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LA LIBERTAD

Hablar de ética significa hablar de la libertad. En un primer momento,


la ética nos recuerda las normas y la responsabilidad. Pero no tiene
sentido de hablar de norma o de responsabilidad si la gente no parte
de la suposición de que el hombre es realmente libre, o puede serlo.
Porque la norma nos dice cómo debemos actuar. Y si debemos
actuar de tal modo, es porque (al menos teóricamente) también
podemos no actuar de este modo. Esto es: si debemos obedecer, es
porque podemos desobedecer, somos capaces de desobedecer a la
norma o al precepto. También no tiene sentido hablar de
responsabilidad, palabra que deriva de respuesta, si el
condicionamiento o el determinismo es tan completo que la
La respuesta aparece como mecánica o automática.
Todas las doctrinas éticas se articulan entre dos extremos que hacen
La ética imposible. Si alguien afirma que el determinismo es total,
entonces no hay más ética. Porque la ética se refiere a las acciones
humanas, y si ellas son totalmente determinadas de fuera hacia
adentro, no hay espacio para la libertad, como Autodeterminación, y,
consecuentemente, no hay espacio para la ética. Hay muchas formas
de determinismo. Por ejemplo: el fatalismo: todo lo demás
Que sucedía, tenía que suceder. La fatalidad es la que rige, por
ejemplo,
Las tragedias griegas. El Edipo es alejado o se aleja de su lugar dos
veces, Para huir del destino fatal. Pero, exactamente al alejarse de la
casa de aquellos Que él cree ser sus padres, cae en las mallas del
destino, matando a su padre Verdadero y casándose con su madre.
Los orientales dirían: "estaba escrito". Si la fatalidad, o el destino,
rigen todos nuestros pasos, no tenemos Libertad, y no tenemos,
propiamente, presente o futuro. Todo lo que va Ya estaba decidido:
vivimos así en un eterno pasado. El determinismo puede aparecer
igualmente con la doctrina de un Dios Dominador. Todo lo que
hacemos es decidido por él, de modo que no
Nosotros tenemos Libertad.
Pero el determinismo puede aparecer también como una doctrina de
uno Materialismo estricto: la naturaleza, o la ley natural, rige todos
nuestros actos. Los condicionamientos materiales (como los
económicos, por ejemplo)
Deciden Por nosotros. Esta posición extremada también termina con
la ética. Es cierto Marx, que creía en una libertad humana, al menos
como poder Liberador, al describir situaciones en las que el capital
(este dios de la Sociedad moderna) dominaría totalmente al hombre
trabajador,
Denunciaba una situación de esclavitud total, donde el hombre
realmente no tendría más libertad. En esta situación, la propia ética
no tendría más Sentido. ¿O tendría, como máximo, el mandamiento
ético de revolucionar tal, Sociedad. Cuando una objetividad total
domina al sujeto, no hay más espacio para la libertad y
consecuentemente ni para la ética. El extremo opuesto al del
determinismo, sin embargo, niega igualmente la ética. Porque el otro
extremo está representado por una concepción que cree en una
libertad total y absolutamente incondicional. Los filósofos
Exóticos, griegos o romanos, pensaban que "el sabio es libre
siempre, aunque esté aprisionado y encadenado. "Ahora bien, esta
libertad se resumiría la posibilidad de pensar lo que quisiera.
Pero libertad para pensar, sin poder actuar de acuerdo con los
pensamientos, es decir, sin poder Actuar libremente, no es
libertad humana. Así como tampoco lo es una libertad absoluta y
abstracta, sin condicionamientos, sin normas, sin necesidad. El
pensamiento estoico, que afirmaba sólo esta Libertad abstracta,
penetró en el cristianismo, que así también pecó Por esta
exageración, dejando que la Libertad real se resumiera a algo
puramente interior. A principios del siglo pasado, algunos pensadores
del idealismo también acentuaron de tal manera el poder de la
voluntad, por encima de todos los condicionamientos naturales y
materiales, sociales, económicos y psicológicos que, al final,
quedaba la pregunta: esta libertad todavía sería la libertad del
hombre, un ser que sólo puede ser entendido como una estructura
sintética, y no simple, un ser que no es puro espíritu, pues también
es (o tiene un cuerpo, un ser que no es puramente subjetivo, sino que
también es uno objeto? El hombre es un espíritu puro, o un ser al
final de cuentas corporal y un ser cultural con bastante dependencia
de las condiciones concretas de las formas culturales de su tiempo y
de su lugar? Así, los llamados idealistas subjetivos acaban
presuponiendo un sujeto puramente racional, infinito, arriba y libre del
aquí y ahora, un espíritu tan poderoso que no se identifica más con
el hombre real y concreto. También contra estos pensadores, vale
una frase famosa de Adorno (1903-1969), pensador de la llamada
"Escuela de Fráncfort": "La libertad de la economía no es más que la
libertad económica", o, más simplemente: sólo no depende del dinero
quien lo tiene de sobra. Pues bien en medio de la época de los diversos
idealismos que florecieron en las tierras alemanas, en 1809, el
filósofo F. W. J. Schilling (1775-1854) escribió un mensaje Pequeño
pero profundo tratado titulado Investigaciones filosóficas sobre la
Esencia de la libertad humana y de los asuntos conexos. Esta
pequeña obra
Se sitúa entre los escritos de Kant y Fichte, por un lado, y los de
Hegel, de otro lado. Y la palabra clave, en el caso, es la expresión
"libertad humana". Por insistir en investigar una libertad que fuera
realmente humana, ni más y ni menos, Schilling allí hasta anticipó
críticas a escritos posteriores de Hegel. Porque la cuestión de la
libertad, en Hegel, es muy discutida, y con razón, debido a la
profundidad con que este filósofo trata el tema, realmente
Central para su pensamiento. En la perspectiva de Schilling,
tendríamos que Decir que la libertad que Hegel expone es tan
infinita la absoluta, que ya no Corresponde más a la realidad
humana, considerando que el hombre es un hombre
El espíritu condicionado y finito. Pero si Hegel (1770-1831) en
ciertos pasajes expone la historia de
Una libertad que sería sobrehumana, no se puede negar,
principalmente hoy, la importancia de sus escritos para esta
cuestión. En primer lugar, Porque él procura exponer una historia
filosófica de la libertad. Así pues, explica, por ejemplo, por qué en
un Estado en el que sólo un hombre es libre nadie es libre, ni
siquiera el tirano. Y Hegel muestra que la libertad no puede ser sólo
exterior, ni sólo interior, y que se desarrolla en la conciencia y en las
estructuras. A Libertad aumenta con la conciencia que se tiene de
ella, aunque la simple "conciencia de la libertad" todavía no es la
libertad efectiva, es decir, real. Y esta historia prosigue, mostrando
cómo el hombre y la humanidad se construyen, en la búsqueda de
una libertad siempre más real. En los griegos, las las normas
exteriores de la polis no respeta la libertad individual. Con el fin
cristianismo habría surgido la conciencia profunda de la libertad y
del valor infinito de cada individuo. El punto máximo de esta
tendencia traída por el el cristianismo estaría en el pensamiento
moral de Kant, que acentúa tanto la libertad moral, que hasta deja
en la sombra el aspecto exterior de la legalidad, es decir, de la
organización en leyes de la sociedad. Lo que Hegel buscó, desde
su juventud, en los tiempos de la Revolución Francesa, fue la
formulación de una síntesis de la política griega y de la moral
cristiana, que debe aparecer en la estructuración de un Estado de
derecho, moderno y constitucional, Donde cada individuo fuese
realmente libre, interior y exteriormente. En un Estado de Derecho,
el exterior, es decir, las leyes y las organizaciones sociales,
garantiza la libertad, o mejor, las libertades individuales y el bien
común. Porque no basta que me siento libre, es necesario que me
conozca realmente libre, en un Estado organizado que garantice la
libertad de todos y de cada uno. Este intento de síntesis brota como
una necesidad después de las Experiencias históricas de la
Revolución Francesa.
Según Hegel, el error Que se produjo en la fase del Terror, con su
libertarismo acompañado Guillotina, habría sido la búsqueda de una
libertad puramente abstracta y total. Lo que faltó, por lo tanto, fue la
percepción de que la libertad necesitaba "organizarse en la
sociedad", "darse existencia", o organizar la sociedad de acuerdo
con su idea. Una libertad que se da existencia concreta aparece
como un Estado, que sería la realización de la libertad de todos,
Concretada en instituciones sociales y políticas. Hegel alcanzó, con
su pensamiento, una etapa que ya no puede ser ignorado, aunque
critiquemos algunos aspectos de su teoría. Incluso así, las críticas
son fuertes. Criticando la teoría del Estado de Hegel, Karl Marx
(1818-1883) dirá que el Estado no es, de hecho, lo que el maestro
Hegel quisiera que fuera, es decir, la instancia del universal,
instancia preocupada por la realización del bien común y con la
armonización de los intereses contrarios de la sociedad
Civil burguesa. El Estado sería, de hecho, un instrumento más de
poder para una de las clases en conflicto en la sociedad burguesa.
No sería Universal armonizador, pero el particular dominador, sería
un instrumento conquistado por una clase. Los filósofos de
inspiración kantiana critican la teoría hegeliana del hombre.
Estado por otro lado: allí se instituir una ética basada no
En autonomía, pero en la heteronomía, es decir, el hombre, al
pretender actuar moralmente según Hegel, acabaría guiándose no
por su conciencia moral autónoma, y sí, en última instancia, por
"razones de Estado". Finalmente, en el campo de la crítica a Hegel,
hay los pensadores La existencia, como Kierkegaard, en el siglo
pasado, y Jaspers, Heidegger, Merleau-Ponty y Sartre, en este
siglo. Ellos insisten, de diferentes formas, sobre la crítica de que
Hegel habría olvidado la dimensión propiamente humana e
individual de la libertad. El sistema de Hegel, qua
Lo pone todo en un proceso impresionante, acabaría
menospreciando la singularidad de la instancia individual, afirmada
sólo verbalmente, pero olvidado de hecho. En relación con la
instancia individual, la conciencia moral, el pensamiento hegeliano
sería, en el fondo, amoral.
Dicho de otra manera, esta crítica sonaría así: cuando un proceso
Supera al individual, se vacía la dimensión ética. Al que Hegel
Respondería: se supera dialécticamente la moral, para entrar en el
terreno
Sólido y real de la vida ética (Sittlichkeit), concretada en
instituciones
(supra-individuales) como la familia, la sociedad civil y el Estado,
Dimensiones que no pueden ser ignoradas por ninguna ética que
pretenda ser concreta. Uno de los puntos más interesantes de la
filosofía actual es la investigación puntos de aproximación entre los
marxistas críticos (como los Llamados Frank curtíamos) con los
pensadores de la existencia, en la cuestión de la crítica del
Estado totalitario y autoritario del siglo XX.
No es por casualidad que, al hablar de libertad, venimos a parar
Cuestión del Estado moderno. Pero conviene ahora reanudar la
distinción inicial de los dos tipos de negación de la libertad: el
determinismo absoluto y el libertarismo absoluto. Decimos que la
ética se mueve entre estos dos extremos, igualmente falsos.
La ética se preocupa, podemos decirlo ahora, con las formas
humanas De resolver las contradicciones entre necesidad y
posibilidad, entre tiempo y la eternidad, entre lo individual y lo
social, entre lo económico y lo moral, Entre lo corporal y lo psíquico,
entre lo natural y lo cultural y entre la
Inteligencia y voluntad. Estas contradicciones no son todas del
mismo tipo,
Pero brotan del hecho de que el hombre es un ser sintético, o, dicho
más exacto, el hombre no es lo que sólo es, pues él necesita
convertirse en un Hombre, realizando en su vida la síntesis de las
contradicciones que el Constituyen inicialmente. Antes de cerrar
este pequeño capítulo sobre la libertad, cuestión Central para
cualquier estudio de ética, sería útil destacar dos Contribuciones
Importantes en este campo, igualmente del siglo pasado, de gran
Influencia sobre el actual: una de Marx, otra de Kierkegaard.
K. Marx (1818-1883) interpretó la historia de la humanidad como la
Historia de una lucha constante con la naturaleza. La acción
humana se define
Entonces como trabajo, como técnica. Intentando dominar la
naturaleza, por el Trabajo, para humanizarla, el hombre encuentra
siempre la resistencia del hombre, material, pero, al tanta,
transformar la materia alrededor de él, él también se
Transforma: al trabajar, se hace trabajador, se especializa, se
adapta a los secretos del material, se produce. Marx está lejos, por
lo tanto, del Idealismo subjetivo con los sueños de libertad
incondicional. Por el Consejo Contrario, la libertad, como posibilidad
humana, está siempre Condicionada por las posibilidades técnicas y
por las formaciones económicas.
Pero en un aspecto Marx se muestra también condicionado por su
Tiempo. En un aspecto él es ingenuo como casi todos los
pensadores del
Siglo XIX: él acepta tranquilamente que la naturaleza "deba ser
dominada", Sólo no aceptando "la dominación del hombre por el
hombre". Ahora bien, los los frankfurtianos hoy reconocen que
había una contradicción, pues, después de todo, de cuentas, cada
hombre es también un pedazo de la naturaleza, de modo que
Esta última dominación deriva naturalmente de la aceptación sin
restricciones de la Primera. Las cuestiones éticas de la ecología
empiezan a corregir ciertos ideales de la economía. Marx intenta
seguir la línea de Kant, que afirmaba que el hombre debe ser
Siempre tratado como un fin, y nunca como un medio. Pero el
propio Kant no veía que el hombre, siendo también un ser de la
naturaleza, se coloca él incluso en una posición de medio, por
ejemplo, cuando solicita un empleo y acepta un trabajo. Pero, a
diferencia de Kant, Marx desarrolla, por otro, Con total insistencia el
aspecto técnico del actuar humano (Transformación de la
naturaleza por el trabajo), que deja bastante en la sombra el
Aspecto propiamente moral. Hoy en día, pensadores inspirados por
Marx, pero que conocen bien toda la tradición alemana, prefieren
hablar, como J. Habermas, de dos diferentes
Dimensiones del actuar humano. Además de la actividad teórica, el
hombre no sólo una actividad técnica, representada por el trabajo
productivo, sino también una actividad propiamente práctica (en el
sentido griego, y por lo tanto, ética), representada por el amor, por
ideales de comunicación y por valores como la fraternidad entre los
hombres. Así, el problema del el capitalismo, por ejemplo, tendría
que ser reestudiado, para ver cómo predomina la dimensión técnica
sobre la dimensión ética, y para descubrir una alternativa realmente
diferente. S. Kierkegaard (1813-1855), pensador danés y grande
Admirador de los griegos, especialmente de Sócrates, es el
responsable de otra gran contribución a las investigaciones sobre el
terreno de la ética Confrontando el pensamiento griego antiguo con
el cristiano, Kierkegaard se percibió que para los griegos el pecado
sería sólo ignorancia. Para Sócrates y Platón, dice, el problema
ético era, en el fondo, un problema de la Teoría: la única cosa
importante para el hombre sería "conocer el bien",
Porque de ahí se seguiría necesariamente un "actuar bien". Los
griegos no comprendían entonces que se pudiera hacer el mal,
conociendo el bien; Español modo que el hombre malvado sería
siempre (sólo) un ignorante, que podría
Y debería ser curado por la filosofía.
Ahora bien, Kierkegaard insiste, conocedor que es del pensamiento
cristiano en sus fuentes (por ejemplo, San Pablo), que el hombre
puede conocer el bien y preferir el mal, y la libertad, es decir,
también la ética, estaría exactamente en esta zona de los
problemas. En este caso, la libertad no sería, absolutamente,
sinónimo de conocimiento filosófico (teórico) del bien, o
Del proceso dialéctico del bien (o de la libertad), del cual seguiría
Necesariamente la práctica del bien. No, la libertad debe consistir
antes en la opción voluntaria por el bien, consciente de la
posibilidad de preferir el mal.
En su libro de 1844 dedicado a la cuestión de la libertad, El
Concepto de Angustia, Kierkegaard describe la angustia como la
experiencia propiamente humana del ser libre, experiencia de poder
realmente optar y Incluso tener que optar. Este pensador danés
describe, como otros Psicólogos profundos posteriores, no sólo la
angustia que el hombre siente Ante el mal Pero también la que
siente delante del bien, cuando prefiere el mal.
La angustia es el reflejo psicológico de la conciencia de la libertad.
Eso que es totalmente necesario no puede angustiarse. Lo que ya
es real, mientras que tal, no angustia también. Lo que angustia es la
posibilidad. O lo que ya es real, pero que aparece de nuevo como
una posibilidad.
En este contexto, posteriormente explorado por los pensadores
existía, el espíritu realmente humano (y no el espíritu absoluto)
aparece como una tarea y un poder de auto-sintetización, de
autorrealización, y que el instante de la decisión se muestra como
una sintetización entre necesidad y posibilidad, o, si se quiere, de
los aspectos necesarios, datos, y de posibilidades abiertas. Y por
eso dice Kierkegaard que el presente debe entenderse como el
instante de la decisión, síntesis de pasado y de futuro.

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