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LAS 2300 TARDES Y MAÑANAS

El nuevo testamento nos dice en San Lucas 1:19 que Gabriel es el ángel que está
delante de Dios. Cualquier ser que le dé órdenes a Gabriel tiene que ocupar un
puesto muy elevado en la administración del universo. En Daniel 8:15,16 se
describe a este ser exaltado como Alguien que tiene “apariencia de hombre”
¿Quién podría ser este personaje sino el mismo que en Daniel 7:13 aparece como
“hijo de hombre”, esto es Jesucristo, a quien se da el nombre de Hijo del hombre
unas cuarenta veces en los evangelios?

De manera que Jesús, nuestro Salvador, desea ardientemente que comprendamos


la profecía de Daniel 8 y 9.

Y vale la pena que la entendamos porque se refiere al tiempo del fin (Daniel 8:17),
y tiene que ver con el asunto de mayor importancia de todos los siglos.

Capítulo 19 “el conflicto de los siglos”

Daniel 8:14 “Hasta 2300 tardes y mañanas; luego el santuario será purificado”

Daniel 9:24-27 “70 semanas están determinadas sobre tu pueblo […], habrá 7
semanas y 62 semanas […], por otra semana más confirmará confirmará el pacto
con muchos”

Apocalipsis 12:6 “para ser sustentada allí por 1260 días”

Vallamos al principio…

Después de que Adán y Eva cayeron en pecado se sentían avergonzados y estaban


incomodos por el hecho de estar cerca el uno del otro. Su estado de ánimo había
cambiado.

Querían vestirse. Las hojas de higuera tuvieron que servirles de ropa Génesis 3:7

En la tarde Dios vino a visitarlos. Se escondieron entre los arbustos. El señor les
pidió bondadosamente que le explicaran qué había pasado. Adán le echo la culpa a
Eva y ella a la serpiente.
Con mucho dolor Dios les dijo que alguna vez tendrían que morir, tal como se los
había advertido. Inmediatamente, les dijo, tendrían que abandonar ese hermoso
hogar que había sido el jardín.

Pero Dios los consoló. Les hizo túnicas para reemplazar las hojas de higuera que ya
se estaban secando… Génesis 3:21. En la muerte de los animales que tuvieron que
dar su piel para hacer esos abrigos, podemos ver un símbolo de la muerte de Jesús,
que tendría que morir un día para proporcionarnos a todos las túnicas de su
justicia o inocencia.

LA PRIMERA PROMESA DE SALVACIÓN: Dios hizo algo más que consolar a


nuestros primeros padres. Le dio a la serpiente una quemante reprensión que ubicó
todo lo ocurrido en una maravillosa nueva luz.

Génesis 3:15

Cuando el Señor pronunció estas palabras quería decir mucho más que meramente
preanunciar que de allí en adelante la gente y las serpientes se combatirían
mutuamente y que la gente ganaría al aplastarle la cabeza.

La promesa de Dios implicaba hostilidad entre la mujer y satanás, una hostilidad


que Dios fomentaría (San Lucas 12:49-53). También implicaba hostilidad entre
los descendientes de la mujer y los de la serpiente.

LINAJE = HIJO, HIJOS “es una de esas palabras que aunque está en
singular también puede desempeñar el papel de plural”

LINAJE: heb= zera (es plural en Gen. 22:17, pero singular en 4:25)

La referencia al hecho de que la serpiente tendría “linaje” significa que satanás


tendría “hijos”, gente que obraría y hablaría como él. (San Juan 8:44)

Pero la mujer también tendría hijos, y Dios prometió ayudar y animar a cada uno de
los que estuviera dispuesto a resistir a los hijos del maligno Santiago 4:7.
Jesús como el linaje especial de la mujer: Gén 3:15 Y pondré enemistad entre
ti y la mujer, Y entre tu simiente y su simiente. Él aplastará tu cabeza cuando tú
hieras su calcañar.

Es una sublime profecía de que algún día cierto Hijo, un determinado Hijo varón
vendría, y que aunque recibiría heridas terribles en la lucha vencería finalmente al
diablo.

La primera familia simboliza el gran conflicto: en esta trágica escena familiar


encontramos las escenas relativas al gran conflicto que estamos por analizar en
nuestro estudio.

La primera familia representa a toda la familia humana y especialmente a la familia


de la iglesia. La serpiente que habla revela la determinación de satanás de seducir
a la especie humana y si fuera posible destruirla.

El pecado de Eva y su esposo representa la facilidad con la cual los esposos y las
esposas pueden malograr su felicidad al elegir sus propios caminos en lugar de los
de Dios.

En la disputa que se produjo entre los dos jóvenes (CAIN Y ABEL) podemos ver un
preanuncio de la era de las persecuciones.

Para comprender mejor la profecía debemos darle un vistazo al santuario descrito


por la biblia.

EL SANTUARIO Y SUS DOS DEPARTAMENTOS

Éxodo 25:8. ¿Qué mando Dios a su pueblo que hicieran?

Hebreos 9:9 ¿Qué se ofrecía en ese santuario?

Éxodo 26:33 además del atrio ¿Cuántos ambientes tenía ese santuario?

Hebreos 9:2; Éxodo 40:26; Éxodo 30:1-6 ¿Qué había en el lugar santo?
Hebreos 9:3,4; Éxodo 40:20,21 ¿Qué contenía el lugar santísimo?

Éxodo 25:21 ¿con que nombre se conocía la cubierta del arca?

Éxodo 21:22 ¿Dónde se encontraría Dios con Israel?

Deuteronomio 10:4,5 ¿Qué había en el arca, bajo el propiciatorio?

Hebreos 9:6 Cuándo ministraba el sacerdote en el lugar santo?

Hebreos 9:7 ¿Quién entraba en el segundo departamento? ¿Cuándo y por qué?

EL SERVICIO DIARIO

Levítico 4:27-29 ¿Qué debían hacer los pecadores que deseaban perdón?
NOTA: de acuerdo con esto, si una persona pecaba en Israel, violaba uno de
los diez mandamientos que estaban en el arca bajo el propiciatorio. Estos
mandamientos eran el fundamento del gobierno de Dios. Violarlos es pecar, y
estar así condenado a morir (1 JUAN 3:4; ROMANOS 6:23). Pero había un
propiciatorio erigido por encima de estos santos y justos mandamientos. En la
dispensación de su misericordia Dios concede al pecador el privilegio de
confesar sus pecados, y traer un sustituto que satisfaga las demandas de la
ley, para obtener así el perdón.

Levítico 4:30 ¿Qué se hacía con la sangre de a ofrenda?

EL DÍA DE LA EXPIACIÓN

Levítico 16:29,30 Después de esta acumulación de los pecados del año ¿qué
servicio se realizaba anualmente el décimo día del mes séptimo?

Levítico 16:5, 7,8 ¿Cómo habría de ser purificado el santuario mismo, y cómo
habrían de deshacerse finalmente de los pecados del pueblo?

Azazel: Heb= víctima propiciatoria. Se le usa como un nombre propio, se


refiere a satanás.
Levítico 16:15 ¿Qué se hacía con la sangre del macho cabrío que tocaba en suerte
a Jehová?

Levítico 16:16 ¿Por qué se necesitaba hacer esta expiación?

Los pecados eran transferidos al santuario durante el año mediante la sangre


y la carne de las ofrendas por el pecado hechas diariamente a la puerta del
tabernáculo. Allí permanecían hasta el día de la expiación, cuando el sumo
sacerdote entraba en el lugar santísimo con la sangre del macho cabrío que
tocaba en suerte a Jehová; y, llevando los pecados acumulados del año y
presentándose ante el propiciatorio, allí, en forma simbólica, los expiaba, y
así purificaba el santuario.

Levítico 16:20,21 Después de haber hecho expiación por el pueblo en el lugar


santísimo, ¿Qué hacía el sumo sacerdote enseguida?

La ofrenda del macho cabrío del Señor purificaba el santuario. Por esta
ofrenda, se expiaba, en forma simbólica, los pecados del pueblo transferidos
allí durante el año; pero no eran finamente eliminados o destruidos por esta
ofrenda. La víctima propiciatoria, que representaba a Satanás, el gran
tentador y originador del pecado, era llevada al santuario, y sobre su cabeza
se colocaban estos pecados por los cuales ya se había hecho expiación. Al
enviar el macho cabrío al deserto se alejaban del santuario los pecados para
siempre.

UNA FIGURA DEL SANTUARIO CELESTIAL

Hebreos 9:9 ¿Qué era el santuario terrenal y su serie de oficios religiosos?

Hebreos 8:2 ¿de qué santuario, o tabernáculo, es Cristo el ministro?

Hebreos 9:12; Efesios 5:2 ¿Qué simbolizaba los sacrificios de la antigua


dispensación?
A través de los sacrificios y ofrendas que llevaba al altar del santuario
terrenal, el creyente arrepentido había de asirse, por la fe, de los méritos
de Cristo, el salvador venidero.

San Mateo 27:50,51 En ocasión de la muerte de Cristo, ¿Qué milagro indicó que
los servicios sacerdotales del santuario terrenal había terminado?

Hebreos 8:5 ¿Qué relación existe entre el santuario celestial y e terrenal?

Hebreos 9:23 ¿por qué comparación se indica que el santuario sería purificado?

DANIEL 8:14 es el versículo considerado cumbre y centro de todo el libro.

En respuesta a la angustiosa pegunta acerca de por cuánto tiempo sería pisoteado


el ministerio sacerdotal, el ángel Gabriel replicó: Daniel 8:14

El ángel respondió con la pregunta Daniel 8:14

Daniel 8:26,27 Daniel se enferma por la tensión de la visión.

Ahora vamos a Daniel 9… cuando lea Daniel 9 notará que el capítulo se divide
naturalmente en tres secciones: 1. La referencia al diario de Daniel y a su estudio
de los escritos de Jeremías, 2. Su sentida oración, y 3. Las predicciones más
abarcantes de Gabriel para explicar Daniel 8:14

Daniel 9:2,3 Cuando estamos en dificultades debemos aprender a esperar el


tiempo perfecto de Dios.

Daniel investigó en los escritos de los profetas

Daniel 9:14-20 Daniel ora a Dios para que le explique lo que vio

¿Qué significa 2300 tardes y mañanas?

El ángel le responde…

Daniel 9:21, 22,23

Ezequiel 4:6; Números 14:34 Día por año


Daniel 9:24 70 semanas =490 años

“están determinadas”

70 semanas
490 años

¿Qué sucedió en esos 490 años?

Las 70 semanas están fraccionadas: tenemos que tomar nota de que en los
versículos 25 al 27 Gabriel divide las 70 semanas en 3 segmentos desiguales de:

7 semanas = 49 años

62 semanas = 434 años

1 semana = 7 años

Subdivide además la última semana en mitades (de 3 ½ años cada una)

Un diagrama nos puede ayudar a comprender


70 SEMANAS
1 semana

7 semanas 62 semanas ½ ½

EL COMIENZO DE LAS 70 SEMANAS: El versículo 25 dice: “Has de saber y


entender que desde la salida de la orden para restaurar y reconstruir a
Jerusalén hasta el Mesías Príncipe, habrá siete semanas”

Daniel tiene que haberse sentido animado al enterarse de que realmente se


promulgaría alguna vez un decreto que autorizara la restauración de Jerusalén.
Vamos a examinar 3 decretos:

1. Ciro el grande (538-537 AC) autoriza la reubicación de los cautivos judíos en


su tierra, y los facultaba para construir “una casa en Jerusalén” en honor de
su Dios (ESDRAS 1:2-4). En este decreto Ciro devolvió los utensilios
sagrados que Nabucodonosor había llevado a Babilonia (había 5400 de estos
utensilios según Esdras 1:7-11).
2. Darío I Histaspes (519-520 AC), (no confundir con Darío el Medo), poco
después que Darío comenzara a reinar, recibió una carta en la que se le
solicitaba que confirmara el decreto original promulgado por Ciro (ESDRAS
6:1-5) y con profunda satisfacción emitió la confirmación solicitada
(ESDRAS 6:6-12)
3. Artajerjes I Longimano (mano larga) (457 AC): desde el punto de vista de la
importancia, este tercer decreto (ESDRAS 7:11-26) era superior a los dos
primeros, porque encargaba a Esdras el nombramiento de magistrados y
jueces con plena autoridad política y religiosa para tratar casos bajo las
leyes judaicas y persas, y para imponer la pena capital (ESDRAS 7:25,26)

Fue el tercer decreto el que Gabriel tenía en mente cuando se refirió a “la
orden de volver a construir Jerusalén”

Ya tenemos la fecha del comienzo de las 70 semanas: el otoño del año 457 AC
Teniendo ya firme esta ancla, es sencillo calcular cada una de las otras
fechas en nuestro diagrama. 7 semanas (49 años) de 457 AC, nos llevan al
408 AC. 70 semanas (490 años) desde el otoño del año 457 AC nos llevan al
año 34 DC. Si contamos una semana (7 años) desde el 34 hacia atrás,
llegamos al año 27 DC. Si contamos, a partir de allí y hacia adelante 3 ½ años,
llegamos al año 31 DC
70 SEMANAS
1 semana

7 semanas 62 semanas ½ ½
457 408 AC DC 27 31 34

Debemos entender más el propósito de las 70 semanas y los acontecimientos que


tenían que ocurrir en las diferentes fechas.

Daniel deseaba una respuesta espiritual a su oración, y la que recibió superó todas
sus expectativas. Pidió perdón por los pecados de los judíos, que habían provocado
la destrucción del templo de Salomón. Dios le prometió el perdón y la remoción de
todos los pecados de su pueblo. Oró por la restauración del templo judío. El señor
le señaló el ungimiento del santuario celestial que Cristo llevaría a cabo en relación
con su expiación.

Recordemos que la promesa de Daniel 9:24 es para nosotros hoy.

En Cristo podemos morir al pecado y disfrutar ahora mismo de la justicia eterna.

Cristo da muerte al egoísmo y nos proporciona vidas totalmente nuevas.


ROMANOS 6:3,4

¿Se siente usted “raptado” por algún hábito malsano e inmoral? Jesús pago su
rescate en el calvario 1 TIMOTEO 2:6

¿Tiene dificultades en su matrimonio? Cristo lo puede salvar.

En Cristo no necesitamos andar buscando nuevos conyugues. Él nos puede


transformar en conyugues renovados. 2 CORINTIOS 5:17
EN EL VERSICULO 24 DETERMINA LOS PROPOSITOS DE DIOS PARA LAS
70 SEMANAS

Estudiemos ahora los versículos 25 AL 27 (DANIEL 9:25-27) que bosquejan los


acontecimientos de las 70 semanas.

¿Qué paso en ese tiempo con el pueblo Judío?

Al venir al mundo, Jesús, el Mesías, honro la solemne promesa del cielo a pesar de
todas las circunstancias adversas.

No importa que combinación de burlas, amenazas, torturas, miedo y muerte - de


luchas exteriores y temores internos – se levantara contra Él, Cristo obró de tal
manera que su alianza prevaleció. Consiguió que su promesa triunfara sobre todo.

En Daniel 9:27 se nos dice que el Mesías cumpliría su promesa, a todo costo,
“durante una semana”. Esta semana es la última de las 70 reservadas en un
sentido especial de los judíos. Tenía que venir después de las 69 semanas. “y
durante la mitad de la semana” Jesús haría cesar los sacrificios –es decir,
cuando todavía faltaran 3 ½ para que se completara la semana, Jesús iba a ser
entregado a la muerte -y a pesar de eso seguiría cumpliendo la promesa. La
profecía implica su resurrección. Pone de manifiesto su intención de seguir
cumpliendo su promesa a los judíos aun después de que estos lo crucificaran.

El relato de las escrituras nos demuestra que efectivamente eso fue lo que hizo.

Pocas horas antes de su muerte una turba desatada había clamado airadamente:
“¡su sangre sea sobre nosotros y sobre nuestros hijos!”(S. Mateo 27:25).

6 semanas después de la crucifixión, en el día de pentecostés, San pedro al citar la


promesa de Dios, ofreció perdón a ese mismo pueblo y a esos mismos hijos (Hechos
2:37-39,41; 3:25,26)

Sin duda alguna Jesús concertó o ratificó una alianza cuando vivió aquí en la tierra.
En la última cena elevó un cáliz con vino (jugo de uva sin fermentar) y dijo a sus
discípulos: “porque esta es mi sangre de la alianza, que va a ser derramada por
muchos para remisión de los pecados” (San Mateo 26:28). Su uso de la palabra
“alianza” y de la frase “por muchos” nos demuestra que en la última cena estaba
pensando en Daniel 9:27 “concertara con muchos una firme alianza durante una
semana”. La referencia a su sangre significa que la alianza sería efectiva
solamente al sacrificarse en la cruz.1 Sin efusión de sangre no hay remisión de
pecados Hebreos 9:22

La alianza que Jesús ratificó en la última cena fue, por cierto, la gloriosa “nueva
alianza” (Ezequiel 36:25-28; Jeremías 31:31-34; Hebreos 8:10,11). Ofrece: 1)
perdón de todo pecado 2) parte entre el pueblo escogido de Dios 3) poder Divino
para vivir una vida transformada en armonía con sus leyes de amor.

Tan convincente era este inmenso amor, tan atrayente era la invitación de un Dios
que cumplió su promesa a pesar del rechazamiento y la crucifixión que se multiplicó
considerablemente el número de los discípulos (Hechos 6:7).

EL NUEVO ISRAEL DE DIOS

En los primeros días de la historia de Israel Dios los eligió para que fueran su
pueblo especial, cuya principal responsabilidad consistiría en revelar a los demás
habitantes del mundo su amable generosidad.

Las palabras de Gabriel en Daniel 9:24 “setenta semanas están fijadas [amputas
o cortadas] sobre tu pueblo”, implica que Dios, que prevé toda actividad humana,
sabía de antemano, y con pesar, que al final de las setenta semanas tendría que
depender de otro pueblo.

1
Cuando una persona acaudalada promete mencionar a un amigo en su “testamento”, éste se siente seguro de que puede contar
con que va a heredar algo. Pero solo después de que esa persona fallece. Gálatas 3:15-18 y Hebreos 9:15-17 comparan la nueva
alianza con un testamento. La nueva alianza tenía validez desde el momento en que Dios la dio, porque Él no puede mentir (Hebreos
6:18) y porque Jesús estaba decidido a morir por nosotros sin importarle el costo. Pero la naturaleza del pecado es tal que Dios
jamás podría habernos dado perdón sin la muerte de Jesús. La eficacia de la nueva alianza requería la muerte de Cristo.
Al dirigirse a una gran multitud en los atrios del templo el jueves de tarde previo a
su muerte, Jesús señaló que el momento para que se produjera ese cambio estaba
ya muy cerca. Dijo a los judíos: San Mateo 23:38

“desierta”- o desolada- es una de las palabras claves de Daniel 9:24-27.

Jesús sabía que en el año 70 DC, unos cuarenta años después, el general romano
Tito, hijo del emperador Vespasiano, derribaría violentamente los muros de
Jerusalén.

Los soldados de Tito2 - “el pueblo de un príncipe que vendrá” (Daniel 9:26)-
incendiaría el templo. Los idolatras soldados Romanos –“la abominación de la
desolación, anunciada por el profeta Daniel” (Mateo 24:15)- destruirán toda la
ciudad y la dejarían deshabitada y desolada. Pero aquel domingo de tarde, cuando
culminada su entrada triunfal, cerca de 40 años antes de que los ejércitos romanos
destruyeran la ciudad, Jesús anunció al pueblo judío que su templo ya estaba
desolado.

Un templo es un símbolo de la presencia de Dios. O el Señor está presente en un


templo, en un profundo sentido espiritual, o en caso contrario ese templo es sólo un
cascarón vacío.

Cristo dejó el cielo para darle a ese templo el privilegio incomparable de su


presencia física. Desgraciadamente, en se nos dice: “vino a su casa y los suyos no le
recibieron”

Durante su entrada triunfal a Jerusalén sólo un par de días antes de que anunciara
que el templo estaba desolado ¿no le habían obsequiado los judíos palmas
diciéndole: “bendito el rey que viene en nombre del Señor”? (Lucas 19:38)

2
Josefo, el historiador judío, que estuvo presente durante el sitio de Jerusalén, insiste en que después de celebrar un concilio con
sus generales, Tito decidió salvar el templo como un invalorable ornamento del Imperio Romano. La versión de Josefo, a la que no se
han opuesto ningún historiador moderno, dice en parte que a pesar de la decisión de Tito, durante la excitación del ataque, uno de
los soldados, sin esperar orden ninguna, sin tener escrúpulos ante una empresa de esa índole… tomó un tizón encendido… y,
sostenido en alto por uno de sus camaradas, arrojó el tizón a través de una ventana dorada… la llama prendió; los judíos, lanzando
gritos de dolor, corrieron todos a apagarlo, sin preocuparse de su propia vida… viendo consumirse el monumento que hasta
entonces había sido objeto de toda su vigilancia. (las guerras de los judíos, libro VI, IV, 5, traducción del Dr. Luis Farré, acrvo cultiural,
editores, buenos aires 1961).
Demasiado cierto. Pero el viernes de mañana, pocos días después, muchos
miembros de esa misma multitud clamarían: ¡crucifícale!

La explicación es que los Judíos querían realmente que Jesús fuera su rey, pero a
la manera de ellos. Querían que los condujera para derrotar a los romanos y hacer
de Jerusalén, no Roma, la capital del mundo. No querían un rey capaz de decirle a
Pilato en la noche cuando lo juzgaron: “mi reino no es de este mundo” (Juan
18:36).

Los judíos querían bienestares inmediatos y en este mundo solamente, no tenían


anhelos eternos como quería Jesús que los tuvieran. Querían un salvador que los
librara de roma y no necesariamente de sus pecados.

Ejemplo: Nicodemo (Juan 3:1-5) “debes nacer de lo alto/del Espíritu”

Joven rico (Mateo 19:16-22) no le dijo ayúdame a restablecer el reino


Israelita. Le dijo en cambio, que guardara los mandamientos, se deshiciera de sus
posesiones y lo siguiera.

Muchos judíos reclamaban el cumplimiento de las promesas acerca del reino, sin
preocuparse de los requisitos que debían llenar para pertenecer a él. Se olvidaron
de que en Daniel 7 Dios promete el reino únicamente a los santos, se olvidaron de
lo que dice Salmo 15:1-4.

Oprimidos por los romanos, los judíos deseaban disponer de poder para vencerlos.
No manifestaron interés cuando Cristo les ofreció poder para vencerse a sí
mismos.

Después de su entrada triunfal y de pie en medio del templo Jesús advirtió a los
judíos de que por causa de que no habían querido que Dios les ayudara a vivir su
clase de vida, pronto el reino sería entregado a otros. (Leamos Mateo 21:33-43).

La nueva nación estaría constituida por la hermandad de los verdaderos cristianos


procedentes de todas las razas.
En Daniel 9:24-27 no menciona ningún acontecimiento definido. No dice que acto
particular, o que transacción, señala el fin del periodo profético que, por espacio
de 490 años, le había recaído como privilegio a la nación judía.

Sabemos, que pocos años después de la crucifixión los dirigentes judíos


confirmaron su rebelión contra Dios produciendo el primer mártir. El sanedrín, el
tribunal más elevado de la nación judía, oficialmente ordenó el apedreamiento de
San Esteban.

Al dar muerte a Cristo los dirigentes judíos habían convencido a los romanos que
cometieran ese asesinato en su lugar. Al dar muerte a San Esteban lanzaron las
piedras con sus propias manos.

Miremos ahora Romanos 9:25 que hace referencia a la profecía de Oseas 2:23.

La viña estaba ahora a cargo de nuevos labradores.

Pero los nuevos labradores no eran exclusivamente gentiles. Los fundadores de la


nueva comunidad, Cristo y sus apóstoles, eran todos judíos, y sus miembros eran
una mezcla de gentiles y judíos. Nunca lo olvidemos.

Miremos estos textos que dejo pablo: (Romanos 2:28,29; Romanos 9:8; Romanos
10:12,13)

EL JUICIO YA COMENZÓ

La fecha final de los 2.300 días: por más fascinante y significativas que sean las
70 semanas cuando se las estudia separadamente, debemos recordar de nuevo que
Gabriel las menciona como una manera de arrojar luz sobre los 2.300 días de
Daniel 8:14.

“Hasta 2.300 tardes y mañanas” [es decir, 2.300 días]-dijo el ángel en Daniel
8:14 -; después será revindicado [purificado] el santuario”.

“explícale a este la visión” fue la orden que se le dio a Gabriel, y que él trató de
cumplir inmediatamente. Pero después de explicar el significado de las bestias y
los cuernos, que también formaban parte de la visión, tuvo que suspender su
discurso porque Daniel se desmayó, y los 2.300 días quedaron sin explicar.

Alrededor de 13 años más tarde Gabriel volvió a entrevistarse con Daniel y lo


invito a entender la “visión”. Inmediatamente hablo de tiempo (Daniel 9:24).

Hemos visto que el exacto cumplimento de la profecía de Gabriel con respecto a


las 70 semanas y su relación con la primera venida de Cristo contribuye a que
entendamos los 2.300 días.

Los 490 años terminaron en el año 34 DC. Cuando cortamos 490 años de 2.300,
nos quedan 1.810 años después del año 34 DC. Quiere decir que los 2.300 años
terminaron en 1844.

1- La orden de Artajerjes, rey de Persia, para restaurar y reedificar


Jerusalén, fue dada en 457 A C. Daniel 9:25; Esdras 6:1, 6-12.
2- La reconstrucción y restauración de Jerusalén se terminó al fin de los
primeros 49 años de la profecía de Daniel. Daniel 9:25.
3- Jesús fue ungido del Espíritu Santo en ocasión de su bautismo. Mateo
3:16; Hechos 10:38. De 457 AC. hasta el Ungido hubo 483 años.
4- El Mesías Príncipe fue cortado a la mitad de la semana, cuando fue
crucificado, en el año 31 de nuestra era. Daniel 9:27; Mateo 27:50, 51.
5- Desde la muerte de Esteban, el Evangelio fue a los gentiles. Daniel
9:24; Hechos 7:54-56; 8:1. De 457 al tiempo de los gentiles: 490 años.
6- Al fin de los 2.300 años, en 1844, se inicia la purificación del santuario
celestial, o sea la hora del juicio. Daniel 8:14; Apocalipsis 14:7.
7- El triple mensaje de (Apocalipsis 14:6-12) es proclamado a todo el mundo
antes de la segunda venida de Cristo a esta tierra.

¿QUÉ OCURRIÓ EN 1844?

Los 2300 días-años van del año 457AC a 1844 DC El ángel dijo, en efecto, que en
1844 el santuario celestial donde Jesús oficia como fiel sumo sacerdote nuestro,
seria purificado (HEBREOS 8:1,2)

Las palabras “después será purificado el santuario” estudiadas cuidadosamente


revelan a lo menos cuatro acontecimientos relacionados entre sí:

1. La restauración del tamid de cristo, es a saber, su ministerio sumo


sacerdotal, después de un largo periodo durante el cual fue “pisoteado”.
2. La purificación final del santuario –y de la gente que adora en él- , de todo
pecado.
3. En relación con esta purificación un juicio.
4. Después de esta purificación y este juicio, suenan las trompetas del jubileo,
la piedra sobrenatural destruye las naciones, y los santos heredan el reino de
Cristo.
1. LA RESTAURACIÓN DEL TAMID DE CRISTO
El ministerio sumo-sacerdotal de cristo fue oscurecido durante la edad media
por ministros que descuidaron la predicación del evangelio y le impusieron la
confesión y la penitencia a la gente, amenazando con la excomunión e incluso
con la pena capital a todos los que no se sometieran a sus disposiciones. El
redescubrimiento de la verdad acerca de sacerdocio celestial de Cristo
comenzó en torno del año 1517, cuando Martin Lutero volvió a encontrar la
enseñanza bíblica de que la salvación es un don de Dios del cual podemos
disfrutar por la fe en Jesús (Efesios 2:8,9; Romanos 6:23).
Todos los cristianos creemos en el Cristo de la historia, que murió en la cruz.
Muchos cristianos creen en el Cristo del futuro, que vendrá en las nubes.
Pero muchísimos cristianos no saben gran cosa del Cristo de la actualidad,
que lleva a cabo una obra especial que comenzó en 1844.
2. EL SANTUARIO Y EL DÍA DEL JUICIO
En Daniel 7:9-14 se nos presenta la fase inicial del juicio final. La obra
especial que Jesús está haciendo por nosotros actualmente implica su
participación en esta primera fase del juicio, además de sus actividades
normales como nuestro sumo sacerdote.
En la visión de Daniel 7 el anciano toma asiento y “he aquí que en las nubes
del cielo venía como un hijo de hombre” que se acerca a Él.
 El Anciano Dios el padre
 El hijo del Hombre Jesús

En Daniel 7:13 la venida de Cristo “en las nubes del cielo” no es lo que los
cristianos denominamos su segunda venida. En esa ocasión Cristo vendrá en
nubes (1 tesalonicenses 4:17) a la tierra para rescatar a los santos. En
Daniel 7 aparece ante el Anciano para confeccionar la lista de los redimidos
antes de venir a rescatarlos.

El juicio de Daniel 7 es el mismo acontecimiento que bajo el concepto de


purificación/reivindicación aparece en Daniel 8:14. Esta
purificación/reivindicación/ juicio, precede a la segunda venida.

En Apocalipsis 14:6,7 San Juan dice: “ha llegado la hora de su juicio”.


Puesto que el evangelio se predica después del comienzo de la hora del juicio,
éste debe comenzar antes de que termine la obra de la predicación del
evangelio. Empieza, entonces, antes de la segunda venida.

3. LAS CUATRO FASES DEL JUICIO FINAL.


Para evitar confusiones debemos entender que las escrituras se refieren de
diversas maneras al juicio final. A veces parece que aluden a un solo acto
Divino.
Eclesiastés 12:14 “Pues Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con
toda cosa oculta, sea buena o sea mala.”
Hechos 17:31 “por cuanto ha establecido un día en el cual juzgará al
mundo con justicia”
Romanos 14:10 “Tú, pues ¿por qué juzgas a tu hermano? O tú
también, ¿por qué menosprecias a tu hermano?, porque todos
compareceremos ante el tribunal de Cristo”

Pero además de referirse al juicio final en términos generales como éstos,


las escrituras definen a lo menos cuatro fases del juicio final: una antes,
otra durante y dos después de la segunda venida.
1. El juicio antes de la segunda venida: El Hijo del Hombre comparece ante el
anciano (Daniel 7:9-15,26,27), purifica el santuario (Daniel 8:14), y
examina los libros (Daniel 7:10) para averiguar quién está en condiciones
de que su nombre se conserve en el libro de la vida.
2. El juicio en ocasión de la segunda venida: El hijo del Hombre, sentado en el
trono de su gloria, separa a las ovejas de los cabritos (San Mateo 25:31-
46)
3. Juicio después de la segunda venida:
I. Durante los mil años los santos ocupan sus tronos, y se les confía el
juicio para examinar los registros de las acciones del mundo y de los
ángeles caídos (Apocalipsis 20:4; 1 Corintios 6:2,3)
II. Al final de los mil años se pronuncia la sentencia y se ejecuta el
juicio contra los impíos. Ellos, junto con la muerte misma, son
arrojados en el lago de fuego (Apocalipsis 20:12-15)

DIA DEL JUBILEO/EXPIACION

La purificación simbólica del santuario del antiguo testamento (levítico 16,23) se


produjo en el día simbólico de la expiación, que es a la vez un día simbólico de
juicio. Nos damos cuenta que el actual día del juicio (desde 1844) es también un
día de expiación.
El principal propósito de Dios en esta primera fase del juicio final no es condenar
sino exonerar. Al “purificar el santuario” Dios trata de eliminar tan
completamente el pecado que incluso sean borrados los registros de los pecados
confesados. El pecado produce separación (Isaías 59:2). La eliminación del pecado
produce reconciliación, y así la expiación llega a ser una realidad. La eliminación del
último recuerdo del pecado (Jeremías 31:34), contribuye a que la reconciliación
sea absoluta y permanente.

Dios examina los libros no para poner en evidencia a la gente que ha fallado, sino
para que se sepa quiénes son los que permanecieron fieles.

Las únicas personas cuyas vidas eran examinadas en el antiguo día de la expiación
eran los israelitas, el pueblo especial de Dios.

De la misma manera hoy Dios busca a sus fieles entre los “verdaderos judíos” que
se han unido al verdadero Israel a lo largo de los siglos. Jesucristo es la luz
verdadera que ilumina todo hombre que viene a este mundo (Juan 1:9). La gente
que está siendo examinada en esta fase del juicio, investigadora y previa al
advenimiento, es la que, de una manera u otra, en algún momento u otro, han
respondido favorablemente a esta luz. (Hechos 4:12).

LA EXPIACIÓN ABARCA MÁS QUE LA CRUZ

Quizás estemos acostumbrados a pensar que la expiación incluye solo la cruz y no


el juicio previo al advenimiento también.

La cruz fue realmente suprema, un acto especial de expiación llevado a cabo en


nuestro favor. Nuestro Dios lleno de gracia amante, amante, tierno y santo, sufrió
el horrible castigo que merece el traidor, el ladrón y el esclavo.

No es solo la cruz, pues a fin de que la sangre derramada de los sacrificios pudiera
expiar realmente, tenía que ser aplicada a un altar en el santuario por medio de un
sacerdote. Y antes que la expiación pudiera definitiva y final, la sangre tenía que
ser aplicada de nuevo por medio de un sacerdote en el lugar santísimo.3

Quiere decir que la expiación es algo más que la cruz.

Jesús, nuestro sacrificio, murió una vez por nosotros; pero pensemos en cuanto
tiempo ha sufrido por nosotros. Cada vez que el antiguo pueblo de Israel fue
afligido, también Él lo fue (Isaías 63:9; Isaías 53:4).

Jesús murió por nosotros, pero fue resucitado para nuestra justificación (Romanos
4:25). Y esta siempre vivo para interceder por nosotros (Hebreos 7:25).

La expiación es todo el plan de Dios para hacer frente a nuestras necesidades y


reconciliarnos consigo mismo.

¿Está usted acostumbrado a pensar que ya está limpio de todos sus pecados
delante del señor en vista a la promesa divina que encontramos en 1 San Juan
1:9?

En verdad, cuando confesamos nuestros pecados, somos perdonados, tal como el


judío del antiguo testamento era perdonado tan pronto como la sangra del animal
era aplicada al altar (Levítico 4:35). En 1 Juan Dios nos asegura que si
reconocemos [confesamos] nuestros pecados, fiel y justo es Él para perdonarlos
los pecados y purificarnos de toda injusticia.

Pero es inconcebible, por otra parte, que Dios salve a gente que piensa en Él solo
una hora por semana en la iglesia, pero que no quiere vivir la vida cristiana el resto
de la semana ¿Qué clase de vecinos serían esas personas en el nuevo reino?

Miremos algunos textos importantes: San Mateo 24:13; Hebreos 3:14; Romanos
11:20-22.

3
No se necesita que el pecado sea perdonado dos veces (véase hebreos 10). La segunda aplicación de la sangre, hecha en el día de la
expiación, representaba la eliminación de los registros de los pecados perdonados y también el hecho de que el pecador arrepentido
había decidido conservar su relación de fe con Dios y todavía quería mantenerse en comunión con Él.
Para que seamos declarados limpios al final, debemos seguir morando en Él hasta el
fin. (Véase San Juan 15:1-5)

Cuando reconocemos nuestra pecaminosidad y acudimos a Dios “así como estamos”,


somos 1) perdonados inmediatamente 2) aceptados como miembros de la familia
del cielo, el verdadero Israel de Dios y 3) poder que nos ayuda a cambiar: a
obedecer sus mandamientos y a desarrollar modales bondadosos, y un carácter
recto. (Jeremías 31:33).

PERDONABLE, PERDONADO, PERDONANDO

Mateo 6:14,15 1Juan 1:9

Dios quiere ayudarnos a ser perdonadores. En realidad promete darnos su espíritu


de amor. A nosotros nos corresponde pedir y creer. Y buscar también. Somos
transformados por la contemplación (2Corintios 3:18).

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