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RESOLUCIÓN N° 0512-2019-A/MPP

SUMILLA: HACE PRESENTE y


SOLICITA SE DISPONGA
CONFORME A LEY.

SEÑOR ALCALDE DE LA MUNICIPALIDAD PROVINCIAL DE PIURA.

Empresa “Transportes y Representaciones Goicochea SAC – TREPGO


SAC, debidamente representada por su Gerente General William David Goicochea
Mechato, a Ud. con el debido respeto dice:

Haciendo uso de mi derecho de petición previsto en el artículo 2, inciso 20


de la Constitución Política del Estado, solicito tenga presente lo que a continuación
se expone a efecto de que actuando con arreglo a ley declare la nulidad de oficio
de la Resolución de Alcaldía N° 0512-2019-A/MPP, y, actuando con arreglo a ley
proceda a anularla emitiendo una resolución arreglada a justicia y ley.

FUNDAMENTOS DE LO SOLICITADO.

1. Sobre la motivación de las resoluciones administrativas nuestro máximo


intérprete de la Constitución ha señalado lo siguiente:
“[…][E]l derecho a la motivación de las resoluciones administrativas es de
especial relevancia. Consiste en el derecho a la certeza, el cual supone la garantía
de todo administrado a que las sentencias estén motivadas, es decir, que exista un
razonamiento jurídico explícito entre los hechos y las leyes que se aplican. […]
La motivación de la actuación administrativa, es decir, la fundamentación con los
razonamientos en que se apoya, es una exigencia ineludible para todo tipo de actos
administrativos, imponiéndose las mismas razones para exigirla tanto respecto de
actos emanados de una potestad reglada como discrecional.
El tema de la motivación del acto administrativo es una cuestión clave en el
ordenamiento jurídico-administrativo, y es objeto central de control integral por
el juez constitucional de la actividad administrativa y la consiguiente supresión
de los ámbitos de inmunidad jurisdiccional.
Constituye una exigencia o condición impuesta para la vigencia efectiva del
principio de legalidad, presupuesto ineludible de todo Estado de derecho. A ello,
se debe añadir la estrecha vinculación que existe entre la actividad administrativa
y los derechos de las personas. Es indiscutible que la exigencia de motivación
suficiente de sus actos es una garantía de razonabilidad y no arbitrariedad de la
decisión administrativa.
En esa medida, este Tribunal debe enfatizar que la falta de motivación o su
insuficiencia constituye una arbitrariedad e ilegalidad, en la medida en que es una
condición impuesta por la Ley N.° 27444. Así, la falta de fundamento racional
suficiente de una actuación administrativa es por sí sola contraria a las garantías
del debido procedimiento administrativo” (STC 00091-2005-PA/TC, fundamento
9, párrafos 3, 5 a 8, criterio reiterado en STC 294-2005-PA/TC, STC 5514-2005-
PA/TC, entre otras).

Adicionalmente se ha determinado en la STC 8495-2006-PA/TC que: “un acto


administrativo dictado al amparo de una potestad discrecional legalmente
establecida resulta arbitrario cuando sólo expresa la apreciación individual de
quien ejerce la competencia administrativa, o cuando el órgano administrativo, al
adoptar la decisión, no motiva o expresa las razones que lo han conducido a
adoptar tal decisión. De modo que, motivar una decisión no sólo significa expresar
únicamente bajo qué norma legal se expide el acto administrativo, sino,
fundamentalmente, exponer en forma sucinta –pero suficiente– las razones de
hecho y el sustento jurídico que justifican la decisión tomada”.
Por tanto, la motivación de actos administrativos constituye una garantía
constitucional del administrado que busca evitar la arbitrariedad de la
Administración al emitir actos administrativos. En ese sentido, la Ley N° 27444,
Ley del Procedimiento Administrativo General, en el artículo IV del Título
Preliminar establece que el debido procedimiento es uno de los principios del
procedimiento administrativo. En atención a este se reconoce que “Los
administrados gozan de todos los derechos y garantías inherentes al debido
procedimiento administrativo, que comprende el derecho a exponer sus
argumentos, a ofrecer y producir pruebas y a obtener una decisión motivada y
fundada en derecho (…)”.

2. A su turno los artículos 3.4, 6.1, 6.2, y 6.3, señalan respectivamente que
para su validez “El acto administrativo debe estar debidamente motivado en
proporción al contenido y conforme al ordenamiento jurídico; La motivación
deberá ser expresa, mediante una relación concreta y directa de los hechos
probados relevantes del caso específico, y la exposición de las razones jurídicas
y normativas que con referencia directa a los anteriores justifican el acto
adoptado; Puede motivarse mediante la declaración de conformidad con los
fundamentos y conclusiones de anteriores dictámenes, decisiones o informes
obrantes en el expediente, a condición de que se les identifique de modo certero,
y que por esta situación constituyan parte integrante del respectivo acto; y que, No
son admisibles como motivación, la exposición de fórmulas generales o vacías de
fundamentación para el caso concreto o aquellas fórmulas que por su oscuridad,
vaguedad, contradicción o insuficiencia no resulten específicamente
esclarecedoras para la motivación del acto” (negrita agregado).
3. Abundando se debe recordar que en el artículo 239.4, ubicado en el Capítulo
II del Título IV sobre Responsabilidad de las autoridades y personal al servicio de
la administración pública, se señala que serán pasibles de sanción “Las autoridades
y personal al servicio de las entidades, independientemente de su régimen laboral
o contractual, incurren en falta administrativa en el trámite de los procedimientos
administrativos a su cargo y, por ende, son susceptibles de ser sancionados
administrativamente con amonestación, suspensión, cese o destitución atendiendo
a la gravedad de la falta, la reincidencia, el daño causado y la intencionalidad
con que hayan actuado, en caso de: (…) Resolver sin motivación algún asunto
sometido a su competencia”.

4. Concluyendo tenemos lo siguiente:


Respecto a la motivación de los actos administrativos, el Tribunal Constitucional
ha tenido oportunidad de señalar que:
 El derecho a la motivación de las resoluciones administrativas es de especial
relevancia. Consiste en el derecho a la certeza, el cual supone la garantía de todo
administrado a que las sentencias estén motivadas, es decir, que exista un
razonamiento jurídico explícito entre los hechos y las leyes que se aplican.
Cabe acotar que la Constitución no establece una determinada extensión de la
motivación, por lo que su contenido esencial se respeta siempre que exista
fundamentación, congruencia entre lo pedido y lo resuelto y, por sí misma, exprese
una suficiente justificación de la decisión adoptada, aun si esta es breve o concisa
o se presenta el supuesto de motivación por remisión.
 La motivación de la actuación administrativa, es decir, la fundamentación
con los razonamientos en que se apoya es una exigencia ineludible para todo tipo
de actos administrativos, imponiéndose las mismas razones para exigirla tanto
respecto de actos emanados de una potestad reglada como discrecional.
 El tema de la motivación del acto administrativo es una cuestión clave en el
ordenamiento tanto jurídico como administrativo, y es objeto central de control
integral por el juez constitucional de la actividad administrativa y la consiguiente
supresión de los ámbitos de inmunidad jurisdiccional.
 Constituye una exigencia o condición impuesta para la vigencia efectiva del
principio de legalidad, presupuesto ineludible de todo Estado de derecho. A ello,
se debe añadir la estrecha vinculación que existe entre la actividad administrativa
y los derechos de las personas. Es indiscutible que la exigencia de motivación
suficiente de sus actos es una garantía de razonabilidad y no arbitrariedad de la
decisión administrativa.
 En esa medida, se debe enfatizar que la falta de motivación o su
insuficiencia constituye una arbitrariedad e ilegalidad, en la medida en que es una
condición impuesta por la Ley N° 27444. Así, la falta de fundamento racional
suficiente de una actuación administrativa es por sí sola contraria a las garantías
del debido procedimiento administrativo.
 Adicionalmente, en la STC 00090-2004-PA-TC, se ha enfatizado que
“Un acto administrativo dictado al amparo de una potestad discrecional
legalmente establecida resulta arbitrario cuando sólo expresa la apreciación
individual de quien ejerce la competencia administrativa, o cuando el órgano
administrativo, al adoptar la decisión, no motiva o expresa las razones que lo han
conducido a adoptar tal decisión. De modo que, como ya se ha dicho, motivar una
decisión no sólo significa expresar únicamente al amparo de qué norma legal se
expide el acto administrativo, sino, fundamentalmente exponer las razones de
hecho y el sustento jurídico que justifican la decisión tomada”. (Fundamento 34).
 Por tanto, la motivación constituye una garantía constitucional del
administrado que busca evitar la arbitrariedad de la Administración Pública al
emitir actos administrativos. En ese sentido, la Ley N° 27444, Ley del
Procedimiento Administrativo General, en el artículo IV, inciso 1.2, del Título
Preliminar, ha dispuesto que el debido procedimiento es uno de los principios del
procedimiento administrativo, el cual reconoce que “Los administrados gozan de
todos los derechos y garantías inherentes al debido procedimiento administrativo,
que comprende el derecho a exponer sus argumentos, a ofrecer y producir pruebas
y a obtener una decisión motivada y fundada en derecho”; dispositivo legal que
se complementa con el artículo 3, inciso 4, y el artículo 6, incisos 1, 2 y 3, que
establecen la motivación como requisito de validez del acto administrativo.
 Por último, se debe recordar que el artículo 239, inciso 4, de la misma ley,
sobre la responsabilidad de las autoridades y personal al servicio de la
Administración Pública, dispone que, independientemente de su régimen laboral o
contractual, incurren en falta administrativa, y son susceptibles de ser sancionados
administrativamente, en caso resuelvan sin motivación algún asunto sometido a su
competencia.

5. De una simple lectura de la resolución administrativa N° 0512-2019-


A/MPP de fecha 11 de junio de 2019 que resuelve declarar infundado el recurso
de reconsideración interpuesto por esta parte fácilmente se advierte falta de una
motivación suficiente, al respecto el Tribunal Constitucional en la STC N° 3943-
2006-PA/TC ha precisado que el contenido constitucionalmente garantizado del
derecho a la motivación constituye entre otros “… La motivación sustancialmente
incongruente. Ha señalado pues que el derecho a la debida motivación de las
resoluciones obliga a los órganos judiciales - y administrativos por extensión - a
resolver las pretensiones de las partes de manera congruente con los términos en
que vengan planteadas, sin cometer, por lo tanto, desviaciones que supongan
modificación o alteración del debate procesal (incongruencia activa). … El
incumplimiento total de dicha obligación, es decir, el dejar incontestadas las
pretensiones, o el desviar la decisión del marco del debate judicial generando
indefensión, constituye vulneración del derecho a la tutela judicial y también del
derecho a la motivación de la sentencia (incongruencia omisiva). Y es que,
partiendo de una concepción democratizadora del proceso como la que se expresa
en nuestro texto fundamental (artículo 139º, incisos 3 y 5), resulta un imperativo
constitucional que los justiciables obtengan de los órganos judiciales una respuesta
razonada, motivada y congruente de las pretensiones efectuadas; pues
precisamente el principio de congruencia procesal exige que el juez, al momento
de pronunciarse sobre una causa determinada, no omita, altere o se exceda en las
peticiones ante él formuladas”.

6. Así tenemos que, mediante la resolución tantas veces mencionada se recurre


la resolución N° 1151-2018 que dispone dejar sin efecto la resolución de alcaldía
N° 1068-2018-A/MPP, y consecuentemente dispone también se inicie el
procedimiento de reversión del terreno ubicado en la parcela del fundo ex Aypate
- sub lote B-2, distrito de veintiséis de octubre, provincia de Piura, adjudicado a
Empresa de Transportes y Representaciones Goicochea E.I.R.L., teniendo como
fundamento para emitir la citada resolución el no haber llegado a un acuerdo
conciliatorio entre las partes, pues esta última no habría culminado ante el centro
de conciliación el proceso de conciliación iniciado, por lo que se señaló se habría
imposibilitado culminar con el procedimiento. Esta causal invocada, así como se
ha señalado fue invocada para negarla y contradecirla en nuestro recurso de
reconsideración, la administración la reconoce pues textualmente señala “Con
relación a la causal de reversión debemos aclarar que efectivamente el hecho de
no llegar a un acuerdo conciliatorio NO CONSTITUYE el fundamento por el cual
la Entidad pueda aprobar la reversión del terreno adjudicado”. Como se advierte
se nos da la razón, sin embargo, va mas allá de lo solicitado pues señala que la
resolución N° 1151-2018-A/MPP fue emitida en virtud del Acta de Reunión de la
Comisión de la Comisión de Venta de Inmuebles de Propiedad Municipal, esto es,
causal por incumplimiento de pago, hecho que no es verdad conforme se desprende
de la misma resolución N° 1151-2018-A/MPP.

7. También se advierte incongruencia manifiesta pues se declara infundado el


recurso de reconsideración y paralelamente se señala lo siguiente: “Cabe precisar,
que lo resuelto no perjudica el derecho del recurrente de formular una nueva
propuesta o fórmula conciliatoria que pueda ser evaluada por la Procuraduría
Municipal a efectos de arribar a un acuerdo conciliatorio y evitar procesos
judiciales innecesarios”. Si esto es así, como es que se puede tomar la decisión
adoptada por la entidad municipal, pues en ella se está disponiendo el inicio del
procedimiento de reversión del terreno y a la vez la continuación de negociaciones
con la entidad, lo que a todas luces es incongruente, por lo que se violan nuestros
derechos a la propiedad, debido proceso, tutela administrativa, entre otros.

Por lo expuesto, solicito tenga en cuenta lo que se señala a efecto de que con las
facultades nulificantes que posee la entidad proceda con arreglo a ley.

Piura, 22 de julio de 2019.

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