ORGANIZA TU

PRESUPUESTO

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Haber dado conocimientos de economía doméstica en la escuela creo que habría ayudado
en gran medida a gestionar el dinero con sabiduría.

Aprender a llevar la contabilidad, reutilizar, comprar de forma inteligente, reciclar, etc, un

sinfín de pequeñas estrategias para llevar la vida que queremos sin agobios económicos.

Ahora bien, por desconocimiento o porque no lo aprendimos en su momento no es excusa

para no hacerlo. Para empezar a saber qué hacemos con el dinero, un presupuesto nos
ayudará a la tarea.

Reglas

Para tener una economía doméstica saneada hay varias reglas que siempre hay que
cumplir:

– Los ingresos tiene que superar a los gastos.

– Aprender cuándo y cómo comprar. Lo barato a veces sale caro.

– Anotar todos y cada uno de los gastos que se realice.

– Gasta sobre el dinero que tienes no sobre los posibles ingresos.

– Invierte en educación financiera.

– Crea diferentes fuentes de ingresos.

– Crea una cuenta de ahorro que nunca toques, el dinero llama a dinero.

– Compara precios antes de comprar un producto o servicio.

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 Información de partida

Como puedes observar en la infografía, es una simple guía para que puedas empezar a
tomar nota de tus ingresos y gastos dependiendo de tu situación personal y de cómo
quieras agrupar cada uno de ellos.

Para llevar tus cuentas tienes que incluir los conceptos que sean aplicables en tu caso. No
hay forma correcta o incorrecta de agrupar los conceptos, puedes incluir en uno solo la
vivienda, los impuestos, la hipoteca o alquiler y los gastos energéticos.

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 Presupuesto

Podemos definir un presupuesto como una hoja de ruta que nos dirá en qué gastar, cómo,
cuánto y cuando nuestro dinero para llevar un control.

Para ello es imprescindible empezar a adquirir el hábito de anotar cada gasto que se
realice para anotarlo después. ¿Dónde? en un cuaderno contable, programas informáticos
a tal efecto o en una hoja de cálculo personalizada.

Quizás te pueda parecer algo complicado crear un presupuesto mensual, pero cuando
veas con tus propios ojos dónde va tu dinero te aseguro que dedicarás una hora a la
semana a llevar las cuentas de casa, los ingresos y los gastos.

El presupuesto se tiene que mantener actualizado, al principio cuesta un poco porque no

hay un hábito creado pero si elegimos un día y una hora concreta todas las semanas por
igual se hará más fácil ser perseverante. Puedes realizar la tarea en familia, enseñar a tus
hijos a llevar las cuentas es una buena inversión.

Al final del año puedes hacer un balance de la situación económica del hogar. Si los
ingresos fueron superiores a los gastos vas por buen camino. Ahora es momento de dar un
paso más y aprender qué hacer con él: ahorrar, invertir o gastar.

Si por el contrario el balance quedó negativo, ¡alégrate! ya sabes porque andas pidiendo
dinero a tus familiares o créditos al banco. Es momento de ajustar los gastos y eliminar lo
superfluo.

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 Tipos de presupuesto

ELIGE TU
PRESUPUESTO

Tradicional

Simplemente de todos los ingresos se restan los gastos. Con la cantidad que resulte lo
dedicaremos a lo que nos interese. Se trata de no gastar más de esta cantidad.

Puedes ir un poco más allá, de manera que pongas a trabajar tu dinero, igual que hacen
los ricos, dedícalo a actividades que te generen intereses. De esta manera todo tu dinero
tiene un fin específico.

Flexible

Si tu situación económica mejora o empeora podrás utilizar el remanente como punto de

partida. Si la situación es apurada indicará que hay que hacer ajustes para llegar a fin de
mes. Si por el contrario es holgada, puedes elegir si ahorrarlo, gastarlo o invertirlo.

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Efectivo

Deja de lado las tarjetas y plantéate gastar sólo y exclusivamente el dinero efectivo que
lleves encima. Esto significa que si no lo dosificas te puedes ver a mitad del mes sin dinero
pero así sabrás que no gastas de más.

Anti-presupuesto

Si a pesar de todo, no recuerdas tus gastos, se te olvida hacer balance a fin de mes o no
tienes perseverancia, entonces esta estrategia es la tuya. Preparar el anti-presupuesto es
estimar tus gastos básicos del mes, todos en total y apartarlo o bien dar órdenes al banco
para que se pague y con lo que quede restante lo gastas sin preocupaciones.

Al final lo más importante es que te cuadren tus ingresos con los gastos y la de tener la
seguridad de que llegas a final de mes sin apuros económicos.

Equilibrar las finanzas de tu hogar, de manera que no gastes más de lo que ingreses es la
condición fundamental y más importante que tienes que recordar antes de precipitarte en
realizar algún gasto.

Ya no tienes excusa, el dinero es tuyo y con los conocimientos adecuados, tú eres la

persona que mejor puede cuidarlo.

FIN

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