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Cómo litigar en EL juicio oral

Primera clave

La primera clave es que debes tener tu propia carpeta del juicio. Ya sea que
la denomines así o si simplemente la llames “falso expediente”. Dicha
carpeta debe estar muy bien nutrida. Los insumos de ésta, te los
proporcionará no solo el expediente judicial sino también la carpeta fiscal y
tu propia investigación (sí, tú también tienes que investigar). Ten copia de
todo, actualmente no hay obstáculo para que obtengas copias simples de
todos los actuados, el artículo 138º del Código Procesal Penal (CPP en
adelante), permite que abogado defensor pueda obtener copias simples o
certificadas de los actuados con las reservas del caso, utiliza esa facultad.

Segunda clave

Una vez que hayas obtenido las copias que necesitas, llegó el momento de
la siguiente clave: orden. Es muy importante que tengas todo ordenado de
una manera que toda la información que tengas sobre tu caso sea
manejable. La primera tentación que tenemos al momento de enfrentarnos a
organizar la información disponible es seguir un orden cronológico, pero
no te lo recomiendo. Ordenarlo temáticamente es más adecuado. Por
ejemplo, tener un “file palanca” con separadores. En cada separador poner
las subsecciones de tu carpeta del juicio y puedes denominarlas de la
siguiente forma:

a) ¿Qué pasó?;
b) ¿Cuál es la norma aplicable?;
c) ¿Cómo lo pruebo?;
d) Alegatos; y,
e) Guía de objeciones.

En la subcarpeta “¿Qué pasó?”, corresponde desglosar todo lo referido a


los hechos acaecidos, distinguiendo: i) Teoría del caso; ii) Tema, iii)
Hechos relevantes; iv) Hechos controvertidos y v) Hechos asentados. Si no
se tiene claro lo referido a este punto, no se puede realizar una defensa
efectiva ni eficaz. No avanzar si no se tiene completo este punto, aquí se
trata de resumir todo el caso y la estrategia que se va a asumir.

En la subcarpeta “¿Cuál es la norma aplicable?”, debemos acopiar lo


siguiente: i) Legislación aplicable al caso concreto; b) Doctrina;y c)
Jurisprudencia. Respecto a la jurisprudencia, es importante mencionar que
debemos distinguir entre Acuerdos Plenarios de la Corte Suprema,
Jurisprudencia Vinculante del Tribunal Constitucional y Sentencias
Relevantes; en este acápite, recomendamos acudir a la página web del
Estudio Loza Avalos haciendo click aquí, en la cual ubicaremos abundante
información que nos permitirá completar esta subcarpeta.

En la subcarpeta “¿Cómo lo pruebo?”, corresponde quizás seccionar con


más detalle porque debemos distinguir lo siguiente: i) Imputados, ii)
Testigos, iii) Peritos y iv) Prueba Material. Respecto a los primeros tres
rubros es importante desglosar lo que cada uno aporta a la teoría del caso,
los temas a tratar con éste, tener copias de declaraciones previas que han
brindado, realizar un análisis cada órgano de prueba –fortalezas y
debilidades- , la estructura del examen o contraexamen (no el listado de
preguntas) y la prueba material que pretendo introducir con éstos.

En cuanto a la prueba material, se debe tomar en cuenta el artículo 382º del


CPP, haciendo la precisión que a efectos de dotarla de mayor credibilidad,
se debe elegir un órgano de prueba idóneo para que la reconozca, a
continuación, debo establecer las condiciones de legitimidad para su
introducción, exhibir el objeto al órgano de prueba y le pediré a éste las
razones para su reconocimiento; todo ello para evitar que la introducción de
la prueba material sea objetada por la contraparte.

Respecto a la subcarpeta “Alegatos”, tenemos dos rubros: i) Alegato de


apertura y ii) Alegato de clausura. En ambos, no se trata de tener un
discurso preparado, redactado y pulido; sino de tener una estructura básica
que nos permita presentar el caso que vamos a llevar a juzgamiento y como
concluiremos todo lo que se acredito en éste, respectivamente. El sector
reservado al alegato de clausura, al inicio del juzgamiento, se debe
encontrar vacío, a efectos de ir llenándolo conforme se vaya desarrollando
el juicio. En cambio, el referido al contrato de apertura debe estar
completamente estructurado.

Una última subcarpeta que debemos tener preparada es la referida a


la “Guía de objeciones”; en estas debemos tener el listado de las
objeciones más comunes y sus fundamentos; debido a que al momento de
objetar solo es preciso decir que tipo de objeción se presenta, tipo:
“Objeción, irrelevante”; habrán ocasiones en las que el juzgador requerirá
una fundamentación acerca del contenido de la objeción presentada; con la
práctica constante, poco a poco irá dejando de lado la guía de objeciones;
sin embargo, en su primera vez sí será importante tenerla, lo va a sacar de
más de un apuro.

Tercera clave

La tercera clave para tu primer juicio oral es preparar a tus órganos de


prueba y prepararte para los de la contraparte. Respecto a tus testigos,
imputados o peritos, no se trata de enseñarles a mentir ni distorsionar lo
sucedido de acuerdo a la conveniencia de tu teoría del caso, sino de que
cuenten lo que sucedió de manera ordenada, de tal forma que la
información que se presenta al juicio pueda llegar a cumplir el objetivo
planteado: que sume a nuestra teoría del caso o que reste a la teoría del caso
de la contraparte; la preparación también nos servirá para anticiparle a
nuestro testigo, imputado o perito la forma en que será contraexaminado
por la contraparte y permitirá que se prepare para adelantar las debilidades
que puedan existir para disminuir su impacto negativo.

La entrevista con el imputado que patrocinas es de vital importancia,


debido a que desde su perspectiva de conocedor de primera mano de los
hechos acaecidos, podrá darte una visión transversal de lo que sucedió, la
motivación de la denuncia interpuesta, el grado de su responsabilidad etc.;
sin embargo, debes tamizar todo lo que te dice y evaluar qué información
es relevante y creíble para la teoría del caso.

Respecto a los testigos o peritos de la contraparte, debemos prepararnos


para que la declaración que brinden pueda cumplir los siguientes objetivos:
Sumar a nuestra propia teoría del caso o desacreditar la teoría del caso de la
contraparte; sin duda el primer objetivo será el más importante, debido a
que si logramos que el testigo de la contraparte afirme algo beneficioso
para nuestra teoría del caso, tendrá mayor credibilidad frente al juzgador.

Cuarta clave

La última clave ya no trata del caso, sino de quien resolverá el caso.


Debemos conocer a nuestro juzgador, ello en la medida que el derecho no
es mera aplicación rígida, debido a que entre la norma y su aplicación,
existe un camino que recorrer, a éste se le denomina interpretación; por
ello, es importante conocer como cada Juzgado procede en la forma de
ordenar el juicio, el tratamiento que le da a las objeciones, si es garantista o
no en la interpretación de las normas etc. Para lograr este cometido, visita
con anticipación el local del Juzgado, familiarízate con la forma en que se
desarrollan las audiencias.

El momento del juicio


Con toda esta preparación llegó el momento del día del juicio, al cual
llegarás con tu carpeta del juicio y listo para sentarte al lado del imputado
(sí, ese es tu lugar). A continuación, se procederá a instalar el juicio oral,
para que ello suceda, deben encontrarse físicamente el representante del
Ministerio Público, el juzgador, el imputado con su respectivo abogado
defensor; la presencia de la parte civil es facultativa.

La dirección del juicio se encuentra a cargo del juzgador, si se trata de un


órgano colegiado, se turnarán para la dirección del debate. El director, tiene
poder disciplinario y discrecional, por el primero de ellos, se permite que el
Juez mantenga el orden y el respeto en la Sala de Audiencias, pudiendo
incluso ordenar la detención de quien perturbe dicho orden por el término
máximo de 24 horas. Mediante el poder discrecional, el Juez podrá resolver
cuestiones no regladas que surjan en el juicio, cuya resolución es necesaria
para su efectiva y debida continuación.

A continuación, se seguirá el orden del debate: a) Alegatos de apertura, b)


Trámite de conformidad; en este punto existe una bifurcación, de aceptarse
la conformidad, se pasará a alegatos finales y a la emisión de la sentencia
de conformidad, en el caso que el imputado no acepte los cargos
imputados, se seguirá el trámite; c) Fase Probatoria; en esta fase se
examina y contraexamina al imputado, testigos y peritos; asimismo se
introduce la prueba material haciendo uso del cuaderno del juicio y la
preparación previa que ya se realizó. En todo el transcurso del juicio oral,
se irá afinando el alegato de clausura, para realizarlo al finalizar la fase
probatoria. Con ello, acabamos el juicio oral y solo resta esperar la emisión
de la sentencia. Leída la sentencia (o la parte resolutiva de ésta), e puede
interponer recurso de apelación, cuidándose de fundamentarla en el mismo
acto o en el plazo que otorga la ley.

Para concluir, quizás se estén preguntando: ¿Y cómo interrogo?, ¿qué


puedo decir?, ¿cómo…?, muchas preguntas que solo pueden ser
respondidas por la práctica. No se aprenden mediante un ensayo, éste solo
te puede brindar ciertas herramientas, las cuales irán afinando con la
aplicación. La clave es practicar, practicar y practicar. No hay fórmulas
mágicas. Estamos a menos de un año que el CPP entre en vigencia en todo
el territorio de la república, no esperemos a tener que enfrentarnos a un
juicio para ir practicando. Dejen de asistir solo a conferencias y/o cursos
que tienen una metodología del dictado de clases, sin interacción.
Empecemos por ser más prácticos, no solo para enseñar, sino también para
aprender. El cambio empezará por ti, siéntete parte de la reforma.

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