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Democratización subnacional en

México

Autor: José Antonio Sevilla Sevilla | tony.sevilla1987@gmail.com


UNAM

Simposio
Consolidación y calidad de la democracia en México

Trabajo preparado para su presentación en el 4to Congreso Latinoamericano y Caribeño


de Ciencias Sociales, organizado por FLACSO España, en la Ciudad de Salamanca,
España los días 17,18 y 19 de julio de 2017.

1
Resumen

Distinguir el grado de democratización entre las unidades subnacionales de un país


nos permite aportar en agendas de investigación como: explicar por qué algunas aún
poseen características autoritarias en una nación democráticamente reconocida; o para
replicar a aquellas que se han desarrollado de mejor manera en éste rubro. Existen
varios instrumentos que han medido democracia subnacional y ello nos da un referente
sobre ¿qué medir? y ¿cómo medir? No obstante, el presente trabajo pretende aportar
nuevas precisiones con el fin de identificar a la democracia como un régimen político,
es decir, además de considerar variables de acceso al poder también se toman en
cuenta variables de ejercicio. Lo anterior de un forma diacrónica, para observar cómo
se ha ido dando el proceso de democratización en el nivel subnacional. México al ser
un país federal y con un amplío territorio ofrece un escenario idóneo para observar las
diferencias en dicho proceso.

Palabras clave: Democratización subnacional, régimen político, política subnacional.

Introducción

La democratización es la ruta que un determinado país sigue en la búsqueda de llegar a ese


concepto abstracto llamado democracia. Cabe mencionar que dentro de un periodo se
pueden encontrar regresiones o estancamientos, los cuales son parte del mismo proceso y
pueden evidenciar que las normas tienen huecos o que los actores aún no modifican
conductas.

Un aspecto que complejiza el proceso de democratización a nivel nacional, es


cuando reflexionamos que al interior de un país dicho proceso no es uniforme; es decir, que
podemos hallar unidades subnacionales con un mayor grado de democratización que otras.
Dicho fenómeno es más visible en países federales debido a las capacidades que se le
otorgan a los entes que los conforman.

Entonces, en un país federal, por un lado tenemos a la democratización nacional


(DN), misma que impone limitantes mínimas (dicho país debe ser en algún sentido
democrático) a las unidades subnacionales que lo integran. Por otro lado, la
democratización subnacional (DS), en donde las unidades subnacionales deben cumplir
limitantes del nivel nacional, pero que debido a sus atribuciones su proceso de
democratización no necesariamente va al mismo ritmo que el nacional.

2
La presencia de estas divergencias es normal en países democráticos y federales,
justamente por las capacidades que cada unidad subnacional tiene, además de sus
condiciones regionales (ubicación geográfica, recursos naturales, cultura cívica). No
obstante, pueden surgir problemas cuando existen divergencias profundas. Esto ya que si
los suficientes enclaves autoritarios locales persisten, la consolidación democrática1 en el
nivel nacional puede estar en peligro (Fox, 1994: 106). Es decir, que la DS forma parte e
influye en la DN.

Ahora bien, el caso mexicano nos puede arrojar ese escenario, es decir, que existan
entidades que sigan ancladas a prácticas autoritarias, reflejado en un bajo grado de DS y
que no permiten un avance en la DN. Lo anterior a pesar de que en la literatura se tiene
acordado que México tránsito hacia la democracia en el año 2000. Lo anterior nos lleva a
preguntar ¿cómo ha sido el proceso de democratización en las entidades mexicanas
posterior a la transición como país?

Existen varios trabajos como el de Hernández (2000), Gervasoni (2009); Hernández


y Shobert (2010), Somuano (2011); Giraudy (2013) y Polilat (2015) que han medido
democracia en el nivel subnacional, y salvo el de Gervasoni, el resto se ha centrado en el
caso mexicano; sin embargo, los anteriores instrumentos no permiten visualizar el proceso
de democratización en las entidades mexicanas. Ya sea por aspectos conceptuales, o por la
interpretación y presentación de los datos.

Derivado de lo anterior, el objetivo de este trabajo es proponer un índice que nos


muestre cómo fueron evolucionando en grados de democracia las entidades mexicanas
entre el año 2000 y el 2016.2 Si bien no es como tal una innovación ya que retoma varios
aspectos que los trabajos ya mencionados han utilizado, si es una nueva manera que intenta
sobrepasar algunas cuestiones como: que contengan variables de acceso y ejercicio de
poder; una integración de datos que permita una comparación año con año; y considerando
lo anterior, poder ver el proceso de democratización en forma diacrónica.
1
Entendemos por consolidación cuando las clases sociales y los grupos políticos contendientes aceptan una
serie de reglas formales o acuerdos informales que determinan el "quién se queda, con qué, dónde, cuándo y
cómo" de la política" (Lynn, 1991: 399). En este sentido, la consolidación democrática podríamos
identificarla cuando una país o unidad subnacional ha tenido un alto grado de democratización durante un
periodo considerable de tiempo.
2
Los datos disponibles más actuales.

3
Así pues, a continuación definimos primero qué entendemos por democratización,
tanto en su forma nacional como subnacional. En segundo lugar definimos los polos en los
que interactúa nuestra concepción (autoritarismo y democracia). En tercero señalamos de
qué forma identificaremos el proceso de DS. Después, repasamos los instrumentos ya
existentes remarcando los aspectos que desde nuestra concepción no se terminan de
abordar. Posteriormente operacionalizamos el concepto democracia. Y por último
presentamos el proceso de DS que han llevado las entidades mexicanas en el periodo 2000-
2016.

1. Democratización nacional y subnacional

O'Donnell y Schmitter nos dicen que la democratización nacional (DN)3 puede ser
entendida como aquellos procesos en que las normas y procedimientos de la ciudadanía son
o bien aplicados a instituciones políticas antes regidas por otros principios, o bien
ampliadas de modo de incluir a individuos que antes no gozaban de tales derechos y
obligaciones, o para abarcar problemas e instituciones que antes no participaban en la vida
ciudadana (O'Donnell y Schmitter, 1986: 22-23)

Por otro lado, Whitehead nos dice que no es un estado final predefinido, sino un
proceso complejo, a largo plazo, dinámico y con final abierto que consiste en el avance
hacia un tipo de política más basada en las reglas, más consensual y más participativa,
donde no existe un resultado ni un punto de llegada predeterminado, aunque hay ciertos
requisitos mínimos para poder considerar que lo que está ocurriendo es efectivamente un
proceso de democratización (Whitehead, 2002: 27).

Por último, Morlino señala que ésta comprende tanto la transición de regímenes no
democráticos, sobre todo autoritarios, a distintos regímenes democráticos, así como los
sucesivos y eventuales procesos de instauración, consolidación, crisis y también de
crecimiento de la calidad democrática (Morlino, 2005: 27). Acorde a estas nociones
podemos observar que las tres describen una característica principal de la DN: es la ruta
que un determinado país sigue en la búsqueda de llegar a un régimen democrático.

3
Originalmente los autores no mencionan "democratización nacional", le adjuntamos el "nacional" debido a
que se están refiriendo a trabajos que consideran países, y también para diferenciar este proceso de la
"democratización subnacional".

4
La principal diferencia entre las tres concepciones es que cada autor la formuló
respecto a lo que entiende por democracia. O´Donnell y Schmitter hacen hincapié en la
participación de la ciudadanía. Morlino no se refiere a ninguna característica en sí, pero
menciona procesos que van requiriendo la aplicación de reglas democráticas cada vez más
sofisticadas.4 Y Whitehead señala que no hay un punto de llegada determinado, aunque
acepta que pueden existir condiciones mínimas para identificar a la DN.

También cabe señalar que Morlino y Whitehead consideran que el proceso de DN


implica momentos de crisis o dinamismo, es decir, que no siempre es un proceso
ascendente, puede haber estancamientos o retrocesos. Y para no confundir el dinamismo
con un proceso de regresión, se requiere identificar a la democratización en un largo plazo,
y así ver a esos momento de estancamiento o retroceso como parte del camino hacia un
régimen democrático.

Además, Whitehead dice que la democratización es compleja; es decir, dicho


proceso abarca varios aspectos (acorde a lo que se defina como democracia) y el
cumplimiento de los mismos no es sencillo ni tampoco siempre en forma ascendente.
Derivado de estás tres concepciones podemos establecer que la DN es un proceso complejo,
dinámico y a largo plazo, en el cual se van instaurando reglas de carácter democrático,
mismas que se ven reflejadas en transiciones políticas. Cabe destacar que no consideramos
la característica de "final abierto" que Whitehead menciona, más bien, el final dependerá de
lo que un investigador entienda por democracia, y su debida justificación.

Ahora bien, la democratización subnacional (DS)5 puede ser entendida como un


proceso de convergencia hacia estándares democráticos prometidos en el nivel nacional
(Behrend y Whitehead, 2016: 162). Aunque dicho proceso se entiende de mejor manera

4
Por ejemplo la consolidación nos refiere a cuando las clases sociales y los grupos políticos contendientes
aceptan una serie de reglas formales o acuerdos informales que determinan el "quién se queda, con qué,
dónde, cuándo y cómo" de la política" (Lynn, 1991: 399). Por otro lado, la calidad de la democracia ya
considera, además de aspectos de contenido y procedimiento, también de resultado (desarrollo social y
económico (Morlino, 2005a). En este caso la calidad de la democracia requiere mayores características, y
esfuerzo, que la consolidación.
5
Es señalada en trabajos como los de O'Donnell (1993); Cornelius (1999); Gervasoni (2005); y Gibson
(2007), sin embargo, no es conceptualizada, y más bien sólo se hace referencia a los elementos que pueden
constituirla.

5
bajo la rúbrica de profundización democrática en lugar de un cambio de régimen (Behrend
y Whitehead 2016: 157).

Derivado de lo anterior, podemos decir que la DS al igual que la nacional también


es un proceso complejo, dinámico y a largo plazo, en el cual se van instaurando reglas de
carácter democrático, no obstante observamos dos diferencias principales: la primera que la
DS tiene un limitante, la DN; y la segunda que la DN se refleja en un cambio de régimen,
mientras que en la DS esté aspecto no es una condición necesaria. Para analizar dichas
diferencias antes ahondaremos en el concepto régimen político.

Un régimen político puede identificarse como una serie de instituciones, reglas y


prácticas estables y abarcadoras que regulan el acceso a, y los usos de, la autoridad política
(Behrend, 2012: 17). Según Munck, el concepto "régimen político" sólo engloba lo que
sucede en un Estado nacional, por ello propone que es más apropiado utilizar el término
"régimen político nacional" (Munck, 2006: 244).

Sin embargo, Behrend nos dice que en países de corte federal,6 las unidades
subnacionales tienen muchos de los atributos de un régimen político: poseen sus propias
instituciones formales e informales, reglas y prácticas que regulan el acceso a y los usos de
la autoridad política. A pesar de esto, la autora reconoce que el término "régimen político
subnacional" tendrá atributos limitados ya que es parte de un "régimen político nacional"
(Behrend, 2012: 18).

Gervasoni identifica lo anterior como el rango de variación, es decir, que las


unidades subnacionales tendrán sus propias instituciones para acceder y ejercer el poder en
sus territorios, pero no tienen una libertad total para ello, ya que el tipo de régimen que
ostente el nivel nacional influirá en los límites de acción del subnacional; así si el régimen
nacional es autoritario, los regímenes subnacionales no pueden ser totalmente
democráticos. Y a la inversa, si el régimen nacional es democrático, los regímenes
subnacionales no pueden ser completamente autoritarios (Gervasoni, 2005: 94).

6
Ello no significa que en países de corte centralista esto no suceda también, sin embargo, debido a las
capacidades subnacionales que denota un sistema federalista las reglas para el acceso y uso de autoridad (en
éste sistema), se hallan explícitas y justificadas.

6
Esto se vincula plenamente con la primer diferencia entre la DN y la DS, es decir,
así como un régimen subnacional está limitado a los limites del nacional, el proceso o ritmo
que vaya tomando la DS va enmarcada en lo que va asegurando la DN, de manera que a
nivel subnacional no se puede avanzar de forma muy distinta a lo nacional, pero tampoco se
pueden violar sistemáticamente los aspectos democráticos mínimos que se garantizan a
nivel nacional.

Ahora bien, en cuanto a la segunda diferencia entre DN y DS, recordamos qué


Morlino menciona que la democratización se refleja en una transición o cambio de régimen,
sobretodo de autoritarios (o no democráticos) a democráticos (Morlino, 2005: 27); entonces
podemos decir que el régimen nacional no tiene una limitante superior7 que le dicte los
alcances y limitaciones de su proceso de democratización, por ello la existencia de
transiciones políticas es factible a nivel nacional, pero esto no necesariamente sucede a
nivel subnacional.

Recordemos que una transición implica destruir antiguas reglas diseñando otras
nuevas (Munck, 2006: 247), en términos de democratización, lo anterior significaría romper
con reglas autoritarias y sustituirlas por democráticas, existen varios trabajos que abordan
este proceso en el nivel nacional,8 pero esto no puede suceder a nivel subnacional debido a
las limitantes de la DN.

Pero entonces, si no podemos identificar a la DS en transiciones, ¿de qué manera se


le puede identificar? Hemos encontrado dos formas de identificar lo anterior: la primera es
reconociendo tipos de regímenes híbridos subnacionales, y señalando cuáles son más
democráticos y cuáles más autoritarios; una segunda es mostrando de qué manera las
unidades subnacionales fueron cumpliendo con características democráticas cada vez más

7
Hay instituciones internacionales que pueden limitar a una nación, sin embargo sus instrumentos no
necesariamente son vinculantes. Esto no quiere decir que las normas que un régimen nacional impone a un
subnacional lo sean del todo, no obstante, los procesos históricos son los que muchas veces hacen que el
ámbito subnacional se someta a la dimensión nacional (Hartlyn, 1997; Hernández, 2008).
8
Por ejemplo trabajo que señalan de manera empírica cómo se fueron dando transiciones (Rustow, 1991;
O'Donnell y Schmitter, 1986; Lynn, 1991), las causas que la incentivaron (Skopol, 1994; Moore, 2002), y que
no necesariamente salir de un autoritarismo implica llegar a una democracia (Diamond, 2004; Levitsky y
Way, 2002; Schedler, 2002).

7
sofisticadas. Más adelante ahondaremos en este punto a fin de justificar la que hemos
elegido.

Recapitulando lo discutido, consideramos a la democratización subnacional como


un proceso complejo, dinámico y a largo plazo, en el cual se van instaurando reglas de
carácter democrático que han sido aseguradas en el nivel nacional. Para identificarla no
sólo es necesario señalar cuándo ésta existe (tránsito de autoritarismo a democracia), sino
también cuando no existe (tránsito de democracia a autoritarismo. Ello implica definir a los
conceptos principales de dicho proceso.

2. Democracia y autoritarismo

Para establecer qué entendemos por democracia, somos conscientes que cualquier
definición siempre tendrá cuestionamientos. A continuación repasaremos diversas
concepciones que se han ido desarrollando en la literatura a través del tiempo, y con ello,
establecer y justificar nuestra concepción. Además, también abordaremos las limitaciones
de la misma, considerando que entre más características le adjudiquemos a un concepto, es
más difícil identificarlo de forma empírica.

Entre las primeras concepciones tenemos la de Schumpeter, quien ve al método


democrático como un arreglo institucional para llegar a decisiones políticas en la que los
individuos adquieren la posibilidad de decidir, por medio de una lucha competida, el voto
del pueblo (1976 [1946]: 269). Por ende, más allá de considerar que el democrático podría
llegar a ser un tipo de régimen, el autor lo considera como un método mediante el cual la
mayoría de las personas sea partícipe de ciertas decisiones a través del voto y mediante
elecciones competidas.

Esta definición nunca abarca aspectos como que los competidores tengan las
mismas opciones de ganar, ya sea en cuestión de recursos, publicidad y difusión de
propuestas. Si bien se centra en el hecho de que existan competidores y la función del voto,
debemos dimensionar que en el tiempo de publicación de la obra, estás demandas no
necesariamente estaban cumplidas en muchas partes del mundo, por ello si bien esta fue
una concepción, que vista contemporáneamente sería limitada, puso características mínimas
que fomentaron el inicio del proceso de democratización entre los países.

8
Por otro lado, Dahl dice que la característica clave de una democracia es la
capacidad de respuesta continua del gobierno a las preferencias de los ciudadanos,
considerando igualdad política. Y por ello reserva el término democracia a un sistema
político, dónde una de sus características, es la cualidad de ser completamente o casi
completamente sensible a todos los ciudadanos (Dahl, 1970: 1-2). Esta definición puede
ponerse en duda en cuanto a su identificación empírica, inclusive el mismo autor dice que
esto es una visión hipotética, un ideal al que todos los gobiernos pueden aspirar.

Por ello formula el término poliarquía, un ideal alcanzable que requiere de tres
condiciones: la igualdad de los ciudadanos para formular sus preferencias; manifestar
públicamente dichas preferencias ante sus partidarios y ante el gobierno, individual y
colectivamente; y recibir por parte del gobierno igualdad de trato (Dahl, 1970: 2). Para
asegurar los supuestos anteriores el autor propone que deben existir ocho garantías,9
mismas que abordan aspectos referentes a la organización de procesos electorales,
resaltando el hecho que deben ser de calidad.

En este sentido, Dahl retoma aspectos referentes a lo que menciona Schumpeter,


voto y competencia, pero va más allá, al considerar características que permiten a cualquier
ciudadano acceder a puestos de elección en igualdad de condiciones. No obstante, el autor
sostiene que ante la ausencia de alguna de las garantías que cita, ese ya sería un sistema
político diferente al democrático. Aunque también hay una suerte de paradoja, ya que Dahl
también señala que al momento de la publicación de su obra podrían no existir indicadores
que señalen a existencia de las garantías que postula. Ello ha cambiado con el tiempo.

Algo a destacar es que la concepción de Dahl ya consideran a la democracia como


un tipo de régimen político,10 no obstante, recordemos que un régimen político debe

9
Los requisitos son: I.- Libertad de asociación; II.- Libertad de expresión; III.- Libertad en el ejercicio del
voto; IV.- Elegibilidad para el servicio público; V.- Derecho a los líderes políticos para competir en busca de
apoyo; V bis- Derecho a los líderes políticos a luchar por votos; VI.- Diversidad en las fuentes de
información; VII.- Elecciones libres e imparciales; VIII.- Instituciones que garanticen que la política de
gobierno dependa de los votos y demás formas de expresar las preferencias (Dahl, 1970: 3).
10
El trabajo de Dahl hace alusión a la democracia como un sistema político. Entendemos por éste último a
aquellas interacciones por medio de las cuales se asignan autoritariamente valores en una sociedad (Easton,
2001: 224). Para considerar todo lo anterior debemos tomar en cuenta la interdependencia de instituciones
(reglas del juego político), y los actores colectivos (partidos políticos, intereses organizados, gobernadores y
burocracias) que operan dentro de un sistema de este tipo (Keman, 2011: 2040). Si bien, en nuestra
concepción de régimen político, estamos considerando a las instituciones y a algunos actores, no pretendemos

9
considerar variables de acceso y ejercicio de poder. Más allá de la garantía de instituciones
que certifiquen que la política de gobierno dependa de los votos, y en alguna medida, de la
presencia de diversas fuentes de información, no se atienden otras características que vayan
más allá del proceso electoral, es decir, del acceso al poder.

Para subsanar lo anterior surgen concepciones como la de democracia liberal. Ésta


se caracteriza por gozar de amplias libertades civiles,11 un fuerte estado de derecho (por
ejemplo, un poder judicial independiente), la rendición de cuentas horizontal de los
funcionarios elegidos a otra actores no estatales (por ejemplo, los defensores del pueblo y
auditores del estado), y un estado que funcione bien con limitada o al menos mínima
corrupción (Siaroff, 2011: 2236).

Esta concepción contempla características para normar el ejercicio del poder de los
gobernantes, como es estado de derecho y la rendición de cuentas. Ello no quiere decir que
se dejaron de lado las concepciones que abordaron Shumpeter y Dahl, más bien, Siaroff las
da por hechas para que esto funcioné, es decir, no hay democracia liberal sin haber pasado
por un proceso electoral y qué este sea de calidad.

Entonces, en el entendido de la DN, en este momento la democracia liberal funge


como ese concepto abstracto y deseable al que se pretende llegar. No obstante, en la
literatura existen conceptos aún más exigentes, como la democracia sustantiva12 y la
calidad de la democracia.13 Los cuales hacen referencia a que la democracia debe impactar
no solo en cuestiones políticas, sino también en aspectos sociales y económicos.

abarcar todo lo que implica un sistema político, por ello nos limitamos al concepto de régimen. En otras
palabras, un régimen político forma parte de un sistema político.
11
Existe un problema con lo que cada autor identifica como libertades o derechos. Para efectos de este trabajo
las libertades civiles corresponden con los derechos civiles, es decir: la libertad personal, el derecho a una
defensa legal, el derecho a la privacidad, la libertad de elegir el lugar de residencia , la libertad de
movimiento, el derecho a emigrar, la libertad y el secreto de correspondencia, la libertad de pensamiento y
expresión, el derecho a la información y a una prensa libre, y la libertad de asamblea, asociación y
organización (Morlino, 2005a: 47).
12
La noción de democracia sustantiva implica un enfoque que no termina con la democracia en su forma
procedimental, sino que va más allá considerando sus resultados y así como el cumplimiento de ciertos
valores sociales (Quiroga, 2000: 364).
13
Una democracia de calidad o una "buena" democracia presenta una estructura estable institucional que da
cuenta de la libertad y la igualdad de los ciudadanos a través del funcionamiento legítimo y correcto de sus
instituciones y mecanismos, es decir, una buena democracia es, ante todo, un régimen ampliamente
legitimado que completamente satisface los ciudadanos (en términos de calidad de resultado); una en la cual
los ciudadanos, asociaciones y comunidades de las que está compuesto disfrutan de libertad e igualdad,

10
Desde nuestra perspectiva, consideramos que esas concepciones no dependen sólo
de cuestiones políticas, sino que hay otras variables intervinientes.14 Ante dichas
concepciones, cabría recordar que la democracia a priori no genera avances en desarrollo
social o económico, sino que, proporciona los mecanismos institucionales mediante los
cuales una sociedad, de no estar a gusto con sus gobernantes, puede sustituidos sin pasar
por una crisis política (Przeworski, 2010).

Ahora bien, lo anterior se ha ocupado para identificar al concepto en su versión


nacional, ¿existirá diferencia en el subnacional? Para efectos de este trabajo, consideramos
que en el sentido abstracto no hay diferencia, ya que al final la DS aspira a emular a la DN,
y si éste último desea llegar a lo que consideramos como democracia liberal, el nivel
subnacional seguirá la misma ruta. Así pues a fin de recapitular, y establecer nuestra
definición de democracia nos remitiremos a una concepción que ya ha sido utilizada en el
nivel subnacional.

Gervasoni, identifica a la democracia como un régimen político; es decir, un sistema


de reglas que organizan la forma en la que se accede al poder y el modo en que se lo ejerce.
El acceso democrático al poder se realiza mediante elecciones multipartidarias libres, justas
y con voto universal. El ejercicio democrático del poder implica que éste está limitado por
dispositivos institucionales como la división de poderes y que, en parte como consecuencia
de ello, los gobernantes respetan los derechos liberales clásicos como el derecho a trabajar,
a ejercer libremente el culto, a expresarse sin censura y a peticionar a las autoridades
(Gervasoni, 2009: 103).

Elegimos esta definición ya que da por sentado que la democracia es un régimen


político: considera reglas de acceso y de ejercicio de poder. En las de acceso se pueden
vislumbrar influencia de lo que en su momento trabajaron Shumpeter y Dahl. Y en cuanto a
las de ejercicio nos remite a la concepción de democracia liberal. Entonces, ésta definición
limitará la ruta de llegada que enmarca el proceso de DS, en la medida en que la DN
también lo haga.

incluso en diferentes formas y grados (calidad en términos de contenido); y uno en el que los propios
ciudadanos tienen el poder de revisar y evaluar si el gobierno persigue los objetivos de libertad e igualdad de
acuerdo con el estado de derecho (calidad en términos de procedimiento). (Morlino, 2011: 566)
14
Como puede ser la existencia de crisis económicas, o la historia racial de un país.

11
Definido lo anterior, es preciso identificar desde qué régimen viene un país o
entidad para decir que se está democratización: un régimen autoritario. A diferencia de la
democracia, desde la literatura hay un autor referencia para dicho concepto. Para Linz, el
autoritarismo es un sistema político con un pluralismo limitado, sin ideologías elaboradas, sin
grandes movilizaciones de masas (con episódicas excepciones), y cuyo jefe, o jefes, ejerce el poder
dentro de límites fácilmente previsibles (Linz, 2000).

Podemos ver que es la antítesis de la democracia, en el sentido de que no existe una


competencia ni competitividad por los puestos de poder, ya que el pluralismo está limitado.
Además de que atentan contra garantías que Dahl requiere como la libertad de
manifestación y elegibilidad para ocupar puestos de elección. Y respecto a las cuestiones de
ejercicio de poder, en el autoritarismo no se percibe la existencia de contrapesos. Existe
otra característica que habla de la ideología, no obstante esta es para diferenciarse del
totalitarismo,15 un tipo de régimen más cerrado que el autoritarismo (Linz, 2000).

Definido lo anterior, a continuación describiremos las dos formas (existentes en la


literatura) para identificar el proceso de democratización subnacional, derivado de ello elegiremos
una y justificaremos dicha elección.

3. Cómo identificar la democratización subnacional

¿Qué existe entre un régimen autoritario y uno democrático? A lo que nos referimos es que
pasar de uno a otro, y la ruta que ello conlleva no es una cuestión fácil, de ahí que el
concepto de democratización sea complejo ya que está compuesta de diversos elementos.
Desde la literatura encontramos dos maneras de señalar dicho proceso: la primera es
definiendo a una entidad como un tipo de régimen híbrido subnacional, cuándo éste posee
ciertas características; y la segunda adjudicándole un grado democrático producto de la
presencia o ausencia de ciertos indicadores. A continuación abordamos brevemente ambas
maneras.

15
El totalitarismo es un tipo de régimen que se identifica con una ideología totalista, partido único
comprometido con esta ideología y dirigido por una persona (el dictador), policía secreta completamente
desarrollada; control monopólico de los medios de comunicación; control monopólico de las armas; y control
monopólico de todas las organizaciones (incluidas las económicas, lo que derivó en una economía planificada
y centralizada) (Linz, 2000).

12
Entonces, por un lado tenemos trabajos que identifican tipos de regímenes híbridos
subnacionales, tales como el de Behrend (2011) con sus "juegos cerrados", el de Giraudy
(2013)16 con el "patrimonialista" y el "burocrático"; el de Martínez y Del Río (2012) con el
"neopatrimonialismo"; y el de Behrend y Whitehead (2016) con las "prácticas iliberales".
La forma de identificar el proceso de DS sería estableciendo cuáles regímenes están más
cerca al autoritarismo y cuáles a la democracia.

El paso siguiente es clasificar a las entidades dentro de dichas regímenes híbridos e


ir viendo si van cambiando entre los mismos a través de los años. Esta manera nos permite
un mayor abordaje y descripción de los mismos. Sin embargo, presenta ciertos desafíos, por
ejemplo, ¿qué pasa si ninguna entidad encaja en dichas tipologías?, ¿se tomaría a la más
cercana?, ¿se crearía una nueva tipología? Estas cuestiones serán clave para elegir a una u
otra manera de ver el proceso de DS, antes de ello es preciso abordar la otra.

Por otro lado tenemos trabajos donde se generan índices o indicadores de


democracia, mismos que al replicarlos cada cierto tiempo nos mostrarían el proceso de DS.
Tales como el Índice Comparativo de Democracia Local (Hernández, 2000); el Índice de
Democracia Provincial (Gervasoni, 2009); el Índice Heterodoxo de Calidad Electoral
Subnacional (Hernández y Schobert, 2010); el Índice de Democracia Estatal (Somuano,
2011); el Indicador de Irregularidades en elecciones de gobernador (Loza y Méndez,
2012); el Índice de Democracia Provincial (Giraudy, 2013); y el Índice de Desarrollo
Democrático (Polilat, 2015).

Esta manera de identificar la DS puede caracterizar de manera única a cada entidad,


es decir, no tiene el problema de clasificación que si tiene al identificarlos como regímenes
híbridos. Sin embargo, se pierde profundidad en la descripción de una entidad, ya que un
puntaje similar de dos entidades puede referirse a la ausencia de distintas características
pero que en fórmula final ese aspecto no se puede diferenciar.

Ambas maneras tienes pros y contras, no obstante, optaremos por la segunda, ya que
es más fácil profundizar en entidades donde tengamos dudas y rastrear los datos
respectivos, a enfrentarnos a que alguna entidad no encaje en ninguna de las tipologías a
16
El trabajo de Giraudy (2013) aborda ambas maneras, sin embargo, le da un peso específico a identificar
estos tipos de regímenes híbridos.

13
considerar. Ahora bien, si ya existen al menos siete maneras de identificar a la democracia
en el nivel subnacional, ¿por qué proponer una nueva? La respuesta estriba en nuestra
conceptualización y el tratamiento de los datos.

A continuación presentaremos, desde un abordaje conceptual, cómo identificamos el


proceso de DS, y con base en ello, en el siguiente apartado señalamos los vacíos que cada
instrumento tiene respecto a nuestra concepción. Así pues, como vimos en nuestra
concepción de democracia, dicho concepto fue requiriendo con el paso de tiempo aspecto
más sofisticados.

Por ejemplo, la concepción de Schumpeter (1946) se preocupó más por la existencia


de procesos electorales viéndolo como un mero mecanismo; la de Dahl (1970), además de
ello consideró que la calidad de los procesos era importante a fin de que hubiera igualdad
de oportunidades para que cualquier ciudadano accediera al poder, derivado de ello los
requisitos que estableció. No obstante ambas cuestiones descuidaron en mayor medida el
aspecto de ejercicio de poder, profundizando en mejor medida en el acceso. Pero entonces,
la concepción de democracia liberal (Siaroff, 2011) vino a subsanar esa deficiencia.

Considerando lo anterior, para identificar de forma gradual las características del


concepto democracia utilizamos una herramienta llamada "jerarquía taxonómica", es decir
que las definiciones más exigentes abarcan a las menos exigentes (Moller, 2013: 144).
Ahora bien debemos admitir que el modelo ideal sería que se fueran cumpliendo ciertas
características para acceder a una concepción más exigente, como posteriormente veremos,
en la realidad esto no sucede así: se encuentran ejemplos donde no se han cumplido todas
las características de una concepción menor, pero ya hay evidencia de aspectos de una
concepción con mayor jerarquía.

Entonces, nuestro concepto de democracia (Gervasoni, 2009) está compuesto de tres


concepciones menores, con jerarquías escaladas. Ante la presencia de características que
identifique a estas tres concepciones nos señalaría que una entidad alcanzó la democracia.
Pero lo contrario también debe suceder, es decir, la ausencia de las mismas indicaría que
una entidad se volvió autoritaria (Linz, 2000). Y por ende, el proceso de DS se vislumbra

14
cuando las entidades van cumpliendo con ciertas características, o no, en un cierto periodo,
en la búsqueda de ese concepto abstracto de democracia. La figura 1, refleja lo anterior.

Figura 1: Gradualidad entre el polo positivo y el negativo de la DS

Democracia
(Gervasoni, 2009)
Siaroff (2011)

Dahl (1970) Democracia


liberal
Poliarquía
Schumpeter
(1947)
Democracia
como
mecanismo
Autoritarismo
(Linz, 2000)

Sin pluralismo

Sin movilización

Sin controles de
ejercicio de poder

Fuente: Elaboración propia con base en Moller (2013) y Goertz (2006).

Como podemos identificar, las concepciones de la democracia van requiriendo de la


concepción inmediata inferior; y la ausencia de las tres se relaciona con la presencia de un
autoritarismo. Es decir la ausencia de pluralismo atañe a la presencia de competidores,
aspecto fundamental en Shumpeter; pero en un sentido más exigente, también a ciertas
garantías que Dahl considera necesarias como: libertad de asociación; libertad de
expresión; libertad en el ejercicio del voto; elegibilidad para el servicio público; y la
existencia de diversidad en las fuentes de información.

Por otro lado la ausencia de movilización atañe directamente a dos garantías de


Dahl: derecho a los líderes políticos para competir en busca de apoyo y derecho a los

15
líderes políticos a luchar por votos. La referente a la ausencia de controles a los que ejercen
el poder, se relaciona tanto a la falta de contrapesos y de un Estado de derecho que defienda
al ciudadano, aspectos considerados en la democracia liberal.

Cabe destacar que las concepciones de Shumpeter y Dahl abordan aspectos de


acceso al poder y la de Siaroff de ejercicio al poder. Antes de operacionalizar estas
concepciones, repasaremos brevemente los índices ya existentes, a fin de identificar en qué
medida pueden utilizarse para observar el proceso de DS, considerando su base conceptual,
indicadores utilizados y método de presentación de datos.

4. Instrumentos que han medido democracia a nivel subnacional

¿Cómo se ha medido la democracia en el nivel subnacional?, ¿estos instrumentos sirven


para identificar el proceso de DS? Estas preguntas serán respondidas en el presente
apartado, para ello tomaremos en cuenta aspectos puntuales para identificar el proceso de
DS tales como: que en su conceptualización de democracia, los instrumentos consideren
indicadores de acceso y ejercicio de poder; por otro lado, también las limitaciones del
concepto, es decir, que abarque sólo aspectos políticos.

Otro aspecto a considerar es que exista se presenten los indicadores seleccionados


muestren la variación entre las entidades, y por último la presentación de los datos, es decir
que permitan una visión donde se muestre la variación en grados de democratización a
través de los años, lo cual implica una compilación de datos cada determinado tiempo,
podría ser anual o máximo trianualmente. Así pues, a continuación repasamos cada uno de
los siete instrumentos ya mencionados anteriormente.

I. Índice Comparativo de Democracia Local desarrollado por Hernández (2000). Los


puntos a destacar es que considera variables de acceso y ejercicio de poder, se limita
en aspectos políticos y existe variación en sus resultados. No obstante su principal
desventaja es que usa la metodología de componentes principales, con lo cual sus
resultados agrupan información de un periodo de siete años. El problema no es
como tal el método, sino que éste no permite identificar el proceso de DS.
II. Índice de Democracia Provincial (Gervasoni, 2009). En características es similar al
anterior, aunque se le incrementa una desventaja. La base de sus datos es la

16
realización de encuestas a expertos en política provincial en Argentina, el problema
de esto reside en la obtención de datos, lo cual supone un alto costo si se requieren
datos cada cierto periodo de tiempo.
III.
Índice Heterodoxo de Calidad Electoral Subnacional (Hernández y Schobert,
2010). Este instrumento sólo toma en cuenta variables de acceso al poder. Pero
además, dos indicadores que lo constituyen no cuentan con datos por entidad y
utilizan una cifra constante que es atribuida al país, disminuyendo con ello la
variabilidad de los resultados y desvirtualizando la interpretación final.17
IV. Índice de Democracia Estatal. Realizado por Somuano (2011), toma como base el
trabajo de Hernández (2000), por lo cual tiene las mismas ventaja y desventajas de
éste. Su principal diferencia es que considera 17 años de información, y agrega dos
indicadores más al modelo.18
V. El Indicador de irregularidades en elecciones de gobernador desarrollado por Loza
y Méndez (2012). Toma como base la encuesta a expertos realizada por Gervasoni
(2009) pero aplicada a México. Está sólo considera variables del acceso al poder, y
aunque abarca un periodo de años (2001-2012), no presenta diferencias por año.
Aunque la principal desventaja al igual que la de Gervasoni es el costo de volver a
obtener datos.
VI. El Índice de Democracia Subnacional (Giraudy, 2013), aplicado tanto en unidades
subnacionales de Argentina y México. Toma en cuenta variables de acceso y
ejercicio de poder; se observan cambios de régimen a nivel subnacional (para
México abarca los años 1997-2006), pero su constructo conceptual tiene el objetivo
es identificar regímenes patrimonialistas y burocráticos. Sin duda es un gran
instrumento, aunque se requieren adicionarle mayores indicadores acorde a nuestra
concepción.
VII. Por último, el Índice de Desarrollo Democrático (Polilat, 2015). PoliLat
acompañada de más organizaciones lo lleva publicando desde el año 2010. Aunque
utiliza variables de acceso y ejercicio de poder, este instrumento van más allá de

17
Los indicadores son eficacia del voto y decisión electoral, extraídos del Latinobarómetro y Freedom House
respectivamente; las dos mediciones no posen datos subnacionales. (Hernández y Schobert, 2010).
18
Agrega participación electoral a nivel federal y cambia "Número de violaciones a DH por cada 100 mil
habs" por "Número de estaciones de radio y periódicos estatales".

17
nuestra concepción de democracia política, ya que toma en cuenta variables
socioeconómicas.19 Además, la forma de presentar los puntajes de cada unidad
subnacional relativiza los resultados finales, al menos del caso mejor posicionado,20
lo cual no permite hacer un comparativo diacrónico. Es decir, seguir podría
cuestionarse el proceso de DS de una entidad.

Tomando en cuenta lo anterior observamos que hay dos instrumentos con


deficiencias conceptuales para identificar tipos de regímenes y por ende la democratización
subnacional; uno sólo contempla aspectos referentes al acceso al poder (Hernández y
Schobert, 2010) y otro considera aspectos que van más allá de la concepción de un régimen
político (PoliLat, 2014); además en ambos instrumentos existen decisiones metodológicas
que a nuestro parecer distorsionan los resultados.21

Por otro lado, vemos instrumentos donde la presentación de su información es una


desventaja para nuestra investigación, ya que junta información de diversos años, y ello
dificulta observar cambios en un determinado periodo de años, es decir, el proceso de DS
(Hernández, 2010; Somuano, 2011; Gervasoni, 2009; Loza y Méndez, 2012). No obstante,
el instrumento de Giraudy (2013) es en el que se puede identificar el proceso de DS.

Pero como lo mencionamos, su base conceptual está dirigida a identificar dos tipos
de régimen híbrido, ello no es impedimento para retomar alguno de los indicadores que
considera, y adherirle algunos más con el fin de representar nuestra concepción. Sin duda la
existencia de los instrumentos citados nos ayuda a no iniciar desde cero, y nos sugiere
pautas para el diseño de uno nuevo.

5. Operacionalización

Como ya ha sido señalado, la DS es la ruta que una entidad va llevando entre el


autoritarismo y la democracia. En el apartado sobre cómo identificar a la DS, establecimos
que nuestro concepto de democracia está integrado de tres concepciones menores,

19
Por ejemplo toma en cuenta datos referentes a: desempleo, desempeño en salud, desempeño en educación,
PIB estatal, autonomía financiera, entre otros (PoliLat, 2014).
20
A saber, a su mejor caso le atribuyen el puntaje de 1, lo que nos hace preguntar ¿ha llegado al tope de su
medición?, ¿ya no puede avanzar más?
21
Ver referencias 17 y 20.

18
ordenadas de forma jerárquica acorde a las características que dichas concepciones van
requiriendo, las de mayor jerarquía son más exigentes. Además, la ausencia de todas esas
características da como resultado la presencia del autoritarismo.

La tabla 1 muestra la operacionalización de nuestra concepción de democracia,


señalando las dimensiones a considerar, sus variables, indicadores y fuentes
correspondientes. Al final, el hecho de que un ente cuente con los indicadores señalados
nos refleja un alto grado de democratización y un mayor acercamiento a concepto
democracia, la ausencia de las mismas nos señalaría un bajo grado de democratización y un
acercamiento al autoritarismo.
Tabla 1: Identificando la democracia a nivel subnacional
Dimensión Variable Indicador Fuente Clave
Democracia como Pluralismo político NEP arriba de 2 Datos Biiacs A1
mecanismo Margen de victoria de las Recopilación A2
(Shumpeter, 1946) últimas 3 elecciones propia
Alternancia Evidencia de alternancia en Recopilación A3
las últimas 4 elecciones propia
Poliarquía Igualdad en acceso Representación de mujeres Datos Biiacs A4
(Dahl, 1970) a la política en congresos
Años de educación por INEGI A5
entidad
Calidad del proceso % de participación electoral Recopilación A6
electoral propia
NEP en el Congreso arriba Datos Biiacs A7
de 2
Democracia Controles en el Asientos legislativos del Datos Biiacs E1
Liberal ejercicio de poder partido del gobernador
(Siaroff, 2011) Respeto al Estado Subíndice de sistema de IMCO E2
de Derecho: derecho
Libertades civiles Sin recomendaciones de la CNDH E3
CNDH

Fuente: Elaboración propia

La discusión acerca de si las variables e indicadores reflejan plenamente las


dimensiones conceptuales de las que partimos serás tratadas en un trabajo independiente ya
que da para eso y más, no obstante, las variables e indicadores elegidas fueron consideradas
acorde a los datos disponibles,22 las realidades del país en cuestión (México),23 pero

22
Por ejemplo, identificar el ejercicio de poder a nivel subnacional es complicado, son muy pocos los
indicadores existentes y que cubran el periodo a considerar. Los utilizados quizá son solo un acercamiento
pero sin duda es preciso considerarlos para identificar a un tipo de régimen.
23
El indicador de alternancia no es uno que Shumpeter haya considerado, sin embargo, ante la realidad de
México, el hecho de que exista una alternancia al PRI, es sin duda un síntoma de que partidarios del viejo

19
además, consideramos indicadores que anteriormente habían sido utilizados por los índices
ya existentes en la literatura. Esto último puede comprobarse en el anexo 1, dónde se
desglosan los indicadores que otros índices han considerado, y los que nosotros
consideramos.

6. La democratización subnacional en México 2000-2016

Derivado de nuestra conceptualización, y acorde a la operacionalización realizada,


construimos tres subíndices, los cuales fueron constituidos de la siguiente manera:

 Subíndice de Democracia como Mecanismo (SDM) = (A1+ A2 + A3) / 324


 Subíndice de Políarquía (SP) = ( ( (A4 + A5 ) / 2 ) + A6 + A7) / 3 25
 Subíndice de Democracia Liberal (SDL) = (E1 + E2 + E3) / 3

Cada subíndice nos permite identificar sólo ciertos aspectos, de la democracia, no


obstante para la obtención de un indicador general nos remitimos a la siguiente fórmula:

 Indicador de democracia subnacional = (SDM + SP + SDL) / 3

Así pues, este proceso se realizó en cada una de las entidades federativas de México
entre los años 2000 y 2016. En las gráficas, podemos observar el proceso de
democratización subnacional en México, la 1 abarca los estados de Guerrero, Tabasco,
Coahuila, Sinaloa, Veracruz, Tamaulipas, Quintana Roo e Hidalgo; la 2 Puebla, Oaxaca,
Michoacán, SLP, Durango, Yucatán, Chiapas y Campeche; la 3 Nuevo León, Colima,
Jalisco, México, Morelos, Sonora, Querétaro y Baja California; y la 4 Guanajuato,
Aguascalientes, Chihuahua, Nayarit, Tlaxcala, CDMX, Zacatecas y BCS.

régimen ya están dispuestos a competir por el poder. En entidades donde no ha ocurrido por lo general el PRI
maneja un aparato clientelar muy sofisticado.
24
La valoración de cada indicador se puede ver en el anexo 2.
25
La unión de A4 y A5 es debido a que representan la igualdad de acceso a la política que tanto le importa a
Dahl. Lo años de educación (A5) es un indicador de acceso que Munck (2014: 20) llama a considerar, y que
ningún otro indicador había integrado antes.

20
Gráfica 1: Democratización en entidades mexicanas 2000-2016
1.00

0.90

0.80 Gro
Tabs
0.70 Coah
Sin
0.60 Ver
Tamps
0.50
Q Roo
Hgo
0.40

0.30

Fuente: Elaboración propia

Gráfica 2: Democratización en entidades mexicanas 2000-2016


1.00

0.90

Pue
0.80
Oax
0.70 Mich
SLP
0.60
Dgo
Yuc
0.50
Chis
0.40 Camp

0.30

Fuente: Elaboración propia

21
Gráfica 3: Democratización en entidades mexicanas 2000-2016
1.00

0.90

0.80 NL
Col
0.70 Jal
Méx
0.60 Mor
Son
0.50
Qro
BC
0.40

0.30

Fuente: Elaboración propia

Gráfica 4: Democratización en entidades mexicanas 2000-2016


1.00

0.90

0.80 Gto
Ags
0.70 Chiu
Nay
0.60 Tlax
CDMX
0.50
Zac
BCS
0.40

0.30

Fuente: Elaboración propia

22
Como podemos observar, una conclusión general es el proceso de democratización
subnacional se está dando, la mayoría de las entidades ha tomado un ruta que mejora su
grado de democratización en comparación con el año 2000. No obstante, de forma
individual podemos encontrar caso que deben destacarse por el proceso que han llevado,
pero también algunos otros que nos generan alertas ya que más que proceso de
democratización, nos muestran cierto estancamiento o regresión. A continuación
nombraremos a entidades dentro de 4 escenarios a destacar:

 Sobresaliente. Estas entidades se destacan por haber alcanzado un puntaje superior


al 0.85, lo cual las sitúa en el punto más cercano al concepto abstracto de
democracia. No obstante eso es en el corte de 2016, sin duda este aspecto puede
cambiar en futuras mediciones. Las entidades son: Durango, Jalisco y Querétaro.
 A destacar. Entidades que sobrepasan el 0.80 pero aún están por debajo del 0.85. No
obstante su proceso se ha caracterizado por una constate ascenso: Michoacán,
Yucatán, Tabasco, Sinaloa, Veracruz, Nayarit, Aguascalientes y Tlaxcala.
 A considerar. Estas entidades nos llaman la atención por su ruta, misma que denota
cierto estancamiento, se encuentran por debajo del 0.70: Baja California, CDMX,
Guanajuato, Chiapas, Puebla, Oaxaca, Hidalgo y Morelos.
 Focos rojos. Por último, tenemos entidades que muestran estancamiento o regresión
pero por debajo del 0.60: México, Coahuila y Tamaulipas.

En futuras agendas de investigación podemos centrarnos en qué han hecho las


entidades sobresalientes, en comparación con las que están situadas en focos rojos. Sin
duda, este indicador nos ayuda a evidenciar las diversas rutas que las entidades han tomado,
lo que sigue es buscar algunas explicaciones.

Consideraciones finales

El presente trabajo identificó el proceso de democratización subnacional en la entidades


mexicanas, considerando una metodología que ve a la democracia como un concepto
abstracto, a cual se llega cumpliendo ciertas características. Dado que es un ideal dicho
concepto, difícilmente un caso puede considerarse democrático, pero sin duda hay
diferencias entre casos.

23
Como resultado, al final mostramos la existencia de entidades por arriba el 0.85,
mismas que son un ejemplo a seguir por parte del resto, a fin avanzar en grados de
democratización, pero también identificamos entidades por debajo de 0.60, mismas que
vislumbran una tendencia contraria o en el mejor de los casos un estancamiento. Lo anterior
sin duda nos evidencia la diversidad en cuanto a grados de democratización de una entidad.
Ello nos ayuda a prepararnos de cara a agendas de investigación que busquen saber el
porqué las diversas rutas que las entidades han llevado.

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27
Anexo 1: Indicadores tomados de índices anteriores26
Hernández y
Hernández Gervasoni Schobert Somuano Giraudy
(2000) (2009) (2010) (2011) (2013) IDS Clave
Margen de Margen de
victoria victoria A1
NEP
NEP medidos en NEP medidos
NEP local
el electorado en el electorado
A2
Rotación Alternancia
Alternancia de Alternancia de Número de
partidaría
partido en el partido en el cambios del A3
del
poder ejecutivo poder ejecutivo Gobernador
ejecutivo
Porcentaje de Representación
mujeres que de mujeres en
son diputadas congresos A4
Años de
educación por
entidad A5
Nivel de
participación Participación
Participación
electoral en la electoral a nivel
electoral
última elección federal
legislativa A6
NEP en
NEP por el congreso
NEP NEP
número de
representados representados
escaños en el
en el congreso en el congreso
congreso
A7
Subíndice de
sistema de
derecho E1
Recomendacio Recomendacion
Recomendacion
nes de la es de la CNDH
es de la CNDH
CNDH E2
Asientos Asientos
legislativos del legislativos del
partido en el partido en el
gobierno gobierno E3

Fuente: elaboración propia

26
Los marcados en negritas y cursivas son indicadores nunca usados anteriormente.

28
Anexo 2: Asignación de valores en los indicadores

Dimensión Clave Indicador Asignación de valores


A1 NEP 2 o más = 1 ; 1.5 - 2 = 0.5 ; menos de 1.5 = 0
Democracia A2 Margen de Del promedio de las últimas tres elecciones: 0 - 5% = 1;
victoria de las 5.1 - 10% = 0.75; 10.1 - 15% = 0.5; 15.1 - 20% = 0.25;
como últimas 3 20.1% y más = 0
mecanismo elecciones
A3 Evidencia de Si en las últimas 4 elecciones no existe evidencia de
alternancia en las alternancia= 0
últimas 4 Si en las últimas 4 elecciones ha existido alguna
elecciones alternancia= 1
A4 Representación de En cada legislatura acorde al porcentaje de mujeres en el
mujeres en mismo: 46% y más = 1 ; 40 - 45% = 0.75 ; 35 - 39 % =
congresos 0.5 ; 31 - 35 = 0.25% ; 30 % y menos = 0
A5 Años de Considerando los datos del INEGI, sacamos un índice
educación por tomando en cuenta que la educación básica es de 12
Poliarquía entidad años, el índice indica en qué medida una entidad está
cercana a ese número de años promedio de educación.
A6 % de Tomando en cuenta el porcentaje de participación
participación histórico establecimos que: 60% y más = 1 ; 50 - 59% =
electoral 0.75; 40 - 49% = 0.50 ; 30 - 39% = 0.25 ; menor a 30%
=0
A7 NEP en el Menor a 2 = 0; entre 2 - 3.9 = 1 ; y 4 o más = 0.5
Congreso
E1 Asientos Si el PP del gobernador representa el 66% o más de
legislativos del curules= 0 ; Si el PP del gobernador representa entre el
partido del 50 y el 65% de curules = 0.33; Si el PP del gobernador
gobernador representa entre el 40 y 49% de las curules = 0.66; Si el
PP del gobernador representa el 40% o menos de
curules o no tiene mayoría= 1
Democracia E2 Subíndice de Índice realizado por IMCO. Se toma literalmente, está
liberal sistema de conformado por: homicidios / 100 mil habs; secuestros /
derecho 100 mil habs; vehículos robados / 100 mil personas;
costo del delito/ persona de 10 años o más; delitos del
fuero común / mil habitantes; delitos denunciados como
% del total de delitos; percepción de seguridad por
entidad; notarios / 100 mil habitantes; y el cumplimiento
de contratos en la entidad.
E3 Recomendaciones Se contabilizaron el número de recomendación de la
de la CNDH CNDH por entidad entre los años 2000-2016, derivado
de ello: Sin recomendaciones: 0; con 1 = 0.5 ; con 2 =
0.25 ; con 3 o más = 0.
Fuente: Elaboración propia.

29

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