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Mensaje del Santo Padre para la LVI Jornada Mundial de Oración

por las Vocaciones, 2019

El 12 de mayo de 2019, IV domingo de Pascua, se celebra la LVI Jornada


Mundial de Oración por las Vocaciones cuyo tema es La valentía de arriesgar
por la promesa de Dios

Mensaje del Santo Padre

La valentía de arriesgar por la promesa de Dios

Queridos hermanos y hermanas:

Después de haber vivido, el pasado


octubre, la vivaz y fructífera experiencia
del Sínodo dedicado a los jóvenes,
hemos celebrado recientemente la 34ª
Jornada Mundial de la Juventud en
Panamá. Dos grandes eventos, que han
ayudado a que la Iglesia prestase más
atención a la voz del Espíritu y también
a la vida de los jóvenes, a sus
interrogantes, al cansancio que los
sobrecarga y a las esperanzas que
albergan.
https://radiomaria.org.ar/papa-francisco/mensaje-del-papa-para-la-jornada-mundial-de-oracion-por-las-vocaciones/

Quisiera retomar lo que compartí con los jóvenes en Panamá, para reflexionar en
esta Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones sobre cómo la llamada del
Señor nos hace portadores de una promesa y, al mismo tiempo, nos pide
la valentía de arriesgarnos con él y por él. Me gustaría considerar brevemente
estos dos aspectos, la promesa y el riesgo, contemplando con vosotros la escena
evangélica de la llamada de los primeros discípulos en el lago de Galilea (Mc 1,16-
20).

Dos parejas de hermanos –Simón y Andrés junto a Santiago y Juan–, están


haciendo su trabajo diario como pescadores. En este trabajo arduo aprendieron
las leyes de la naturaleza y, a veces, tuvieron que desafiarlas cuando los vientos
eran contrarios y las olas sacudían las barcas. En ciertos días, la pesca abundante
recompensaba el duro esfuerzo, pero otras veces, el trabajo de toda una noche no
era suficiente para llenar las redes y regresaban a la orilla cansados y
decepcionados.

Estas son las situaciones ordinarias de la vida, en las que cada uno de nosotros
ha de confrontarse con los deseos que lleva en su corazón, se esfuerza en
actividades que confía en que sean fructíferas, avanza en el “mar” de muchas
posibilidades en busca de la ruta adecuada que pueda satisfacer su sed de
felicidad. A veces se obtiene una buena pesca, otras veces, en cambio, hay que
armarse de valor para pilotar una barca golpeada por las olas, o hay que lidiar con
la frustración de verse con las redes vacías.

Como en la historia de toda llamada, también en este caso se produce un


encuentro. Jesús camina, ve a esos pescadores y se acerca... Así sucedió con la
persona con la que elegimos compartir la vida en el matrimonio, o cuando
sentimos la fascinación de la vida consagrada: experimentamos la sorpresa de un
encuentro y, en aquel momento, percibimos la promesa de una alegría capaz de
llenar nuestras vidas. Así, aquel día, junto al lago de Galilea, Jesús fue al
encuentro de aquellos pescadores, rompiendo la «parálisis de la normalidad»
(Homilía en la 22ª Jornada Mundial de la Vida Consagrada, 2 febrero 2018). E
inmediatamente les hizo una promesa: «Os haré pescadores de hombres»
(Mc 1,17).

La llamada del Señor, por tanto, no es una intromisión de Dios en nuestra libertad;
no es una “jaula” o un peso que se nos carga encima. Por el contrario, es la
iniciativa amorosa con la que Dios viene a nuestro encuentro y nos invita a entrar
en un gran proyecto, del que quiere que participemos, mostrándonos en el
horizonte un mar más amplio y una pesca sobreabundante.

El deseo de Dios es que nuestra vida no acabe siendo prisionera de lo obvio, que
no se vea arrastrada por la inercia de los hábitos diarios y no quede inerte frente a
esas elecciones que podrían darle sentido. El Señor no quiere que nos
resignemos a vivir la jornada pensando que, a fin de cuentas, no hay nada por lo
que valga la pena comprometerse con pasión y extinguiendo la inquietud interna
de buscar nuevas rutas para nuestra navegación. Si alguna vez nos hace
experimentar una “pesca milagrosa”, es porque quiere que descubramos que cada
uno de nosotros está llamado –de diferentes maneras–, a algo grande, y que la
vida no debe quedar atrapada en las redes de lo absurdo y de lo que anestesia el
corazón. En definitiva, la vocación es una invitación a no quedarnos en la orilla con
las redes en la mano, sino a seguir a Jesús por el camino que ha pensado para
nosotros, para nuestra felicidad y para el bien de los que nos rodean.

Por supuesto, abrazar esta promesa requiere el valor de arriesgarse a decidir. Los
primeros discípulos, sintiéndose llamados por él a participar en un sueño más
grande, «inmediatamente dejaron sus redes y lo siguieron» (Mc 1,18). Esto
significa que para seguir la llamada del Señor debemos implicarnos con todo
nuestro ser y correr el riesgo de enfrentarnos a un desafío desconocido; debemos
dejar todo lo que nos puede mantener amarrados a nuestra pequeña barca,
impidiéndonos tomar una decisión definitiva; se nos pide esa audacia que nos
impulse con fuerza a descubrir el proyecto que Dios tiene para nuestra vida. En
definitiva, cuando estamos ante el vasto mar de la vocación, no podemos
quedarnos a reparar nuestras redes, en la barca que nos da seguridad, sino que
debemos fiarnos de la promesa del Señor.
Me refiero sobre todo a la llamada a la vida cristiana, que todos recibimos con el
bautismo y que nos recuerda que nuestra vida no es fruto del azar, sino el don de
ser hijos amados por el Señor, reunidos en la gran familia de la Iglesia.
Precisamente en la comunidad eclesial, la existencia cristiana nace y se
desarrolla, sobre todo gracias a la liturgia, que nos introduce en la escucha de la
Palabra de Dios y en la gracia de los sacramentos; aquí es donde desde la
infancia somos iniciados en el arte de la oración y del compartir fraterno. La Iglesia
es nuestra madre, precisamente porque nos engendra a una nueva vida y nos
lleva a Cristo; por lo tanto, también debemos amarla cuando descubramos en su
rostro las arrugas de la fragilidad y del pecado, y debemos contribuir a que sea
siempre más hermosa y luminosa, para que pueda ser en el mundo testigo del
amor de Dios.

La vida cristiana se expresa también en esas elecciones que, al mismo tiempo que
dan una dirección precisa a nuestra navegación, contribuyen al crecimiento del
Reino de Dios en la sociedad. Me refiero a la decisión de casarse en Cristo y
formar una familia, así como a otras vocaciones vinculadas al mundo del trabajo y
de las profesiones, al compromiso en el campo de la caridad y de la solidaridad, a
las responsabilidades sociales y políticas, etc. Son vocaciones que nos hacen
portadores de una promesa de bien, de amor y de justicia no solo para nosotros,
sino también para los ambientes sociales y culturales en los que vivimos, y que
necesitan cristianos valientes y testigos auténticos del Reino de Dios.

En el encuentro con el Señor, alguno puede sentir la fascinación de la llamada a la


vida consagrada o al sacerdocio ordenado. Es un descubrimiento que entusiasma
y al mismo tiempo asusta, cuando uno se siente llamado a convertirse en
“pescador de hombres” en la barca de la Iglesia a través de la donación total de sí
mismo y empeñándose en un servicio fiel al Evangelio y a los hermanos. Esta
elección implica el riesgo de dejar todo para seguir al Señor y consagrarse
completamente a él, para convertirse en colaboradores de su obra. Muchas
resistencias interiores pueden obstaculizar una decisión semejante, así como en
ciertos ambientes muy secularizados, en los que parece que ya no hay espacio
para Dios y para el Evangelio, se puede caer en el desaliento y en el «cansancio
de la esperanza» (Homilía en la Misa con sacerdotes, personas consagradas y
movimientos laicos, Panamá, 26 enero 2019).

Y, sin embargo, no hay mayor gozo que arriesgar la vida por el Señor. En
particular a vosotros, jóvenes, me gustaría deciros: No seáis sordos a la llamada
del Señor. Si él os llama por este camino no recojáis los remos en la barca y
confiad en él. No os dejéis contagiar por el miedo, que nos paraliza ante las altas
cumbres que el Señor nos propone. Recordad siempre que, a los que dejan las
redes y la barca para seguir al Señor, él les promete la alegría de una vida nueva,
que llena el corazón y anima el camino.

Queridos amigos, no siempre es fácil discernir la propia vocación y orientar la vida


de la manera correcta. Por este motivo, es necesario un compromiso renovado por
parte de toda la Iglesia –sacerdotes, religiosos, animadores pastorales,
educadores– para que se les ofrezcan, especialmente a los jóvenes, posibilidades
de escucha y de discernimiento. Se necesita una pastoral juvenil y vocacional que
ayude al descubrimiento del plan de Dios, especialmente a través de la oración, la
meditación de la Palabra de Dios, la adoración eucarística y el acompañamiento
espiritual.
Como se ha hablado varias veces durante la Jornada Mundial de la Juventud en
Panamá, debemos mirar a María. Incluso en la historia de esta joven, la vocación
fue al mismo tiempo una promesa y un riesgo. Su misión no fue fácil, sin embargo
no permitió que el miedo se apoderara de ella. Su sí «fue el “sí” de quien quiere
comprometerse y el que quiere arriesgar, de quien quiere apostarlo todo, sin más
seguridad que la certeza de saber que era portadora de una promesa. Y yo les
pregunto a cada uno de ustedes. ¿Se sienten portadores de una promesa? ¿Qué
promesa tengo en el corazón para llevar adelante? María tendría, sin dudas, una
misión difícil, pero las dificultades no eran una razón para decir “no”. Seguro que
tendría complicaciones, pero no serían las mismas complicaciones que se
producen cuando la cobardía nos paraliza por no tener todo claro o asegurado de
antemano» (Vigilia con los jóvenes, Panamá, 26 enero 2019).

En esta Jornada, nos unimos en oración pidiéndole al Señor que nos descubra su
proyecto de amor para nuestra vida y que nos dé el valor para arriesgarnos en el
camino que él ha pensado para nosotros desde la eternidad.

Vaticano, 31 de enero de 2019, Memoria de san Juan Bosco.

FRANCISCO
Subsidios para la Semana Vocacional 2019

TALLER ESCOLAR

Una Hora. Dirigido a niños de 5 a 11 años cursando la primaria

Ser amigos de Jesús e ir con Él a todas partes

Inicio:

Todos en la vida tenemos un lugar. Ocupamos un espacio y lo necesitamos para


estar bien y desarrollarnos y crecer.

Cantar: “Vamos todos al banquete, a la fiesta de la creación, cada cual con su


taburete tiene un puesto y una misión”

Este canto nos dice que cada persona tiene un puesto y una misión. Mirar dónde
estamos ubicados cada uno, todos tenemos un lugar o un puesto, pupitre, lugar
para colocar las cosas personales, los trabajos, etc. (mirarnos si estamos
sentados, de pie, -señalar el lugar dónde estamos ahora- en el salón, además
recordar los lugares que ocupamos en la cancha, en la biblioteca, en la familia).
No podemos abarcar el lugar de otros, ni montarnos encima ni aplastar a nadie,
cada quien tiene su espacio y debemos respetarlo, así como nosotros tenemos
nuestro lugar y espacio y nos gusta que los demás lo respeten y nadie nos
incomode ni agreda.

Además de un espacio y lugar, todos tenemos una misión. Algo qué hacer, unas
personas son doctores, otros maestros, otros choferes de autos, otros presidentes,
otros jardineros, otros cocineros, otros futbolistas, otros son mamás, otros papás y
otros son sacerdotes y otros son monjitas o hermanas. (Mostrar imágenes) etc.

Aplausos para cada una de esas personas que cumplen una labor en la sociedad.
(Volver a pasar las imágenes pero ahora explicando la misión que cada uno tiene,
el médico atender con respeto a las personas cuando están enfermas, medicarle y
atenderle hasta que sanen o mueren, los maestros enseñar a los estudiantes y
aprender con ellos….. etc.)

Es importante saber que Jesús nos llama primeramente a la vida, luego a una
misión en esa vida, no estamos vivos por casualidad, algo venimos a hacer aquí.

Es importante preguntarnos ¿Qué quiero yo en mi vida? Así como también


preguntarle a Jesús ¿Qué quiere él de mi vida? Para qué me trajo a este mundo?
¿Cuál es mi papel y mi lugar? A eso, a lo que estamos llamados a ser y para lo
que hemos venido al mundo, se llama vocación. Es cuando descubrimos lo que
nos gusta y nos dedicamos a eso que nos gusta con gran alegría y entrega, aun
cuando hayan dificultades. Es muy importante descubrir cuál es la vocación de
cada uno. Busquemos en nuestro corazón cuál es nuestra vocación.

Es muy hermoso saber que todos tenemos un lugar y una misión. Por eso vamos
a decir: Gracias Señor, Gracias.

Desarrollo:

Leer la cita bíblica: Marcos 3,13 Jesús llama a sus primeros discípulos

Hacer un recuento de la lectura:

Todos sabemos quién es Jesús… sondear qué conocen de Jesús: es Dios, es


muy bueno, nos ama, nos ciudad, nos guía, es nuestro amigo, etc. Qué hizo Jesús
en la tierra: hizo milagros, ayudó a muchas personas, murió en una cruz,
resucitó….

Hemos leído la lectura de Marcos 3,13 repetir la cita bíblica para que algunos
niños la aprendan.

¿Cuántos personajes hay en esa lectura? Jesús.

¿Qué hizo Jesús?

En este texto bíblico Jesús nos relata la maneta cómo fue escogiendo a sus
apóstoles, a sus amigos más íntimos, los fue llamando y confiando en ellos. Así
también Jesús nos llama a nosotros, no invita a seguir su camino, su forma de ser,
sus valores, su manera de tratar a la gente y de relacionarse con Dios.

Jesús hoy también nos llama a cada uno de nosotros, verdad que es muy
hermosos que Jesús nos invite también a nosotros a ser sus amigos?

Nos llama al darnos la vida, nos llama al darnos una misión en la vida, nos llama
por nuestro nombre porque Jesús nos conoce.

Cuando Jesús se acerca y nos llama debemos estar atentos para escucharle y
para responder.

Jesús nos llama y nosotros queremos seguirle para ir con él a todas partes y
andar con él en nuestro corazón y querer hacer el bien como él lo hizo.

Existen diversas vocaciones o misiones en la vida:

Vocación al matrimonio….

Vocación a la vida sacerdotal


Vocación a la vida consagrada…

¿Qué conoces de cada una? Dar una breve explicación de cada una. Luego
preguntar ¿A cuál te sientes llamado?

Después de responderte a ti, pregúntale a Jesús qué quiere de ti. Pues la


respuesta a esa pregunta no llega tan rápido, debemos estar muy atento a
nuestros gustos y amigos, a nuestros ideales y forma de ser, a lo que nos gusta y
anima, a lo que nos impulsa y sostiene, eso que nos remueve el corazón es lo que
nos indica la vocación a la que estamos llamados.

Nuestro compromiso es preguntarle todos los días a Jesús qué quieres de mí y


seguro él nos lo va ir indicando con amor y paciencia.

Le invitamos a dibujar lo que se imaginan de esta lectura Bíblica. Que lo dibujen y


coloreen y luego algunos lo expliquen a su grupo.

Cierre:

Vamos a hablar con Jesús, (se sientan en círculo alrededor de una vela e imagen
de Jesús. A medida que el facilitador le invita a sentir que Jesús está en medio de
ellos y les invita a ser su amigo y a seguir su camino, ellos que digan en su
corazón: Aquí estoy Jesús, quiero seguirte y ser tu amigo)

Vamos a darle gracias porque nos llama por nuestro nombre.

Después que estemos todos de pie, le vamos a hablar a Jesús y le decimos que
queremos ser sus amigos y hacer el bien en nuestro colegio y en nuestra familia.
(Que algunos niños expresen lo que le quieren decir a Jesús)

Terminamos ese espacio de intimidad con Jesús cantando: Yo tengo un amigo


que me ama.

Espacio de Compromiso:

Colocamos la mano derecha en el corazón y la izquierda la extendemos hacia el


cielo y pensamos nuestros compromisos que deseamos vivir con amor y
responsabilidad….

Nos comprometemos a prepararnos para nuestros sacramentos de la primera


comunión y confirmación y a estar atentos a la misa dominical y a la Palabra de
Dios, así como a nuestra oración diaria, donde le damos gracias a Jesús por todo
lo aprendido en el día, le pedimos perdón por lo que no hicimos bien y le pedimos
por nuestros padres, hermanos, compañeros de clase y por la sociedad
colombiana, para que Dios nos bendiga a todos.
Al final le preguntamos a los estudiantes qué hemos visto y aprendido hoy. ¿A
quién conocimos hoy y qué nos dijo?

Cuál fue la cita bíblica leída: Marcos 3,13

Cuantos personajes había en la lectura: dos, Jesús y Mateo. Etc.

TALLER PARA JÓVENES ENTRE LOS 11 Y 17 AÑOS DE EDAD CURSANDO


EL BACHILLERATO

Tiempo una hora

Mi vocación.com

Inicio:

Todos tenemos una cuenta en internet, bien de email, instagram, wasapt,


Facebook, etc. A nadie se le ocurre hoy en día no tenerlas. Es así en la vida diaria
tenemos un lugar. Ocupamos un espacio y lo necesitamos para estar bien y
desarrollarnos y crecer.

Además del espacio físico, también todos tenemos una misión, ocupamos un lugar
en la vida para algo. ¿Cuál es el sentido de tu vida? Te has preguntado para qué
estás en este mundo? ¿Para qué viniste a la vida? ¿Qué lugar ocupas en tu
familia, en tu colegio, en tu país? ¿Para qué Dios te dio la vida?

Es importante saber que Jesús nos llama primeramente a la vida, luego a una
misión en esa vida, no estamos vivos por casualidad, algo venimos a hacer aquí.
Es importante preguntarnos ¿Qué quiero yo en mi vida? Así como también
preguntarle a Jesús ¿Qué quiere él de mi vida? Para qué me trajo a este mundo?
¿Cuál es mi papel y mi lugar? A eso, a lo que estamos llamados a ser y para lo
que hemos venido al mundo, se llama vocación. Es muy importante descubrirla.
Busquemos en nuestro corazón cuál es nuestra vocación.

¿Cuál es la vocación principal? ¿El llamado primero que Dios nos hace? Es el
llamado a la vida. Nos da la vida y nos deja la responsabilidad de cuidarla y
respetarla, desarrollarla y bendecirla día a día con nuestras acciones.

Luego nos llama a algo específico a cada uno, de manera singular y particular. En
estas primeras etapas es la vida es fundamental buscar y preguntarse qué quiere
Dios de mí, de manera que no se nos pase la vida sin saber que queremos o cuál
es nuestra misión en la vida.
Existe la vocación al matrimonio, a la vida consagrada, al sacerdocio. ¿Qué
conocemos de cada una de ellas? ¿Cuál es su distintivo y singularidad? ¿Cómo
se descubre cada una?

Es indispensable que hagamos todos lo posible por darnos cuenta de quiénes


somos y cómo somos, conocernos a nosotros mismos para descubrir qué quiere
Dios de nosotros. ¿Cuáles son nuestros gustos e ideales? Hacia dónde tienden
mis aficiones, mis deseos, mis anhelos, dónde y con quienes me siento a gusto?
¿Qué acciones y actividades me hacen feliz? Qué papel juega Dios en mi vida?
¿Cómo es mi relación con él y cómo desearía que fuera? ¿A qué me gustaría
dedicarle el resto de mi vida?

Es muy hermoso saber que todos tenemos un lugar y una misión. Por eso vamos
a decir: Gracias Señor, Gracias.

Desarrollo:

Leer la cita bíblica: Marcos 3,13 Jesús llama a sus primeros discípulos

Hacer un recuento de la lectura:

Todos sabemos quién es Jesús… sondear qué conocen de Jesús: es Dios, es


muy bueno, nos ama, nos ciudad, nos guía, es nuestro amigo, etc. Qué hizo Jesús
en la tierra: hizo milagros, ayudó a muchas personas, murió en una cruz,
resucitó….

¿Cuántos personajes hay en esa lectura? Jesús .

¿Qué hizo Jesús?

En este texto bíblico Jesús nos relata la maneta cómo fue escogiendo a sus
apóstoles, a sus amigos más íntimos, los fue llamando y confiando en ellos. Así
también Jesús nos llama a nosotros, no invita a seguir su camino, su forma de ser,
sus valores, su manera de tratar a la gente y de relacionarse con Dios.

Jesús hoy también nos llama a cada uno de nosotros, verdad que es muy
hermosos que Jesús nos invite también a nosotros a ser sus amigos?

Nos llama al darnos la vida, nos llama al darnos una misión en la vida, nos llama
por nuestro nombre porque Jesús nos conoce.

Cuando Jesús se acerca y nos llama debemos estar atentos para escucharle y
para responder.
Jesús nos llama y nosotros queremos seguirle para ir con él a todas partes y
andar con él en nuestro corazón y querer hacer el bien como él lo hizo.

Ejercicio de intimidad:

Habiendo escuchado las diversas vocaciones Vocación al matrimonio…. Vocación


a la vida sacerdotal… Vocación a la vida consagrada… y habiendo escuchado la
palabra de Jesús.

En un espacio de silencio y de oración pregúntate ¿A cuál te sientes llamado?

Después de responderte a ti, pregúntale a Jesús qué quiere de ti. Pues la


respuesta a esa pregunta no llega tan rápido, debemos estar muy atento a
nuestros gustos y amigos, a nuestros ideales y forma de ser, a lo que nos gusta y
anima, a lo que nos impulsa y sostiene, eso que nos remueve el corazón es lo que
nos indica la vocación a la que estamos llamados.

Nuestro compromiso es preguntarle todos los días a Jesús qué quieres de mí y


seguro él nos lo va ir indicando con amor y paciencia.

Realiza un ejercicio de prioridades, coloca tres columnas con cada una de las
vocaciones y es cribe en cada una de ellas cómo te ves, por qué sí te llama la
atención y por qué no.

Hacer una pequeña plenaria con dos o tres que deseen compartir lo que
escribieron.

Cierre:

Escuchamos al papa cuando se dirige a los jóvenes: (Se puede leer este
documento por equipos o grupos) Luego visualizarlo en diapositivas desde el
comentario general del facilitador, de modo que los jóvenes lo lean dos veces, en
sus pequeños grupos y desde el facilitador.

EXHORTACIÓN APOSTÓLICA POSTSINODAL CHRISTUS VIVIT DEL SANTO


PADRE FRANCISCO A LOS JÓVENES Y A TODO EL PUEBLO DE DIOS, 2019:

276. En el discernimiento de una vocación no hay que descartar la posibilidad de


consagrarse a Dios en el sacerdocio, en la vida religiosa o en otras formas de
consagración. ¿Por qué excluirlo? Ten la certeza de que, si reconoces un llamado
de Dios y lo sigues, eso será lo que te hará pleno.

277. Jesús camina entre nosotros como lo hacía en Galilea. Él pasa por nuestras
calles, se detiene y nos mira a los ojos, sin prisa. Su llamado es atractivo, es
fascinante. Pero hoy la ansiedad y la velocidad de tantos estímulos que nos
bombardean hacen que no quede lugar para ese silencio interior donde se percibe
la mirada de Jesús y se escucha su llamado. Mientras tanto, te llegarán muchas
propuestas maquilladas, que parecen bellas e intensas, aunque con el tiempo
solamente te dejarán vacío, cansado y solo. No dejes que eso te ocurra, porque el
torbellino de este mundo te lleva a una carrera sin sentido, sin orientación, sin
objetivos claros, y así se malograrán muchos de tus esfuerzos. Más bien busca
esos espacios de calma y de silencio que te permitan reflexionar, orar, mirar mejor
el mundo que te rodea, y entonces sí, con Jesús, podrás reconocer cuál es tu
vocación en esta tierra.

3. Una expresión del discernimiento es el empeño por reconocer la propia


vocación. Es una tarea que requiere espacios de soledad y silencio, porque se
trata de una decisión muy personal que otros no pueden tomar por uno: «Si bien el
Señor nos habla de modos muy variados en medio de nuestro trabajo, a través de
los demás, y en todo momento, no es posible prescindir del silencio de la oración
detenida para percibir mejor ese lenguaje, para interpretar el significado real de las
inspiraciones que creímos recibir, para calmar las ansiedades y recomponer el
conjunto de la propia existencia a la luz de Dios».

284. Este silencio no es una forma de aislamiento, porque «hay que recordar que
el discernimiento orante requiere partir de una disposición a escuchar: al Señor, a
los demás, a la realidad misma que siempre nos desafía de maneras nuevas. Sólo
quien está dispuesto a escuchar tiene la libertad para renunciar a su propio punto
de vista parcial o insuficiente […]. Así está realmente disponible para acoger un
llamado que rompe sus seguridades pero que lo lleva a una vida mejor, porque no
basta que todo vaya bien, que todo esté tranquilo. Dios puede estar ofreciendo
algo más, y en nuestra distracción cómoda no lo reconocemos».

285. Cuando se trata de discernir la propia vocación, es necesario hacerse varias


preguntas. No hay que empezar preguntándose dónde se podría ganar más
dinero, o dónde se podría obtener más fama y prestigio social, pero tampoco
conviene comenzar preguntándose qué tareas le darían más placer a uno. Para no
equivocarse hay que empezar desde otro lugar, y preguntarse: ¿me conozco a mí
mismo, más allá de las apariencias o de mis sensaciones?, ¿conozco lo que
alegra o entristece mi corazón?, ¿cuáles son mis fortalezas y mis debilidades?
Inmediatamente siguen otras preguntas: ¿cómo puedo servir mejor y ser más útil
al mundo y a la Iglesia?, ¿cuál es mi lugar en esta tierra?, ¿qué podría ofrecer yo
a la sociedad? Luego siguen otras muy realistas: ¿tengo las capacidades
necesarias para prestar ese servicio?, o ¿podría adquirirlas y desarrollarlas?

286. Estas preguntas tienen que situarse no tanto en relación con uno mismo y
sus inclinaciones, sino con los otros, frente a ellos, de manera que el
discernimiento plantee la propia vida en referencia a los demás. Por eso quiero
recordar cuál es la gran pregunta: «Muchas veces, en la vida, perdemos tiempo
preguntándonos: “Pero, ¿quién soy yo?”. Y tú puedes preguntarte quién eres y
pasar toda una vida buscando quién eres. Pero pregúntate: “¿Para quién soy
yo?”». Eres para Dios, sin duda. Pero Él quiso que seas también para los demás,
y puso en ti muchas cualidades, inclinaciones, dones y carismas que no son para
ti, sino para otros.

287. Para discernir la propia vocación, hay que reconocer que esa vocación es el
llamado de un amigo: Jesús. A los amigos, si se les regala algo, se les regala lo
mejor. Y eso mejor no necesariamente es lo más caro o difícil de conseguir, sino lo
que uno sabe que al otro lo alegrará. Un amigo percibe esto con tanta claridad que
puede visualizar en su imaginación la sonrisa de su amigo cuando abra su regalo.
Este discernimiento de amistad es el que propongo a los jóvenes como modelo si
buscan encontrar cuál es la voluntad de Dios para sus vidas.

288. Quiero que sepan que cuando el Señor piensa en cada uno, en lo que
desearía regalarle, piensa en él como su amigo personal. Y si tiene planeado
regalarte una gracia, un carisma que te hará vivir tu vida a pleno y transformarte
en una persona útil para los demás, en alguien que deje una huella en la historia,
será seguramente algo que te alegrará en lo más íntimo y te entusiasmará más
que ninguna otra cosa en este mundo. No porque lo que te vaya a dar sea un
carisma extraordinario o raro, sino porque será justo a tu medida, a la medida de
tu vida entera.

289. El regalo de la vocación será sin duda un regalo exigente. Los regalos de
Dios son interactivos y para gozarlos hay que poner mucho en juego, hay que
arriesgar. Pero no será la exigencia de un deber impuesto por otro desde afuera,
sino algo que te estimulará a crecer y a optar para que ese regalo madure y se
convierta en don para los demás. Cuando el Señor suscita una vocación no sólo
piensa en lo que eres sino en todo lo que junto a Él y a los demás podrás llegar a
ser.

290. La potencia de la vida y la fuerza de la propia personalidad se alimentan


mutuamente en el interior de cada joven y lo impulsan a ir más allá de todo límite.
La inexperiencia permite que esto fluya, aunque bien pronto se transforma en
experiencia, muchas veces dolorosa. Es importante poner en contacto este deseo
de «lo infinito del comienzo todavía no puesto a prueba» con la amistad
incondicional que nos ofrece Jesús. Antes de toda ley y de todo deber, lo que
Jesús nos propone para elegir es un seguimiento como el de los amigos que se
siguen y se buscan y se encuentran por pura amistad. Todo lo demás viene
después, y hasta los fracasos de la vida podrán ser una inestimable experiencia
de esa amistad que nunca se rompe.

¿Qué piensan ustedes de estas expresiones? ¿Qué le dirían al Papa y a esta


sociedad?

Finalizamos cerrando los ojos y extendiendo nuestras dos manos hacia adelante,
como ofreciéndole a Jesús lo que somos y tenemos.

Nos comprometemos a prepararnos para nuestros sacramentos de la primera


comunión y confirmación y a estar atentos a la misa dominical y a la Palabra de
Dios, así como a nuestra oración diaria, donde le damos gracias a Jesús por todo
lo aprendido en el día, le pedimos perdón por lo que no hicimos bien y le pedimos
por nuestros padres, hermanos, compañeros de clase y por la sociedad
colombiana, para que Dios nos bendiga a todos.

También nos comprometemos a preguntarle todos los días a Jesús ¿qué quiere
de nosotros? Y a estar muy atentos a la respuesta y llamados que él nos haga.

Al final le preguntamos a los estudiantes qué hemos visto y aprendido hoy. ¿A


quién conocimos hoy y qué nos dijo?

¿Cuál fue la cita bíblica leída: Marcos 3,13

¿Cuantos personajes había en la lectura? ¿Qué mensaje me dejó?

¿Qué aprendí de mí mismo hoy? ¿Qué aprendí de Jesús? ¿Qué me impactó o


llamó más la atención hoy de Jesús de Nazaret?

TALLER PARA JÓVENES MONAGUILLOS

Objetivo: Ir sembrando en los niños y jóvenes que prestan el servicio en el altar


como monaguillos, la respuesta generosa al llamado que Dios les haga; así mismo
que descubran las vocaciones en la vida de la Iglesia.

Tema: La respuesta al llamado

Materiales: Biblia, lapicero, lápiz, hojas de crucigrama, imagen del joven rico,
imagen del Mateo, recortes de celulares, redes sociales, televisores, videojuegos y
siluetas de objetos litúrgicos.

Duración: 1 hora

Dinámica:
Con el fin de lograr que los participantes se activen y tengan contacto con los
otros, sugerimos estas dinámicas.

Dinámica 1:

Se pide a los participantes que se ubiquen en círculo y se les indica a cada uno
una fruta, (el animador al inicio debe seleccionar tres frutas que se le dirá en forma
aleatoria a cada uno). Luego se les indica que cuando escuche su fruta deben
cambiar de puesto. Luego el dirigente cuenta una historia donde nombre la frutas
de los participantes, por ejemplo: Juanito tenía una finca y en ella cultivaba fresas
y mangos le gustaba bajar la frutas de los palos para tomar jugo, pero su preferido
era la naranja.... Así de esta forma cada vez que se nombre la fruta los
participantes cambiarán de puesto hasta lograr que se hallan mezclado entre
todos...

Dinámica 2

Los participantes se ubicarán en dos círculos uno quedará en la parte de adentro y


el otro afuera con la idea que cada uno quede ubicado frente a alguien, luego se
indicará que cuando el animador diga: “Saludo por aquí” saluden a su diagonal
derecha y cuando se diga: “Saludo por allá” se saluda a la diagonal izquierda,
luego se deben mirar de frente con el compañero y decirle algún atributo por
ejemplo: “¡Uyyyy que bien peinado estas!, o ¡Uyyy me alegra que estés aquí!,
luego se les indica que se den un abrazo y que cambien de pareja y vuelve a
iniciar el juego. La idea es que se giren máximo 5 personas con el fin de que se
conozcan y compartan entre ellos, para el valor del abrazo y resaltar en el otro los
aspectos positivos.

Oración:

Reunidos en círculo los participantes harán en voz alta la siguiente oración:

Señor Jesús que nos llamaste al hermoso servicio del altar; queremos ser mansos
y humildes como tú, para hacer de nuestra labor una ofrenda agradable. Gracias
porque nos concediste en el bautismo el hermoso don de ser tus hijos y hoy nos
llamas a ser servidores de tu Eucaristía y de tus sacerdotes. Ayúdanos a descubrir
el llamado particular que tus nos haces, de tal manera que te podamos seguir
sirviendo en santidad y poder edificar tu Iglesia.

(En este momento el guía invitará a que tres monaguillos oren por las vocaciones
a la vida sacerdotal, consagrada y matrimonial; al término de cada oración puede
encenderse una luz)

Desarrollo del Tema: ç


Se divide el grupo en 2, a cada grupo se asignará un pasaje bíblico:

“Se ponía ya en camino cuando uno corrió a su encuentro y arrodillándose ante él,
le preguntó: «Maestro bueno, ¿qué he de hacer para tener en herencia vida
eterna?. Jesús le dijo: «¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno sino sólo
Dios. Ya sabes los mandamientos: No mates, no cometas adulterio, no robes, no
levantes falso testimonio, no seas injusto, honra a tu padre y a tu madre. El,
entonces, le dijo: «Maestro, todo eso lo he guardado desde mi juventud.» Jesús,
fijando en él su mirada, le amó y le dijo: «Una cosa te falta: anda, cuanto tienes
véndelo y dáselo a los pobres y tendrás un tesoro en el cielo; luego, ven y
sígueme. Pero él, abatido por estas palabras, se marchó entristecido, porque tenía
muchos bienes.” Mc 10,17-27

"Salió de nuevo por la orilla del mar, toda la gente acudía a él, y él les enseñaba.
Al pasar, vio a Leví, el de Alfeo, sentado en el despacho de impuestos, y le dice:
«Sígueme.» Él se levantó y le siguió. Y sucedió que estando él a la mesa en casa
de Leví, muchos publicanos y pecadores estaban a la mesa con Jesús y sus
discípulos, pues eran muchos los que le seguían. Al ver los escribas de los
fariseos que comía con los pecadores y publicanos, decían a los discípulos:
«¿Qué? ¿Es que come con los publicanos y pecadores?» .Al oír esto Jesús, les
dice: «No necesitan médico los que están fuertes, sino los que están mal; no he
venido a llamar a justos, sino a pecadores.»" Mc 2,13-17

Una vez leído el texto bíblico, deben poner un título a la historia y representarlo
frente a al grupo.

Luego el animador hará una reflexión haciendo un paralelo entre los dos
personajes, ambos eran ricos, los dos fueron llamados por Jesús, y cada uno
respondió de una manera diferente, el primero se entristeció y alejó, el segundo
dejó lo que tenía, se convirtió en discípulo de Jesús y fue feliz, del primero no
conocemos el nombre, del segundo hasta hoy lo seguimos recordando, el
Evangelio lo nombra Leví que es el mismo Mateo, uno de los doce Apóstoles que
vivió el resto de su vida al servicio de Dios y la Iglesia. La diferencia entre los dos
consistió en la respuesta que cada uno dio a la invitación de Jesús «Sígueme.»,
básicamente uno siguió apegado a sus bienes y el otro fue capaz de hacer una
renuncia por servir al Señor. A todos el Señor nos llama a un servicio y esto
supone hacer algunas renuncias, a los monaguillos por ejemplo el Señor los llama
a servir en el Altar, pero para ello hay que despegarse de otras cosas que les
gustan.

A continuación se presentan las imágenes del joven rico y el discípulo Mateo,


alrededor de la primera imagen habrá pequeñas imágenes que representen las
cosas a las que pueden renunciar los monaguillos para hacer mejor su servicio
(celular, Tablet, redes sociales, videojuegos, tv, cama, futbol, etc) , alrededor de la
imagen de Mateo estará la silueta de objetos litúrgicos (vasos sagrados, alba,
estola, casulla, roquete etc) el número de objetos deberá ser igual al número de
participantes, como se presentan aquí.

Cada participante tomará una imagen que esté alrededor del rico necio y
representará aquello a lo que debe renunciar para servir mejor a Cristo, generar
un diálogo en torno a estas situaciones (Las imágenes alrededor de San Mateo se
utilizarán más adelante).

Al terminar el diálogo se explicará que además del llamado a servir en el Altar,


Dios nos llama a vivir un estado de vida a cada uno, para descubrir los tres
estados de vida en la Iglesia los participantes deben resolver cada crucigrama, al
terminar encontrarán las palabras.
8 1. Lugar donde se guardan todos los elementos para la
P Misa.
2. Prenda de vestir larga, utilizada por el sacerdote,
1 2 3 4 5 6 7 A 9
diacono y acólitos.
S A C E R D O T E 3. Copa sagrada donde se deposita el vino y el agua
A L A S O I L E N para ser consagrados.
4. Vestimenta litúrgica larga y estrecha que solo deben
C B L T Q A E N T llevar los ministros ordenados y se coloca alrededor del
R A I O U C O A R cuello.
I Z L E O A 5. Vestidura blanca de lino, hasta las rodillas, adornada
con encajes, que se usa sin ceñir al cuerpo.
S A T N D
6. Servidor que puede bautizar, celebrar el matrimonio,
T E O A proclamar el evangelio, pero no confesar, ni celebrar la
I Eucaristía.
A 7. Aceite sagrado que se usa para ungir.
8. Plato redondo de metal precioso, donde se pone la
Sagrada Hostia. para la Santa Misa.
9. Principio de la Misa, cuando el sacerdote se dirige
hacia el altar con los monaguillos y demás ministros del
altar.

4 1. Virgen sin pecado original.


C 2. Parte del templo desde donde se proclama la
1 2 3 O 5 6 7 8 9 10 Palabra de Dios.
3. Acolito que lleva el incensario.
M A T R I M O N I O 4. Pieza cuadrada de tela sobre la que se pone la
A M U P N I B A N R patena y el cáliz durante la Misa.
5. Recipiente para quemar el incienso en las
R B R O C S I V T A
celebraciones.
I O I R E A S E E C 6. Libro litúrgico que contiene las ceremonias,
A N F A N L P T N I oraciones y rubricas de la Misa.
E L S O A C O 7. Persona que recibe el sacramento del orden
sacerdotal en su máximo grado, convirtiéndose así
R A I N
en un sucesor de los Apóstoles.
A R O 8. Recipiente que contiene el incienso antes de
R I N quemarse
9. Necesidad o petición por la cual se ora.
I O
10.Forma de comunicarse con Dios.
O
1. Copa grande de metal con tapa, que contiene
las hostias consagradas, para la comunión de los
6 fieles.
3 C 7 2. Trozo de pan sin levadura destinado a la
2 C I P 10 consagración eucarística.
1 H O 4 5 N U 8 9 C 11 3. Acción por la cual un sacerdote que celebra
la Misa convierte el pan y el vino en el cuerpo y
C O N S A G R A D O S
sangre de Jesucristo.
O S S O L U I M I M E 4. Pequeño gorro redondo que portan el Papa y
P T A L T L F O O U R los obispos.
O I G I A O I R S N V 5. Mesa donde se ofrece el Sacrificio
N A R D R C I I Eucarístico.
6. Cordón con que se ciñe el alba.
A E A O C
7. Pequeño lienzo que utiliza el sacerdote en la
C O D N I Misa para purificar el cáliz.
I O O 8. Acto supremo de la libertad, por la que una
O R persona elige y realiza el bien del otro.
N 9. Ser supremo, principio y fin de todas las
cosas.
10. Acto de recibir a Jesucristo
sacramentado en la Eucaristía.
11.Cada acción que se realiza en beneficio de
otras personas, movida primeramente por el
amor a Dios, y de esta manera por el deseo de
ayudar en las necesidades del prójimo.

Celebración:

Para terminar, se entregará a cada monaguillo una de las siluetas que están
alrededor de la imagen del Apóstol Mateo, en ella escribirán una oración dando
gracias por el llamado que han recibido a servir en el Altar y pidiendo fortaleza
para responder al llamado vocacional. Una vez elaborada la oración, se dispondrá
el grupo alrededor del Cirio Pascual, y podrán las oraciones junto al Cirio para
ofrecerlas al Señor.

Anexo: Crucigramas

Pon a prueba tus conocimientos como monaguillo resolviendo los crucigramas y


encontrarás los estados de vida en la Iglesia.
8 1. Lugar donde se guardan todos los elementos para
la Misa.
2. Prenda de vestir larga, utilizada por el sacerdote,
1 2 3 4 5 6 7 9
diacono y acólitos.
3. Copa sagrada donde se deposita el vino y el agua
para ser consagrados.
4. Vestimenta litúrgica larga y estrecha que solo
deben llevar los ministros ordenados y se coloca
alrededor del cuello.
5. Vestidura blanca de lino, hasta las rodillas,
adornada con encajes, que se usa sin ceñir al cuerpo.
6. Servidor que puede bautizar, celebrar el
matrimonio, proclamar el evangelio, pero no
confesar, ni celebrar la Eucaristía.
7. Aceite sagrado que se usa para ungir.
8. Plato redondo de metal precioso, donde se pone la
Sagrada Hostia. para la Santa Misa.
9. Principio de la Misa, cuando el sacerdote se dirige
hacia el altar con los monaguillos y demás ministros
del altar.

4 1. Virgen sin pecado original.


2. Parte del templo desde donde se proclama la
Palabra de Dios.
1 2 3 5 6 7 8 9 10
3. Acolito que lleva el incensario.
4. Pieza cuadrada de tela sobre la que se pone la
patena y el cáliz durante la Misa.
5. Recipiente para quemar el incienso en las
celebraciones.
6. Libro litúrgico que contiene las ceremonias,
oraciones y rubricas de la Misa.
7. Persona que recibe el sacramento del orden
sacerdotal en su máximo grado, convirtiéndose así
en un sucesor de los Apóstoles.
8. Recipiente que contiene el incienso antes de
quemarse
9. Necesidad o petición por la cual se ora.
10.Forma de comunicarse con Dios.
1. Copa grande de metal con tapa, que contiene
las hostias consagradas, para la comunión de los
6 fieles.
3 7 2. Trozo de pan sin levadura destinado a la
2 10 consagración eucarística.
1 4 5 8 9 11 3. Acción por la cual un sacerdote que celebra la
Misa convierte el pan y el vino en el cuerpo y
sangre de Jesucristo.
4. Pequeño gorro redondo que portan el Papa y
los obispos.
5. Mesa donde se ofrece el Sacrificio
Eucarístico.
6. Cordón con que se ciñe el alba.
7. Pequeño lienzo que utiliza el sacerdote en la
Misa para purificar el cáliz.
8. Acto supremo de la libertad, por la que una
persona elige y realiza el bien del otro.
9. Ser supremo, principio y fin de todas las
cosas.
10. Acto de recibir a Jesucristo sacramentado
en la Eucaristía.
11. Cada acción que se realiza en beneficio
de otras personas, movida primeramente por el
amor a Dios, y de esta manera por el deseo de
ayudar en las necesidades del prójimo.

CATEQUESIS VOCACIONAL PARA JÓVENES

Tema: "La valentía de arriesgar por la promesa de Dios". Papa Francisco.

Objetivo: Acercar a los jóvenes a vivir una experiencia vocacional en su proceso


de preparación al sacramento con motivo de la Jornada Mundial de Oración por
las Vocaciones.

Desarrollo

Ver

Para el desarrollo de la siguiente actividad, con anterioridad los coordinadores de


los grupos, deben prever un espacio amplio que permita el desplazamiento por
varios obstáculos, los cuales debe pasar las personas ciegas que están siendo
guiadas por los lazarillos.
Los obstáculos, que deben pasar los ciegos, pueden contemplar varios momentos:
- paso por baldes de agua, para lo cual es preciso que se quiten los zapatos,
- paso por un camino pedregoso,
- paso por un camino arenoso,
- paso por un zic zac de velas encendidas,
- paso por el prado gateando
- pasar un limón con cucharas en la boca al lugar donde finaliza el recorrido.

De forma ágil se organiza el grupo en tríos. Cada trío debe escoger un ciego al
cual le deben vendar los ojos; un lazarillo, el cual va a guiar y orientar el ciego y un
observador, quien anota las correcciones que pudieran haber realizado mejor
tanto el ciego como el lazarillo.

El trío conforma la comunidad de vida que compartirá toda la dinámica del


encuentro.

El equipo coordinador prevé un premio para el trío ganador de la carreta de


obstáculos.

Enseguida los tríos, según las intuiciones del observador, analiza lo que sucedió e
influyó durante el recorrido.

El equipo coordinador del grupo finalizan la primera sesión invitando a descubrir


como la experiencia de la promesa y el riesgo es la invitación que Jesús hizo a sus
apóstoles.

Juzgar

En otro ambiente y lugar, como la capilla, los jóvenes participantes encuentran el


texto del Evangelio de Mateo 4, 18-22 y la explicación del Papa Francisco sobre lo
que significa la promesa y el riesgo, según el Mensaje para la Jornada Mundial de
Oración por las Vocaciones.

Evangelio según San Mateo 4, 18-22

"Mientras caminaba junto al lago de Galilea, vio a dos hermanos -Simón llamado
Pedro, y Andrés, su hermano- que estaban echando una red al lago, pues eran
pescadores. Les dijo: Vengan conmigo y los haré pescadores de hombres. De
inmediato dejando las redes le siguieron. Un trecho más adelante vio a otros dos
hermanos -Santiago de Zebedeo y Juan, su hermano- en la barca con su padre
Zebedeo, arreglando las redes. Los llamó, y ellos inmediatamente, dejando la
barca y su padre, lo siguieron".

Mensaje del Papa Francisco para la Jornada Mundial de Oración por las
Vocaciones.
"La llamada del Señor nos hace portadores de una promesa. (...) Como en la
historia de toda llamada, también en este caso se produce un encuentro. Jesús
camina, ve a esos pescadores y se acerca... Así sucedió con la persona con la
que elegimos compartir la vida en el matrimonio, o cuando sentimos la fascinación
de la vida consagrada: experimentamos la sorpresa de un encuentro y, en aquel
momento, percibimos la promesa de una alegría capaz de llenar nuestras vidas.
Así, aquel día, junto al lago de Galilea, Jesús fue al encuentro de aquellos
pescadores, rompiendo la «parálisis de la normalidad» (Homilía en la 22ª Jornada
Mundial de la Vida Consagrada, 2 febrero 2018). E inmediatamente les hizo una
promesa: «Os haré pescadores de hombres» (Mc 1,17).

La llamada del Señor, por tanto, no es una intromisión de Dios en nuestra libertad;
no es una “jaula” o un peso que se nos carga encima. Por el contrario, es la
iniciativa amorosa con la que Dios viene a nuestro encuentro y nos invita a entrar
en un gran proyecto, del que quiere que participemos, mostrándonos en el
horizonte un mar más amplio y una pesca sobreabundante. (...) En definitiva, la
vocación es una invitación a no quedarnos en la orilla con las redes en la mano,
sino a seguir a Jesús por el camino que ha pensado para nosotros, para nuestra
felicidad y para el bien de los que nos rodean".

"La llamada nos pide la valentía de arriesgarnos con él y por él". (...) Por supuesto,
abrazar esta promesa requiere el valor de arriesgarse a decidir. Los primeros
discípulos, sintiéndose llamados por él a participar en un sueño más grande,
«inmediatamente dejaron sus redes y lo siguieron» (Mc 1,18). Esto significa que
para seguir la llamada del Señor debemos implicarnos con todo nuestro ser y
correr el riesgo de enfrentarnos a un desafío desconocido; debemos dejar todo lo
que nos puede mantener amarrados a nuestra pequeña barca, impidiéndonos
tomar una decisión definitiva; se nos pide esa audacia que nos impulse con fuerza
a descubrir el proyecto que Dios tiene para nuestra vida. En definitiva, cuando
estamos ante el vasto mar de la vocación, no podemos quedarnos a reparar
nuestras redes, en la barca que nos da seguridad, sino que debemos fiarnos de la
promesa del Señor.

De forma individual reflexionar:


- ¿qué semejanzas se pueden establecer entre la dinámica realizada y el texto
bíblico leído?

En los tríos compartir:


- ¿qué riesgos deben asumir hoy los jóvenes para escuchar la invitación de Jesús:
"vengan conmigo"?

Después del compartir, el grupo se dirige a otro escenario o el mismo del inicio
donde se realizó la primera dinámica.
Actuar

Con anterioridad el equipo coordinador prevé papel boom o papel de azúcar y


temperas para desarrollar la actividad.

En los tríos que se han conformado anteriormente cada joven dibuja la huella de
su propio pie.

Enseguida en ella anota la mayor decisión asumida hasta el momento en su vida


joven y las consecuencias de dicha decisión.

Cada integrante de los tríos comparten las decisiones que han asumido en su vida
joven y las van pegando sobre un muro.

Al final del encuentro, el grupo toma la selfie sobre el muro de sus decisiones para
que la suban a sus redes sociales.

Celebrar

En el salón de encuentros o la capilla, el equipo coordinar, prepara en vivo o a


través de videos de apoyo el testimonio de tres personas que representan una
vocación específica, los testimonios colocan en evidencia las decisiones tomadas
a nivel vocacional y cómo en ellas se van realizando como hombres y mujeres.
Cada testimonio es acompañado por una canción que puede cantar el ministerio
de música de la parroquia o se puede escuchar. Por ejemplo, la vocación
matrimonial puede ser acompañada por la canción: oración por la familia del Padre
Zezihno; el testimonio de vida sacerdotal puede ser acompañado por la canción:
sacerdote para siempre de Jesed; y el testimonio de vida religiosa se puede
acompañar con la canción: alma misionera.

Al final todo el grupo ora la Oración por el VI Congreso de Pastoral Vocacional.

Dios padre de amor, Ilumina a tu Iglesia, para que por la acción del Espíritu Santo
realices un nuevo Pentecostés en nosotros; Que podamos descubrir la misión a la
que somos llamados y así caminar con los jóvenes, ayudándolos a discernir el
llamado a la vida Sacerdotal, consagrada, matrimonial y misionera; mediante la
escucha, la acogida y el testimonio de vida.

Jesús joven maestro, que acompañaste a los primeros discípulos en el


discernimiento de su vocación, ven y camina a nuestro lado en este VI Congreso
Vocacional.

Nos acogemos a nuestra Señora de Chiquinquirá Reina de Colombia, para que


junto con San José su esposo, proteja y acompañen nuestra tarea Vocacional.

Amén.
TALLER FAMILIA SEMILLERO DE VOCACIONES

OBJETIVO:

Mediante este tema, se busca que el aspirante asuma desde su estilo de vida, la
importancia de adoptar conscientemente un verdadero discernimiento vocacional,
partiendo del ejemplo y la formación ética, moral y cristiana de sus hogares;
brindada por su familia que es la primera escuela en la fe e Iglesia doméstica por
excelencia.

DINÁMICA:

La historia.

Esta dinámica sirve para hacer reflexionar al aspirante sobre las historias que les
llegan, ya sean sobre sus compañeros u otros temas como la vocación. La idea es
hacerles ver que hay varias versiones sobre la misma historia y que ellos deben
tener su propio criterio y tener cuidado con creerse y reproducir todo lo que oyen.

Desarrollo

1. Se eligen 4 o 5 voluntarios y se les invita a salir del sitio del encuentro a todos
menos a 1 de ellos.

2. Se elige una historia corta sobre una vocación ya sea de un santo de la Iglesia o
de la comunidad religiosa o diocesana a la que aspire, se le cuenta al voluntario
que se ha quedado.

3. Una vez la ha escuchado el primer voluntario, este debe contársela a otro


voluntario de los que estaban fuera, después este voluntario se la contará al
siguiente y así sucesivamente hasta que no queden más voluntarios.

4. Finalmente se vuelve a leer en alto la historia para que todos la escuchen y


reflexionen sobre lo que les ha llegado y lo que les han contado a sus
compañeros.

MOTIVACIÓN

El amor vivido en las familias es una fuerza constante para la vida de la Iglesia, la
cual es familia de familias que constantemente se enriquece con la vida de todas
las Iglesias domésticas, por lo tanto, en virtud del sacramento del matrimonio cada
una de ellas se convierte en un bien particular para la sociedad y la humanidad,
pues asume el don valioso de la reciprocidad para la Iglesia de hoy y los retos que
nos presenta el siglo XXI. En definitiva, se podría afirmar que en la Iglesia
doméstica madura la primera experiencia eclesial de la comunión entre personas,
en la que se refleja, por gracia el misterio de la Santa Trinidad y del cual procede
el don maravilloso de la vocación que nace del amor y la unión con Cristo a su
Iglesia, a sus discípulos y a su rebaño (Prf. Amores Laetitia, 86).

Que sea esta la oportunidad querido joven aspirante para que reflexiones sobre
ese llamado que Dios te hace y al cual a pesar de los desafíos del mundo actual,
tú mismo puedes responder.

MENSAJE BÍBLICO

Efesios 5, 21-33

«Por eso dice la Escritura; dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a


su esposa, y los dos llegarán a ser un solo cuerpo».

HECHO DE VIDA

Recuerdo que en mi proceso vocacional se insistía mucho en las familias como


promotoras vocacionales. Eran las familias de nuestras comunidades parroquiales
que se comprometían a pedir por las vocaciones y apoyaban en la colecta anual
para el Seminario, además de apadrinar a un seminarista no sólo materialmente
sino espiritualmente también.

Desde mí llegada a Cuba, hace ya 11 años, me pregunto: ¿En Cuba se podría


aportar esta iniciativa? Sé que no es nada nuevo. Ya se han hecho algunos
intentos pero, ¿por qué no perseverar y trabajar todos a que surjan más Familias
Promotoras de Vocaciones?

Recuerdo la afirmación que se hacía de que aquellos llamados por Dios, deben su
vocación en un 90% a sus padres. Por eso la familia es semillero de vocaciones.
Ya sabemos que la enseñanza medular del Concilio Vaticano Segundo es la
llamada radical de todos a la santidad. Sin embargo, también sabemos que Dios
llama a seguirlo aún más íntimamente en una vida de celibato apostólico o
matrimonial para el Reino de Dios, ya sea como sacerdote, religioso esposos
(laicos).

Una de las más grandes esperanzas de la familia católica debería ser tener uno o
más de sus hijos escogidos de forma especial por Dios para su servicio.
Tradicionalmente esto significa una vocación al sacerdocio diocesano, a vida
consagrada o al matrimonio. En sentido concreto, nos referimos al sacerdocio, la
vida religiosa o a uno de los varios movimientos e instituciones de laicos que les
permite dedicarse totalmente a Dios, permaneciendo en medio del mundo. Estas
nuevas instituciones son altamente favorecidas por la Iglesia como medios de
dedicación completa al apostolado. En estos tiempos, es cada vez más reconocido
que la vocación al celibato apostólico o laical por el Reino de Dios, es también una
opción viable para los laicos. Por cierto, la Iglesia ha dejado bien claro su apoyo
entusiasta a la eficacia de vocaciones específicas a los varios movimientos e
instituciones de la Iglesia orientados a los laicos.

Es triste conocer decenas de miles de parejas casadas y sacerdotes y religiosos


que no han sido fieles a sus compromisos con Dios y la Iglesia, y sus
compromisos mutuos. Sin embargo, el ejemplo de santidad es una influencia
mucho más poderosa en la juventud si han sido educados en un espíritu de
apreciación de la santidad. Observemos el impacto de San Juan Pablo II, Santa
Madre Teresa de Calcuta, Santa Teresita de Lisieux y tantos otros. En la
atmósfera familiar en que surgen, se nutren y culminan las vocaciones, no difiere
para nada de las que los padres que toman en serio su catolicismo crean para sus
hijos en preparación de matrimonios santos y de su testimonio cristiano ante el
mundo.

Los padres deberían formar a sus hijos con la visión puesta en un futuro no
distante, en el que ellos, a su vez, se casarán y tendrán sus propios hijos. Los
preparan para convertirlos en adultos responsables, creyentes y en personas de
familia que construirán la Iglesia, la sociedad y la cultura. Los padres de familias
católicas que desean producir vocaciones para la Iglesia, deben estar preparados
para combatir la cultura actual a niveles heroicos, y como dice la ya muy
tradicional frase cubana “No es fácil”, es decir, no resulta fácil. Dicho en términos
suaves, el mundo, en este momento, parece diseñado para desalentar a la gente,
principalmente a los jóvenes, de ni siquiera pensar en una dedicación completa a
Dios.

METODOLOGÍA
Materiales:
- Una imagen de la Sagrada Familia.
- 3 marcadores (rojo, negro y azul) por cada participante.
- Pegante.
- 1 pliego de papel periódico.
- Cinta de enmascarar.

1. Doblar por la mitad el papel periódico, y en una de sus partes pegar la imagen
de la Sagrada Familia. Luego escoger un marcador para cada uno de los
miembros de la Sagrada Familia y en la segunda mitad, escribir las virtudes de
cada uno de ellos.
2. Con base en el texto bíblico de Ef 5, 21-33 hago una comparación con relación
a mi familia y la Sagrada Familia de Nazaret, reflexionando cómo desde mi
discernimiento vocacional puedo dar testimonio de fe.

3. Seguido a ello, reflexiono personalmente con base en las siguientes preguntas:


- ¿Qué me dice el texto bíblico a mí como aspirante a la vida religiosa?

- ¿Qué valores me ha brindado mi familia para querer buscar respuestas a mi


inquietud vocacional?

- ¿De dónde considero yo que nace mi inquietud vocacional?

- ¿Qué valores me brinda la Sagrada Familia para mi crecimiento espiritual y


vocacional?

- ¿Qué enseñanza me queda de esta actividad?

COMPROMISO - ORACIÓN

Colocar al centro la imagen de la Sagrada Familia, se les pide que conserven el


círculo, mientras que todos abrazados, escuchan la canción “Tómame Señor”, “La
fe de María” y se invita para que de manera espontánea expresen una pequeña
oración de acción de gracias por la presencia viva de Dios en cada uno de ellos y
un compromiso.
GUIÓN PARA LA EUCARISTÍA
FIESTA DEL BUEN PASTOR
IV DOMINGO DE PASCUA
12 de mayo SEMANA VOCACIONAL 2019

MONICIÓN DE ENTRADA:

Como pueblo de Dios, convocados en torno a Jesús Buen


Pastor, quien no cesa de atraernos y llamarnos a seguirlo
en un camino de santidad, elevemos nuestra acción de
acción de gracias por todos los pastores que ha colocado
en su iglesia a lo largo de nuestra vida, para conducirnos
hacia el encuentro con El y roguemos que su testimonio y
entrega den fruto de nuevas vocaciones al servicio del
reino de Dios.

Dispongamos nuestro corazón para vivir esta celebración.

Comentario a la Palabra:

El mensaje de Dios, a través de su Palabra, nos invita a descubrir el llamado que


Jesús nos hace a seguirlo como el Pastor y centro de nuestra vida, disipando todo
ruido que nos impide escuchar su voz. Escuchemos con atención.

PRIMERA LECTURA

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 13, 14. 43-52

En aquellos días, Pablo y Bernabé desde Perge siguieron hasta Antioquía de


Pisidia; el sábado entraron en la sinagoga y tomaron asiento.

Muchos judíos y prosélitos practicantes se fueron con Pablo y Bernabé, que


siguieron hablando con ellos, exhortándolos a ser fieles a la gracia de Dios.

El sábado siguiente, casi toda la ciudad acudió a oír la palabra de Dios. Al ver el
gentío, a los judíos les dio mucha envidia y respondían con insultos a las palabras
de Pablo.

Entonces Pablo y Bernabé dijeron sin contemplaciones:


«Teníamos que anunciaros primero a vosotros la Palabra de Dios; pero como la
rechazáis y no os consideráis dignos de la vida eterna, sabed que nos dedicamos
a los gentiles. Así nos lo ha mandado el Señor: "Yo te haré luz de los gentiles,
para que lleves la salvación hasta el extremo de la tierra"».

Cuando los gentiles oyeron esto, se alegraron y alababan la palabra del Señor; y
los que estaban destinados a la vida eterna creyeron.

La palabra del Señor se iba difundiendo por toda la región. Pero los judíos
incitaron a las señoras distinguidas y devotas y a los principales de la ciudad,
provocaron una persecución contra Pablo y Bernabé y los expulsaron del territorio.

Ellos sacudieron el polvo de los pies, como protesta contra la ciudad, y se fueron a
Iconio. Los discípulos quedaron llenos de alegría y de Espíritu Santo.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial: Salmo 99, 2. 3. 5 (R.: 3c)

R. Somos su pueblo y ovejas de su rebaño.


O bien:
R. Aleluya.

Aclama al Señor, tierra entera,


servid al Señor con alegría,
entrad en su presencia con vítores. R.

Sabed que el Señor es Dios:


que él nos hizo y somos suyos,
su pueblo y ovejas de su rebaño. R.

«El Señor es bueno,


su misericordia es eterna,
su fidelidad por todas las edades». R.

SEGUNDA LECTURA

Lectura del libro del Apocalipsis 7, 9. 14b-17

Yo, Juan, vi una muchedumbre inmensa, que nadie podría contar, de toda nación,
raza, pueblo y lengua, de pie delante del trono y del Cordero, vestidos con
vestiduras blancas y con palmas en sus manos.

Y uno de los ancianos me dijo:


—«Éstos son los que vienen de la gran tribulación: han lavado y blanqueado sus
vestiduras en la sangre del Cordero.

Por eso están ante el trono de Dios, dándole culto día y noche en su templo.

El que se sienta en el trono acampará entre ellos.

Ya no pasarán hambre ni sed, no les hará daño el sol ni el bochorno. Porque el


Cordero que está delante del trono será su pastor, y los conducirá hacia fuentes
de aguas vivas.

Y Dios enjugará las lágrimas de sus ojos».

Palabra de Dios.

Aleluya Jn 10, 14

Yo soy el buen Pastor

—dice el Señor—,

y conozco mis ovejas, y las mías me conocen.

EVANGELIO

Lectura del santo evangelio según san Juan 10, 27-30

En aquel tiempo, dijo Jesús:


«Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco, y ellas me siguen, y yo les doy la
vida eterna; no perecerán para siempre, y nadie las arrebatará de mi mano.
Mi Padre, que me las ha dado, supera a todos, y nadie puede arrebatarlas de la
mano del Padre.
Yo y el Padre somos uno».
Palabra del Señor.

REFLEXION

El IV Domingo de Pascua, llamado “Domingo del Buen Pastor”, cada año nos
invita a redescubrir, siempre con nuevo asombro, esta definición que Jesús ha
dado de sí mismo, leyéndola a la luz de su pasión, muerte y resurrección. “El buen
pastor ofrece la vida por las ovejas”: estas palabras se realizan plenamente
cuando Cristo, obedeciendo libremente la voluntad del Padre, se ha inmolado en
la Cruz. Entonces queda completamente claro qué significa que Él es “el buen
pastor”: da la vida ha ofrecido su vida en sacrificio por nosotros. Por ti, por ti, por ti,
por mí, por todos ¡Por eso es el buen pastor!
Cristo es el verdadero pastor, que realiza el modelo más alto de amor por el
rebaño: Él dispone libremente de su vida, nadie se la quita, sino que la dona a
favor de las ovejas. En abierta oposición a los falsos pastores, Jesús se presenta
como el verdadero y único pastor del pueblo: el mal pastor piensa en sí mismo y
explota a las ovejas; el pastor bueno piensa en sus ovejas y se dona a sí mismo. A
diferencia del mercenario, Cristo pastor es un guía pensativo que participa en la
vida de su rebaño, no busca otro interés, no tiene otra ambición que la de guiar,
alimentar y proteger a sus ovejas. Y todo esto al precio más alto, el del sacrificio
de la propia vida.

En la figura de Jesús, buen pastor, nosotros contemplamos la Providencia de


Dios, su preocupación paterna por cada uno de nosotros. La consecuencia de esta
contemplación de Jesús Pastor verdadero y bueno es la exclamación de asombro
conmovido que encontramos en la segunda Lectura de la liturgia de hoy: “Mirad
qué amor nos ha tenido el Padre, mirad qué amor nos ha tenido el Padre, …” Es
realmente un amor sorprendente y misterioso, porque donándonos Jesús como
Pastor que da la vida por nosotros, ¡el Padre nos ha dado todo lo más grande y
precioso que podía darnos! Es el amor más alto y puro, porque no está motivado
por ninguna necesidad, no está condicionado por ningún cálculo, no es atraído por
ningún deseo de intercambio interesado. Frente a este amor de Dios, nosotros
experimentamos una alegría inmensa y nos abrimos al reconocimiento por lo que
hemos recibido gratuitamente.

Pero contemplar y dar gracias no basta. Es necesario también seguir al Buen


Pastor. En particular, los que tienen la misión de guías en la Iglesia –sacerdotes,
obispos, Papas– están llamados a asumir no la mentalidad del líder sino la de
siervo, imitando a Jesús, que despojándose de sí mismo, nos ha salvado con su
misericordia. A este estilo de vida pastoral están llamados también los nuevos
sacerdotes de la diócesis de Roma, que he tenido la alegría de ordenar esta
mañana en la Basílica de San Pedro. (Cf Homilía de S.S. Francisco, 26 de junio de
2017, en Santa Marta).

ORACIÓN UNIVERSAL

Como una solo Iglesia oremos a Jesús Buen Pastor, que entregó su vida por
nosotros y supliquémosle diciendo:

Jesús Buen Pastor escucha nuestra oración.

 Te damos gracias por el Pontificado de su santidad Francisco, imploramos


le sigas auxiliando en el pastoreo de nuestra Iglesia según la realidad del
mundo de hoy.
 Te pedimos por la Iglesia universal, de manera especial por aquellos
hombres y mujeres que han aceptado seguirte, haz que sean siempre fieles
al llamado que han recibido de tí.
 Por todos los que se siente llamados por tí, para que con la fuerza del
Espíritu Santo puedan dar una respuesta al llamado recibido.
 Por aquellos jóvenes que se encuentra en procesos de formación, para que
guiados por tú infinito amor se sigan acercando cada vez más a tí.
 Por las familias de aquellos que han entregado sus vidas por tú causa, para
que sientan acompañados por ti Buen Pastor.
 Por todos los jóvenes del mundo entero para que los ruidos de la sociedad
de consumo nos les roben la capacidad de seguir soñando y construyendo
un reino de esperanza en medio de sus realidades.

Padre Amoroso, dueño de la mies, acoge las oraciones que en nombre de


tu Hijo Jesucristo Resucitado la iglesia te dirige en este tu día.

HORA SANTA VOCACIONAL

Bendito, alabado y adorado sea Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar.

Sea para siempre bendito y alabado.

CANTO

Señor, toma mi vida nueva, antes de que la espera


desgaste años en mi
estoy dispuesto a lo que quieras, no importa lo que sea, tu
llámame a servir

Llévame donde los hombres, necesiten tus palabras


necesiten mis ganas de vivir
donde falte la esperanza, donde falte la alegría
simplemente por no saber de ti

Te doy mi corazón sincero para gritar sin miedo, lo hermoso que es tu amor
señor, tengo alma misionera, condúceme a la tierra, que tenga sed de Dios

llevame...

Y así en marcha iré cantando, por pueblo predicando tu grandeza señor


tendré mis brazos sin cansancio, tu historia entre mis labios tu fuerza en la oración
ORACION AL COMIENZO:

CRISTO LUZ DEL MUNDO, tú que salvas al pueblo que confía en ti, tú que estás
en el cielo y en todo lugar, ven y renueva nuestro ser, ven y visita esta comunidad,
esta viña, sigue llamando cada día a hombres y mujeres que estén dispuestos a
llevar tu luz a todas las gentes, multiplica esta familia, pues muy bien sabemos
que la mies es mucha pero los obreros son pocos. Este es tu hogar oh! Señor,
este es tu hogar, por eso hoy te pedimos que no se encuentre en él semillas que
tu derecha no haya regado, pero a los que realmente deben estar aquí y
pertenecer a ti y que tú has llamado, cúbrelos con tu sangre, dales esperanza,
consérvalos firmes y dales mucha felicidad y fidelidad. Amén.

LECTURA DEL EVANGELIO: (San Juan 1:35-39)

Al día siguiente, Juan otra vez estaba allí con dos de sus discípulos; y viendo a
Jesús que pasaba, dijo, “¡He aquí el Cordero de Dios!” Los dos discípulos al oírle
hablar así, se fueron en pos de Jesús. Y volviéndose Jesús, y viendo que le
seguían, les dijo: “¿Que buscáis?” Y ellos respondieron: “Rabí (que quiere decir
maestro), “¿Dónde vives?” Él les dijo:

“Venid y veréis.” Fueron, pues, y vieron donde habitaba, y se quedaron con Él.

REFLEXION…..

SÍMBOLOS

Vasija de barro: podemos ver algo terminado, firme, Está trabajada, modelada y
así es Nuestra vida es como un montón de arcilla que día a día y poco a poco, va
tomando una forma aquí está en este momento el artesano que está formando
nuestra vida vocacional, este alfarero que es Dios es quien transforma nuestra
vida frágil pero bella ante sus ojos.

Planta: Esta planta algún día fue una pequeña semilla que necesitó del cuidado
de otro para poder crecer, necesita del agua y del sol pero es Dios quien la ha
hecho crecer. Dejemos que Él también nos ayude a crecer humana y
espiritualmente.
Vela: antes era un montón de cera que no iluminaba si no tenía un pabilo y ahora
por manos del que la trabajó es luz que ilumina, hoy como hijos de Dios debemos
esforzarnos para poder ser luz del mundo.

CANTO

Sois la semilla que ha de crecer, sois estrella que ha de brillar.


Sois levadura, sois grano de sal; antorcha que debe alumbrar.
Sois la mañana que vuelve a nacer, sois espiga que empieza a granar.
Sois aguijón y caricia a la vez, testigos que voy a enviar.

Estribillo

Id, amigos, por el mundo, anunciando el amor, mensajeros de la vida, de la paz y


el perdón. Sed, amigos los testigos de Mi resurrección. Id llevando Mi presencia;
con vosotros estoy.

Sois una llama que ha de encender resplandores de fe y caridad.


Sois los pastores que han de guiar al mundo por sendas de paz.
Sois los amigos que quise escoger, sois palabra que intento gritar.
Sois reino nuevo que empieza a engendrar justicia, amor y verdad.

Estribillo…

Sois fuego y savia que vine a traer, sois la ola que agita el mar.
La levadura pequeña de ayer fermenta la masa del pan.
Una ciudad no se puede esconder, ni los montes se han de ocultar, en vuestras
obras que buscan el bien los hombres al Padre verán.

REFLEXION EN SILENCIO/ LECTURA DEL EVANGELIO

“Tome el tiempo necesario en oración para reflexionar sobre este pasaje del
Evangelio.

ORACION DE LOS FIELES:

Señor Jesucristo, modelo de todo ser humano, en este día de gracia, sabemos
cómo hay diversidad de dones, pero un mismo Espíritu; hay diversidad de
servicios, pero un mismo Señor; y hay diversidad de funciones, pero un mismo
Dios que obra todo en todos. Por eso elevemos confiadamente nuestras súplicas a
Dios Padre por la palabra de Jesús, para que envíe sobre nosotros su Espíritu que
nos hace servidores de los hermanos.

Todos: Señor, escucha nuestra oración.


 Señor, te pedimos que muchos de nuestros jóvenes puedan escuchar y
seguir tu amorosa inspiración y abrazar la vocación al sacerdocio,
diaconado ó vida consagrada. Roguemos al Señor.

Señor, escucha nuestra oración.

 Señor, concédenos que siempre tengamos sacerdotes fieles que proclamen


el Santo Evangelio y ofrezcan Tú Cuerpo y Sangre por la salvación del
mundo. Roguemos al Señor.

Señor, escucha nuestra oración.

 Señor, te pedimos que siempre tengamos servidores para guiar a los


huérfanos, consolar al enfermo y a los que sufren, ayudar a los ancianos y
débiles.

Señor, escucha nuestra oración.

 Te pedimos Señor, para que el Papa, obispos y sacerdotes anuncien a los


jóvenes siempre el mensaje de vida y amor que tú nos pides

Señor, escucha nuestra oración.

 Señor, te pedimos que en todas las partes del mundo haya misioneros que
anuncien Tú Evangelio, invitando a todas las gentes a entrar en Tú Reino y
para que las familias cristianas sean testigos del Evangelio y fomenten la
vocación religiosa y sacerdotal,

Señor, escucha nuestra oración.

Oh Señor, ilumina a muchos jóvenes generosos con la luz de Tú Santo Espíritu y


por la poderosa intercesión de tu amadísima Madre la Virgen María, aumenta el
fervor de Tú amor en estos corazones que Tú elijes para Tú servicio como
sacerdotes, diáconos, religiosos o religiosas. Te lo pedimos por Cristo nuestro
Señor.

Amén

Acto de Fe

Todos: Dios mío, creo firmemente que Tú eres un solo Dios en tres Personas
divinas, Padre, Hijo y Espíritu Santo.

Creo que Tú Hijo divino se hizo hombre y murió por nuestros pecados, y que Él
vendrá a juzgar a los vivos y a los muertos./ Creo esto y todas las verdades que
enseña la Santa Iglesia Católica/ porque Tú las has revelado, Quien no puede
engañar ni ser engañado.

Acto de Esperanza

Todos: Dios mío,/ confiando en tu poder omnipotente e infinita misericordia,


espero obtener el perdón de mis culpas y pecados para así poder seguirte
santamente en el camino que tú me quieras llevar, para ser instrumentos de tu
amor y misericordia, sigue llamando oh Señor a hombres y mujeres que anuncien
tu Evangelio sobre todo en los lugares más recónditos del mundo y que podamos
ir oh Señor donde nadie quiere ir, los enfermos de clínicas y hospitales, los presos,
los niños abandonados, a nuestras comunidades indígenas como también las
grandes urbes, que podamos salir de nuestro encierro para poder llevar ese
mensaje de vida y esperanza, te lo pedimos por Cristo, Nuestro Señor. Amén.

HIMNO A LA BENDICION:

Nos diste Señor el Pan del Cielo.

Que contiene en sí todo deleite.

Oremos.

Señor Jesucristo, que en este Sacramento admirable nos dejaste el memorial de


Tú pasión, te pedimos nos concedas venerar de tal modo los sagrados misterios
de Tú Cuerpo y de Tú Sangre, que experimentemos constantemente en nosotros
el fruto de Tú Redención. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

http://www.yocreo.com/espiritualidad_s41/meditacion-ante-el-santisimo-sacramento_n6329
ROSARIO VOCACIONAL

https://www.infobae.com/2015/12/25/1778908-veinte-cosas-que-no-sabemos-la-virgen-maria/

"Es necesario volver a María si queremos volver a la verdad sobre Jesucristo, a la


verdad sobre la Iglesia y a la verdad sobre el hombre". (P. Francisco)
"El rezo del Rosario nos permite poner nuestros ojos y nuestro corazón en Jesús,
como su Madre, modelo insuperable de contemplación del Hijo”, dijo Benedicto
XVI el 12 de mayo de 2010, en el santuario de Nuestra Señora de Fátima. “Al
meditar los misterios gozosos, luminosos, dolorosos y gloriosos, recitando las
avemarías, contemplamos todo el misterio de Jesús, desde la Encarnación a la
Cruz y la gloria de la Resurrección; contemplamos la íntima participación de María
en este misterio y nuestra vida en Cristo hoy, que también está tejida de
momentos de alegría y de dolor, de sombras y de luz, de contrariedades y de
esperanzas”.
En este Rosario Vocacional, queremos pedirle al Señor por intercesión de María
Virgen, que bendiga los países del mundo, a la iglesia y a las familias.
Que nos conceda un corazón generoso para servirle
desde la vocación recibida, y como María estemos al
servicio de nuestros hermanos necesitados.
Pedimos al dueño de la mies, envíe obreros a su viña.
Llame desde nuestras familias, vocaciones sacerdotales,
religiosas, laicos y matrimonios que se propongan con
su vida la extensión del Reino.

Por la señal de la Santa Cruz…

Yo confieso…

Ceo en Dios Padre…

Modo de rezar el Rosario


 Se anuncia el misterio
 Una persona lee la motivación
 Otra persona lee la intención
 Se reza el Padre nuestro, 10 ave Marías y el gloria
 Se reza la oración final de cada misterio.

MISTERIOS GOZOSOS
(Lunes y sábado)

PRIMER MISTERIO: La Anunciación del Ángel a María Santísima.

Motivación: Este misterio nos invita a profundizar en las maravillas que el Señor
es capaz de obrar en aquellas personas que se fían de su Palabra. Contemplando
el corazón de María, mujer orante, podemos penetrar en su humildad y sencillez.
Ella nos muestra mejor que nadie la actitud de escucha y acogida de la Palabra. Y
este escuchar y acoger produce fruto. A María la convierte en cooperadora de la
obra de redención, porque hace posible la salvación del mundo que su Hijo viene
a traer. Ella acogió la Palabra con sencillez y audacia, pronunciando un “hágase”
apoyado en la fe y en el poder de Dios que le daría, a través de su virginidad, una
maternidad única. El contexto no tiene nada de especial, se trata de una aldea
poco importante, Nazaret; de una muchacha sencilla, María. Y es que el Señor
prefiere lo pequeño, lo sencillo, lo que no llama la atención. Es ahí donde el
Espíritu de Dios acampa, en lo escondido, en lo discreto, en el silencio orante.
Contemplemos, por tanto, cómo Dios llega a la humanidad, se acerca al hombre
en esa pequeñez, se hace presente en el corazón de alguien que escucha su
Palabra, que la acoge y que es capaz de renunciar a sí misma.

Intención: Al contemplar este misterio pedimos por intercesión de María nuestra


Madre, que nos enseñe a aceptar la voluntad de Dios en nuestra vida, y
acompañe a nuestros jóvenes y como ella digan sí al Señor y se pongan a su
servicio. Pedimos también por las mujeres madres solas y abandonadas que
sientan en María la fuerza para salir adelante y educar con sabiduría y amor a sus
hijos.

Padre Nuestro
10 avemarías
Gloria

Oración: Señor Jesús, ayúdanos a ofrecerte nuestro “hágase”, en la escucha de


lo cotidiano, siendo presencia tuya para los demás. Que María, tu Madre, nos lleve
de su mano para creer en lo imposible, para ser pobres de corazón, para amar la
humildad, sencillez y pequeñez y poder así permanecer con una actitud disponible
ante tu voluntad y tu Palabra. Amén

SEGUNDO MISTERIO: La visita de María a su prima santa Isabel.

Motivación:

Al contemplar este misterio nos damos cuenta de que todo verdadero encuentro
es espacio de fecundidad. Seguramente todos tenemos la experiencia de
habernos encontrado verdaderamente y en profundidad con alguien, y sabemos
que esto sucede cuando ambos corazones “beben del mismo pozo”, vibran al
unísono. María e Isabel, sin duda, se encontraron; su vivir desde dentro convirtió
una visita en encuentro. Ambas pudieron conectar con su ser más íntimo y
relacionarse desde ahí.

Desconocemos la motivación de María al ponerse en camino, no sabemos qué


buscaba, si ayudar, si una confirmación a las palabras del ángel, si sólo quería
compartirlo… Conociendo un poco el corazón del Hijo, conocemos también el de
la Madre: «El Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir». María no
se quedó disfrutando del encuentro místico con Dios. Supo combinar el amor a
Dios y el amor al prójimo, Ella vivió la mística de la vida cotidiana, la “mística del
delantal”: «Se puso a lavar los pies a los discípulos y a secárselos con la toalla
con que estaba ceñido».

Intención

En una sociedad tan encerrada en sí misma, en la que tantos jóvenes andan


siempre en lo suyo; en esta era en la que apenas existe la comunicación cara a
cara.

Que la vida de María nos interpele y nos haga salir de la comodidad y mirar al
mundo, mirar a los ojos al hermano, mirar e ir a su encuentro.

Oración

María, contágianos tu forma de servir, de mirar y de amar, que nuestros jóvenes


descubran en ti el gozo de salir al servicio de los demás. Que aprendamos de ti, el
arte del encuentro con cada persona, que podamos ver a Jesús habitando en
nuestros hermanos.

TERCER MISTERIO: El nacimiento del Hijo de Dios


María, como toda Madre, quiso lo mejor para su Hijo. Quizás hubiese preferido un
lugar mejor para dar a luz al Hijo de Dios, pero ante la precariedad de la situación
no puede hacer otra cosa que hacerse Ella misma espacio disponible para Dios,
receptividad, posibilidad de acogida. Sólo en María Dios encuentra posada. Y así,
María, no sólo dio a luz sino que dio la Luz al mundo, no sin lo incómodo de las
consecuencias del parto. Seguramente esa noche no estuvo exenta de lágrimas,
sufrimiento, angustia y rechazo, pero María vivió proféticamente las palabras que
años después dirá su Hijo: “La mujer, cuando va a dar a luz, está triste, porque le
ha llegado su hora; pero cuando ha dado a luz al niño, ya no se acuerda del
aprieto por el gozo de que ha nacido un hombre en el mundo”.

Intención:

Por los jóvenes con vocación al matrimonio, para que formen familias, que den
testimonio de Dios, y sus hijos descubran el gozo de conocerle y servirle.

Oración:

María madre, mujer llena de Dios, te pedimos intercedas por todas las familias
para que vivan en el amor, la esperanza y la alegría de tener a Jesús como el
centro de sus vidas.

CUARTO MISTERIO: La presentación de Jesús en el templo.

Motivación:

En este misterio contemplamos la purificación de María y la presentación de Jesús


en el Templo. La familia de Nazaret viaja a Jerusalén para cumplir lo que la ley
prescribía. Toda la vida de Jesús es una constante kénosis (abajamiento), por ello
podemos intuir que, esto que parece un simple cumplimiento de la ley, es un
indicio de lo que será una actitud permanente durante toda su vida terrena. Es
todo un Dios vaciándose de sí y sometiéndose, en libertad, a las leyes humanas
por puro amor a la obra Redentora del Padre.

Muchos no reconocen al Salvador. Justamente los hombres religiosos, los sabios


y entendidos, deseosos de encontrarse con el Dios, no son capaces de captar los
signos de la nueva y particular presencia del Mesías. Los más sencillos, como
estos dos ancianos, Simeón y Ana sí son capaces de ver aquel signo y aquella
novedad porque dejan espacio al Espíritu, esperando ser guiados hacia lo que
Dios les había prometido: “la consolación de Israel”. Así, conducidos por el
Espíritu, encuentran en el Templo a ese Niño: al Cristo.

Tal encuentro y mirada profética hace que se inicie el Nuevo Testamento y el


Antiguo sea cumplido con la alegría de la llegada del Redentor, porque “la
verdadera profecía nace de Dios, de la amistad con él, de la escucha atenta de su
Palabra en las diversas circunstancias de la historia”.

Intención:

Pedimos por los niños y Jóvenes para que descubran en Jesús de Nazaret, un
motivo de esperanza y de ilusión por la vida. Que puedan ver en Jesús el amigo
que nunca falla.

Oración:

Señor que sepamos escuchar el susurro del Espíritu que nos conduce hacia la
donación de nuestra existencia para bien de nuestros hermanos. María, Tú que te
muestras siempre disponible a los designios de Dios, enséñanos a entregar cada
día, entre una ocupación y otra, nuestra vida, nuestros pensamientos, todo nuestro
ser.

QUINTO MISTERIO: El niño Jesús perdido y hallado en el templo.

Motivación:

¡Cuánto sufrimiento hasta encontrarlo! Es fácil imaginar la preocupación, angustia


e inquietud de María y José cuando se dieron cuenta que Jesús no había
regresado con ellos. Al no encontrarlo inmediatamente volvieron a buscarlo. La
sorpresa de sus padres fue encontrarlo en el Templo, sentado junto a los maestros
que lo escuchaban y le hacían preguntas. Esta escena representa a Jesús como
niño pero con la sabiduría de los adultos. Este estar con los maestros sólo
demostraba una cosa: que reconocían en Jesús una sabiduría y una inteligencia
que los dejaba asombrados y por eso lo dejaban estar allí, con ellos.

Intención: Para que nuestros jóvenes y niños encuentren en sus padres, el amor,
la acogida, y la aceptación y que sintiéndose amados puedan regalar ese amor a
otras personas.

Oración: Señor, haz que te busquemos siempre en cada acontecimiento de


nuestra vida, que no nos contentemos con verte de lejos, que nuestras ansias de
llegar a Ti sean el motor de nuestra existencia. Que como tu Madre, salgamos de
nosotros mismos para iniciar el camino hacia el centro de tu corazón.

MISTERIOS DOLOROSOS
(Martes y viernes)
PRIMER MISTERIO: La Oración de Jesús en el Huerto

Motivación:

Jesús necesitó de un momento de intimidad con el Padre, para ello subió al monte
de los Olivos donde experimentó la necesidad de una fuerza que lo alimentara. La
dificultad no le hizo huir ni escapar, sino que le permitió entrar aún más en su
interioridad, tener un momento de discernimiento, y a la vez, sentir soledad y
desvalimiento. Y aunque no encontró el rostro del Padre sino el “vacío”, se
abandonó totalmente a través de la oración, momento en el cual el Hijo ofreció a
Dios los propios deseos, afirmó en su: “no se haga mi voluntad sino la tuya” el
ofrecimiento de toda su persona, haciendo suyos los deseos de salvación, y
asumiendo voluntariamente el dar la vida.

Intención:

Pedimos por nuestros jóvenes, que en medio de sus miedos y angustias


descubran y acepten la voluntad de Dios en sus vidas. Que abandonen sus planes
voluntad de Dios.

Oración:

Jesús te pedimos, nos enseñes a adherirnos a los planes de Dios Padre y vivir
desde la oración confiada los acontecimientos de nuestra vida, poner todo en tus
manos y fiarnos en tu Palabra. María que como tu prendamos a aceptar la
voluntad de Dios en nuestra vida y a guardar su Palabra en nuestro corazón.

SEGUNDO MISTERIO: La Flagelación del Señor.

Motivación:

Jesús es el Siervo doliente de Israel. Él experimenta en la Pasión la dureza de las


injusticias sociales en las que suele haber incontables víctimas. Jesús se
compadece (padece-con) de tantos sufrientes a los que les son arrebatados sus
derechos. Él es el justo que sufre injustamente. Él se “deja la piel” por puro amor.
Él asume los “latigazos de la vida” para devolvernos la libertad.

Es la Pasión de un Dios que se dona gota a gota, como el pan que se dejar
amasar, masticar y triturar “para que tengamos vida.

Intención: Pedimos Señor, por los jóvenes encerrados en su mundo personal,


que son indiferentes ante las injusticias que les rodea; que escuchen el clamor de
los pobres tocando a sus puertas y se dejen interpelar y dar respuesta a estas
situaciones.

Oración: Señor, Tú que nos diste ejemplo de una vida totalmente donada gota a
gota, enséñanos a despréndenos de aquellos muros, de la epidermis que muchas
veces obstaculiza nuestro encuentro real con el otro.
Que vivamos con el corazón ardiente, conscientes de que nuestra felicidad toma
forma, en tanto que nos hacemos medios para que crezca la felicidad de nuestro
hermano.

TERCER MISTERIO: La Coronación de espinas.

Motivación:

Jesús había reconocido ante Pilato ser Rey. Dijo de sí mismo: “Para eso he nacido
y para eso he venido al mundo, para dar testimonio de la verdad”. Un rey que
ahora es coronado de espinas, un rey que se abaja tanto que su gloria se
construye y se vislumbra en su corona con aquello que más duele.

Las espinas que se clavan en la frente del Señor son todos los pecados de la
humanidad: el egoísmo, la envidia, la sinrazón, el odio, el desamor, el no saber
perdonar, la avaricia, y todas aquellas cosas que destruyen el corazón del hombre
bueno. Y es que Jesús transforma todo cuanto toca. Dios quiso contar con el
hombre en su plan de salvación, bajó a la tierra, asumió nuestra condición y quiso
partir de lo que somos, de lo que tenemos, para transformarnos y salvarnos.

Intención:

Oramos por todos los pueblos que viven la injusticia, y la marginación, para que se
vean liberados de la opresión y que sus pueblo salgan jóvenes valientes que
luchen y hagan valer sus derechos.

Oración:

Señor, Tú que eres coronado como Rey de los humildes, los sencillos, los pobres,
los que no cuentan… danos un corazón dispuesto a colaborar con la expansión de
tu Reino. María Madre nuestra, haznos sensibles a las necesidades de nuestros
hermanos más desfavorecidos.

CUARTO MISTERIO: Jesús con la Cruz a cuestas


Motivación:

El camino de la cruz para Jesús no significa el abandono, el silencio o la condena


de Dios. Es cierto que es un camino que cuesta, sí, pero este camino de la cruz
fue y sigue siendo el camino elegido por Dios para salvarnos.

No se trata de llevar una cruz sin sentido, no se trata de cargar con el dolor y el
sufrimiento porque sí, se trata de elegir cargar la cruz por amor. La cruz que
Jesús carga son nuestros pecados y desprecios, pero la asume como propia y en
ella podemos reconocer a todo un Dios amante, que se entrega libre y
voluntariamente por la redención de toda la humanidad.

Intención:

Pedimos al Señor, haga surgir de su pueblo vocaciones sacerdotales, religiosas,


laicales, y matrimoniales, que ayuden a cargar la cruz del sufrimiento de sus
hermanos más desfavorecidos.

Oración: Ayúdanos, Señor, a aprender que la vida sin sacrificio no tiene valor.
Que nuestra vida se gloríe en Ti que quisiste derramar tu sangre por nosotros.

Gracias por redimir nuestra humanidad, concédenos la gracia de abrazar nuestra


cruz y que por intercesión de tu Madre nuestros sufrimientos y temores se
conviertan en frutos de amor.

QUINTO MISTERIO: La Crucifixión y Muerte de Nuestro Señor.

Motivación:

En la cruz muere el justo, el Rey de los judíos, el Hijo de Dios. Jesús grita a su
Padre que permanece en silencio, deja que sus enemigos se sientan vencedores
que se burlen a sus anchas, que sigan seguros en sus posiciones porque el Padre
aguarda el triunfo completo y definitivo en la Resurrección, donde todo cobra
sentido, donde se entiende que el Hijo de Dios tenía que padecer para hacernos
partícipes de su gloria inmortal.

Intención:

Pedimos por los continuadores de la misión de Jesús, por los que dan la vida, gota
a gota, en la completa donación de su vida por la salvación de los hombres, en
especial por los sacerdotes, religiosas y laicos misioneros.
Oración:

Señor, que la contemplación de tu amor, manifestado en la Pasión y Muerte de tu


hijo Jesucristo, toque nuestro corazón y haga brotar en él la decisión de
corresponder con un amor semejante al tuyo.

MISTERIOS GLORIOSOS
(Miércoles y domingo)

Con María dejémonos deslumbrar al mirar sin miedo, el sol que nace de lo alto y
que resplandece con la plenitud de su gloria en la Resurrección, en la Ascensión,
en la fuerza del Espíritu Santo.

PRIMER MISTERIO: La Resurrección del Señor

Motivación:

María Magdalena y la otra María, buscaban a un Jesús muerto, pero se


encuentran con la “máxima alegría”, Jesús está vivo. Este anuncio solo se puede
entender si remueves los cimientos y las raíces de tu vida, para dejar a un lado
todo lo viejo y abrirse al anuncio de la Vida. El anuncio es claro, Jesús ha entrado
en la Vida, pero ahora posee una vida incorruptible, vida inmortal, vida eterna.

Y esta Buena Noticia se la confía Dios al núcleo más cercano de la comunidad,


para que éstas expandan la semilla que Jesús ya ha dejado sembrada, para que
vayan y anuncien que “ha resucitado de entre los muertos e irá delante” de cada
uno para marcarnos el camino hacia el Padre, para guiarnos en el camino hacia la
Vida eterna. Cristo resucitado vive ahora infundiendo en nosotros su energía vital.
De manera oculta pero real, va impulsando nuestras vidas hacia la plenitud.

Intención:

Pedimos, por todos los jóvenes que están muriendo entregados a los vicios y a
una vida sin sentido, para que con Cristo resuciten a una vida nueva y se
comprometan con la extensión del Reino.

Oración:
Jesús resucitado, enséñanos a resucitar a una vida nueva, a una vida
comprometida con los demás, que como las mujeres testigas de tu resurrección
seamos portadoras de buenas noticias para nuestros hermanos y hermanas que
están tristes y afligidos y nos ayude engendrar vida en cada una de nuestras
muertes.

SEGUNDO MISTERIO La Ascensión del Señor

Motivación:

“Mientras estaba comiendo con ellos, les ordenó: «No os vayáis de Jerusalén, sino
aguardad la promesa de mi Padre, que oísteis de mí […] cuando el Espíritu Santo
venga sobre vosotros, recibiréis una fuerza que os hará ser mis testigos en
Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra. » Dicho esto,
fue levantado en presencia de ellos, y una nube lo ocultó a sus ojos. Mientras ellos
estaban mirando fijamente al cielo, viendo cómo se iba, se les presentaron de
pronto dos hombres vestidos de blanco que les dijeron: «Galileos, ¿por qué
permanecéis mirando al cielo? Este Jesús, que de entre vosotros ha sido llevado
al cielo, volverá tal como lo habéis visto marchar.»” (Hch 1,4-11)

Intención:

Señor, ayúdanos a ser testimonios de tu resurrección y anunciadores de la Buena


Noticia para todos nuestros hermanos que viven sin esperanza.

Oración:

Señor, enséñanos a mantener la esperanza puesta en Ti, que no desfallezcamos


ante nuestros problemas y dificultades sino que pongamos nuestros ojos y
corazón en la esperanza de que estás resucitado y te quedas con cada uno de
nosotros.

TERCER MISTERIO: La Venida del Espíritu Santo

Motivación:

La venida del Espíritu Santo en el día de Pentecostés no fue un suceso aislado.


En el libro de los Hechos de los Apóstoles se nos habla del Espíritu en distintas
ocasiones y de la acción por la que guía, dirige y anima la vida y las obras de la
primitiva comunidad cristiana: El Espíritu es quien inspira, quien confirma, quien
envía. En una palabra, su presencia y su actuación lo dominan todo. Jesús mismo
había preparado a los apóstoles para la misión, permanecer juntos y en oración
era la manera de preparar el corazón para acoger el don del Espíritu: “En las
primeras horas de Pentecostés los Apóstoles se reunieron en oración con María,
la madre de Jesús, en el Cenáculo, en espera de este acontecimiento prometido”
(Cf. Hechos 1, 14).

Intención:

Espíritu Santo, asístenos en nuestra vida, que como María, estemos dóciles y
abiertos a la acción de tu Espíritu en cada uno de nosotros. Que nuestros jóvenes
encuentren en ti la fuerza para salir de sí mismos y convertirse en discípulos del
maestro resucitado, que no tengan miedo de entregar su vida a quien les
devolverá el cien por ciento en esta vida (no sin persecuciones) y después la vida
eterna.

Oración:

María, enséñanos el camino para nacer del Espíritu Santo. Tú que conservaste
todos los acontecimientos en tu corazón ayúdanos a comprender los misterios de
tu Hijo y a ser sus discípulos. Que seamos capaces de descubrir su presencia
cada día en nuestros hermanos y en los acontecimientos de nuestra vida diaria.

CUARTO MISTERIO: La Asunción de Nuestra Señora a los Cielos

Motivación:

María era una joven pobre, sencilla y humilde, pertenecía al grupo de los anawim,
pero a pesar de toda esta humildad y pobreza María es elevada, engrandecida es
una de esas santas mujeres que fue capaz de comprender la grandeza de Dios y
su intervención en la historia humana.

María nos enseña que el amor es donación completa, tierna y fuerte, silenciosa y
elocuente, que a pesar de llevar una vida que pasa totalmente desapercibida a los
ojos humanos, para Dios es una vida que brilla con la luz que sólo brota de tener a
Jesús dentro.

María es el camino que nos lleva a Jesús y nos cuida con amor desde el cielo, y
con su Asunción refuerza nuestra esperanza en la vida eterna. El Profeta Isaías
hace un anuncio a la ciudad de Jerusalén. María es esa ciudad que se alzará
resplandeciente por la luz que deja el ser templo de Jesús.

Intención:

Pedimos por los formandos de los seminarios y de las casas de formación, para
que como María escuchen la voz de Jesús y respondan generosamente al
llamado que Jesús les hace.
Oración:

Señor Jesús, que como María tu madre, seamos capaces de dar testimonio de ti
en el mundo. María, tu que has compartido la alegría de la vida nueva en Cristo tu
Hijo, ayuda a los jóvenes a encontrar la plenitud de la vida que buscan y lo signa
en las exigencias de su llamada.

QUINTO MISTERIO: La Coronación de la Santísima Virgen

Motivación:

María es un personaje que en la Biblia no tiene mucho protagonismo, porque su


presencia es silenciosa, pero sobre todo acompaña; podemos distinguir varios
aspectos importantes por lo poco que sabemos de ella en las Sagradas Escrituras.

María es la mujer obediente que con su “Hágase en mi” da carne a la Palabra de


Dios, es la mujer que teniendo a Dios dentro, sale de sí misma y se pone al
servicio de los demás, es la que sabe pedir a su hijo con amor, por las
necesidades de los más pobres, es la mujer que sabe estar al pie de la cruz
aceptando siempre la voluntad del Padre, es la que sabe esperar contra toda
esperanza cuando ya nadie tenía fuerzas para creer.

Según el dogma de la Iglesia, María es la mujer que es subida al cielo y es


coronada como Reina de todo lo creado y es ahí donde culmina toda la vida de
entrega de la Virgen. Por lo tanto, María es la mujer que sabe reflejar la gracia de
Dios a la humanidad entera.

Intención:

Pedimos por todos los cristianos para que cada uno encuentre y responda a su
vocación y así como María diga: "Hágase en mí según tu voluntad" y asuma las
consecuencias de este llamado.

Oración: María durante toda su vida transparenta con su pureza la mirada


amorosa y misericordiosa de Dios, es elevada al cielo y coronada,
resplandeciente, es puesta en alto como modelo de entrega a Dios, como ideal de
santidad y como camino de llegada al Padre, a través del Hijo, en el Espíritu
Santo.

MISTERIOS LUMINOSOS
(Jueves)
Adentrémonos con María y apreciemos la luz que desprenden instantes claves en
la vida de su Hijo: momentos de especial unción, situaciones en las que el Señor
se revela, se transfigura y se muestra, anuncia qué significa seguirle para terminar
dando ejemplo, partiéndose y repartiéndose para siempre entre nosotros.

PRIMER MISTERIO: El bautismo de Jesús en el Jordán

Motivación: Jesús humilde, en la fila de los pecadores, siente el peso de la


humanidad apartada de Dios que ha jugado con su amor. Nunca se sintió Dios
más cerca de los hombres, “más mojado” por este mundo. Jesús se siente
humanidad de ayer, de hoy y de siempre. Se encarna de manera completa para
sumergir esa humanidad, ahogarla en las aguas, para que con Él sea capaz de
ponerse de nuevo en pie, ser rescatada, liberada y vivir en la plenitud del amor
que Jesús ha venido a ofrecer al mundo. Jesús con su Bautismo inaugura el Reino
de Dios y asume la conversión del corazón del hombre.

Intención: Pedimos por todos los jóvenes inquietos vocacionalmente, para que el
Señor los bautice con su espíritu y ellos sean generosos en entregar sus vidas al
servicio de Dios.

Oración:

Enséñanos Señor Jesús, el camino de la humildad como el único válido para


acercarse al hombre y a la mujer de hoy, Señor, haznos descubrir que también
nos unges, nos eliges, nos amas, que nos llenas de la sabiduría de tu Espíritu y
nos fortaleces para afrontar las adversidades de la vida.

SEGUNDO MISTERIO: La manifestación de Jesús en las bodas de Caná.

Motivación: El primer milagro de Jesús fue realizado en contexto de fiesta, “se


celebraban unas bodas en Caná de Galilea, y estaba allí Jesús y su madre” y
sucedió que empezó a faltar el vino. La primera en caer en la cuenta de la escasez
del vino fue María, porque María está pendiente de las necesidades de los demás,
y se implica, en la búsqueda de la solución al problema, por sabe a quién acudir, a
su hijo Jesús.

Intención:

Pedimos por nuestros jóvenes, para que reconozcan en ti Jesús, el amigo que los
invita a la fiesta de la vida, del servicio y a beber el vino de su sangre.

Oración
Señor, que cuando escasee el vino en nuestra vida, nuestra oración suba confiada
a Ti. Que María Virgen, regale su mirada a cuantos les falte el vino del amor, la fe
y la esperanza y nos enséñanos a confiar en su hijo Jesús.

TERCER MISTERIO: El anuncio del Reino de Dios, invitando a la conversión

Motivación:

Jesús en su vida nos habló de corazón a corazón anunciándonos el Reino de Dios


y nos invitó a una conversión que nos hace ir conformando nuestro corazón con el
suyo. Esta llamada aunque es personal nos la hace a todos sin excepción. Él nos
trae su Reino, pero para ser capaces de recibirlo en su dimensión más profunda,
en su totalidad, nuestro corazón debe parecerse y estar cerca del suyo.

Intención:

Que nuestros jóvenes Señor, descubran los valores de tu Reino, dispón sus
corazones al cambio, a la conversión y a acoger la novedad que la vida plena en
Jesús les aporta.

Oración:

Señor, danos luz para descubrir ese tesoro, esa perla que Tú nos ofreces que da
sentido a nuestra existencia, que fijándonos en Madre nuestra Madre, pongamos
nuestras esperanzas, nuestras seguridades, nuestros anhelos en Ti y no en todas
aquellas cosas que pasan y terminan.

CUARTO MISTERIO: La transfiguración de Jesús en el monte tabor.

Motivación:

La transfiguración de Jesús está íntimamente ligada al camino de la cruz, es una


palabra de ánimo para sobrellevar lo que se avecina. El centro de este relato
evangélico es la revelación de Jesús como la única voz de Dios que debemos
escuchar. Pero en medio de la noche esta voz a veces atemoriza y llena de
turbación, como le sucedió a Pedro, Santiago y Juan. No es la presencia de
Moisés y Elías las que desvelan a Jesús como Mesías, sino el testimonio del
Padre: “Este es mi Hijo amado, escuchadle”.

Intención:

Pedimos al Señor Jesús, nos ayude a subir la montaña, entreviendo la cruz de


Jerusalén, guardando en el corazón la revelación de un Dios-Hijo que sufre como
nosotros, pero que se fía de la voz del Padre, que nos fiemos de ti, como nuestra
única riqueza.

Oración:

Señor Jesús, regálanos el don de vivir confiados en las manos del Padre y vivir
con un corazón dispuesto a no reservarnos gloria alguna para nosotros mismos,
asumiendo el riesgo del sufrimiento adhiriéndolo al Tuyo, para que nuestro ser y
hacer sea transparencia del Reino de Dios para nuestros hermanos.

QUINTO MISTERIO: La Institución de la Eucaristía

Motivación:

Jesús tomó el pan y lo partió; es así como Él también desgastó su vida sirviendo a
los demás, repartiéndose entre quienes necesitaban su luz, su verdad. Luego, lo
repartió entre los Doce y les dijo: "Tomad, comed. Esto es mi cuerpo" dejando un
signo patente de lo que fue y, por ende, de lo que debe ser la vida de quien
camine tras sus pasos: partir y repartir el pan, partirse y repartirse entre los
hombres y mujeres de la humanidad. La Eucaristía, por tanto, es un resumen,
explicación y perpetuación de toda su vida.

Intención:

Que nuestros jóvenes se alimenten de tu cuerpo y de tu sangre en la Eucaristía,


que encuentren en este sacramento el gozo de amarte y de seguirte.

Oración:

Señor Jesús, sé siempre nuestro alimento de cada día. Gracias por ser pan de
vida y de amor que nos sacia y da sentido a nuestros pasos. Que tu Cuerpo y tu
Sangre nos llenen de fortaleza y esperanza para ser tus discípulos.

ORACIÒN

PARA PEDIR POR LAS DIFERENTE VOCACIONES

Oh, Jesús, Pastor eterno de las almas,


dígnate mirar con ojos de misericordia
a esta porción de tu grey amada.
Señor, gemimos en la orfandad,
danos vocaciones, danos familias santas,
sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos.

Te lo pedimos por la Inmaculada Virgen María,


tu dulce y Santa Madre.
Oh Jesús danos familias santas, sacerdotes
y religiosos, religiosas y laicos según tu corazón.
Este documento fue elaborado por la comisión nacional de vocaciones de la
Conferencia Episcopal de Colombia.

Padres: Luis Álvaro Soto, arquidiócesis de Villavicencio


Alvaro Fabián Barreto e Ivan Camilo Delgado, arquidiócesis de Ibagué
P. Gustavo Nova, Paulino
Hna. Carmen Alicia Villarreal, Paulina
Hna. Nancy Sánchez, Hijas de la Inmaculada
P. Manuel Hernando Vega León, Director departamentos de ministerios ordenados
y vida consagrada de la Conferencia Episcopal de Colombia
Alba Lucía Yepes López, asistente de los departamentos de ministerios ordenados
y vida consagrada.

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