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1. ¿Integra todos los aspectos necesarios para ser considerada sostenible? Justifique su
respuesta.
Todos hemos deseado alguna vez una bicicleta. Es un objeto que de pura simpleza es
perfecto. Pero cada día descubrimos más virtudes: no daña al medio ambiente, es bueno
para la salud, un vehículo eficiente y ahorrador, ganas tiempo, evita atascos, no hace
ruido, etc.
Bien es sabido que la bicicleta representa una de las formas más efectivas y
energéticamente sustentables para trasladarse de un lugar a otro, sin embargo, ha sido
necesario un aumento de emisiones de CO2 considerable durante los últimos años, una
disminución de energías disponibles y la aparición de un complejo escenario
medioambiental para que las grandes masas comiencen a tomar real conciencia de lo
urgentes que resultan los cambios en materia de eficiencia energética.
● Contaminación según medio de transporte: mientras que el uso de un automóvil es
capaz de producir un 37.47% de emisiones de CO2, las motos de cuatro tiempos un
10.77% y los buses 16.84%, transportarse en bicicleta a cualquier destino significa una
emisión nula de dióxido de carbono.
Si a esto le sumamos que trasladarse en bicicleta mejora tu acondicionamiento físico y tu
calidad de vida y te permite ahorrar dinero en gasolina y mantenciones, su eficiencia se
torna aún más tentadora.
● Chile y su emisión de GEI: aunque nuestro país no representa un emisor relevante de
GEI a nivel mundial (0.26%), hay cifras que no dejan de ser preocupantes. En primer lugar,
dentro del sector energía, el Transporte ocupa uno de los primeros lugares en
participación de las emisiones de gases de efecto invernadero con un 29% y, por otra
parte, el 65% del total de emisiones de GEI equivale a CO2, gas que afecta al equilibrio de
radiación del planeta.
Ambos escenarios podrían disminuir y/o evitar su aporte en contaminación ambiental, si
se reemplazaran los autos por bicicletas en tramos cortos, se redujeran los viajes
innecesarios en automóvil o, simplemente, si los conductores adoptaran medidas de
conducción eficiente.
● Conservación de la energía: la reducción de la dependencia energética junto con el
ahorro en recursos renovables producidos a partir del reemplazo del automóvil por la
bicicleta, reflejan dos factores esenciales en el avance de la conservación energética de un
país.
Aunque para algunos, el cambio de medio de transporte por el más eficiente parezca no
significar grandes progresos a corto plazo en términos medioambientales, la realidad
comprueba lo contrario. Durante el 2005, gracias a que un 6% de los ciclistas (sólo en
Providencia, Ñuñoa y Santiago) optó por no usar el automóvil para realizar su viaje, se
evitaron 4.238.791 kms de viajes en este mismo medio, aspecto que se tradujo en una
disminución de 856 toneladas de CO2 y un ahorro de 385.126 litros de combustible.