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Montebello School

Conquistadores
Ciencias Sociales
Andrea Michelle R.
Mrs. Giacomina Rosa
26/10/2018

Hernán Cortes
Hernán Cortés de Monroy y Pizarro Altamirano, I
marqués del Valle de Oaxaca fue un conquistador que,
a principios del siglo XVI, lideró la expedición que
inició la conquista de México y el final del imperio
mexica, poniéndolo bajo dominio de la Corona de
Castilla —al cual se denominó Nueva España.
Desde que Colón llegase a América en 1492, el
continente al otro lado del Atlántico se convirtió en el
nuevo mundo que había que conquistar. Uno de los
conquistadores españoles más famosos fue Hernán
Cortés, quien lideró la expedición que inició la
conquista de México. Nació en Medellín, ciudad de
Extremadura, en 1485. Con el descubrimiento de
América, probó fortuna en las nuevas tierras, donde
estuvo como alcalde de Cuba durante un corto periodo
de tiempo.
Desde Cuba, Cortés dirigió una expedición de más de 600
hombres a las costas de Yucatán, para seguir los pasos de
Francisco Hernández de Córdoba y Juan de Grijalva. Su
primer contacto con las civilizaciones de Mesoamérica fue
en la isla de Cozumel, un importante puerto naviero y
religioso de los mayas. Fue en esta ciudad donde Cortés
comenzó a imponer el cristianismo, mandando a sus
hombres que destruyesen el resto de iconos religiosos.
Su conquista siguió por la costa hasta que se fue internando
poco a poco en el país. A su pasó fundó varias ciudades. a
primera de ellas la de Santa María de la Victoria, en marzo
de 1519. Esta villa fue la primera población española en
Nueva España. Desde aquí Cortés mandaría una nueva
expedición a México.
La conquista de México por Hernán Cortés
Una epidemia traída por los conquistadores hizo que
la población local enfermase, reduciendo su número
drásticamente. El objetivo de Cortés era llegar hasta
Tenochtitlán para verse con el emperador
Moctezuma. Este había rehusado verle en varias
ocasiones. Durante todo este periodo, Cortés fue
cogiendo poder entre las tropas españolas y los
indios que se habían sumado a su mando. Además,
utilizó las guerras internas que tenían las tribus para
encontrar ayuda en el enemigo de sus enemigos.

El gran momento para Hernán Cortés llegó en


noviembre de 1519, cuando se encontró cara a cara
con Moctezuma. Moctezuma les tenía como unos
enviados por los dioses, y agasajó a los españoles con
toda clase de lujos. Durante su estancia, los
españoles encontrar parte de los tesoros que tenía
guardados el emperador. Esto inició las revueltas
entre la nobleza, surgiendo los primeros focos de
rebelión. Finalmente fueron sitiados, teniendo que
huir en lo que se conoce como la Noche Triste. Ese día
murieron gran parte de los españoles que
acompañaban a Cortés.

El encuentro de Cortes y Moctezuma

Pedro de Alvarado
Conquistador español. Tras haber participado en la
ocupación definitiva de Cuba, se unió a la
expedición de Hernán Cortés a México. El 8 de
noviembre de 1519, ambos conquistadores
entraban en Tenochtitlán, donde fueron recibidos
por el rey azteca Moctezuma Xocoyotzin, quien los
alojó en uno de los palacios de la ciudad.
Cuando Cortés salió a combatir a Pánfilo de
Narváez, que tenía órdenes de deponerle del
mando y apresarlo, dejó en la capital azteca una
pequeña guarnición al mando de Alvarado (1520).
Días después se celebraba la fiesta del Toxcatl.
Alvarado sospechó que se preparaba una
insurrección, y para evitarla atacó a traición a los
mexicas. Cuando Cortés regresó, después de haber
derrotado a Narváez, decidieron abandonar
sigilosamente la ciudad, pero en la retirada fueron
acometidos por un gran número de hombres, en el
episodio que se conoce como la Noche Triste.
En 1523, ya consumada la conquista de México, se
dirigió a América Central al frente de un pequeño
ejército y se apoderó de Guatemala (donde fundó
la ciudad de Santiago de los Caballeros de
Guatemala en 1524) y El Salvador, una vez
derrotada la resistencia de los diversos señoríos
que, por aquel entonces, extinta ya la hegemonía
de la cultura maya, rivalizaban entre sí por el
control del territorio. En 1527 regresó a España; el
rey y emperador Carlos V lo nombró gobernador,
capitán general y adelantado de Guatemala.
De nuevo en las Indias, en 1534 las noticias de las
fabulosas riquezas de Perú le incitaron a participar
en su conquista, pero después de un encuentro en
los Andes con Diego de Almagro, desistió de ello a
cambio de una importante compensación
económica. En 1539 desembarcó en Puerto
Caballos (Honduras), y pasó después a México para
preparar una expedición a las islas de Poniente, que
nunca se llevó a cabo, pues en los preparativos se
produjo en Nueva Galicia una insurrección indígena
que tuvo que acudir a sofocar. Murió a causa de las
heridas recibidas en el curso del asalto a Nochistlán.
Pedro Arias Dávila
Miembro de una noble familia de origen judío, se
educó y fue paje en la corte del rey Juan II y se
distinguió en numerosas campañas militares, como
en la guerra de Portugal por la sucesión a la Corona
de Castilla, entre los años 1474 y 1479. También
participó en las últimas campañas para la conquista
de Granada entre los años 1481 y 1492, en la última
de las cuales fue apodado "el Gran Justador" por su
afición a las justas o torneos. Se casó con Isabel de
Bobadilla, sobrina de la marquesa de Moya, Beatriz
de Bobadilla. Entre los años 1508 y 1511 participó
en los combates de Orán y Bugía, durante la
campaña de África, preconizada por el regente de
Castilla, el arzobispo Francisco Jiménez de Cisneros,
en la cual se distinguió notablemente.
En 1513, cuando contaba con más de setenta años
de edad, Fernando el Católico le nombró
Gobernador y Capitán General del Darién -cargo
que ocupó hasta 1526-, territorio que, a partir de
entonces, pasó a denominarse Castilla del Oro, y
que constituyó el primer asentamiento hispano en
la América continental. El 11 de abril de 1514 zarpó
desde Sanlúcar de Barrameda, al mando de una
expedición integrada por dos mil hombres y
veintidós barcos que, cuantitativamente, constituía
la más importante de las que habían ido al Nuevo
Mundo. Los personajes que lo acompañaron
fueron, entre otros: Francisco Pizarro, Diego de
Almagro, Hernando Luque, Hernando de Soto,
Fernández de Oviedo, Francisco de Montejo,
Rodrigo Enríquez de Colmenares, Sebastián de
Belalcázar, Martín Fernández de Enciso, Bernal Díaz
del Castillo, Pascual de Andagoya fray Juan de
Quevedo, el primer obispo del nuevo territorio que
se pretendía colonizar. La mayoría tomaron parte
en mayor o menor medida en diversas
expediciones, y conquistas en América.
Cristóbal de Olid

Era un Conquistador español. En 1518 se


encontraba bajo las órdenes de Diego Velázquez,
gobernador de Cuba, el cual le encargó el mando de
una expedición a las costas del Yucatán para
averiguar el paradero de Juan de Grijalba, pero la
empresa resultó un fracaso.
Nombrado maestre de campo de Ulúa, sobrevivió a
la Noche Triste de Tenochtitlán, tras lo cual peleó
en Otumba y sometió muchos pueblos cercanos a la
capital del actual México. En 1523 fue enviado por
Hernán Cortés al golfo de Honduras, con la misión
de ocupar el territorio y de buscar un paso hacia el
Pacífico.
Al llegar a Cuba, Olid traicionó a Cortés, se alió con
su enemigo Diego Velázquez y se erigió en jefe
independiente. En 1524 desembarcó en Puerto
Caballos, en Honduras, y Cortés enterado de su
traición, envió contra él a Francisco De las Casas.
Esta ofensiva resultó fallida y de las Casas fue hecho
prisionero.
Cortés creyó entonces necesario resolver el asunto
personalmente, e inició una expedición a Las
Hibueras, cruzando la península de Yucatán a través
de tierras inhóspitas. Mientras tanto, Olid combatió
contra González Dávila, a quien también derrotó y
encarceló. Cortés llegó a su destino con el ejército
maltrecho por el viaje, y se encontró con que Olid
había sido ajusticiado a raíz de una confabulación
entre Dávila y De las Casas.
Francisco
Hernández de
Córdova

Era un Conquistador español. La ambición de


poder llevó a la muerte a Francisco Hernández de
Córdoba, que fue ejecutado en la ciudad
nicaragüense de León, fundada por él mismo.
A las órdenes de Pedrarias Dávila, Francisco
Hernández de Córdoba realizó en 1523 una
expedición de conquista hacia las tierras
centroamericanas, en lo que posteriormente sería
Nicaragua. La penetración en el territorio, iniciada
con anterioridad por Gil González Dávila, fue
penosa, y los españoles tuvieron que vencer la
resistencia de los pueblos indígenas.
La primera fundación que llevó a cabo Hernández
de Córdoba fue la ciudad de Bruselas, en el golfo de
Nicoya. Posteriormente, estableció Granada y León
y las dotó de fortificaciones para la defensa militar,
en caso de ataques por parte de los indios, y de
edificios civiles y religiosos.
La colonización de Hernández de Córdoba prosiguió
hacia el territorio hondureño, donde la expedición
encontró a Gil González. Ambos conquistadores se
unieron en el objetivo de hallar una vía de acceso
hacia el mar del Sur (el Pacífico), descubierto poco
tiempo antes.
Envalentonado por sus acciones de conquista,
Hernández de Córdoba pretendió desvincularse de
la autoridad de Pedrarias Dávila y erigirse en
gobernador de las tierras que había descubierto,
para lo que contaba con el apoyo de Hernán Cortés.
Pero tras perder el apoyo de parte de sus hombres
y de Cortés, se vio obligado a rendirse. Pedrarias
Dávila lo mandó decapitar en la ciudad de León en
1526.
Gil González Dávila

Era un Conquistador español. Criado del obispo


Fonseca, consiguió una capitulación para explorar
el Mar del Sur junto con Andrés Niño. Al llegar a
Panamá, Pedrarias puso dificultades y sólo dio
medios cuando se le ofreció participación en la
empresa, que tardó dos años en organizarse. Dávila
llegó a Costa Rica, donde fue bien recibido por los
nativos, y siguió a Nicaragua, donde el cacique
Nicarao le dio oro y se bautizó junto con 15.000
indios. De regreso a Panamá, convencido de haber
descubierto un paso de mar a mar (a través del lago
de Nicaragua), tuvo que huir a Santo Domingo
debido a la hostilidad de Pedrarias. Iniciada una
nueva expedición por Honduras, tuvo serios
problemas con Hernán Cortés, quien le acusó de
usurpador y mandó a Olid a someterlo. Olid se puso
de acuerdo con Dávila, y ambos derrotaron a los
oficiales de Cortés que le perseguían. Fue
finalmente apresado y enviado a México, desde
donde regresó a España.
Gracias a la influencia del arzobispo de Burgos, Juan
Rodríguez de Fonseca, a cuyo servicio había estado,
en 1519 Gil González Dávila obtuvo de Carlos I el
grado de capitán general y una capitulación que le
posibilitó organizar una expedición, en compañía
de Andrés Niño y Andrés de Cereceda, en busca de
un paso que, a través del continente americano,
comunicase los océanos Atlántico y Pacífico, y
permitiese llegar a China y a las islas de las especias
por occidente.
Una vez en América, y tras dos años de preparativos
(empleados principalmente en construir varias
naves), en enero de 1522 la expedición partió de
Panamá rumbo norte, hacia tierras todavía
inexploradas. Mientras Andrés Niño costeaba el
golfo de Nicoya, González Dávila recorrió por tierra
los actuales estados de Costa Rica y Nicaragua. En
este último, donde reinaba el cacique Nicarao,
recibió ricos presentes de los indígenas.
Tras descubrir el lago Managua, Gil González Dávila
siguió el curso del río Tipitapa. Confirmó que el
Tipitapa desaguaba en una superficie acuática de
grandes dimensiones, unida al Atlántico a través del
río San Juan, que posteriormente resultó ser el lago
Nicaragua, y empezó a recorrer su costa con la
esperanza de que estuviese comunicado con el
Océano Pacífico. Atacado por un caudillo local,
hubo de emprender el regreso hacia el golfo de San
Vicente (donde le esperaba Andrés Niño al mando
de la flota) sin haber conseguido bordear el lago
Nicaragua, pero con un cuantioso botín y
convencido de haber hallado la ruta deseada.
El 25 de junio de 1523 llegó a Panamá, dio cuenta
de sus exploraciones y, ante el temor de que el
gobernador Pedrarias atentase contra su vida por
ambición personal, huyó a Santo Domingo, desde
donde remitió presentes al emperador y le solicitó
el gobierno de las tierras descubiertas. Pedrarias,
sin embargo, se adelantó a la respuesta oficial y
envió a Francisco Hernández de Córdoba a
Nicaragua.

González Dávila obtuvo el permiso real para


continuar la búsqueda del desaguadero del lago
Nicaragua y, para evitar encontrarse con los
capitanes de Pedrarias, en 1524 desembarcó junto
con Niño en el actual territorio hondureño para
dirigirse a Nicaragua desde el nordeste. Durante su
trayecto dio nombre al golfo de Fonseca (en honor
de su protector), trabó relaciones con los indígenas
y fundó la efímera ciudad de San Gil de Buena Vista.
Hernández de Córdoba, enterado de su campaña,
intentó detenerlo, pero González Dávila derrotó
tanto a él como a su lugarteniente, Hernando de
Soto.

Hernán Cortés, que consideraba la expedición de Gil


González Dávila una usurpación de sus legítimos
derechos sobre el istmo americano, quiso impedir
que se prolongase y envió contra ella a Cristóbal de
Olid. Sin embargo, Olid se rebeló contra Cortés y,
aunque en un primer momento se alió con González
Dávila, más tarde lo apresó junto a Francisco de las
Casas, a quien Cortés había mandado con la orden
de capturar a los rebeldes. La confianza con que
Olid trató a los presos permitió a González Dávila y
Casas sobornar a sus vigilantes y alzarse contra Olid.
Casas, en nombre de Cortés, se hizo con el poder y
envió a González Dávila a México, desde donde fue
embarcado hacia España.
Bibliografía
https://www.biografiasyvidas.com
https://okdiario.com/

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