternidad.
FRANCISCO
Subsidios para la Semana Vocacional 2019
TALLER ESCOLAR
Inicio:
Este canto nos dice que cada persona tiene un puesto y una misión. Mirar dónde
estamos ubicados cada uno, todos tenemos un lugar o un puesto, pupitre, lugar
para colocar las cosas personales, los trabajos, etc. (mirarnos si estamos
sentados, de pie, -señalar el lugar dónde estamos ahora- en el salón, además
recordar los lugares que ocupamos en la cancha, en la biblioteca, en la familia).
No podemos abarcar el lugar de otros, ni montarnos encima ni aplastar a nadie,
cada quien tiene su espacio y debemos respetarlo, así como nosotros tenemos
nuestro lugar y espacio y nos gusta que los demás lo respeten y nadie nos
incomode ni agreda.
Además de un espacio y lugar, todos tenemos una misión. Algo qué hacer, unas
personas son doctores, otros maestros, otros choferes de autos, otros presidentes,
otros jardineros, otros cocineros, otros futbolistas, otros son mamás, otros papás y
otros son sacerdotes y otros son monjitas o hermanas. (Mostrar imágenes) etc.
Aplausos para cada una de esas personas que cumplen una labor en la sociedad.
(Volver a pasar las imágenes pero ahora explicando la misión que cada uno tiene,
el médico atender con respeto a las personas cuando están enfermas, medicarle y
atenderle hasta que sanen o mueren, los maestros enseñar a los estudiantes y
aprender con ellos….. etc.)
Es importante saber que Jesús nos llama primeramente a la vida, luego a una
misión en esa vida, no estamos vivos por casualidad, algo venimos a hacer aquí.
Es muy hermoso saber que todos tenemos un lugar y una misión. Por eso vamos
a decir: Gracias Señor, Gracias.
Desarrollo:
Leer la cita bíblica: Marcos 3,13 Jesús llama a sus primeros discípulos
Hemos leído la lectura de Marcos 3,13 repetir la cita bíblica para que algunos
niños la aprendan.
En este texto bíblico Jesús nos relata la maneta cómo fue escogiendo a sus
apóstoles, a sus amigos más íntimos, los fue llamando y confiando en ellos. Así
también Jesús nos llama a nosotros, no invita a seguir su camino, su forma de ser,
sus valores, su manera de tratar a la gente y de relacionarse con Dios.
Jesús hoy también nos llama a cada uno de nosotros, verdad que es muy
hermosos que Jesús nos invite también a nosotros a ser sus amigos?
Nos llama al darnos la vida, nos llama al darnos una misión en la vida, nos llama
por nuestro nombre porque Jesús nos conoce.
Cuando Jesús se acerca y nos llama debemos estar atentos para escucharle y
para responder.
Jesús nos llama y nosotros queremos seguirle para ir con él a todas partes y
andar con él en nuestro corazón y querer hacer el bien como él lo hizo.
Vocación al matrimonio….
¿Qué conoces de cada una? Dar una breve explicación de cada una. Luego
preguntar ¿A cuál te sientes llamado?
Cierre:
Vamos a hablar con Jesús, (se sientan en círculo alrededor de una vela e imagen
de Jesús. A medida que el facilitador le invita a sentir que Jesús está en medio de
ellos y les invita a ser su amigo y a seguir su camino, ellos que digan en su
corazón: Aquí estoy Jesús, quiero seguirte y ser tu amigo)
Después que estemos todos de pie, le vamos a hablar a Jesús y le decimos que
queremos ser sus amigos y hacer el bien en nuestro colegio y en nuestra familia.
(Que algunos niños expresen lo que le quieren decir a Jesús)
Espacio de Compromiso:
Mi vocación.com
Inicio:
Además del espacio físico, también todos tenemos una misión, ocupamos un lugar
en la vida para algo. ¿Cuál es el sentido de tu vida? Te has preguntado para qué
estás en este mundo? ¿Para qué viniste a la vida? ¿Qué lugar ocupas en tu
familia, en tu colegio, en tu país? ¿Para qué Dios te dio la vida?
Es importante saber que Jesús nos llama primeramente a la vida, luego a una
misión en esa vida, no estamos vivos por casualidad, algo venimos a hacer aquí.
Es importante preguntarnos ¿Qué quiero yo en mi vida? Así como también
preguntarle a Jesús ¿Qué quiere él de mi vida? Para qué me trajo a este mundo?
¿Cuál es mi papel y mi lugar? A eso, a lo que estamos llamados a ser y para lo
que hemos venido al mundo, se llama vocación. Es muy importante descubrirla.
Busquemos en nuestro corazón cuál es nuestra vocación.
¿Cuál es la vocación principal? ¿El llamado primero que Dios nos hace? Es el
llamado a la vida. Nos da la vida y nos deja la responsabilidad de cuidarla y
respetarla, desarrollarla y bendecirla día a día con nuestras acciones.
Luego nos llama a algo específico a cada uno, de manera singular y particular. En
estas primeras etapas es la vida es fundamental buscar y preguntarse qué quiere
Dios de mí, de manera que no se nos pase la vida sin saber que queremos o cuál
es nuestra misión en la vida.
Existe la vocación al matrimonio, a la vida consagrada, al sacerdocio. ¿Qué
conocemos de cada una de ellas? ¿Cuál es su distintivo y singularidad? ¿Cómo
se descubre cada una?
Es muy hermoso saber que todos tenemos un lugar y una misión. Por eso vamos
a decir: Gracias Señor, Gracias.
Desarrollo:
Leer la cita bíblica: Marcos 3,13 Jesús llama a sus primeros discípulos
En este texto bíblico Jesús nos relata la maneta cómo fue escogiendo a sus
apóstoles, a sus amigos más íntimos, los fue llamando y confiando en ellos. Así
también Jesús nos llama a nosotros, no invita a seguir su camino, su forma de ser,
sus valores, su manera de tratar a la gente y de relacionarse con Dios.
Jesús hoy también nos llama a cada uno de nosotros, verdad que es muy
hermosos que Jesús nos invite también a nosotros a ser sus amigos?
Nos llama al darnos la vida, nos llama al darnos una misión en la vida, nos llama
por nuestro nombre porque Jesús nos conoce.
Cuando Jesús se acerca y nos llama debemos estar atentos para escucharle y
para responder.
Jesús nos llama y nosotros queremos seguirle para ir con él a todas partes y
andar con él en nuestro corazón y querer hacer el bien como él lo hizo.
Ejercicio de intimidad:
Realiza un ejercicio de prioridades, coloca tres columnas con cada una de las
vocaciones y es cribe en cada una de ellas cómo te ves, por qué sí te llama la
atención y por qué no.
Hacer una pequeña plenaria con dos o tres que deseen compartir lo que
escribieron.
Cierre:
Escuchamos al papa cuando se dirige a los jóvenes: (Se puede leer este
documento por equipos o grupos) Luego visualizarlo en diapositivas desde el
comentario general del facilitador, de modo que los jóvenes lo lean dos veces, en
sus pequeños grupos y desde el facilitador.
277. Jesús camina entre nosotros como lo hacía en Galilea. Él pasa por nuestras
calles, se detiene y nos mira a los ojos, sin prisa. Su llamado es atractivo, es
fascinante. Pero hoy la ansiedad y la velocidad de tantos estímulos que nos
bombardean hacen que no quede lugar para ese silencio interior donde se percibe
la mirada de Jesús y se escucha su llamado. Mientras tanto, te llegarán muchas
propuestas maquilladas, que parecen bellas e intensas, aunque con el tiempo
solamente te dejarán vacío, cansado y solo. No dejes que eso te ocurra, porque el
torbellino de este mundo te lleva a una carrera sin sentido, sin orientación, sin
objetivos claros, y así se malograrán muchos de tus esfuerzos. Más bien busca
esos espacios de calma y de silencio que te permitan reflexionar, orar, mirar mejor
el mundo que te rodea, y entonces sí, con Jesús, podrás reconocer cuál es tu
vocación en esta tierra.
284. Este silencio no es una forma de aislamiento, porque «hay que recordar que
el discernimiento orante requiere partir de una disposición a escuchar: al Señor, a
los demás, a la realidad misma que siempre nos desafía de maneras nuevas. Sólo
quien está dispuesto a escuchar tiene la libertad para renunciar a su propio punto
de vista parcial o insuficiente […]. Así está realmente disponible para acoger un
llamado que rompe sus seguridades pero que lo lleva a una vida mejor, porque no
basta que todo vaya bien, que todo esté tranquilo. Dios puede estar ofreciendo
algo más, y en nuestra distracción cómoda no lo reconocemos».
286. Estas preguntas tienen que situarse no tanto en relación con uno mismo y
sus inclinaciones, sino con los otros, frente a ellos, de manera que el
discernimiento plantee la propia vida en referencia a los demás. Por eso quiero
recordar cuál es la gran pregunta: «Muchas veces, en la vida, perdemos tiempo
preguntándonos: “Pero, ¿quién soy yo?”. Y tú puedes preguntarte quién eres y
pasar toda una vida buscando quién eres. Pero pregúntate: “¿Para quién soy
yo?”». Eres para Dios, sin duda. Pero Él quiso que seas también para los demás,
y puso en ti muchas cualidades, inclinaciones, dones y carismas que no son para
ti, sino para otros.
287. Para discernir la propia vocación, hay que reconocer que esa vocación es el
llamado de un amigo: Jesús. A los amigos, si se les regala algo, se les regala lo
mejor. Y eso mejor no necesariamente es lo más caro o difícil de conseguir, sino lo
que uno sabe que al otro lo alegrará. Un amigo percibe esto con tanta claridad que
puede visualizar en su imaginación la sonrisa de su amigo cuando abra su regalo.
Este discernimiento de amistad es el que propongo a los jóvenes como modelo si
buscan encontrar cuál es la voluntad de Dios para sus vidas.
288. Quiero que sepan que cuando el Señor piensa en cada uno, en lo que
desearía regalarle, piensa en él como su amigo personal. Y si tiene planeado
regalarte una gracia, un carisma que te hará vivir tu vida a pleno y transformarte
en una persona útil para los demás, en alguien que deje una huella en la historia,
será seguramente algo que te alegrará en lo más íntimo y te entusiasmará más
que ninguna otra cosa en este mundo. No porque lo que te vaya a dar sea un
carisma extraordinario o raro, sino porque será justo a tu medida, a la medida de
tu vida entera.
289. El regalo de la vocación será sin duda un regalo exigente. Los regalos de
Dios son interactivos y para gozarlos hay que poner mucho en juego, hay que
arriesgar. Pero no será la exigencia de un deber impuesto por otro desde afuera,
sino algo que te estimulará a crecer y a optar para que ese regalo madure y se
convierta en don para los demás. Cuando el Señor suscita una vocación no sólo
piensa en lo que eres sino en todo lo que junto a Él y a los demás podrás llegar a
ser.
Finalizamos cerrando los ojos y extendiendo nuestras dos manos hacia adelante,
como ofreciéndole a Jesús lo que somos y tenemos.
También nos comprometemos a preguntarle todos los días a Jesús ¿qué quiere
de nosotros? Y a estar muy atentos a la respuesta y llamados que él nos haga.
Materiales: Biblia, lapicero, lápiz, hojas de crucigrama, imagen del joven rico,
imagen del Mateo, recortes de celulares, redes sociales, televisores, videojuegos y
siluetas de objetos litúrgicos.
Duración: 1 hora
Dinámica:
Con el fin de lograr que los participantes se activen y tengan contacto con los
otros, sugerimos estas dinámicas.
Dinámica 1:
Se pide a los participantes que se ubiquen en círculo y se les indica a cada uno
una fruta, (el animador al inicio debe seleccionar tres frutas que se le dirá en forma
aleatoria a cada uno). Luego se les indica que cuando escuche su fruta deben
cambiar de puesto. Luego el dirigente cuenta una historia donde nombre la frutas
de los participantes, por ejemplo: Juanito tenía una finca y en ella cultivaba fresas
y mangos le gustaba bajar la frutas de los palos para tomar jugo, pero su preferido
era la naranja.... Así de esta forma cada vez que se nombre la fruta los
participantes cambiarán de puesto hasta lograr que se hallan mezclado entre
todos...
Dinámica 2
Oración:
Señor Jesús que nos llamaste al hermoso servicio del altar; queremos ser mansos
y humildes como tú, para hacer de nuestra labor una ofrenda agradable. Gracias
porque nos concediste en el bautismo el hermoso don de ser tus hijos y hoy nos
llamas a ser servidores de tu Eucaristía y de tus sacerdotes. Ayúdanos a descubrir
el llamado particular que tus nos haces, de tal manera que te podamos seguir
sirviendo en santidad y poder edificar tu Iglesia.
(En este momento el guía invitará a que tres monaguillos oren por las vocaciones
a la vida sacerdotal, consagrada y matrimonial; al término de cada oración puede
encenderse una luz)
“Se ponía ya en camino cuando uno corrió a su encuentro y arrodillándose ante él,
le preguntó: «Maestro bueno, ¿qué he de hacer para tener en herencia vida
eterna?. Jesús le dijo: «¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno sino sólo
Dios. Ya sabes los mandamientos: No mates, no cometas adulterio, no robes, no
levantes falso testimonio, no seas injusto, honra a tu padre y a tu madre. El,
entonces, le dijo: «Maestro, todo eso lo he guardado desde mi juventud.» Jesús,
fijando en él su mirada, le amó y le dijo: «Una cosa te falta: anda, cuanto tienes
véndelo y dáselo a los pobres y tendrás un tesoro en el cielo; luego, ven y
sígueme. Pero él, abatido por estas palabras, se marchó entristecido, porque tenía
muchos bienes.” Mc 10,17-27
"Salió de nuevo por la orilla del mar, toda la gente acudía a él, y él les enseñaba.
Al pasar, vio a Leví, el de Alfeo, sentado en el despacho de impuestos, y le dice:
«Sígueme.» Él se levantó y le siguió. Y sucedió que estando él a la mesa en casa
de Leví, muchos publicanos y pecadores estaban a la mesa con Jesús y sus
discípulos, pues eran muchos los que le seguían. Al ver los escribas de los
fariseos que comía con los pecadores y publicanos, decían a los discípulos:
«¿Qué? ¿Es que come con los publicanos y pecadores?» .Al oír esto Jesús, les
dice: «No necesitan médico los que están fuertes, sino los que están mal; no he
venido a llamar a justos, sino a pecadores.»" Mc 2,13-17
Una vez leído el texto bíblico, deben poner un título a la historia y representarlo
frente a al grupo.
Luego el animador hará una reflexión haciendo un paralelo entre los dos
personajes, ambos eran ricos, los dos fueron llamados por Jesús, y cada uno
respondió de una manera diferente, el primero se entristeció y alejó, el segundo
dejó lo que tenía, se convirtió en discípulo de Jesús y fue feliz, del primero no
conocemos el nombre, del segundo hasta hoy lo seguimos recordando, el
Evangelio lo nombra Leví que es el mismo Mateo, uno de los doce Apóstoles que
vivió el resto de su vida al servicio de Dios y la Iglesia. La diferencia entre los dos
consistió en la respuesta que cada uno dio a la invitación de Jesús «Sígueme.»,
básicamente uno siguió apegado a sus bienes y el otro fue capaz de hacer una
renuncia por servir al Señor. A todos el Señor nos llama a un servicio y esto
supone hacer algunas renuncias, a los monaguillos por ejemplo el Señor los llama
a servir en el Altar, pero para ello hay que despegarse de otras cosas que les
gustan.
Cada participante tomará una imagen que esté alrededor del rico necio y
representará aquello a lo que debe renunciar para servir mejor a Cristo, generar
un diálogo en torno a estas situaciones (Las imágenes alrededor de San Mateo se
utilizarán más adelante).
Celebración:
Para terminar, se entregará a cada monaguillo una de las siluetas que están
alrededor de la imagen del Apóstol Mateo, en ella escribirán una oración dando
gracias por el llamado que han recibido a servir en el Altar y pidiendo fortaleza
para responder al llamado vocacional. Una vez elaborada la oración, se dispondrá
el grupo alrededor del Cirio Pascual, y podrán las oraciones junto al Cirio para
ofrecerlas al Señor.
Anexo: Crucigramas
Desarrollo
Ver
De forma ágil se organiza el grupo en tríos. Cada trío debe escoger un ciego al
cual le deben vendar los ojos; un lazarillo, el cual va a guiar y orientar el ciego y un
observador, quien anota las correcciones que pudieran haber realizado mejor
tanto el ciego como el lazarillo.
Enseguida los tríos, según las intuiciones del observador, analiza lo que sucedió e
influyó durante el recorrido.
Juzgar
"Mientras caminaba junto al lago de Galilea, vio a dos hermanos -Simón llamado
Pedro, y Andrés, su hermano- que estaban echando una red al lago, pues eran
pescadores. Les dijo: Vengan conmigo y los haré pescadores de hombres. De
inmediato dejando las redes le siguieron. Un trecho más adelante vio a otros dos
hermanos -Santiago de Zebedeo y Juan, su hermano- en la barca con su padre
Zebedeo, arreglando las redes. Los llamó, y ellos inmediatamente, dejando la
barca y su padre, lo siguieron".
Mensaje del Papa Francisco para la Jornada Mundial de Oración por las
Vocaciones.
"La llamada del Señor nos hace portadores de una promesa. (...) Como en la
historia de toda llamada, también en este caso se produce un encuentro. Jesús
camina, ve a esos pescadores y se acerca... Así sucedió con la persona con la
que elegimos compartir la vida en el matrimonio, o cuando sentimos la fascinación
de la vida consagrada: experimentamos la sorpresa de un encuentro y, en aquel
momento, percibimos la promesa de una alegría capaz de llenar nuestras vidas.
Así, aquel día, junto al lago de Galilea, Jesús fue al encuentro de aquellos
pescadores, rompiendo la «parálisis de la normalidad» (Homilía en la 22ª Jornada
Mundial de la Vida Consagrada, 2 febrero 2018). E inmediatamente les hizo una
promesa: «Os haré pescadores de hombres» (Mc 1,17).
La llamada del Señor, por tanto, no es una intromisión de Dios en nuestra libertad;
no es una “jaula” o un peso que se nos carga encima. Por el contrario, es la
iniciativa amorosa con la que Dios viene a nuestro encuentro y nos invita a entrar
en un gran proyecto, del que quiere que participemos, mostrándonos en el
horizonte un mar más amplio y una pesca sobreabundante. (...) En definitiva, la
vocación es una invitación a no quedarnos en la orilla con las redes en la mano,
sino a seguir a Jesús por el camino que ha pensado para nosotros, para nuestra
felicidad y para el bien de los que nos rodean".
"La llamada nos pide la valentía de arriesgarnos con él y por él". (...) Por supuesto,
abrazar esta promesa requiere el valor de arriesgarse a decidir. Los primeros
discípulos, sintiéndose llamados por él a participar en un sueño más grande,
«inmediatamente dejaron sus redes y lo siguieron» (Mc 1,18). Esto significa que
para seguir la llamada del Señor debemos implicarnos con todo nuestro ser y
correr el riesgo de enfrentarnos a un desafío desconocido; debemos dejar todo lo
que nos puede mantener amarrados a nuestra pequeña barca, impidiéndonos
tomar una decisión definitiva; se nos pide esa audacia que nos impulse con fuerza
a descubrir el proyecto que Dios tiene para nuestra vida. En definitiva, cuando
estamos ante el vasto mar de la vocación, no podemos quedarnos a reparar
nuestras redes, en la barca que nos da seguridad, sino que debemos fiarnos de la
promesa del Señor.
Después del compartir, el grupo se dirige a otro escenario o el mismo del inicio
donde se realizó la primera dinámica.
Actuar
En los tríos que se han conformado anteriormente cada joven dibuja la huella de
su propio pie.
Cada integrante de los tríos comparten las decisiones que han asumido en su vida
joven y las van pegando sobre un muro.
Al final del encuentro, el grupo toma la selfie sobre el muro de sus decisiones para
que la suban a sus redes sociales.
Celebrar
Dios padre de amor, Ilumina a tu Iglesia, para que por la acción del Espíritu Santo
realices un nuevo Pentecostés en nosotros; Que podamos descubrir la misión a la
que somos llamados y así caminar con los jóvenes, ayudándolos a discernir el
llamado a la vida Sacerdotal, consagrada, matrimonial y misionera; mediante la
escucha, la acogida y el testimonio de vida.
Amén.
TALLER FAMILIA SEMILLERO DE VOCACIONES
OBJETIVO:
Mediante este tema, se busca que el aspirante asuma desde su estilo de vida, la
importancia de adoptar conscientemente un verdadero discernimiento vocacional,
partiendo del ejemplo y la formación ética, moral y cristiana de sus hogares;
brindada por su familia que es la primera escuela en la fe e Iglesia doméstica por
excelencia.
DINÁMICA:
La historia.
Esta dinámica sirve para hacer reflexionar al aspirante sobre las historias que les
llegan, ya sean sobre sus compañeros u otros temas como la vocación. La idea es
hacerles ver que hay varias versiones sobre la misma historia y que ellos deben
tener su propio criterio y tener cuidado con creerse y reproducir todo lo que oyen.
Desarrollo
1. Se eligen 4 o 5 voluntarios y se les invita a salir del sitio del encuentro a todos
menos a 1 de ellos.
2. Se elige una historia corta sobre una vocación ya sea de un santo de la Iglesia o
de la comunidad religiosa o diocesana a la que aspire, se le cuenta al voluntario
que se ha quedado.
MOTIVACIÓN
El amor vivido en las familias es una fuerza constante para la vida de la Iglesia, la
cual es familia de familias que constantemente se enriquece con la vida de todas
las Iglesias domésticas, por lo tanto, en virtud del sacramento del matrimonio cada
una de ellas se convierte en un bien particular para la sociedad y la humanidad,
pues asume el don valioso de la reciprocidad para la Iglesia de hoy y los retos que
nos presenta el siglo XXI. En definitiva, se podría afirmar que en la Iglesia
doméstica madura la primera experiencia eclesial de la comunión entre personas,
en la que se refleja, por gracia el misterio de la Santa Trinidad y del cual procede
el don maravilloso de la vocación que nace del amor y la unión con Cristo a su
Iglesia, a sus discípulos y a su rebaño (Prf. Amores Laetitia, 86).
Que sea esta la oportunidad querido joven aspirante para que reflexiones sobre
ese llamado que Dios te hace y al cual a pesar de los desafíos del mundo actual,
tú mismo puedes responder.
MENSAJE BÍBLICO
Efesios 5, 21-33
HECHO DE VIDA
Recuerdo la afirmación que se hacía de que aquellos llamados por Dios, deben su
vocación en un 90% a sus padres. Por eso la familia es semillero de vocaciones.
Ya sabemos que la enseñanza medular del Concilio Vaticano Segundo es la
llamada radical de todos a la santidad. Sin embargo, también sabemos que Dios
llama a seguirlo aún más íntimamente en una vida de celibato apostólico o
matrimonial para el Reino de Dios, ya sea como sacerdote, religioso esposos
(laicos).
Una de las más grandes esperanzas de la familia católica debería ser tener uno o
más de sus hijos escogidos de forma especial por Dios para su servicio.
Tradicionalmente esto significa una vocación al sacerdocio diocesano, a vida
consagrada o al matrimonio. En sentido concreto, nos referimos al sacerdocio, la
vida religiosa o a uno de los varios movimientos e instituciones de laicos que les
permite dedicarse totalmente a Dios, permaneciendo en medio del mundo. Estas
nuevas instituciones son altamente favorecidas por la Iglesia como medios de
dedicación completa al apostolado. En estos tiempos, es cada vez más reconocido
que la vocación al celibato apostólico o laical por el Reino de Dios, es también una
opción viable para los laicos. Por cierto, la Iglesia ha dejado bien claro su apoyo
entusiasta a la eficacia de vocaciones específicas a los varios movimientos e
instituciones de la Iglesia orientados a los laicos.
Los padres deberían formar a sus hijos con la visión puesta en un futuro no
distante, en el que ellos, a su vez, se casarán y tendrán sus propios hijos. Los
preparan para convertirlos en adultos responsables, creyentes y en personas de
familia que construirán la Iglesia, la sociedad y la cultura. Los padres de familias
católicas que desean producir vocaciones para la Iglesia, deben estar preparados
para combatir la cultura actual a niveles heroicos, y como dice la ya muy
tradicional frase cubana “No es fácil”, es decir, no resulta fácil. Dicho en términos
suaves, el mundo, en este momento, parece diseñado para desalentar a la gente,
principalmente a los jóvenes, de ni siquiera pensar en una dedicación completa a
Dios.
METODOLOGÍA
Materiales:
- Una imagen de la Sagrada Familia.
- 3 marcadores (rojo, negro y azul) por cada participante.
- Pegante.
- 1 pliego de papel periódico.
- Cinta de enmascarar.
1. Doblar por la mitad el papel periódico, y en una de sus partes pegar la imagen
de la Sagrada Familia. Luego escoger un marcador para cada uno de los
miembros de la Sagrada Familia y en la segunda mitad, escribir las virtudes de
cada uno de ellos.
2. Con base en el texto bíblico de Ef 5, 21-33 hago una comparación con relación
a mi familia y la Sagrada Familia de Nazaret, reflexionando cómo desde mi
discernimiento vocacional puedo dar testimonio de fe.
COMPROMISO - ORACIÓN
MONICIÓN DE ENTRADA:
Comentario a la Palabra:
PRIMERA LECTURA
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 13, 14. 43-52
El sábado siguiente, casi toda la ciudad acudió a oír la palabra de Dios. Al ver el
gentío, a los judíos les dio mucha envidia y respondían con insultos a las palabras
de Pablo.
Cuando los gentiles oyeron esto, se alegraron y alababan la palabra del Señor; y
los que estaban destinados a la vida eterna creyeron.
La palabra del Señor se iba difundiendo por toda la región. Pero los judíos
incitaron a las señoras distinguidas y devotas y a los principales de la ciudad,
provocaron una persecución contra Pablo y Bernabé y los expulsaron del territorio.
Ellos sacudieron el polvo de los pies, como protesta contra la ciudad, y se fueron a
Iconio. Los discípulos quedaron llenos de alegría y de Espíritu Santo.
Palabra de Dios.
SEGUNDA LECTURA
Yo, Juan, vi una muchedumbre inmensa, que nadie podría contar, de toda nación,
raza, pueblo y lengua, de pie delante del trono y del Cordero, vestidos con
vestiduras blancas y con palmas en sus manos.
Por eso están ante el trono de Dios, dándole culto día y noche en su templo.
Palabra de Dios.
Aleluya Jn 10, 14
—dice el Señor—,
EVANGELIO
REFLEXION
El IV Domingo de Pascua, llamado “Domingo del Buen Pastor”, cada año nos
invita a redescubrir, siempre con nuevo asombro, esta definición que Jesús ha
dado de sí mismo, leyéndola a la luz de su pasión, muerte y resurrección. “El buen
pastor ofrece la vida por las ovejas”: estas palabras se realizan plenamente
cuando Cristo, obedeciendo libremente la voluntad del Padre, se ha inmolado en
la Cruz. Entonces queda completamente claro qué significa que Él es “el buen
pastor”: da la vida ha ofrecido su vida en sacrificio por nosotros. Por ti, por ti, por ti,
por mí, por todos ¡Por eso es el buen pastor!
Cristo es el verdadero pastor, que realiza el modelo más alto de amor por el
rebaño: Él dispone libremente de su vida, nadie se la quita, sino que la dona a
favor de las ovejas. En abierta oposición a los falsos pastores, Jesús se presenta
como el verdadero y único pastor del pueblo: el mal pastor piensa en sí mismo y
explota a las ovejas; el pastor bueno piensa en sus ovejas y se dona a sí mismo. A
diferencia del mercenario, Cristo pastor es un guía pensativo que participa en la
vida de su rebaño, no busca otro interés, no tiene otra ambición que la de guiar,
alimentar y proteger a sus ovejas. Y todo esto al precio más alto, el del sacrificio
de la propia vida.
ORACIÓN UNIVERSAL
Como una solo Iglesia oremos a Jesús Buen Pastor, que entregó su vida por
nosotros y supliquémosle diciendo:
CANTO
Te doy mi corazón sincero para gritar sin miedo, lo hermoso que es tu amor
señor, tengo alma misionera, condúceme a la tierra, que tenga sed de Dios
llevame...
CRISTO LUZ DEL MUNDO, tú que salvas al pueblo que confía en ti, tú que estás
en el cielo y en todo lugar, ven y renueva nuestro ser, ven y visita esta comunidad,
esta viña, sigue llamando cada día a hombres y mujeres que estén dispuestos a
llevar tu luz a todas las gentes, multiplica esta familia, pues muy bien sabemos
que la mies es mucha pero los obreros son pocos. Este es tu hogar oh! Señor,
este es tu hogar, por eso hoy te pedimos que no se encuentre en él semillas que
tu derecha no haya regado, pero a los que realmente deben estar aquí y
pertenecer a ti y que tú has llamado, cúbrelos con tu sangre, dales esperanza,
consérvalos firmes y dales mucha felicidad y fidelidad. Amén.
Al día siguiente, Juan otra vez estaba allí con dos de sus discípulos; y viendo a
Jesús que pasaba, dijo, “¡He aquí el Cordero de Dios!” Los dos discípulos al oírle
hablar así, se fueron en pos de Jesús. Y volviéndose Jesús, y viendo que le
seguían, les dijo: “¿Que buscáis?” Y ellos respondieron: “Rabí (que quiere decir
maestro), “¿Dónde vives?” Él les dijo:
“Venid y veréis.” Fueron, pues, y vieron donde habitaba, y se quedaron con Él.
REFLEXION…..
SÍMBOLOS
Vasija de barro: podemos ver algo terminado, firme, Está trabajada, modelada y
así es Nuestra vida es como un montón de arcilla que día a día y poco a poco, va
tomando una forma aquí está en este momento el artesano que está formando
nuestra vida vocacional, este alfarero que es Dios es quien transforma nuestra
vida frágil pero bella ante sus ojos.
Planta: Esta planta algún día fue una pequeña semilla que necesitó del cuidado
de otro para poder crecer, necesita del agua y del sol pero es Dios quien la ha
hecho crecer. Dejemos que Él también nos ayude a crecer humana y
espiritualmente.
Vela: antes era un montón de cera que no iluminaba si no tenía un pabilo y ahora
por manos del que la trabajó es luz que ilumina, hoy como hijos de Dios debemos
esforzarnos para poder ser luz del mundo.
CANTO
Estribillo
Estribillo…
Sois fuego y savia que vine a traer, sois la ola que agita el mar.
La levadura pequeña de ayer fermenta la masa del pan.
Una ciudad no se puede esconder, ni los montes se han de ocultar, en vuestras
obras que buscan el bien los hombres al Padre verán.
“Tome el tiempo necesario en oración para reflexionar sobre este pasaje del
Evangelio.
Señor Jesucristo, modelo de todo ser humano, en este día de gracia, sabemos
cómo hay diversidad de dones, pero un mismo Espíritu; hay diversidad de
servicios, pero un mismo Señor; y hay diversidad de funciones, pero un mismo
Dios que obra todo en todos. Por eso elevemos confiadamente nuestras súplicas a
Dios Padre por la palabra de Jesús, para que envíe sobre nosotros su Espíritu que
nos hace servidores de los hermanos.
Señor, te pedimos que en todas las partes del mundo haya misioneros que
anuncien Tú Evangelio, invitando a todas las gentes a entrar en Tú Reino y
para que las familias cristianas sean testigos del Evangelio y fomenten la
vocación religiosa y sacerdotal,
Amén
Acto de Fe
Todos: Dios mío, creo firmemente que Tú eres un solo Dios en tres Personas
divinas, Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Creo que Tú Hijo divino se hizo hombre y murió por nuestros pecados, y que Él
vendrá a juzgar a los vivos y a los muertos./ Creo esto y todas las verdades que
enseña la Santa Iglesia Católica/ porque Tú las has revelado, Quien no puede
engañar ni ser engañado.
Acto de Esperanza
HIMNO A LA BENDICION:
Oremos.
http://www.yocreo.com/espiritualidad_s41/meditacion-ante-el-santisimo-sacramento_n6329
ROSARIO VOCACIONAL
https://www.infobae.com/2015/12/25/1778908-veinte-cosas-que-no-sabemos-la-virgen-maria/
Yo confieso…
MISTERIOS GOZOSOS
(Lunes y sábado)
Motivación: Este misterio nos invita a profundizar en las maravillas que el Señor
es capaz de obrar en aquellas personas que se fían de su Palabra. Contemplando
el corazón de María, mujer orante, podemos penetrar en su humildad y sencillez.
Ella nos muestra mejor que nadie la actitud de escucha y acogida de la Palabra. Y
este escuchar y acoger produce fruto. A María la convierte en cooperadora de la
obra de redención, porque hace posible la salvación del mundo que su Hijo viene
a traer. Ella acogió la Palabra con sencillez y audacia, pronunciando un “hágase”
apoyado en la fe y en el poder de Dios que le daría, a través de su virginidad, una
maternidad única. El contexto no tiene nada de especial, se trata de una aldea
poco importante, Nazaret; de una muchacha sencilla, María. Y es que el Señor
prefiere lo pequeño, lo sencillo, lo que no llama la atención. Es ahí donde el
Espíritu de Dios acampa, en lo escondido, en lo discreto, en el silencio orante.
Contemplemos, por tanto, cómo Dios llega a la humanidad, se acerca al hombre
en esa pequeñez, se hace presente en el corazón de alguien que escucha su
Palabra, que la acoge y que es capaz de renunciar a sí misma.
Padre Nuestro
10 avemarías
Gloria
Motivación:
Al contemplar este misterio nos damos cuenta de que todo verdadero encuentro
es espacio de fecundidad. Seguramente todos tenemos la experiencia de
habernos encontrado verdaderamente y en profundidad con alguien, y sabemos
que esto sucede cuando ambos corazones “beben del mismo pozo”, vibran al
unísono. María e Isabel, sin duda, se encontraron; su vivir desde dentro convirtió
una visita en encuentro. Ambas pudieron conectar con su ser más íntimo y
relacionarse desde ahí.
Intención
Que la vida de María nos interpele y nos haga salir de la comodidad y mirar al
mundo, mirar a los ojos al hermano, mirar e ir a su encuentro.
Oración
Intención:
Por los jóvenes con vocación al matrimonio, para que formen familias, que den
testimonio de Dios, y sus hijos descubran el gozo de conocerle y servirle.
Oración:
María madre, mujer llena de Dios, te pedimos intercedas por todas las familias
para que vivan en el amor, la esperanza y la alegría de tener a Jesús como el
centro de sus vidas.
Motivación:
Intención:
Pedimos por los niños y Jóvenes para que descubran en Jesús de Nazaret, un
motivo de esperanza y de ilusión por la vida. Que puedan ver en Jesús el amigo
que nunca falla.
Oración:
Señor que sepamos escuchar el susurro del Espíritu que nos conduce hacia la
donación de nuestra existencia para bien de nuestros hermanos. María, Tú que te
muestras siempre disponible a los designios de Dios, enséñanos a entregar cada
día, entre una ocupación y otra, nuestra vida, nuestros pensamientos, todo nuestro
ser.
Motivación:
Intención: Para que nuestros jóvenes y niños encuentren en sus padres, el amor,
la acogida, y la aceptación y que sintiéndose amados puedan regalar ese amor a
otras personas.
MISTERIOS DOLOROSOS
(Martes y viernes)
PRIMER MISTERIO: La Oración de Jesús en el Huerto
Motivación:
Jesús necesitó de un momento de intimidad con el Padre, para ello subió al monte
de los Olivos donde experimentó la necesidad de una fuerza que lo alimentara. La
dificultad no le hizo huir ni escapar, sino que le permitió entrar aún más en su
interioridad, tener un momento de discernimiento, y a la vez, sentir soledad y
desvalimiento. Y aunque no encontró el rostro del Padre sino el “vacío”, se
abandonó totalmente a través de la oración, momento en el cual el Hijo ofreció a
Dios los propios deseos, afirmó en su: “no se haga mi voluntad sino la tuya” el
ofrecimiento de toda su persona, haciendo suyos los deseos de salvación, y
asumiendo voluntariamente el dar la vida.
Intención:
Oración:
Jesús te pedimos, nos enseñes a adherirnos a los planes de Dios Padre y vivir
desde la oración confiada los acontecimientos de nuestra vida, poner todo en tus
manos y fiarnos en tu Palabra. María que como tu prendamos a aceptar la
voluntad de Dios en nuestra vida y a guardar su Palabra en nuestro corazón.
Motivación:
Es la Pasión de un Dios que se dona gota a gota, como el pan que se dejar
amasar, masticar y triturar “para que tengamos vida.
Oración: Señor, Tú que nos diste ejemplo de una vida totalmente donada gota a
gota, enséñanos a despréndenos de aquellos muros, de la epidermis que muchas
veces obstaculiza nuestro encuentro real con el otro.
Que vivamos con el corazón ardiente, conscientes de que nuestra felicidad toma
forma, en tanto que nos hacemos medios para que crezca la felicidad de nuestro
hermano.
Motivación:
Jesús había reconocido ante Pilato ser Rey. Dijo de sí mismo: “Para eso he nacido
y para eso he venido al mundo, para dar testimonio de la verdad”. Un rey que
ahora es coronado de espinas, un rey que se abaja tanto que su gloria se
construye y se vislumbra en su corona con aquello que más duele.
Las espinas que se clavan en la frente del Señor son todos los pecados de la
humanidad: el egoísmo, la envidia, la sinrazón, el odio, el desamor, el no saber
perdonar, la avaricia, y todas aquellas cosas que destruyen el corazón del hombre
bueno. Y es que Jesús transforma todo cuanto toca. Dios quiso contar con el
hombre en su plan de salvación, bajó a la tierra, asumió nuestra condición y quiso
partir de lo que somos, de lo que tenemos, para transformarnos y salvarnos.
Intención:
Oramos por todos los pueblos que viven la injusticia, y la marginación, para que se
vean liberados de la opresión y que sus pueblo salgan jóvenes valientes que
luchen y hagan valer sus derechos.
Oración:
Señor, Tú que eres coronado como Rey de los humildes, los sencillos, los pobres,
los que no cuentan… danos un corazón dispuesto a colaborar con la expansión de
tu Reino. María Madre nuestra, haznos sensibles a las necesidades de nuestros
hermanos más desfavorecidos.
No se trata de llevar una cruz sin sentido, no se trata de cargar con el dolor y el
sufrimiento porque sí, se trata de elegir cargar la cruz por amor. La cruz que
Jesús carga son nuestros pecados y desprecios, pero la asume como propia y en
ella podemos reconocer a todo un Dios amante, que se entrega libre y
voluntariamente por la redención de toda la humanidad.
Intención:
Oración: Ayúdanos, Señor, a aprender que la vida sin sacrificio no tiene valor.
Que nuestra vida se gloríe en Ti que quisiste derramar tu sangre por nosotros.
Motivación:
En la cruz muere el justo, el Rey de los judíos, el Hijo de Dios. Jesús grita a su
Padre que permanece en silencio, deja que sus enemigos se sientan vencedores
que se burlen a sus anchas, que sigan seguros en sus posiciones porque el Padre
aguarda el triunfo completo y definitivo en la Resurrección, donde todo cobra
sentido, donde se entiende que el Hijo de Dios tenía que padecer para hacernos
partícipes de su gloria inmortal.
Intención:
Pedimos por los continuadores de la misión de Jesús, por los que dan la vida, gota
a gota, en la completa donación de su vida por la salvación de los hombres, en
especial por los sacerdotes, religiosas y laicos misioneros.
Oración:
MISTERIOS GLORIOSOS
(Miércoles y domingo)
Con María dejémonos deslumbrar al mirar sin miedo, el sol que nace de lo alto y
que resplandece con la plenitud de su gloria en la Resurrección, en la Ascensión,
en la fuerza del Espíritu Santo.
Motivación:
Intención:
Pedimos, por todos los jóvenes que están muriendo entregados a los vicios y a
una vida sin sentido, para que con Cristo resuciten a una vida nueva y se
comprometan con la extensión del Reino.
Oración:
Jesús resucitado, enséñanos a resucitar a una vida nueva, a una vida
comprometida con los demás, que como las mujeres testigas de tu resurrección
seamos portadoras de buenas noticias para nuestros hermanos y hermanas que
están tristes y afligidos y nos ayude engendrar vida en cada una de nuestras
muertes.
Motivación:
“Mientras estaba comiendo con ellos, les ordenó: «No os vayáis de Jerusalén, sino
aguardad la promesa de mi Padre, que oísteis de mí […] cuando el Espíritu Santo
venga sobre vosotros, recibiréis una fuerza que os hará ser mis testigos en
Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra. » Dicho esto,
fue levantado en presencia de ellos, y una nube lo ocultó a sus ojos. Mientras ellos
estaban mirando fijamente al cielo, viendo cómo se iba, se les presentaron de
pronto dos hombres vestidos de blanco que les dijeron: «Galileos, ¿por qué
permanecéis mirando al cielo? Este Jesús, que de entre vosotros ha sido llevado
al cielo, volverá tal como lo habéis visto marchar.»” (Hch 1,4-11)
Intención:
Oración:
Motivación:
Intención:
Espíritu Santo, asístenos en nuestra vida, que como María, estemos dóciles y
abiertos a la acción de tu Espíritu en cada uno de nosotros. Que nuestros jóvenes
encuentren en ti la fuerza para salir de sí mismos y convertirse en discípulos del
maestro resucitado, que no tengan miedo de entregar su vida a quien les
devolverá el cien por ciento en esta vida (no sin persecuciones) y después la vida
eterna.
Oración:
María, enséñanos el camino para nacer del Espíritu Santo. Tú que conservaste
todos los acontecimientos en tu corazón ayúdanos a comprender los misterios de
tu Hijo y a ser sus discípulos. Que seamos capaces de descubrir su presencia
cada día en nuestros hermanos y en los acontecimientos de nuestra vida diaria.
Motivación:
María era una joven pobre, sencilla y humilde, pertenecía al grupo de los anawim,
pero a pesar de toda esta humildad y pobreza María es elevada, engrandecida es
una de esas santas mujeres que fue capaz de comprender la grandeza de Dios y
su intervención en la historia humana.
María nos enseña que el amor es donación completa, tierna y fuerte, silenciosa y
elocuente, que a pesar de llevar una vida que pasa totalmente desapercibida a los
ojos humanos, para Dios es una vida que brilla con la luz que sólo brota de tener a
Jesús dentro.
María es el camino que nos lleva a Jesús y nos cuida con amor desde el cielo, y
con su Asunción refuerza nuestra esperanza en la vida eterna. El Profeta Isaías
hace un anuncio a la ciudad de Jerusalén. María es esa ciudad que se alzará
resplandeciente por la luz que deja el ser templo de Jesús.
Intención:
Pedimos por los formandos de los seminarios y de las casas de formación, para
que como María escuchen la voz de Jesús y respondan generosamente al
llamado que Jesús les hace.
Oración:
Señor Jesús, que como María tu madre, seamos capaces de dar testimonio de ti
en el mundo. María, tu que has compartido la alegría de la vida nueva en Cristo tu
Hijo, ayuda a los jóvenes a encontrar la plenitud de la vida que buscan y lo signa
en las exigencias de su llamada.
Motivación:
Intención:
Pedimos por todos los cristianos para que cada uno encuentre y responda a su
vocación y así como María diga: "Hágase en mí según tu voluntad" y asuma las
consecuencias de este llamado.
MISTERIOS LUMINOSOS
(Jueves)
Adentrémonos con María y apreciemos la luz que desprenden instantes claves en
la vida de su Hijo: momentos de especial unción, situaciones en las que el Señor
se revela, se transfigura y se muestra, anuncia qué significa seguirle para terminar
dando ejemplo, partiéndose y repartiéndose para siempre entre nosotros.
Intención: Pedimos por todos los jóvenes inquietos vocacionalmente, para que el
Señor los bautice con su espíritu y ellos sean generosos en entregar sus vidas al
servicio de Dios.
Oración:
Intención:
Pedimos por nuestros jóvenes, para que reconozcan en ti Jesús, el amigo que los
invita a la fiesta de la vida, del servicio y a beber el vino de su sangre.
Oración
Señor, que cuando escasee el vino en nuestra vida, nuestra oración suba confiada
a Ti. Que María Virgen, regale su mirada a cuantos les falte el vino del amor, la fe
y la esperanza y nos enséñanos a confiar en su hijo Jesús.
Motivación:
Intención:
Que nuestros jóvenes Señor, descubran los valores de tu Reino, dispón sus
corazones al cambio, a la conversión y a acoger la novedad que la vida plena en
Jesús les aporta.
Oración:
Señor, danos luz para descubrir ese tesoro, esa perla que Tú nos ofreces que da
sentido a nuestra existencia, que fijándonos en Madre nuestra Madre, pongamos
nuestras esperanzas, nuestras seguridades, nuestros anhelos en Ti y no en todas
aquellas cosas que pasan y terminan.
Motivación:
Intención:
Oración:
Señor Jesús, regálanos el don de vivir confiados en las manos del Padre y vivir
con un corazón dispuesto a no reservarnos gloria alguna para nosotros mismos,
asumiendo el riesgo del sufrimiento adhiriéndolo al Tuyo, para que nuestro ser y
hacer sea transparencia del Reino de Dios para nuestros hermanos.
Motivación:
Jesús tomó el pan y lo partió; es así como Él también desgastó su vida sirviendo a
los demás, repartiéndose entre quienes necesitaban su luz, su verdad. Luego, lo
repartió entre los Doce y les dijo: "Tomad, comed. Esto es mi cuerpo" dejando un
signo patente de lo que fue y, por ende, de lo que debe ser la vida de quien
camine tras sus pasos: partir y repartir el pan, partirse y repartirse entre los
hombres y mujeres de la humanidad. La Eucaristía, por tanto, es un resumen,
explicación y perpetuación de toda su vida.
Intención:
Oración:
Señor Jesús, sé siempre nuestro alimento de cada día. Gracias por ser pan de
vida y de amor que nos sacia y da sentido a nuestros pasos. Que tu Cuerpo y tu
Sangre nos llenen de fortaleza y esperanza para ser tus discípulos.
ORACIÒN