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220 M a Teresa García-Godoy

VI. EL TRATAMIENTO INDIRECTO EN en el ámbito político-administrativo, abarca cinco títulos (majestad, al-
teza, excelencia, señoría y merced), que aluden a los vínculos de poder
EL ESPAÑOL COLONIAL. señeros en la sociedad estamental. En este titulario, como es sabido,
LOS TÍTULOS HONORÍFICOS' majestad y merced ocupan, respectivamente, los polos de máximo y mí-
nimo honor.
Con los sintagmas honoríficos, institucionalmente, el tratamiento
Mg Teresa García-Godoy indirecto y distante queda entronizado como esquema cortés en la his-
Universidad de Granada toria del español, dentro y fuera del ámbito administrativo. En efecto,
ya a comienzos de la Colonia, en la comunicación ordinaria, resulta más
deferente el título vuestra merced que los pronombres vos, tú. De ma-
ESQUEMA DEL CAPÍTULO nera análoga, para hablar de alguien, el honorífico su merced denota
I. Introducción
mayor pleitesía que el pronombre él. Por consiguiente, la diacronía del
2. Corpus
3. L a legislación indiana sobre títulos tratamiento indirecto no se restringe a los papeles de oficio, sino que
3.1. Las leyes del tratamiento colonial: periodización abarca la lengua general, toda vez que en ella incursionaron los hono-
3.2. Privilegio del Malaria indiano en las fuentes legislativas ríficos de rango menor. Esta tendencia evolutiva produjo la simplifica-
4. E l paradigma de los honoríficos en los textos coloniales
4.1. E l polimorfismo del titularlo
ción del titulario administrativo primigenio. Así, la escala jerárquica de
4.2. El titulario colonial en los ámbitos administrativo y religioso cinco honores trasplantada al Nuevo Mundo se redujo a cuatro en las
4.2.1 Ámbito administrativo postrimerías de la Colonia, cuando merced ya no se conceptúa un título
4.2.2. Ámbito religioso institucional. Como es sabido, a medida que el honorífico de menor es-
5. L a gramática del titulario
6. Conclusión tatus es excluido del titulario administrativo, comienzan a generalizarse
7. Corpus los pronombres de respeto derivados de él. Pero antes de culminarse el
S. Bibliografía cambio vuestra merced > usted, el doblete se mantuvo vigente en la so-
ciedad colonial. La etapa de coexistencia del sintagma y del pronombre
encierra grandes vacíos informativos (García-Godoy 2012a, 131-145;
1. Introducción
Gutiérrez Maté 2012, 1890-1891) y puede ser clave en la diacronía del
sistema de honoríficos.
Los nombres de dignidades (majestad, excelencia, señoría, reveren-
cia, merced, etc.), precedidos de posesivos (vuestra' su), se consolidan La expansión del titulario fuera del ámbito institucional explica de-
diacrónicamente como tratamientos especializados en la mención ho- terminadas evoluciones fonéticas de algunos formulismos alocutivos.
norífica, tanto alocutiva (vuestra majestad, etc), como delocutiv-amente Ya los gramáticos ilustrados señalan que, en el título menos honorífico,
(su majestad, etc). La concordancia con el paradigma de tercera per- se distinguen formas para escribir (vuestra merced) y formas para ha-
sona es común a todo el subsistema de títulos, con independencia de blar (vusted, usted) (Sáez Rivera 2006, 2904-2905). Esta apreciación
que los sintagmas se empleen para hablar de alguien (su + título) o con metalingüística puede hacerse extensiva a otros dos tratamientos: seño-
alguien (vuestra + título). Así, en la historia de la lengua española con- ría (vuestra señoría > useñoría,usía)y excelencia (vuestra excelencia >
viven dos esquemas de tratamiento: uno pronominal (vos, tú, él, etc.) y vuexcelencia). Las variantes unimembres se vinculan, evolutivamente,
otro nominal (vuestra/su + sustantivo abstracto). Este último esquema, con la pronunciación de algunos sintagmas honoríficos. Pero, durante
todo el periodo colonial, ni los papeles de oficio ni la lengua escrita ge-
neral fueron permeables a esos desgastes fonéticos, de índole coloquial.
' E s t e trabado se enmarca en el proyecto de referencia ET1201.7-83400-P (MINE- Como es sabido, el titulario abreviado estaba prescrito por ley en la his-
CO/AEI/FEDER,UE).
El tratamiento indirecto en el español colonial 2 2 1 222 A l ' Teresa García-Godoy

toria del género administrativo. También en la tradición epistolar se ha- cia, como máximos exponentes del poder real en América, marcan las
bían entronizado las abreviaturas de títulos V.Ex“ ('vuestra excelencia'), directrices del ceremonial indiano de títulos. También en esas autorida-
V.Sa Nuestra señoría'), Vmrd Nuestra merced'), etc. Durante más de des indianas se percibe antes el reajuste de la escala honorífica durante
cuatro siglos, los escribanos y secretarios de cartas adoptan la pauta de la Colonia. Así, en una carta quinientista, un virrey recibe el título de
escritura abreviada en todos los oficios de la Administración. Por ello, señoría, pero en la centuria siguiente se sustituye por el de excelencia.
el hecho de eludir las abreviaturas, sociolingüísticamente, puede vincu- Igualmente, un contador de la Real Audiencia era distinguido en los
larse con los llamados hablantes semicultos (Oesterreicher 2005, 747). orígenes de la Colonia con vuestra merced, pero en el XVII se le trata
En la tradición del género epistolar, solo las cartas de manos inhábiles de vuestra señoría. En todo el dominio hispánico se constata cómo el
ofrecen, muy excepcionalmente, desarrollos de ese exitoso código abre- sistema primigenio de cinco títulos se reduce a cuatro, tras devaluarse
viado. el honorífico de rango menor. También en la perspectiva panhispánica
Originariamente, ya en la tradición diplomática latina se empleaban se percibe cómo la triada de tratamientos merced, señoría y excelencia,
algunos tratamientos honoríficos (Koch 2008, 67-68; Iglesias Recuero paulatinamente, va ampliando la base social de destinatarios desde el
2008, 1875-1876). En la correspondencia de la Antigüedad Clásica, los seiscientos. Pero en estos procesos las colonias y la metrópoli tienen dis-
destinatarios distinguidos recibían saludos y despedidas con títulos. No tinta jurisprudencia. Basta recordar que en el reinado de Carlos III pro-
en vano, la evolución de esos tratamientos indirectos en la historia del liferan cédulas reales para oficializar las divergencias americanas de los
español está estrechamente vinculada con la correspondencia institu- honoríficos en la Administración colonial. Esta preceptiva diferencial
cional y con el modo de escribir cartas cortesanamente (García-Godoy del tratamiento indiano demuestra que el titulario no sufrió la misma
2012a, 119-124). Este estilo epistolar hispánico estuvo regulado por las evolución a ambos lados del Atlántico.
pragmáticas sobre el ceremonial y cortesía, que prescriben el titulario Cronológicamente, las singularidades americanas de los tratamien-
oficial. En la amplia legislación sobre el tratamiento, se establece el ca- tos de honor emergen a mediados del siglo XVII y se acentúan en el úl-
tálogo de títulos y los empleos de honor que pueden recibirlo oficial- timo siglo colonial (García-Godo); 2012a, 130-131). Este lapso coincide
mente. Las escribanías debían acomodarse al canon de tratamientos con la segunda koinización del español atlántico. Como es sabido, la
institucionales, promulgado en las pragmáticas y cédulas reales (Gar- hipótesis clásica defiende que, a partir de 1650, la primera koiné ame-
cía-Godoy 20I2b). El uso prescrito en estas leyes del tratamiento y el ricana, tras culminarse el periodo de estandarización monocéntrica, se
canon de abreviaturas debía seguirse en todo el dominio hispánico. No fue adaptando a las distintas regiones coloniales (Pontanella de Wein-
es aventurado pensar que algunas de las claves evolutivas de los ho- berg 1980, 199; Granda, 1994, 76-79). Por otra parte, en las recientes
noríficos institucionales puedan encontrarse en estas fuentes jurídicas, reformulaciones sobre la periodización de la lengua española, se ha es-
apenas exploradas en la lingüística hispánica. tablecido un subperiodo evolutivo denominado primer español moder-
Ya en la jurisprudencia áurea, se advierten ciertas diferencias entre no, que destaca la importancia de casi el mismo periodo (Girón Alcon-
el titulario de la metrópoli y el de las colonias. Los empleos de digni- chel 2008, 2251-2252; Octavio de Toledo 2008, 895). Habida cuenta
dad no eran los mismos en España y en América. La carrera de Indias de que el siglo XVIII resulta crucial en la configuración de los rasgos
desarrolla su propia escala honorífica en el Nuevo Mundo, en cuya cús- dialectales americanos (Company 2012, 269-280; García-Godoy 2012,
pide se sitúa el virrey. Además, la devaluación social de un honorífico 130-145), se atenderá especialmente la evolución de los tratamientos
y el reajuste del subsistema de títulos no siempre coincidía en ambas coloniales dieciochescos.
márgenes del Atlántico. De hecho, las pragmáticas reales suelen incluir Desde la perspectiva diatópica, se postula que durante la segunda
correctivos sobre el abuso de honoríficos en las instituciones indianas y koinización es posible establecer una división dialectal cimentada en
sobre la acusada tendencia al cambio de honores en los empleos colo- factores sociohistóricos. En este modelo explicativo, se señalan Lima
niales de mayor relevancia. El virrey y los ministros de la Real Audien- y México como los principales centros de influencia lingüística y cul-
El tratamiento indirecto en el español colonial 223 224 M o Teresa García-Godoy

tural. Por ello, dialectalmente, cabría distinguir en Hispanoamérica 2. Corpus


entre áreas centrales (zona de influencia de Lima y México), interme-
dias (o periféricas) y marginales (Granda 1994, 70-78; Rivarola 2009, En buena medida, el déficit investigador sobre los honoríficos obede-
467-468). En las áreas centrales se produjo la mayor implantación del ce a fuertes debilidades de la base empírica. En primer lugar, las explo-
modelo administrativo, cultural y lingüístico de la metrópoli. Por el raciones pioneras de honoríficos coloniales se fundan en fuentes litera-
contrario, en las zonas marginales fue mucho más débil el arraigo de rias y obvian el hábitat natural del titulario: el ámbito administrativo,
ese modelo irradiado por la Corte española, hecho que pudo favorecer en sus tipologías textuales prototípicas (autos, correspondencia oficial,
tendencias lingüísticas identitarias de índole regional. La legislación in- memoriales, etc.). En segundo lugar, la jurisprudencia sobre el trata-
diana sobre el tratamiento, como veremos más adelante, podría confir- miento y el canon de abreviaturas en los papeles de oficio apenas se ha
mar estos postulados clásicos: en los virreinatos de México y Perú (áreas considerado en los estudios de morfosinta)ds histórica. Dicho canon,
centrales) el titulario institucional presenta mayor estabilidad y fijación sumamente estandarizado en la lengua escrita, exige un singular dise-
que en regiones marginales como el cono sur. ño de corpus diacrónico que permita establecer correspondencias entre
las abreviaturas y su pronunciación. Para determinar las mutaciones
Metodológicamente, en la diacronía de los honoríficos se ha privi- morfosintácticas del titulario, necesariamente, deben explorarse oficios
legiado la historia externa. Los factores sociológicos e históricos des-
de los llamados "manos inhábiles". Como ya se ha advertido, la dupli-
cuellan en los estudios pioneros sobre algunos títulos particulares en
cidad de formas abreviadas y no abreviadas constituye, en sí misma,
la literatura colonial del periodo clásico (Castillo Mathieu 1982; Pérez
un indicador de variación sociolingüística. El mero hecho de eludir las
Guerra 1989). Pero, aun hoy, falta un estudio del titulario indiano com- abreviaturas puede evidenciar la intervención de un escribano medio-
pleto sobre una base empírica más sólida, que supere el atomismo de los
culto, que reproduce en sus escritos las únicas pruebas empíricas sobre
estudios previos e incorpore la perspectiva interna (cfr. García-Godoy
la diacronía del titulado en la lengua hablada.
2012a, 126-127; Gutiérrez Maté 2013, 227-267). En efecto, la morfosin-
taxis de los títulos político-administrativos presenta un flagrante déficit En los modernos corpus diacrónicos se siguen detectando esos mis-
mos escollos relativos a la historia documental del tratamiento indirec-
investigador, probablemente porque los principales procesos diacró-
nicos se involucran con fenómenos de la lengua hablada, vitandos en to, toda vez que el ámbito jurídico-administrativo está infrarrepresenta-
los papeles de oficio. El polimorfismo del titulario colonial y su relativa do. Asimismo, la presencia de documentos coloniales de impronta oral
inestabilidad sintáctica podrían desmentir la falsa idea de inmutabili- es casi anecdótica. En estos bancos de datos predominan las fuentes
dad diacrónica de los honoríficos. literarias, cuestionadas en los estudios del tratamiento por dos motivos:
a) el empleo del titulado puede obedecer a imperativos de la tradición
El principal objeto de este estudio es analizar la historia de los tí-
retórica y no al uso real (Ly 2001); b) determinadas variantes formales
tulos de honor en la Colonia, durante la temprana Edad Moderna de
plantean problemas de fiabilidad filológica (García-Godoy 2011, §
la lengua española (c. 1650-1800). Además de esta introducción, el
dado que la intervención del editor moderno se manifiesta en desarro-
trabajo abarca otros seis apartados. En el primero se presenta el cor-
llos inverosímiles de la abreviatura, nunca atestiguados fuera de los gé-
pus documental. A continuación, se aborda la historia legislativa de neros literarios.
los honoríficos coloniales y se determinan los principales cambios en
los modelos idiomáticos prescritos. En la tercera parte, se analizan las Atendiendo a estas deficiencias de la base empírica, se ha diseñado
tendencias evolutivas del titulario indiano en el ámbito administrati- un corpus base para el presente estudio. Este se compone de fuentes
vo y religioso. Ya en el apartado 5, previo a las conclusiones, se ofrece legislativas y jurídico-administrativas, principalmente. Las primeras
un breve esbozo sobre la gramática de los títulos de honor en los do- comprenden siete disposiciones reales sobre el tratamiento indiano,
cumentos coloniales. promulgadas entre 1594 y1798. Además, se ha considerado también un
titulario colonial, incluido en la relación de gobierno que el tercer virrey
El tratamiento indirecto en el español colonial 225 226 M g Teresa García-Godoy

del Perú hizo en 1628 y que, con leves reajustes, fue mantenido por sus gen, principalmente, en dos tipos de fuentes: los tratados de misivas y
sucesores hasta finales del XVIII. la legislación sobre ceremonial de honores. Los primeros suelen incluir
Respecto de la documentación jurídico-administrativa, se han ex- un apartado de relación de títulos y sus abreviaturas, que deben seguir-
plorado las colecciones de textos coloniales editadas por filólogos en las se en la correspondencia oficial (García-Godoy, 2012c). Por su parte,
últimas décadas. Principalmente se han seleccionado autos de índole las fuentes legislativas delimitan el titulario prescrito en función de la
criminal y correspondencia de ámbito público y privado. Los enclaves escala honorífica de empleos.
geográficos abarcan tanto los primeros centros de la cultura virreinal La legislación indiana del tratamiento se desarrolla desde finales del
(Perú y México), como áreas intermedias (Nueva Granada) y periféricas siglo XVI hasta comienzos del XIX, momento en el que la tradición
(virreinato del Río de la Plata). En el apartado del corpus se indica la legislativa se injerta en el constitucionalismo hispanoamericano (Gar-
procedencia de los documentos peruanos, mexicanos, colombianos, ar- cía-Godoy 2005). Como ya se ha indicado, las instituciones coloniales
gentinos, uruguayos y bolivianos explorados en este estudio. actúan como verdadero catalizador en la diacronía del titulario ultra-
Por último, de manera secundaria, se han considerado tres manuales marino. El virrey, como máxima autoridad política en la sociedad india-
de misivas elaborados por los secretarios Diego Martínez (1576), Pérez na, recibe el tratamiento de mayor rango y debe aplicar el ceremonial de
del Barrio (1635) y Ezpeleta (1714)2. títulos que disponga el rey y su Consejo de Indias.
Durante los dos siglos de jurisprudencia colonial sobre el titulario,
se perciben diferencias sustanciales entre las disposiciones de los Aus-
3. La legislación indiana sobre títulos trias y la de los Borbones. Durante los reinados de Felipe II y Felipe
III la aplicación de honores se restringe a la alta jerarquía político-
Desde finales del siglo XV se promulgan pragmáticas reales destina- administrativa (virreyes y principales ministros de la Real Audiencia).
das a fijar el uso oficial de los títulos de honor y su escritura abreviada. Por el contrario, la introducción en España de la dinastía borbónica
La correspondencia de oficio debía seguir los usos prescritos para el cambia esta política y extiende el titulario a empleos indianos de me-
ámbito político-administrativo. En la preceptiva oficial, todavía inex- nor rango (gobernadores, juntas del Protomedicato), ya en los ester-
plorada, suby-ace la evolución del canon colonial de honores, especial- tores de la Colonia. Este cambio de rumbo supone la actualización
mente hasta la recopilación de leyes de Indias (1680). Este apartado del primer titularlo colonial, para lo cual se promulgan numerosas
aborda la jurisprudencia de títulos en el Nuevo Mundo y persigue, prin- disposiciones dieciochescas".
cipalmente, dos fines: a) ofrecer una periodización de las leyes indianas
del tratamiento; b) indicar los títulos coloniales sujetos a cambios de Cuantitativamente, el número de preceptos sobre los honoríficos co-
destinatario, en la historia de la Gobernación de ultramar. loniales aumenta desde el siglo XVII. La legislación de los Austrias se
inicia con la pragmática de Felipe II de 1586', que desarrollará su su-
cesor con otras cuatro disposiciones sobre el tratamiento, dos de ellas
.3.1. Las leyes del tratamiento colonial: periodización específicas para las autoridades de ultramar (cédulas de 1609 y 1620).
La carrera de Indias trasplantó a las colonias los empleos de honor
de la metrópoli, en el ámbito político, jurídico, militar y religioso. En to-
A finales del setecientos, por orden real, se divulga la modernización del titulario
dos ellos, las autoridades eran distinguidas por escrito y de palabra con indiano en el incipiente periodismo de ultramar. Así, cola Gaceta de México la no-
un título. Los modelos institucionales sobre el uso del titulario se reco- vedosa preceptiva borbónica de honores coloniales aparece publicada entre julio
de 1787 y mayo de 1789.
Véase tabla 1, Ley LXI de la Recopilación.
Bajo el reinado de Felipe III se promulga, mayoritariamente, la jurisprudencia de
' E n el apartado del corpus, respectivamente, figurim como [Formulario 1576], los Austrias sobre títulos: pragmáticas de 1600 y 1611 (Ley I 10-14 de lallorísizaa
[Secretario 1635] y EPtactica 17741 Recopilación, vol. III, 75-6) y cédulas de 1609 y 1620 (véanse en el corpus Rcédula
El tratamiento indirecto en el español colonial 227 228 M " Teresa García-Godoy

El canon de los Austrias desautoriza la jerarquización de títulos en los los empleos áureos con título de merced adquieren legalmente el de se-
principales empleos indianos: el virrey y el tribunal de oidores deben ñoría. Y los señorías del XVII son excelencias en el XVIII. Las leyes
tratarse recíprocamente con un mismo título (señoría). borbónicas demuestran que, en el español colonial, existían diferencias
También fue extensa la preceptiva borbónica sobre el titulario en entre el titulario de hecho y el de derecho. En el último siglo colonial,
la Gobernación de Indias. Entre 1748 y 1798 se promulgan, al me- seguían vigentes las primeras leyes indianas del tratamiento. Pero esta
nos, seis normas sobre los honoríficos en la Administración colonial. legislación, promulgada entre 1609 y 1620, representaba un estado de
Además, se reforma el fuero castrense de tratamientos, que afecta lengua que resultaba obsoleto a mediados del siglo XVIII. En la pre-
también a las autoridades político-militares de las capitanías gene- ceptiva dieciochesca (1778-1798), se enfatiza la idea de cambio en los
rales de ultramar. modelos lingiiísticos institucionales, debido a la devaluación honorífica
Atendiendo a la cronología de estas disposiciones reales podrían de determinados títulos. Uno de los últimos decretos borbónicos (1798)
establecerse dos periodos en el derecho indiano del tratamiento: la declara que, en el siglo anterior, "los tratamientos estaban bajo un pie
etapa aúrea (1586-1636) y la etapa ilustrada (1748-1798). En el espa- diverso que al presente", de modo que era necesario acometer reformas
en el titulario colonial:
ñol clásico, la legislación de los Austrias sienta las bases del titulario
colonial y se fija el tratamiento de las principales autoridades (virrey, (I) L...I desde principios del siglo pasado, en que estando los tratamientos baso
tribunales) En esta primera escala de honores, se establece el título de un pie diverso que al presente, el de Vmd. servia de distintivo, pues no se daba
a qualquiera del Pueblo, como hoy se le da hasta á los de la ínfima clase LIWecreto
de señoría como máximo honor en la carrera de Indias. Igualmente, 1788J.
se determina que solo podrán recibir título quienes asienten plaza en
las instituciones, pero no las autoridades in ínterin. Por real cédula de
1620, Felipe III dispone como modelo de ceremonial el de las institu- 3.2. Privilegio del t i t u k r i o indiano en lasfuentes legislati-
ciones virreinales de Perú, centrado en la Real Audiencia de la ciudad vas
de los Reyes. La región peruana, además, es pionera en adaptar la ju-
Al oficializar el uso institucional de honoríficos que, al margen
risprudencia emanada de la Corte a las peculiaridades regionales del de la ley, se seguía en la Gobernación de ultramar, se reconocen dos
virreinato y, tempranamente, elabora su reglamento interno de hono- escalas de honor diferentes en la Administración dieciochesca: la de
res. La relación virreinal de 1628, como ya se ha mencionado, incluye Indias y la de la metrópoli. En las últimas décadas de la Colonia, la
una descripción sobre el protocolo peruano de tratamientos. Así, en
jurisprudencia borbónica autoriza mayores preeminencias de honor
el primer tercio del XVII, se revelan dos tendencias antagónicas en la en América. Igualmente, autoriza que, con la carrera de Indias, el es-
época de los Austrias: por una parte, la preceptiva de la metrópoli es-
tamento plebeyo pueda acceder a los máximos honoríficos, cuando,
tablece la simetría de honores para los altos cargos indianos; por otra, en la metrópoli, esta circunstancia era muy excepcional. Esta dis-
los reglamentos locales favorecen un titulario asimétrico que, institu- criminación de estatus honorífico entre los funcionarios de ambas
cionalmente, refleje el privilegio jerárquico del virrey en la carrera de partes del Atlántico se justifica por la necesidad de conceder pre-
Indias.
rrogativas superiores a la carrera de Indias, debido al alejamiento
En la etapa ilustrada, la jurisprudencia de los Borbones moderniza geográfico con la metrópoli (2). Así se explica en la disposición bor-
el código de títulos coloniales. Las autoridades de Indias, desde media- bónica de 1778:
dos del siglo XVIII, reciben por ley honoríficos de mayor rango. Así,
(2) San Ildefonso, 24 de septiembre de 1778.1...] El Rey. Por cuanto desde el
establecimiento de mis Reales Audiencias en América ha sido práctica general en
aquellos Reinos 1....] por tener depositada en ellos mi soberana y Real autoridad en
1609, Rcédida 1620). Felipe IV dispuso una nueva pragmática de tratamientos la administración de Justicia L...] particulares facultades y distinciones, superiores
(1626), en la que se vuelven a recoger los preceptos de su antecesor, inclusive el de por razón de la distancia a las que tengo concedidas a mis Audiencias de estos do-
fijar el título de los visorreyes en señoría. minios y ministros que las componen L...J para hacer más respetables unos desti-
El tratamiento indirecto en el español colonial 229 230 M G ' Teresa García-Godoy

nos y ministros, en quienes tengo depositada toda mi confianza para objeto de tan La legitimación social de la baja nobleza mediante un tratamien-
alta importancia como la administración de justicia, he resuelto a consulta de mi to indirecto se había iniciado en la Corte de los Trastámara con el
enunciado Consejo, de 24 de julio de este año, que a los ministros de las referidas
Audiencias de Indias L..] se les dé de palabra y por escrito el tratamiento de señoría título de merced (Tuten 2008, 2190-2193), pero el proceso se lleva a
IfiCédulainSi• las últimas consecuencias cuando se trasplanta al Nuevo Mundo: el
titulario indiano, prescrito por ley, institucionaliza no ya la baja, sino
Desde la perspectiva panhispánica, el sistema institucional de la falsa nobleza del funcionariado colonial. Historiográficamente, la
honores fue objeto de mayor regulación oficial en América, que en preceptiva sobre los honoríficos demuestra la tendencia a la máxima
España. Los abusos del titulario en ultramar propiciaron numerosas "hidalguización" de la sociedad indiana, dentro y fuera del ámbito
leyes del tratamiento en la Administración colonial. Estas fuentes le- administrativo. En las distintas escalas de la Administración, los ofi-
gislativas demuestran que el ceremonial de honores seguía derrote- cios indianos se arrogan títulos superiores a los autorizados en la
ros diferentes a ambas márgenes del Atlántico. En la metrópoli, los metrópoli. El efecto de esta práctica no fue la nivelación igualadora
papeles de oficio presentaban un titulario mantenido en la tradición hacia arriba', sino la jerarquización clasista de la Administración y
del género administrativo. Pero en ultramar, se evidencia cierta des- de la sociedad indianas.
viación de los modelos lingüísticos institucionales en determinadas El siguiente cuadro ilustra esa tendencia de los principales em-
fórmulas protocolarias. Esta desviación del ceremonial administrati- pleos coloniales, según el derecho indiano del tratamiento. Obsér-
vo estuvo alentada por los propios virreyes y gobernadores, que motu vese que, para el oficio de virrey, la preceptiva aurisecular informa
proprio reformulaban la escala alta de honores regionales. No ha de de un relevo de honoríficos inusualmente acelerado en la historia
extrañar que los pleitos por incumplir la ceremonia y faltar al tra- institucional de la metrópoli. En 1586 Felipe II establece el título
tamiento proliferen en la historia del español colonial, debido a las de señoría como máximo empleo de honor en América. Treinta años
constantes tensiones entre el titulario oficial en la Corte y el oficioso después, su sucesor advierte que los virreyes se hacen tratar de ex-
en las colonias.
celencias cuando, legalmente, son señorías. Felipe III, por orden de
Las disputas legales por el uso de honoríficos se originaban tam- 1616, vuelve a prescribir este último título y a proscribir el de exce-
bién por las diferencias entre España y América, respecto del ámbito lencia. La prohibición legal perduró más de ciento cincuenta años,
de aplicación y vigencia de los tratamientos administrativos. Las au- pero el uso proscrito fue el que, de hecho, se mantenía en los oficios
toridades coloniales podían, por ley, exigir el tratamiento en cualquier del virreinato.
circunstancia, cuando sus homólogos en España solo podían hacerlo
en el ámbito institucional y durante el tiempo que ocupasen el cargo.
La Administración dieciochesca permite que, en las colonias, hasta un
falso noble sea tratado de señoría, si ocupa puestos relevantes de la
carrera de Indias. La última legislación borbónica de honores institu-
cionaliza esta subversión del titulario primigenio, restringido al esta-
mento noble. En ultramar, incluso un alto funcionario que, in interin,
desempeñe el empleo de virrey será tratado de excelencia, no solo en
Rosenblat (1994, 215-230) acuña el término "hidalguizacion" con referencia al
actos de servicio, sino en cualquier circunstancia y de forma vitalicia. exitoso empleo del ceremonial honorífico en la sociedad indiana: "Los conquis-
La última legislación colonial del tratamiento viene a confirmar que, tadores, que se sentían nobles, adaptaron las formas expresivas de la clase aristo-
en América, el rápido ascenso social de los funcionarios plebeyos ne- crática, en primer lugar en las cortesías y tratamientos, signos de clase o de grado.
cesitaba legitimarse con distintivos de honor nobiliario de raigambre Al convertirse ellos en capitanes, alcaldes, regidores, etc, tomaron el lenguaje del
medieval. oficio, y su norma fue el uso caballeresco [...1 al constituirse la sociedad hispano-
americana, se produjo una nivelación igualadora hacia arriba, una 'hidalguiza-
cion'".
E l tratamiento indirecto en el español colonial 231 232 M a Teresa García-Godoy

Empleo SIGLO XVI SIGLO XVII SIGLO XVIII En los dos siglos de jurisprudencia sobre el titularlo colonial, se su-
1586. Mandamos 1616. Que el virrey y acuerdo se 1788, he venido en declarar, que el
tratamiento de Excelencia se dé
ceden los testimonios metalingüísticos sobre los abusos del tratamiento
que a los virreyes se traten igualmente de señoría
les llame senoría Si la Audiencia escribiese al enteramente, poniendo encima de en América. El principal foco de conflictos radica en la duplicidad desig-
los escritos Excelentísimo Señor
por escrito y de
palabra, al tiempo
virreypor acuerdo, le llame de
señoría y no de esettlencity, y el a U.] los virreyes en propiedad
nativa de algunos títulos, que pueden aplicarse tanto a individuos, co-
que nos sirvieren virrey di al acuerdo el mismo que son o han sido [Novísima mo a empleos (de honor). Ya una de las primeras leyes de Indias instaba
en estos cargos tratamiento. [Recopilación Recopilación (Ley VI, Título XII,
[Recopilación (Ley LX, Titulo Quince, Libro Libro VI), vol, III, 1781 a no confundir las personas con los cargos, en materia de tratamiento
Virrey (Ley LXI, 'Paulo 111), Vol, II, fiá 70v1 1798, I le resuelto por punto general, (3). Pero las autoridades coloniales de condición plebeya alimentaron
Quince, Libro 11E, que los Virreyes interinos de
Vol. II, D 70ri. América tengan o no el grado de esa confusión y transgredían los modelos lingüísticos prescritos. La
Teniente General. é qualesquiera transgresión se percibe en dos actuaciones de la elite administrativa en
otro menor del Eaército [ ] deben
gozar del mismo modo que los ultramar: a) se arroga, oficiosamente, honoríficos superiores a los es-
propietarios d e l tratamiento
[Novísima Recopilación (ley VII, tablecidos por mandato real; b) regatea el tratamiento a las personas
Título XII, Libro VI), vol. 3,179]. de calidad, ajenas a la carrera de Indias. La cédula real de 1620 (4) se
1616. Mandamos a l o s
gobernadores y capitanes orienta a reconducir esta práctica en el sector de contadores indianos.
generales de las provincias Todos estos desajustes provocan un extraordinario desarrollo de la ju-
de nuestras Indias, que n o
consientan ni permitan que se rispmdencia colonial de títulos en el periodo 1609-1798. Las disposicio-
les trate ni llame de señoría, nes reales informan de las divergencias del titulario en la Gobernación
Gobernador por escrito ni de palabra, si
no fueren titulados, y que en de ultramar. La carrera de Indias, corporativamente, había implantado
las personas que lo hicieren,
se ejecuten las penas que una escala honorífica propia, que enfatizaba la estratificación jerárqui-
disponen estos nuestros reinos.
[Recopilación, Ley LXII, Título
ca en las relaciones de poder.
Quince, Libro III), Vol. 11, Ps
70r]. (3) Quando Las Audiencias despacharen mandamientos por Nos el Presidente
1620. Los Virreyes traten á los 1778. Real Cédula d e 2 8 d e y Oidores, traten en ellos de vos á los lucres de Provincia, por hablar de Tribunal
Ministros Oidores, Alcalaes, ; Fiscales septiembre por la que se concede el superior á Juez Inferior, porque no se ha de considerar esto según las persones, sino
Real en presencia de me.rced y en tratamiento (le señoría a lodos los áloe oficios que &vereco Lupia! Gutiérrez Maté 2013, 2371
Audiencia ausencia de señor, no escusen ministros de las Reales Audiencias (4) El Rey. Mis contadores de cuentas del Tribunal dellas que rreside en la Ciu-
(oidores, ni recaten (sic) las cortesías de Indias [Novísima Recopilación
(Ley XIII, Título XII, Libro VII vol. dad de los Reyes de las prouincias del piro: He entendido que os diuertis y oeupais
fiscales y [Retopilacián (Ley LVII, Título
contadores) Quince, Libro 111), Vol, II, ft' 3, 1.81, nota 91 mucho en la ostentacion y grabedad de Vuestras personas y en apficaros prehemi-
70r]. ncncias escusadas L...1 guando la persona que da cuenta es de suerte y qualidad L...1
1756, Disposición R e a l sobre los contadores han con cuidado de tratarle con comedimiento L...] y no le llaman de
tratamientos e n e l Consejo d e vos LCRea11609, 221r-222v j.
Indias. [...] se ha tenido presente
la falta del debido tratamiento
con que varios Ministros y otros
empleados en m i Real servicio
se escribe a los Secretarios del 4. El paradigma de honoríficos en los textos coloniales
Secretarios enunciado m i Consejo de las
Conseja d e Indias dándoles únicamente e l La documentación indiana confirma que en el Nuevo Mundo se tras-
Indias tratamiento de Ves, en lugar de
Señoría que les corresponde, y debe plantó exitosamente el sistema jerárquico de tratamientos indirectos,
dárseles como individuos del mismo
Supremo Tribunal [...] que sus
basado en sustantivos de dignidad. En este apartado se analizará el ti-
miembros reciban el tratamiento
de Ilustrísima Señoría y e l
tulario en las instituciones políticas y religiosas coloniales. En primer
Consejo el distintivo de Supremo lugar, se atenderá al polimorfismo7 de los honoríficos en el corpus base.
[Consejoloclias1756]
Tabla L a preceptiva oficial de títulos en la historia del derecho indiano
(as. 7 A d e m á s de los sintagmas honoríficos, también se emplearon como títulos don y
señor. Estas dos últimas formas adquieren valores particulares en el español co-
El tratamiento indirecto en el español colonial 233 234 M g Teresa García-Godoy

Seguidamente, se realizará un somero análisis de los cinco títulos vigen- La base empírica, desde la perspectiva cuantitativa, refleja un acusa-
tes en la Gobernación de ultramar, atendiendo a una división tripartida do desequilibrio entre honoríficos en forma abreviada y en forma plena.
de honores: máxima (majestad, alteza) media (excelencia, señoría) y Solo el 1,2% de los documentos explorados se alejan del canon de las
baja (merced). Finalmente, se presentarán los honoríficos de dignidades abreviaturas. En estos usos minoritarios, claramente excepcionales, se
religiosas (paternidad, reverencia, etc.). atestiguan fenómenos de polimorfismo emparentados con la transmi-
sión oral. Variantes como vuxselencia, usía, vusted, representan desa-
rrollos fonéticos de los sintagmas etimológicos, fusionados en un solo
4.1. E l polimorfismo deltitulario vocablo que emula, muy probablemente, la pronunciación coloquial.
En la historia del español existen dos tendencias escriturarias de los Este proceso de univerbación, ajeno al canon de escritura administrati-
tratamientos indirectos: la forma plena (vuestra majestad, etc.) y la va, constituye la única evidencia empírica fidedigna sobre la evolución
abreviada (V. Müd, etc.). Esta última es muy mayoritaria en el ámbito de los sintagmas primigenios en el español colonial. Asimismo, esas va-
político administrativo de todo el periodo colonial. Por el contrario, la riantes de índole coloquial permiten establecer correspondencias entre
escritura completa de los sintagmas (vuestra/su majestad, etc.) resulta las abreviaturas de la lengua escrita y sus posibles pronunciaciones en
excepcional. la lengua hablada.
Según el parámetro de la distancia comunicativa, el titulario abre- Conviene advertir que el polimorfismo vinculable con los procesos de
viado supone el máximo alejamiento de las variantes coloquiales y re- univerbación afectó más a los honoríficos alocutivos, que a los delocuti-
presenta prototípicamente la tradición escrita culta. Contrariamente, vos. El desgaste fonético se manifiesta especialmente en los honoríficos
el titulario no abreviado evidencia mayor proximidad a los desarrollos empleados para hablar con alguien, formados con el posesivo vuestra.
orales en la lengua hablada, vitando en el ámbito político administra- Naturalmente, los fenómenos de síncopa y polimorfismo de impronta
tivo, sobre todo en el género epistolar (García-Godoy 2012a, 118-125). oralizante se correlacionan con el estatus jerárquico del honorífico alo-
cutivo. Los títulos de menor rango, por su mayor incursión en la len-
gua general, son los más expuestos a la evolución diacrónica tanto en la
lonial, dentro y fuera del ámbito administrativo. La historia americana de don ha perspectiva sociológica (devaluación honorífica), como en la lingüística
revelado, principalmente, las actitudes lingüísticas negativas de los criollos, por su
identificación con la población española (Rojas 1994, 437). El carácter peyorativo (desgastes fonéticos del sintagma). Ello explica que los elementos de
del don era tan acusado en la Colonia que los independentistas prohiben legal- máximo honor (vuestra majestad, vuestra alteza) queden al margen de
mente su uso en regiones como Centroamérica (García-Godoy 2007, 229-232). esos procesos de variación y cambio en los tratamientos indirectos. Por
Por el contrario, la forma señor no fue forma peyorativa en ultramar. El uso admi- el contrario, los otros tres títulos alocutivos (vuestra excelencia, vuestra
nistrativo de señor es análogo en ambas partes del Atlántico. Señor/muy podero- señoría, vuestra merced) sí presentan duplicidades de formas bimem-
so señor se consolidó como administrativismo panhispánico, en los documentos
dirigidos al rey y a la chancillería. En la correspondencia pública y privada se
bres (sintagma etimológico) y unimembres (amalgamas univerbales).
generalizó también el uso de señor, como fórmula epistolar cortés, durante todo el De acuerdo con la escala jerárquica y con el grado de incursión en la
periodo colonial. Pero fuera del ámbito institucional, sí se fraguaron algunos usos lengua general, de esos tres tratamientos el de excelencia y el de merced
divergentes americanos de señor. Gutiérrez Maté (2013, 261) ofrece documentos ocupan, respectivamente, el polo de mínimo y máximo polimorfismo
coloniales caribeños, de finales del seiscientos, en los que señé>,el señor, mi señor univerbalizante. El titulo de señoría se sitúa en una posición intermedia
se emplean como tratamientos alocntivos de negros a blancos y mulatos. En la
variedad bonaerense decimonónica, Rigatuso testimonia la variante lexicalizada entre esos dos extremos. Estas tendencias evolutivas se reflejan en las
misia (mi - señora) para el trato social, inclusive en el género epistolar (Rigatu- siguientes tablas, que recogen el titulario atestiguado en el corpus bases.
so 2008, 381). La variante acortada so aflora en la confesión del mulato Pucho
de Vera (Cartagena de Indias, 1694): "y a uno de dichos negros que era esclauo
de las monjas de santa clara llamado frarwisco arara prosiguio dkiendo que ay
so francisco" [DocumentosCaribe, 464], sobre esta variante véase Gutiérrez Maté S E n los documentos se reflejan distintas versiones de abreviaturas, en el cuadro
(2012b, 95). figura solo la variante mayoritaria.
El tratamiento indirecto en el español colonial 235 236 M a Teresa Garda-Godoy

VARIANTES
VARIANTES PLENAS
de que la lengua escrita general no fue permeable a este tipo de varian-
TITULO ABREVIATURA (SEMI)PLENAS tes desgastadas, por lo que estos seis testimonios representan un valor
UNIMENBRES
BIMEMBRES añadido en la historial documental de los tratamientos indirectos.
Majestad V. M' V. Majestad
Alteza V. Al'. V Alteza/Altesa (5)Autos contra el capitán de navío Santo Cristo de Leso, Cartagena de Indias,
buexselensia 1672. [—] Míreme ostcd a la tierra y deze osted la capitana Lapud Gutiérrez Maté
Excelencia VE' vuexselensia 2013, 2471
Vueselencia Fragmentos del testimonio de Cayetano González de Ferragu,s, criollo, de veinte
vs(s)eñoría años, en el juicio contra el alcalde mayor de esa entidad, México 1594, [...] y le divo
Señoría VS. dicho alcalde mayor al susso dicho: "¿es usted el señor don Sebastian de Guzman?"
lista
Señoría A que respondio: "yo soy criado de mi señor" LDLNEAltiplano, 411-51.
V. S' Yll"' Envío del más hermoso loro que se ha visto por aquí... Maracaibo, 1772, 1..1 No
Ilustrísima
quizo tomar la vara por no pagar, el Rey pagara. LEI loro] Savia Toser, y repetir dos o
vuste(d)
tres vezes las tozcs y luego dezia oye vuste señorita oye %liste, ese perrito es de %liste.
Merced V. mrd. Vues(tr)a merced uste(d) WHEVenezuela, 1772, 256I.
oste(d) (6) Carta de Diego de Frías, Cartagena de Indias, 26.94, Sse a de servir vsseñoria
Paternidad vpd de mandarme soltar de la prision en que estoy en asimiento de grasia de estas santas
Reverencia pascuas y pues DeaSiOn de que vseñoria debe gaser senaladas mersedes L...] espero
Tabla 2: Honoríficos alocutivos en la documentación indiana. Variantes que vsenoria me jaga que de eyo quedaré agradessido WocurnentosCaribe, 4731
Carta del Cura de Santa Ana escrita al gobernador D. Antonio Aymerich, Boli-
formales del singular via, 1771. L...] Nuestro señor guarde á usia muchos ános I s i c l santa Ana y Diciem-
bre, trece de mil setecientos setenta y uno.. De usia su mas atento servidor seguro
TITULO ABREVIATURA VARIANTES VARIANTES PLENAS amante y agradecido Capellan [CartaBolivia, 2_19.
UNIMENBRES (7)E l alférez José de Águla, vecino de Cartagena, con el teniente general José Eco.
(SEMI) PLENAS
BIMEMBRES de Madrigal sobre haber sido apaleado éste. Cartagena, 1710, L.„ aviendo tenido no-
tizia de que Vuesclencia se halla con resoluzión de hallarme por edictor y pregones
Majestad SuMagd Su Majestad Lapud Gutiérrez Maté, 2013, 2921
Alteza S. A- Su Alteza Carta, al parecer autógrafa, de Juana María Juárez solicitando que una vecina
Excelencia S. E' Su Excelencia le devuelva varias cosas. 1788. i...] Easelentissimo Señor. Juana blaria Juarez, be-
Señoría S.S'. Su sseñoría sina del pueblo de San Luis Huamantla, con la mallor benerasion de mi rrespecto,
Señoría S.S".111' Su S'. I l l I pues a las plantas de vneaselensia• asiendole notoria la orfandad de mi biudes [...]
Ilustrísima me a sido forsoso ocurrir a las piedades de buesselensia LDLNEAltiplano, 6101.
Merced S. mrd. Su mrd.
Su merced El polimorfismo del titulario alocutivo fue un aspecto privilegiado en
-
Paternidad S. pd S u 13d estudios pioneros de morfología histórica (Lapesa 2000 119701 319-
Reverencia S. r• S. a'
21) e incluso en otros recientes (De Jonge/Nieuwenbuijsen 2009,1644-
Tabla 3 Honoríficos delocutivos en la documentación indiana. Variantes 6), basados en la literatura aurisecular. El cambio fonético de los sin-
formales del singular tagmas vuestra merced, vuestra señoría y vuestra excelencia presenta
muchos más estadios evolutivos en la literatura, que en los documentos
La comparación de ambas tablas permite comprobar esas grandes coloniales. Para el tratamiento de merced, se atestiguan trece variantes
diferencias entre honoríficos alocutivos y delocutivos, en la casilla de
formas plenas unimembres. El corpus base solo ofrece ejemplos de des-
gaste fonético en la deixis de segunda persona. Los procesos de uni-
verbación parecen limitarse a los títulos alocutivos. En los ejemplos de
(5-7) se recogen las evidencias empíricas de este fenómeno, atestiguado Agradezco a la Dra. M I Cristina Egido que me haya proporcionado la transcrip-
ción paleograllea de este documento inédito, en el que se atestigua la variante
entre1672 y1.77]. en textos de mediocultos. Conviene insistir en el hecho asía.
El tratamiento indirecto en el español colonial 237 238 Mo Teresa García-Godoy

literariasw, frente a cuatro no literarias. El cambio vuestra señoría > Diacrónicamente, en el subsistema de tratamientos indirectos, se des-
usiall exhibe seis desarrollos fonéticos en el teatro y solo tres en el ámbi- cubre un continuum de variación desde los títulos de máxima fijación
to administrativo ultramarino. De igual manera, del honorífico vuestra idiomática (majestad! alteza), hasta el honorífico menos estable en su
excelencia el número de variantes literarias es mayor (cuatro:2) que el paradigma morfológico (merced). Entre ambos extremos, se ubican los
que arroja la documentación colonial (dos). Atendiendo a esta dispari- tratamientos de excelencia y señoría, afectados parcialmente por los
dad del inventario de formas desgastadas, cabe cuestionar la vigencia mismos fenómenos evolutivos del cambio vuestra merced > usted.
de uso de ciertas variantes como vuessansted, voarced, voacé, t'Ud, U.9i- Esta triple clasificación del titularlo administrativo, basada en pa-
ría, nunca atestiguadas fuera de la literatura e infradocumentadas en rámetros lingüísticos, se correlaciona con los tres grados de desgaste
ella. Muy probablemente, el proceso de univerbación de los honoríficos reflejados en la historia legislativa del titularlo. Desde la perspectiva
alocutivos se sustenta en cambios fonéticos mucho más simplificados sociohistórica, la pérdida del estatus honorífico también evidencia ese
de lo que se ha venido manteniendo (cfr. García-Godoy 2011, 6). continuum gradual desde títulos sin devaluación social (majestad, al-
teza), hasta los de devaluación parcial (excelencia, señoría) y extrema
4.2. E l titulario colonial en los ámbitos administrativo y (merced).
religioso Atendiendo a la jerarquización de la escala honorífica, primero se
analizarán los cinco títulos del ámbito político-administrativo. Segui-
De acuerdo con la trayectoria legislativa del tratamiento indiano y damente, se aborda el titularlo restringido al estamento religioso.
con el catálogo morfológico del titularlo colonial, los procesos evolu-
tivos más intensos se detectan en la escala honorífica de menor rango. 4.2.1. Ámbito administrativo
- Majestad/alteza
Lapesa (2000 [1970], 319) ofrece este árbol genealógico del pronombre usted:
vuestra merced > vuessa merced, vuessarced, vuessansted, vuessasted, vuesasté, En el ceremonial quinientista de tratamientos, los títulos regios
voarced, macé, vueé, vuested, vosted, msted, usted. Esta genealogía del pronom- son majestad o alteza, empleados indistintamente. Por pragmática de
bre de respeto sigue el esquema evolutivo determinado por Pla Cárceles (1923) y 1594', Felipe II fija el estatus jerárquico de ambos títulos y ordena que
perpetuado en análisis gramaticales recientes (De donge/Nieuwenhuijsen 2009, a los reyes se les trate de majestad y a sus vástagos de alteza. Fuera
1646). La documentación archhistica revela pocos ejemplos de la evolución foné-
tica de vuestra merced en el español colonial. Para la variedad venezolana, pueden
de la familia real, únicamente las dos chancillerías de la metrópoli, co-
encontrarse noticias en Sánchez Méndez 1997; Tejera 2006 y Obediente 2009. mo institución, pueden recibir el mismo tratamiento que los infantes o
Para el español de Costa Rica, véase Quesada Pacheco 2010. Algunos documentos príncipes.
de Santo Domingo y Cartagena de Indias se encuentran en Carrera de la Red/Al- En el subsistema de honoríficos, los títulos reales son los menos afec-
varez 2004 y Gutiérrez Maté 2012a y 2013. Aparte de estos trabajos, disponemos
de las distintas exploraciones realizadas en el epistolario de Enrique Ote, sobre tados por los procesos de variación y cambio. Los honoríficos que, en la
las cartas de emigrantes españoles a Indias en el periodo clásico (Fontanella de
Weinberg 1992; Cano 1996; Bentivoglio 2003; Fernández Alcaide 2009).
ti
Vuestra señoría, mesa señoría, vueseñoría, vusiría, usiría, usía (Lapesa 2000 "queremos, y mandamos, que de aqui adelante en lo alto de la carta, o papel que
[1970], 320). Ly (1981, 64) ofrece ejemplos de vusiría, tit,ría en Quevedo. Sáez se nos escriuiere, no se po[n]ga otro algun titulo mas que señor, ni el remate de la
Rivera (2013a, 108-112) propone el esquema evolutivo más completo en el que carta mas, de Dios guarde la Catolica persona de V.M. Y assi mismo no se po[n]
integra una docena de desgastes fonéticos, atestiguados en fuentes teatrales. Gu- ga en la cortesia de abaxo cosa alguna, mas de la firma del que escriuiere la tal
tiérrez Maté (2013, 260-261) ofrece la visión del cambio vuestra señoría > useño- carta: ni en el sobre escrito se pueda poner, ni ponga, mas de tan solamente, al
ría > usía desde la documentación archivistica y aporta relevantes ejemplos de la Rey nuestro señor. Que a los Principes, herederos, y successores destos nuestros
variante useñoría, en los ejemplos caribeños de 1694 aqui aducidos. RryTIOS, se les escriva en la misma forma, mudando tan solamente lo de Magestad
Vuestra excelencia, vuessa excelencia, mecelencia, rus:renda (Lapesa 2000 en Alteza, y lo del Rey en Príncipe, y al remate y fin de la carta, Dios guarde a y.
[1970], 320). Alteza" [RPrernática, 1594, 3-4].
El tratamiento indirecto en el español colonial 239 240 M g Teresa García-Godoy

pirámide estamento], denotan la cúspide del poder se desmarcan del algunas donas, [...] Por amor de Dios, VMd mande al CV de Yndias rremedie esto [...]
polimorfismo exhibido por otros títulos de rango menor. Majestad y Y no firmo este memorial por ser un ombre eonosido WENEGotfoMéxico, 1914931.
Acuerdos de la Real Hacienda. Buenos Aires,1653. 1-1 visitador de la real audien-
alteza, como títulos consolidados en el ceremonial cortesano, se tras- cia de la plata= Y tambien para que Ileue La cantidad de plata que ay en esta R caza
plantan al Nuevo Mundo para la comunicación institucional con la me- prohiuido su uso por prematica de su magestad IDHLHispanoamérica IV, 771.
trópoli.
Diacrónicamente, los documentos indianos reflejan la indetermina- En el ámbito judicial, también estuvo vigente el honorífico alteza,
ción jerárquica de majestad y alteza, como tratamientos de reyes (8-9): pero nunca aplicado a un oficio, sino a una institución. En las altas ins-
tancias judiciales, las dos reales chancillerías de la metrópoli (Vallado-
(s) Fragmento de la relación que Hernán Cortés mandó hacer en Tepeaca,1520. lid y Granada) reciben, por ley, el mismo tratamiento que los príncipes.
L...] De lexos tierra an venido e vienen a él a dar la obedieinia que deven a Sus Alte- Desde 1626, Felipe IV autoriza a los contadores indianos que, por es-
zas e a cononer el señorío que sobre ellos tiene 1—] E no sabiendo qué gentes eran
ni de qué naqión, para fazer aquello que obligado era al servicio de sus Magestades crito, traten de alteza a las reales audiencias'''. No obstante, ya por en-
1_1 e ay a otra cosa venían, que lo magnifestasen e dixesen, oyendo naturales de los tonces esta pauta de uso (II) contaba con cierta tradición en América,
reynos e señoríos de Sus Altezas LDLIVEGolfoMéxico, 281. como demuestran los siguientes ejemplos'6:
(9) Carta que tres religiosos dirigen al Rey de España, pidiéndole, entre otras
cosas, la fundación de una Universidad novohispana, 1550. [... j Muy alto y muy (11) Memorial dirigido a la Audiencia de Lima, 1590 L... j Muy poderoso señor
poderoso señor. Cuya persona y real estado Nuestro Señor conserve para aumen- 1...] El licenciado Villalobos en el pleito con Diego Philipe suplico de la sententia
to de su Yglesia, amén, Porque los religiosos que en este Yucatán estamos tenemos desta Real Audiencia L...I e por las demas Rnones que tengo dichas y alegadas en
entendido de Vuestra Alteza avemos acá embiado para que sirvamos al Señor y a esta causa pido y suplico a vuestra altera Lv' al"] Reuoque la dicha sententia
Vuestra Alteza en esta nueva viña de Dios que agora se comienc,a a plantar [„.] en Perú, 1081.
bien de la tierra y servicio de Vuestra Real Alteza LDLNEGotfrMéxicc, 75-761 Carta del Obispo de Tucumán a la Audiencia de Charcas, 1582 L. .1 Supp'" a V.
Carta de Nuño Rodríguez Beltrán sobre conformación de una encomienda. Tucu- ah le mande dar liQene,ia para poderse benir acatas ReyrIOS por las causas dichas
mán, 1637.[...j yo quedo siguiendo el pleyto en la Real Aud dela plata emuian por WHLHispanoatnérica IV, 2671
confirmaon de V.R1 pera' no deuiedose dar y assi doy este avisso a y p a r a q u e
este adbertido de mi derecho [...] (envoltorio de la carta): A su magd IDHLHispa-
noam,érica IV, 3141 - Excelencia/señoría
La Recopilación de Leyes de Indias (1680) establece en el título de
Esta coexistencia de majestad y alteza como tratamientos regios señoría el polo de máximo honor en los empleos coloniales, aunque la
cundió especialmente en la etapa de orígenes". Desde que se fija el tí- documentación explorada revela la sustitución de este honorífico por el
tulo del monarca por la pragmática de Felipe II (1594), los oficios colo-
niales aplican sistemáticamente tmAs'tra majestad como honorífico del
rey (10): "LEY LMOCX. Que los Tribunales de Cuentas traten a las Audiencias de Alteza.
ORDENAMOS (sic), que los Contadores de Cuentas traten á nuestras Audiencias
(10) Carta anónima enriada al Rey de España, en la que un oficial denuncia la
Reales de Alteza por escrito. Al margen. D. Felipe IV. en Madrid, a 28 de septiem-
corrupción de los generales de [a flato real. 1621. S e ñ o r . Las cossas de la carrera
de las Yndias están en estado que no e podido dexar descrevir a VMd y dar quenta de bre de 1526. (Recopilación (Libro III, Título LV, Ley LXXXX), tomo II, Ibis' 72v)".
Esta innovación debió consolidarse no solo en las audiencias de las áreas cen-
trales, sino también en las de zonas marginales como el Caribe. Gutiérrez Maté
(2013, 259) en la audiencia de Santo Domingo atestigua este uso de vuestra al-
teza en 1599 y 1720. Conviene recordar que las primeras instituciones indianas
Con todo, aún en el siglo XVII, en las peticiones de particulares puede aflorar se denominaron, originariamente, Real Audiencia y Chancillería_ Ya en el siglo
alteza como tratamiento de reyes: "Carta de Nuño Rodríguez Beltrán sobre con- XVIII, el mencionado formulismo se extendió a todos los consejos. El secretario
jOrmación de una encomienda. Tucumán, 1632.[—] yo quedo siguiendo el pleyto Ezpeleta, en su Formulario de misivas y despachos, indica este precepto: “A los
en la Real Auda deis plata emuian por confirmaon de VII: persa no deuiedose dar y Consejos. En lo alto de la carta, M.P.S. [Muy Poderoso Señas]. En el discurso V.
assi doy este kniSSO a V Alt' paraque este adbertido de mi derecho [...] (envoltorio Alteza" [Práctica, 1714s 211]. Un administrativismo exclusivo dalas dos chancille-
de la carta): A su Magd- [DHLHispanoamírica IV, 314]. Obsérvese la variación rías reales en el siglo XV se extiende primero a las audiencias indianas (finales del
vuestra alteza (cuerpo de la carta)/su majestad (sobreescHto). XVI) y después a todos los consejos (principios del setecientos).
El tratamiento indirecto en el español colonial 241 242 M q Teresa García-Godoy

de excelencia, al menos, desde las primeras décadas del siglo XVII. Ya picados del poder judicial (presidente de la audiencia, oidor, contador,
durante el reinado de Felipe III, existen noticias de este cambio oficioso fiscal), militar (gobernador y capitán general) y religioso (obispo). Los
en la jerarquía de honores indianos. En el corpus base, los textos del ejemplos de (1.3) confirman la expansión del tratamiento de vuestra/su
seiscientos aplican ya el título de excelencia al virrey17 y a los militares señoría (y sus variantes useñoría, ?mía) en la Administración colonial:
de más alta graduación. Como ya se ha mencionado, la legislación de los (la) Carta del obispo de Tucumán al Presidente del Consejo de Indias. Tucumán,
Austrías no autorizaba esa elevación de título en la carrera de Indias. 1618.1_ j (Envoltorio de la carta) A Don fernando Carrillo Cauallero del hauito de
De hecho, hasta el Siglo Ilustrado no se legaliza que en las colonias los Santiago, del Consejo de su Magd y su Presidente en el Real de Indias. guardemos.
virreyes sean tratados de excelencia, a pesar de que el uso contaba con Cuando fui a tomar la bendicion de V.S. (en compañia de don frnco manso) para mi
biaje, me mando V.S. le escribiese LDHLHispanoamérica IV, 295].
una historia centenaria ya en ese momento'''. Carta de Diego Jiménez de Medina exhortando al contador de la real aduana.
(12) Relación de tratamientos que se usan en Perá.[...] En todas las Audiencias Córdoba de Tucumán, 1636. 1.11amessada dellas y de los oficios que su sseñoria da
tratan de Excelencia al Señor Virrey LTmlamientosPerii,1628-1776, 29rl. de capitanez alteres y otros deque deuen pagar la media anatta LDHLHispanoame-
rica IV, 3091
Carta en que tres accionistas del coliseo de Veracruz piden la liberación de la
Carta de Diego de Frías. Cartagena de Indias, 1694. L...I por ser mi ofisio ofisial
bailarina Micaela del Corral. 1725, L...1 comprehendemos que, puesta en arresto
por orden del ex"'" sor virrey y queriendo S E' substancie LDLREAltiplano, 4731
de albanil y averme el dicho padre don lorenso polo menester para vos obra que
Carta, al parecer autógrafa, de Juana María Juárez solicitando que una retina
tiene en san agustin y respondio lo mesmo que a don baltolome narbaes y por ser la
le devuelva varias cosas. 178e. 1...] Nuestro Señor guarde la bida de vuxselensia los
malisia conosida y por ser el tiempo santo que es Sse a de servir vsseñoria doman-
darme soltar de la prision [DocumentosCaribe, 473].
años que su magestad sabe le nesesitamos LDLNEAltiplano, 6101.
Carta del cura de Santa Ana al Gobernador. Moros. 1771. [... j Yo le day á usia
éstas molestias áun conociendo que són ágenas de su respeto y empleo, por que no
El cambio de título del virrey y el uso ultramarino de excelencia, ya tengo en éste Pueblo el menór conocimiento 1CartaBolivia,
fuera oficial u oficioso, gravita en el tratamiento que le sucede jerárqui- Carta en que tres accionistas del coliseo de Veracruz piden la liberación de la
camente: señoría. La devaluación de este último título se desencadena bailarina Micaela del Corral. México, 1795. Sor gobernador e yntendente de esta
cuando, en el seno de las reales audiencias, sus ministros cambian el vie- plaza. Los accionistas del coliseo de esta ciudad, conseguente (sic) a la disposición
de v s' para que el esa' dn Ángel López Santa Ana nos facilitase la inteligencia, que
jo tratamiento de merced por el nuevo de señoría. Este honorífico, desde solicitamos sobre el nuevo arresto de la bailarina Michacla del Corral IDLIIIEGolfi-
entonces, amplía extraordinariamente su espectro de aplicación en las México 473].
instituciones indianas, toda vez que comienzan a recibirlo los altos em-
El uso militar de señoría resultó muy controvertido en ultramar. To-
do parece indicar que el fuero castrense de honores y el titulario indiano
17
El título de excelencia, como tratamiento de visorreyes, no fue solo una innova- prescrito colisionaban en algunos oficios de la carrera de Indias. Duran-
ción ultramarina, sino que figura ya en los tratados de misivas quinientistas. En el te el reinado de Felipe III se otorga el título de señoría a los contadores,
formulario de Diego Martínez (1576) se incluye este modelo de carta a un virrey:
"Suplico a V. Excelencia [...1 la Illustrisima y excelentissima persona de V. Exce- pero se les niega a los capitanes y gobernadores. Las tensiones entre
lencia guarde, y en estado acreciente" [Formulario, 1576, 259r-v]. El secretario empleos militares y empleos jurídicos se incrementan durante el ultimo
Pérez del Barrio ofrece la misma pauta en su manual [Secretario, 1635, 44]. siglo colonial. Carlos III y Carlos IV acometen una sustancial reforma
Excelencia fue también tratamiento (oficioso) dieciochesco de gobernadores y del titulario, por la que se elevan las preeminencias de honor a los ca-
capitanes generales, en las regiones más periféricas. Para este empleo politico-
militar se establece el título de merced en las leyes auriseculares y el de señoría en pitanes de Indias, a la vez que se les insta a no regatear el tratamiento
la preceptiva dieciochesca. Pero cuando se legaliza esta elevación de título que, de de señoría a los ministros de las audiencias de América (véase tabla 1).
hecho, se venía practicando en ultramar, algunos gobernadores ya se arrogan el
- Merced
mismo honorífico de los virreyes (excelencia). Véase este uso de 1710, inserto en
unos autos de Cartagena de Indias: "dicho Excelentissimo señor Gouernador y La evolución del título de merced en el Nuevo Mundo origina los
Capitan General hizo parecer a su Presencia á Juan Joseph de leon [...] de quien principales rasgos dialectales en la morfosintalds del español atlántico.
Su Exrelencia por ante mi el Escribano" [DocumentosCaribe, 474]. Gutiérrez Ma-
té (2013, 260) ofrece los ejemplos más tempranos de estos usos innovadores en
Como es sabido, de este tratamiento honorífico proceden los actuales
cartas y autos caribeños. pronombres de respeto que, desde su aparición a mediados del XVII,
El tratamiento indirecto en. el español colonial 253 254 M a Teresa García-Godoy

co vuestra señoría ilustrísima en un mismo texto limeño, fechado en (27)


(a)
1653. Cuando se está iniciando la llamada segunda koinización, en Carta que tres religiosos dirigen al Rey de España Campeche. 1550. L... j que los
los principales centros de influencia lingüística colonial, el titulario yndios se remedien poniéndolos en vuestra Real Corona como vuestros vasallos
no ha culminado su plena integración paradigmática con los pro- [...] Que Vuestra Alteza nos provea para este Yucatán de treynta frailes franOscos
nombres de tercera persona. [...] De Campeche, puerto y villa de Yucatán, en 29 de julio 1550. Mínimos capella-
nes de Vuestra AltezaLDLNEGolfoMárico, 77-78].
(25) Carta de Pedro Benites Corés, vecina de Huamanga. al doctor don Pablo Pa- (b)
redes, Huamanga, 18 de abril de 1652. [...] Una de vuestra merced Recibí 1_1 el 1636. Carta de Luis de Cabrera (Santiago del Estero. Audiencia de Charcas). 1-1
sernior Lsic ] de vuestra merced L.111,Perii, 273-274 J. e Reciuido Lacarta de 30 Dcmareo pasado que Villagu fue servido De escriuirme
Carta que Elvira Josefa de Lana y Ezpeleta escribe a su pariente. Veracruz 1755. L..] apuesto en ejecucion en su Real Sernicio [...] Remitiéndolos entodo a surrcal
[...] Mui señor mío y pariente. 0y, día de la fecha, acabo de resivir una carta de v.m. boluntad g'í nro s- La cata ea Real persona de VMago como la christiandad lo ame-
[DLIVEGolfoMéxico, 4051 nester y sus basallos deseamos 113HIHispanoamérica IV, 308].
(26) Memorial que presenta doña Polonia de Saamdra al provisor y vicario ge- (e)
neral. Lima. 1652. l'Ilustrísimo señor: J dicho Lizenciado don Fernando de Zés- Carta de Fray Juan de la Puerta. Nalapa., 1550. [...] Nuestro Señor Su Real Alte-
pedes la dixo q u é l pagaría muy honRadamente el alquiler como lo aula hecho za guarde y prospere L..._1Humilde y menor vasallo de V uestraReal Alteza D r ' 11"1
asta entonzes y que se fiase dél L...i sus negras ocupauan otro aposentillo en el coRal Alteza] Fray Juan de la Puerta [DLNEGolfoMéxico, 80].
que solía seruir de gallinero, sin atender a que anbas negras le estauan siruirendo y
particularmente la vna que le coQinaua L...] pues por cNinalle con carbón en su apo- En lo atinente a las estructuras posesivas sobreespecificadas (28), es-
sento [...] para cuyo Remedio a vuestra señoría yllustrisima 1_01 pide y suplica
que el dicho licenciado don Fernando de Céspedes paguel...i para lo qual 1_0] pide
tas parecen limitarse al título de merced y, cronológicamente, el corpus
justiqia a vuestra sseñoría yllastrisima LDLPerú, 271-2 J. base arroja ejemplos desde mediados del siglo XVII, momento en el que
se ha culminado el proceso de univerbación del sintagma en pronom-
En el caso de los posesivos, el corpus base revela otras dos peculiari- bre.
dades evolutivas: a) alternancia mizqtra/su en concordancia con hono- (28) Carta de don Juan Vázquez de Acuña al doctor de Paredes. Huncavelica, 18
ríficos alocutivos (siglo XVI) y b) construcciones duplicadas del tipo su de febrero de 1653. [...j JuanAcuña pertenece auno de lasfamilias más importantes
casa de vuestra merced (siglo XVIII). de Lima e...] su carta de vuestra merced del 31 pasado reciuí [...] Doña Margarita
y nuestros hijos vesan su mano de vuestra merced LDLPerú, 275].
La vacilación vuestra/su parece limitarse a las construcciones qui- Carta que Elvira Josefa de Lanz y Ezpeleta escribe a su pariente. Veracruz 1755.
nientistas de títulos precedidos de vuestra, todavía incipientemente L..._I hecha cargo de su sobrada razón de van. y que naturalmente su estado de val.
gramaticalizadas. En este proceso, los ejemplos de (27) revelan dos fa- no permite estos suplementos LDLNEGolfioMé,vico, 4051
ses evolutivas diferentes. La concordancia del título vuestra alteza pasa Carta que Manuel Lemus envía a Mariano Lara para insultarlo, Papantla,
.1785. 1...] Y así, para otra que se °fresca, ya sé que con su muger de van. Litle de
de "vuestros vasallos" en el siglo XVI (27a), a "sus vasallos" en el siglo tratar LDLNEGolfcMéxico, 455].
XVII (27b). Pero a este cambio debió preceder una fase de alternancias
vuestra/su no solo en la concordancia, sino también en los posesivos Respecto de las construcciones con clíticos, se percibe cómo en el
del propio título. Como se ilustra en (27c) la deixis de segunda perso- setecientos el titulario establece nuevos vínculos sintácticos con las for-
na, en un mismo documento, se expresa alternativamente con vuestra mas 14)114)114). Los pronombres átonos aumentan su presencia en
majestad/su majestad. Esta difusa frontera quinientista entre formas la sintaxis del tratamiento indirecto, a medida que, en la lengua general,
alocutivas y delocutivas pudo favorecer la duplicidad funcional de algu- se van popularizando los honoríficos de rango menor. El título de mer-
nos títulos. Honoríficos como su majestad, su merced se emplean para ced es el más estandarizado a finales de la Colonia y el que más avances
hablar de alguien y con alguien. El desplazamiento de los títulos delo- evolutivos parece haber alcanzado en la estabilización del paradigma
cutivos hacia la segunda persona pudo verse afectado por esta variación gramatical. En los ejemplos de (29) se observan distintas etapas del
de formas posesivas. proceso de estabilización sintáctica del paradigma de clíticos. El ejem-
plo de (29a) representa la etapa quinientista de vínculos sintácticos
El tratamiento indirecto en el español colonial 255 256 M ' Teresa García-Godoy

con el pronombre vos, cuya pervivencia dieciochesca se ha atestigua- son los que denotan menor estatus en la jerarquía de honores (merced
do, incluso, en el teatro colonial. En ese estadio evolutivo contendieron y señoría).
la concordancia gramatical (con le) y la concordancia pragmática (con El ámbito de uso y el grado honorífico del título inciden en la dia-
os). En (29b) se percibe cómo los clíticos emergen, incipientemente, cronía del tratamiento indirecto colonial: la mayoría de títulos religio-
en estructuras duplicadas" dieciochescas del tratamiento de merced, sos (santidad, beatitud, paternidad, reverencia) son exclusivos de las
aunque estas todavía presentan gran precariedad en el Siglo Ilustrado autoridades eclesiásticas y su empleo queda fosilizado en este ámbito
(29c): restringido. Por el contrario, el titulario indiano político-administrativo
(29) (majestad, alteza, excelencia, señoría, merced) trasvasa a la lengua ge-
(a) neral los dos títulos inferiores (señoría, merced). Por tal motivo, la rela-
Carta de Francisco Olivares a su padre. Veracruz, 158,9• Lbs parientes] a vana, tiva inmutabilidad de honores religiosos contrasta con los procesos de
no ay para qué pesaros de dejarlos. A mí, señor padre, me da muy gran pena aun
acordarme dellos LDLIVEGolfoMéxico, 135].
variación y cambio de los títulos administrativos, especialmente el de
(b) merced, cuya evolución colonial cristaliza en dos rasgos morfosintácti-
Denuncia del mestizo Sebastián Pinto contra el sacerdote Juan Dionisio Fran- cos del español atlántico: su merced como forma alocutiva y ustedes (<
gut Mérida,1797 j contestó: "sí, señor, esta tarde vengo a restar al Señor y le veré vuesas mercedes) como pronombre de confianza.
a van." [DLIVEGoltbMárica,176].
(e) En la diacronía de los títulos indianos se perciben tanto tendencias
Carta del preso Manuel fljfintso López. Mérida, h. 17.90. L...1 El dador de ésta es panamericanas, como otras de carácter regional. Un proceso compar-
el mismo que LO] llevó a van. el par de medias esta mañana L...] los dos pesos que tido por todas las regiones parece revelarse en el abuso de honoríficos
L01 pedí a nm. luego concluya con las medias. Me halegraré, lindo, que ésta LOI
hace a van. gosando de robustísima salud L...I Dos otras ocasiones LO J he hecho a y en la elevación oficiosa del título, originado en el seno de las reales
van., el pedido del calsón LDLNEGo(tbMárica, 1801 audiencias desde finales del siglo XVI. Las disposiciones de los Austrias
proscribieron esa deriva aristocrática de la carrera de Indias, mientras
que los Borbones la legalizarán ya a finales de la Colonia.
6. Conclusión
Las tendencias regionales se manifiestan en la adaptación de hono-
La carrera de Indias impulsa un peculiar desarrollo del titulario en ríficos a la estructura socioadministrativa de cada virreinato. Los usos
el español colonial. Desde principios del siglo XVII, los honoríficos in- más innovadores del tratamiento indirecto se detectan en las regiones
dianos se alzaron en marcadores lingüísticos de la clase funcionaria) alejadas de los centros administrativos más involucrados en el diseño
dentro y fuera del ámbito administrativo. Desde el punto de vista so- del titulario indiano: Perú y México. La innovación se manifiesta, a la
ciolingüístico, el catálogo de destinatarios autorizados lo establece la vez, en la vertiente sociológica y lingüística. En la primera, las regiones
élite funcionarial, aunque la planificación de los cambios unas veces es más alejadas de estas dos cortes virreinales evidencian una mayor in-
oficial (convergencia con la preceptiva real dictada por la metrópoli) y determinación de la jerarquía oficial de honores, de modo que se incre-
otras oficiosa (convergencia con las ordenanzas regionales de las auto- menta de forma más acusada la tendencia a la elevación del título: los
ridades indianas). Los dos títulos de mayor desgaste social y lingüístico gobernadores reciben el título de señoría en Perú, y de excelencia en el
Caribe, en los últimos decenios del XVII. En lo atinente a las innovacio-
nes lingüísticas, el cambio más relevante del titularlo (su merced como
tratamiento alocutivo) también aparece estrechamente vinculado con
29 E n el siglo XVIII se ha advertido un significativo aumento de la duplicación críti- las regiones más alejadas de esos dos centros señeros de la Administra-
ca, correlacionado con la generalización del uso americano de ustedes (Company
2012, 281-284). Sáez Rivera (201.41)) analiza el fenómeno en el titulario de tres ción indiana. La diacronía de los honoríficos institucionales parece con-
tratados epistolares do los siglos XVI a XVIII (Peliger,1599; Páez, 1630 y Sobrino, firmar la división dialectal advertida durante la segunda koinización,
1720) y señala que, en el primer tercio del XVII, se aprecia cierta progresión de la entre áreas centrales, intermedias y marginales.
duplicación cfitica en los tratamientos alocutivos de señoría (V.,S)y merced (v.m.).
El tratamiento indirecto en el español colonial 257 258 M g Teresa García-Godoy

En la perspectiva gramatical, a finales de la Colonia, el tratamien- [Novísima Recopilación] "Título XII. Libro VI. De los tratamientos de palabra y por
to indirecto presenta todavía ciertos indicios de inestabilidad. Esta se escrito", en Novísima recopilación de las leyes de España, dividida. en doce libros",
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revela, especialmente, en una precaria confluencia paradigmática del [Práctica 1714] Ezpeleta, Gaspar de, Practica de secretarios qve contiene una concisa
titulario con los pronombres de tercera persona (él/ellos). La sintaxis de explicacion de las calidades de este empleo, distincion de las cartas misivas, Ma-
las construcciones su/vuestra + sustantivo abstracto y de los pronom- drid, en la imprenta de Francisco Antonio de Villadiego, 1714.
bres él ellos diverge en el tipo de concordancia. Todo parece indicar que [RCédula 16.2.9] Al tribunal de cuentas de la Real Audiencia de la Ciudad de los Reyes
la fase de gramaticalización concerniente a la formación del paradigma, (Perú) sobre abusos de tratamientos en el ceremonial de audiencia pública. San Lo-
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