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11/7/2019 Revista La Flamenca Especial: La "Noche Oscura" de San Juan de la Cruz y los "Sonidos Negros" de Manuel Torre - Revista

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Especial: La “Noche Oscura” de San Juan de la


Cruz y los “Sonidos Negros” de Manuel Torre 00:0 02:0

Revista La Flamenca: Revista  nº 8 /año 2005  Enero Febrero. Juan María de los Ríos Hierro. (Licenciado en
Ciencias de la Información y Doctorando en Estudios Europeos).

La relación entre Dios y el


flamenco es un tema que, según
Alfredo Arrebola, ha pasado
bastante desapercibido para los
tratadistas del Cante gitano-
andaluz o “flamencólogos”. Unos
versos de su amigo Francisco
Silgueiro, que le recordaban las
vivencias espirituales de San Juan
de la Cruz, lo llevaron a iniciar su
diálogo y búsqueda de la “razón
religiosa y deífica” que en el
flamenco puede haber: “Por
aquella noche oscura /yo iba
buscando a Dios,/sin saber que lo
llevaba/dentro de mi corazón.1” El
testimonio de Alfredo Arrebola nos
permite introducirnos en el objeto
de nuestro estudio: la relación
entre la “Noche Oscura” de san Juan de la Cruz y los “sonidos negros” de
Manuel Torre a propósito de la “Teoría del duende” de Federico García Lorca.
No pretende ser un estudio científico, ya que la extensión no lo permite. Más
bien, se trata de un ensayo a partir del cual puede llevarse a cabo una
investigación más profunda.

En la conferencia acerca de la teoría del duende, dada en la Residencia de


Estudiantes de Madrid en 1933, Lorca recordaba una frase que el cantaor
Manuel Torre, a quien definía como “el hombre de mayor cultura en la
sangre que he conocido”, pronunció al escuchar a Falla su Nocturno del
Generalife: “Todo lo que tiene sonidos negros tiene duende.2” Rafael Alberti
refiere, en su obra “La arboleda perdida”, una anécdota acaecida en una 
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juerga organizada
11/7/2019 por
Revista La el torero
Flamenca Ignacio
Especial: La "NocheSánchez Mejías
Oscura" de San Juan deen su yfinca
la Cruz sevillana
los "Sonidos Negros" de Manuel Torre - Revista La Flamenca
de Pino Montano, que tiene como protagonista precisamente a Manuel
Torre:

“Después de unas cuantas rondas de manzanilla, el gitano comenzó a


cantar, sobrecogiéndonos a todos, agarrándonos por la garganta con su
voz, sus gestos y las palabras de sus coplas. Parecía un bronco animal
herido, un terrible pozo de angustias. (…) Manuel Torres no sabía ni leer ni
escribir; sólo cantar. Pero, eso sí, su conciencia de cantaor era admirable.
Aquella misma noche, y con seguridad y sabiduría semejantes a las que un
Góngora o un Mallarmé hubieran demostrado al hablar de su estética, nos
confesó a su modo que no se dejaba ir por lo corriente, lo demasiado
conocido, lo trillado por todos, resumiendo al fin su pensamiento con estas
magistrales palabras: “En el cante jondo -susurró, las manos duras, de
madera, sobre las rodillas- lo que hay que buscar siempre, hasta
encontrarlo, es el tronco negro de Faraón”; viniendo a coincidir, aunque de
tan extraña manera, con lo que Baudelaire pide a la muerte capitana de su
viaje: Au fond de l’Inconnu pour trouver du nouveau! ¡El tronco negro de
faraón!”3
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Posteriormente, Federico dedicó las “Viñetas Flamencas” de su “Poema del
Cante Jondo” a Manuel Torres, “Niño de Jerez”, que tiene tronco de Faraón.
Y, en la conferencia sobre el duende, recuerda los sonidos negros y el tronco WEB REVISTA
45 mil Me gusta
negro del faraón:4 “estos sonidos negros son el misterio, las raíces que se
clavan en el limo que todos conocemos, que todos ignoramos, pero de
donde nos llega lo que es sustancial en el arte. Sonidos negros dijo el
hombre popular de España y coincidió con Goethe, que hace la definición del Me gusta esta página
duende al hablar de Paganini, diciendo: “Poder misterioso que todos sienten
y que ningún filósofo explica”.5” Pero no solo coincidió con Goethe, sino
Sé el primero de tus amigos en
también con san Juan de la Cruz cuando este, en el prólogo de la “Subida indicar que te gusta.
del Monte Carmelo”, afirma que “ni basta ciencia humana para lo saber
entender ni experiencia para lo saber decir, porque sólo el que por ello pasa
lo sabrá sentir, mas no decir. 6 Según Jorge Guillén, la poesía de Lorca nos
enfrenta con los lamentos últimos, eso que a él le revelaba la inspiración
nocturna -duende en su lenguaje-. 7 En efecto, para Lorca, el cante jondo
canta siempre en la noche: “no tiene ni mañana ni tarde, ni montañas ni Últimos tweets
llanos. No tiene más que la noche, una noche ancha y profundamente
estrellada. Y le sobra todo lo demás. 8 El cante jondo surge, como la unión
mística, en la Noche Oscura del Alma”.

Para Lorca, mientras que muchos cantos de nuestra Península tienen la


facultad de evocarnos los paisajes donde se cantan, el cante jondo canta
como un ruiseñor sin ojos, canta ciego: “por eso sus textos como sus
melodías antiquísimas tienen su mejor escenario en la noche …, en la noche
azul de nuestro campo”. 9 Como el Cántico espiritual de San Juan de la
Cruz: El aspirar de el aire,/el canto de la dulce filomena,/el soto y su
donaire/en la noche serena,/con llama que consume y no da pena. 10 ”
Lorca habla de “la flamenquísima y enduendada Santa Teresa”, flamenca por
ser una de las pocas criaturas cuyo duende la traspasa con un dardo,
queriendo matarla por haberle quitado su último secreto, el puente sutil que
une los cinco sentidos con ese centro en carne viva, en nube viva, en mar
viva, del Amor libertado del Tiempo. 11 Y también cita explícitamente a san
Juan de la Cruz cuando afirma que la musa de Góngora y el ángel de
Garcilaso han de soltar la guirnalda de laurel cuando pasa el duende de san
Juan de la Cruz, cuando “el ciervo vulnerado/por el otero asoma”. 12 Es
una clara alusión al Cántico espiritual. Y aún más: “se saben los caminos
para buscar a Dios, desde el modo bárbaro del eremita al modo sutil del
místico. Con una torre como santa Teresa, o con tres caminos como san
Juan de la Cruz. Y aunque tengamos que clamar con voz de Isaías: 
“Verdaderamente tú eres Dios escondido”, al fin y al cabo Dios manda al que
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lo busca
11/7/2019 sus primeras espinas
Revista La Flamenca de fuego.”
Especial: 13 Esto
La "Noche Oscura" recuerda
de San el comentario
Juan de la Cruz de de Manuel Torre - Revista La Flamenca
y los "Sonidos Negros"
san Juan de la Cruz a la primera estrofa del Cántico: ¿Adónde te Tweets por
@WebLaFlamenca
escondiste,/Amado, y me dejaste con gemido?/como el ciervo
huiste,/habiéndome herido;/salí tras ti clamando y eras ido. ¿Y no es el
Revista La Flam
gemido del Cántico el grito terrible con el que Federico define la siguiriya? La @WebLaFlame
siguiriya gitana comienza por un grito terrible -dice Lorca-, un grito que
El 14 de agosto viviremos
divide el paisaje en dos hemisferios ideales: es el grito de las generaciones
un nuevo @fcg_fosforito
muertas, la aguda elegía de los siglos desaparecidos, es la patética cuya 53º edición estará
evocación del amor bajo otras lunas y otros vientos. Después, la frase dedicada a la memoria
melódica va abriendo el misterio de los tonos y sacando la piedra preciosa del cantaor pontanés
del sollozo, lágrima sonora sobre el río de la voz. 14 Pero, a su juicio, Pedro Lavado.
ningún andaluz puede resistir la emoción del escalofrío al escuchar ese grito,
ni ningún canto regional puede comparársele en grandeza poética, y pocas
veces, contadísimas veces, llega el espíritu humano a conseguir plasmar revistalaflamenca.com/pr
esentada-la-…#flamenco
obras de tal naturaleza.15
#arte #cultura
Por tanto, no parece descabellado estudiar la relación entre la Noche Oscura
de san Juan de la Cruz y los sonidos negros de Manuel Torre. Lorca sostiene
que para buscar al duende no hay mapa ni ejercicio: “solo se sabe que
quema la sangre como un trópico de vidrios, que agota, que rechaza toda la
dulce geometría aprendida, que rompe los estilos, que se apoya en el dolor
humano que no tiene consuelo.” Y esto es porque el duende no aparece en
el sol del mediodía, sino en una noche oscura, con ansias en amores 8h
inflamada: el duende es llama de amor viva. María Zambrano ha descrito
perfectamente el proceso de creación poética a través de la Noche Oscura Revista La Flam
de san Juan de la Cruz. Este fuego comienza, a su juicio, con una acción @WebLaFlame
disociadora, que es la raíz misma de todo acto creador. Disociación que no Los días 12 y 13 de julio,
destruye, que se limita a producir una indeterminación parecida al caos. Para @rafaelamargo estará en
María Zambrano, es una llama pequeña, que funde las soldaduras anímicas y
Insertar Ver en Twitter
va dejando sueltas a las “potencias”, que después serán consumidas “con
llama que consume y no da pena”: consumido lo psíquico, consumido
también lo moral, el alma del místico queda vacía, en oscuridad y en silencio.
Solo vive la voracidad amorosa, que puede ya salir “sin ser notada”. Parece
que sólo la muerte sería el término de esta salida, pero no es así. Aunque
parezca imposible, existe un medio entre la vida y la muerte. Según María
Zambrano, san Juan nos muestra que se puede haber dejado de vivir sin
haber caído en la muerte; que hay un reino más allá de esta vida inmediata,
otra vida en este mundo en que se gusta la realidad más recóndita de las
cosas. Por ello, concluye que no ha sido un abandono de la realidad, sino un
internarse en ella, un adentrarse en ella, “entremos más adentro en la
espesura”. Y por eso no es la nada, el vacío lo que aguarda al alma en su
salida; ni la muerte, sino la poesía en donde se encuentran en entera
presencia todas las cosas: “las montañas, los valles solitarios nemorosos,
las ínsulas extrañas, los ríos sonorosos, el silbo de los aires amorosos. La
noche sosegada, en par de los levantes de la aurora, la música callada, la
soledad sonora” … Todo, todo está presente con una fragancia como recién
salido de las manos del creador. Es la contemplación mística, “el ciervo
vulnerado/por el otero asoma”, es decir, el duende al que Federico se refería
en su conferencia. Y es por lo que Lorca dice que el cante jondo se acerca al
trino del pájaro, al canto del gallo y a las músicas naturales del bosque y la
fuente: “el duende … ¿Dónde está el duende? Por el arco vacío entra un aire
mental que sopla con insistencia sobre las cabezas de los muertos, en busca
de nuevos paisajes y acentos ignorados; un aire con olor de saliva de niño,
de hierba machacada y velo de medusa que anuncia el constante bautizo de
las cosas recién creadas.” El duende, los sonidos negros nos remiten a la
noche de la creación, al “Fiat lux”.


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Frente
11/7/2019a aquellos
Revistaque identifican
La Flamenca laLamística
Especial: con el
"Noche Oscura" inconsciente
de San Juan de la Cruzfreudiano
y los "Sonidos o los de Manuel Torre - Revista La Flamenca
Negros"
ritos dionisíacos, María Zambrano habla de la perfecta objetividad del amor,
que está clarísimamente expresada en san Juan y no por azar: “¡Oh
cristalina fuente/si en esos tus semblantes plateados/formases de
repente/los ojos deseados/que tengo en mis entrañas dibujados!” Esta
perfecta objetividad del amor lo es, a su juicio, también de la poesía, pues el
nexo de la mística con la poesía radica en que, al ser una mística clara, lleva
aparejada la presencia de su objeto, que se muestra poéticamente. Para
María Zambrano, la definición de la poesía podría ser ésa, pues no hay
poesía mientras algo no queda en las entrañas dibujado. También la idea, el
concepto, el conocimiento, cuando logra objetividad, es un dibujarse el ser;
mas no en las entrañas sino en la mente: “la poesía, en cambio, ha sido
siempre cosa de la carne, de la inferioridad de la carne, de la interioridad de
la carne: de las entrañas.” La contemplación mística no se queda, pues, en la
razón, sino que pasa al corazón por amor. El amor que no descansa, que
acucia al entendimiento para que se le entregue la presencia y la figura, y
así, el entendimiento la alcanza como únicamente puede: idealmente. Y el
amor no puede darse por satisfecho con ello: “Acaba de entregarte ya de
vero/no quieras enviarme/de hoy ya más mensajero/que no saben decirme
lo que quiero”. María Zambrano concluye afirmando que sin la exigencia del
amor, la mente no habría llegado a forjar la idea, la posesión de la presencia
y la figura tal como ella puede únicamente alcanzarse: la objetividad no es
posible sin el amor y, por parte del hombre, quizá no sea más.

El cante jondo, el sonido negro no es, pues idea clara y distinta, sino
intuición, que el filósofo francés Henri Bergson definió como la simpatía por
la que nos transportamos al interior de un objeto para coincidir con lo que
tiene de único y, consecuentemente, de inexpresable. Para el pensador
francés Jacques Maritain, el conocimiento místico y el conocimiento poético
son un conocimiento por connaturalidad, es decir, no un conocimiento claro
como el que se obtiene por vía de conceptos y de juicios conceptuales; sino
un conocimiento oscuro, no sistemático, vital, por modo de instinto o de
simpatía, y en el que el intelecto, para formar sus juicios, consulta las
inclinaciones interiores del sujeto, la experiencia que tiene de sí mismo,
presta el oído a la melodía producida por la vibración de las tendencias
profundas hechas conscientes en la subjetividad, todo eso para llegar a un
juicio, no a un juicio fundado en conceptos, sino a un juicio que no expresa
más que la conformidad de la razón con las tendencias a las que se acuerda.
Pero ello no quiere decir que sea un conocimiento irracional. Es razón, pero
razón de amor. Hay una contemplación intelectual, que permanece en la
inteligencia -contemplatio Philosophorum est propter perfectionem
contemplantis, et ideo sistit in intellectu, et ita finis eorum in hoc est coginitio
intellectus-. Pero también hay otra contemplación, de amor, que no se
queda en la inteligencia, sino que pasa al corazón por amor -contemplatio
Sanctorum est propter amorem ipsius, scilicet contemplati Dei: idcirco, non
sistit in fine ultimo in intellectu per cognitionem, sed transit ad affectum per
amorem-. A juicio de Maritain, existe un profundo mundo no consciente de
actividad, para el intelecto y la voluntad, del cual emergen los actos y los
frutos de la conciencia humana y las percepciones claras de la mente. El
universo de conceptos, conexiones lógicas, discursos racionales y
deliberación racional, en los que la actividad del intelecto toma forma
definitiva, es precedido por los trabajos escondidos de una inmensa y
primitiva vida preconsciente: “esa vida se desarrolla de noche, pero una
noche que es traslúcida y fértil como esa primitiva luz difusa que fue creada
al principio, antes de que Dios creara, como dice el Génesis, luceros en el
firmamento celeste, para apartar el día de la noche y valgan de señales para
solemnidades, días y años.”

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Pero esto
11/7/2019 sobrepasa los límites
Revista La Flamenca de
Especial: este artículo,
La "Noche cuya
Oscura" de San Juan extensión
de la Cruz y los no permite
"Sonidos Negros" de Manuel Torre - Revista La Flamenca
“ajondar” más. Puede concluirse, no obstante, que el duende, al que Manuel
Torre llamó sonidos negros, remite a una forma de creación que no tiene
que ver con la razón pura, geométrica, cartesiana. Más bien, es razón del
corazón, que “guía más cierto que la luz del mediodía”. El duende o sonido
negro es “llama de amor viva, que hiere de mi alma en el más profundo
centro”; pero es “llama que consume y no da pena”; es noche oscura, pero
“noche en par de los levantes de la aurora”. Quizás por eso Manuel Torre
solía demorar su aparición en escena de hora en hora. Los sonidos negros
surgían cuando amanecía, con una llama blanca, con la aurora:

“Cuando por fin ya despuntaba la mañana y queríamos irnos a casa, oíamos


los golpes rítmicos de su bastón, observábamos gotas de sudor en la frente
de Manuel y veíamos cómo el color de bronce de su rostro se acentuaba,
como si el demonio ardiera debajo de su piel. Entonces le salía el cante
grande como los entendidos llaman al cante maestro. Maravillados
escuchábamos esta siguiriya, ya que expresaba algo más que mera
melancolía popular. Un pesimismo infinito, un sentimiento oscuro que
encierra la vida humana, llenaba su cante”.

1.- Alfredo Arrebola, “Vivencia psíquica del flamenco”, Memoria de


Licenciatura, Universidad de Granada, Facultad de Filosofía y Letras, 1977,
pp. 82-83.
2.- Federico García Lorca, “Juego y Teoría del Duende”, Obras Completas,
Ed. Aguilar, Madrid, 1986, p. 307.
3.- Citado en Federico García Lorca, Poema del Cante Jondo/Romancero
gitano, Ed. Cátedra, Madrid 1984, pp. 186, 187.
4.- Federico García Lorca, “Viñetas Flamencas”, Poema del Cante
Jondo/Romancero gitano, Ed. Cátedra, Madrid 1984, p. 186.
5.- Federico García Lorca, “Juego y Teoría del Duende”, op. cit., p. 307.
6.- San Juan de la Cruz, “Subida del Monte Carmelo”, Obras Completas,
Biblioteca de Autores Cristianos (BAC), Madrid, 1994 Prólogo, p. 255.
7.- Citado en M. Iglesias Ramírez, “García Lorca, el poeta universal”, Ed.
Dux, Barcelona, 1963, p. 59.
8.- Federico García Lorca, “El cante jondo. Primitivo canto andaluz”, Obras
Completas, Ed. Aguilar, Madrid, 1986, p. 207
9.- Ibidem, p. 207.
10.- San Juan de la Cruz, “Cántico espiritual”, Obras Completas, Biblioteca
de Autores Cristianos (BAC), Madrid, 1994, canción 39, pp. 891-897.
11.-Federico García Lorca, “Juego y Teoría del Duende”, op. cit., p. 315.
12.- Ibidem, p. 317.
13.-Ibidem, p. 309.
14.- Federico García Lorca, “El cante jondo. Primitivo canto andaluz”, op.
cit., p. 198.
15.- Ibidem, p. 198.
16.-Federico García Lorca, “Juego y Teoría del Duende”, op. cit., p. 309.
17.-San Juan de la Cruz, “Cántico espiritual”, op. cit., canción 39, pp. 891-
897.
18.- María Zambrano, “San Juan de la Cruz (de la “Noche Oscura” a la más
clara mística)”, Senderos, Anthropos, Barcelona, 1986, p. 191.
19.- San Juan de la Cruz, “Noche oscura del alma”, Obras Completas,
Biblioteca de Autores Cristianos (BAC), Madrid, 1994, canción primera.
20.- San Juan de la Cruz, “Cántico espiritual”, op. cit., canción 36, pp. 879-
882.
21.- Ibidem, canciones 14 y 15, pp. 790-802.
22.- María Zambrano, “San Juan de la Cruz (de la “Noche Oscura” a la más
clara mística)”, op. cit., p. 192.
23.- San Juan de la Cruz, “Cántico espiritual”, op. cit., canción 13, pp. 785- 
789.
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24.- FedericoRevista
11/7/2019 García Lorca,
La Flamenca “El cante
Especial: jondo.
La "Noche Primitivo
Oscura" de San Juan decanto andaluz”,
la Cruz y los op. de Manuel Torre - Revista La Flamenca
"Sonidos Negros"
cit., p. 197.
25.- Federico García Lorca, “Juego y Teoría del Duende”, op. cit., p. 318.
26.- San Juan de la Cruz, “Cántico espiritual”, op. cit., canción 12, pp. 780-
784.
27.- María Zambrano, San Juan de la Cruz (de la “Noche Oscura” a la más
clara mística), op. cit., p. 193.
28.- Ibidem, p. 194.
29.- San Juan de la Cruz, “Cántico espiritual”, op. cit., canción 6, pp. 762-
763.
30.- María Zambrano, “San Juan de la Cruz (de la “Noche Oscura” a la más
clara mística)”, op. cit., p. 194.
31.- Henri Bergson, « Introduction à la métaphysique », Oeuvres, Presses
Universitaires de France, Paris, 1991, p. 1395.
32.- Jacques Maritain, « La loi naturelle ou loi non écrite », Éditions
Universitaires, Fribourg, 1986, pp. 28, 29.
33.- Jacques Maritain, « Distinguer pour unir ou les degrès du savoir »,
Desclée de Brouwer, Paris, 1948, p. 530.
34.- Ibidem, p. 530.
35.- Jacques Maritain, “Creative Intuition in Art and Poetry”, Meridian Books,
New York, 1955, pp. 68, 69.
36.- Christof Jung, “Manuel Torre”, Flamenco. Boletín de información de la
tertulia flamenca de Ceuta, n. 4. febrero de 1973, p. 16.

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