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La discreción marca una pauta importante en el reconocimiento de la vida digna como el

fundamento de la Dignidad humana debida a que no solo está presente tanto en el aspecto social
el jurídico y el cotidiano, entre otros. La he trabajado desde el aspecto jurídico para dar cuenta de
esta problemática. El concepto relativo de nada cuando se piensa como un concepto relativo en el
que tiene injerencia tanto el encargado de las decisiones, el juez, como el contexto social, a cual es
ejercida mediante el discernimiento y no de manera mecánica, por la que el juez encuentra la
respuesta correcta a un problema determinado sin recurrir a la reconstrucción de una teoría
coherente “reconstruccionismo” como lo llama Dworkin, donde la mejor respuesta si bien, es
resultado de aquellas teorías que reconstruyo buscando la justificación, lamentablemente de el
autor no ofrece un criterio de evaluación, el cual sugiero es importante tal como lo dice Oliveira en
su libro “ elegir aquella razón razonable “ o cal dota de buenas razones para optar por determinada
respuesta, ya que ,esas ultimas fundamentadas estrictamente en la razón razonable que permite
establecer el limite a las conductas (prohíbe) y las ideas (rebate) entre lo que es tolerable (saber
que tolerar) y lo que no es tolerable (saber que no tolerar) ya que si bien es cierto con esta
suposición de racionalidad no obliga a actuar racionalmente, pero si posibilita la práctica de esta,
dodne cabe mencionar que la prudencia juega un papel fundamental en este quehacer.

puede tenerla dese un punto de vista pero desde otro que en este caso al ser legales, nos remite
al juez quien debe acudir en el caso de encostrarse con los casos difíciles a los principios incluso
aunque estos sean dinámicos y cambien con suma deben ser en torno a estos donde gire la
discrecionalidad jurídica, ya que la aplicación de dichos principios no es automática. Sin embargo,
dado que hay una jerarquía de principios en muchas ocasiones fundamenta decisiones distintas,
esto es debido a que tal como sugiere Dworkin son dinámicos y cambian con gran rapidez y todo
intento de armonizarlo conlleva al fracaso. En este sentido, el juez debe balancear los principios y
elegir aquel que tenga mayor peso ejerciendo de esta forma, su discreción judicial de forma
prudencia.

En donde idealmente el juez es omnisciente en tanto que, sea capaz de solucionar los casos
difíciles y encontrar las respuestas correctas a todos los problemas al recurrir a la reconstrucción
de una teoría coherente “reconstruccionismo” como lo llama Dworkin, donde pese a elegir la mejor
respuesta entre aquellas teorías que reconstruyo buscando justificación de su decisión este autor
no ofrece un criterio de evaluación, el cual sugiero es importante tal como lo dice Oliveira en su
libro “ elegir aquella razón razonable “ o cal dota de buenas razones para optar por determinada
respuesta, ya que ,esas ultimas fundamentadas estrictamente en la razón razonable que permite
establecer el limite a las conductas (prohíbe) y las ideas (rebate) entre lo que es tolerable (saber
que tolerar) y lo que no es tolerable (saber que no tolerar) ya que si bien es cierto con esta
suposición de racionalidad no obliga a actuar racionalmente, pero si posibilita la práctica de esta,
dodne cabe mencionar que la prudencia juega un papel fundamental en este quehacer.

Esto muestra que los principios no operan como normas, sino como directrices políticas dice
Dworkin (72), ya que funcionan como un estándar que propone un objetivo posible de alcanzar, lo
cual significa una mejora en algún rasgo económico, social y político de la comunidad es decir, que
éste representa un plan de acción que tiene por objetivo lograr visibilizar la dimensión de la
moralidad a través de la justicia, equidad, por ejemplo donde si bien, los principio y normas
jurídicas son conjunto de estándares que refieren a la obligación jurídica en determinadas
circunstancias difieren en el carácter de orientación que da cada una. Esta matización teórica que
hace el autor permite distinguir lógicamente entre norma y principio jurídico en tanto que ambas si
bien, comparten el hecho de ser estándares retomados en circunstancias particulares
determinadas, difieren en la orientación que cada una da, donde las nomas son aplicables de
forma disyuntiva que in embargo puede dar cuenta de las carencias que tienen los principios en
tanto que parten de supuestos contractuales perdiendo de vista la el aspecto práctico de la
realidad.

Finalmente, la perspectiva de los casos difíciles de Dworkin cuestiona el hecho de que la Dignidad
humana como un principio no permita que nadie se beneficie de su propia tragedias; como sucede
con el enanismo o incluso peor aún de una injusticia; como sucede cuando la propia institución la
legítima, ejemplo de ello es el con el usucapio de ahí, que la Dignidad humana sirva para dar
cuenta de otro Derechos pero no viceversa. Esto muestra que la necesidad de ir más allá de
aplicar o bien, seguir los principios de la Dignidad humana requiere de la discrecionalidad para
afirmar que por parte de ésta se be considerar a la vida digna.

difieren en que se acotan a

i bien, hay una compleja relación entre los derechos y obligaciones jurídicas en los casos difíciles,
no es suficiente apelar a los principios ya que no pueden operar c

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