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AUTOBIOGRAFÍA

CRITERIOS PARA SU CONSTRUCCIÓN

No podemos liberarnos de un pasado que —con todos sus errores— sigue


vivo en conceptos heredados, en las formas de concebir los problemas, en
los programas de la enseñanza formal, en la vida diaria, en el lenguaje y
en las instituciones. No existe ninguna generatio spontanea 1 de los
conceptos, sino que están —valga la expresión— determinados por sus
antepasados. Lo pasado es mucho más peligroso —o, mejor dicho, sólo es
peligroso— cuando nuestros enlaces con él se mantienen inconscientes y
desconocidos. (...) Fleck, Ludwink (1998, pp. 67)

Propósitos

• Aproximar al maestro a otras propuestas pedagógicas.


• Proponer espacios de interacción, que permitan reconocer y reflexionar
sobre las concepciones, percepciones o experiencias que fundamenta las
estrategias didácticas que se implementan en el aula de clase.

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“La teoría de la generación espontánea (también llamada "autogénesis") fue una de las brillantes teorías de Aristóteles
que sostiene que las cosas se originan simplemente de la nada y sin ninguna explicación aparente, es decir de forma
espontánea o mágica, mediante poderes filosóficos”. Fuente- Enciclopedia Wikia, 2012
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nuestro ejercicio pedagógico constantemente nos


formulamos preguntas sobre cómo orientar nuestras acciones en el aula de clase:
¿Cómo lograr que mis estudiantes aprendan más y mejor?¿Cómo puedo hacer mi
clase más divertida? ¿Por qué será que Rosa no logra entender lo que le explico?
¿En dónde encuentro solución a esta pregunta sobre el aprendizaje de mis
estudiantes? Es así como llevamos a nuestras aulas opciones diferentes, propuestas
que creemos pueden ayudar a solucionar esas dificultades. En fin, todos sabemos
que son múltiples las preguntas que nos rondan. Son también diversas las acciones
que ejecutamos intentando resolverlas; sin embargo, muchas de esas acciones no
logran llegar a nuestras aulas, no trascienden el espacio de nuestros deseos, o son
desechadas sin reconocer su validez y terminamos repitiendo lo mismo de
siempre, sabiendo que lo que hacemos no dará resultados diferentes y nuestras
preguntas se quedarán sin respuestas.

¿Por qué será que se frustran las acciones que emprendemos?

Pues bien, la posibilidad de trascender, de identificar el porqué, solo puede


lograrse si nuestras acciones están mediadas por un ejercicio riguroso de
observación de nuestro quehacer y por una constante autorreflexión sobre él. El
mero hecho de preguntarnos o realizar una actividad no nos conduce a alternativas
más apropiadas.
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¿Cómo lograr que nuestras preguntas y acciones desencadenen mejores


dinámicas de interacción en el aula?

Se requiere como primera medida poner en escena esas preguntas y acciones, son
nuestra materia prima para planear cómo lograr los cambios necesarios. Luego
viene la reconstrucción de las acciones y, acto seguido, la revisión rigurosa de ellas.
¿Y qué implica esto? Desandar los caminos, encontrar las razones que nos
estimulan a actuar de determinada manera, desaprender: necesitamos convertirnos
en estudiosos de nuestro propio ejercicio docente.

En este camino, que sin lugar a dudas no es fácil, las incertidumbres nos invaden,
nos aferrarnos a nuestras creencias, ellas nos habitan, nos dan seguridad actúan
por nosotros y frenan nuestros ímpetus de cambio, pues se imponen y nos marcan
la pauta. La invitación es, entonces, a develar nuestras creencias, a descubrir a esas
que, en últimas, nos permitirán saber el porqué de que no logremos dar esos
pasos, o saltos, que anhelamos, reconocerlas es importante en el sentido de que nos
permite saber por qué no logramos cambios significativos en nuestra ejercicio
pedagógico.

Caminemos a su encuentro que es nuestro encuentro… Construyamos nuestra


autobiografía, reconozcámonos, experimentémonos, sintámonos, habitémonos
plenamente. Vemos en la siguiente gráfica cómo será el camino que recorreremos:
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Escritura formativa: “Autobiografía”

La autobiografía es un documento que, elaborado al inicio del programa formativo, reconstruye


la historia personal a través de la identificación de sucesos, etapas, aspectos éticos, sociales,
existenciales y vocacionales asociados a la práctica como educador o educadora. ”Es una
actividad retrospectiva sobre nuestras vidas, en donde intervienen factores objetivos y subjetivos
y, además, sobre la percepción que de nosotros tienen quienes nos rodean. Es un encuentro real y
sincero con nosotros mismos y con los otros. Es un pretexto para: la comunicación verdadera, el
intercambio en real encuentro humano, encontrar- (me) conmigo mismo, encontrar- (te) contigo
mismo. Posibilidad de darnos la palabra, la voz, a nosotros, los siempre silenciados. Es una
manera de decir “AQUÍ ESTOY, TAL CUAL SOY”. Es la oportunidad de descubrir la
posibilidad siempre presente de volver a nacer.Es vida que se ofrece.”

Misión cultural (2005, p.p. 19-22 )

¿Cómo construir nuestra autobiografía? ¿Por dónde comenzar la búsqueda de


nosotros mismos? La construcción de esta memoria personal tiene cuatro
intersecciones, las cuales nos servirán de referente:

a) Evocando el pasado para construir el presente.


b) Narrar-me escribir- me ¿Cómo llegué a dónde estoy?
c) De estudiante a maestro: Foro de saberes
d) ¿A dónde voy? Mis sueños…

La vida con sus múltiples dificultades e inconvenientes, la escuela con todos los
asuntos que exige que atendamos: los documentos por elaborar, los problemas por
resolver — disciplinarios, académicos, familiares, de salud, sociales, políticos,
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económicos — hacen que nos vayamos perdiendo en esa cotidianidad y olvidemos


las razones por las cuales decidimos ser maestros y maestras. Esto nos lleva a
perder nuestra vitalidad, nuestra fuerza, nuestras ganas y en un momento estamos
ahí parados al borde del camino, sin sueños ni esperanzas, diciendo “¡Horror! Yo no
quería esto, ¡Que terrible!

La autobiografía nos va a permitir reencontrarnos con nosotros mismos, tomar la


palabra, ponernos en escena, comprendernos — por qué actuamos así, por qué
estos caminos y no otros —, transformarnos si así lo decidimos. La escritura
reflexiva nos fortalece en la medida en que nos permite mirarnos afuera, expuestos
ante nosotros mismos, mirándonos y reconociéndonos como el ser que somos: ¡Así
soy! Escribir sobre nuestra vida, nuestras experiencias, nuestros dolores y temores
pero también nuestros logros y alegrías, nos posibilita reconstruirnos para
conocernos y comprendernos mejor, para redescubrirnos y transformarnos a partir
de lo que hemos sido; para redefinirnos y ubicarnos nuevamente en el camino de
ser nosotros mismos cada vez más.
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Dediquemos a esta reflexión el tiempo que merece, concedámonos los espacios


necesarios para pensar lo que queremos decir, disfrutemos de los recuerdos cálidos
que nos evoca este ejercicio, de aquellos donde la incertidumbre nos marcó, de lo
que ha sido nuestra vida, nuestra memoria y de su escritura. En este rememorar la
invitación es a sentirnos, a recobrarnos, a reencontrar en cada recuerdo lo
profundo de nuestro ser como maestros.

Para escribir la autobiografía podemos tener en cuenta lo siguiente:

1. Escribamos sin preocuparnos por asuntos formales — la ortografía, la


puntuación, y hasta la misma redacción —; dediquemos nuestra atención
exclusivamente a desentrañar, a esculcar y sacar, dejar salir sin reservas
todo lo que venga a nuestro encuentro, escribamos, escribamos… Lo
importante es evocar los recuerdos de nuestra vida. Luego vendrá la
revisión del escrito. Lo fundamental es poner en escena nuestro sentir.

2. No pensemos en la extensión, solo recordemos y escribamos. Recordar y


escribir, no lo olvidemos… Todo lo que fluya es importante, si sale de nosotros es
por alguna razón. Llegará el momento, mucho más adelante, para que nos
leamos y organicemos todo aquello. Posiblemente debamos ampliar,
cambiar, recortar, pero eso será en un momento posterior.

3. La autobiografía se escribe en primera persona: “yo decidí ser maestra para


ayudar a las niñas del mundo a ser cada vez mejores personas”; pero si resulta
más cómodo también es válido hacerlo como si se tratara de la historia de
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otra persona; incluso usar seudónimos o inventarnos un alter ego, un


personaje que nos permita ocultar nuestra propia identidad.

4. Algunas veces nos bloqueamos al escribir, no sabemos por dónde iniciar, la


hoja en blanco nos pone en blanco, nos embiste o nos aterroriza. Preguntar a
personas cercanas a nuestra vida sobre lo que recuerdan sobre nosotros o
momentos compartidos puede ser una buena solución para romper ese
bloqueo. Puede resultar interesante y también contribuye al desbloqueo,
pedir a nuestros allegados su opinión sobre nosotros: estudiantes, familia,
amigos, compañeros de trabajo… eso nos permitirá reconstruir una visión
más completa de nosotros.

5. Y lo más importante, escribamos para nosotros, para descubrirnos,


fortalecernos, cuestionarnos, recuperarnos, reconstruirnos, aceptarnos
encontrarnos, saber quiénes somos y llegar a ser lo que queremos. No
importa la edad, ni las dificultades, en nosotros mismos podemos hallar la
fuerza necesaria para decir AQUÍ ESTOY, ESTE SOY Y ESTE QUIERO SER
y luego ir por lo anhelado.

6. Cuando hayamos escrito todo, leámoslo, revisémoslo si le falta algo, si es


necesario explicar algún asunto, hagámoslo. Acciones como corregir,
agregar, suprimir, releer son necesarias en este punto del ejercicio pues se
convierte en la condición necesaria para que nuestra autobiografía sea cada
vez más clara. Recordemos que este es un documento que va a ser leído por
otros, debe estar muy bien escrito, muy claro, que no confunda ni tergiverse
nuestra reconstrucción.
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7. Después de hacer una copia del documento corregido, guardémoslo en


nuestro una carpeta privada, para nuestro conocimiento exclusivo. Luego
podemos dedicarnos a revisar la copia para eliminar lo que no deseamos
que otros conozcan y para pulir otra vez el texto, cuando nos aseguremos de
que nos sentiremos cómodos estaremos en condiciones de compartirlo. Leer
en privado el texto original, en contraste con la copia pública, también
puede ser una actividad interesante, pondrá en evidencia lo que debemos
revisar con mayor atención.

8. Guardemos el documento en nuestro portafolio. No olvidemos colocarle un


título bien sugestivo que invite a su lectura y transitar por los dos, el que
solo lee usted y el que decidió compartir.

Referencias bibliográficas

Fleck, L. (1998). La génesis y el desarrollo de un hecho científico. Introducción a la teoría


de un estilo de pensamiento del colectivo de pensamiento. España: Alianza Editorial

Teoría de la generacion espontánea. (2012) Enciclopedia Wikia 8 [versión


electrónica]
http://inciclopedia.wikia.com/wiki/Teor%C3%ADa_de_la_generaci%C3%B
3n_espont%C3%A1nea Estados unidos [Fecha de acceso: 18/05/2012]

Misión cultural (2005) Trabajo con autobiografías. Orientaciones generales. [En línea]
http://www.misioncultura.gob.ve/descarga/manuales/desc02.pdf [Fecha
de acceso: 05/05/2012]

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