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OS SOCIOS DE LA CONQUISTA

En Panamá se había concentrado un gran número de españoles, entre


ellos, Francisco Pizarro y Diego de Almagro. Listos para iniciar una
nueva exploración, se asociaron con el clérigo Hernando de Luque,
testaferro de Gaspar de Espinoza, importante banquero de Panamá,
quien sustento económicamente la nueva compañía conquistadora. Con
la autorización del gobernador de Panamá, Pedro Arias Dávila, Pizarro y
sus socios se lanzaron a la aventura y a buscar u botín que se repartieran
entre los inversionistas de la expedición. Pizarro dirigía la empresa,
Almagro tomaría a su cargo la formación de la tropa cuidando su
abastecimiento y Luque asumuría la dirección espiritual de los nuevos
territorios.

VIAJES HACIA EL TAHUANTINSUYO

EL PRIMER VIAJE (1525-1525)


Navegaron bordeando la costa y llegaron hasta lugares desconocidos
que bautizaron como Puerto Piñas y Puerto del Hambre. Más al sur,
encontraron un poblado donde fueron atacados por los naturales. Por ello
incendiaron el pueblo, al que llamaron a partir de ese momento Pueblo
Quemado.

EL SEGUNDO VIAJE (1526-1527)


Después de llegar a la altura del río San Juan, Almagro regresó a Panamá
y Pizarro continuó hacia el sur. Ante la queja de los soldados, que habían
acudido al nuevo gobernador Pedro de los Ríos, este envió al capitán Juan
Tafur con la orden de hacerlos regresar. Tafur los halló en la Isla del Gallo,
lugar del celebre episodio donde Pizarro preguntó a sus hombres si
querían “regresar a Panamá para ser pobres”, sin fama ni dinero, o “seguir
hacia el Perú para ser ricos”. Solo trece decidieron continuar y los demás
embarcaron de regreso a Panamá. Los trece y Pizarro esperaron medio
año la llegada de provisiones y hombres. Finalmente llego Bartolomé Ruiz
con provisiones y la orden del Gobernador de que todos regresaran. Antes
de cumplir con la orden, Pizarro y sus hombres navegaron las costa y
llegaron a Tumbes. Allí fueron recibidos por los naturales, quienes les
ofrecieron chicha, fruta, maíz y otras viandas. Era una forma habitual de
establecer relaciones de los pueblos andinos.
Sorprendidos con las construcciones y vestidos de indígenas, decidieron
regresar para pedir la autorización de conquistar las tierras halladas. Los
recién llegados a Panamá alardeaban de las maravillas vistas con sus
propios ojos. Sin embargo, Pizarro viajó a España para ser facultado por
el Rey Carlos I, llevando consigo tumbesinos cautivos, camélidos,
cerámicas y otros objetos. La Corona española firmó la Capitulación de
Toledo en 1529, documento que los autorizaba a llevar a cabo su
empresa.

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