Sunteți pe pagina 1din 19

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LA

LIBERTAD
SEGUNDA SALA PENAL DE APELACIONES
Avenida América Oeste S/N. Natasha Alta – Trujillo.
Telefax Nº 482260 ANEXO 23638
Correo Electrónico:salasapelaciones@gmail.com

CASO PENAL Nº : 2478-2008-44-1601-SP-PE-02.


DELITOS : ABUSO DE AUTORIDAD Y LESIONES GRAVES.
PROCESADOS : CARLOS EDGARDO SILVA MARTINEZ Y OTROS.
AGRAVIADO : JUAN CARLOS CHACÓN CRUZ.
APELANTE : MINISTERIO PÚBLICO.
ASUNTO : APELACIÓN DE SENTENCIA ABSOLUTORIA.

SENTENCIA

Trujillo, veinte de julio de dos mil once.

VISTA Y OÍDA en audiencia de apelación de sentencia, por los señores


magistrados integrantes de la Segunda Sala Penal de Apelaciones de la Corte
Superior de Justicia de La Libertad, señores Jueces Superiores TOMÁS
PADILLA MARTOS (Presidente), JUAN RODOLFO SEGUNDO ZAMORA
BARBOZA (Ponente y Director de Debates) y NORMA BEATRIZ CARBAJAL
CHÁVEZ; en la que intervino por la parte apelante el señor Fiscal Superior
Francisco Javier Arista Montoya; con la participación del señor Santos Flores
López, abogado defensor de los procesados Augusto Saldaña Celis y Luis Alberto
Haro Humanchumo; y del señor Raúl Walter Salinas Sosa, abogado defensor del
procesado Carlos Edgardo Silva Martínez; con la asistencia de todos los
procesados, y sin la concurrencia del actor civil y su defensor, cuyo recurso fue
declarado inadmisible.

I. PLANTEAMIENTO DEL CASO:

1. Viene el presente proceso penal en apelación de la sentencia de fecha


dieciocho de abril de dos mil once, en la que se absuelve a los procesados
Carlos Edgardo Silva Martínez, Luis Alberto Haro Huamanchumo y Augusto
Saldaña Celis, como autores del delito de abuso de autoridad, en agravio de
Juan Carlos Chacón Cruz, y al procesado Carlos Edgardo Silva Martínez, como
autor de delito de lesiones graves, en agravio de Juan Carlos Chacón Cruz, con
lo demás que contiene.

1
CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LA
LIBERTAD
SEGUNDA SALA PENAL DE APELACIONES
Avenida América Oeste S/N. Natasha Alta – Trujillo.
Telefax Nº 482260 ANEXO 23638
Correo Electrónico:salasapelaciones@gmail.com

2. La sentencia venida en grado ha sido cuestionada a través del recurso de


apelación formulado por el representante del Ministerio Público, invocando
una indebida valoración de la prueba actuada en juicio oral y ausencia de
motivación suficiente, consideraciones por las que requirió que sea declarada
nula.

3. Como efecto de la apelación interpuesta, esta Sala Penal de Apelaciones


asume competencia para realizar un reexamen de los fundamentos de hecho y
derecho que tuvo el Juez de primera instancia para emitir la sentencia
recurrida, y eventualmente para ejercer un control sobre la legalidad del
proceso y de la sentencia, en tal sentido se pronuncia en la presente.

II. CONSIDERANDOS:

2.1 PREMISA NORMATIVA

4. El tipo penal del delito de Abuso de Autoridad se encuentra previsto por el


artículo 376° del Código Penal que sanciona la conducta del funcionario público
que, abusando de sus atribuciones, comete u ordena, en perjuicio de alguien,
un acto arbitrario cualquiera. El profesor Abanto Vásquez 1 sostiene que, en
primer lugar, el tenor del tipo penal se refiere a un “funcionario público” que
“abusando de sus atribuciones”, en tal sentido, el tipo penal no hace
distinciones y por tanto, el sujeto activo será cualquier funcionario público en
el sentido del artículo 425° del Código Penal. En segundo lugar, el tipo penal
peruano prevé dos modalidades delictivas: “cometer” y “ordenar”. Si bien en
este segundo caso se describe claramente la conducta de una “autoridad” en
el sentido estricto del término (con capacidad de ordenar), en el primero se
refiere a una conducta que puede realizar cualquier otro funcionario público,
siempre que se identifique el “cometer” con un “ejecutar órdenes”. Es por eso
que también puede decirse que con el nomen iuris “abuso de autoridad” no se
describe en realidad la acepción institucional orgánica, sino la acepción
subjetiva funcional (facultad de poder público). Cabe resaltar que la potestad
punitiva del Estado debe estar franqueada por los límites que el ordenamiento
jurídico le impone, para que el ciudadano no quede desprotegido a merced de
una intervención desmesurada y arbitraria del Estado. Dichos límites lo

1
Manuel A. Abanto Vásquez, Los Delitos Contra La Administración Pública en el Código Penal
Peruano, Palestra Editores, Lima- 2001. p. 182 y ss.

2
CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LA
LIBERTAD
SEGUNDA SALA PENAL DE APELACIONES
Avenida América Oeste S/N. Natasha Alta – Trujillo.
Telefax Nº 482260 ANEXO 23638
Correo Electrónico:salasapelaciones@gmail.com

garantizan fuertemente tanto el principio de proporcionalidad y el principio


de culpabilidad. No menos importante es el principio de legalidad que se
estatuye como verdadero paradigma del Estado de Derecho, el cual sirve para
evitar una punición arbitraria, basada en una ley imprecisa o retroactiva. El
principio de legalidad edifica el marco necesario de “seguridad jurídica” que
nos remite irremediablemente a la frase célebre acuñada por Fueberbach:
“nullum crime nullum poena sine lege previae” , postulado básico sobre el cual
encuentra legitimación un Estado Democrático de Derecho 2.

5. La Constitución Política peruana, consagra en su artículo 2° inciso 1), el


derecho fundamental de todo ser humano a la integridad psíquica y física;
asimismo, en su artículo 7° reconoce el derecho de toda persona a la
protección de su salud.

6. El Código Penal sustantivo reconoce a los derechos constitucionales a la


integridad psicofísica y a la salud, como bienes jurídicos objeto de protección
penal, es así que prevé y sanciona una serie de conductas lesivas a dicho
objeto de protección normativa, dentro de ellas se encuentran las
denominadas lesiones, las que se distinguen en atención a su gravedad y al
elemento subjetivo del tipo, respectivamente.

7. El tipo penal del delito de lesiones graves, previsto por el artículo 121° del
Código Penal, sanciona la conducta de quien causa a otro un daño grave en el
cuerpo o en la salud, considerando como lesiones graves, entre otras, aquellas
que infieren cualquier otro daño corporal, o a las salud física o mental de una
persona que requiera treinta o más días de asistencia o descanso según
prescripción facultativa, supuesto recogido en el inciso 3 del citado artículo.

8. Sobre la valoración de la prueba el artículo 158° del Código Procesal Penal


establece, en su inciso 1), que el Juez deberá observar las reglas de la lógica,
la ciencia y las máximas de la experiencia, y expondrá los resultados
obtenidos y los criterios adoptados. En el inciso 2) precisa que en los
supuestos de testigos de referencia, entre otros, sólo con otras pruebas que
corroboren sus testimonios se podrá imponer al imputado una medida
coercitiva o dictar en su contra sentencia condenatoria. Finalmente, respecto
de la prueba indiciaria el inciso 3 contempla como requisitos: a) Que el indicio
2
PEÑA CABRERA FREYRE, Alonso Raúl. Estudio Preliminar en el Código Penal. Edición Junio 2010.
Jurista Editores E.I.R.L. p. 27.

3
CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LA
LIBERTAD
SEGUNDA SALA PENAL DE APELACIONES
Avenida América Oeste S/N. Natasha Alta – Trujillo.
Telefax Nº 482260 ANEXO 23638
Correo Electrónico:salasapelaciones@gmail.com

esté probado; b) Que la inferencia esté basada en las reglas de la lógica, la


ciencia o la experiencia; c) Que cuando se trate de indicios contingentes,
éstos sean plurales, concordantes y convergentes, así como que no se
presenten contraindicios consistentes.

9. El artículo 205° del Código Procesal Penal regula el procedimiento de control


de identidad policial, facultando a la Policía para requerir la identificación de
cualquier persona y realizar las comprobaciones pertinentes, cuando resulte
necesario para prevenir un delito u obtener información útil para la
averiguación del hecho punible, estableciendo su inciso 4) que cuando “…no sea
posible la exhibición del documento de identidad, según la gravedad del hecho
investigado o del ámbito de la operación policial practicada, se conducirá al
intervenido a la Dependencia Policial más cercana para exclusivos fines de
identificación…”

10. Respecto de la sentencia de segunda instancia, el artículo 425° inciso 2) del


Código Procesal Penal establece que la Sala Penal Superior no puede otorgar
diferente valor probatorio a la prueba personal que fue objeto de inmediación
por el Juez de primera instancia, salvo que su valor probatorio sea
cuestionado por una prueba actuada en segunda instancia.

11. Para adquirir la certeza, como imperativo para declarar la responsabilidad


penal de un imputado, no es necesario – como tradicionalmente se sostuvo -
que se haya introducido en el acto oral abundante caudal probatorio que
sustente la pretensión punitiva estatal; bastará, en determinados casos, con
una mínima actividad probatoria para generar convicción respecto a la
culpabilidad del acusado. El Acuerdo Plenario número 2-2005/CJ-116,
adoptado en el Pleno Jurisdiccional de las Salas Penales Permanente y
Transitoria de la Corte Suprema de Justicia de la República de fecha 30 de
setiembre de 2005, ha establecido -en su décimo considerando- que
“tratándose de las declaraciones de un agraviado, aún cuando sea el único
testigo de los hechos, al no regir el antiguo principio testis unus testis nullus,
tiene entidad para ser considerada prueba válida de cargo y, por ende,
virtualidad procesal para enervar la presunción de inocencia del imputado,
siempre y cuando no se adviertan razones objetivas que invaliden sus
afirmaciones”. Seguidamente los Magistrados Supremos sostienen que son

4
CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LA
LIBERTAD
SEGUNDA SALA PENAL DE APELACIONES
Avenida América Oeste S/N. Natasha Alta – Trujillo.
Telefax Nº 482260 ANEXO 23638
Correo Electrónico:salasapelaciones@gmail.com

“garantías de certeza” de la declaración del agraviado: Ausencia de


incredibilidad subjetiva, Verosimilitud y Persistencia en la incriminación.

12. El artículo 139° inciso 5) de la Constitución Política del Perú, prescribe como
garantía de la función jurisdiccional la motivación escrita de las resoluciones
judiciales en todas las instancias, excepto los decretos de mero trámite. El
derecho a la debida motivación de las resoluciones judiciales importa que los
jueces, al resolver las causas, expresen las razones o justificaciones
objetivas que los llevan a tomar una determinada decisión, razones que deben
provenir no sólo del ordenamiento jurídico vigente y aplicable al caso, sino de
los propios hechos debidamente acreditados en el trámite del proceso 3. El
Tribunal Constitucional ha establecido4 que el contenido constitucionalmente
protegido de dicho derecho queda delimitado, entre otros, en los supuestos
de: “…b) Falta de motivación interna del razonamiento …”, en una doble
dimensión; por un lado, cuando existe invalidez de una inferencia a partir de
las premisas que establece previamente el Juez en su decisión; y, por otro
lado, cuando existe incoherencia narrativa, que a la postre se presenta como
un discurso absolutamente confuso incapaz de transmitir, de modo coherente,
las razones en las que se apoya la decisión. “…c) Deficiencias en la motivación
externa…”; cuando las premisas de las que parte el Juez no han sido
confrontadas o analizadas respecto de su validez fáctica o jurídica, y “…d) La
motivación insuficiente…”. Referida esencialmente al mínimo de motivación
exigible atendiendo a las razones de hecho o de derecho indispensable para
asumir que la decisión está debidamente motivada.

13. El Código Procesal Penal en su artículo 393º inciso 2) establece que el Juez
Penal para la apreciación de las pruebas procederá primero a examinarlas
individualmente y luego conjuntamente con las demás; asimismo, el artículo
394º inciso 3) del acotado prevé, como requisito de la sentencia, la motivación
clara, lógica y completa de cada uno de los hechos y circunstancias que se dan
por probadas o improbadas, y la valoración de la prueba que la sustenta, con
indicación del razonamiento que la justifique.

14. El artículo 149º del Código Procesal Penal prescribe que la inobservancia de
las disposiciones establecidas por las actuaciones procesales es causal de

3
Exp. Nº 1480-2006-AA/TC del 27 de marzo de 2006. F. J. N° 2.
4
Exp. N° 00728.2008-PHC/TC del 13 de octubre de 2008. F. J. N° 7.

5
CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LA
LIBERTAD
SEGUNDA SALA PENAL DE APELACIONES
Avenida América Oeste S/N. Natasha Alta – Trujillo.
Telefax Nº 482260 ANEXO 23638
Correo Electrónico:salasapelaciones@gmail.com

nulidad sólo en los casos previstos por la Ley; en esa línea de desarrollo, el
artículo 150º de dicha norma precisa que podrán ser declarados aun de oficio,
entre otros, los defectos concernientes a: “…d) A la inobservancia del
contenido esencial de los derechos y garantías previstos por la Constitución”.
El artículo 409º inciso 1) del Código Procesal Penal establece que “La
impugnación confiere al Tribunal competencia solamente para resolver la
materia impugnada, así como para declarar la nulidad en caso de nulidades
absolutas o sustanciales no advertidas por el impugnante”; por otro lado, el
artículo 419º inciso 1 del acotado prescribe que “La apelación atribuye a la
Sala Penal Superior, dentro de los límites de la pretensión impugnatoria,
examinar la resolución recurrida tanto en la declaración de hechos cuanto en
la aplicación del derecho”.

2.2. ARGUMENTOS DE LAS PARTES:

15. En instancia de juicio de apelación no hubo actuación probatoria ni pedidos de


oralización. Los procesados ejercieron su derecho a no prestar declaración.

16. El señor representante del Ministerio Público después de resaltar la función


policial en lo que atañe al mantenimiento de la seguridad pública, así como la
necesidad de no permitir excesos, y de detallar los términos de la tesis de
cargos, esencialmente sostuvo: Que las agresiones a los familiares del
agraviado han sido perennizadas en los certificados médicos legales
correspondientes, sin embargo al momento de ofrecerse como pruebas al
inicio del Juicio Oral, no fueron admitidos por la jueza de instancia, sin
embargo, hizo constar de que estos certificados, no se han puesto en
evidencia en el juicio oral por consiguiente no los meritúa entrando en
contradicción. Que se ha llegado establecer la existencia de tres
requisitorias contra el procesado y ninguna de ellas válidas para avalar la
intervención policial, sin embargo, con tales antecedentes intervinieron los
efectivos policiales, produciéndose una resistencia del agraviado y de sus
familiares, y consiguientemente un enfrentamiento con los efectivos de la
Policía Nacional quienes debieron tener en la normatividad vigente, Que se
produce un enfrentamiento en el que se emplearon armas de fuego como lo ha
asumido el procesado Silva Martínez quien precisa que había hecho disparos
no solamente los disuasivos, sino también al domicilio y a la habitación donde
ingresó el agraviado, con intención de evadir la intervención policial, y también

6
CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LA
LIBERTAD
SEGUNDA SALA PENAL DE APELACIONES
Avenida América Oeste S/N. Natasha Alta – Trujillo.
Telefax Nº 482260 ANEXO 23638
Correo Electrónico:salasapelaciones@gmail.com

el procesado Saldaña Celis quien reconoce también haber efectuado disparos


con su arma de reglamento, y en efecto la pericia balística precisa, de que se
empleo las armas de reglamento de estos dos efectivos policiales, también
según la pericia balística al hacer la evaluación del lugar de los hechos
encuentra ocho casquillos, correspondientes a las armas de reglamento de los
dos efectivos policiales. Que según la tesis de la defensa los procesados
habrían actuado de acuerdo a ley en actos de control de identidad del
ciudadano intervenido, regulado por el artículo 205° del Código Procesal Penal
o respecto de la intervención de los requisitoriados, acorde la resolución
administrativa número 029-2006, específicamente su tercer artículo, sin
embargo las prerrogativas legales no le autoriza a actuar con excesos de lo
que se evidencia el abuso de autoridad, no acreditándose que se haya estado
ante algunas de las dos circunstancias. Que los procesados Luis Alberto Haro
Huamanchumo y Augusto Saldaña Celis en la etapa de investigación
preparatoria sostuvieron que conocían el procedimiento de detención de
requisitoriados, mencionando la existencia de un catálogo con los datos del
requisitoriados y que posteriormente se comunicaban con la policía judicial
para que les informe la vigencia de las requisitorias, mencionando que quien
tenía el catálogo era el procesado Carlos Edgardo Silva Martínez, de lo que se
desprende que tenían conocimiento de los antecedentes para una actuación
funcional adecuada y sin excesos; no obstante ello en la sentencia se afirma
que no existe verosimilitud sobre la presencia de los efectivos policiales
acusados en el lugar de los hechos el veintiséis de enero de dos mil ocho, que
no ha quedado establecido de forma irrefutable que su presencia cerca de la
frontera del inmueble ubicado en Santa Cruz N° 575 responda al cobro de un
monto dinerario, en efecto, no ha quedado evidenciado que el efectivo policial
que abordó al agraviado le haya solicitado la cantidad de cien nuevos soles,
pero lo cierto es que dicho efectivo no estaba patrullando las calles ni
ejerciendo funciones de intervención de requisitoriados sino reforzando a la
dependencia municipal de seguridad ciudadana, por lo que su apersonamiento a
la parte agraviada debió obedecer a alguna motivación. Que los procesados
sostuvieron que conocen al procesado porque es una persona involucrado en la
comisión de varios delito y con múltiples procesos de lo que se colige que
tenían una motivación para acercársele sin el catálogo actualizado de
requisitorias. Que no existe verosimilitud respecto del uso de armas por los
procesados, pues la juez afirma que no tiene la cereza de quien portaba el
arma o a quien correspondía el arma, y que los hechos se suscitaron en el

7
CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LA
LIBERTAD
SEGUNDA SALA PENAL DE APELACIONES
Avenida América Oeste S/N. Natasha Alta – Trujillo.
Telefax Nº 482260 ANEXO 23638
Correo Electrónico:salasapelaciones@gmail.com

contexto de repeler una agresión creado por al víctima a su propio riesgo,


tratándose de una víctima más culpable, consecuentemente tendría que irse a
una causa de justificación e incide la defensa que esa causa de justificación
estaría precisada en el inciso 11 del artículo 20 del Código Penal, sin embargo
ello no es así pues los tres procesados aseveraron que hubo disparos con arma
de fuego, el propio procesado Martínez acepta que disparó al interior de la
habitación donde entró el agraviado, incluso en su declaración previa afirmó
que vio la silueta del agraviado. Que la A quo dice que no se cumplió con una
diligencia importante, como lo es la extracción de la bala del cuerpo de la
victima para homologarla y constar que pertenecía a alguna de las armas de
reglamento utilizadas por la policía, soslayando que no hay la posibilidad del
empleo de otra arma de fuego, por cuanto el suboficial Silva Martínez, precisó
de que escuchó que el agraviado decía traigan el arma, traigan la pistola y
frente a esa situación hizo uso de su arma de reglamento en vía de su propia
seguridad, no hay evidencia de que otro ciudadano distinto a los efectivos
policiales haya hecho uso de arma de fuego. Que los efectivos policiales no
permitieron que se les hiciera la prueba de absorción atómica de inmediato,
sino al siguiente día, tiempo después de que los cationes que precisan la
utilización del arma, no se evidencian en plenitud, pues solo arroja positivo
para plomo y bario, estando ausente el antimonio; consiguientemente no hay
una evidencia plena que pueda precisar quién utilizo el arma, y la prueba de
absorción atómica practicada al agraviado arrojó negativo, con lo cual se
desvirtúa que el agraviado haya tenido en sus manos arma de fuego alguna y
que otro ciudadano haya manipulado otra arma de fuego. Que no existió
proporcionalidad entre la reacción del intervenido y sus familiares, de natural
resistencia y los efectivos policiales en cumplimiento de sus funciones, no
ajustadas a ley, consecuentemente, lo que se debió hacer es pedir más
informes a la autoridad judicial actualizadas las requisitorias, actuar a partir
de esa experiencia en vía de control de identidad mediante el empleo de
mayor rectitud. Que la juez dice que no encuentra coherencia en lo dicho por
los testigos, en cuanto la mayoría de ellos son familiares del agraviado,
soslayando que detallaron la forma como fueron victimas de agresión tal como
se acredita con los certificados médicos legales y de la pericia balística
efectuada al vestido de la conviviente del agraviado, donde se precisa que
habría una perforación, como consecuencia de utilización de arma de fuego,
consecuentemente de la declaración de los testigos, que se encuentran muy
involucrados en la defensa del agraviado, presuntamente requisitoriado, se

8
CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LA
LIBERTAD
SEGUNDA SALA PENAL DE APELACIONES
Avenida América Oeste S/N. Natasha Alta – Trujillo.
Telefax Nº 482260 ANEXO 23638
Correo Electrónico:salasapelaciones@gmail.com

habría puesto en evidencia que los testimonios se acercan a la realidad;


consecuentemente con ello se acredita el abuso de autoridad en el ejercicio
de sus funciones, acreditándose además las lesiones de gravedad con el
certificado médico legal, que arroja 90 días de incapacidad médico legal,
poniéndose en evidencia lo manifestado por el suboficial Martínez, que habría
actuado sin prever las consecuencias con un determinado tipo de dolo, al
disparar, Que al no haber valorado debidamente la prueba actuada en juicio
oral, no se ha motivado debidamente la Sentencia, consideraciones por las que
requirió que la recurrida sea anulada.

17. El defensor de los procesados Haro Huamanchumo y Saldaña Celis,


esencialmente expuso: Que la tesis de cargo no ha expuesto en qué ha
consistido el abuso de autoridad atribuido a sus patrocinados, el cual es un
tipo penal subsidiario, sin embargo, a sus patrocinados no se les atribuye ni el
delito de lesiones, ni de violación de domicilio. Que los argumentos de fiscal
se enervan teniendo en cuenta las condiciones personales del agraviado
conocido en el mundo del hampa como “serrano Johny” quien en octubre de mil
novecientos noventa y cinco aparece comprendido en una investigación por
delito de robo agravado, dando su nombre como José Chacón Chávez, siendo
internado en el penal el milagro, presentando posteriormente un escrito
adjuntado una partida de nacimiento en el que dice que su nombre correcto es
Johnny Elías Chacón de la Cruz, posteriormente egresa del establecimiento
penal con libertad condicional y como no concurre se le ordena mandato de
detención, determinándose que se trata de la misma persona, el juicio oral la
defensa le pregunta cuantas identidades tiene usted y el responde que tres
identidades aparte de Juan Carlos Chacón Cruz, Johnny Elías Chacón de la
Cruz, Juan Carlos Chacón Cruz, Rafael Alexander Arroyo Benítez y Hugo
César Castillo. Que después de dos días de suscitados los hechos el agraviado
se pone a derecho ante la Sala Penal Liquidadora, ordenando dicho órgano
jurisdiccional su detención con todas sus identidades, entonces la
interrogante sería si tenía o no orden de captura, pues el señor fiscal ha
hecho referencia a tres requisitorias, una que ya estaba caduca, una tercera
que había llegado de forma extemporánea, y la segunda que estaba vigente,
sin hacer referencia quien era esta persona. Que la orden de captura emitida
con fecha 14 de septiembre del año 2007, es emitida contra Johnny Elías
Chacón de la Cruz, la misma que es perfeccionada por el órgano judicial y llega
a la policía nacional, entonces si había orden de captura, dice el señor fiscal

9
CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LA
LIBERTAD
SEGUNDA SALA PENAL DE APELACIONES
Avenida América Oeste S/N. Natasha Alta – Trujillo.
Telefax Nº 482260 ANEXO 23638
Correo Electrónico:salasapelaciones@gmail.com

que no tenía datos de informativos de identificación, sin embargo se advierte


que se detalla su nombre: Johnny Elías Chacón de la Cruz, nacido el 15 de
septiembre del año 1977, en el distrito de la Esperanza, treinta años de edad
su papá es Máximo, su mamá Natividad, sexo masculino, grado de instrucción
cuarto año de primaria, ocupación ambulante, la Sala que expide la orden,
entonces están los datos del agraviado. Que la conducta de sus patrocinados
fue la de recurrir al llamado de auxilio de su colega Silva Martínez, quien
tenía el padrón de requisitoriados, en la certeza de que sí existía en su contra
orden de captura, lo que se advierte del expediente judicial, en consecuencia,
no se puede afirmar la existencia de abuso de autoridad. Que en el delito en
el que tenía orden de captura como Johnny Elías Chacón de la Cruz, lo
condenan tanto con ese nombre como con su nombre verdadero que es Juan
Carlos Chacón Cruz. Que la conducta de su patrocinado se ha ceñido de
acuerdo a la constitución y sus reglamentos internos, de intervenir primero a
una persona para luego trasladarla a la policía judicial, lastimosamente los
familiares del hoy agraviado hicieron una serie de actos impropios, y que decir
de que los testigos en forma coherente han vertido hechos que no se ajustan
al pleno jurisdiccional 002-2005, es un error argumental, en razón de que la
señora Marina Milagros Rojas Ruiz, señala en un primer momento que cuando
llega el vehículo con los efectivos policiales, en forma inmediata fueron a
detener a su familiar, sin embargo a nivel policial esta señora dice que
primero llegan los efectivos policiales y empiezan a maltratarlo en las afueras
de la casa, esa contradicción la señora no supo cómo responder porque, una o
otra información, ello igual a la señora Giovanna Castro Sánchez, ella dice que
se encontraba en el interior de su domicilio, eso dice a nivel policial y en
Juicio Oral dice que se encontraba a las afueras del edificio e incluso que el
señor Silva Martínez, le dijo incluso “te fregaste, porque el agraviado estaba
misio”, y así todas las testigos dan versiones distintas que carecen de
verosimilitud, no hay aspectos periféricos a efecto de que se pueda concluir
que se trata de un testigo para que sea considerado como medio probatorio,
siendo así que no habiendo prueba contundente y firme de que sus
patrocinados sean condenados o de que la sentencia sea declarada nula, la
sentencia recurrida debe ser confirmada en todos sus extremos.

18. El abogado defensor de Carlos Edgardo Silva Martínez sostuvo: Que se


conoce plenamente que hay actos antijurídicos no punibles por el
ordenamiento jurídico, lo que se plasma en los supuestos de los incisos 4°, 8° y

10
CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LA
LIBERTAD
SEGUNDA SALA PENAL DE APELACIONES
Avenida América Oeste S/N. Natasha Alta – Trujillo.
Telefax Nº 482260 ANEXO 23638
Correo Electrónico:salasapelaciones@gmail.com

11° del Código Penal, lo que ha ocurrido en el presente caso en que el propio
representante del Ministerio Público ha resaltado la existencia de una
situación tumultuosa, en la que inclusive los testigos participaron en la
resistencia de una posible captura del agraviado. Que correspondía a la
fiscalía probar que las lesiones sufridas por el agraviado fueron ocasionadas
por su patrocinado, sin embargo, no ordenó la homologación del proyectil que
impactó al agraviado con las armas de los policías que intervinieron el día de
los hechos, generándose una situación de insuficiencia probatoria. Que el
efectivo policial desempeña su función las veinticuatro horas del día y está
facultado para intervenir ante cualquier hecho doloso, no debiendo perderse
de vista que el agraviado es un prontuariado delincuente con ocho ingresos al
establecimiento penal El Milagro, tres sentencias condenatorias, dos en
Trujillo y una en la ciudad de Lima, entre ellas por delito de robo y asociación
ilícita para delinquir, siendo que el accionar de los policías estuvo enmarcado
dentro de sus atribuciones legales. Que los efectivos policiales no fueron a
causarle lesiones al agraviado, sin embargo, estando a las circunstancias de
resistencia hubo una reacción, en tal sentido la sentencia ha cumplido con los
requisitos legales, sin lesionar el debido proceso ni derecho fundamental
alguno del agraviado, consideraciones por las que recurrida debe ser
confirmada.

2.3. ANÁLISIS DEL CASO:

19. La resolución judicial de primera instancia ha sido cuestionada por el señor


representante del Ministerio Público invocando una indebida valoración de los
medios probatorios actuados en juicio oral y por ausencia de motivación
suficiente, consideraciones por las que requirió que sea declarada nula.

20.Teniendo en cuenta que en juicio de apelación no se produjo actuación


probatoria, es del caso reexaminar la decisión judicial venida en grado,
teniendo en cuenta la actuación probatoria producida en juicio oral de primera
instancia, a la luz de los argumentos de agravio vertidos por el apelante, la
normatividad aplicable y la observancia de derechos y garantías previstas por
la Constitución Política nacional.

21. Según la tesis de cargo planteada en juicio oral, el 26 de enero de 2008,


aproximadamente a las 19:30 horas, en circunstancias que el agraviado, Juan

11
CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LA
LIBERTAD
SEGUNDA SALA PENAL DE APELACIONES
Avenida América Oeste S/N. Natasha Alta – Trujillo.
Telefax Nº 482260 ANEXO 23638
Correo Electrónico:salasapelaciones@gmail.com

Carlos Chacón Cruz, se encontraba en el domicilio de su tía Gladis Sánchez


Barbarán, sito en calle Santa Cruz N° 575, del Barrio Chicago de esta ciudad,
tomando un jugo en compañía del familiar antes señalado, se le acercó un
vehículo de Seguridad Ciudadana de la Municipalidad, desde donde lo llama el
efectivo policial Carlos Edgardo Silva Martínez, quien le indica que tiene una
requisitoria, requiriéndole la cantidad de cien nuevos soles a fin de dejarlo
tranquilo, siendo que el no acceder al pedido del efectivo policial, éste
procedió a retirarse retornando minutos después acompañado de personal de
patrullaje motorizado y personal de Seguridad Ciudadana, grupo dentro del
cual se encontraban los procesados Luis Alberto Haro Huamanchumo y
Augusto Saldaña Celis, quienes abusando de sus atribuciones procedieron a
intervenir al agraviado a pesar de que no tenía requisitoria vigente, siendo que
ante tal situación los familiares del intervenido intentan impedir que los
efectivos policiales se lleven a su familiar, siendo agredidos por los policías, y
como consecuencia de ello el procesado Carlos Edgardo Silva Martínez hizo
disparos logrando impactar a Chacón Cruz en la rodilla derecha, interviniendo
la conviviente del agraviado Milagros Marina Rojas Ruiz, así como la tía del
mismo, Gladis Oliva Sánchez Barbarán, sus primas Janet Margarita y Verónica
Giovanna Castro Sánchez, así como su vecina Zulma Guadalupe García
Rodríguez, quienes también fueron agredidas por los efectivos policiales.
Estableciéndose que no existía requisitoria vigente contra el agraviado toda
vez que la emitida el 09 de julio del 2007 superaba los seis meses de
antigüedad, la emitida el 14 de septiembre del 2007, se encontraba vigente
pero no cumplía con los requisitos legales prescritos en el artículo 18° de la
resolución administrativa N° 029-2006-CE-PJ, pues incluso los nombres y
apellidos contenidos en dicho documento son diferentes a los nombres
verdaderos del agraviado y no se consignan otros datos; y finalmente la
tercera requisitoria emitida con fecha 25 de enero del año 2008 que no había
ingresado a la policía judicial el día en que ocurrieron los hechos, razones por
las cuales deben descartarse de plano por no existir secuencia temporal lógica
entre el conocimiento de dicha requisitoria y la intervención policial.

22.Tales hechos fueron subsumidos por la fiscalía en la hipótesis normativa del


tipo penal del delito de abuso de autoridad previsto por el artículo 376° del
Código Penal, respecto de todos los procesados, y del tipo penal del delito de
lesiones graves, previsto por el artículo 121° inciso 3) de la citada norma,

12
CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LA
LIBERTAD
SEGUNDA SALA PENAL DE APELACIONES
Avenida América Oeste S/N. Natasha Alta – Trujillo.
Telefax Nº 482260 ANEXO 23638
Correo Electrónico:salasapelaciones@gmail.com

respecto del procesado Carlos Edgardo Silva Martínez. Culminado el juicio


oral, la señora Jueza de instancia emitió un fallo absolutorio.

23.Previo al reexamen de la recurrida - desde la perspectiva de absolución de los


procesados - en atención a lo expuesto por las partes en el juicio de apelación
y la revisión de la recurrida, es menester evaluar la observancia de los
derechos, garantías y normas sustantivas vinculadas a la emisión de una
sentencia en el marco de un proceso penal.

24.Teniendo en cuenta que la valoración probatoria es un aspecto central del


cuestionamiento del apelante, es del caso puntualizar que la actividad
probatoria en el proceso penal, regida por los principios de oralidad,
publicidad, contradicción e inmediación- debe orientarse a acreditar las
respectivas tesis de las partes, lo que implica establecer el acaecimiento de
los hechos objeto de prueba atribuidos a los procesados, sea desde la
perspectiva de la acusación fiscal o desde las posturas defensivas; como
correlato de lo anterior, corresponde al juez la apreciación de los medios
probatorios examinándolos individual y conjuntamente, luego deberá
pronunciarse respecto de la existencia del hecho y sus circunstancias, y
seguidamente llevar a cabo el juicio de subsunción de los hechos probados o
improbados en la norma sustantiva, lo que debe tener como premisa una
correcta calificación de los hechos y materializarse a través de un
razonamiento judicial que se pronuncie respecto de la tipicidad o atipicidad de
la conducta, la existencia o no de causas de justificación, inimputabilidad o
exculpación, y de ser el caso emitir un juicio de reproche penal. En el caso de
autos, correspondía a la juez emitir un pronunciamiento debidamente
motivado sobre la existencia de los hechos atribuidos a los procesados a
partir de la valoración individual y conjunta de los medios probatorios
actuados, así como una adecuada vinculación con la norma jurídica aplicable, lo
que sin embargo no ocurrió.

25.En el tercer considerando de la sentencia la magistrada de instancia


transcribe y en parte resume la actuación probatoria producida en juicio oral,
específicamente la prueba personal, sin embargo no se ha cumplido con la
exigencia de valoración individual que impone una apreciación razonada del
juzgador sobre la entidad o peso de cada uno de los medios probatorios
actuados a la luz de lo que es objeto de prueba. No cabe duda que la omisión

13
CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LA
LIBERTAD
SEGUNDA SALA PENAL DE APELACIONES
Avenida América Oeste S/N. Natasha Alta – Trujillo.
Telefax Nº 482260 ANEXO 23638
Correo Electrónico:salasapelaciones@gmail.com

anotada es relevante si se tiene en cuenta que tales medios probatorios están


directamente vinculados con el objeto de prueba, esto es establecer en el
caso concreto, si los procesados Carlos Edgardo Silva Martinez, Luis Alberto
Haro Huamanchumo y Augusto Saldaña Celis, cometieron o no un acto
arbitrario contra el agraviado, al intentar intervenirlo cuando no existía
certeza de que tenía una requisitoria vigente de la autoridad judicial, pues
desde la tesis de cargo, la requisitoria de fecha 09 de Julio del 2007 había
caducado, la de fecha 14 de Septiembre del 2007 no cumplía con los
requisitos legales referidos a los datos mínimos para su efectividad, y
finalmente, la emitida el 25 de Enero del 2008 no había sido puesta en
conocimiento de la autoridad policial a la fecha de ocurrencia de los hechos;
sin analizar tales circunstancias a profundidad, no sólo desde la objetividad
de la información proporcionada de la tesis de cargo, sino por cierto, sin
soslayar las circunstancias propias del momento y lugar, así como los
antecedentes delictivos del agraviado, como se advierte del acápite 6.2 de la
recurrida, en el que sólo se discierne respecto de una de las ordenes de
captura, sin evaluar las restantes; en igual sentido ocurre en lo que atañe al
delito de lesiones graves, en el que se formula un análisis disperso y parcial de
los hechos, de la prueba actuada y de los argumentos de las partes,
vulnerándose con ello el principio de exhaustividad de la sentencia.

26.En el orden de ideas expuesto, de la revisión de la recurrida se evidencia que


adolece de motivación interna del razonamiento, en su dimensión de
incoherencia narrativa, puesta de manifiesto en su discurso confuso incapaz
de transmitir coherentemente las razones que apoyan la decisión absolutoria.
En efecto, se advierte que a partir del sexto considerando denominado “
Juicio de Subsunción” - en el que la juez de instancia debería haber abordado
el análisis de los hechos probados o improbados con la norma aplicable -. Se
exponen argumentos que no guardan coherencia y logicidad, partiéndose de la
enunciación de premisas conceptuales como las referidas a la actuación legal
de los funcionarios, los motivos en que puede tener lugar la detención de una
persona, el control de vigilancia, la definición de nombre y seudónimo, la
identificación del procesado con su apelativo, para concluir del análisis de las
versiones parciales de los testigos, que no se acreditó la exigencia de dinero
por parte del procesado.

14
CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LA
LIBERTAD
SEGUNDA SALA PENAL DE APELACIONES
Avenida América Oeste S/N. Natasha Alta – Trujillo.
Telefax Nº 482260 ANEXO 23638
Correo Electrónico:salasapelaciones@gmail.com

27.Esta Sala Penal advierte que la juez de instancia no ha tenido en cuenta el


punto medular de la imputación respecto del delito de Abuso de Autoridad el
mismo que estriba no sólo en que el procesado Carlos Edgardo Silva Martínez
habría formulado una exigencia económica al agraviado sino que todos los
procesados, con un proceder arbitrario habrían intervenido al agraviado, por
ende correspondía valorar la prueba actuada y determinar si se habría
materializado o no dicha arbitrariedad, partiendo del análisis de si los
procesados actuaron dentro de sus atribuciones como funcionarios policiales o
no, de acuerdo a su Ley Orgánica y sus disposiciones reglamentarias – a las
que ni siquiera se ha aludido -, así como respecto de las normas que regulan el
procedimiento de aprehensión de personas requisitoriados y la exigencia de
requisitos legales, y por cierto también, a la norma procesal referida al
control de identidad; no se exponen las razones por las cuales la juez
considera que la actuación policial, en el caso concreto, se produjo en el
ámbito de un control de identidad o en la efectivización de un mandato
judicial, o en ambos, lo que era imprescindible pues se constituiría en uno de
los soportes del pronunciamiento absolutorio.

28.En igual sentido, se afirma en la recurrida que los procesados estuvieron


presentes en el lugar de los hechos y que “Al ser requerido –el agraviado- por
personal policial se suscita el incidente ocurrido en las afueras del inmueble,
oponiendo resistencia a su intervención intentando ingresar al inmueble, sin
embargo es intervenido, produciéndose forcejeo y una subsecuente batalla
entre los miembros policiales y familiares y allegados del agraviado con el fin
de no permitir ser capturado, en tanto la defensa de Silva Martinez ha
expresado que estaba haciendo un control de identidad policial al agraviado
quien es persona prontuariada y con identidades diversas en procesos
judiciales, por lo que al temor de ser capturado se produce la resistencia y al
calor de ello tuvo como consecuencia el hecho violento resultando con lesiones
el agraviado….” (sic). Hechos que tiene por acreditados sin hacer referencia a
qué medios de prueba sustentan tales afirmaciones sobre un aspecto central
de objeto de prueba, esto es la intervención policial del agraviado, pues si
bien a renglón seguido afirma que en forma unánime los testigos afirman tal
situación, mencionando a Gladys Oliva Sánchez Barbarán de castro, Milagros
Marina Rojas Ruiz y Margarita Castro Sánchez, sin embargo, dichas testigos
han depuesto respecto de los hechos violentos originados luego de la
intervención del agraviado, durante los cuales se produjeron disparos y habría

15
CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LA
LIBERTAD
SEGUNDA SALA PENAL DE APELACIONES
Avenida América Oeste S/N. Natasha Alta – Trujillo.
Telefax Nº 482260 ANEXO 23638
Correo Electrónico:salasapelaciones@gmail.com

tenido lugar un conato de enfrentamiento de los familiares del agraviado con


los procesados, y a la postre la lesión al agraviado, pero no sobre la forma
como procedieron los procesados, particularmente el procesado Silva
Martinez.

29.Por otro lado, justificando el actuar policial la juez de instancia deja entrever
que se trataría de un caso de legítima defensa, sin haber desarrollado como
correspondía la convergencia de los supuestos de esta causa de justificación
en el caso concreto, esto es, como se arriba a la conclusión de que la agresión
fue ilegítima, la necesidad racional del medio empleado para impedirla o
repelerla, así como la falta de provocación suficiente de quien hace la
defensa, acorde lo previsto por el artículo 20° inciso 3° del Código Penal.

30.Al pasar sin mayor detenimiento, al análisis de hechos en relación al delito de


Lesiones Graves, que por cierto guarda íntima relación con el delito de Abuso
de Autoridad - desde que la eventual materialización del primero habría
desencadenado el segundo -, la juez glosa parcialmente las declaraciones de
los testigos resaltando sus versiones respecto de que los efectivos policiales
hicieron disparos disuasivos para salvaguardar su integridad física ante la
actitud agresiva de los familiares que lanzaron piedras, incluso al patrullero,
que se recogieron casquillos de bala al interior del inmueble donde estaba el
agraviado y que a raíz del conato se produjo la herida de bala al agraviado,
sin haberse establecido que haya sido el procesado Silva Martinez quien los
ocasionó. Si bien el análisis de la prueba personal efectuada por el A quo por
disposición legal no puede ser objeto de valoración distinta por el tribunal de
instancia, por disposición del artículo 425° inciso 2 del Código Procesal Penal,
desde la perspectiva de la conclusión judicial de que las versiones de los
testigos de cargo devienen en inverosímiles y que no se reúnen las garantías
de certeza a las que alude el Acuerdo Plenario N° 2-2005/CJ-116 de las
Salas Penales Supremas de la Corte Suprema de la República, lo que
correspondía realizar es precisamente el análisis individual y conjunto de los
testimonios vinculándolos con la citada doctrina legal, estos es, establecer
porqué existió incredibilidad subjetiva, porque fueron inverosímiles y no
persistentes en la incriminación, análisis y evaluación que no se concretó.
Tampoco valoró la prueba personal en comunidad con el resultado de la prueba
pericial – que entre otros dio cuenta del hallazgo de ocho casquillos
pertenecientes a un arma calibre 38 y la conclusión de que provienen de armas

16
CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LA
LIBERTAD
SEGUNDA SALA PENAL DE APELACIONES
Avenida América Oeste S/N. Natasha Alta – Trujillo.
Telefax Nº 482260 ANEXO 23638
Correo Electrónico:salasapelaciones@gmail.com

pertenecientes a las asignadas a efectivos policiales -. En igual sentido, se


afirma que “hubo una lesión producida por arma de fuego al agraviado, pero
no está acreditado el diagnóstico de 90 días de incapacidad médico legal”,
aludiendo a la existencia previa de una lesión sufrida por el agraviado en un
accidente, dejando entrever con su razonamiento, no que no existió lesión a
causa de un proyectil de arma de fuego el día de los hechos, sino que no
habría existido una lesión grave.

31. La sentencia es inconsistente en cuanto al análisis del delito de Abuso de


Autoridad pues se ha omitido valorar los hechos a la luz de la norma penal
sustantiva y las consideraciones dogmáticas sobre el particular, pues para la
configuración del mismo se exige que el funcionario público actúe en
ejercicio de sus funciones, ya que para el tipo no basta el acto abusivo
meramente yuxtapuesto a la calidad de funcionario. Requiere, además, que el
agente asuma la conducta en la función que jurídicamente le es propia: el
abuso típico es el mal empleo de la autoridad. De otro lado, la juez ha omitido
merituar los argumentos de defensa del procesado Silva Martinez, referidas
a que en el actuar de su patrocinado convergieron supuestos de causas de
justificación, específicamente las previstas en los incisos 4, 8 y 11 del artículo
20° del Código Penal referidas al estado de necesidad justificante, el obrar
por disposición de la ley, al cumplimiento de un deber o el ejercicio legítimo
de un derecho u oficio, así como el referido a que el personal de las Fuerzas
Armadas y de la Policía Nacional, en cumplimiento de su deber y en uso de sus
armas en forma reglamentaria, cause lesiones o muerte; como se ha dicho,
sobre el particular nada se expone en la sentencia.

32.En el caso de autos, la juez de instancia no solo no valoró conjuntamente la


prueba actuada desde la perspectiva de las tesis propuestas por las partes
como lo impone la norma del artículo 393° inciso 2) del Código Procesal Penal,
sino que los hechos que tuvo por probados e improbados no fueron subsumidos
adecuadamente en la norma sustantiva, no sólo en lo que atañe a la evaluación
de los elementos objetivos y subjetivos de los respectivos tipos penales de
abuso de autoridad y lesiones graves, sino también en lo que respecta a la
configuración de causas de justificación. No contando este tribunal de
apelación con una resolución de instancia debidamente motivada en los hechos
y el Derecho que posibilite emitir un pronunciamiento de fondo.

17
CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LA
LIBERTAD
SEGUNDA SALA PENAL DE APELACIONES
Avenida América Oeste S/N. Natasha Alta – Trujillo.
Telefax Nº 482260 ANEXO 23638
Correo Electrónico:salasapelaciones@gmail.com

33.Las partes en el proceso penal - y en el juzgamiento en particular- tienen el


derecho de obtener del juez un pronunciamiento que responda al mérito de los
medios probatorios actuados y se funde en Derecho, de lo contrario, sus
pretensiones pueden verse frustradas por su arbitrio, ocasionando con ello-
según el caso - la emisión de sentencias que puedan favorecer la impunidad, o
en los casos de condena que se realice esto sin mayor sustento. Tal imperativo
se hace aun mas exigible en casos como en el presente en el que se pone en
cuestión por un lado la legalidad de la actuación policial, y por otro, se afirma
una eficaz actuación contra la delincuencia.

34.Tal como se ha expuesto en los considerandos precedentes, la Sala penal


concluye que al haberse vulnerado en la recurrida fundamentalmente el
contenido esencial de la garantía de la debida motivación de las resoluciones
judiciales prevista en el artículo 139° inciso 5 de la Constitución Política del
Perú, así como las específicas normas glosadas en la parte considerativa de la
presente, se ha incurrido en causal de nulidad absoluta prevista por el artículo
150° inciso d) del Código Procesal Penal, por lo que de conformidad con lo
establecido en los artículos 409, inciso 1, 425° inciso 3 literal a) del acotado,
corresponde declarar estrictamente la nulidad de la sentencia venida en
grado, ordenando que la magistrada de instancia emita una nueva resolución en
atención a lo expuesto en los considerandos de la presente, disponiendo llamar
la atención a la juez de la causa para que ciña su actuación funcional en
observancia de los derechos y garantías previstas por la Constitución.

35.Respecto de las costas del proceso, al no haberse emitido una decisión que
pone fin al proceso, por ende no existe parte vencida, no corresponde su
imposición.

III. PARTE RESOLUTIVA

Por las consideraciones expuestas, analizando los hechos y lo actuado


conforme al ordenamiento jurídico, la SEGUNDA SALA PENAL DE
APELACIONES DE LA CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LA LIBERTAD,
POR UNANIMIDAD HA RESUELTO:

1. DECLARAR NULA la sentencia de fecha dieciocho de abril de dos mil once,


en la que se absuelve a los procesados Carlos Edgardo Silva Martínez, Luis

18
CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LA
LIBERTAD
SEGUNDA SALA PENAL DE APELACIONES
Avenida América Oeste S/N. Natasha Alta – Trujillo.
Telefax Nº 482260 ANEXO 23638
Correo Electrónico:salasapelaciones@gmail.com

Alberto Haro Huamanchumo y Augusto Saldaña Celis, como autores del delito
de abuso de autoridad, en agravio de Juan Carlos Chacón Cruz, y al procesado
Carlos Edgardo Silva Martínez, como autor de delito de lesiones graves, en
agravio de Juan Carlos Chacón Cruz, con lo demás que contiene.
2. DISPUSIERON que los actuados sean devueltos a la juez de instancia para
que emita nueva resolución conforme a lo expuesto en la presente.
3. LLAMAR LA ATENCIÓN a la señora juez Liliana Janeth Rodríguez
Villanueva, para que ciña su actuación en observancia de los derechos y
garantías previstas por la Constitución.

Interviniendo como director de debates y ponente, el señor Juez Superior


Titular Juan Rodolfo Segundo Zamora Barboza.

TOMÀS PADILLA MARTOS


JUEZ SUPERIOR
PRESIDENTE

JUAN RODOLFO SEGUNDO ZAMORA BARBOZA NORMA BEATRIZ CARBAJAL CHÁVEZ


JUEZ SUPERIOR JUEZ SUPERIOR

19

S-ar putea să vă placă și