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Trabajo realizado en la asignatura “Planificación y gestión de vacunas".

Título: “La cadena de frío de las vacunas en los Centros de Salud del Área 16, en la provincia de
Alicante”.
Autor: Del Campo Alepuz, G.
Resumen: Atención Primaria del área 16, en la provincia de Alicante, consta de 8 Centros de
Salud y 7 Consultorios dependientes de los mismos. Las vacunaciones se realizan, por lo general,
en los Centros de Salud de referencia y de forma puntual (campañas de vacunación de la gripe,
por ejemplo) en los Consultorios auxiliares. Para este estudio se han tomado 8 centros de salud y
dos consultorios, estos últimos por ser los únicos en los que de forma habitual se realizan
vacunaciones.
En este trabajo pretende estudiar, mediante un estudio descriptivo, si se cumplen los mínimos
requisitos para que la cadena de frío resulte efectiva. Para ello se elabora una encuesta dividida en
tres partes, para referenciar cada uno de los elementos principales de la cadena de frío
(materiales, transporte y recursos humanos), la cual se envía a los Coordinadores de enfermería
de los Centros de salud, y después se realiza visita a estos Centros para observar, in situ, el
correcto almacenaje de las vacunas y, si los elementos que intervienen en la cadena de frío están
correctamente empleados y testados periódicamente.
Palabras clave: vacunas, cadena frío, enfermería.

LA CADENA DE FRÍO DE LAS VACUNAS EN LOS CENTROS DE SALUD DEL ÁREA


16, EN LA PROVINCIA DE ALICANTE.

LA CADENA DE FRÍO DE LAS VACUNAS. CONCEPTO.

Se define como cadena de frío a la serie de elementos y actividades necesarios para


garantizar la potencia inmunizante de las vacunas desde su fabricación hasta la
administración de éstas a la población. Es preciso, no obstante, señalar que este
concepto se ha ampliado en los últimos años, especialmente en los países donde la
vacunación a pasado a ser una actividad generalizada y llevada acabo mediante
programas de inmunización. Como finalidad de optimizar la eficacia y la eficiencia de
estos programas, ha sido preciso contemplar, además del abastecimiento de vacunas a
la población en condiciones óptimas de conservación (clásicamente definido como
mantenimiento de la cadena de frío), una planificación operativa que permita
garantizar la calidad integral de la vacunación. Esta planificación es la que se
denomina "logística de los programas de inmunización".

APLICACIÓN DE LA LOGÍSTICA EN LAS FASES DE LA CADENA DEL FRÍO

El éxito de la ejecución o de la implantación de un programa, de un proyecto o de una


intervención, depende de un conjunto de elementos que van desde la elección de las
estrategias a utilizar con los individuos implicados, hasta el del de la estructuración y
de la clasificación de operaciones. En este sentido, la planificación logística aplicada a
los programas de vacunación conlleva, además del análisis del equipamiento
necesario, la ordenación de actividades que han de llevarse a cabo en cada una de las
fases de la cadena del frío. Los recursos necesarios y la organización de actividades a
realizar, variarán no sólo en función de la fase que se trate, sino también del nivel
donde se aplique la planificación logística. Teniendo en cuenta estos aspectos, en esta
sección se especifican los recursos y las actividades, clasificados según la fase de la
cadena del frío y adaptados al nivel de aplicación.

Para la distribución de vacunas: neveras portátiles, cajas isotérmicas o porta-vacunas.


La utilización de uno u otro elemento vendrá condicionado por:

a) el tipo de vacunas a transportar


b) el volumen
c) la temperatura ambiente durante el transporte
d) el tiempo máximo de recorrido

Como norma general deberán utilizarse neveras portátiles dotadas de acumuladores de


frío y controlador de temperatura.

En todo caso deberá tenerse en cuenta la "duración de la refrigeración", es decir el


tiempo que tarda, sin aberturas, la temperatura interior en pasar de -3ºC a 10ºC tras la
exposición a una temperatura ambiente de 43ºC.

DURACIÓN DE LA REFRIGERACIÓN O AUTONOMÍA

· Para porta-vacunas: entre 7-36 horas


· Para las neveras portátiles de mayor cubicaje: entre 36 -48 horas
· Para cajas isotérmicas: de hasta 50 horas

FASES DE LA CADENA DE FRÍO

Desde que se fabrican hasta que se administran, las vacunas pasan por las fases de
distribución, almacenamiento y manipulación. Las actividades y recursos necesarios
para desarrollar los programas de vacunas, varían sensiblemente en cada una de estas
fases. Al realizar la planificación logística, habrá que adecuar los recursos y las
actividades de cada una de las fases de frío, al nivel donde se aplique.

ELEMENTOS DE LA CADENA DEL FRÍO

RECURSOS HUMANOS

La complejidad en la planificación, la gestión y la ejecución de los programas de


inmunización, es cada vez mayor. El incremento de las vacunaciones infantiles, la
potenciación de la vacunación de la población adulta y la aparición de nuevas vacunas,
son entre otras, las causas del incremento de los programas de vacunaciones, en los
últimos años. Este incremento hace cada vez más evidente la necesidad de adecuar los
recursos humanos a las nuevas características de estos programas En este sentido,
tanto especialistas en la cadena del frío como en logística, coinciden en que un
elemento clave para el buen funcionamiento de los programas de vacunación es la
figura del responsable de vacunas, siendo necesaria la designación de un responsable
de vacunas en cada nivel de aplicación La persona designada estará formada en todos
los aspectos relativos a la cadena de frío, a la logística, y a la termoestabilidad de las
vacunas. Como principales actividades, el responsable de vacunas tendrá asignado el
control y cuidado del equipamiento así como la coordinación y ejecución de todas
aquellas actividades relativas a la gestión de los programas de inmunización, en su
ámbito de competencia.
RECURSOS MATERIALES

Existen en el mercado una gran diversidad de artículos para el transporte, almacenaje,


distribución y aplicación de vacunas. Por esta razón es importante antes de adquirir
cualquiera de ellos, hacer un estudio de las necesidades y adaptar los elementos a
éstas. De no ser así, puede ocurrir, por ejemplo, que al comprar una nevera para un
centro vacuna no se tenga en cuenta que ésta ha de disponer de congelador para
acumuladores; también pude suceder, que disponiendo de una gran cámara frigorífica,
no se disponga de termógrafo o, como se ha observado en múltiples ocasiones, que la
capacidad de la cámara o nevera no sea la adecuada al volumen medio de vacunas a
almacenar.

NEVERAS DOMESTICAS

El almacenamiento del biológico a nivel local se debe realizar en refrigeradores, en el


caso de refrigeradores domésticos, se recomienda que sean equipos de una sola
puerta, convencionales.

RECOMENDACIONES GENERALES DE MANTENIMIENTO DE LAS


REFRIGERADORAS Y NEVERAS

Las siguientes recomendaciones se deben aplicar para el manejo y mantenimiento de


refrigeradores y neveras domésticas, para asegurar la calidad de las vacunas:

· Instalar la nevera a la sombra y lejos de toda fuente de calor, a la sombra, a unos 15


cm. de distancia, como mínimo de la pared y del techo, en posición perfectamente
nivelada. Una forma sencilla de comprobar si existe desnivel en el piso, es colocar
sobre la refrigeradora o nevera un plato con agua y observar la posición del líquido.
· Cuando la nevera se detenga, revise los fusibles antes de llamar al técnico.
· Compruebe si la nevera está bien enchufada (debe estar enchufada directamente a la
red, y no por medio de alargaderas o ladrones) La temperatura se puede regular
haciendo girar el botón de control. Enfría más hacia los números más altos o hacia
donde dice mas frío.
· Todas las neveras deben tener un termómetro. Diariamente, se debe verificar la
temperatura interior de la refrigeradora o nevera, que debe mantenerse entre 2ºC y
8ºC.
· Diariamente se debe registrar la temperatura de la nevera, en la hoja de control de
temperatura de la red de frío.
· En el congelador, se deben colocar determinados números de paquetes fríos que
puedan congelarse en un periodo de 24 horas, teniendo cuidado que la temperatura
interna del refrigerador no exceda de 8 grados C.
· En los estantes inferiores de la nevera, se deben ubicar botellas llenas de agua
cerradas, esto permite estabilizar y recuperar la temperatura interna más rápidamente
después de abrir la puerta. Estas botellas deben guardar entre sí una distancia de 2,5
cm y a similar distancia de las paredes del refrigerador para que el aire que se
encuentra dentro circule.
Pruebas realizadas a una temperatura ambiente de 43ºC, confirmaron que una nevera
tarda 120 minutos en recuperar la temperatura interna, cuando no se utilizan botellas
con agua, y 52 minutos cuando se utilizan estas.
· Los frascos de vacuna se deben acomodar en bandejas, las que se colocan en los
estantes centrales de la nevera.
· No se deben guardar vacunas en los estantes inferiores ni en la puerta. Mantener la
puerta siempre bien cerrada.
· No se deben amontonar vacunas. Hay que dejar un espacio entre éstas para que
circule el aire frío entre las vacunas.
· Las vacunas susceptibles al congelamiento deben ser almacenadas en el segundo
estante del refrigerador o nevera.
· Semanalmente, debe verificarse la formación de hielo en el evaporador y en el
congelador. Si el grosor de la capa de hielo es superior a 6-10 mm, es necesario
descongelar la refrigeradora o nevera.
· Si se tiene que apagar la nevera por cualquier circunstancia, se deben guardar las
vacunas temporalmente en un termo o caja fría.

CAJAS TÉRMICAS

Son cajas con estructura aislante de poliuretano inyectado, recubierta con plástico u
otro material afín con cierre hermético y capacidad para acomodar los paquetes fríos
alrededor de las vacunas. Se emplea en transporte del nivel nacional al regional y en
general cuando se necesita transportar y conservar biológicos de 16 a 60 o más horas.

TERMOS

Son recipientes de pequeñas dimensiones fabricado con paredes aislantes de


poliuretano y poliestireno. Utilizados para el transporte de vacunas entre el nivel
central, regional y/o local. Son indicados para cumplir actividades de vacunación intra y
extramural.

Según el tipo y calidad del termo, puede mantener y conservar las vacunas por lapsos
de 4 a 8 horas.

AISLAMIENTO Y COMPORTAMIENTO DEL AIRE EN UN EQUIPO HORIZONTAL

Como es bien conocido por ley física "el aire caliente siempre tiende a subir, mientras
que el aire frío tiende a bajar". Por esta razón, todos los equipos aprobados por OMS,
OPS y UNICEF cuentan con diseño Horizontal para el transporte de vacunas, ya que
este diseño permite que la temperatura se conserve en condiciones óptimas así sea
abierto, esta es una de las razones por las cuales los refrigeradores horizontales logran
mantener la temperatura por debajo de 8ºC. Hasta por 48 horas a una temperatura
ambiental de 43ºC.

TERMÓMETROS

Constituyen un elemento importante para la monitorización y el control de la


temperatura de los equipos frigoríficos. Debe permanecer en el estante intermedio del
refrigerador o ubicarse en las bandejas que contienen las vacunas, no debe retirarse de
este lugar, a no ser que sea necesario para efectuar la limpieza y desinfección de la
nevera o refrigerador. Existen varios sistemas que se pueden adecuar a cada
necesidad específica (Alcohol, Bimetal, Digital) ante lo cual lo mejor es buscar buena
asesoría para obtener el mejor producto, a mejor precio y ante todo lograr que la
inversión sea a "largo plazo".

PLANIFICACIÓN EN EL MANEJO DE LA CADENA DE FRÍO

La planificación en el manejo de la cadena de frío consiste en definir y programar los


diversos pasos de la vacuna desde su fabricación hasta su aplicación.
La cadena de frío, se inicia en los laboratorios de producción de vacunas, desde allí se
envían a los niveles centrales de los países, estos a su vez las envían a los niveles
regionales para luego ser distribuidas a los niveles locales, puestos de vacunación o
centros de salud.

El proceso consta de:


· Determinación de las dosis y equipos requeridos para el transporte y conservación en
cada nivel.
· Programación de vehículos, rutas y tiempos para el transporte.
· Definición de los sistemas de almacenamiento, suministro y aplicación a la población,
teniendo en cuenta el equipo humano que es quien realiza la planeación del trabajo de
la cadena de frío y colaborará en su ejecución.

Se considera que en el éxito de la cobertura de vacunación influyen los siguientes


aspectos:
* Estimación correcta de las dosis de vacunas requeridas.
* Manejo adecuado en el transporte y la conservación; esto hace que el trabajo de cada
una de las personas que participan en el transporte, conservación, distribución y
aplicación de las vacunas sea de vital importancia, pues un inadecuado paso en uno de
estos procesos puede traer consecuencias graves en el estado de la vacuna y por lo
tanto sobre la población.

En nuestro medio la cadena de frío está compuesta por tres eslabones:

- NIVEL CENTRAL
Corresponde al laboratorio fabricante. Desde allí se distribuyen las vacunas a las áreas
de salud.

- CENTRO DE DISTRIBUCIÓN COMARCAL


Suele corresponder al área de salud. Recibe las vacunas del laboratorio fabricante y lo
distribuye a los diferentes puestos de vacunación.

- PUESTO DE VACUNACIÓN LOCAL


Se definirá como Puesto de Vacunación o Punto de vacunación (PV), el lugar donde se
lleven a cabo las actividades relativas a los programas de inmunización. Normalmente
enclavado en los Centros de Salud, Ambulatorios, Consultorios locales, Hospitales, etc.,
correspondiendo a este nivel la coordinación y la ejecución de los programas de
inmunización a nivel local. En los municipios con una densidad poblacional elevada se
podrán crear varios PV, atribuyendo a cada uno de ellos la coordinación y la ejecución
de los programas en su ámbito de cobertura poblacional. Todos los centros vacunales
estarán adscritos a un centro de distribución del cual dependerán funcionalmente.

CONTROL A LA RECEPCIÓN

A la recepción de las vacunas debe comprobarse:


a) Que el tipo de vacuna y número de dosis recibidas corresponde al pedido solicitado
b) Que los frascos de vacuna estén en perfecto estado y que lleven el correspondiente
etiquetaje
c) Que las vacunas no han estado expuestas a temperaturas indeseables, verificando
los indicadores de temperatura y realizando el "test por agitación" cuando se trate de
las vacunas DTF, DT y T y éstas no vengan provistas de indicador de alerta de
congelación.
Otra de las actividades a llevar a cabo tras la recepción de vacunas es el registro de
entrada en el cual se hará constar:
· Fecha de recepción
· Procedencia
· Temperatura de recepción
· Tipo de vacuna
· Presentación (monodosis / multidosis)
· Número de dosis
· Lote
· Fecha de caducidad

CONTROL DE DISTRIBUCIÓN

Al preparar las vacunas para su distribución se deberán tener en cuenta los siguientes
puntos:
a) Verificar la fecha de caducidad de las vacunas a distribuir. Utilizar siempre antes las
vacunas de caducidad más próxima
b) Adecuar la disposición de los acumuladores de frío y de las vacunas dentro del
elemento de transporte (nevera, porta-vacunas, etc.) en función de las características
específicas de termoestabilidad de las vacunas a distribuir. Como norma general para
todas las vacunas, los acumuladores de frío no han de estar en contacto con las
mismas durante su transporte o almacenaje. Cuando se trate de manufacturar vacunas
sensibles a las bajas temperaturas debe de evitarse el riesgo de congelación por
contacto. Si se utilizan indicadores para acumuladores de frío habrá que esperar a que
vire el color del indicador antes de proceder a la manufacturación de las vacunas. En el
caso de no disponer de indicadores, los acumuladores deberán tenerse a temperatura
ambiente (alrededor de 10 ó 15 minutos) antes de poder disponer de ellos para
transportar las vacunas
c) Informar al personal que realizará el transporte sobre la importancia del
mantenimiento de la cadena del frío.

Toda distribución de vacunas debe quedar registrada haciendo constar:


· Fecha de salida
· Centro de destino
· Temperatura de salida
· Tipo de vacuna
· Presentación (monodosis / multidosis)
· Número de dosis
· Lote
· Fecha de caducidad

ALMACENAJE DE VACUNAS

De las tres fases de la cadena del frío, esta es quizás la más compleja en cuanto a las
actividades a realizar, puesto que es en esta etapa cuando se deberán realizar las
previsiones de vacunas y el control de stocks. También los registros de temperatura
toman una especial importancia en la fase de almacenaje ya que la ruptura de la
cadena del frío en esta fase, puede suponer el desabastecimiento de vacunas a la
población.

Equipamiento para el almacenaje de vacunas


· Cámaras frigoríficas
· Frigoríficos
· Neveras portátiles
· Congeladores
· Acumuladores de frío
· Controladores de temperatura para el almacenaje de vacunas
· Prendas aislantes para los manipuladores de vacunas en cámaras frigoríficas
· Guantes para la manipulación de vacunas manufacturadas con nieve carbónica

Para el almacenaje de vacunas a nivel central o en los centros de distribución


regionales, se aconseja la instalación de cámaras frigoríficas que permitan almacenar
grandes cantidades de vacuna. Al realizar el cálculo de la capacidad de cubicaje
necesaria podrán tenerse en cuenta los datos aportados en el informe de la OMS a este
respecto, donde se establece la capacidad de cubicaje necesaria en base al número de
habitantes. Estos datos deben utilizarse a titulo orientativo, teniendo en consideración
que el cálculo está realizado para el almacenamiento de las vacunas sistemáticas y en
presentaciones multidosis. Para las cámaras frías, el cálculo estimativo del volumen
necesario es de 100 m3 de capacidad por millón de habitantes. En los centros de
distribución sectoriales no será imprescindible la instalación de cámaras frías, pudiendo
utilizarse neveras de gran cubicaje. Estas neveras, según los datos aportados en el
informe de la OMS anteriormente mencionado, deberán tener una capacidad
aproximada de 350 litros por millón de habitantes. En los centros vacunales, el
elemento de elección será el frigorífico. Éstos deberán tener, como mínimo, una
autonomía de 6 horas y una capacidad mínima de 3,3 litros por cada 10.000
habitantes. En todos los niveles de almacenaje se deberá tener en cuenta la
disponibilidad de acumuladores de frío y congelador para éstos. A nivel central y en los
centros de distribución regionales y sectoriales, es aconsejable disponer de un
congelador especifico para acumuladores, dado que en estos centros es donde se lleva
a cabo la manufacturación de vacunas y por tanto donde se precisará mayor número
de acumuladores. En el centro vacunal, bastará con que el frigorífico tenga un
compartimento congelador donde almacenar los acumuladores.

En todos los niveles de almacenaje se deberá disponer de una nevera auxiliar de


referencia donde almacenar las vacunas en caso de avería de la nevera principal o
durante la limpieza de ésta. En el caso de los centros vacunales bastará con disponer
de otra nevera en el propio centro (nevera portátil o frigorífico auxiliar), mientras que
en los centros de distribución regionales y sectoriales, al almacenar grandes
cantidades de vacunas, no siempre será posible disponer de una nevera o cámara
auxiliar de la misma capacidad que la principal, por esta razón, se aconseja tener
identificada una nevera o cámara de referencia donde poder depositar los stocks en
caso de emergencia (centro de distribución de nivel superior, hospital más cercano,
etc.)

Como se ha mencionado anteriormente, es en la fase de almacenamiento donde los


registros de temperatura tienen mayor importancia dado que la vacuna puede
permanecer durante largos períodos de tiempo almacenada antes de ser administrada
a la población Para que estos registros sean de calidad, es preciso que los
controladores de temperatura sean los adecuados y estén en perfecto estado de
funcionamiento.

Los controladores de temperatura aconsejados para cámaras frías y neveras de gran


cubicaje, son los que permiten el registro continuo de temperatura. Por esta razón, a
nivel central y en los centros de distribución regionales y sectoriales se dispondrá de
termógrafos para el control de la temperatura de almacenaje. Para el control de la
temperatura de almacenaje en pequeños frigoríficos, también pueden utilizarse
termógrafos, no obstante, el elemento idóneo para este tipo de frigoríficos será el
termómetro de máximas y mínimas o el termómetro digital.
ESTABLECIMIENTO DE NORMAS PARA EL ALMACENAJE DE VACUNAS

UBICACIÓN

Al colocar las vacunas en la cámara, nevera o frigorífico, deberán tenerse en cuenta


tres aspectos: la termoestabilidad, la accesibilidad y la caducidad. Es conveniente
almacenar las vacunas más termolábiles, es decir, las menos resistentes a
temperaturas elevadas, en las zonas más frías de la cámara o nevera, reservando las
zonas menos frías para el almacenamiento de las vacunas más termoestables. Cuando
se trate de almacenar vacunas en frigoríficos, nunca deberán colocarse éstas en la
puerta del mismo. En cuanto a la accesibilidad, es importante, sobre todo cuando se
trate de cámaras o neveras grandes, que las vacunas de uso más común se almacenen
en las zonas o espacios más fácilmente accesibles ya que, durante el almacenaje de
vacunas, no sólo debe acotarse el número de aperturas sino limitar la duración de
éstas. En caso de almacenar lotes de distinta caducidad, siempre serán los de
caducidad más próxima los que tengan prioridad de salida.

SEÑALIZACIÓN

Es aconsejable la señalización (mediante un plano o croquis colocado en el exterior de


la cámara, nevera o frigorífico) de la ubicación de las vacunas en el interior, con la
finalidad de facilitar su localización, evitar aperturas innecesarias y limitar el tiempo de
éstas. En el interior de la cámara también deben señalizarse los estantes o las zonas
de almacenaje indicando: el tipo de vacuna, el laboratorio, el lote, la caducidad y el
número de dosis almacenadas.

CONTROL DEL ALMACENAMIENTO DE VACUNAS

Existen dos tipos de control que deben llevarse a cabo en el almacenamiento de


vacunas:

- SOBRE LA CALIDAD DE LAS VACUNAS ALMACENADAS:

A. CONTROL REGULAR DE LA TEMPERATURA DE ALMACENAJE:


Para que las vacunas conserven su actividad deberán estar almacenadas a la
temperatura idónea. Sólo el control diario de la temperatura de almacenaje, efectuado
por el personal responsable de vacunas, permitirá garantizar el buen funcionamiento
de la cadena del frío. En caso de no disponer de registro continuo de temperatura, ésta
deberá ser controlada y registrada dos veces al día, una por la mañana y otra por la
tarde. Cualquier anomalía detectada deberá comunicarse rápidamente a los servicios
de mantenimiento.

B. CONTROL DE LA ACTIVIDAD DE LAS VACUNAS


La actividad de las vacunas es controlada por el fabricante antes de su venta y
distribución. No obstante, si sobreviene un fallo en la cadena del frío, la vacuna puede
ser sometida a nuevas pruebas para determinar su actividad. Aunque, debido a la
complejidad de este tipo de pruebas y al coste de las mismas, siempre que haya una
ruptura de la cadena del frío es aconsejable comunicar ésta al Centro de Distribución
Central para valorar el incidente y determinar las actuaciones a seguir.

C. CONTROL DE LA CONGELACIÓN DE LAS VACUNAS


En el caso de no disponer de registro continuo de temperatura (24h), es conveniente
verificar, al iniciar la jornada, que las vacunas no han estado congeladas. Para lo cual
deberá realizarse el "test de agitación". Este es un test práctico, económico y fiable
que consiste en agitar enérgicamente un vial de toxoide presuntamente congelado
colocándolo después sobre una superficie plana y ante una luz. Se repite la operación
con otro vial que no haya sido congelado, de la misma vacuna y del mismo fabricante y
se comparan. En el momento mismo de la realización del test la vacuna no congelada
aparece lisa y turbia, mientras que la congelada presenta gránulos y menos turbidez.
Esta diferencia se hace más evidente pasados unos minutos, así pues, si observamos el
vial a los quince minutos de la realización del test, observaremos que la vacuna no
congelada permanece lisa y turbia, mientras que en la congelada aparece un
sedimento en el fondo del vial. Pasados treinta minutos, la vacuna no congelada
empieza a aclararse pero no tiene sedimento, mientras la vacuna congelada es casi
completamente clara y con un sedimento denso. Si final-mente observamos los viales
al cabo de una hora, veremos que la vacuna no congelada se mantiene medio clara
con un sedimento turbio y espeso que se mueve cuando se inclina el frasco mientras
que la vacuna congelada aparece completamente sedimentada, con un sedimento que
apenas se mueve al inclinar el frasco. Es recomendable realizar este test en el
momento de la recepción de las vacunas y ante la sospecha de que hayan podido
congelarse durante el almacenamiento.

D. CONTROL DE LA CADUCIDAD DE LAS VACUNAS


En dos registros de almacenaje de vacunas deberá constar la fecha de caducidad de
cada uno de los lotes con la finalidad de dar salida a vacunas de caducidad más
próxima.

- SOBRE LA CANTIDAD DE VACUNAS ALMACENADAS

Los registros de entradas y salidas de vacuna en la fase de almacenaje serán


básicamente los mismos que en la fase de recepción y distribución de vacunas. Solo
que en esta fase es imprescindible el registro constante de stocks para poder conocer
en todo momento las existencias de vacunas. Las vacunas que deban salir del almacén
como consecuencia de su caducidad o deterioro deberán tener los mismos registros de
salida que si se tratara de una distribución, haciendo constar el concepto de salida
(vacuna caducada o deteriorada) Aunque los registros de entradas y salidas de
vacunas se lleven cabo con gran rigurosidad, la aparición de errores en los mismos es
frecuente. Para minimizar estos errores, debe realizarse de forma periódica el cuadraje
de stocks (comprobación de que la cantidad de vacuna almacenada según consta en el
registro corresponde a la cantidad real almacenada) La cadencia mínima establecida
para la realización del cuadraje de stocks es de: una vez por semana en los puestos de
vacunación y una vez al mes en los centros de distribución.

NIVELES DE ADMINISTRACIÓN DE VACUNAS

La administración de vacunas es la única de las fases de la cadena del frío que tiene un
sólo nivel de aplicación el punto de vacunación. Aunque en algunos casos pueden
realizarse vacunaciones fuera de éste, como por ejemplo al vacunar en las escuelas o
al realizar campañas masivas de vacunación, la planificación, la gestión y el control de
la administración de vacunas se debe llevar a cabo desde el centro de salud
correspondiente. Por esta razón, al hablar de niveles de aplicación en la administración
de vacunas sólo nos referiremos al punto de vacunación.

El elemento de elección para el almacenamiento de vacunas en el centro de salud,


será un frigorífico con congelador. Debiendo disponer así mismo de neveras portátiles
para el transporte de vacunas en las vacunaciones fuera del centro o bien para la
recogida de éstas del centro de distribución. Las neveras portátiles también podrán
utilizarse como recurso de emergencia para almacenar las vacunas en caso de avería
de la nevera principal o durante la limpieza de ésta. Para este tipo de frigoríficos, se
recomiendan acumuladores de frío de 0,40 litros de volumen. Las bandejas deben ser
de malla metálica o tener perforaciones en la base para evitar acumulación de agua
que podría despegar y dañar las etiquetas de los frascos. De este modo, los frascos y
ampollas se mantendrán limpios y secos y, a la vez, se propiciará la circulación del aire
frío dentro de la nevera. Estas bandejas se utilizarán para mantener las vacunas de
forma ordenada dentro de la nevera y los frascos clasificados, facilitando así como la
identificación de cada vacuna.

ACTIVIDADES CONCERNIENTES A LA ADMINISTRACIÓN DE VACUNAS

* MANTENIMIENTO DEL EQUIPAMIENTO

- EL CONGELADOR

Inspeccionar diariamente el congelador y comprobar que no haya habido


descongelación o que capa de hielo no tiene un grosor superior a 5 mm. Un sistema
práctico para poder comprobar si se ha producido descongelación, es colocar sobre la
placa del congelador un par de cubitos de hielo. Si, al inspeccionar el congelador, los
cubitos han perdido su forma inicio, significará que ha existido un ciclo de
descongelación y congelación. Cuando el grosor de la capa de hielo del congelador
supere los 5mm, deberá procederse a su descongelación. Los acumuladores se
refrigerarán en la nevera antes de colocarlos en el congelador. Al almacenarlos en el
congelador deberán colocarse sobre la placa de éste y no apilados unos sobre otros. En
el congelador; es conveniente disponer siempre de acumuladores congelados. Esto
contribuirá a que la temperatura de congelador sea más fría y por tanto a que los
nuevos acumuladores se congelen con mayor rapidez.

- LAS NEVERAS

La nevera y su contenido deben ser inspeccionados diariamente. Verificar que las


vacunas están convenientemente almacenadas y asegurarse de que el aire circula
suficientemente entre los envases de vacuna. Tener siempre botellas de agua (o
acumuladores llenos de agua) colocados en los espacios libres de la nevera con la
finalidad de estabilizar más rápidamente la temperatura en caso de aperturas y de
aumentar la duración de la refrigeración en caso de avería. ( Consultados especialistas
en frío industrial y refrigeración, esta medida no está demostrada que sea efectiva)

Para evitar que el agua de las botellas se utilice para beber, se aconseja llenarlas de
agua con sal indicando de forma visible en la botella "contiene agua salada". Evitar
siempre el almacenamiento de bebidas o alimentos en la nevera, ya que el calor de los
alimentos y de las bebidas, así como la apertura reiterada de la puerta para meterlos o
sacarlos, harán aumentar la temperatura interior de la nevera, lo cual puede deteriorar
las vacunas. Cuando se utilicen las neveras portátiles, deberá tenerse la precaución de
limpiarlas después de cada uso y quitarles la tapadera, para facilitar su secado.
Después de cada utilización es conveniente examinar las paredes internas y externas
de la nevera para detectar la aparición de fisuras o grietas, en cuyo caso, y de no
poder repararlas, se deberá cambiar la nevera.

La exposición directa al sol de estas neveras puede provocar la aparición de estas


fisuras o abombamiento, por lo que siempre deberá evitarse dicha exposición.

* CONTROL DE LA RECEPCIÓN DE VACUNAS


A la recepción de las vacunas se debe verificar:

a) que los acumuladores de frío contengan hielo


b) que ningún frasco de vacunas esté congelado
c) que los frascos lleven siempre sus etiquetas correspondientes
d) que la cantidad de vacuna recibida es la solicitada y que ningún frasco de vacuna o
de disolvente esté roto.

Además, el responsable de la recepción deberá efectuar el "test de agitación" si


sospecha que alguna vacuna ha podido ser congelada. Si se dispone de indicador de
alerta de congelación, verificar que las vacunas no han estado expuestas a
temperaturas susceptibles de congelarías. Así mismo, si se dispone de ficha de control
de la cadena del frío, ésta deberá verificarse para descartar que las vacunas hayan
estado expuestas a una temperatura demasiado elevada.

* CONTROL DEL ALMACENAJE DE VACUNAS

En el caso de no disponer de registro continuo de temperatura, ésta deberá controlarse


y registrarse dos veces al día, una por la mañana y otra por la tarde. Una vez al mes, la
nevera deberá ser examinada en busca de vacunas caducadas, que serán eliminadas o
conservadas fuera de la nevera con una etiqueta bien visible, para evitar su
administración accidental antes de su eliminación definitiva. En los viales multidosis
abiertos deberá constar la fecha de apertura. Es aconsejable no tener varios viales
abiertos a la vez. Deben registrarse diariamente las entradas y salidas de vacunas para
conocer en todo momento el stock de vacunas disponibles. La tenencia de registros
correctos y actualizados permiten prever con mayor precisión los pedidos de vacunas o
de cualquier otro material del programa.

* CONTROL DE LA DISTRIBUCIÓN DE VACUNAS

Al preparar la distribución de vacunas en neveras portátiles deberán observarse los


siguientes puntos:
a) Sacar los acumuladores del congelador y esperar entre 10 y 15 minutos antes de
colocarlos en la nevera
b) Colocar los acumuladores alrededor de las paredes interiores de la nevera.

La falta de alguno de los elementos mencionados o la ausencia de calidad en las


actividades a realizar pueden conllevar la ruptura de la cadena del frío o deficiencias
en la buena práctica de la vacunación. En este sentido, la aplicación de sistemas
logísticos en los programas de inmunización ha conllevado una serie de mejoras tanto
en la planificación de los mismos, como en su gestión y ejecución: la optimización de
los recursos, el aumento de la eficacia y de la eficiencia, el acercamiento de las
vacunas a la población y una mayor calidad en la vacunación.

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